EL CRIMEN DE CUENCA-Recuperando la Historia

TEXTO ALTERNATIVO

La finalidad de abrir este blog es dar a conocer la investigación efectuada sobre la desaparición de José María Grimaldos López el 21 de agosto de 1910 en Osa de la Vega (Cuenca).

Todo lo que figura en este blog está ya publicado en:

1.      Presentación libro en página Ayuntamiento de Osa de la Vega, osadelavega.com

2.       Resumen volúmenes 1 a 8, ya publicados, libro "El crimen de Cuenca - Recuperando la Historia"

Al final existe la posibilidad de hacer cualquier tipo de pregunta relacionada con los hechos.

Todas las preguntas serán contestadas, con la única condición que sean respetuosas. Las no respetuosas serán borradas y no contestadas.

*

1.  Pág. Ayuntamiento de Osa de la Vega, osadelavega.com

El autor de este libro es Juan Fuentes López, nacido en Osa de la Vega, jubilado, y residente en Málaga.

Esta investigación es “Dossier Periodístico”, comprende del año 1910 hasta nuestros días, y trata de la desaparición de José María Grimaldos López el 21 de agosto de 1910 en Osa de la Vega (Cuenca).

Este hecho fue y es conocido por Caso Grimaldos, Error judicial de Osa de la Vega, Crimen de Cuenca.

(El abogado León de las Casas en escrito publicado en Heraldo de Madrid, 10-03-1926 página 4, da a este suceso y por primera vez, el nombre de “CRIMEN DE CUENCA”.)

El sumario de esta causa fue el causante de:

-        Reforma del artículo 75 del Código Penal (1928).

-        Reforma artículo 106 de la Constitución de la República (1931).

-        Modificación de los artículos 954, 958 y 960 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal (1933).

-        Ley indemnización víctimas errores judiciales (1933).

-        Reforma del Código de Justicia Militar (1980) -Película “El crimen de Cuenca!”-.

-        Desaparición permiso de exhibición de películas (1981).

-        A raíz del caso Grimaldos se modificó el Código Penal de manera que no se pudiera presentar una acusación de homicidio si no se encontraba un cadáver... Esta modificación ha estado vigente hasta la reforma en 2015, cuando a raíz del caso de Marta del Castillo la aparición del cuerpo ha dejado de ser condición indispensable para la acusación.

Esta investigación consta de un total de 11 volúmenes, todos “Dossier Periodístico”.

Hasta ahora hay publicados ocho:

-        - El volumen 1 fue editado el 29-06-2017.

-        - Los volúmenes 2, 3, 4, 5, y 6 fueron editados juntos el 17-02-2019.

-        - Los volúmenes 7 y 8 editados juntos el 25-02-2022.

Los volúmenes 1 a 6 abarcan de 1910 a 1935, (total 2.896 páginas).

El volumen 7, hasta fecha edición, (715 páginas).

El volumen 8, Cronología y 29 resúmenes, (625 páginas).

El volumen 9 saldrá en algunos meses, y será exclusivamente de fotografías de la época y posteriores.

Después saldrán los volúmenes 10 y 11.                                                

Volumen 10: “Luis Esteso y El crimen de Cuenca”

Volumen 11: “Los crímenes de Albalate de las Nogueras

Todos los derechos han sido cedidos gratuitamente y a perpetuidad al Ayuntamiento de Osa de la Vega, quien vende los libros a precio de coste, 5 euros cada uno.

Resumen general en extracto de los OCHO volúmenes publicados

Contenido:                         2.401 planas de 209 Periódicos / publicaciones distintos, copiadas a “la                         letra”.

Páginas:                             4.236 en formato A5.

Bibliografía:                          61 libros/otros.

Escritos:                              523

Fotografías:                        236 (referencia donde se encuentran)

Dibujos:                                13   (referencia donde se encuentran)

Coplas o romances:             20

Datos Cronológicos:          329 páginas.

Resúmenes:                          29

Prólogos:                             12 (Familiares, Alcaldes, paisanos, estudiosos,

                                                   investigadores, etc.)

Participan:                         19 (Familiares, Alcaldes, paisanos, estudiosos,

                                                   investigadores, etc.)

Archivos consultados:        49 (Bibliotecas, Hemerotecas,…)

Los 61 libros/otros de bibliografía y las 2.401 planas de periódicos/publicaciones de la época, se encuentran depositadas en el Ayuntamiento de Osa de la Vega, a disposición de quién esté interesado/a en su lectura o consulta.

En esta tremenda y larga historia participan los mejores periodistas, abogados, escritores y penalistas de la época, y posteriores:

Salazar Alonso, Alfonso Muñoz, Luis Araquistain, Ramón J. Sénder, Leopoldo Garrido, Mariano Benlliure y Tuero, El Tío Corujo, E. Gómez de Vaquero, Luis de Tapia, Quintiliano Saldaña, César Huerta, Juan Guixé, Augusto Barcia, Juan de Toca, Federico de Urrutia, José Rico de Estasen, Salvador Rosell, Rufino Baldás, Salvador Díez Verson, Miguel Peñaflor, L. Ruy-Wamba, Luis Jiménez de Asúa, Roberto Castrovido, José Dorado, Andrenio, Gabriel Alomar, Ruiz de Velasco, Juan de Esplugas, Menéndez Pallares, Eugenio D´ors, Joaquín Romero-Matchent, Ossorio y Gallardo, Federico Morena, Conrado de Maluenda, Segundo Viloria, Ángel Samblancat, Pablo de Bergia, Álvaro de Albornoz, Vicente Lacambra, Jacinto Capella, Federica Montseny, Alberto Insua, Margarita Nelken, Pedro Halon de Ureña, Antonio Zozaya,…

Juan Cruz, Javier Moral, Javier Semprún, J. L. Martín Descalzo, Manuel Alcalá, Pedro Crespo, Antonio Garrido Buendía, Fernando Lara, Manuel Hidalgo, Margarita Landi, José Cebrian, Raúl del Pozo, Benigno Camañas, Pedro Costa Muste, Federico Muelas, Carmen García Moya,…

2.  Volúmenes 1 a 8 ya publicados.

 

  Planas                  Páginas en A5

Volumen 1.-                    131 (109+22)              512

Volumen 2.-                    359                               481

Volumen 3.-                    364                              475                             

Volumen 4.-                    405                              471

Volumen 5.-                    359                              485

Volumen 6.-                    408                              473

Volumen 7.-        376 (332+12+20+12)            715

Volumen 8.-                    -----                             625

                                      _____________________

Totales                         2.402                          4.237

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RESUMEN DE LOS OCHO VOLÚMENES YA PUBLICADOS

(De un total de 4.237 páginas en formato A5, a continuación se relacionan aproximadamente 350 páginas)

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           EL CORREO DE GALICIA (S. Compostela)

           Año XIV, Nº 3645, 12-05-1913, pág. 1

Descubrimiento de un crimen.

En el partido judicial de Belmonte (Cuenca), pueblo de Osa de la Vega, ha sido descubierto un crimen perpetrado hace tres años en la persona de un infeliz pastor, llamado José María Grimaldos.

He aquí lo ocurrido:

Hace poco tiempo fueron expuestas al señor juez de aquel partido, D. Emilio de Isasa, por la familia del pastor mencionado, las sospechas de que José María Grimaldos fue asesinado, fundándose en que habiendo dejado el ganado que cuidaba con propósito de ir a unos baños en 21 de Agosto de 1910, nada de él habían sabido, y aunque por aquel entonces se dio conocimiento al juzgado de instrucción, nada se pudo averiguar.

Recibida la denuncia por el juez, procedió sin pérdida de tiempo a la práctica de las diligencias necesarias, y trabajando con verdadera diligencia, ha podido conseguir ver coronada su obra por el éxito.

Constituido el Juzgado en el pueblo de Osa de la Vega se ordenó por el señor Isasa la detención de dos individuos: León Sánchez Gascón, mayoral del ganado que cuidaba José María, y Gregorio Varela, guarda de un palomar conocido por el nombre de la Virgen de la Vega, quienes en un principio negaron rotundamente; pero el juez consiguió la comprobación del asesinato, llevado a cabo por los citados León Sánchez y Gregorio Varela. Este último llevó con engaños al infeliz pastor al palomar, en el momento en que presentándose el mayoral León, le asestó un tremendo garrotazo en la cabeza que le hizo caer a tierra desvanecido, ocasión que aprovechó Gregorio para que, incorporándose sobre el desgraciado pastor, le diera una puñalada en el pecho. Consumado el asesinato fue llevado al cadáver del pastor por los criminales a una cuadra del palomar, donde permaneció durante dos días, transcurridos los cuales, después de robarle quince duros que llevaba, quemaron el cuerpo, triturando sus huesos y no dejando huella de tan horrible asesinato.

 

              LA INFORMACIÓN, (Cuenca)

               año II, Nº 47, 15-05-1913, p. 3

NOTICIAS

Descubrimiento de un crimen.

El día 21 de Agosto de 1910, desapareció de Osa de la Vega, en cuyo término se hallaba sirviendo en calidad de pastor, apacentando ganado, el vecino de Tresjuncos, José María Grimaldos (a) Cepa, de veintiocho años de edad, soltero, sin que las diligencias llevadas a cabo por el Juzgado de Instrucción de Belmonte y la Guardia civil del mismo pueblo, en unión de la familia del José María, dieran por resultado la menor pista respecto al paradero de dicho sujeto.

Nuevamente han sido ahora reanudadas las pesquisas por dicho Juzgado, en combinación con la Guardia civil, dando por resultado la averiguación de que el sujeto indicado murió víctima de un horroroso asesinato, del que han resultado ser autores los vecinos del citado pueblo de Osa de la Vega, Gregorio Valero Contreras (a) Varela, jornalero, y León Sánchez Gascón, pastor y mayoral del ganado que guardaba el interfecto, los que según la declaración prestada, han confesado que estaban de acuerdo para cometer el delito, a cuyo fin, el mencionado día 21, le salió al encuentro el Valero y con engaños le llevó a la casa que habitaba, llamada Palomar de la Virgen de la Vega y que al encontrarse allí, llegando el León, le asesinaron entre ambos, robándole quince duros y dejando el cadáver en un pajar, hasta la noche del día 23, que lo quemaron en la parte posterior del expresado Palomar, machacando los huesos y arrojando las cenizas en un olivar contiguo a dicha finca, que Gregorio custodiaba.

Dichos sujetos quedaron a disposición de la expresada autoridad judicial.

 

EL DÍA DE CUENCA, Año V. Núm.256,

21 mayo de 1918.Pág. 3

AUDIENCIA PROVINCIAL

Juicio que ha de verse en juicio oral ante el Tribunal de Derecho, en el día 24:

Procesados: León Sánchez y otro.

Delito: Asesinato.

Partido: Belmonte.

Abogados: Garrido y Sanchíz.

Procuradores: Carralero y Zarzuela.

 

EL LIBERAL (Cuenca), Año IX, Nº861, 

miércoles 22 de Mayo de 1918, pág. 2

Se publica miércoles y sábados

DOS PENAS DE MUERTE

Una causa célebre.

Pasado mañana viernes, darán principio en la Audiencia provincial las sesiones de la causa que por el delito de robo con ocasión del cual resultó homicidio, se sigue contra León Sánchez y Gregorio Valero de Osa de la Vega.

Este famoso sumario que estuvo sobreseído algunos años por no encontrarse indicios de criminalidad, se abrió nuevamente por denuncias de algunos vecinos de Osa de la Vega, y dio por resultado el procesamiento de los individuos referidos. Por la oscuridad que desde el primer momento rodeó el hecho de autos, por las vicisitudes que pasó el sumario hasta su conclusión y por las circunstancias con que la acusación pone de manifiesto la comisión del delito, ha despertado la vista de esta causa, natural y grande expectación.

Y para que pueda servir de orientación a nuestros lectores, en tan tristemente célebre asunto, publicaremos los relatos que del hecho hacen las partes que intervienen en el juicio oral.

El ministerio público, en sus conclusiones provisionales, relata los hechos de la siguiente forma:

En el mes de agosto de 1910, el procesado León Sánchez Gascón y José M.ª Grimaldos, eran respectivamente mayoral y pastor del ganado de D. Francisco Antonio Ruíz, y por serlo, dicho procesado sabía que José M.ª Grimaldos en la tarde del día 21 de dicho mes, iría desde el pueblo de Osa de la Vega al de Tresjuncos, llevando consigo dinero procedente de una venta de corderos que meses antes había hecho; sabía asimismo, que para trasladarse del uno al otro pueblo, seguiría el camino llamado de Tresjuncos y la carretera que une a Socuéllamos con Tresjuncos; que pasaría por frente a la casa llamada “Palomar la Virgen” habitada entonces por el procesado Gregorio Valero, situada en término de Osa de la Vega, a unos 25 metros del punto en que dicha carretera intercepta a aquél camino; y puestos previamente de acuerdo dichos procesados, determinaron quitar en la expresada casa “Palomar de la Virgen” al José María Grimaldos, aquél dinero, el que pudiera tener y apropiárselos.

Salió en efecto José M.ª Grimaldos el 21 de agosto de 1910, cuando se ponía el sol, del pueblo de Osa de la Vega para el de Tresjuncos; y como a las ocho y media de la noche del mismo día penetró inducido a ello con engaño por León Sánchez, en el patio de la casa “Palomar de la Virgen”, donde los esperaba Gregorio Valero, quien de un modo brusco, rápido e inesperado, sin que José María pudiera apercibirse, sospecharlo ni evitarlo, se abalanzó sobre éste, le cogió de improviso por el cuello, en tanto que León Sánchez daba con un garrote tan fuerte golpe al Grimaldos, que dio con este en tierra, y así, caído, Gregorio Valero, le clavó un cuchillo en el lado izquierdo del pecho y le produjo herida que ocasionó la muerte instantánea de José María.

Acto continuo los procesados condujeron al cadáver del Grimaldos, a la cuadra de dicha casa, sustrajeron con ánimo de lucro, de un bolsillo de la faja que el cadáver tenía puesta 75 pesetas, en monedas de plata y calderilla que distribuyeron entre sí ambos procesados y tres noches después, en la del 24 del expresado mes de agosto, trasladaron el cadáver del José María, junto a la pared norte del  edificio,  donde  le  quemaron,  machacaron  con  grandes piedras sus huesos, los colocaron dentro de una espuerta y los arrojaron a un río.

Aprecia el Ministerio fiscal la concurrencia de las circunstancias agravantes 2 y 8 del art. 10 del Código penal, esto es, la alevosía y el haber empleado astucia y concurre además en contra de León Sánchez, la de reincidencia, pide para ambos procesados la pena de muerte.

Las defensas en sus escritos de conclusiones provisionales, niegan en absoluto la versión de que los hechos da el ministerio fiscal y afirman que José María ha desaparecido por marchar en agosto de 1910, ha ignorado paradero, y (pasa a página 3)


EL LIBERAL (Cuenca), Año IX, Nº 861, 

miércoles 22 de Mayo de 1918, pág. 3

(viene de página 2)

por lo tanto la absolución de sus patrocinados.

Esta causa está señalada para los días 24 y 25, están citados para declarar en ella, 33 testigos. Representará al ministerio público el fiscal Sr. Sánchez Vera, la defensa de León Sánchez está encomendada al letrado D. Ramón Sanchíz, y la de Gregorio Valero está encargado nuestro director Sr. Garrido Cavero.

EL LIBERAL (Cuenca), Año IX, Nº 863, 

miércoles 29 de Mayo de 1918, pág. 2

TRIBUNALES

Juicio importante

En la noche del sábado terminaron las sesiones del juicio que por robo y homicidio se seguía contra Gregorio Valero y León Sánchez, de Osa de la Vega. En nuestro número anterior[1] dábamos cuenta de la primera sesión celebrada y del desarrollo de la prueba, que resultó favorable para los procesados.

Reanudose por la tarde la vista; el ministerio fiscal modificó sus conclusiones en el sentido de apreciar la existencia de un delito de homicidio, con las agravantes de nocturnidad y abuso de superioridad para Gregorio Valero y (continúa en página 3)


EL LIBERAL (Cuenca), Año IX, Nº 863, 

miércoles 29 de Mayo de 1918, pág. 3

(viene de página 2)

estas dos más las de reincidencia, para León Sánchez. Las defensas modificaron también sus conclusiones en el sentido de apreciar el homicidio con las atenuantes de arrebato y obcecación, embriaguez y provocación inmediata la de Gregorio y solamente las dos primeras la de León Sánchez.

El fiscal Sr. Sánchez Vera, pronunció como de costumbre un elocuente informe, en apoyo de su tesis; el defensor de León Sánchez, Sr. Álvarez Neira, estuvo acertado apoyando los fundamentos de su defensa, y el de Gregorio Valero nuestro director Sr. Garrido Cavero, realizó en su informe una labor verdaderamente meritoria que fue escuchada con gran interés por el numeroso público que ocupaba la Sala de vistas de la Audiencia. El Presidente Sr. Ballesteros, resumió los debates con gran imparcialidad y el Jurado después de corta deliberación dictó veredicto de culpabilidad votando las agravantes y rechazando las atenuantes, decisión que produjo alguna extrañeza, puesto que especialmente la de nocturnidad, no había sido probada en el curso del juicio.

El Sr. fiscal solicitó la imposición de 20 años de reclusión temporal y las defensas la de 17 años, 4 meses y un día; y la Sala en su Sentencia, estimó la existencia de una atenuante e impuso a los procesados la pena de 18 años de reclusión, con el abono de cinco años que llevan los procesados de prisión preventiva.

Dada la índole del sumario, y del estado de opinión en que se han celebrado las sesiones del juicio oral, el resultado obtenido, ha sido un gran triunfo para los defensores, por el cual han recibido los señores Álvarez Neira y Garrido Cavero, numerosos felicitaciones.

EL DIA DE CUENCA, Año XIV.- Núm. 1.386, 

Martes 2 de Marzo 1926, pág. 1

Se publica los martes y los viernes.

(Este número ha sido sometido a la previa censura.)

¿Un error Judicial?

Nuestro corresponsal en Belmonte, nos comunica noticias que hasta ahora parecen indicar hubo un gran error judicial al condenar a los vecinos de Osa de la Vega, León Sánchez y Gregorio Valero.

Por el año 1910 se abrió proceso por la desaparición misteriosa del joven vecino de Tresjuncos José María Grimaldos, y recayendo sospechas sobre el León Sánchez y el Gregorio Valero, se celebró juicio oral, acusándoles de asesinato el Fiscal y siendo condenados a catorce años, ocho meses y veinte y un días de prisión a cada uno.

Pero es el caso, que hace unos días el párroco de Mira, reclamó del juzgado de Tresjuncos, la partida de nacimiento del que se creía asesinado, averiguándose que el Grimaldos vive hace tiempo en Mira y que ahora pretendía contraer matrimonio.

El digno Juez de Belmonte don Antonio Pérez, secundado por el competente secretario judicial, don Gonzalo Amalio Figueroa, han comenzado con gran actividad a instruir diligencias y en virtud de órdenes dimanantes de dicho juzgado que ha sido conducido a Belmonte José María Grimaldos, que parece ha declarado ha residido bastantes años en Francia.

Los que fueron condenados por la Audiencia de Cuenca, han extinguido por su condena.

Tendremos al corriente a nuestros lectores del desenvolvimiento de este asunto, pues no está todo lo claro que parece, pues según se nos dice el José María Grimaldos tenía otro hermano de poca diferencia de edad con él mismo y bien pudiera tratarse de una suplantación en la personalidad civil.

Hasta ahora se presenta todo ello enmarañado; en el sumario confesaron los vecinos de Osa de la Vega, la participación directa que tuvieron en el crimen, negando en el juicio oral en que fueron defendidos por don Leopoldo Garrido (hijo) y acusados por el fiscal señor Sánchez Vera.

Recuérdese que se solicitó para el Valero y el Sánchez la pena de muerte y pone espanto en el ánimo el que se les hubiera condenado y hubieran sido ejecutados.

De resultar cierto y puesto en claro el error judicial suscitaría una vez más hondos problemas jurídicos, como lo del valor de la confesión judicial por los procesados, lo irreparable de la pena de muerte y otros interesantísimos.

EL SOL.  Año X- Núm. 2.676. Madrid, 

jueves 4 de marzo de 1926. Página 1

ESTE NÚMERO HA SIDO REVISADO POR LA CENSURA

TREMENDO ERROR JUDICIAL

Dos hombres inocentes han permanecido doce años en presidio.

Un muerto que va a casarse.

Tarancón 3 (4 t.).- Comunican del inmediato pueblo de Osa de la Vega el hecho siguiente:

En 1.910 desapareció de dicho pueblo, después de vender unas ovejas de su propiedad, el pastor José María Grimaldos González (López), natural de Tresjuncos, individuo que prestaba servicios pastoriles en una finca llamada Casa de la Vega, enclavada entre los dos mencionados pueblos. La desaparición del pastor se comentó grandemente, llegando la fantasía de los vecinos a imaginar que se había cometido un crimen, circunstancia por la cual intervino en el asunto la Justicia. Se realizaron extensos trabajos; pero las actuaciones no tuvieron consecuencias por el momento, puesto que el Juez de Belmonte, Juzgado al cual pertenecen los dos referidos pueblos, no encontró pruebas de la muerte del pastor.

Transcurrió algún tiempo, y en vista de que el pastor no aparecía, la familia del desaparecido aprovechó la circunstancia de haber sido destinado a Belmonte otro Juez, Don Emilio Isasa Echenique, y denunció nuevamente el caso.

Volvieron a comenzar los trabajos judiciales, las indagatorias y las pesquisas, y como resultado de todo fueron detenidos como presuntos autores del supuesto crimen un individuo llamado León "El Pastor" y Gregorio Valero, los dos naturales de Osa de la Vega, los cuales hicieron constantes protestas de inocencia.

Cuando se les preguntó dónde estaba el cadáver contestaron que en el cementerio; pero hechos en el camposanto varios reconocimientos no se halló el cadáver. Después manifestaron los procesados que habían despedazado el cadáver y que los trozos los habían echado a los cerdos.

Transcurrió algún tiempo, y se verificó en Cuenca la vista de la causa. El fiscal pidió para los procesados la pena de muerte, y, por último, fueron condenados a diez y ocho años de presidio, condena que han cumplido por espacio de doce años.

El epílogo de este error es el siguiente:

El cura de Tresjuncos recibió últimamente una carta del párroco del pueblo de Mira, en la que le pedía la partida de bautismo de José María Grimaldos, que iba a contraer matrimonio en aquella parroquia. El estupor del párroco de Tresjuncos fué tremendo, pues recordaba las consecuencias que tuvo la desaparición de Grimaldos, y, en consecuencia, comunicó a su compañero de Mira todos los detalles del asunto. El párroco de Mira requirió a Grimaldos para que lo acompañase a Tresjuncos, donde, en efecto, fué reconocido por todos sus convecinos. El espantoso error judicial ha quedado comprobado.

Este suceso es el tema de todas las conversaciones en toda la comarca. Todos los vecinos del pueblo de Tresjuncos y de Osa de la Vega han tomado parte en el asunto para exigir las oportunas responsabilidades. (Febus)

Grimaldos no murió

El viejo magistrado nos lo decía, después de leer la noticia que el telégrafo nos trajo de Tarancón: "Una pluma y otra pluma... Rompía siempre varias antes de firmar una condena. A mi conciencia parecían llegar, en aquellos días de mi actuación profesional, voces de presidio clamando por la libertad y pregonando inocencias. Entre el papel de oficio y la pluma de sentenciador alzábase el fantasma, y el fantasma era yo mismo, con traje pardo de presidiario, con un número nuncio de mi muerte. Y podía ser inocente. Podían los indicios, tal vez las pruebas, llevarme a la cárcel, afrentado por un delito no cometido... Ya le digo -terminaba el anciano maestro- que rompía muchas plumas antes de firmar.

Nos hizo releerle el telegrama. Como quien pasa cien veces ante el panorama espléndido y encuentra cada vez cien novedades, el magistrado, a quien la Ley retiró, hallaba en cada palabra nuevo motivo de comentario. Vibraba su alma y sus labios nerviosamente modulaban las palabras.

-        Es horrible, joven. No hay tragedia comparable a la del inocente que ante el Juez se alza para decir su inocencia: "No fui yo... No fui yo"... El Juez, impertérrito, tiende su mano y apunta con el índice al corazón del denunciado, diciéndole: "Demuéstralo... Demuéstralo."

¿Cómo demostrarlo? Recuerdos, hechos, detalles. Todo se agita, todo se mezcla; la inteligencia lucha... Sombras por todas partes, y, al fin, los brazos que caen rendidos, la cabeza que se inclina y la frase de confesión que se obtiene.

¡Doce años en presidio, por un crimen que no cometieron, por un crimen que no cometió nadie¡... Grimaldos no murió. Grimaldos vive, y al ir a contraer matrimonio todo se ha descubierto. León, "el Pastor", y Gregorio Valero eran inocentes.

El Estado, la Justicia, abre las puertas de la cárcel, saluda con reverencia a los inocentes y aquí no ha pasado nada... ¿Qué importa un error judicial?

Repitamos la frase: Grimaldos vive. Y junto a la frase, los nombres de los condenados, para que un medallón en todas las Audiencias lo recuerde: ¿Grimaldos no fué asesinado?

Y ellos confesaron. En su calvario de detenidos, no resistieron al interrogatorio duro, a esa trayectoria que empieza en la duda, que forma una cadena sinfín para atenazar al encartado y que lleva como faro la presunta culpabilidad. No resistieron. Cuando al juez llegaron las diligencias, iba consignada la confesión. Negar, negar siempre es, dado el procedimiento, prolongar el interrogatorio. El espíritu en tortura desfallece. Los detalles que se entremezclan se contradicen. ¿Fué en el campo el crimen? Ocultaré que por allí pasé, dice el inocente, por si acaso. Pero, ¿por dónde fué entonces? Duda, titubea... Sigue el buscador de la verdad, inconmovible, en su misión. Una pregunta y otra.

El espíritu manda en la materia. El desfallecimiento espiritual supone la tortura del cuerpo. Seguir caminando por lo desconocido, apoyándose en sombras, es marcha de fatiga. No puedo más. Las razones que se le oponen llegan a hacerlo titubear. Acaso... Acaso... Sin darme cuenta... Y el cerebro estalla, duelen las sienes y siéntese dolor en las carnes como si golpes se recibieran. Se cree en la locura, mil ideas extrañas punzan. Ciérrense los puños con gesto de impotencia, porque no es posible abrir el pecho y mostrar la verdad, la verdad que los otros no creen.

-        ¡Basta¡ ¡Basta¡ Fui yo... Fuimos nosotros.

-        Respiran todos. La tarea  ([2]…)  de los esforzados buscadores del culpable es el suspiro del mundo que halla su justicia.

-        ¡Qué bien va la fantasía libre de toda traba¡ El folletín se abre paso.

-        Lo llevamos al cementerio, lo enterramos...

-        Si no está allí.

-        Es verdad. Lo despedazamos, dimos a los cerdos sus pedazos... Pero fuimos nosotros los asesinos.

Confesión. Ya está la prueba. Convicto y confeso el procesado, ¿para qué más? El denunciado es el eje de la búsqueda judicial. La confesión basta. Destruirla luego no es dable. Argucias de letrado, maquiavelismo de presos. La sentencia, la condena, el presidio. La sociedad puede estar tranquila.

Jurisconsultos que queréis alumbrar con vuestra ciencia el camino de la Justicia. Jueces que sentís como sacerdocio vuestro alto ministerio; meditad ante el hecho, descubríos, silenciosos, ante el error; mandad que su recuerdo sea perenne advertencia, y luego, cuando volváis a vuestro laboratorio, escribid en los Códigos que a nadie que no sea al juez sea tolerado que interrogue, que indagar no es buscar pruebas de culpabilidad; que tanto se sirve a la Justicia proclamando la inocencia, como castigando al culpable; que la trayectoria de la vida no es indefectiblemente el mal.

Libres y honrados los que condenados por error sufrieron privación de libertad. La sociedad se cobró. Quedó satisfecha. ¿Lo que dará al no restituir nada a León, "el Pastor", y Gregorio Valero?

Grimaldos no murió. Unos hombres fueron condenados por su muerte.

SALAZAR ALONSO

EL LIBERAL, Año XLVIII.- Núm. 16.445, 

Jueves 4 de Marzo 1926, pág. 1

(ESTE NÚMERO HA SIDO VISADO POR LA CENSURA)

¡¡ POR HABER “ASESINADO” A UN PASTOR QUE VIVE EN LA ACTUALIDAD!!

Dos individuos han permanecido doce años en presidio por un delito que no cometieron.

TARANCÓN 3.- En el pueblo de Tresjuncos ha sido descubierto un terrible error judicial, por el cual han permanecido doce años en presidio dos individuos inocentes del sangriento hecho por el que se les condenó.

Desaparece un pastor

El pastor José María Grimaldos González (López) prestaba sus servicios como pastor, allá por el año de 1910, en una finca conocida por Casa de la Vega, entre los pueblos de Osa de la Vega y Tresjuncos, pueblo éste de donde el pastor es natural. Por esa fecha José vendió unas ovejas de su propiedad y desapareció como si se lo hubiera tragado la tierra.

Los vecinos de ambos pueblos echaron a volar la fantasía, y lo que primero comenzó a ser sólo un rumor llegó a afirmarse y a darse sin ningún género de dudas como cierto: “José ha sido asesinado”.

La familia del supuesto difunto y los vecinos hicieron que el Juzgado de Belmonte, al que pertenecen Tresjuncos y Osa de la Vega, tomara cartas en el asunto; pero no fueron halladas pruebas de la muerte de José ni se hizo detención alguna.

Son detenidos dos individuos

Pasó el tiempo, y cuando ya parecía el asunto un poco olvidado, fué destinado a Belmonte un nuevo juez, el Sr. Isasa Echenique, y la familia de José denunció nuevamente el caso e hizo que se removiera el sumario, comenzando otra vez los trabajos judiciales.

Indagatorias, pesquisas, y la Guardia civil detuvo a dos individuos llamados León “el pastor” y Gregorio Valero, ambos naturales de Osa de la vega, los cuales, acusados como autores de la muerte de José, hicieron reiteradas protestas de inocencia.

Terminaron declarando que habían matado a José María Grimaldos, e incluso añadieron, primero, que habían llevado el cadáver al cementerio, y luego, en vista de que no fué hallado en el cementerio el cadáver de José, que lo habían echado a los cerdos, despedazándolo.

Vista de la causa en Cuenca

Y después de algún tiempo de tan contundentes declaraciones se verificó la vista de la causa en Cuenca.

¡Volvieron a declararse autores del hecho! No. Los procesados hicieron nuevas protestas de inocencia.

Pidió para los acusados el fiscal la pena de muerte. Fueron condenados a dieciocho años de presidio, y a presidio fueron donde han cumplido la condena, que se ha reducido, gracias a algunos indultos, a doce años solamente.

Y viene la terrible y tardía sorpresa.

¡Grimaldos vive en el pueblo de Mira!

Hace poco el cura de Tresjuncos recibió del párroco de Mira una carta. Le pedía en ella la partida de bautismo de José María Grimaldos, que en la parroquia de este último pueblo iba a contraer matrimonio. ¡Asombro del cura de Tresjuncos! ¡La partida de bautismo de José María Grimaldos! ¡Pero no era éste el pastor asesinado y echado a los cerdos! ¡No habían estado por su muerte dos hombres en presidio por espacio de doce años! Se trataba sin duda de un error o de una suplantación de personalidad. Pero no había tal cosa. Todo se puso en claro en seguida. Grimaldos existía, existe. Efectivamente, se hallaba en Mira y se iba a casar.

El cura de Mira llevó a Grimaldos a Tresjuncos y todos los vecinos lo reconocieron. ¡No había habido asesinato! Sólo había, sólo hay, el triste hecho, el terrible hecho de que dos infelices han estado en presidio doce años por una culpa que no cometieron, por la sencilla razón de que no ha existido nunca...

Y ahora las lamentaciones

Comprobado el lamentabilísimo error judicial, todos son ahora a lamentarse de lo ocurrido. Los vecinos de los pueblos de Osa de la vega y de Tresjuncos parece que quieren exigir las oportunas responsabilidades. Es lo menos que pueden hacer...

En toda la comarca el hecho es comentadísimo. ¡Cómo es posible -se dice todo el mundo- que haya ocurrido nada semejante! Lo que más hace pensar es, durante el tiempo que duró el proceso y luego cuando se falló la causa y fueron a presidio el “Pastor” y Gregorio Valero, la inhibición de José María Grimaldos.

¡Cómo no se enteró de nada de lo que ocurría! ¡Cómo nadie le dijo lo que pasaba! ¡Dónde estuvo durante ese tiempo! ¡Que hizo! ¡Es posible no enterarse de que le consideraban asesinado y de que dos hombres habían ido a presidio por su hipotética muerte!

No habrá una sola conciencia que no se subleve ante tanto dolor como el que han sufrido esos hombres. Cuando esos hombres salgan de presidio, donde han estado doce años después de los días en que se formó el atestado, no se les puede despedir a la puerta de la cárcel diciéndoles: “Ustedes perdonen la equivocación.” Al devolverles la libertad y la honra, el Estado debiera indemnizarles (no en la medida del daño causado, que en las arcas del más rico tesoro no habría dinero bastante para la adecuada reparación), entregándoles una cantidad considerable o señalándoles una pensión.

Por la propia justicia, por humanidad y por dignidad de todos debe decretarse la libertad del “Pastor” y de Gregorio Valero y ponérseles en condiciones de que después de los horrores de la cárcel, horrores que se multiplican para el inocente, no conozcan los de la miseria en la vejez.


EL SOL, Año X- Núm. 2.677. Madrid, 

viernes 5 de marzo de 1926. Página 1

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ACERCA DE UN ERROR JUDICIAL

Comparece la "víctima"

Tarancón 4 (8 n.).- Continúa la expectación acerca del caso de los dos sujetos que fueron condenados a catorce años de prisión y ahora resulta que la presunta víctima del suceso se encuentra con vida y próxima a contraer matrimonio.

El juez del distrito de Belmonte ha practicado diligencias para comprobar los hechos; una de las primeras adoptadas ha sido la comparecencia de la supuesta víctima, José María Grimaldos, el que ha manifestado que no pudo enterarse de nada de lo ocurrido porque ha estado muchos años residiendo en Francia.

Hasta ahora lo ocurrido se presenta con bastantes nebulosidades. En el sumario confesaron los vecinos de Osa de la Vega la participación directa que tuvieron en el crimen, y en cambio en el juicio oral negaron rotundamente su culpabilidad; en este acto fueron defendidos por don Leopoldo Garrido (hijo) y actuó de fiscal el Sr. Sánchez Vera. (Febus)

EL SOL, Año X- Núm. 2.678. Madrid, 

sábado 6 de marzo de 1926. Página 1

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EL MUERTO RESUCITADO

Un redactor de "El Sol" habla con Grimaldos

(de nuestro enviado especial)

La vida de Grimaldos

TARANCON 5 (11 n.).- Hemos realizado varias excursiones por esta comarca. Visitamos primero a José María Grimaldos López, que llegó a Tresjuncos, su pueblo natal, en la mañana del miércoles último. Nuestra visita le altera un tanto. Su rostro, inmovilizado por la sorpresa, se anima levemente con una sonrisa de niño. Nuestra impresión es que José María Grimaldos es un anormal, quizá un idiota.

Nos damos a conocer.

-        Somos periodistas - le decimos - y queremos que usted nos cuente algo de lo que ha hecho durante su huida de estas tierras y de los motivos que tuvo para escapar de tan extraña manera.

Sin cejar su risa inexpresiva, nos contesta:

-        Un barrunto que me dio.

-        Pero ¿hubo antes disgustos de familia, o acaso con los compañeros?

-        No - responde-. Fué, como le digo, un barrunto.

-        Bueno, y ¿adónde fue usted, y dónde pasó estos años?

-        Era un día del mes de agosto, de 1.910, pensé irme a los baños de Celadilla, junto a Pedernoso, y así lo hice, estando en dicho punto unos días. Después, dispuesto a no volver a mi casa, marché a Camporrobles (Valencia del Cid), donde entré de pastor con José Arroyo; allí estuve un año. Luego fui a Cuevas de Utiel (Valencia), donde permanecí tres años sirviendo en casa de José Ortiz. Volví a Camporrobles, y después marché a Fuenterrobles donde trabajé seis meses con Fabio Arroyo, y desde este punto fui a Mira, pueblo de esta provincia. Allí presté mis servicios de pastor. Dos años en casa de José Fuentes, que era el alcalde; un año, en casa de Teodoro Clavijo; otro, en casa de Eugenio Salinas; luego, en la de Jesús López; después, en casa de la "Calabaza", en Villalgordo del Cabriel...

Y así va recordando los años de su ausencia sin gran esfuerzo. Parece como si recitase una lección bien aprendida. Este hombre tiene una memoria feliz. ¿Será la memoria el patrimonio de los tontos?

Recuerda todo lo que ha hecho en su vida; pero durante ésta, y a pesar de su buena memoria, olvidó que tenía madre y que ésta moría de pena con su ausencia, cómo murió efectivamente, con la tristeza de una tragedia y de un hijo perdido y, olvidó también que tenía hermanas y sobrinos que lloraban.

José María Grimaldos, al marchar de su pueblo, olvidó todos, todos sus afectos. Él nos lo dice así mismo.

Pero José María se iba a casar ahora. José María, hombre sin afectos. ¿Cómo cobró uno tan fuerte que le impulsaba a casarse?

Se lo preguntamos, y de nuevo aparece en sus labios la sonrisa indefinible...

-        Me caso - dice – porque ya tengo dos nenas, una, de siete años, y otra, de tres. Y antes tuve también un nene... El señor cura me dijo que así no debía estar, y yo, la verdad, le contesté: "Arrégleme usted los papeles y me casaré." Otro barrunto que me dio.

-        ¿No supo usted nunca el mal que había ocasionado a su familia?

-        No, nunca. Si lo hubiera sabido... Yo siempre estuve en el campo; nada sabía ni quería saber de nadie; trabajaba... ¡y nada más!

-        ¿Negó usted su nombre y su naturaleza alguna vez?

-        Nunca. Siempre fui José María Grimaldos, de Tresjuncos. ¿Para qué había de negar? Yo siempre he sido bueno. Que lo pregunten en las casas donde he trabajado.

El "barrunto" inconsciente de José María Grimaldos ha ocasionado males terribles a tres familias desdichadas. A él le produce pena, mucha pena haber sido el causante involuntario del horrible drama. Al recordarlo sus ojos se enturbian y sus facciones se contraen.

Testimonio de gratitud.

Quiero hacer constar mi gratitud a nuestro corresponsal en esta localidad, D. Pedro Martínez Fernández, activo e inteligente colaborador, a cuya gestión debo gran parte del éxito de esta información. Esta gratitud debo hacerla extensiva al jefe de la Central de Teléfonos de este pueblo, que tan gentilmente ha favorecido la rápida comunicación de mis informes en beneficio de los lectores de EL SOL.

Un comentario de "La Época"

"La Época" dedica su editorial de anoche a comentar el error judicial de Tresjuncos, cuya "información - dice - no puede leerse sin sentir el ánimo invadido por un sinnúmero de consideraciones, bien poco gratas, a la verdad".

"¿Cómo evitar la posibilidad de su repetición?", pregunta. Y añade; "Nuestro Código penal es muy viejo. Con la agravante de que la ciencia penal es moderna. De suerte que tenía un evidente divorcio entre los principios doctrinales que influyen en la materia a la hora presente y los artículos de nuestro Código que data, como es sabido, de 1870.”

Es indudable que la ley puede contribuir a reducir muchísimo las posibilidades del error. Hacia esto creemos que hay que ir, perfeccionando en la medida de lo posible, la administración de justicia y sus leyes fundamentales. Perfeccionarlas, entiéndase bien, como Dios manda; preparando las reformas metódica y orgánicamente. Nada de enmiendas ni retoques; reforma de conjunto, estudiada de una vez y promulgada con el máximo de autoridad doctrinal y política."

EL LIBERAL, Año XLVIII.- Núm. 16.447, 

Sábado 6 de Marzo 1926, pág. 1

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LAS VÍCTIMAS DE UN ERROR JUDICIAL

El pastor Gregorio Valero hace un interesante relato de lo ocurrido

Los años de dolor pasados en la cárcel y la persecución del pueblo cuando cumplieron condena

Manifestaciones de Grimaldos

(de nuestro enviado especial Sr. Muñoz) 

BELMONTE 5.- Ha sido enorme la impresión que en los pueblos de la comarca ha producido la presentación del pastor Grimaldos, a quien se creía víctima de un asesinato, y por cuyo supuesto delito estuvieron varios años en la cárcel los desdichados vecinos de Osa de la Vega León Sánchez y Gregorio Valero.

Grimaldos declaró, según referencias y detalles que he podido recoger que no pudo enterarse de nada porque hacía muchísimo tiempo que residía en Mira, pequeño pueblecito que carece de caminos para comunicarse con Tarancón o Belmonte.

La conducta del pastor está justificada en parte porque no sabe leer y no oyó jamás hablar del crimen que parecía haberse cometido el año 1910.

A requerimientos de la familia de Grimaldos fueron encarcelados León y Gregorio. La voz pública les acusaba también injustamente. Nada había en la vida de ambos que pudiera dar lugar a sospechas.

León Sánchez y Gregorio Valero tenían con el pastor una estrecha amistad.

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No se ha logrado poner en claro todavía el porqué de su confesión. Los pueblos de estos contornos, con sus alcaldes a la cabeza, convencidos ahora de la inocencia de los condenados, han solicitado oficialmente la rehabilitación de los inocentes.

Uno de ellos Gregorio Valero, tiene instalada su humilde vivienda en Osa de la Vega, donde el vecindario y las autoridades me reciben afectuosamente.

Gregorio Valero es hombre afable, tiene cuarenta y seis años, está casado y cinco hijos le hacen la vida feliz en el hogar, y en las horas de angustia pasadas en presidio constituyeron para Gregorio una esperanza y fueron un lenitivo para su acerbo dolor.

Cuando la justicia cayó en error y Gregorio se vio privado de libertad tenía treinta y tres años. El día 21 de agosto de 1910 desapareció Grimaldos, quien prestaba sus servicios en casa del colono Constantino Ruiz, en unión de León y Gregorio. Nada se supo entonces, pues la familia no reiteró la denuncia que formulara, en un principio hasta pasados tres años, con motivo de un cambio de juez.

El pueblo creyó que los autores del crimen eran ellos, y cuando volvieron después de cumplir condena en el penal de San Miguel de los Reyes sufrieron los vejámenes y desprecios de sus paisanos, que llegaron incluso a negarles el saludo.

Este apartamiento en que les tenían hizo de los inocentes unos seres taciturnos y silenciosos. Los dos pastores padecieron en Osa de la Vega un verdadero calvario, llegando incluso sus propios familiares a dudar de ellos.

Cuando se comprobó la injusticia formóse una manifestación de simpatía, y los pastores tuvieron el generoso rasgo de perdonar a cuantos les habían calumniado.

En Tresjuncos vive José María Grimaldos, cuyo aspecto da una sensación opuesta a la que poco antes me produjera Gregorio Valero. Bondadoso, leal y amable éste; huraño, retraído y de carácter áspero Grimaldos. Es analfabeto y su tipo tiene todas las características del degenerado. Grimaldos me declara que marchó del pueblo sin decir nada a su familia. Y que en Mira hizo vida marital con Cristina Ferrer, de la que tiene dos hijos.

Afirma que no supo nada de lo ocurrido hasta que recibió una carta del sacerdote de Osa (Tresjuncos) dándole cuanta de todo y remitiéndole los documentos que había solicitado para contraer matrimonio. (Muñoz)

MAÑANA AMPLIA INFORMACIÓN DEL SUCESO

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POR FALTA DE ESCUELAS Y DE COMUNICACIONES

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El pastor Grimaldos, analfabeto y aislado en el campo, no pudo enterarse hasta ahora de que le habían asesinado hace dieciséis años

El horrible caso de los dos españoles que han estado doce años en presidio por un delito fantástico, que por las muestras es una de tantas leyendas como se forjan alrededor de sucesos nimios, es vergonzoso. La Providencia, no sabemos si en forma de atenuante o de indulto, libró a los inocentes presidiarios de la pena de muerte que pedía el fiscal, fundando su acusación en que los supuestos asesinos estaban convictos y confesos de su crimen.

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El caso presente plantea, una cuestión, debatidísima en otras ocasiones, de mayor expansión para el pensamiento, y que tiene una actualidad palpitante.

Son inevitables, indudablemente, los errores de la justicia, y abundan en la historia ejemplos de ello. Pero una cosa es el engaño nacido del error judicial, cometido de buena fe, y otra aquel producido por la carencia de garantías que aseguren la exteriorización de la verdad a los acusados. No es el primer caso de esa naturaleza de que guardamos memoria.

Pase, porque no hay medió humano de evitarlo, que la justicia se equivoque, aunque siempre será doloroso. Lo que es indigno silenciar so pena de incurrir en complicidad, es la vigencia del procedimiento judicial, causa directa del error. De esto podemos ser, por negligencia y abandono, culpables. Allí donde se rinde culto religioso a la justicia se rodean los actos de éste de la máxima ecuanimidad para que nunca quepa lugar al remordimiento. Y un Estado y su administración de justicia están obligados a no escatimar medió para que ese triste momento no llegue.

Aludidas las causas determinantes del error judicial en las líneas precedentes, quedaría incompleto nuestro comentario si no llamáramos la atención sobre otros motivos coadyuvantes a dicho error.

Es uno de ellos el analfabetismo, verdadera plaga por los campos de Castilla. El pastor Grimaldos no sabe leer ni escribir. Y en fin, el otro motivo está relacionado con el problema de las comunicaciones. En muchas regiones de España, muy especialmente en la provincia de Cuenca, el campo está aislado no ya de la ciudad, sino de la aldea. El pastor Grimaldos fijó su residencia en Mira. Vivió aislado de sus comarcanos. Han podido transcurrir dieciséis años sin que se diera cuenta de que, por suponerle víctima de un asesinato, cumplían condena dos amigos suyos. Analfabeto e incomunicado, el pastor Grimaldos vive poco más o menos como el hombre prehistórico. Y es compatriota y contemporáneo de los que asombran al mundo con la travesía del Atlántico. ¡Qué pensará el pastor Grimaldos con nuestra comunicación aérea con América! Mira, Osa de la Vega, Tresjuncos, Belmonte, Tarancón... marcan para él etapas mucho más difíciles que la de Cabo Verde-Pernambuco.

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El error judicial que tanta sensación ha causado pide garantías para el procesado, garantías reconocidas en la ley de Enjuiciamiento; pero poco efectivas allí donde los hombres, recios y fuertes, mueren a los ochenta años sin saber leer ni escribir; allí donde los humanos viven la civilización de la piedra pulimentada....

Garantías para el procesado, escuelas y caminos. Esto es lo que reclama el sensacional suceso de la provincia de Cuenca, Cenicienta de España. Y mientras a todo ello se atiende, la reparación es inaplazable. Esos dos hombres que han sufrido una condena injusta, que han purgado un delito que no existió, que han arrastrado durante dieciséis años la pesada cadena del estigma; esos dos hombres tienen derecho a una reparación, a una reparación que sea algo más que el perdón de oficio.

EL LIBERAL, Año XLVIII.- Núm. 16.448, 

Domingo 7 de Marzo 1926, pág. 2

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En un pueblo de Teruel ocurrió un caso parecido al de

 Osa de la Vega

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EL LIBERAL, Año XLVIII.- Núm. 16.448, 

Domingo 7 de Marzo 1926, pág. 3

EL ERROR JUDICIAL DE BELMONTE

Cómo pudieron cumplir doce años de presidio unos hombres que no cometieron ningún delito.

Los presuntos criminales y el pastor supuesto asesinado explican a un redactor de EL LIBERAL interesantes pormenores del extraordinario y lamentable suceso.

Una desaparición misteriosa

Entre los pueblos de Tresjuncos y Osa de la Vega, enclavados a 14 y 20 kilómetros, respectivamente, de Belmonte (Cuenca), a cuyo partido judicial corresponden, existe una casa de campo conocida en  aquellos  contornos  con  el  nombre  de  la  Virgen  de  la  Vega, denominada así porque en remotos tiempos hubo en el mismo lugar una ermita, en la que se veneraba la imagen de una virgen.

En la mencionada finca, propiedad del padre de D. Constantino Ruiz, uno de los más ricos hacendados de la región, prestaban sus servicios el año 1910 el guarda Gregorio Valero y Contreras “el Valera”, de treinta y seis años, casado, con seis hijos, el menor de dieciséis meses; el pastor León Sánchez “el Pastor”, de treinta, también casado, y el zagal José María Grimaldos López “el Cepa”. Este último natural de Tresjuncos y los otros dos, de Osa de la Vega.

Entre los tres trabajadores no hubo nunca riñas ni discusiones de importancia.

El zagal que padecía dolores reumáticos, dijo a sus compañeros que tan pronto como llegara el mes de agosto de aquel año iba a trasladarse unos días a tomar unos baños a la Celadilla, junto al Pedernoso, pueblo de dicha provincia, cuyas aguas podían aliviar su mal. Así quedó convenido, lo mismo que tan pronto como regresase se marcharía después León “el Pastor”.

En la noche de 20 al 21 de aquel mes y año José María Grimaldos desapareció; nadie le vio marchar; de nadie se despidió. Ni sus padres, ni sus numerosos hermanos ni compañeros y amigos nada supieron.

El vulgo, para justificar una desaparición tan extraña, necesitó inventar un crimen. Los vecinos de ambos pueblos echaron a volar la fantasía, y lo que comenzó como un leve rumor llegó a afirmarse y a adquirir consistencia y firmeza hasta convertirse en un hecho cierto e incontrovertible: ¡El “Cepa” había sido asesinado!

A tal punto llegaron las cosas, que la familia de la víctima -porque ya nadie dudaba de la existencia de un crimen- y los vecinos del pueblo de Tresjuncos instaron la intervención del Juzgado de instrucción de Belmonte. Este realizó toda clase de diligencias; llamó a declarar  en primer término a los compañeros del desaparecido y a otras personas. Más como no se hallaran pruebas de la muerte de José, no se practicó detención alguna. La suerte que José, el desaparecido, hubiera podido correr, quedó, pues, en las sombras.

Enemistad entre dos pueblos

No se conformaron, empero, los vecinos de Tresjuncos con la resolución adoptada por el juez. Querían que necesariamente aparecieran los criminales, y como no fué así, comenzaron a dar muestras de disgusto contra los habitantes de Osa de la Vega. Separa a dichos pueblos una distancia de cuatro kilómetros, y la tirantez de relaciones fué a tal extremo en aumento, que los vecinos de un lugar no podían ir al otro.

La situación creada era violentísima e insostenible.

Cambia el Juez y se reproduce la denuncia

Habían transcurrido ya unos tres años desde la desaparición de José cuando fué nombrado juez de instrucción de Belmonte D. Emilio Isasa Echenique, y los familiares del zagal denunciaron nuevamente el hecho e hicieron que se removiera el sumario, comenzando otra vez los trabajos judiciales el referido juez y el secretario D. Manuel Rodríguez de Vera, auxiliados por el sargento de la Guardia civil Juan Taboada Mora y el guardia Telesforo Díaz Ortega, con intervención del teniente del mismo Cuerpo D. Gregorio Regidor.

La primera determinación judicial fué decretar la detención de Gregorio Valero y León Sánchez.

¡Ya aparecieron los criminales!

Practicadas diligencias, se vino en conocimiento de que José María Grimaldos había cobrado unas cuantas pesetas que llevaba en su poder. Salió de Osa de la Vega en dirección a Tresjuncos, encontrándose en el camino con unas muchachas de este último pueblo, con las que estuvo conversando, y a las que dijo: “Continuar, que antes de llegar al pueblo yo os adelantaré...”

Los detenidos confiesan su crimen

Los detenidos fueron trasladados varias veces de Osa de la Vega a Belmonte para someterlos a diferentes diligencias hasta que el Juzgado se constituyó en Osa y Gregorio y León terminaron por confesar “su” crimen, después de incurrir en numerosas contradicciones en las treinta y seis horas seguidas que el juzgado estuvo trabajando.

He aquí ahora, lector, la declaración que prestaron los detenidos.

Según consta en el sumario -no queremos separarnos de él- Valero fué el primero en confesar.

Dijo que después de haber cobrado las pesetas José María, le esperó León en el camino, y juntos fueron a la Virgen de la Vega, donde estaba Gregorio, invitándole ambos a fumar un cigarrillo. Mientras lo liaba, el pastor le dio un fuerte golpe en la cabeza con una barra de hierro, haciéndole caer al suelo sin conocimiento. Aprovechando el momento, el guarda se abalanzó sobre él y le mató, hundiéndole varias veces en el pecho una navaja de grandes dimensiones. Realizado el crimen, ocultaron el cadáver en una habitación destinada a guardar paja que existía en uno de los patios de la casa, donde le tuvieron tres días “para que los cerdos le despedazaran -textual-, no logrando sino que se le comieran un pie.

Durante los tres días que el cadáver permaneció en el pajar -declara Varela- durmió éste sobre la paja que lo ocultaba. León y Gregorio pensaron llevar el cadáver al cementerio para enterrarlo; pero no lo hicieron porque era una época (pleno verano) en que con facilidad podían encontrar gente en el camino. En vista de ello decidieron quemar el cadáver, lo que realizaron a espaldas de la finca.

En esta última declaración se contradijeron después, porque aseguraron haberle dado sepultura en el cementerio.

Pizca más, pizca menos, aquí está.”

El juez, Sr. Isasa Echenique, dispuso que el Juzgado se constituyese en el cementerio con los detenidos para que éstos indicasen el lugar donde habían enterrado a la víctima hacía ya cuatro años. A la diligencia asistió también el médico forense D. Juan Jáuregui. Ya en el recinto fúnebre, el Sr. Isasa preguntó a Varela:

-        ¿Dónde está el cadáver?

A lo que Varela respondió, señalando determinado lugar en el suelo:

-        Pizca más, pizca menos, aquí está.

Inmediatamente el juez ordenó que se procediese a la exhumación del cuerpo de José María. A poca profundidad aproximadamente a medió metro, aparecieron unos restos humanos sin caja, no conservando más vestiduras que un pañuelo a la cabeza, cuyo hallazgo hizo suponer que aquel era el cadáver que se buscaba, máxime cuando uno de los detenidos dijo: “Ya está ahí.”

El forense, Sr. Jáuregui, se metió en la fosa y fué reconstruyendo todos los restos hasta formar el esqueleto completo, sin sacarlo de la sepultura. El doctor determinó que aquel cadáver había sido enterrado hacía unos dieciocho a veinte años, y afirmó también que se trataba del esqueleto de una mujer seguramente joven.

Visto el resultado negativo de esta diligencia, se hicieron nuevas excavaciones, infructuosas, en distintos sitios del cementerio, indicados todos ellos, igualmente por los “criminales”.

Al pie del árbol de la cruz.

En el sumario aparece que entonces Varela dijo que no había sido en el cementerio donde lo habían enterrado, sino en la Alameda, al pie de un árbol denominado de la Cruz, porque sus ramas afectan esa forma. Ni la búsqueda en este sitio ni las excavaciones en otros lugares dieron resultado alguno. El zagal había desaparecido como tragado por la tierra.

Mi mujer vio como lo quemamos.”

Interrogados nuevamente Gregorio y León, acerca del sitio donde habían llevado el cadáver, Varela, sollozando, dijo:

-        Lo quemamos. Mi mujer vio cómo ardía el cuerpo de “el Cepa”.

León confirma lo dicho por Varela.

León Sánchez, que al principio no había manera de que declarase una palabra, al enterarse de lo dicho por aquél lo confirmó en todas sus palabras, añadiendo todavía algunos detalles más.

La mujer asegura que el cadáver fué quemado.

También fué llamada a declarar Dolores Barón Pavo, mujer de Gregorio Valero. Esta dijo que por un agujero que había en la pared posterior de la casa vio cómo su marido, ayudado por León, daba fuego al cadáver, y después añadió que habían machacado los huesos con piedras para hacerlos desaparecer.

Cuatro años sin verse la causa.

Con estas declaraciones ya tan terminantes, convictos y confesos, el juez dio por concluso el sumario y envió a los detenidos a la cárcel de Belmonte, donde permanecieron cuatro años, tiempo que tardó en verse la causa en la Audiencia.

¡Condenados!

Por fin llegó la fecha de celebrarse en juicio oral.

¡Volvieron a declarase Gregorio y León autores del hecho!

En la vista hicieron firmes protestas de su inocencia. Sin embargo, teniendo en cuanta todo lo actuado, el fiscal solicitó para los procesados la pena de muerte; pero la Sala los condenó a dieciocho años, que después han sido rebajados por indulto abonándoseles el tiempo que ya habían permanecido en la cárcel.

En Cartagena y en San Miguel de los Reyes.

Condenados ya por la Audiencia, León Sánchez fué trasladado a Cartagena y Gregorio Valero al penal de San Miguel de los Reyes. Durante los doce años que permanecieron en prisión nada supieron el uno del otro.

Las familias, en el pueblo, pasaron mil apuros y calamidades, pues si bien es cierto que alguien se acercó a socorrerlas la mayoría de las gentes las despreciaban diciéndoles: “Es la familia de los criminales.” Tampoco esta desdichada gente estuvo unida en la desgracia. La familia de León, por suponer que Valero fuera el matador de José María, y la de Gregorio por creer que León pudiera ser el autor del crimen. Abandonadas, arrinconadas casi en el pueblo, cuando ya nadie pasaba el dintel de la puerta de estas casas malditas, el hambre hizo su aparición en esos hogares.

El retorno del presidio.

Hace dos años que terminaron de cumplir condena. Ambos abandonaron sus prisiones respectivas el mismo día. Y con el anhelo consiguiente emprendieron el retorno hacia sus casas.

La vuelta a sus lares.

León llegó a Socuéllamos y se alojó en una posada, con el intento de pasar la noche. Había transcurrido un par de horas cuando un nuevo viajero llamó a la puerta de la posada. Acudió el pastor a abrir, encontrándose frente a frente con Valero, que también se encaminaba a Osa de la Vega. Los dos ex presidiarios, sorprendidos, se saludaron, sin hablar para nada del suceso. Valero le dijo:

-        Sí ahora tengo cinco duros, la mitad es para ti, si lo necesitas; pero en cuanto lleguemos a Belmonte no me vuelvas a dirigir la palabra.

En eso quedaron. Y la promesa que un día se hicieran en el mesón fué cumplida fielmente.

Vía Crucis

No pocos dolores y amarguras habían pasado el pastor y el guarda, pero todavía habían de sufrir más. Volvieron con la ilusión de ser bien acogidos por los familiares y por el vecindario de Osa de la Vega; pero no fué así. Resignada y silenciosamente tuvieron que aguantar los vejámenes y desprecios de sus convecinos, que incluso llegaron a negarles el saludo. Este apartamiento en que les tenían, este calvario, hizo de ellos unos seres taciturnos y silenciosos. Persona alguna quería tenerlos a su servicio, y si, apiadado, alguno de los propietarios del pueblo atendía sus demandas, los propios campesinos trabajadores del campo corrían, diciendo al patrono: “¡O nosotros o el criminal!

Esto le ocurrió a León Sánchez. Admitido para trabajar en casa del hacendado Sr. Mendizábal, varios de los individuos que estaban en ella se despidieron.

Para dar una idea del apartamiento en que vivían citase que el acaudalado propietario D. Simeón de la Torre, apiadado de la situación de Gregorio Valero, le dio trabajo; más para evitarle la violencia de tener que soportar los desprecios de sus compañeros, le envió a un lugar en que estuviese completamente solo. Ni siquiera los sábados iba a cobrar, teniendo el Sr. De la Torre que enviarle los jornales a casa.

En esta situación han vivido dos años estos dos infelices.

No soy criminal; pero me vais a obligar que lo sea.”

No era solamente el vecindario quien humillaba a León y a Gregorio; eran también sus propios familiares. Hace pocos días la mujer de Gregorio sufrió un accidente. Solícito acudió el marido a prestarla su auxilio. En aquel momento llegó una hija del matrimonio, de veinte años, la cual, al ver a su madre tendida en el suelo, dijo a su padre: “Habrá sido este criminal.”

Y Gregorio fuera de sí, respondió: “No soy criminal; pero me vais a obligar a que lo sea.” Y era ya tanta la amargura de su corazón, que se fué, para que nadie lo viese, a una corraliza apartada a llorar su desventura.

Un cura que cree ver visiones.

A mediados del pasado mes de febrero el cura párroco de Tresjuncos, D. Pedro R. Martínez Enciso, recibió la siguiente carta de su compañero de Mira (Valencia):

“Sr. D. Pedro R. Martínez.

Tresjuncos.

Mi estimado compañero: Te ruego me envíes la partida de nacimiento de José María Grimaldos López, nacido en esa parroquia del 82 al 83, el 3 de febrero; hijo de Anselmo Grimaldos y Juana López, asimismo la partida de defunción de esta última su madre, fallecida después que su marido, hace unos doce años, según manifestación del interesado. Si no hubiese exactitud en estas indicaciones, tiene ahí una hermana, María Santos, casada con Miguel Latorre y podría informarte con mayor precisión. Puedes consignar derechos que se harán efectivos, aunque en esta parroquia, en el expediente de matrimonio que se tramita, no los haya.

Tiene el gusto de saludarte y esperando le mandes lo pedido se ofrece afectísimo atento amigo, Feliciano Montero.”

Tan pronto como el cura de Tresjuncos recibió la carta se quedó -según propia expresión- como el que ve visiones.

¡Se le pedía la partida de José Grimaldos para casarse! ¿Pero no era éste el pastor asesinado y quemado? ¡No habían estado por su muerte dos hombres en presidio! Se trataba sin duda de un error o de una inculpación. Por ello se apresuró a dar cuenta al Juzgado municipal y contestó a su compañero de Mira diciéndole que el día 21 de agosto de 1910 el individuo para quien pedía la partida de matrimonio había sido asesinado, según propia confesión de los criminales que habían cumplido ya condena y estaban en sus casas.

A mí no me ha “matao” “naide”.

Al párroco de Mira le ocurrió otro tanto que a su compañero cuando recibió tal contestación, y se apresuró a poner el hecho en conocimiento de las autoridades.

Grimaldos vivía en Mira, casi frente por frente al cuartel de la Guardia civil. Enterada ésta acudió a interrogar al “Cepa”, el cual por toda contestación dijo:

-        A mí no me ha “matao” “naide”.

La noticia en Tresjuncos y Osa de la Vega.

La noticia de la carta recibida por el Sr. R. Martínez corrió por los dos pueblos como reguero de pólvora. Al principio todo el mundo creyó que era una fantasía, y de Osa salió una verdadera caravana deseosa de oír de labios del cura la comprobación de la carta.

Ante la gravedad del hecho se dio cuenta al Juzgado de Belmonte, el cual telegráficamente se apresuró a pedir la presencia de José María Grimaldos en el pueblo de Tresjuncos para ser reconocido.

Mientras tanto, en Osa de la Vega se formó una verdadera manifestación para desagraviar a los que tan injustamente habían sufrido una condena.

El Cepa”, en su pueblo natal.

El miércoles pasado, día 3, llegó a Tresjuncos José María Grimaldos. No es posible describir el acontecimiento que revistió la entrada del resucitado “Cepa” en su pueblo natal. Se le dirigieron infinidad de preguntas, a las que, en un estado de alejamiento, no supo contestar.

No justificó tampoco su marcha del pueblo, y a los reproches que se le hicieran por haber estado en presidio por su culpa, aunque involuntaria, dos hombres, respondía:

-        Yo no me he “enterao”. Yo no me he “enterao”.

Una conversación entre León “El Pastor” y “El Cepa”

Uno de los primeros en acudir a Tresjuncos para ver a José María fué el “criminal” León Sánchez. Cuando estuvieron frente a frente “el Pastor” le dijo:

-        Hombre; ya es hora de que vuelvas de los baños.

Grimaldos se arrodilló, pidiendo perdón, y León Sánchez, cogiéndole de los brazos, respondió:

-        Te perdono.

Y luego, dirigiéndose al público que les rodeaba, añadió:

-        Como también perdono a todos esos que tanto mal me han hecho.

Recorriendo los pueblos.

Ha sido enorme la impresión que ha producido el suceso en Belmonte, Osa de  la  Vega  y  Tresjuncos.  Acompañado  de  D.  José

Romera, persona importantísima en el primero de dichos pueblos, los he visitado ayer. Unióse también a nosotros Rafael Solís, el querido compañero y activo reportero del “Heraldo de Madrid”.

En aquellos lugares, en Rocosa (Osa) de la Vega y en Villaescusa se han abierto suscripciones para Gregorio y León. Todo el vecindario de estos pueblos acude a procurar un alivio a esos desventurados.

Nos acompañan en el auto el culto sacerdote D. Antonio Gracia, el acaudalado propietario D. Juan María de la Torre y otros, a los que debemos gratitud por las atenciones de que hemos sido objeto y por las facilidades que nos han dado para la información.

BREVES CONVERSACIONES CON LA PRESUNTA VÍCTIMA Y LOS DOS INOCENTES “ASESINOS”

Llegamos a la modesta vivienda de Gregorio Valero. Falta poco para la hora de comer, y toda la familia está en casa. Reina en el humilde hogar la más franca alegría, no sin que las pesadumbres pasadas hayan dejado una estela de tristeza en las caras de sus moradores.

Es Gregorio un hombre alto y enjuto, de aspecto bondadoso y leal. Se muestra agradecido a las palabras de consuelo que todos le prodigamos.

-        ¿...?

-        Sí, señor; lo recuerdo perfectísimamente. Estaba yo trabajando y fué mi mujer a buscarme. Era el 17 de abril de 1913. ¡Qué amargura, señor! Ya no volví a mi casa...

-        ¿...?

Queremos despedirnos de Valero, pero éste no lo consiente; quiere acompañarme, porque tiene fe en que nosotros podamos pedir y obtener la revisión de su causa, para rehabilitar su nombre.

Nos acompaña y vamos en busca del otro “ex criminal”. Pero antes nos detenemos a hablar con la mujer de Gregorio.

Lo que nos dice Dolores Boron (Varón) Pavo.

Dolores Varón Pavo, que así se llama la mujer de Gregorio, y que ha presenciado la conversación con éste, cuando ve que le corresponde a ella se muestra un poco apuradilla y exclama:

-        Señor, que yo soy poco “letrada”.

-        ¿...?

-        Tenía confianza a cegar en que no había sido él.

-        ¿...?

-        ¿Cómo lo iba a ser si no lo quemaron?

-        ¿...?

Tienes pelos en el corazón”, dice León Sánchez que le gritaban.

-        Yo debía ser feroz -nos dice León Sánchez-, hombre recio y de temple, al saludarnos.

-        ¿...?

-        ¿Y por qué había de confesarlo, si no era el autor?

-        ¿...?

-        Se fijaban en mi fuerte naturaleza y en el temple de mis palabras, y decían: “Este es malo, malo; debe tener pelos en el corazón.”

-        ¿...?

-        Un hombre rudo, de pueblo; pero que no “miente... Es decir, que no mentía... Cuando dije la verdad no me la creyeron; cuando intenté mentir creyeron que decía verdad.”

-        ¿...?

-        Ahora es cuando pido justicia, pero no como la que a nosotros, víctimas inocentes, nos aplicaron.

-        ¿...?

-        No digo más; me marcho a trabajar. He estado tanto tiempo sin poder hacerlo, que ahora parece que me siento con ganas de recuperarlo.

Y León se aleja, mientras que uno de los que nos acompañan dice irónicamente:

-        Es bueno; es un iluso, si escribe versos... Estando en presidio llevaba algún tiempo sin recibir carta de su mujer, y la escribió una tarjeta recordándole esta cuarteta clásica:

“¿Dónde estás, señora mía,

    que no te duele mi mal?

    O no lo sabes, señora,

    o eres falsa y desleal.

“El muerto resucitado” no sabe por que ni a que se marchó

Desde Osa de la Vega el automóvil nos traslada al pueblo de Tresjuncos, donde se encuentra el “muerto resucitado”.
Grimaldos es hombre pequeño, de cara poco expresiva y nada de simpático. A primera impresión puede afirmarse que está algo idiotizado.

-        Me fui a tomar baños y ya no volví -contesta- a nuestra primera pregunta.

-        ¿...?

-        Me dio aquella idea.

-        ¿...?

-        Ni padre ni madre; no me acordé de nadie, ni tenía por qué acordarme; era mayor de edad.

-        ¿...?

-        No estoy casado; pero tengo mujer y dos hijos.

-        ¿...?

-        No lo sé de fijo, la verdad. De nombre se llama Cristina; pero de apellidos lo mismo puede ser Martín Ferrer que Ferrer Martín. No me acuerdo.

-        ¿...?

-        De eso sí. Verá usted. En Camporrobles. Allí estuve de pastor en casa de José Arroyo durante un año. Después me trasladé a Cuevas de Utiel (Valencia), donde permanecí tres años. Volví nuevamente a Camporrobles, y después a Fuenterrobles, y por último a Mira. Me marché una temporada a Villalgordo del Cabril, y ya definitivamente me quedé en Mira.

-        ¿...?

-        No señor; ni leer ni escribir.

-        ¿...?

-        En ese tiempo no vi a nadie de la comarca. Una vez me enteré que cerca de Mira había un paisano, fui a buscarle y ya se había marchado.

-        ¿...?

-        Yo no he sabido nada; si no, hubiera vuelto. ¿Para qué les iba a perjudicar?

Valero perdona al “Cepa” por mediación nuestra.

En este momento se aproxima Gregorio Valero, que todavía no había visto al “Cepa” desde que llegó a Tresjuncos.

-        ¿Le conoce? -pregunto a Grimaldos.

-        No; yo no conozco a ese señor.

-        Voy a presentársele- añado.

-        Es Gregorio Valero- intervengo nuevamente, y entonces el otro afirma.

-        En mi vida le he tenío más junto. Yo no he querío hacerte el mal.

-        Ya lo sé, hombre -afirma Gregorio-, y por ello no te guardo rencor.

-        Pues a estrecharse las manos -digo- y a ser buenos amigos.

Gregorio y José María lo hacen con efusión. Son manos curtidas por el trabajo, que no sabe de etiquetas y de falsía, y por eso al unirse han vuelto a sellar una fraternidad que la fatalidad quiso llevarse.

Y terminada mi labor informativa en Tresjuncos, regreso otra vez a Osa de la Vega con mis acompañantes.

Una Comisión de fuerzas vivas

A la entrada del pueblo nos espera a la llegada la Comisión de fuerzas vivas que se ha formado para gestionar cerca del Gobierno la revisión de la causa y la rehabilitación de esos dos inocentes.

Forman esa Comisión D. Antonio Gracia, cura regente; D. Francisco García Carrera, médico; D. Pedro Guerra, veterinario, y los principales contribuyentes, D. Rafael Girón, D. Juan María de la Torre, don Constantino y D. Sixto Ruiz, D. Lorenzo Sanz Espejo, presididos por el alcalde, D. Felipe León Escobar. Todos ellos muestran su gratitud a EL LIBERAL, por haberse ocupado extensamente del asunto procurando rehabilitar a León Sánchez y a Gregorio Valero.

La Comisión se propone ir esta semana a Cuenca a visitar al gobernador y al obispo para que apoyen su gestión, y después vendrán a Madrid a hacer la petición al Gobierno. (Hay una fotografía de la Comisión).

De regreso a la corte.

Inmerecida también es la despedida que nos dispensa dicha Comisión al emprender el regreso a la corte. Pero como todo no han de ser dichas, a las tres de la mañana se estropea al automóvil y nos quedamos en mitad del camino. Allí permanecemos hasta despuntar el día, que a pie recorremos varios  kilómetros  en  busca

de la estación más próxima del ferrocarril, y en el furgón de un mercancías -por no esperar más- ponemos término al viaje con todos los huesos molidos.

ALFONSO MUÑOZ

SE DESIGNAN POR REAL ÓRDEN DOS MAGISTRADOS DEL SUPREMO PARA DEPURAR RESPONSABILIDADES

Hoy aparece en la “Gaceta” la siguiente real orden:

“Primero. Que por el magistrado del Tribunal Supremo D. Manuel Moreno y Fernández de Rodas, auxiliado por el magistrado inspector secretario de la Inspección central de Tribunales, D. Domingo Cortón y Freijanes, éste como secretario, se instruya, a los efectos del artículo 958 de la ley de Enjuiciamiento criminal, expediente para comprobar la existencia de José María Grimaldos, a quien se supuso muerto violentamente en causa seguida por el Juzgado de Belmonte, como asimismo la normalidad o anormalidades que se adviertan en el proceso expresado, la conducta con relación al mismo de cuantos funcionarios y agentes intervinieron en él y los motivos por los cuales los reos Gregorio Valero y León Sánchez, que fueron condenados, como responsables de la muerte de José María Grimaldos, confesaron tanto en el sumario como en el juicio oral haber ejecutado aquella, dando a la instrucción el carácter de sumarial, a los efectos del secreto de lo que actúe, entregando, cuando lo concluya, el expediente con sus informe al ministro de Gracia y Justicia.

Segundo. Que por todos los Tribunales, autoridades y funcionarios del Poder Judicial se faciliten al magistrado instructor nombrado o a su secretario cuantos antecedentes, datos y noticias reclamen en el ejercicio de sus funciones, disfrutando para todos los efectos, especialmente en cuanto a sus relaciones con autoridades de otro orden, mientras dure la instrucción, las consideraciones y facultades que las leyes procesales reconoce a los jueces instructores de la categoría del nombrado.

Tercero. Que los presidentes de Tribunales y los jueces de las poblaciones donde actúe el magistrado instructor pongan a disposición de éste el personal auxiliar y subalterno que necesite para el cumplimiento de su misión.

Cuarto. Que a los efectos del real decreto de 18 de junio de 1924 y disposiciones posteriores sobre dietas y gastos de transporte se entienda concedida la autorización necesaria para cada concesión.”

DECLARACIONES DEL MINISTRO DE GRACIA Y JUSTICIA Y DEL FISCAL DEL SUPREMO

El ministro de Gracia y Justicia, D. Galo Ponte, recibió ayer por la mañana la visita de un periodista. Interrogado por éste sobre el error judicial de Osa de la Vega, el ministro se extrañó de que hubiera periodistas, o mejor dicho, periódicos, que supusieran que él no iba a ocuparse del caso.

Añadió que tuvo noticias antes que la Prensa, por habérselas comunicado directamente el juez de instrucción de Belmonte, al que telegráficamente se le dijo que ampliara extensamente todos cuantos detalles tuviera.

Acerca de la revisión del sumario declaró que existe un artículo en la ley de Enjuiciamiento civil que dice textualmente que no se podrá conceder tal revisión cuando el condenado goce ya de libertad; pero que, sin embargo, él haría lo posible para que el Gobierno dictara una disposición a tal fin.

Sin embargo, añadió que hay que esclarecer si Grimaldos es, en efecto, José María Grimaldos, porque éste tenía un hermano muy parecido a él y ha podido existir una suplantación de personalidad.

Hizo un elogio de la crisolada honradez del fiscal que acusó a los supuestos criminales, que hoy ocupa un alto puesto en el Tribunal Supremo. Hubo base fundamental para el proceso, y los supuestos asesinos pudieran declararse autores del crimen por temor a los malos tratos; pero después, en el juicio oral, sin temor a coacción, debieron rectificar; pero únicamente dijeron que no habían tratado de robar.

A la entrevista asistió el fiscal del Tribunal Supremo, Sr. Crehuet y cuando terminó de hablar el ministro, el fiscal refirió un caso sucedido en Plasencia:

-        Hace ya bastantes años falleció un individuo llamado -según creen unos- Pascual. Había transcurrido ya algún tiempo desde la muerte cuando se presentó en el pueblo un individuo de un extraordinario parecido físico con Pascual. Una mujer fué la primera en advertirlo y comenzó a gritar: “¡Pascual ha resucitado!”, y media hora después todo el vecindario lo creía. El individuo en cuestión era un loco escapado del manicomio.

EL SOL, Año X- Núm. 2.679. Madrid, 

lunes 8 de marzo de 1.926. Página 1

ESTE NÚMERO HA SIDO REVISADO POR LA CENSURA

EL MUERTO RESUCITADO

Manifestaciones del ministro de Gracia y Justicia.

Probablemente será revisada la causa.

Nuestro querido compañero el director de la Agencia "Febus" ha visitado al ministro de Gracia y Justicia para solicitar su opinión acerca del supuesto error Judicial que tanto ha conmovido a la opinión.

He aquí las respuestas del ministro:

-        ¿...?.

-        Si: el suceso es de innegable importancia, y yo le he dado la que merece. Cuando la Prensa empezó a hablar de él, ya tenía yo noticias - las primeras me las comunicó el secretario Judicial de Belmonte - y había pedido informes más amplios, de los que luego he recibido alguno. Por cierto que, cuando leo estos días en algunos periódicos que me (ilegible) a enterarme de lo que sucede y a dictar ciertas medidas, me pregunto sorprendido: "Pero, en serio, ¿hay algún periodista que juzgue a un ministro tan incapaz que no se le ocurra lo más rudimentario cuando ocurren casos como éste."

-        ¿...?.

-        El caso de encontrarse viva una persona a quién se consideró muerta violentamente, es de revisión, según el artículo 934 de la ley de Enjuiciamiento Criminal "cuando esté sufriendo condena" algún individuo como responsable de aquella muerte. Dicho así, que es como lo dice la ley, podría sostenerse que no cabe ahora la revisión, pues los sentenciados como reos de la muerte de José María Grimaldos no están sufriendo condena, sino que la sufrieron ya. Creo honradamente que esta interpretación literal no debe prosperar. Si el artículo 961 de la ley Procesal faculta la revisión de la causa a instancia de los parientes del reo muerto para rehabilitar la memoria de éste, no hay razón para negar igual rehabilitación a quienes están vivos. Ignoro si lo estimarán así el fiscal del Tribunal Supremo y la Sala Segunda, a la cual compete la revisión; pero, si fuera preciso, propondré al Gobierno la modificación de los preceptos vigentes para que no pueda negarse la revisión.

-        ¿...?.

-        No; lo que dejo dicho no es definitivo. En el proceso de que se trata, falta depurar la principal. Los periódicos, generalmente, impresionados por lo que ha podido suceder y acaso haya sucedido, han dado por cierto lo que no está comprobado, o sea la vida actual de José María Grimaldos. Este es un hecho dudoso aún. Los informes oficiales que yo tenga debo reservarlos, y sólo debo decir que en la investigación se procederá, con todo desapasionamiento. Pero sin más que acudir a la Prensa, habrá que convenir en que los periódicos de la localidad donde los hechos se desarrollan ofrecen más posibilidad de acierto en sus informaciones que los que se publican lejos. Pues ahí tiene usted un periódico de Cuenca; es el número de "El Día de Cuenca", correspondiente al 2 de este mes. Habla del error judicial entre interrogantes, y con referencia a su corresponsal en Belmonte, dice textualmente; "... no está todo lo claro que parece (el asunto), pues, según nos dicen, el José María Grimaldos tenía otro hermano de poca diferencia de edad con el mismo, y bien pudiera tratarse de una suplantación en la personalidad civil."

-        ¿...?.

-        Claro es que el error judicial pudo existir y ha de depurarse si existió, mediante la comprobación de si el sujeto que ahora dice ser José María Grimaldos, lo es efectivamente. No será difícil esa investigación si el que dice ser José María Grimaldos manifiesta claramente cuál ha sido su vida desde que desapareció de su pueblo.

-        ¿...?.

-        Respecto a eso, conviene fijar con exactitud lo ocurrido para que cada uno discurra como quiera, pero siempre sobre hechos ciertos. No es exacto que los reos se confesasen autores de la muerte de Grimaldos en el sumario y luego negasen en el juicio oral la participación, atribuyendo la confesión a malos tratos recibidos. Lo que ocurrió es que en el sumario confesaron haber causado la muerte a Grimaldos para robarle y en circunstancias que determinaban la aplicación de la pena en el grado máximo; y en el Juicio oral siguieron confesándose autores de la muerte, pero negaron el robo, por lo cual fueron sólo condenados como autores de homicidio, y esa es la calificación definitiva que sostuvo el fiscal y la que prosperó.

-        ¿...?.

-        El error judicial, si lo hubo, será verdaderamente sensible; pero desde que hay hombres y mientras que éstos no adquieran infalibilidad, ha habido, y hay y habrá errores. Las legislaciones tienden a evitarlos, y no ofrece duda que cada día los errores son menos. En este caso, tan injusto sería imputar el error a lo que se llama justicia histórica como imputarla al Jurado. Todos participaron de él, pues el Tribunal de Derecho dictó una sentencia acomodada al veredicto del Jurado. Hay que reconocer que el error tuvo base sólida, porque aunque se crea que la confesión sumarial de los reos fué debida a malos tratos de alguien, es evidente que en el Juicio oral y público nadie ejerció coacción sobre los reos y éstos rectificaron su confesión en cuanto al robo; pero siguieron manteniéndola en cuanto al homicidio, prosperando ésta precisamente, aun ante sus propios defensores, por aceptar el Jurado las últimas manifestaciones de los reos, tanto en lo que afirmaron como en lo que negaron.

-        ¿...?.

-        El fiscal que acusó - y lo haría convencido, con su elocuencia habitual y su honradez profesional acrisolada - es uno de los prestigios más legítimos del Ministerio público, que hoy ocupa un puesto en la Fiscalía del Tribunal Supremo; y los defensores ingresaron luego en carreras de Estado, siendo ahora uno de ellos juez en una provincia de la Mancha y otro abogado del Estado en una provincia gallega, si no estoy mal informado. De los jurados, seguramente viven aún la mayoría.

-        ¿...?.

-        Eso es ya mucho preguntar, y a usted se le acaba el lápiz y a mí el tiempo disponible. Perdóneme usted. La intervención del ministro, la del fiscal y la de los interesados en los recursos de revisión - recurso verdaderamente extraordinario – está regulada por los artículos 595 y siguientes de la ley de Enjuiciamiento criminal. Todo eso de lo que yo haré, si se exigirán responsabilidades y a quién, etcétera, nos llevaría a hablar mucho y quizá nos hiciera caer a los dos en indiscreción. Pero a lo último que me pregunta usted si contesto, para desvanecer el error en que la pregunta se funda. ¿Si sería posible que en el sistema de enjuiciar en lo criminal en España la confesión no tenga el valor de probatura que en la actualidad? Pero si la confesión no tiene tal valor. No hay en nuestro Derecho positivo penal actualmente ninguna prueba basada en la confesión de los reos, como todos los demás elementos probatorios, es apreciada libremente y en conciencia, tanto por el Jurado como por los Magistrados; lo que determina la culpabilidad o la inculpabilidad y la absolución o la condena es el conjunto de todas las pruebas.

El fiscal del Supremo sostendrá la revisión

Cuando el director de Febus iba a salir del despacho del ministro entró el fiscal del Supremo, señor Crehuet, quien al saludar al ministro le detalló las instrucciones que había enviado al fiscal de Cuenca en relación con el supuesto error judicial de Tarancón. Había excitado el celo de la citada autoridad judicial para esclarecer todo lo relativo a este asunto.

-        Le he recomendado - dijo el Sr. Crehuet – actividad; pero al mismo tiempo es ésta una cuestión en la que hay que proceder con gran prudencia, pues bien pudiera ocurrir que de un error trágico sugiera otro de carácter cómico, ya que todavía no ha sido confirmada definitivamente la personalidad del Grimaldos aparecido.

El ministro intervino en el diálogo, recordando al fiscal del Supremo que estaba en completa libertad de acción para entablar la revisión en el momento en que lo estimase oportuno o justificado.

Y al preguntar el periodista al fiscal si podía darse al público la impresión de que la revisión será un hecho, contestó:

-        Si, en efecto, hay motivos, la habrá y la sostendré yo mismo personalmente, vistiéndome para ello la toga.

Finalmente, y ante la pregunta del periodista sobre las dudas que puede haber acerca de la personalidad de Grimaldos, el fiscal dijo:

-        Éramos todavía unos muchachos el ministro y yo, cuando ocurrió en Plasencia un caso del que, a pesar del tiempo transcurrido, recuerdo hasta los nombres; en Plasencia falleció un individuo llamado Eustaquio Campos Barrudo perteneciente a una familia pudiente; era esto por el año 85; pues bien; al cabo de catorce años apareció un día en las calles de la población un individuo cuyo aspecto era el de un idiotizado. Una mujer llamada Concha la Somera, al verle casualmente creyó reconocer en él a Eustaquio Campos, y así se lo comunicó a varios convecinos. A los pocos días todos estaban convencidos de que Eustaquio había resucitado y todos lo reconocieron, mientras el interesado no afirmaba ni negaba nada. Por fin se supo que se trataba de un pobre demente que se había fugado de su domicilio.

Va a ser abierto un expediente

Con motivo del error judicial de Belmonte el ministro de Gracia y Justicia ha dictado una Real orden, que publicó ayer la “Gaceta”, y cuya parte dispositiva dice así:

“Primero. Por el magistrado del Tribunal Supremo D. Manuel Moreno y Fernández de Rodas, auxiliado por el magistrado inspector secretario de la Inspección Central de Tribunales, D. Domingo Cortés y Freijanes, éste como secretario, se instruirá, a efectos del art. 956 de la ley de Enjuiciamiento criminal, expediente para comprobar la existencia de José María Grimaldos, a quien se supuso muerto violentamente en causa seguida por el Juzgado de Belmonte, como asimismo la anormalidad o las anormalidades que se adviertan en el proceso expresado, la conducta con relación al mismo de cuantos funcionarios y agentes intervinieron en él, y los motivos por los cuales los reos Gregorio Valero y León Sánchez, que fueron condenados como responsables de la muerte de José María Grimaldos, confesaron, tanto en el sumario como en el juicio oral, haber ejecutado aquella; dando a la instrucción el carácter de sumarial, a los efectos del secreto de lo que se actúe, entregando cuando lo concluya el expediente con su informe al ministro de Gracia y Justicia.

Segundo. Que por todos los Tribunales, autoridades y funcionarios del orden judicial se faciliten al magistrado Instructor nombrado o a su secretario, cuantos antecedentes, datos y noticias reclamen en el ejercicio de sus funciones, disfrutando para todos los efectos y especialmente en cuanto a sus relaciones con autoridades de otro orden, mientras dure la Instrucción, las consideraciones que las leyes procesales reconocen a los jueces Instructores de la categoría del nombrado.

Tercero. Que los presidentes de los Tribunales y los jueces de las poblaciones donde actúe el magistrado Instructor pongan a disposición de éste el personal auxiliar y subalterno que necesite para el cumplimiento de su misión.

Cuarto. Que a los efectos del Real decreto de 13 de junio de 1924 y disposiciones posteriores sobre dietas y gastos de transporte, se entiende concedida la autorización necesaria para esta comisión.”

Comentarios

Revisión e indemnización

Tiene razón EL SOL, en (…[3]) -lo hacía en uno de sus editoriales del día 5- de la indiferencia, sea espontánea o calculada, con que una parte de la Prensa ha acogido la espantosa tragedia judicial de un pueblecito de la provincia de Cuenca. No se favorece la justicia ni el buen orden social callando o vetando los errores de sus estamentos, como si el prestigio del órgano fuera lo capital, y la excelencia de la función lo secundario. Esta inversión jerárquica de los medios y fines de las instituciones humanas colabora, al contrario, en su creciente desprestigio. Un miembro enfermo o defectuoso no se acreditará de sano y eficaz porque se oculten sus (elegible) y se le prive de la luz y el aire de la crítica o del (…[4]) quirúrgico si es preciso.

Más allá de las salas de los tribunales y de las sentencias de los jueces, la justicia tiene otros acusadores, defensores y jurados, que se llaman la opinión pública y la posteridad. En rigor un proceso no concluye nunca y en él pueden intervenir la sociedad entera y la Historia. De hombres es crear, y una organización de la justicia será tanto más perfecta cuanto más sensible se muestre en reconocer sus errores y diligentemente (ilegible) en rectificarlas. El principio de sostenella y no enmendalla marca la línea divisoria entre barbarie y civilización. Decidnos las causas judiciales que revisa un país y os diremos, no el grado de incompetencia de su justicia, sino su voluntad de perfeccionamiento.

En el caso de esos dos hombres de Tresjuncos, para quienes se pidió pena de muerte, conmutándosela por diez y ocho años de presidio, de los cuales habían cumplido doce -¡media vida de la mejor mitad de la vida-, por un asesinato que no cometieron ni nadie cometió, y, sin embargo, ellos confesaron, hay dos errores gravísimos. Uno es el de haberse hechos responsables de un delito no perpetrado. ¿Qué terrible amnesia, qué trágica sugestión les indujo a posponer su inocencia cierta a una culpabilidad simulada que había de arrojarles acaso a la horca, y desde luego en un presidio, por una serie de años interminables? ¿Cómo explicarse este tremendo error casi suicida? Sólo admitiendo un estado de locura cabe comprender esa confesión desesperada. Jueces y psiquiatras forenses deben estudiar este horrible caso de enajenamiento, de increíble abdicación de la propia y verdadera responsabilidad inocente para asumir la de un asesinato imaginario, para que se vea si el extraño desdoblamiento psíquico fué obra de alguna misteriosa lesión interna, tal vez sugestionados y desequilibrados por la criminal acusación que pesaba sobre ellos.

El otro error es aún más grave, porque procede de quienes no tenían motivo de estar sugestionados ni sometidos a conmociones de ningún linaje. Los falsos asesinos confesaron haber muerto al hombre desaparecido y haberle enterrado en el cementerio. Se hizo la prueba de  exhumarlo,  y  no  se  encontró  en  cadáver.  Entonces dijeron que lo habían despedazado y arrojado sus trozos a unos puercos que los devoraron. Pero el descuartizamiento de un cadáver puede dejar huellas de sangre en el suelo donde se realiza la macabra operación y en las ropas de las personas que la llevan a cabo. ¿Se exploró el lugar, se examinaron las ropas? Tampoco pueden unos cerdos -es de suponer-, por grande que sea su voracidad, engullir todos los huesos de un cuerpo humano. ¿Se buscaron los huesos por las cercanías donde las bestias se dieron el fingido festín antropófago? Es probable que no, o si se hizo, debió pensarse que, a falta de pruebas, bastaba la paladina culpabilidad de los inocentes. Pero no se pensó que la justicia no debe consistir en que los inculpados demuestren su inculpabilidad, sino en que los jueces prueben su culpa; ni que baste que un hombre se declare reo de un delito, no siéndolo, por una aberración momentánea del entendimiento, o por cualquier causa inexplicable, para tomar al pie de la letra sus palabras y juzgarlo según ellas y no según sus inexistentes hechos. La justicia debe defender la inocencia incluso contra la inocencia misma que se reconoce (…[5]) por algún extravío de la razón.

Y tampoco basta esclarecer estos dos errores, de tan evidente gravedad, y exigir las responsabilidades a que pudieran dar ocasión. Si el Estado, en interés social, expropia una finca privada, la regla es que le indemnice. Si el Estado creyendo servir a la sociedad, expropia doce años de libertad a dos inocentes, justo es que les indemnice también. No es suficiente abrirles la puerta de la cárcel con un “Ustedes perdonen”. Tal vez ellos se den por satisfechos y felices al ver cortada en unos años, por un azar, la desmedida sentencia. La dicha de verse otra vez libres acaso les haga sentirse resarcidos de los sufrimientos pasados y de los daños presentes. Esos hombres han perdido doce años de su vida joven, doce años en que probablemente hubieran perfeccionado su oficio y mejorado su fortuna. Hoy están como cuando entraron en la cárcel; en realidad, peor. Si ellos no reclaman ninguna compensación, porque se den contentos con su ventura o porque las leyes actuales no tengan margen para reparar en esta forma una injusticia, la sociedad, por su órgano del Estado, está obligada a indemnizarlos con largueza. Si el Estado indulta y amnistía a los culpables, bien puede contribuir a rehacer la vida de unos inocentes que sus instrumentos de justicia deshicieron. Y con esto no habrá desdoro para sí mismo y para sus órganos, sino enaltecimiento. Con la reparación cabal de una injusticia se rehabilitan, tanto como los que la penaron, como los que la cometieron.

Luis ARAQUISTAIN

Los excarcelados Valero y León relatan lo ocurrido a un redactor de “El Sol”

(de nuestro enviado especial)

Hemos visitado también a los licenciados de presidio. En Osa de la Vega se encuentra Gregorio Valero, con su madre, ya vieja, su mujer y sus hijos. Vive de su trabajo como jornalero, y tiene cuarenta y seis años. León trabaja en Villaescusa, donde su mujer estableció un horno de pan para atender a la subsistencia de los hijos y de los suegros, cuya avanzada edad les impedía ya entonces ganarse el sustento.

De las conversaciones sostenidas con uno y otro, ampliadas y estilizadas por el testimonio de algunos parientes y vecinos, se deducen los siguientes hechos concretos:

En la tarde del 21 de agosto de 1910 José María Grimaldos, que pastoreaba con sus ovejas en el término de Veguilla, del Municipio de Osa de la Vega, charlando con León, que era el mayoral de la finca, le dijo que pensaba marcharse a los baños de Celadilla, situados en el término de Pedernoso, de esta misma provincia; que contaba con el dinero obtenido en la venta de unas reses.

Ambos se profesaban cariño verdaderamente fraternal.

Gregorio Valero, que era guarda de monte público donde está enclavada La Veguilla, mantenía con Grimaldos y León una relación menos asidua.

Hay que tener en cuenta, para los acontecimientos que habían de desarrollarse, que Grimaldos, la supuesta víctima, es natural del pueblo de Tresjuncos, y que allí tenía la familia.

A los veintitantos días de ausentarse Grimaldos su familia presentó una denuncia en el Juzgado de Belmonte, temiendo que hubiera sido asesinado por móviles de codicia, aunque no llevaba consigo más que 50 ó 60 duros.

Reclamados por el juez de instrucción León y Valero, a quienes concretamente se acusaba en la denuncia, personándose en Belmonte y fueron sometidos a un minucioso interrogatorio.

Como el juez no encontraba motivos de acusación contra ellos, puesto que sus manifestaciones fueron satisfactoriamente comprobadas, quedaron en libertad y regresaron a Osa de la Vega.

Transcurrieron tres años de tranquilidad para el guarda y el mayoral.

Entre tanto llegó a Belmonte el nuevo juez, Sr. Isasa Echenique, el cual resucitó el asunto.

Respecto a los preliminares del suceso, hemos querido aseverarnos con referencias de distintos orígenes, y damos a continuación aquellos datos sobre los que no puede caber duda alguna.

Conducidos de nuevo al Juzgado de instrucción León y Valero, el juez preguntó al primero:

-        ¿Tú has matado a Grimaldos?

-        No, señor – contestó el interrogado.

-        Bien; ¿y tú eres León, verdad? - exclamó el juez dirigiéndose al mayoral...-; ¿y qué dices tú?

-        Que no he hecho nada.

Siguió a esto un largo e infructuoso careo, y se encarceló a los acusados.

Nuevo interrogatorio

Poco después fueron excarcelados todos y conducidos a Osa de la Vega, para que dijeran donde habían realizado el crimen y el lugar en que se hallaba el cadáver.

En la posada de este pueblo fué sometido León a nuevos interrogatorios. Valero decía que sí a todo; pero su compañero seguía en la misma actitud de negativa.

-        Le habéis enterrado en el cementerio, ¿verdad?

Afirmaron.

Levantáronse varias losas en presencia del forense, quien, a pesar de las protestas de los acusados afirmando que era el de la víctima cualquiera de los cadáveres que exhumaban, manifestó que no podía serlo ninguno de ellos.

Del comportamiento del forense, que era D. Juan Jáuregui, guardan los infortunados un sentimiento de gratitud.

Se repitieron las excavaciones en la Alamedilla, sin hallar restos humanos, y entonces fué cuando declararon ambos que habían descuartizado el cadáver y lo habían dado a comer a los cerdos.

Antes manifestaron que habían quemado los restos de la víctima; pero las negativas del forense contra esta posibilidad indujeron a los acusados a inventar aquella macabra y definitiva argucia.

Comenzó en seguida, el proceso, y los Tribunales de Cuenca emitieron fallo condenatorio el día 21 de mayo de 1913.

(Continúa esta información en octava plana.)

EL SOL, Año X- Núm. 2.679. Madrid, 

lunes 8 de marzo de 1.926. Página 8

EL MUERTO RESUCITADO

Interesantísimos pormenores recogidos en Osa de la Vega y Tresjuncos

Se proyectan gestiones en favor de Valero y León

El alcalde de Osa de la Vega

El alcalde de Osa de la Vega, D. Felipe León Escobar, tan presto que supo que éramos periodistas, y viendo la posibilidad de reivindicar la moralidad del pueblo que preside, se nos ofreció incondicionalmente, y ganado por la (…[6]), no se atrevió a decir claramente que él juzgaba “a posteriori” lo que hubiera tenido mérito defender “a priori” la inocencia de León Sánchez y Gregorio Valero.

Pudimos comprobar, con el testimonio de este último, que dicho señor fué el único que los visitó en la cárcel.

Se pide la revisión de la causa

El juez de Belmonte se vio sorprendido por nuestra visita y esquivó desde el primer momento toda ocasión de emitir opinión y dar noticias relacionadas con el suceso. Sin embargo, dijo está virtualmente identificado el presunto muerto, pues sin necesidad de rueda de presos ha sido reconocido por innumerables vecinos de Tresjuncos y Osa de la Vega, y ante tan indudable prueba ha quedado Grimaldos en libertad para recoger los abrazos de los suyos.

No obstante, prepara la solicitud de los Municipios de Osa de la Vega y Tresjuncos en pro de la revisión de la causa.

El regreso al pueblo.-Rehabilitación.-Ellos y Grimaldos

Amplio por Correo algunas noticias recogidas en la excursión de ayer a los pueblos de Osa de la Vega, Tresjuncos y Belmonte.

Valero y León, los infortunados protagonistas de este drama inusitado -drama sin primer acto, sin causas, todo él consecuencia implacable- fueron condenados como ya sabe el lector. Y mientras León cumplía condena en Cartagena, Valero veía también pasar los días áridos de presidiario en el penal de San Miguel de los Reyes (Valencia).

En la separación perseverada de tantos años, a solas consigo mismo, cada cual busco en su conciencia una razón, una disculpa contra la arbitrariedad. Sentían que la propia experiencia, a fuerza de crueldad había minado su concepto de la infalibilidad de la Justicia, y resistiéndose a la afirmación de herejía contra una cosa que llegaba a ellos tan revestida de dignidades en el aparato de las salas de la Audiencia, en la autoridad infinita del señor Juez, imaginaban sin cesar buscando una razón. Y firmemente convencido concluía: “No; yo no tengo la culpa; pero me ha acusado a última hora León, que es el verdadero criminal.”

León, por su parte, hacía análogas reflexiones. Todo, menos sospechar que en el mundo podía haber errores ajenos a la propia voluntad capaces de hundir en la afrenta, el vilipendió, a dos hombres honrados y de reflejar su desventura sobre la dignidad de los hijos, de la esposa, del pueblecito donde se formó y consagró su hombría de bien.

No podían creerlo -voluntad firme en la adversidad y razón humana y pura- y atribuyéndose mutuamente el crimen.

-        Yo creía -nos dijo León- que estaba en la cárcel por él, y Valero, el pobre, que estaba por mí.

Cumplida la condena en los respectivos penales, ambos fueron liberados el mismo día. Sin perder minuto dirigiéndose al pueblo natal. La vida tenía para ellos una risueña promesa de reconquista. No habían muerto los padres de León ni la madre de Valero. Muy acabaditos estarían, pero la Providencia cuidaba de dilatar el último instante.

Valero llegó a Socuéllamos para coger allí el autobús de línea que había de conducirlo a Belmonte. Se dirigió a la casa del contratista de ese servicio con objeto de sacar el billete. La puerta estaba cerrada. Llamó con la aldaba y salió a abrirle precisamente... León. Pasado el primer instante de sorpresa, juntos hicieron el viaje a la capital del partido, y de allí dirigiéndose León a Villaescusa de Haro, donde su mujer mantenía la familia explotando un horno de pan. Valero fué a Osa de la Vega. El día que ambos llegaron a sus respectivos destinos marcaba el calendario el 18 de febrero de 1924.

Acaban de cumplirse desde entonces dos años. Valero se gana la vida trabajando a jornal los días que le ofrecen “tajo” donde cavar, segar o arar. León solicitó un puesto en la casa donde tantos años había trabajado y le fué negado alegando que no querían tratos con criminales. Un día observó que al salir sus hijas a jugar a la calle, la madre les decía en voz baja, aproximándoles al oído los labios con el pretexto de una caricia:

-        No riñáis con los chicos, y si os insultan no les contestéis.

La infeliz quería evitar la ocasión de que repitieran los chicos aquel insulto tantas vedes oído en el que se recordaba el “asesinato” cometido por el padre y la estancia del infeliz en presidio con ese cruel desenfado de los niños en las aldeas. León se dio cuenta de esto y sintió en el corazón el pinchazo de una espina nueva. Eran ya muchas las que erizaban de odios su ánimo. El saludo lanzado desde la puerta al paso de un antiguo vecino y no recogido deliberadamente por éste. El regreso después a la sombra del patio con la cabeza baja y las mandíbulas encajadas de desesperación. Prefería volver al penal, pero poco a poco (ilegible) a la sugestión de la paz carcelaria otra venganza. ¡Oh un año de desprecio enconado de todo el pueblo!

Seguía hablando. Ni siquiera su mujer creía en su inocencia. A la cárcel no se va por nada. Ella se lo callaba; pero en la intimidad no podía evitar, a menudo, la pregunta que acababa de enloquecerlo:

-        Dímelo, León. Yo comprendo que un hombre mate a otro. Pero, ¿qué resentimientos pudo haber entre vosotros? Aunque para mí siempre has de tener razón, porque te conozco y no eres un malvado, no estaré tranquila hasta saber qué motivos tuviste para aquello.

Y Valero, al lado de su madre, a la que recurría, seguro de encontrar un gesto cordial de acogimiento, como un consuelo contra el desvío desdeñoso de los demás, oyó también palabras parecidas:

-        Hijo; voy para la “fuesa” y no querría acabar de marcharme sin saber si has matado o no.

Y el hijo protestaba, indignado, vencido por la falta de pruebas, abrumado por la acusación patente de la Ley y por el estigma del presidio.

Pero ahora, todo ha pasado, León es admitido en La Veguilla como mayoral, han resurgido doblemente (…[7]) las viejas enemistades, en el pueblo hay un alboroto de Pascuas de resurrección, llena de luces nuevas en la que sólo falta el volteo de campanas.

-        ¿Y Grimaldos? ¿Qué me dicen ustedes de Grimaldos?

Hay en ellos un gesto sincero y noble acompañando a la palabra hidalga del perdón. ¡Tantas venturas les traen ahora, que les parece un sueño su felicidad! En cuanto a la madre de Valero, viejecita, temerosa quizá de su rencor, se limita a decir:

-        Dios le dé lo que le convenga.

Ramón Sender.

Osa de la Vega, 7 febrero.

Hablando otra vez con Gregorio Valero

TARANCON 6 (12 n.).- Hemos vuelto hoy a recorrer los pueblos donde han tenido desarrollo los sucesos de que venimos informando. Nos detenemos en Osa de la Vega para visitar nuevamente a Gregorio Valero. Llegamos a la humilde choza blanqueada y limpísima que habita, y somos recibidos por su esposa, Dolores Barón, quien nos manifiesta que se encuentra enfermo, pero que, no obstante podemos subir a su habitación; y así lo hacemos.

Valero reposa en una mísera cama. Al vernos, se incorpora un poco para prestar atención a nuestras demandas.

-        -¿Cómo pudo usted hacerse culpable de un delito no cometido?- le preguntamos.

La mujer de Valero nos dice, acongojada:

-        Yo también acusé a mi marido.

Seguimos hablando algún rato, consolándolos y deseando el restablecimiento de la quebrantada salud de Valero. Y marchándonos al cementerio.

Penetramos en el recinto, contemplando un panorama de tristeza. Es un patio pequeño y sencillo, donde se alzan tres o cuatro cruces. Entre ellas crece la hierba. Las personas del pueblo que nos acompañan nos indican una fosa junto al muro derecho.

-        Ahí fué donde se hicieron las excavaciones buscando el cadáver del pastor – nos dicen.

Y prosiguen haciéndonos un relato (ilegible) de la odisea de los infelices acusados. Una mujer del pueblo añade, cuando nos disponemos a salir:

-        Vi pasar por la calle a los desdichados... Creí que no llegaban a Belmonte, señor.

Noticias falsas

La tranquilidad que el descubrimiento del suceso ha llevado al pueblo, se ha entristecido un tanto por ciertas noticias tendenciosas que han echado a volar algunos piadosos informadores. La de que el reaparecido no es José María Grimaldos, es la que ha adquirido más cuerpo en algunos pueblos, especialmente en Villaescusa, y estas patrañas son acogidas por los vecinos de Osa con una justa indignación, porque ellos conocen muy bien al pastor.

-        Es inconfundible -dicen-. Únicamente en Villaescusa, donde aún no ha estado desde su regreso, pueden dudarlo.

La Casa de la Vega

El escenario donde la imaginación del pueblo y el error de los jueces situaron la acción tiene características curiosas. Saliendo de Osa por la carretera, en dirección a Tresjuncos, y a un kilómetro escaso, se encuentra una colina rematada por la famosa Casa de la Vega. Esta finca, dedicada hace años a granja de ganados y aves domésticas, está coronada por un verdadero enjambre de palomas. Un caminito le da acceso en pronunciada cuesta desde la carretera, y al otro lado de ésta hay unos bancales labrados y el río Saona, paralelo al mismo. Entre los bancales existen restos de un cañaveral talado, alguien nos dice:

-        Hubo que cortarlas porque los caminantes tenían miedo de pasar por aquí. Ese cañaveral de la Vega es famoso en toda la comarca, y hasta los mejor templados preferían dar un rodeo.

-        -¿Y eso?... preguntamos.

-        Como no estaba claro si a Grimaldos se lo comieron los cerdos o lo enterraron ahí, junto al río, y la gente es dada a la fantasía, todos decían que el ruido del cañaveral era el habla del difunto. Y hay más. Se dice también que ese árbol que crece detrás se nutría con la sustancia de Grimaldos.

La Casa de la Vega está toda encalada, y la rodea una tapia a diez metros de distancia. Entre ésta y el edificio hay muros trasversales, también encalados, que separan distintos compartimentos, destinados todos al ganado, menos uno, que sirve de zaguán. En él hay una pequeña puerta que comunica con la cocina, donde se situó durante el sumario el supuesto crimen.

Reconstrucción de los hechos

De las declaraciones prestadas se deduce una fácil reconstitución de los hechos falsos en la siguiente forma:

Valero se hallaba en el interior, sentado junto al hogar, cuando llegó Grimaldos, y fué a sentarse también cerca del fuego; pero optó por hacerlo en el umbral, hacia adentro, sospechando, sin duda, la tragedia. (Hablamos, naturalmente, valiéndonos de las imaginaciones que creó el sumario.) Llegó León entonces y agredió por la espalda inesperadamente al pastor con un garrote, a tiempo que Valero se abalanzaba también sobre Grimaldos y le infería varias puñaladas en el cuello. Hora (hora hipotética), las nueve de la noche del día 21 de agosto de 1910. Pasaron con el cadáver a las cochiqueras y lo despedazaron.

Uno de los cerdos a quienes se les atribuía la ocultación del cadáver por vía digestiva fué vendido poco después a un labrador de Quintanar de la Orden. Pesó diez y ocho arrobas, y al enterarse el comprador de lo ocurrido, en ocasión en que ya el animal había pasado de la despensa a su estómago, y al de sus familiares, recibió tal impresión, que cayó enfermo y estuvo seis meses en la cama con una afección nerviosa. Cuando le preguntaban decía, desesperado, que se había comido a Grimaldos. Atribuía, además, el peso extraordinario del animal al cebo que los supuestos criminales le proporcionaron.

Nuevas diligencias

El juez de Belmonte continuando las diligencias tuteladas con la inesperada aparición de Grimaldos ha citado, para que presten declaración, el lunes próximo, a la madre de León Sánchez, residente en Osa de la Vega, y al propietario de la Casa de la Vega, en la que se suponía que ocurrió el crimen.

En favor de los excarcelados

En el pueblo de Osa de la Vega se ha formado una Comisión integrada por los señores D. Pedro Guerra, veterinario; D. Felipe León Escobar, alcalde; D. Antonio Gracia, cura párroco; D. José María de la Torre, abogado; D. Rafael Girón, propietario, D. Francisco García Carrera, médico; D. Sixto y D. Constantino Ruiz, propietarios , y D. Manuel Sanz Espejo, maestro.

También se ha formado otra Comisión en Tresjuncos, constituida por D. Pedro María Moya, juez municipal; D. Jerónimo Sánchez, propietario y concejal; D. Ezequiel Córdoba, maestro; D. Juan Bautista Sánchez, propietario; D. Pedro Rufo Martínez, cura párroco; D. Domingo Moral y D. Marcelino Arce, propietarios; Santiago Grimaldos, primo hermano del reaparecido, y D. Manuel Porras, alcalde.

Dichas Comisiones han encabezado una suscripción en pro de los excarcelados con 960 pesetas en Osa y con 450 en Tresjuncos, habiendo convenido ambas que los donativos se remitan a los respectivos curas párrocos de los dos pueblos.

Peticiones al ministro de Gracia y Justicia

Se proponen también estas Comisiones visitar al ministro de Gracia y Justicia, presentándole un extenso escrito con las siguientes conclusiones:

-        1.ª Que nuestros convecinos León Sánchez Gascón y Gregorio Valero Contreras sean vindicados en su justa fama y rehabilitados en todos sus derechos con la posible publicidad.

-        2.ª Designación de un juez especial, encargado de abrir amplia información sobre los sucesos acaecidos desde el 21 de agosto de 1910, en cuyo día tuvo lugar la supuesta perpetración del crimen.

-        3.ª Que si lo tiene a bien vuecencia adopte una disposición para impedir que en lo sucesivo puedan repetirse agravios sociales de esta naturaleza.

-        4.ª Indemnización civil con cargo al Estado, si cabe, a favor de estos inocentes, necesitados jornaleros con hijos, que hoy están consumidos por el trabajo por razones fáciles de comprender.

Esta tarde celebraron sesión conjunta las dos Comisiones, presidida por el delegado gubernativo de Belmonte D. Pedro Fernández Ichaso, ratificándose el acuerdo de elevar el anterior escrito al ministro de Gracia y Justicia.

La defunción de Grimaldos

En el Registro Civil, sección de defunciones, del pueblo de Osa de la Vega, y señalada con el número 1.742 se halla la inscripción de fallecimiento de José María Grimaldos López, ocurrida el 21 de agosto de 1910, de ocho y media a nueve de la noche, en la forma en que quedó relatada en autos.

Al margen hay otra nota, en la que se hace observar que el cadáver no fué identificado.

Esta inscripción se hizo en virtud de expediente, en el que hay una información testifical, y cerrando ésta, una certificación del Juez D. Juan López ordenando se registre la defunción del referido José María Grimaldos

La hermana del resucitado

Tan pronto tuvo noticia el juez de Belmonte de la reaparición de José María, y teniendo a éste en su presencia, ordenó que fuera reclamada la hermana de Grimaldos. Esta, al verlo, sufrió un desvanecimiento, del que volvió con auxilio del médico.

Nueva conversación con Grimaldos

Llegamos a primera hora de la tarde a Tresjuncos. Los habitantes del pueblo nos recibieron cariñosamente.

Pronto observamos la desagradable sorpresa que les había producido la noticia aparecida en un periódico de la provincia poniendo en duda la existencia de José María Grimaldos y afirmando por añadidura que se trataba de un hermano del muerto.

Tranquilizamos a todos, haciéndoles saber que nadie duda a estas horas de que José María vive sano y bueno. Preguntamos por el “resucitado”, y a los pocos minutos estuvo de nuevo ante nosotros.

Mientras disponen la comida, comenzamos a charlar con éste. Unas palabras de información recibida anteriormente de sus vecinos sobre fantásticos relatos que circularon años ha por el pueblo sirvennos para hablarle en esta forma:

-        ¿Por qué te aparecías a tus parientes José María? ¿No sabes que eso los asustaba?

-        Yo no sé nada.

-        ¿Tampoco sabías que, en vista de que les pedías que celebran misas mandaron decir dos en la parroquia para que cesaran los sufrimientos que decías que te causaba la mutilación de que fuiste víctima?

-        No señor. Si es verdad, las llevo adelantadas para cuando me llegue la hora.

Cambiando de tema, le preguntamos por la novia.

-        ...Es de Mira y está en Camporrobles (Valencia). Si tuviera gobierno para el dinero ya la hubiera traído aquí.

-        Nos rodeaban en el Casino hasta 25 o 30 vecinos.

Seguimos hablando:

-        ¿Tú no pudiste sospechar lo que aquí pasaba?

-        ...De ningún modo.

Interviene un tercero jocosamente:

-        ¿No compraste las coplas?

-        ...¿Qué coplas? ...preguntamos nosotros.

-        ...Unas que sacaron y que cantaban en toda la comarca. Estaban muy bien “seguidas” en las pinturas del cartel.

Grimaldos decía como una obsesión:

-        ...Si yo tuviera gobierno para el dinero...

-        ...¿No eres ahorrativo?...preguntamos.

-        ...¿Ahorrativo? ¡Como el otro! Cogí y comí...

-        Y (…[8])...completamos nosotros---. ¿Y su hermano?

-        ...Murió el 8 de mayo del año 1917 tranquilamente en su casa.

Una hija de León reconoce a Grimaldos

Cuando salimos de Tresjuncos en dirección a Villaescusa, llevamos con nosotros a Grimaldos, quien hacía más de quince años que no había estado en este pueblo. Nuestra finalidad era desmentir con su presencia y con sus palabras las dudas que estos días han arraigado en aquel vecindario, amenazando de nuevo la inocencia de León, que vive allí con su familia.

Al llegar a Villaescusa, el público rodea nuestro coche. Descendemos, y al encontrarnos entre la multitud, José María comienza a decir en voz alta:

-        ...¡Yo soy el muerto! ¡El que mató León!

Llegamos a la casa de éste, dónde estaba una de sus hijas, María Sánchez. Esta reconoció en el acto a Grimaldos, y le dijo, quizás con un deje de ironía:

-        ...¡Sí hombre! ¿No me conoces? Yo soy aquella que me sentaba en tus rodillas hace sus quince años.

Actualmente tiene María veintiuno.

Fué un reconocimiento espontáneo, aun cuando hacía tanto tiempo que no se veían.

 

El pueblo vitorea a Grimaldos y a León

Entre los comentarios consiguientes del público que nos rodeaba, salimos de la casa, y poco después encontramos a la mujer de León, Filomena López Osa.

Hubo nuevas explicaciones de franca cordialidad. Después se unió a nosotros León, que llegó del campo, requerido por la familia.

En seguida se constituyó una verdadera manifestación, que acompañó, entusiasmada, a Grimaldos por la calles. Este repetía incesantemente: ¿Lo creéis ahora? ¿Creéis en la inocencia de León?

Una hora después regresábamos. A la salida, entre otros vítores a León y Grimaldos, hubo uno, muy cariñoso, para los “periodistas” de El Sol, que agradecemos de veras.

Valero en el penal

VALENCIA 6 (12 n.).- En el expediente que existe en el archivo del penal de San Miguel de los Reyes aparecen los siguientes datos respecto de Gregorio Valero Contreras:

“Gregorio Valero Contreras, natural de Osa de la Vega (Cuenca), de cuarenta y cuatro años de edad, casado, jornalero, ingresó en el penal el 16 de noviembre de 1915 para cumplir la pena de diez y ocho años de reclusión temporal que por el delito de homicidio le fue impuesta por la Audiencia de Cuenca, en sentencia dictada con fecha 25 de mayo de 1918. Fué puesto en libertad condicional, en cuya situación se encuentra, el 18 de febrero de 1924. Durante el tiempo de su permanencia en la prisión, observó intachable conducta, distinguiéndose entre sus compañeros por su aseo, compostura y cuidado del uniforme que vestía, por lo que se hizo acreedor de un premio en metálico.

Algunos penados con los que he hablado hacen grandes elogios de las cualidades y del carácter de Valero, como igualmente de su humildad y modestia. Su vida en el penal la hizo siempre al lado de casi todos sus compañeros. Por lo regular, se le veía solo en las horas de paseo. Únicamente tenía amistad con un preso paisano suyo.”

La opinión general en el correccional era que se trataba de un inocente. (Febus)

 

            LA CORRESPONDENCIA MILITAR, (madrid)

                     Año L, Nº 14.348, 08-03-1926, p. 4

DEL SUPUESTO ERROR JUDICIAL

Interesantes manifestaciones del ministro de Gracia y Justicia.

El fiscal del Supremo vestirá, si es preciso, la toga para sostener la revisión de la causa.- La conducta de Valero, en el penal.- Importante Real orden.

Lo que dice el ministro de Gracia y Justicia.

El ministro de Gracia y Justicia ha hecho unas interesantes manifestaciones al director de la Agencia Febus acerca del supuesto error judicial.

-        El suceso es de innegable importancia -dice el ministro- y yo le he dado lo que merece.

El caso de encontrarse viva una persona a quien se consideró muerta violentamente, es de revisión, según el artículo 954 de la ley de Enjuiciamiento criminal, “cuando este sufriendo condena algún individuo como responsable de aquella muerte”. Dicho así, que es como lo dice la ley, podría sostenerse que no cabe ahora revisión, pues los sentenciados como reos de la muerte de José María Grimaldos no están sufriendo condena, sino que la sufrieron ya. Creo honradamente que esta interpretación literal no debe prosperar. Si el artículo 961 de la ley Procesal faculta la revisión de la causa a instancia de los parientes del reo muerto para rehabilitar la memoria de éste, no hay razón para negar igual rehabilitación a quienes están vivos. Ignoro si lo estimará así el fiscal del Tribunal Supremo y la Sala segunda, a la cual compete la revisión; pero si, fuera preciso, propondré al Gobierno la modificación de los preceptos vigentes, para que no pueda negarse la revisión.

En el proceso de que se trata, falta depurar lo principal. Los periódicos, generalmente impresionados por lo que ha podido suceder y acaso haya sucedido, han dado por cierto lo que no está comprobado, o sea la vida actual de José María Grimaldos. Este es un hecho dudoso aún.

La Prensa local trata de esto y un periódico de Cuenca, en su número del día 2, dice... “no está todo lo claro que parece (el asunto), pues, según nos dicen, el José María Grimaldos tenía otro hermano de poca diferencia de edad con él mismo, y bien pudiera tratarse de una suplantación en la personalidad civil.”

El error judicial, si lo hubo, será verdaderamente sensible; pero, desde que hay hombres y mientras éstos no adquieran infalibilidad, ha habido, y hay y habrá errores. Las legislaciones tienden a evitarlos. En este caso, tan injusto sería imputar el error a lo que se llama justicia histórica, como imputarlo al Jurado. Todos participaron de él, pues el Tribunal de Derecho dictó su sentencia acomodada al veredicto del Jurado. Hay que reconocer que el error tuvo base sólida, porque aunque se crea que la confesión sumarial de los reos fué debida a malos tratos de alguien, es evidente que en el juicio oral y público nadie ejerció coacción sobre los reos y éstos modificaron su confesión en cuanto al robo; pero siguieron manteniéndola en cuanto al homicidio, prosperando ésta precisamente, aun ante sus propios defensores, por aceptar el Jurado las últimas manifestaciones de los reos, tanto en lo que afirmaron como en lo que negaron.

La intervención del ministro, la del fiscal y la de los interesados en los recursos de revisión -recurso verdaderamente extraordinario- está regulado por los artículos 965 y siguientes de la ley de Enjuiciamiento criminal.

Contestando el ministro a una pregunta del periodista sobre si sería posible que en el sistema de enjuiciamiento en lo criminal en España la confesión no tenga el valor de probanza que en la actualidad -dijo- que la confesión no tiene tal valor. No hay en nuestro Derecho positivo penal actualmente ninguna prueba basada en la confesión de los reos, como todos los demás elementos probatorios, es apreciada libremente y en conciencia, tanto por el Jurado como por los magistrados; lo que determina la culpabilidad o la inculpabilidad y la absolución o la condena es el conjunto de todas las pruebas.

El fiscal del Supremo

El mismo periodista preguntó al fiscal del Tribunal Supremo, señor Crehuet si podía darse al público la impresión de que la revisión será un hecho, éste contestó:

-        Sí, en efecto, hay motivos, la habrá, y la sostendré yo mismo personalmente, vistiéndome para ello la toga.

Se nombra una Comisión de magistrados para que esclarezcan el error habido

“La Gaceta” de ayer publicó una Real orden de Gracia y Justicia, en la que, tras largo y fundamentado preámbulo, se dispone lo siguiente, con relación al error sufrido, en virtud del cual han permanecido doce años en presidio dos inocentes acusados de asesinato:

“Primero. Por el magistrado del Tribunal Supremo don Manuel Moreno y Fernández de Rodas, auxiliado por el magistrado inspector, secretario de la Inspección Central de Tribunales, don Domingo Cortón y Freijanes, éste como secretario, se instruirá, a efectos del artículo 956 de la ley de Enjuiciamiento criminal, expediente para comprobar la existencia de José María Grimaldos, a quien se supuso muerto violentamente en causa seguida por el Juzgado de Belmonte, como asimismo la normalidad o anormalidades que se adviertan en el proceso expresado, la conducta con relación al mismo, de cuantos funcionarios y agentes intervinieron en él, y los motivos por los cuales los reos Gregorio Valero y León Sánchez, que fueron condenados, como responsables de la muerte de José María Grimaldos, confesaron tanto en el sumario como en el juicio oral, haber ejecutado aquella; dando a la instrucción el carácter de sumarial, a los efectos del secreto de lo que se actúe oficialmente, entregando, cuando lo concluya, el expediente, con su informe, al ministro de Gracia y Justicia.

Segundo. Que por todos los Tribunales, autoridades y funcionarios del orden judicial, se faciliten al magistrado instructor nombrado, o a su secretario, cuantos antecedentes, datos y noticias reclamen en el ejercicio de sus funciones, disfrutando, para todos los efectos, y especialmente en cuanto a sus relaciones con autoridades de otro orden, mientras dura la instrucción, las consideraciones que las leyes procesales reconocen a los jueces instructores de la categoría del nombrado.

Tercero. Que los presidentes de los Tribunales y los jueces de las poblaciones donde actúe el magistrado instructor pongan a disposición de éste el personal auxiliar y subalterno que necesite para el cumplimiento de su misión.

Valero en el penal

VALENCIA, 6.- En el expediente que existe en el archivo del penal de San Miguel de los Reyes aparecen los siguientes datos respecto a Gregorio Valero Contreras:

“Gregorio Valero Contreras, natural de Osa de la Vega (Cuenca), de cuarenta y cuatro años de edad, casado, jornalero, ingresó en el penal el 16 de noviembre de 1918 para cumplir la pena de diez y ocho años de reclusión temporal que por el delito de homicidio le fué impuesta por la Audiencia de Cuenca, en sentencia dictada con fecha 25 de mayo de 1918. Fué puesto en libertad condicional, en cuya situación se encuentra, el 18 de febrero de 1924. Durante el tiempo de su permanencia en la prisión observó intachable conducta, distinguiéndose entre sus compañeros por su aseo, compostura y cuidado del uniforme que vestía, por lo que se hizo acreedor a un premio en metálico.”

Algunos penados con los que he hablado hacen grandes elogios de las cualidades y del carácter de Valero, como igualmente de su humanidad y modestia. Su vida en el penal ha sido siempre aislado de casi todos sus compañeros. Por lo regular, se le veía solo en las horas de paseo. Únicamente tenía amistad con un preso paisano suyo.

La opinión general en el correccional era que se trataba de un inocente.

            LA CORRESPONDENCIA MILITAR, (madrid)

                     Año L, Nº 14.348, 08-03-1926, p. 8

ULTIMA HORA

En Madrid.- De Gracia y Justicia.- Para depurar responsabilidades en el error judicial de Tres Juncos.

Han marchado a Cuenca, el magistrado del Supremo señor Moreno y Fernández de Rodas y el magistrado inspector don Domingo Cortón, que van designados por el Gobierno para instruir en el expediente que se sigue a fin de depurar las responsabilidades en el error judicial cometido en Tres Juncos.

            LA CORRESPONDENCIA MILITAR, (madrid)

                     Año L, Nº 14.349, 09-03-1926, p. 2

UN ERROR JUDICIAL

Manifestaciones interesantes del juez y del forense que intervinieron en el proceso.

Lo que dice el médico forense.

Un colega publica las manifestaciones hechas por el doctor don Juan Jáuregui, que actuó como forense en el reconocimiento de los cadáveres encontrados en las fosas del cementerio de Osa de la Vega, señaladas por Valero y León como sitio donde enterraron el cadáver de Grimaldos.

-        Cuando yo llegué,  designado  médico  forense  a  Belmonte -dice- hacía dos años que había desaparecido Grimaldos. La desaparición seguía rodeada de gran misterio. El sumario instruido a raíz de ella estaba archivado. El vecindario de Osa de la Vega se resistía a aceptar que hijos del pueblo hubieran cometido el crimen. Siendo yo forense fué destinado juez el señor Isasa, persona de elevada posición social, hijo de don Santos Isasa, que desempeñó altos cargos y que llegó a ser ministro con don Antonio Cánovas del Castillo.

Forastero yo en Belmonte y forastero el juez, más que por la relación que yo tenía con el juzgado como médico forense, una amistad cordial nos unió desde el primer momento. En varias ocasiones hablamos de la desaparición de Grimaldos. Un día, el señor Isasa vino a visitarse y me citó para que compareciera en el Juzgado, pues seguramente iba a tener que practicar algunas diligencias, en las que era necesaria mi presencia. Efectivamente, en el Juzgado me dijo el señor Isasa que se había recibido una denuncia concreta de los padres de Grimaldos; en la que, sobre todo la madre, delataban al juez como su hijo había sido asesinado y señalaba como autores del crimen a Valero y a León.

Al amanecer del día siguiente, y ocultando a todo el mundo nuestra salida, marchamos a Osa de la Vega, donde se detuvo a Valero. Al mismo tiempo se dio orden a la Guardia civil de que detuviera a León, que por aquellos días era peatón entre dos pueblos de la provincia, ajenos al término municipal de Belmonte. Los dos acusados fueron detenidos, e inmediatamente empezó el Juzgado con toda diligencia a indagar la verdad de la denuncia hecha por los padres de Grimaldos.

Algunos días después de la detención de los dos supuestos autores supe que éstos negaban su participación en el hecho, y, al fin, que Valero había declarado. No así León, que continuaba negando.

Requerido por el Juzgado como médico forense, me trasladé de nuevo a Osa de la Vega. En el cementerio del pueblo se constituyó el Juzgado. Los procesados, esposados y custodiados por una pareja de la Guardia civil, entraron con el Juzgado y conmigo en el cementerio. Muchos vecinos de Osa de la Vega entraron también. Valero, una vez en el sagrado recinto, dijo: “Pizca más, pizca menos, aquí está”, y señaló un lugar. Recuerdo las palabras textuales.

Realizadas las excavaciones resultó que el esqueleto encontrado era el de una mujer, enterrada unos veinte años antes.

Valero afirmaba, sin embargo, que allí lo habían enterrado, y sólo ante ni negativa dudó y señaló otros sitios del cementerio, donde se practicaron otras excavaciones; pero rápidamente adquirimos el conocimiento de que el cadáver no había sido enterrado allí.

Días después, Valero declaró que, como todavía estaban en las faenas de agosto y había mucha gente en el campo, tuvieron escondido el cadáver en el pajar de la finca tres días. Una noche lo sacaron y lo llevaron al cementerio. Valero decía:

Yo salté la tapia, y desde arriba eché mi faja. Con ella León ató el cadáver; yo tiré de él desde arriba. León empujaba. Después saltó León la tapia, y entre los dos le enterramos.

               Más tarde, en la finca de El Palomar, la mujer de Valero dijo que el cadáver había sido quemado.

Esto lo ratificó el marido diciendo que las llamas quemaron el cadáver y calcinaron los huesos, y después, con piedras, los machacaron y esparcieron las cenizas por el cañaveral.

 

El juez que instruyó el sumario, estima que en el asunto hay circunstancias extrañas referentes a Grimaldos.

Desde Sevilla comunican que los periodistas han visitado al magistrado de aquella Audiencia don Emilio de Isasa Echenique, que actuó como juez instructor de la causa instruida con motivo de la desaparición de José María Grimaldos.

Solamente ha manifestado que cumplió con su deber.

Estima, sin embargo, que hay circunstancias extrañas en el asunto, sobre todo por lo que respecta a que Grimaldos no se hubiera dado cuenta de que se le suponía víctima de un crimen hallándose en lugares tan próximos a Osa de la Vega.

-        Ocurre en muchos pueblos -agregó el señor Isasa- que hay individuos a quienes se reconoce únicamente por un apodo o mote. En estos casos nada tiene de extraño que no llegue a su conocimiento algún asunto que le interese, pues los convecinos ignoran los apellidos del que se busca. Pero en el caso que nos ocupa no existe esta circunstancia, ya que Grimaldos no tenía mote ni apodo alguno, y todo el mundo le conocía por su nombre y apellidos.

Otras noticias

La Comisión de magistrados en Cuenca

CUENCA, 9.- Han llegado a ésta los magistrados señores Moreno y Fernández y Cortón.

Después de conferenciar con el presidente de la Audiencia, se trasladaron a Belmonte.

            LA CORRESPONDENCIA MILITAR, (madrid)

                     Año L, Nº 14.350, 10-03-1926, p. 6

UN ERROR JUDICIAL

Hoy comparecerán en Belmonte ante el juez especial, los protagonistas de este suceso.

Manifestaciones del señor La Cierva.

A un redactor de nuestro estimado colega “Heraldo de Madrid”, ha manifestado el decano del Colegio de Abogados, señor La Cierva, refiriéndose al supuesto error judicial, que la revisión del sumario es un imperativo de la justicia ineludible.

Diga lo que diga la ley de Enjuiciamiento -dice el señor La Cierva,- no se pude admitir que, conociéndose la inocencia de unos condenados, esa inocencia quede sin proclamarse legalmente.

Sería monstruoso que la ley impusiera a los Tribunales la obligación de cerrar los ojos a la evidencia.

___________________

Dada la importancia de este supuesto error judicial, hoy ha salido para Belmonte y demás poblaciones relacionadas con los protagonistas del suceso que nos ocupa, nuestro querido compañero de Redacción don Joaquín Jover, quien con las dotes de actividad y sagacidad periodística que le caracterizan, informará a nuestros lectores de importantes extremos de esta excepcional información, que constituye, por la forma en que se han desarrollado los hechos, una verdadera y dolorosa novela de la vida.

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Grimaldos escribió una carta

Por diferentes conductos se ha dicho que durante la fatal ausencia de Grimaldos, determinada persona de Tresjuncos recibió una carta del ausente. Tal versión ha circulado de unos a otros, ocasionando comentarios de subido tono entre algunos vecinos de Osa y Tresjuncos. Estos comentarios pudieran, tal vez, plantear un serio problema entre dichos pueblos.

La versión de la carta de Grimaldos viene a confirmar la sospecha, insinuada ya, de que éste supo en alguna ocasión lo ocurrido, y por miedo a la magnitud del drama provocado por él, no quiso regresar a Tresjuncos, como también afianza la idea de que una intención de política rural pudo quizá ocultar la existencia del desaparecido.

Los protagonistas a Belmonte.

Para hoy, miércoles, están citados ante el juez especial, en Belmonte, los tres protagonistas del suceso.

Ayer, pues, León, Valero y Grimaldos salieron de sus respectivos pueblos con dirección a Belmonte, donde pasarán el día a disposición del Juzgado.

            LA CORRESPONDENCIA MILITAR, (madrid)

                     Año L, Nº 14.351, 11-03-1926, p. 6

ANTE UN SUPUESTO ERROR JUDICIAL

El jefe del puesto de la Guardia civil cree que hubo un crimen.

Una nota oficiosa del ministro de Gracia y Justicia.- Hacia la revisión del proceso.- Recordando el sumario.- Lo que dice una hermana de Grimaldos.- Otras noticias.

Una nota oficiosa del Ministerio de Gracia y Justicia.

La Nación publicó anoche la siguiente nota oficiosa del ministro de Gracia y Justicia:

“Soy poco partidario de encuestas, y desde luego de una absoluta falta de práctica en ellas. Por eso, cuando el director de la Agencia Febus me hizo el honor de pedirme ciertas declaraciones relacionadas con el suceso del día, preferí escribir por mi mismo las contestaciones a sus preguntas. Publicó “El Sol” mis respuestas tales como las di. Pues aún así, me han variado muchos periódicos -claro es que sin malicia- el concepto de una muy importante; y eso prueba que de errores no hay nadie libre, y que a la luz del día caen en ellos personas cultísimas ante los propios documentos que los evidencian.

Efectivamente, por casi toda la Prensa diaria se me atribuye haber dicho que hay en la ley de Enjuiciamiento criminal (varios periódicos hablan de la de Enjuiciamiento civil) un artículo que prohíbe (textualmente añaden algunos) la revisión de un proceso cuando el reo esté ya gozando de libertad...

Si yo hubiera dicho tamaño dislate me hubiera visto obligado a plantear una crisis, porque no merecería ser ministro de Gracia y Justicia, ni siquiera hacer sido aprobado en Derecho procesal.

Lo que yo dije textualmente -y exactamente lo reprodujo el director de Febus en “El Sol”- fué lo siguiente:

“En caso de encontrarse viva una persona a quien se consideró muerta violentamente, es de revisión, según el artículo 954 de la ley de Enjuiciamiento criminal, “cuando esté sufriendo condena algún individuo como responsable de aquella muerte”. Dicho así, que es como lo dice la ley, podría sostenerse que no cabe ahora revisión, pues los sentenciados como reos de la muerte de José María Grimaldos no están sufriendo condena, sino que la sufrieron ya. Creo honradamente que esta interpretación literal no debe prosperar. Si el artículo 961 de la ley Procesal faculta la revisión de la causa a instancia de los parientes del reo muerto para rehabilitar la memoria de éste, no hay razón para negar igual rehabilitación a quienes están vivos. Ignoro si lo estimará así el fiscal del Tribunal Supremo y la Sala segunda, a la cual compete la revisión; pero si, fuera preciso, propondré al Gobierno la modificación de los preceptos vigentes, para que no pueda negarse la revisión.”

Como se ve hay bastante diferencia entre lo, que dije y lo que se me atribuye. No he pretendido que rectifiquen los periódicos, porque no quiero serles molesto con manifestaciones mías, pero tanto circula el error, que tampoco debo autorizarlo con mi silencio. Perdóneme “La Nación” si acudo a ella para poner las cosas en claro.

Y vamos a otro punto. Veo con pena que con la tendencia a convertir todo en cuestión de izquierdas y derechas, se inicia -y ya pudiera decir que se mantiene-, una triste discusión sobre quién es el culpable del error cometido. Se apasionan los contendientes de tal modo, que mientras uno atribuye “exclusivamente” el error al Jurado, otro, olvidando que el juicio oral se desarrolla ante el Jurado, dice no saber que ante el Tribunal popular se preste declaración alguna. Si el buen deseo da autoridad, yo rogaría a todos que acallasen pasiones y tendencias, y atendieran con ánimo levantado a procurar que la luz se haga y la verdad resplandezca, a reconocer que a todos nos cabe alguna culpa y a procurar que este triste caso de ahora, tan lamentable y tan lamentado, no se repita.

Por mi parte, espero el resultado, que no se hará esperar, del breve expediente que he ordenado instruir, y no dude nadie de que se hará cuanto pueda hacerse.

Y, por último, conviene en este asunto no afirmar sin conocimiento exacto de los hechos. Acabo de leer en un periódico, con una firma, que yo elogié la honradez profesional “del fiscal que llevó la acusación en la vista y que solicitó la pena de muerte para los procesados”. No fué así; el fiscal, en la vista, no sólo no solicitó la pena de muerte, sino que reformó las conclusiones provisionales del Ministerio público, en el sentido de no ser procedente tal pena.”

No se reunirá el Colegio de Abogados.

El decano del Colegio de Abogados, señor La Cierva, ha negado exactitud al propósito que le atribuía un periódico de la mañana de reunir al Colegio para tratar del error judicial de Tresjuncos.

Las Comisiones marchan a Cuenca.

TARANCÓN, 11.- Las Comisiones siguen recogiendo firmas. Hoy han estado en Villaescusa, y otros pueblos próximos a Belmonte con este fin.

Marcharon después a Cuenca dispuestas a realizar allí las anunciadas diligencias y a salir para Madrid.

El escrito que elevan al Gobierno lleva fecha del día 6 de marzo y contenía hoy multitud de firmas de Osa de la Vega, Tresjuncos y pueblos inmediatos. Se mantiene en él dicha fecha, anterior a la de la disposición en que fué nombrado juez especial.

Recordando los hechos que dieron lugar al sumario.

TARANCÓN, 11.- Se sabe que también fueron encarcelados a raíz de la acusación hecha por la familia del desaparecido, la esposa de Valero y el anciano padre de aquélla. La primera estuvo once días en el calabozo acompañada de una niña de pecho, hija suya. El dolor de oír los lamentos de su marido y de la triste suerte que a éste le auguraban, le produjo tal impresión que se le retiró la leche y su hijita tuvo en grave riesgo su vida.

Respecto al anciano, hubo de ser puesto en libertad cuarenta y ocho horas después de detenido en vista de su estado de salud y de su patente inocencia.

Lo que dice la hermana del pastor Grimaldos.

TARANCÓN, 11.- Desmintiendo el rumor de si el “asesinado” aparecido no sería José María, sino un hermano de éste, ha declarado la hermana de Grimaldos manifestando que los únicos hermanos que ha tenido, aparte de José María, fueron uno llamado Andrés, que sólo vivió tres meses, y otro llamado Urbano, que murió el 8 de agosto de 1918.

Actuación de los Magistrados.

TARANCÓN, 10.- Han llegado a Belmonte el juez especial y el secretario nombrados por disposición del Ministerio de Gracia y Justicia para proceder a las diligencias preliminares preparatorias de la revisión de la causa.

El juez especial se hará cargo del sumario de Osa de la Vega, que se halla intacto tal como fué cerrado al emitirse el fallo.

Están ya citados los tres protagonistas y mañana llegarán a Belmonte para ponerse a disposición del Juzgado.

Los periodistas hablan con el sargento que mandaba en la época en que se instruyó el sumario.

Dicen de Cuenca que los periodistas han conseguido hablar con Juan Taboada Mora, sargento retirado de la Guardia civil que mandaba en la época en que se instruyó el sumario el puesto de Belmonte.

Es sobrino del conocido escritor festivo Luis Taboada; tiene cara enérgica representativa de unos cincuenta y tantos años.

Taboada ha repetido la historia del crimen que contaron los dos procesados a raíz del sumario y ha expresado su opinión en esta forma:

-        Grimaldos podrá vivir o no; eso ya se comprobará... Pero Valero y Sánchez mataron a alguien. Si la víctima no fué Grimaldos, otro será el muerto.

Suscripción en favor de los excarcelados.

TARANCÓN, 11.- Tanto en Tresjuncos como en Osa de la Vega aumentan los donativos para la suscripción en favor de los excarcelados.

Hasta los vecinos de más modesta posición social contribuyen con cantidades a veces superiores a sus medios.

            LA CORRESPONDENCIA MILITAR, (madrid)

                     Año L, Nº 14.352, 12-03-1926, p. 6

ANTE UN SUPUESTO ERROR JUDICIAL

Hoy comienza a incoarse el expediente de probables responsabilidades.

Llegan a Madrid los comisionados, acompañados del excarcelado León Sánchez.- Las gestiones de la Comisión, en Cuenca.- El documento.- Otras informaciones de nuestro enviado especial.

La Correspondencia Militar”, en el lugar del suceso.

Con serenidad deben depurarse los hechos.

La aparición de Grimaldos ha despertado, realmente, en la opinión, interés justificado. Son muchos y muy trascendentales los problemas que plantea este asunto, fecundo para el reportaje.

Dista de la corte unos 150 kilómetros la comarca que concentra estos días el interés de la información sensacional; y al reportero le ha favorecido en esta ocasión la suerte, por la presteza con que ha podido trasladarse a Belmonte, amablemente invitado por el letrado defensor de Valero Contreras.

A don León de las Casas cúmplenos darle las gracias por esta atención, que ha hecho extensiva a nuestro compañero, el redactor gráfico Marín, representado por el infatigable Gerardo Contreras.

Gerardito, como nosotros le llamamos, nos ha acompañado en nuestro rápido viaje; corto de suyo y más corto todavía, para quienes, como nosotros, en estas circunstancias, comentábamos las incidencias del suceso y las múltiples derivaciones del mismo en sus variados aspectos.

Poco más de tres horas habían transcurrido desde nuestra salida de Madrid.

Conocíamos las concienzudas informaciones de la Prensa, los comentarios de toda clase de unos y de otros, el ansia que todos sienten de que se esclarezcan hechos envueltos en sombras misteriosas.., llegábamos al lugar donde decididamente va a ponerse en claro... la emoción crece por momentos en nuestro ánimo.

Gerardo se dispone a registrar con su máquina lo que pueda contribuir a dar mayor orientación al público, enterándole de detalles, de personas, de lugares, del verdadero teatro de los hechos.

El letrado se consagra con solicitud y con minuciosidad a enterarse de los antecedentes que le refiere su defendido.

El reportero quisiera leer en cuantos le saludan, en sus miradas, en sus gestos, en sus actitudes, algo que descorriese el velo misterioso que encubre el asunto; quisiera adivinar por qué se muestran, al presente tan apasionados en favor de León Sánchez y de Gregorio Valero Contreras, los que antes de la aparición de Grimaldos, no dieron muestras de estos nuevos sentimentalismos. Indudablemente, en el sumario depusieron en contra de ellos quienes tal vez al presente acentúan más sus simpatías.

Grimaldos tiene a su favor, sin ningún género de duda, todas las que despierta el hecho de haberle creído víctima de un crimen horrendo; pero su cara, su actitud indecisa, el conjunto de circunstancias personales y de hechos que lo envuelven, desdibujan algún tanto su figura indecisa.

La revisión, efectivamente, se impone. Felizmente incoada, solo siguiéndola paso a paso se puede llegar al esclarecimiento de la verdad, reconstruyendo los hechos, rechazando hipótesis que éstos hagan inadmisibles, sentando las afirmaciones que éstos autoricen con escrupulosidad, tanto mayor cuanto mayores son los errores en que se supone que se incurrió.

La prudencia más elemental aconseja al presente el mayor comedimiento en adelantar juicios y señalar responsabilidades.

Belmonte, 11 marzo.       Joaquín JOVER SOLBES. [9]

Llegan a Madrid los comisionados.

En el correo de Cuenca llegaron ayer a Madrid los comisionados de Osa de la Vega, Tresjuncos y Villaescusa para realizar las diligencias en pro de la rehabilitación de Valero y León.

Integran la Comisión, don Pedro Guerra, don Antonio Gracia, don José María de la Torre, don Felipe León Escobar, don Sixto Ruíz y don Rafael Girón, del pueblo de Osa; don Pedro María Moya, de Tresjuncos, y don Pedro Joaquín Hermosilla, de Villaescusa.

El vecino de Osa de la Vega, don Constantino Ruíz, vino directamente desde aquel pueblo para incorporarse a la Comisión en Madrid. También aquí se unió a ella, don Carlos Jiménez, propietario de Villaescusa, residente en la corte.

También ha venido León Sánchez.

Con su abogado defensor, señor De las Casas, ha venido de Villaescusa uno de los excarcelados.

No había estado nunca en Madrid, y aceptó, complacido, la invitación que el letrado de referencia le hizo.

En un automóvil se trasladaron ambos directamente a la corte desde el pueblo del tan injustamente acusado León.

Hoy pedirán una audiencia al ministro de Gracia y Justicia.

Se propone la Comisión visitar al gobernador de Cuenca, que se encuentra en Madrid, y al obispo de aquella diócesis, que también llegó días atrás a la corte, así como al presidente de la Diputación conquense.

Después, y una vez recogidas sus firmas, pedirán audiencia al ministro de Gracia y Justicia. Si es posible, esta misma tarde visitarán a dicha autoridad para hacerle entrega del escrito.

El documento.

Después se recabaron las firmas del presidente de la Cámara de Comercio y de otras autoridades de la provincia. En ausencia del presidente de la Diputación, que se encontraba en Madrid, fué unido a las firmas de la solicitud el sello de aquella entidad.

En uno de los primeros números donde nos ocupábamos del sensacional asunto de Osa de la Vega anticipamos las conclusiones que van al final del documento en que la comarca protesta enérgicamente contra las injusticias de que Valero y León fueron víctimas.

Consta dicho escrito de varios pliegos a máquina, con artística cubierta en pergamino, donde se lee la siguiente inscripción: “Solicitud que elevan al excelentísimo señor ministro de Gracia y Justicia los pueblos de Osa de la Vega, Tresjuncos, Villaescusa de Haro, El Pedernoso y Belmonte, pidiendo la rehabilitación e indemnización por el Estado a favor de los víctimas Gregorio Valero Contreras y León Sánchez Gascón, supuestos asesinos de José María Grimaldos López.”

Después de la solicitud hay varios pliegos de firmas de los citados pueblos.

Los defensores, a Belmonte. [10]

Los ex condenados Gregorio Valero y León Sánchez han designado como abogados a los señores don León de las Casas y don Conceso Coso, respectivamente.

Estos señores salieron en la madrugada de ayer para Belmonte y Osa de la Vega, con objeto de intervenir en las diligencias judiciales.

(De nuestro enviado especial señor Jover)

Citados para declarar.

BELMONTE, 11.- Han sido citados para declarar mañana ante la Comisión, el sargento Taboada y el guardia que formaba pareja con él, Telesforo Díaz Ortega.

Se desiste de una diligencia.

BELMONTE, 11.- El magistrado señor Moreno y Fernández de Córdoba (Rodas), ha desistido de realizar la inspección ocular en la Venta (Virgen) de la Vega, por estimar que, habiendo sido plenamente confirmada y reconocida la personalidad de Grimaldos, no es necesario reconstruir unos hechos que no pudieron ocurrir.

De todos modos, la Comisión se ha constituido en los pueblos de Tresjuncos y Osa del Valle (de la Vega), donde conferenciaron con las personas que intervinieron en el sumario.

La declaración de los posaderos de Osa del Valle (de la Vega).

BELMONTE, 11.- Como anunciamos, ante la Comisión de magistrados han prestado declaración Pascual Melguizo y Alejandro Córdoba, posaderos de Osa de la Vega que hospedaron a los procesados en concepto de detenidos durante la actuación del Juzgado que los procesó.

Ambos posaderos han referido que, como todos los convecinos creyeron en la culpabilidad de León y Gregorio, pues únicamente oían las referencias que corrían por el pueblo.

León Sánchez, Valero y Grimaldos, declaran ante el juez especial.

BELMONTE, 12.- El miércoles estuvieron en Belmonte y prestaron declaración ante el juez especial que instruye el expediente, León Sánchez, Valero y Grimaldos. Las declaraciones duraron más de cuatro horas, y se refirieron concretamente a la forma en que se desenvolvieron las tareas sumariales que dieron lugar al proceso.

Se celebró un careo entre cada uno de los excarcelados y el oficial del Juzgado que actuó en aquel sumario a las órdenes del señor Isasa Echenique, y que actualmente desempeña, con carácter de interino, el cargo de secretario judicial. Este es el señor Figueroa.

Al principio negó todos los hechos que León y Valero referían; pero envuelto en preguntas por el juez, acabó contradiciéndose y afirmando en algunos extremos que seguramente han de tener importancia suma en estas diligencias. Grimaldos compareció como tal José María Grimaldos, comprobada ya su identidad satisfactoriamente.

_______________    _____________________________________ 

Legítimamente deseosos de dar a nuestros lectores información directa de cuanto se relaciona con el interesante suceso del supuesto error judicial de Osa de la Vega, con nuestro redactor señor Jover, ha ido también a dicho pueblo y Belmonte nuestro informador gráfico señor Marín, del cual hemos recibido una amplia información fotográfica, que comenzamos a publicar en este número. 

                                                                                                     

Declaraciones y exhortos.

BELMONTE, 12.- A las diez de la mañana se constituyó en el juzgado la Comisión de magistrados, declarando el guardia Telesforo Díaz Ortega, que estaba de puesto cuando los sucesos.

Acerca de esta declaración se guardó absoluta reserva, si bien ha podido averiguarse que, entre otras manifestaciones, hizo la de que no intervino directamente y que no recuerda ningún detalle, a causa del tiempo transcurrido.

Poco después declaró también el ex guardia Juan Mena, hoy labrador del pueblo Las Mesas, y que conoce el suceso por referencias, pues sirvió en el puesto referido dos años después de ocurrir el suceso.

Se han dirigido exhortos telegráficamente ordenando la comparecencia del juez don Isasa Echenique, así como la del ex teniente de la línea don Gregorio Regidor y del sargento Taboada.

Mañana prestarán declaración los familiares de León y Gregorio, y hoy se ha comenzado el expediente de depuración de los hechos, dándose por conclusas la identificación del pastor Grimaldos. Igualmente ha sido comprobado que la Benemérita hizo multitud de gestiones para averiguar el paradero de la presunta víctima, quedando ya desmentido el rumor que ha circulado de que se le vio dos días después en lugar próximo al del suceso.

EN OSA DE LA VEGA

Trabajos de la Comisión de magistrados.

BELMONTE, 12.- A última hora de la tarde de ayer tuve ocasión de trasladarme a Osa de la Vega, donde se encontraba la Comisión de magistrados nombrados especialmente para depurar los hechos anómalos acaecidos en este suceso.

Ante el digno magistrado del Tribunal Supremo, señor Moreno y Fernández de Córdoba (Rodas), depusieron diversas personas de la localidad, que intervinieron más o menos directamente en las diligencias judiciales instruidas a raíz de desarrollarse los hechos por los cuales fueron encarcelados León Sánchez y Gregorio Varela.

Como las diligencias tienen carácter de sumariales, la reserva es absoluta, pero ha pesar de ello, creemos poder afirmar que ante la Comisión instructora se han manifestado diversos vecinos en el sentido de corroborar en todo las manifestaciones que hicieron al juez de instrucción, señor Escribano, acerca de la personalidad de José María Grimaldos. Por tanto, resulta evidente y a satisfacción de las autoridades, demostrado que José María Grimaldos es realmente la presunta víctima, siendo inadmisibles las hipótesis que hasta aquí han circulado.

¿Fue visto Grimaldos dos días después de ocurrir el supuesto crimen?

BELMONTE, 12.- Circula insistentemente el rumor por Osa de la Vega, que dos días después de denunciarse al desaparición del pastor Grimaldos, éste fue visto por diversas personas en diversos lugares comarcales a este pueblo.

Este extremo ha llamado la atención del señor Moreno y Fernández de Córdoba (Rodas), el cual se propone comprobarlo inmediatamente, por ser de gran utilidad para el esclarecimiento de los hechos.

OTRAS NOTICIAS

La actividad de un juez. [11]

BELMONTE, 12.- Hemos podido comprobar la actividad desplegada por el juez de Instrucción de este distrito, don Teófilo Escribano Quintanilla, para comprobar la personalidad de José María Grimaldos.

La enormísima labor desarrollada por el señor Escribano Quintanilla ha culminado en el máximo de rendimiento, habiendo incoado un expediente cuya tramitación ha durado cuarenta y ocho horas, y que consta de 315 folios.

El diligente señor juez ha merecido por su trabajo, la calurosa felicitación del magistrado instructor señor Moreno y Fernández de Córdoba (Rodas).

Joaquín JOVER

            LA CORRESPONDENCIA MILITAR, (madrid)

                     Año L, Nº 14.353, 13-03-1926, p. 6

ANTE UN SUPUESTO ERROR JUDICIAL

Continúan los trabajos de la Comisión especial para llegar al esclarecimiento de los hechos.

Los comisionados de Osa de la Vega visitan al ministro de Gracia y Justicia.- Una comparecencia de interés.- Otras noticias de nuestro enviado especial.

LA CORRESPONDENCIA MILITAR EN BELMONTE”

ANTE LA EVIDENCIA DE UN ERROR JUDICIAL

Figuras de este proceso.- Don Teófilo Escribano Quintanilla, juez instructor del expediente de identificación de “El Cepa” [12]

La identificación de José María Grimaldos, “El Cepa”, es la base fundamental informativa en este asunto que justamente despierta vivísimo interés entre profesionales y profanos.

Con las formalidades del procedimiento judicial Español, por la muerte comprobada, documentada y testificada de Grimaldos “El Cepa”, fueron condenados a presidio en pasados años y milagrosamente librados del patíbulo, según declaraciones publicadas en la Prensa por el letrado defensor señor Garrido, los hoy ex condenados Gregorio Valero y León Sánchez. Si “El Cepa” de hoy es “El Cepa” de entonces, el error es innegable.

La identificación de Grimaldos, base primera para enjuiciar es ya un hecho. “El Cepa” no fué muerto, ni fueron quemados sus huesos, ni fueron devoradas sus carnes, ni debieron, por tanto, ser condenados por la muerte de “El Cepa” los que han expiado en un presidio un crimen que no cometieron.

“El Cepa” vive. Su vida real está ya plenamente demostrada con toda suerte de contrastación legal. El error judicial innegable ya, en el proceso de antaño, permite enjuiciar hogaño sobre base sólida, jurídica y legalmente.

Don Teófilo Escribano Quintanilla, juez instructor de Belmonte, ha puesto de manifiesto la realidad del error judicial de antes y la verdad judicial de ahora:

-         “Mi posición, -dice- me impide aventurar juicios. Es asunto de la justicia y deseo que esta resplandezca. Llevo pocos días en este Juzgado y espero ser trasladado uno de estos días a la provincia de Jaén.”

Es el señor Escribano Quintanilla la primera autoridad que ha intervenido incoando el expediente de identificación personal de “El Cepa”. Su labor merece elogios; la Comisión de magistrados la aplaude sin regateos, mostrándose satisfecha por la orientación del trabajo de investigación y por la luz que arroja en un asunto que envuelven muchas sombras. La Comisión ha felicitado efusivamente al actual juez de Belmonte por la instrucción del expediente de identificación de Grimaldos. En cuarenta y ocho horas se han practicado bajo la dirección del señor Escribano las actuaciones que constan de ciento quince folios; en ellas han depuesto numerosos testigos de calidad, y en ellas figura la ficha antropométrica confeccionada por el forense, en la cual consta el ángulo mentoniano de Grimaldos y su talla física comparada con la que dio en el sorteo del servicio militar. Gracias a lo ya actuado, se facilita la difícil y ardua labor de la Comisión. Tiene esta para la suya base segura; la efectividad del error judicial.

Decir error no es decir prevaricación; y esto es lo primero que debe adelantar y adelanta el cronista, orientador antes que nada de juicios particulares que engendran el colectivo de la opinión. Así lo declaramos en descargo de nuestro profesional deber y también de ulteriores responsabilidades en asunto que en su actual estado abre a ellas amplio margen.

Si por la muerte de “El Cepa” fueron a presidio dos desgraciados ciudadanos españoles, la identificación judicial de “El Cepa” plantea evidentemente el asunto en el plano trascendental de las garantías y seguridades ciudadanas de mucha mayor importancia que el de la condena concreta de Gregorio Valero y León Sánchez y de la consiguiente incumplida reparación que a estos se les debe. El porque del error y el cerrar herméticamente la puerta a la posibilidad de semejantes fallos, constituye interés vital para la justicia social y para la tranquilidad ciudadana.

En el caso Grimaldos, el Tribunal sentenciador fué mixto. En la sentencia manifiestamente viciada de error intervinieron el Tribunal de hecho y el de derecho; los magistrados de la Audiencia de Cuenca y el Jurado y a la actuación de éstos, había precedido lógica y legalmente la del Juzgado instructor del Belmonte, desempeñando a la sazón por el prestigioso juez señor Isasa. La labor, por tanto, de la Comisión, es soberanamente ímproba; porque el caso Grimaldos afecta en toda su integridad a las actuaciones judiciales de instrucción del sumario de celebración de la vista del proceso en juicio oral ante la Audiencia. Es un caso de interés supremo para la defensa de la actuación judicial en el orden penal, en toda su amplitud, porque evidenciado el error, lo difícil es sorprenderlo en la complicada red de actuaciones practicadas en el sumario que entonces se instruyó en las declaraciones de testigos, evidentemente falsearon los hechos por móviles que se desconocen..., en todo lo que en suma, convierte el caso Grimaldos en una novela.

“El Cepa”, que es el protagonista, llena a todos de asombro con su aparición; pero “El Cepa” aún después de todas las garantías de la identificación judicial de su persona, es un hombre de mentalidad tan escasa, es un hombre de aspecto tan marcadamente de idiota, de tan tardo desarrollo mental, que deja en el ánimo la sensación de un cretinismo en ciernes...

Aparece de repente, cuando nadie sospecha siquiera, que pueda vivir; pero Grimaldos no aporta con su aparición otros esclarecimientos al asunto. Arroja el rayo de luz que descubre la inocencia de los ex condenados por la muerte de “El Cepa”, que revela que hubo error en aquel proceso..., pero la mentalidad, nada envidiable, diríase que más bien agranda la confusión, porque al aparecer se constituye en factor negativo para el esclarecimiento del mismo error, que positivamente afirma que existió. Su manifiesta idiotez convierte su aparición en una mueca sarcástica, que es la que crea en realidad la situación en extremo difícil para cuantos intervinieron hace años en el caso Grimaldos.

Belmonte, 12.    Joaquín JOVER

Los comisionados de Osa de la Vega, son recibidos por el ministro de Gracia y Justicia.

La Comisión del pueblo de Osa de la Vega, que se encuentra en Madrid, visitó ayer tarde al ministro de Gracia y Justicia.

Forman aquellas los vecinos don Carlos Girón, don Felipe León, don Pedro Guerra, don Antonio Gracia, don Pedro Joaquín Hermosilla, don Francisco Sánchez, don Pedro María Moya, don Sixto Ruíz y don Juan María de la Torre. Con la Comisión iba León Sánchez, uno de los que fueron condenados.

Entregaron al señor Ponte los comisionados una solicitud, en representación de los pueblos de Osa, Tresjuncos, Villaescusa, El Pedernoso y Belmonte de Cuenca, pidiendo la rehabilitación de Gregorio Valero y León Sánchez, condenados por asesinato, y cuya inocencia está plenamente demostrada.

Se pide en la instancia que los inocentes sean rehabilitados y se les conceda una indemnización civil. Otras peticiones se formulan, que hace innecesaria la apertura del expediente ordenado por el ministro de Gracia y Justicia, tales como la designación de un juez especial.

Los comisionados oyeron de labios del ministro la afirmación de que su acto era completamente estéril, puesto que el Gobierno se había adelantado a sus deseos y la acción de investigación y depuración de los hechos estaba iniciada. Añadió que el expediente tiene por objeto, no sólo, comprobar la existencia del individuo que se supuso asesinado, sino depurar la conducta de cuantos intervinieron en el proceso, con cuyo proceder el Gobierno, no sólo ha evidenciado su propósito revisionista, sino el de sancionar las responsabilidades que pudieran derivarse del expediente.

Respecto a la indemnización civil, el ministro de Gracia y Justicia entiende que es preciso esperar la resolución de los Tribunales para ver si se está en el caso del artículo tercero de la ley de 7 de agosto de 1899, debida a la iniciativa del señor Azcárate, única en que se declara la responsabilidad civil subsidiaria del Estado.

El señor Ponte dedicó grandes elogios a la personalidad del señor Moreno, magistrado del Supremo encargado de la instrucción del expediente, persona de gran prestigio, rectitud y ecuanimidad.

Una comparecencia de interés.

Se espera que sea llamado por el Juzgado especial que entiende en la revisión de la causa el que actuó como secretario judicial en la instrucción del sumario, don Manuel Rodríguez de Vera, cuya intervención en el procesamiento de los supuestos asesinos, fué, al decir de los vecinos de Osa de la Vega y Tresjuncos, decisiva.

No saben nuestros informadores si continúa perteneciendo al Cuerpo judicial o no; pero suponen que de cualquier modo será requerido a prestar declaración ante el Juzgado especial.

Lo que dice León Sánchez del primer juez instructor.

De don Antonio Rodríguez González dice uno de los inocentes condenados, cómo su actuación fué la de un funcionario respetuoso con los derechos ciudadanos, que no tuvo ni asomos de molestia para ellos y cumplió la ley.

León Sánchez da las gracias al señor La Cierva. [13]

Ayer, al salir del Tribunal Supremo el decano del ilustre Colegio de Abogados, don Juan de la Cierva, le fué presentado el ex penado inocente León Sánchez por el abogado de éste León de las Casas, que iba, a requerimiento de su cliente, a dar las gracias al señor La Cierva por su adhesión a la revisión del proceso; opinión que por el cargo desde que fué manifestada y por el decidido apoyo prestado a los deseos de la Comisión de estos hijos de Cuenca, Sánchez y Valero, ha tenido el unánime agradecimiento de aquella provincia. Singularmente, León Sánchez, que había leído en el “Heraldo de Madrid” la noticia, hizo presente a su abogado los deseos de hacer llegar al decano del Colegio de Madrid la expresión de su gratitud. El señor La Cierva acogió cariñosamente al antes procesado, interesándose por las incidencias de la causa y manifestándole su confianza en que sería reivindicada totalmente su buena fama en la opinión, pues la justicia -le dijo-, tarde o temprano, es lo único que prevalece. Le exhortó a que conservase sus esperanzas, en que los Tribunales rectificarán su error y prosperarían cuantos recursos con arreglo a Derecho fueran utilizados al amparo de nuestras leyes, eficaz garantía de los que han padecido arbitrarias persecuciones.

El ex penado quedó muy agradecido al señor La Cierva por sus manifestaciones.

 (De nuestro enviado especial señor Jover)

Actuaciones judiciales.

BELMONTE, 13.- En la tarde de ayer continuó la Comisión especial sus trabajos para llegar al esclarecimiento de los hechos.

Después de prestadas las declaraciones por el guardia Telesforo Díaz Ortega y por el ex guardia Juan Mena, el juez especial, señor Moreno y Fernández de Córdoba (Rodas), ordenó se celebrase un careo entre ambos, para esclarecer algunos puntos relacionados con el servicio prestado por ambos en aquella época.

Parece ser que de este careo se desprende que el ex guardia Mena prestaba servicio en el puesto de Belmonte, al que le corresponde la demarcación de Osa de la Vega, desde ocho días después de incoarse las primeras diligencias contra los procesados Sánchez y Valero, y no a los dos años, como se dijo primeramente.

También se ha puesto en claro que Mena no era bien visto entre sus compañeros por su manera de ser, lo que comprueba el hecho de que, a consecuencia de una irregularidad cometida por él, fuese expulsado del Cuerpo hace unos cinco años.

Declaraciones y careos.

BELMONTE, 13.- Esta mañana prestó declaración ante la Comisión investigadora, el sargento retirado de la Benemérita, Taboada.

Después se verificó un careo entre éste y los guardias civiles Telesforo Díaz, Olegario García y el posadero Pascual Melguizo.

También prestó declaración el médico forense que intervino en los hechos.

La Comisión investigadora trabaja con gran actividad.

BELMONTE, 13.- La Comisión investigadora que preside el magistrado señor Moreno, trabaja con gran actividad. En breve se trasladará a Madrid para tomar declaración al juez señor Isasa Echenique.

Hablando con uno que fué acusado como cómplice y con la hermana de Grimaldos.- Un anónimo que anuncia que vivía el pastor asesinado.

BELMONTE, 13.- Nuevamente he estado en Osa de la Vega y Tresjuncos; conversé con el vecino de Osa, León Lorca, cuñado del excarcelado Valero León.

Lorca me dijo que fué detenido como presunto cómplice y estuvo en la cárcel diez y seis días, siendo puesto en libertad porque nada se demostró de la participación que le atribuían.

En Tresjuncos hablé con María Santos, hermana de Grimaldos; ésta me dijo que hace seis años recibió una carta anónima fechada en el pueblo de Mira, en la que le decían que vivía su hermano; por no llevar ninguna firma la carta, no dio importancia a lo que le notificaban.

Se trata de rivalidades políticas.

BELMONTE, 13.- La impresión que he recogido en estos pueblos, es que el origen de la denuncia fué motivado por rivalidades políticas, siendo sorprendida la buena fe de las autoridades y de la Benemérita.

Joaquín JOVER

            LA CORRESPONDENCIA MILITAR, (madrid)

                     Año L, Nº 14.354, 15-03-1926, p. 6

ANTE LA EVIDENCIA DE UN ERROR JUDICIAL

Importantes manifestaciones del sargento Taboada.

La Comisión depuradora de los hechos dará en breve por conclusa su actuación en Belmonte y regresará a Madrid para continuar los trabajos. Otras noticias de nuestro enviado especial. [14]

FIGURAS DE ESTE PROCESO

El magistrado del Supremo, señor Moreno y Fernández de Córdoba (Rodas), y el inspector de Tribunales señor Cortón.

Forman estos señores la Comisión nombrada por el ministro de Gracia y Justicia, para instruir las diligencias y actuaciones conducentes a la revisión de la sentencia condenatoria de Gregorio y León, ex homicidas de “El Cepa” a quien evidentemente no pudieron aquellos matar, por la sencilla razón de que vive.

La aparición de “El Cepa” entrañaba como exigencia primera ineludible y perentoria el nombramiento de la Comisión depuradora de hechos y posibles responsabilidades. El ministro de Gracia y Justicia, lo comprendió así y al elogio que justamente merece por la presteza que se dio en nombrarla debe de añadirse el que también es justo tributarle por el acierto en la designación de las personas. El señor Moreno y Fernández de Córdoba (Rodas) y el señor Cortón, son prestigios sólidos en el mundo de la judicatura.

La realidad es que “El Cepa” vive, impone como supuesto lógico indestructible la realidad de un sumario instruido sin base sólida. “El Cepa” con su identificación judicial, es la burla más sangrienta del aparatoso formulismo de un sumario acusado de sarcástica mueca, con bárbara ironía de falsedad.

El solo hecho de vivir “El Cepa” demuestra que aquel sumario fué construido sobre arena, con materiales inconsistentes, con urdimbre artificial, con encadenamiento de errores y que partiendo del inicial de la supuesta muerte de “El Cepa” condujo a la bárbara y criminal condena de los que no pudieron matar a quien vive.

¿Es posible confeccionar un sumario de ésta índole dentro de los moldes procesales que marcan las leyes de enjuiciamiento?

Profundo conocedor de ellas el actual magistrado del Supremo, señor Moreno y Fernández de Córdoba (Rodas), su personalidad constituye garantía segura de conseguir el difícil esclarecimiento de la verdad de todo lo que entonces ocurrió.

Es actualmente el magistrado más joven del Supremo, y ha llegado a serlo plenamente adiestrado en la función judicial después de desempeñar durante cinco años el cargo de juez instructor en Madrid y más tarde el de fiscal. Es recto, es probo, es competente. Era el llamado a desentrañar una trama urdida y amañada con contextura de legalidad, pero evidentemente contra justicia.

Su ardua labor lucha con toda suerte de dificultades. En el sumario asoma por todas partes la novela y en todos sus episodios domina la tragedia. La personalidad de “El Cepa”, primera víctima presunta, resulta que se ausentó de Tresjuncos... porque quiso, porque un buen día se le ocurrió hacerlo, sin que nadie pueda inculparle que lo hiciese sin pregonarlo... se fué sin que se enterasen de que se había ido. El puede que lo ignore, porque no le está permitido presumir de sabio, pero el Código y las leyes españolas le autorizan en todo a marcharse como se marchó y a que nadie pudiera refutarle por muerto hasta transcurrido el plazo de ausencia que la ley señala para fundamentar la presunción legal de muerte.

El cretino Grimaldos, no es un auxiliar del señor Moreno y Fernández de Córdoba (Rodas); es más bien, la esfinge impenetrable que agrava la dificultad de descifrar las innegables anomalías del proceso.

Las víctimas efectivas, dignas justamente de compasión, acreedora de inaplazable rehabilitación con las consiguientes indemnizaciones, ex condenados y ex homicidas y ex presidiarios Gregorio y León tampoco son, si bien se considera, auxiliares de valía para el señor Moreno. Confesaron, evidentemente, un crimen que no habían cometido, pero su testimonio fué falso; la existencia de “El Cepa” lo comprueba.

¿Por qué se abrieron voluntariamente las puertas del presidio?

El jefe de la prisión de Belmonte, que los tuvo a su cuidado durante cinco años los premió por su comportamiento y depositó plena confianza en su honradez, haciéndolos llaveros de la cárcel y del rastrillo... Lejos de creerse víctimas de la presión de los poderosos, recuerdan con gratitud que el señor Cervantes, diputado a Cortes por el distrito de Tarancón, escribió a los encargados de la custodia recomendándoles tratasen bien a Gregorio y a León, porque eran dos buenos muchachos. La inocencia que sobre ellos arroja la resurrección del muerto civilmente aumenta la consiguiente y natural simpatía hacia ellos.

Gregorio y León víctimas efectivas del evidente error judicial son evidentemente más que auxiliares del señor Moreno en su misión depuradora, la esfinge más impenetrable aún que la de “El Cepa” que condensa nuevas sombras de misterio en torno del sumario.

Las diligencias y actuaciones de éste, se practicaron todas por orden especial del juez instructor señor Isasa y todas a presencia de éste. Las víctimas efectivas Gregorio y León lo pregonan así; León Lorca, cuñado de Gregorio lo manifiesta igualmente; Dolores, la mujer de Gregorio, llevada y traída de Osa a Belmonte y de Belmonte a Osa, con la hijita que estaba criando también manifiesta que en todas las actuaciones era, como procedía, la orden del juez que las ordenaba y era su presencia la que las autorizaba. La instrucción del sumario y su desenvolvimiento procesal con plenitud de actuación íntegra del juez señor Isasa aumenta, en realidad, más todavía, la dificultad de la labor del señor Moreno y Fernández de Córdoba (Rodas); debió ser un sumario pletórico de escrupulosidad legal desenvuelto en ambiente incompatible con sombra de alguna ilegalidad y menos de fantasías y tópicas coacciones, porque ¿como puede admitirse la posibilidad siquiera de anormalidad en el procedimiento ni de ilegalidad en sus trámites, si todo, absolutamente todo, se hizo por orden expresa del señor Isasa y se ejecutó en su presencia?

Hay que reconocer que la Comisión depuradora lucha en su misión con el máximo de dificultades.

Tan discreta como justamente lo da a entender el señor Moreno al encerrarse en un mutismo que le honra, ante nuestros insistentes requerimientos.

-        “No puedo opinar -dice-; mi deber es velar por el prestigio judicial. Sin prueba palpable debo creer, como creo, que los funcionarios cumplieron con su deber. No creo en intervención alguna directa de la política. Precisamente el juez instructor señor Isasa, hijo del prestigioso magistrado y ex ministro don Santos, que fué diputado a Cortes por Córdoba con los señores Sánchez Guerra y Barroso, más, que otro cualquiera llevaba sólo con su nombre la seguridad plenísima de que aquel sumario estaba de suyo inmunizado en todos sus folios de la más mínima influencia y ambiente político.”

Así lo cree el cronista, y así lo consigna al presente, aunque no desconoce la proverbial ligereza de enjuiciar característica de los pueblos. Su impresionabilidad imaginativa es materia apta para fantasías tópicas.

Lo cierto es que “El Cepa” desapareció, que su tío, Manuel Grimaldos, protegido de Ernesto y Santos del Val, ricos hacendados de Tresjuncos, de influencia positiva en la localidad, instó se practicasen averiguaciones para saber que había sido de su sobrino “El Cepa”. Pero todo esto es muy natural. Dos mujeres aseguraron haber visto entrar a “El Cepa” en el palomar y haber visto salir de éste a Gregorio y a León; pero “El Cepa” jura y perjura que no entró jamás en el Palomar, y los encargados de los baños de la Celadilla afirman que vieron a “El Cepa”, dos días después.

A base de esto se incoó sumario. Habían mediado poco más de dos años ante diligencias judiciales, a raíz de la desaparición de Grimaldos. Es de suponer que con motivo de las nuevamente instruidas se desempolvasen las primeras. Se completó el sumario y se dio el proceso en juicio por jurados.

Materia es esta que pide ampliación y que no hemos de regatear.

Osa de la Vega, 13 de marzo de 1926.

El sargento Taboada rectifica las informaciones recientemente publicadas.

Había dado por terminada su labor del día la Comisión depuradora de los hechos acaecidos en Osa de la Vega, cuando tras los magistrados abandonaba el destartalado caserón en que está situado el Juzgado de Instrucción de Belmonte y me dirigía hacia la irregular plaza Mayor del pueblo.

En ella, rodeado de vecinos del pueblo, estaba el sargento Taboada.

Su figura de hombre recio, moreno, de pobladas cejas y abundante y espeso bigote, destacaba sobre todos.

A pesar de vestir de paisano, por hallarse retirado, no puede negar que perteneció a la Benemérita Institución. En su apostura, en su porte, se aprecia la marcialidad característica en los individuos que la forman.

Nos acercamos a él. Queríamos hablarle; desentrañar, al poder ser, el misterio que gira en derredor de su persona.

Pero él, receloso, al enterarse de que era periodista, rechazó con energía nuestras pretensiones.

No quería hablar. Lo hizo en Cuenca y le duele que sus declaraciones no hayan sido bien interpretadas.

Le hicimos ver que nuestra misión es informar al público, valiéndonos de todos aquellos medios que a nuestro alcance se presenten y aliándonos, las más de las veces, con la audacia. El temor de los unos al revelarnos sus pensamientos, la inseguridad de los otros al hacernos sus afirmaciones, hacen que con frecuencia la interpretación de sus palabras sea equivocada, y el periodista es el menos culpable de estas equivocaciones.

En las incidencias de la conversación, supo que representaba a LA CORRESPONDENCIA MILITAR y el sargento Taboada varió de pensar e incluso de expresión.

-        Me alegro mucho -nos dijo- que represente usted a LA CORRESPONDENCIA MILITAR- y a ella, por su mediación, quiero hacer unas manifestaciones que me interesan para desvirtuar las informaciones que vienen publicándose estos días.

Yo hablé en Cuenca con algunos periodistas, pero mis palabras fueron mal interpretadas. No dije que de no ser Grimaldos el muerto otro lo sería. No pude decir eso, pues de pensarlo así sería con algún fundamento y no lo tengo; de tenerlo lo hubiese manifestado a las autoridades.

Sé cuál es mi deber como militar y como ciudadano y quiero que LA CORRESPONDENCIA MILITAR sea la que rectifique esas afirmaciones puestas en mi boca y que yo no hice.

Me limité -continuó diciendo- a facilitar a los periodistas de periódicos locales y les hice ver en la imposibilidad en que me hallaba de decirles nada, mientras no compareciese ante la Comisión depuradora.

Créame, me apena el verme envuelto en este sumario, pero estoy tranquilo. En aquella ocasión, como en tantas otras en que por razón de mi cargo intervine, creo haber cumplido con mi deber.

Amo a la Guardia civil; me honro de haber pertenecido a ella, y creo firmemente que hice cuanto pude para hacerme digno del uniforme que durante tantos años vestí.

Siento no ser más explícito con usted. Ante los señores magistrados declaré cuanto debía, pero de mi declaración no puedo decir nada; es preciso respetar el secreto del sumario.

Al despedirse de nosotros, insistió en sus deseos de aclarar sus manifestaciones de Cuenca. Ni dije, ni autoricé para que dijesen nada.

Con estas palabras dio por terminada nuestra conversación, y volvióse a reunir con los numerosos amigos con que cuenta, que hacen resaltar las muchas simpatías que Taboada tiene en Belmonte.

Belmonte, 14 marzo.      Joaquín JOVER SOLBES

*  *   

LO QUE DICE EL ABOGADO DE LEÓN SÁNCHEZ

Trámite que ha de seguir el recurso de casación. Las causas criminales y de responsabilidad civil a que dará lugar.

Sin hablar, por ahora, de responsabilidades, por ser el momento inoportuno, el letrado que dirige la representación de León Sánchez, opina como su compañero, el abogado de Gregorio Valero, que tampoco es ocasión de promover el recurso de revisión, a pesar de que tienen con la confianza de sus clientes la autorización para hacerlo seguidamente.

Habiendo iniciado el señor ministro de Gracia y Justicia, con urgencia que le honra, un expediente para promover de oficio dicho recurso, que a su vez podía también deducir el señor fiscal del Supremo, cree que de ese expediente resultarán cargos concretos, mereciéndole absoluta confianza la actuación del señor magistrado del Tribunal Supremo, encargado de la depuración previa, a ella se atienen, por ahora. Significan también su aplauso, aunque poco valga al juez instructor de Belmonte, don Teófilo Escribano, que ha comprobado, con toda diligencia, la identificación de la personalidad de Grimaldos.

Aunque sea innecesario, declaran estos abogados, su plenísima fe en el Tribunal Supremo de Justicia, y en la Sala segunda que preside el competente jurisconsulto señor Zabala, y hacen pública esta exaltación de creencia en la toga en estos momentos en que habría sobrados motivos de otro orden para dudar de ella.

Una vez revisada la sentencia y declarada la inculpabilidad de León Sánchez y Gregorio Valero, sin duda también de oficio, quizá antes, se instruyan los oportunos sumarios contra aquellos que estén en el caso de indiciariamente merecer responsabilidades por su actuación en el proceso revisado.

Y entonces, no serán remisos los abogados que representan a los condenados injustamente en exigir las responsabilidades civiles a los declarados criminalmente culpables, subsidiariamente en todo caso al Estado, a tenor del artículo tercero de la ley de 7 de agosto de 1899.

Madrid, 13 de marzo de 1926

Licenciado León DE LAS CASAS

* * *

(De nuestro enviado especial señor Jover.)

Últimos trabajos de la Comisión depuradora en Belmonte.

BELMONTE, 13.- El magistrado señor Moreno y Fernández de Córdoba (Rodas) dará por conclusa su misión en ésta tan pronto regresen de Madrid y declaren ante él algunos de los miembros que componen la Comisión que se encuentra en la corte, visitando al ministro de Gracia y Justicia.

El señor Moreno manifestó que siente deseos de venir a Madrid, donde su ausencia acumula trabajo a sus compañeros de Sala y a la vez -añadió- la presencia en la corte del señor Cortón es necesaria, pues su misión delicada de inspector de Tribunales así lo requiere.

La Comisión depuradora se propone estar de regreso en Madrid el martes o miércoles de la próxima semana para continuar allí su actuación y tomar declaración al magistrado señor Isasa, que actuó de juez instructor.

Joaquín JOVER

            LA CORRESPONDENCIA MILITAR, (madrid)

                     Año L, Nº 14.355, 16-03-1926, p. 6

EL ERROR JUDICIAL DE OSA DE LA VEGA

En breve dará comienzo en Madrid la segunda etapa de la labor de la Comisión depuradora.

Últimas actuaciones en Belmonte.- El probable regreso de la Comisión a Madrid.- Otras noticias de nuestro enviado especial. [15]

Ante la segunda etapa de la labor de la Comisión investigadora.

Llega a su fin la labor de la Comisión depuradora en Belmonte.

Esta ha sido ardua y fructífera. Seguros estamos de que el digno magistrado que la preside don Manuel Moreno y Fernández de Córdoba (Rodas), cuando regresó a Madrid, para dar comienzo a la segunda etapa de su labor, trae ya un ajustado criterio de lo sucedido en Osa de la Vega.

Su discreto proceder, que elogiamos, entorpece la difícil labor del informador. Su mutismo impide que podamos adelantar nada acerca de lo actuado.

Pero como fruto de nuestro trabajo, podemos adelantar que la parte difícil de la actuación de la Comisión depuradora está ya vencida.

Comprobada la personalidad de “El Cepa”, es evidente el error.

Elementos de juicio suficientes debe tener el señor Moreno para prejuzgar el origen de éste.

Los testigos ahora y los ex procesados antes, en sus declaraciones, deben haber aportado suficientes luces al nuevo sumario.

La clara inteligencia del mencionado magistrado, su rectitud y su reconocida competencia, son factores de los cuales se espera que en breve quedara aclarado este asunto que tanto ha conmovido a la opinión.

La primera etapa de la labor de la Comisión ha terminado.

A la actividad desplegada por el señor Moreno, hay que añadir el apoyo que le han prestado el inspector de Tribunales, señor Cortón; el actual juez de Belmonte, señor Escribano, y el oficial del Juzgado, señor Torremocha. Todos ellos se han hecho dignos de elogios, los que seguramente no les regatearán la opinión.

La segunda etapa del sumario ha de desarrollarse en Madrid, y allí no será más que complemento de la labor realizada en la primera.

Es de esperar que en plazo breve, más aún de lo que hubimos de presumir cuando vimos la diligencia con que obró el ministro de Gracia y Justicia, don Galo Ponte, al nombrar la Comisión investigadora, le será entregado a éste el informe fruto de estos trabajos.

Belmonte, marzo, 1926.      Joaquín JOVER SOLBES

* * *

(De nuestro enviado especial señor Jover.)

La Comisión de Osa de la Vega, en Belmonte.

BELMONTE, 16.- En un automóvil procedente de Alcázar de San Juan llegaron los comisionados que fueron a Madrid para entregar al ministro de Gracia y Justicia el escrito pidiendo la rehabilitación de los supuestos asesinos de Grimaldos.

León Sánchez, que regresó con los comisionados, compareció ante el magistrado del Supremo señor Moreno y Fernández de Córdoba (Rodas), ampliando la declaración que prestó días antes.

Otras diligencias.

BELMONTE, 16.- Ante la Comisión depuradora han comparecido el alcalde y otras personalidades de Osa de la Vega, que no pudieron hacerlo antes por encontrarse en Madrid.

Estas diligencias no tienen otra finalidad que ampliar las que dichos señores prestaron ante el juez señor Escribano.

Regreso de la Comisión depuradora.

BELMONTE, 16.- La Comisión depuradora se propone regresar a Madrid mañana, miércoles, dando por conclusa su actuación en Belmonte.

El magistrado señor Moreno y Fernández de Córdoba (Rodas) se propone continuar la instrucción de las diligencias en Madrid, donde es de suponer que el sábado preste declaración el juez que instruyó el sumario, señor Isasa Echenique.

LA CORRESPONDENCIA MILITAR EN BELMONTE

BELMONTE, 16.- En la localidad y en los pueblos de Osa de la Vega y Tresjuncos es esperado diariamente el correo con gran impaciencia para leer las noticias que publica la Prensa, relacionadas con el suceso.

El paquete de LA CORRESPONDENCIA MILITAR es arrebatado de manos de los vendedores, siendo favorablemente comentada la amplia información que publica dicho diario.

            LA CORRESPONDENCIA MILITAR, (madrid)

                     Año L, Nº 14.356, 17-03-1926, p. 6

EL SUCESO DE OSA DE LA VEGA

Se confirman las manifestaciones que el ex sargento Taboada hizo a “La Correspondencia Militar”.

El ex sargento no culpó a nadie.

El abogado defensor del ex procesado Gregorio Valero, don Conceso Coso Langa, en unas declaraciones hechas a un periodista en Cuenca, ha negado que rectifique unas supuestas declaraciones publicadas por su colega de Madrid y atribuidas al sargento Taboada.

-        El ex sargento Taboada -dice- no acusa a Gregorio y a León de la muerte de nadie; desmiente sus supuestas declaraciones, que dice se le han atribuido. Por esto no hemos intentado el procedimiento contra él, que en otro caso hubiésemos ya incoado.

También en Belmonte, el juez especial señor Moreno y Fernández de Córdoba (Rodas), ha desmentido oficialmente dichas declaraciones, remitiendo al periódico una comunicación en tal sentido.

Las manifestaciones a que nos referimos fueron desmentidas por el sargento Taboada en unas declaraciones que en Belmonte hizo a nuestro enviado especial, señor Jover, y que fueron publicadas en nuestro número del lunes.

El ex procesado Valero, en Cuenca.

CUENCA, 17.- Acompañado de su abogado defensor, don Conceso Coso, ha llegado a esta ciudad Gregorio Valero, uno de los excarcelados de Osa de la Vega.

Visitaron al gobernador civil y a las demás autoridades, recabando su concurrencia para la suscripción organizada por la Diputación provincial y el Ayuntamiento en favor de los infortunados reos.

Por la noche asistieron al teatro Cervantes. El público, que se percató inmediatamente de la presencia de Valero en la sala, prorrumpió en aplausos.

El señor Coso regresa hoy a Belmonte con su defendido, proponiéndose salir para Madrid el día 18.

El señor Coso regresará a Cuenca en compañía del abogado defensor de León Sánchez, señor de Las Casas.

Grimaldos hizo otra escapada hace años.

Se recuerda que “el Cepa” desapareció otra vez de Tresjuncos.

Salió un día con el pretexto de acarrear agua de un pozo próximo que abastece al pueblo, y no regresó hasta tres días después, sin dar razones de su extraña conducta a los que le interrogaron.

La aplicación de Valero en el penal de San Miguel de los Reyes.

Así como León Sánchez aprendió en el penal el oficio de zapatero a la perfección, Gregorio Valero aprendió a leer y escribir rápidamente, y tres o cuatro oficios de diversa condición, que hoy está en caso de ejercer si quiere.

Valero, que había estado delicado de salud durante unos días, se muestra muy animoso.- Febus

            LA CORRESPONDENCIA MILITAR, (madrid)

                     Año L, Nº 14.357, 18-03-1926, p. 6

EL SUCESO DE OSA DE LA VEGA

Hoy ha comenzado a actuar en Madrid la Comisión depuradora.

El procurador de León Sánchez ha elevado un escrito al ministro de Gracia y Justicia solicitando la revisión.- Los errores judiciales de Belmonte y Cuenca.- Otras noticias.

ACLARANDO HECHOS

Hubo error y grave en el sumario de instrucción y lo hubo también y muy grave en la vista del proceso en juicio oral ante la Audiencia de Cuenca.

A uno y otro error aludimos expresamente en nuestra información postal fechada en Tresjuncos el 12 y publicada en nuestra (ilegible) del sábado 13. La existencia de “El Cepa” revela innegable error en el sumario incoado por el juez señor Isasa y en la sentencia condenatoria dictada por la Audiencia.

Por la índole de procedimiento judicial español, uno y otro error reclaman consideración aparte; ambos errores expresan en sus posibles careos especiales y distintos aspectos de observación y análisis porque son muy diferentes las funciones judiciales del juez instructor del sumario, con amplitud de actuación (ilegible), y las de los Tribunales mixtos de jueces de hecho y de derecho, donde el Jurado (ilegible) pudiera decirse (ilegible), les encasilla en la rigidez del articulado legal.

Es por esto por lo que, como ampliación a nuestras intervenciones postales fechadas el 13 en Osa de la Vega y publicadas el 15, las (ilegible) hay en su desdoble (ilegible) y lógico; esto es; Belmonte y Cuenca o sumario y juicio oral.

Al (ilegible) el origen, causa o motivo del error judicial, hay que enjuiciar a Isasa de que se incurrió en el error en la segunda instrucción del sumario, se había diligenciado el número 94 del juzgado de Belmonte. En 1913 se elabora el (ilegible) al abrirse el juicio en la Audiencia de Cuenca. El señor presidente de ésta lo remitió a Belmonte junto con el rollo de la causa que es el número 775 de 1910, para ser incorporado al expediente instruido por el magistrado señor Moreno, a los efectos que señala la Real orden del ministerio de Gracia y Justicia; esto es; comprobar la existencia de José María Grimaldos, (ilegible) quizá se supuso muerto violentamente en causa seguida por el Juzgado de Belmonte.., y los motivos por los cuales los reos Gregorio Valero y León Sánchez, que fueron condenados como responsables de la muerte de José María Grimaldos comparezcan (ilegible) en el sumario como en el juicio oral haber ejecutado aquella.

Este sumario alcanzó publicidad al abrirse el juicio oral en la Audiencia. Se instruyó por denuncia de Manuel Grimaldos, los padres de Grimaldos y el cuñado de Manuel, llamado Jorge.

Con referencia al mismo, ha divulgado la prensa que los dos pueblos de Tresjuncos y Osa de la Vega acusaban a los pastores Valero y León; que éstos se acusaban el uno al otro..., que si la confesión de los procesados había precedido la enorme coacción moral que (ilegible) de dos pueblos (ilegible) contra la impunidad. (ilegible) en estos casos la (ilegible) pasional, el (ilegible), la cruel inducción para que se haga “cantar” a los criminales.

Estamos perfectamente de acuerdo. Es la impresión amarga de una realidad tristísima que se apodera del ánimo al visitar los lugares del suceso; es la impresión que flota en el ambiente de la comarca donde se ejerció la acusación, -que no hay que confundir con la violencia- donde se hizo “cantar” a los criminales. Debemos consignarlo así porque así es como lo recoge el espíritu sereno al reconocer en visita de escrutadora observación los pueblos de Belmonte, Tresjuncos, Osa de la Vega y Villaescusa. Así debió ser, por desgracia, y así habrá podido contrastarlo con minuciosidad en la labor procesal inquisitiva el inteligente y probo magistrado del Supremo.

El secreto impenetrable de las actuaciones del señor Moreno y Fernández de Rodas no consiente adelantar juicios sobre las causas concretas que originaron tan grave error sumarial.

Sin embargo, oyendo a los pueblos teatro de los sucesos, a quienes los vivieron en sus detalles y en sus diversas fases, se necesita tener el oído muy duro para no percibir ecos de antagonismos históricos de pueblos que, desgraciadamente, han producido en muchos casos grandes extravíos de la opinión popular, conduciéndola a lamentables excesos. Tresjuncos y Osa de la Vega son pueblos antitéticos. Pertenecen a una misma circunscripción, pero sus ideales, marcadamente opuestos, pudieron ahondar en las luchas electorales cada vez más sus antagonismos y su separación.

Las discusiones de actas de nuestras Cortes ofrecen, por desgracia, sobrados ejemplos de los extravíos a que han conducido a los pueblos enconadas luchas electorales. Sin participación alguna de los protagonistas de ellas, esterilizando hasta en ocasiones esfuerzos heroicos de los candidatos noble y honradamente empeñados en evitarlos, se produjeron... y Tresjuncos, pueblo de Grimaldos, y Osa de la Vega, pueblo de los inocentes, padecieron el encono de aquellas luchas. ¿Quien sabe si en ellas hubo germen de aquel movimiento pasional o si fueron ellas conductoras del extravío?

Recogemos sólo impresiones que están en el ambiente de la comarca, lo que en ellas se respira, se oye y se masca. No aseguraríamos, ni aun ante la evidencia, que sea esa la causa del error sumarial, porque precisamente el sumario tiene por timonel a quien por cultura y superioridad de espíritu debe conocer tales apasionamientos.

El caso del señor Isasa, como hemos expresamente consignado, es de los que no admiten lugar a duda; estaba plenamente inmunizado de todo asomo de coacción. Pero bien seguros estamos que ante movimientos y estados pasionales de pueblos de encontrados ideales políticos, como los de Tresjuncos y Osa de la Vega, convendrá el señor Isasa con nosotros en que no puede entonces esperarse justicia del pueblo, porque como dice Guizot, “entre la política y la justicia, toda la inteligencia es corruptora; toda conducta es pestilente”.

¿Hubo algo de esto, efectivamente, en las declaraciones del caso Grimaldos?

Esperemos el fallo de la revisión.

Joaquín JOVER SOLBES

 

* * * 

El juez especial, en Madrid.

Se encuentra en Madrid, de regreso de Belmonte, la Comisión de magistrados nombrada por el ministro de Gracia y Justicia para depurar los hechos ocurridos en Osa de la Vega.

El juez especial señor Moreno, cambió impresiones con el ministro, y hoy mismo reanudó sus funciones en el Palacio de Justicia.

Como es sabido, recibirá todavía varias declaraciones, entre ellas la del juez instructor que fué de Belmonte, don Emilio Isasa Echenique; la del secretario, don Manuel Rodríguez de Vera, la del teniente de la Guardia civil, jefe de línea, don Gregorio Regidor; la del forense, don Juan Jáuregui, y la de los que fueron defensores de León Sánchez y Gregorio Valero, don Leopoldo Garrido y don Enrique Álvarez de Neira, respectivamente.

Terminada esta labor, el señor Moreno enviará las diligencias, con el correspondiente informe, al ministro de Gracia y Justicia, quién los trasladará, una vez examinadas, a la sala segunda del Tribunal Supremo, para la vista de la revisión de la causa.

Pidiendo la revisión de la causa.

El procurador don Mariano Martín Chico ha presentado hoy al ministro de Gracia y Justicia el siguiente escrito:

“Excelentísimo señor ministro de Gracia y Justicia.

Excelentísimo señor: Don J. Mariano Martín Chico, procurador de los Tribunales y mandatario de don León Sánchez Gascón, según escritura de poder otorgada el 13 de los corrientes ante el notario de esta corte don Cándido Casanueva, con el número 609, del protocolo corriente, cuya primera copia, bastanteada de oficio, acompaña, haciendo constar que está expedida en 16 del mes actual, y que confiere mandato general y especial para gestionar la revisión de la causa en que mi cliente fué condenado por el supuesto delito de homicidio, sumario 94 de 1910, de Belmonte, ante vuecencia comparece, y con todo respeto expone:

Que en virtud del expresado sumario, por la desaparición de José María Grimaldos, del pueblo de Osa de la Vega, del partido judicial de Belmonte, provincia de Cuenca, ocurrida el año 1910, en el mes de agosto, día no determinado con exactitud, se formó causa, y el año 1913, después de haber sido sobreseída en 1911 por la Audiencia de lo criminal de Cuenca, dictándose por el Tribunal de Derecho, después del veredicto condenatorio del Juzgado, sentencia contra mi cliente y otro, que previamente habían sido procesados por el juez instructor de Belmonte, que abrió por segunda vez el sumario antes numerado.

A consecuencia del auto de procesamiento sufrió mi cliente prisión preventiva durante varios años; en virtud de la sentencia condenatoria estuvo sufriendo condena en el presidio de Cartagena, también durante varios años.

Recientemente, excelentísimo señor, ha aparecido el mismo José María Grimaldos, vecino de Osa de la Vega, cuyo homicidio supuesto era el delito que persiguió el juez instructor de Belmonte y castigó la Audiencia de Cuenca.

V. E. Dictó el 7 de los corrientes la Real orden mandando instruir un expediente para depurar responsabilidades, a los efectos del artículo 956 de la ley de Enjuiciamiento criminal. Siempre será un título de honor para V. E., esa disposición y la rapidez con que fue acordada. Por ello, como mandato expresamente recibido, he de significar a V. E., la gratitud de León Sánchez Gascón.

Determinase en dicha Real orden que se faciliten al magistrado instructor nombrado, don Manuel Moreno y Fernández de Córdoba (Rodas), cuantos antecedentes solicite de los funcionarios del Poder judicial. En observancia de ello están en sus manos el sumario de 1910, continuando en 1913, y el rollo de Sala número 765, de los mismos años, de la Audiencia de Cuenca.

Es fácilmente comprensible que habiéndose dispuesto también por vuecencia que ese expediente tenga en su instrucción el carácter de sumarial para ejercitar en nombre de mi poderdante el recurso de revisión, que en principio el propio Ministerio estima oportuno, y que precede a virtud del artículo 954 de la ley de Enjuiciamiento criminal, nos sea menester el conocimiento completo del sumario y rollo antes expresado.

En el artículo 955 de la misma ley dícese que tal recurso podrán promoverlo “los penados”, y comoquiera que mi cliente, don León Sánchez, en la actualidad figura como tal y su nombre inscrito en el correspondiente registro alentado además por declaraciones públicas de V. E., sobre la interpretación de la legalidad vigente, hago uso, en nombre de mi mandante, del derecho que se consigna en la última citada disposición, acudiendo a V. E., por medio de esta solicitud.

Comoquiera que el expediente del artículo 956 ha sido promovido de oficio, para usar del derecho que el artículo 955 estatuye a favor de don León Sánchez Gascón, y con el propósito de concretar los números en que hallar fundamento al recurso de los del artículo 954, aparte el número segundo, y para precisar el alcance del tercero, reformado por la ley de 7 de agosto de 1899, nos interesa ser parte en dicho expediente, así como el conocimiento de los aludidos sumario y rollo, que no pueden mantener el carácter de secretos, ya que a la causa puso término en juicio público, sentencia que es firme.

Suplico a V. E., por lo expuesto motivadamente, que tenga promovida la instancia de la revisión de la sentencia condenatoria en causa expresada a nombre del penado León Sánchez Gascón, mi mandante; que en el expediente que para ello se instruyó se me tenga por parte, que se me permita el conocimiento de los sumario y rollo de la expresada causa, en poder del magistrado instructor, que se ordene se me expidan las certificaciones que con mérito a ellas he de pedir y fueren de dar. Todo en justicia. Madrid 7 de marzo de 1926.”

Las primeras diligencias en Madrid.

Esta mañana, a las doce, se ha constituido en el Palacio de Justicia, en el local destinado a Inspección de Tribunales, el juez especial, señor Moreno y Fernández de Rodas, con el secretario don Domingo Cortón, prestando ante ellos declaración el ex médico forense de Belmonte, don Juan Jáuregui.

El señor Jáuregui manifestó ante la Comisión su actuación en el sumario.

Parece ser que dicho señor, relató algunas de las diligencias sumariales en lo que, por razón de su cargo, hubo de intervenir y manifestó que de todas ellas certificó en conciencia lo que creía.

Cuando se procedió a la exhumación de cadáveres en el cementerio de Osa de la Vega, por haber declarado los inculpados que habían enterrado allí a Grimaldos, él en el reconocimiento que hizo, no apreció a cadáver alguno señales de violencia ni muestra alguna de herida o lesión. Como asimismo la fecha de enterramiento no coincidía con lo que los por entonces procesados declaraban.

Así lo hizo ver al juez, señor Isasa.

Mañana continuará el juez especial las diligencias empezadas hoy.

Grimaldos, al pueblo de su novia.

CUENCA, 17.- José María Grimaldos ha marchado a Mira, pueblo donde reside su amante.

Parece dispuesto a contraer matrimonio con ella, según ha dicho reiteradamente, y a trasladarla con sus dos hijos a Tresjuncos, su pueblo natal.

    HERALDO DE MADRID, año XXXVI,

          nº 12.522, 20-03-1926,  p. 3

EL ERROR JUDICIAL DE BELMONTE

El Juez especial continuó esta mañana sus diligencias.

Declara el teniente de la Guardia civil Sr. Regidor.

Esta mañana continuó sus diligencias el juez especial, magistrado del Supremo, Sr. Moreno, encargado, como se sabe, de instruir el expediente por la desaparición del pastor Grimaldos.

Ante él prestó declaración el teniente de la Guardia civil, retirado, D. Gregorio Regidor, que era, como se ha dicho, el que mandaba la línea e intervino directamente en las actuaciones realizadas.

La declaración ha sido muy extensa e interesante. Como es natural, de ella se guarda gran reserva y sólo sabemos que tiene gran interés dentro del expediente que se está tramitando.

El lunes continuará su trabajo el magistrado Sr. Moreno, citando a declarar a otras personas.

Sabemos que el último que prestará declaración será el juez Sr. Isasa Echenique.

Una conversación con el teniente Sr. Regidor.- “Su actuación se limitó a auxiliar a la Justicia.”

En un modesto pisito de la calle de Embajadores vive, en unión de su esposa y de sus hijos el teniente de la Guardia civil, retirado, señor Regidor.

En su domicilio nos damos a conocer y le exponemos el objeto de nuestra visita.

Amablemente accede a ello. Es don Gregorio Regidor hombre, a pesar de sus sesenta años, fuerte y enérgico. Viste traje negro y en su rostro rasurado, surcado por ligeras arrugas, se observa al luchador, y acusa en él toda una vida de trabajos, de emociones y de fatigas.

-   He recibido -nos dice- una verdadera sorpresa con todo lo sucedido. Al cabo de los años... ¿Quién lo iba a decir? Puede usted tener por seguro que he sido y soy uno de los primeros en lamentarme de lo ocurrido y en sentir una verdadera pena que esos infelices hayan estado en presidio siendo inocentes; pero también he de advertirle que en lo que a mi intervención se refiere tengo la conciencia tranquila de que no hice nada más que cumplir con mi deber.

-    ¿Y su actuación?

-  Se limitó a auxiliar a la Justicia en todo momento. Fíjese bien en esto. Mi actuación quedó sólo limitada a auxiliar a la Justicia en todo momento.

Hay unos instantes de pausa, en los que el Sr. Regidor parece evocar el recuerdo triste de aquellos días.

-    ¿Cuanto tiempo lleva usted retirado? -le preguntamos.

-  Diez años. He servido en el instituto treinta, y entré de simple guardia.

-    ¿Ascendió usted pronto?

-  Con relativa rapidez. He llegado hasta primer teniente y en mi hoja de servicios sólo tengo, por fortuna, notas favorables, lo que demuestra que siempre fui un exacto cumplidor de mi deber. Esa hoja, mejor que nadie, puede hablarle a usted de mi conducta intachable. Ahora vivo retirado con mi señora y mis hijos en este hogar tranquilo.

Vuelve el Sr. Regidor a hablar del suceso.

-    ¿A qué atribuye usted todo lo ocurrido? -preguntamos.

-  A la actuación en masa que les hizo todo el pueblo de Tresjuncos y muchos vecinos de Osa de la Vega. Créame usted que muchos de los que ahora claman por esos inocentes en aquella ocasión pedían a grandes voces justicia y el encarcelamiento de los culpables. En varias ocasiones me vi precisado a echar mano de varias parejas de la Guardia civil para mantener el orden del vecindario indignado contra los “asesinos”. En este ambiente tuvo que trabajar el juez y tuvimos que trabajar todas las autoridades. El error ha existido; pero más que judicial puede decirse que fué error de todo el pueblo, cuyos vecinos no se vieron tranquilos hasta el día de la reconstrucción del “crimen”, en el que León y Gregorio confesaron ante todo el vecindario cómo habían matado a Grimaldos.

-  ¿Ha sido muy extensa la declaración que han prestado ustedes hoy ante el juez especial?

- Ha durado hora y media, y en ella he relatado todo lo que yo hice con las fuerzas a mis órdenes para auxiliar a la justicia.

(Noticias anteriores, en cuarta plana.)

     HERALDO DE MADRID, año XXXVI,

           nº 12.522, 20-03-1926,  p. 4

EL SUCESO DEL PASTOR GRIMALDOS

Interesantes manifestaciones del abogado de León Sánchez.

Ossorio y Gallardo dice que es inútil hacer de este asunto pleito de derechas e izquierdas.

LA CORUÑA, 19.- El letrado don Enrique Álvarez Neira, que representó al procesado León Sánchez cuando se vio la causa ante la Audiencia de Cuenca, ejerce en la actualidad el cargo de abogado del Estado en la Delegación de Hacienda de La Coruña.

El Sr. Álvarez Neira, interrogado por los periodistas, ha dicho que la Magistratura procedió entonces influenciada por la creencia, que era general en los pueblos de la comarca, de que Valero y Sánchez eran los asesinos del pastor Grimaldos, a pesar de que en el sumario no había sino indicios que no llegaban, ni remotamente, a constituir una abrumadora prueba.

Momentos antes de comenzar la vista el abogado defensor de Sánchez renunció a representar a éste, y el Sr. Álvarez Neira intervino porque nadie quiso subir a estrados en lugar de aquel.

El presidente de la Sala decidió aplazar la vista para el próximo cuatrimestre; pero, en vista de la excitación de ánimos entre los vecinos de la comarca, volvió sobre su acuerdo y dispuso que se celebrara el juicio oral al siguiente día.

Recuerda el Sr. Álvarez Neira que el público se aglomeró en las inmediaciones de la Audiencia y pidió a voces un castigo ejemplar para los procesados. ¡Al patíbulo, al patíbulo! -decían-.

El defensor de Sánchez sólo tuvo el sumario en su poder durante unas horas. Sin embargo, recuerda que había en el sumario un plano en colores señalando la situación de los pueblos de Tresjuncos y Osa de la Vega con la casita donde se suponía que los criminales esperaron a Grimaldos para asesinarle.

Visitó el Sr. Álvarez Neira a los procesados la noche anterior, y tanto León como Gregorio negaron con firmeza toda participación en el delito.

El fiscal, Sr. Sánchez Vera, convencido por la argumentación de las defensas, modificó sus conclusiones y calificó el hecho como constitutivo de un delito de homicidio con agravantes.

-        Presentía yo tan claro -ha añadido el Sr. Álvarez Neira- el error judicial que, después de relatar la prueba testifical y la documental, dejando limpios de cargos a los procesados, leí al Jurado párrafos de la obra de Dorado Montero en que se discurre sobre las posibilidades de errores judiciales. Releída ahora esta obra parece expresamente escrita para este caso.

La modificación de conclusiones hecha por el fiscal produjo en el público pésimo efecto, y hubo nuevas voces y protestas.

-        Si la Audiencia hubiera absuelto a León y a Valero -ha agregado- el gentío hubiera asaltado la Audiencia. Bajo esta presión fué fallada la causa.

León no cesó de llorar durante todo el tiempo que duró la vista, y aún después de condenado hacía protestas de inocencia.

El Sr. Álvarez Neira se abstuvo de decir nada sobre las causas que obligaron a Valero y Sánchez a imaginar la leyenda del asesinato.

-        Sería oportuno -dijo- en estos momentos hablar de los aportadores de pruebas a la segunda parte del sumario.

El crimen de todos.

BURGOS, 19.- Acerca del error judicial de Osa de la Vega el Sr. Ossorio y Gallardo ha dicho que ese error podía llamarse como una famosa comedia de Federico Oliver: “El crimen de todos”.

Es inútil -añadió- que cada cual busque el modo de descargar su responsabilidad sobre el vecino y que se haga de eso un pleito de derechas e izquierdas.

* * * 

El redactor del HERALDO señor Morena y el sargento Taboada.

La verdad por delante.

Recibimos la siguiente carta:

-        “Cuenca, 17 de marzo de 1926.

Señor director de HERALDO DE MADRID.

Muy señor mío: Le ruego la publicación de la presente en el periódico de su digna dirección para desmentir de una manera rotunda y terminante la manifestación que por el Sr. Morena, redactor del HERALDO, se me atribuye con motivo del suceso de Osa de la Vega, de que si Sánchez y Valero no mataron a Grimaldos habrá sido a otro.

Cuando me requirió dicho señor para que le diera detalles de este suceso por mi actuación entonces como sargento de la Guardia civil me limité a contestarle que nada podía decir.

El Sr. Morena así lo ha confirmado recientemente ante mí y en presencia de respetables personas en el pueblo de Belmonte, atribuyendo la manifestación publicada e inexacta a un error en la redacción del citado periódico madrileño.

Le anticipa las gracias, y tiene sumo gusto de ofrecerse de usted afectísimo seguro servidor, que su mano estrecha. Juan Taboada Mora.”

* * *

-    “Señor director de HERALDO DE MADRID.

Mi querido director: Noblemente, generosamente, piadosamente he guardado silencio ante las rectificaciones, más o menos oficiosas, que han ido apareciendo en los periódicos a la conversación que sostuve en su casa de Cuenca con el sargento retirado de la Guardia civil Juan Taboada Mora. Me prometí solemnemente guardar silencio en tanto que Taboada no desmintiera el contenido de mi información por escrito. Lo ha hecho, al fin, y ya no puedo ni debo callar.

Taboada dijo -si otra vez tuviese que hablar con este hombre me haría acompañar por un notario- que tenía el convencimiento firme, inquebrantable, de que Valero y Sánchez habían cometido un crimen. “Si no mataron a José María Grimaldos -añadió- dieron muerte a otra persona.”

Yo le repuse:

¿Pero es que desapareció por entonces algún otro vecino de estos pueblos?

ESTE NÚMERO HA SIDO VISADO POR LA CENSURA

- No -respondióme- pero por Osa de la Vega y Tresjuncos desfilan muchos tratantes de ganado, y uno de estos tratantes pudo ser la víctima.

Ahora, Taboada piensa y dice otra cosa.

Lo único que hay de cierto en su queja es que no me autorizó para hacer públicas sus manifestaciones. “En este instante -me dijo- no puedo ni debo hablar de este asunto. Esperemos a ver cómo se desenvuelven las cosas.

Conste que, al recoger las manifestaciones de Taboada, lo hice en cumplimiento de un deber informativo.

En Belmonte no sucedió lo que refiere Taboada. Este apeló al caballero, y el caballero dijo: “Yo declaro que no me autorizó usted para publicar sus manifestaciones. Así lo hice constar en una crónica postal que remití al HERALDO, y que no se publicó, sin duda por apremios de espacio.”

Muchas gracias, señor director, por la publicación de esta carta de su afectísimo amigo y subordinado, Federico Morena.”

* * *

      HERALDO DE MADRID, año XXXVI,

            nº 12.524, 23-03-1926,  p. 2

EL SUCESO DEL PASTOR GRIMALDOS

Los inculpados piden la revisión de la causa.

Actuación de los abogados de León y Gregorio.

Un escrito al ministro.

El procurador Sr. Guisasola ha presentado ayer en el ministerio de Gracia y Justicia el siguiente escrito de revisión de causa.

“Excelentísimo señor ministro de Gracia y justicia.

Excelentísimo Señor:

Don…, procurador de los Tribunales y de Gregorio Valero Contreras, con cédula personal corriente, según escritura de mandato, cuya primera copia debidamente bastanteada acompaño a condición devolutiva y reseño a ese objeto al pie de este escrito, ante V. E. digo respetuosamente:

Que me adhiero a la petición formulada por el procurador Martín Chico a nombre de León Sánchez Gascón, en la solicitud deducida ante V. E., el día 17 de los corrientes sobre revisión de sentencia dictada en causa criminal por homicidio del vecino de Osa de la Vega José María Grimaldos López, en atención a haberse demostrado que éste vivía y a estar condenado por el supuesto delito mi cliente, actualmente en libertad condicional.

Poco o nada tendría que agregar a cuanto mi compañero ha manifestado a V. E. a nombre de su patrocinado, ya que las citas legales en virtud de las que esta instancia se produce son las mismas; una misma la causa de pedir la revisión y unos los hechos que la motivan. León Sánchez y Gregorio Valero fueron procesados conjuntamente, conjuntamente condenados, y al propio tiempo, aunque en distintos establecimientos penitenciarios, sufrieron ambos la pena de prisión que les fue impuesta. Para que la igualdad de mayor realce al error judicial de Belmonte, la resignación y la ejemplar conducta de los inocentes en pareja: fueron modelo de presidiarios. ¡Cómo que eran hombres buenos!

Pero al invocar como fundamento de esta demanda un apoyo legal, séanos lícito insistir hoy -más enterados cada día de la causa de la injusta condena-, no sólo en el número segundo del artículo 954 de la ley de Enjuiciamiento criminal, sino en el número tercero de la propia disposición, reformada por la ley de 7 de agosto de 1899, llamada de Azcárate.

(Hay treinta renglones en blanco censurados)

(Hay cinco renglones ilegibles)

Comoquiera excelentísimo señor, que cuantos antecedentes oficiales (nos referimos a los judiciales) obran en manos del señor magistrado instructor designado por real orden de 7 del actual, nos es indispensable el conocimiento de los mismos, al efecto de promover el antejuicio a que se refiere el artículo 757 de la ley de Enjuiciamiento criminal y para dar debido cumplimiento a los artículos siguientes, todos del título segundo, libro cuarto de la misma.

Por eso muy especialmente insistimos en la súplica que con mérito a estos extremos contiene el escrito de 17 del actual, suscrito por la representación de León Sánchez.

Bien se nos alcanza que ante el Tribunal Sentenciador podríamos acudir y aun ante el mismo que haya de conocer de ulteriores procedimientos; pero hay una realidad: la real orden reciente, generosamente dictada por V. E., que habrá de hacer, estamos seguros de ello, compatibles las medidas adoptadas para una más pronta depuración de responsabilidades en beneficio principalmente de la administración de justicia con el ejercicio legítimo y urgente de los derechos de los ciudadanos que han padecido, dicho sea con todos los respetos, una (ilegible) y anómala persecución, con daño en sus personas y perjuicios evidentes para sus intereses y bienes.

Por todo lo expuesto.

SUPLICA a V. E. el procurador que suscribe, en nombre de su cliente Gregorio Valero Contreras, y a su súplica se adhiere el letrado que autoriza conmigo este escrito-instancia, que se tenga por interesada la del actual pidió León Sánchez Gascón; que igualmente se acceda al conocimiento del sumario y rollo de 1910-13 del Juzgado de Belmonte, número 94, y de la Audiencia de Cuenca, número 765; que se le estime parte en el expediente gubernativo que se tramita, en atención a la reforma que en el número tercero del artículo 954 de la ley de Procedimiento introdujo la ley de 7 de agosto de 1899 (hay cuatro renglones y medio ilegibles)

Todo en estrictos términos de derecho. Es justicia.

Otrosí digo: Que el poder acompañado por primera copia fue otorgado en Mota del Cuervo, del partido de Belmonte, por ante el notario D. Balbino López Bouzas, del Colegio de Albacete, a favor de procuradores, en 15 de marzo actual y con mandato general para pleitos y causas por mi cliente D. Gregorio Valero Contreras. La primera copia es de fecha 18 del actual y va legalizada.

Suplico por hechas estas manifestaciones al objeto, de su devolución para usos procesales y urgentes.

Madrid, 22 de marzo de 1926.”

Otra petición.

También ha sido solicitado del ministro se facilite a los abogados representantes de los inocentes la historia penal de éstos en Belmonte, Cuenca, Cartagena y San Miguel de los Reyes.

      HERALDO DE MADRID, año XXXVI,

             nº 12.525, 24-03-1926,  p. 4

EL SUCESO DEL PASTOR GRIMALDOS

Oficialmente consta que José María estuvo en los baños de la Celadilla después de haber sido “asesinado”.

La familia de Grimaldos iba a ejercer la Acusación particular.

BELMONTE, 23.- Dicen del Pedernoso que D. Toribio Heras, juez municipal que era de este pueblo en el año 1910, recuerda, según ha manifestado al abogado de Gregorio Valero, Sr. Coso, y al cura párroco D. Dionisio Langa, que recibió del juez de instrucción de Belmonte, D. Antonio Rodríguez y González, una orden dimanante del sumario 94 de dicho año por desaparición de José María Grimaldos de su pueblo, Osa de la Vega, para que practicase una información sobre si había pasado José María por El Pedernoso y si había estado en los baños de La Celadilla, que están situados en el término del Juzgado municipal.

D. Toribio Heras practicó la diligencia, como se le mandaba, personalmente, pues además se lo había interesado el juez de instrucción en particular con gran empeño. Se hizo acompañar por el alguacil y dos guardias municipales. En La Celadilla, Petra Algaba, dueña de los baños, y Bienvenido García, criado o encargado del establecimiento manifestaron al juez que un tal José María, pastor, cuyo apellido desconocían, estuvo tres días en los baños (el 21 que llegó, y los días 22 y 23) y de allí se marchó a una finca, según dijo, de D. José María Perona, con el fin de colocarse en ella como zagal.

Devolvió el juez municipal la orden diligenciada con este informe al juez de instrucción, y a los pocos días recibió nueva comunicación del Juzgado de Belmonte para citar a Bienvenido y a Petra, que sabe fueron a declarar. Después ya no supo más, pues al año siguiente cesó en el cargo.

Hay la creencia de que en 1913 estas citas no fueron evacuadas porque contradecían totalmente la confesión, según era público en estos pueblos, de que mataron a Grimaldos el día 21.

El juez municipal del Pedernoso en 1910, D. Toribio Heras, no fué llamado a declarar ante el magistrado instructor, Sr. Moreno y Fernández de Rodas.

Coinciden sus manifestaciones, que son de un extraordinario interés, y se conocen debido a la conversación que tuvo con el abogado de Gregorio Valero, con las del esposo de doña Petra Algaba, D. Vicente Moreno, y con las del médico, que también habló con el referido letrado en Santa María de los Llanos.

El dueño actual de los baños de La Celadilla, D. Vicente Moreno, confirma las manifestaciones hechas al abogado D. Conceso Coso con respecto a lo que le había dicho su mujer, Petra Algaba, recordando que al hacerse pública la desaparición y supuesta muerte de Grimaldos, su esposa le dijo textualmente esta palabras: “Si sería aquel pastorcejo que estuvo allí”, refiriéndose a los baños de La Celadilla y a un tal José María, que por los días 22 y 23 de agosto de 1910 los estuvo tomando hasta que se sintió indispuesto.

Añade que cree que su esposa fué a Belmonte a declarar, y sin duda no la admitieron en el Juzgado cuando no aparece su declaración, y que todo esto lo ha manifestado al magistrado del Supremo recientemente.

Lo que dice la madre de León Sánchez.

BELMONTE, 23.- La madre de León Sánchez ha manifestado que yendo a los baños de La Celadilla cuando ya estaban presos en Belmonte León y Gregorio, al enterarse de que José María Grimaldos había pasado por allí días después del supuesto asesinato, fué al Juzgado para hacerlo constar, y le manifestaron que no se podía ver al juez, y ante su insistencia, que ya no se admitían más declaraciones.

Son muy comentadas estas noticias, que permiten asegurar que en Belmonte se conoció la existencia del Grimaldos con posterioridad al momento en que se le suponía muerto violentamente.

La familia de Grimaldos, ¿iba a acusar?

BELMONTE, 23.- En 1913 los familiares de José María Grimaldos, y aún quizá el pueblo de Tresjuncos, pensaron en ejercitar la acusación particular y tal vez pública contra los vecinos de Osa de la Vega que aparecían procesados por asesinato y robo, León Sánchez y Gregorio Valero.

Hubo dificultades, porque el abogado de Cuenca a quien hablaron exigía una determinada cantidad, y aún da la enemiga entre los pueblos de Osa de la Vega y Tresjuncos, no se decidió la corporación municipal de éste último pueblo a personarse en la causa; pero sí tuvo en apoyo de sus pretensiones acusatorias el decidido influjo del diputado por el distrito, don Francisco Martínez Contreras, que “activó” la tramitación del sumario.

La familia de José María Grimaldos quizá cambió luego de opinión cuando años más tarde recibió noticias desde Mira, y aunque la carta anónima no se ha encontrado, una hermana del muerto resucitado la guardó con otras mucho tiempo, juntamente con las de un pariente suyo de la orden franciscana, que en todo tiempo, enterado del caso, les aconsejó el perdón.

      HERALDO DE MADRID, año XXXVI,

             nº 12.526, 25-03-1926,  p. 2

EL SUCESO DEL PASTOR GRIMALDOS

Unas horas después de haber sido “asesinado”, José María habla con un mayoral.

La enemiga entre Osa de la Vega y Tresjuncos se exterioriza durante la instrucción del sumario.

La próxima semana estará terminado el expediente.

El juez especial, Sr. Moreno, y el secretario, Sr. Cortón, continúan su trabajo. Ahora estudia el Sr. Moreno las actuaciones y recopila los elementos necesarios para redactar el informe que ha de elevar al ministro de Gracia y Justicia.

Calcula el Sr. Moreno que habrá terminado su labor para mediados de la semana próxima.

* * *

BELMONTE, 24.- Un mayoral de ganado llamado Pedro Rada, conocido por “el Potra”, ha dicho que, conforme manifestó ya al abogado de Gregorio Valero, el día 21 de agosto de 1910 vio al “Cepa” (José María Grimaldos) sobre las diez de la noche; esto es, cuando ya había cenado, y se dirigía a ver a su novia, Dionisia García, hoy su mujer, que vivía y vive ahora en el pueblo de Osa de la Vega.

Habló con José María, Pedro Rada, y le contó Grimaldos que había estado en Tresjuncos, que tenía que cobrar “algunos dineros” en Osa, y que iba además a este pueblo a ver a su tía Leandra, mujer del peatón de Osa de la Vega, a la farmacia de Villarejo de Fuentes.

Hablando largo rato con Grimaldos, como cosa de una media hora, le manifestó también, según recuerda, que pensaba irse el pastor al siguiente día a los baños de la Celadilla; pero antes quería volver a Tresjuncos.

Aunque estas declaraciones en parte contradicen que Grimaldos llegase el 21 por la noche a los baños de la Celadilla, no sabe Rada si cumplió “el Cepa” su programa, pues era mozo al que conocía muy bien, y frecuentemente hablaba de viajes y proyectos que o no realizaba o sólo cumplía a medias.

Pedro Rada es hombre muy formal, pero poco amigo de acudir a Juzgados y únicamente en virtud de requerimientos insistentes ha hecho esta versión, que ya se conoció en Osa de la Vega a raíz de saberse que Grimaldos vivía. Sin embargo, ni fué citado, ni se presentó a declarar últimamente ante el magistrado instructor Sr. Moreno.

* * *

BELMONTE, 24.- Otro testimonio de interés es el de Jesús Iniesta Campos, conocido por “Basquiñas”, jornalero del campo, que el día 11 de este mes declaró ante los magistrados del Supremo.

Fué “Basquiñas” uno de los trabajadores que practicaron excavaciones en el cementerio de Osa de la Vega y en las cercanías del Palomar de la Virgen para comprobar la “confesión” de que habían enterrado a Grimaldos, después de despedazarlo, los ex presidiarios, entonces procesados y presuntos culpables.

Gregorio Valero dice que estuvo en la arboleda frente al Palomar, mientras el “Basquiñas” abría el hoyo. El juez Sr. Isasa estaba mientras tanto en la casa de la Virgen de la Vega, acompañado de la mujer de Gregorio, Dolores Varón, y del médico de Osa, Sr. Labarga. El “Basquiñas” hacía excavaciones en presencia del alguacil, que tenía para eso delegación del Juzgado.

El día de la Ascensión por la tarde, 1 de mayo, ocurría esto, y León Sánchez quiso beber agua en el río que pasa por la vega, cerca de la casa de la Virgen, lo que no se le permitió.

De Tresjuncos acudió mucha gente, que presenciaba la diligencia desde el punto llamado cerro de la Ermita, y los vecinos de ese pueblo llamaban a gritos a los de Osa: “Criminales, asesinaores”.

Los naturales de Osa de la Vega estaban a unos 200 metros del Palomar de la Virgen y mantenían actitud resignada.

Recuerda que otro día varios vecinos de Tresjuncos se presentaron en la plaza Mayor, de Osa de la Vega armados de estacas y en actitud insultante para los de este pueblo.

      HERALDO DE MADRID, año XXXVI,

              nº 12.527, 26-03-1926,  p. 2

EL SUCESO DEL PASTOR GRIMALDOS

Se ha librado un exhorto a La Coruña para recibir declaración del Sr. Neira.

El juez de Belmonte a La Carolina.

El juez especial, Sr. Moreno ha librado un exhorto a La Carolina para que se tome declaración al letrado Sr. Neira, abogado defensor que fué de León Sánchez.

Con esta declaración se dará por terminado el expediente.

* * *

El actual juez de Belmonte, D. Teófilo Escribano, ha sido trasladado al Juzgado de La Carolina.

(Párrafo de tres líneas ilegible).

      HERALDO DE MADRID, año XXXVI,

              nº 12.528, 27-03-1926,  p. 2

EL SUCESO DEL PASTOR GRIMALDOS

José María Grimaldos vuelve “oficialmente” a la vida.

Exhorto cumplimentado.

BELMONTE, 26.- José María Grimaldos ha vuelto oficialmente a la vida con la siguiente certificación:

“D. Pedro María Moya Honduvilla, juez municipal de esta villa de Tresjuncos.

Certifico: Que según resulta de los antecedentes suministrados por los funcionarios de la administración municipal, José María Grimaldos López, hijo de Anselmo y de Juana, natural de este pueblo, vive en el día de la fecha, con residencia accidental en esta villa, siendo su residencia habitual, según manifestación del mismo, en el pueblo de Mira, de esta provincia de Cuenca, conservando su estado de soltero.

Y para que conste y surta sus efectos, libro el presente certificado en Tresjuncos a 26 de marzo de 1926.- Firmado: El juez municipal, Pedro María Moya.”

* * *

El magistrado Sr. Moreno y Fernández de Rodas ha recibido ya, cumplimentado, el exhorto que libró al juez decano de La Coruña para que prestase declaración el abogado Sr. Neira, que defendió en Cuenca a León Sánchez.

La diligencia, después de conocidas las manifestaciones que hizo públicamente el Sr. Neira, carece de interés.

      HERALDO DE MADRID, año XXXVI,

           nº 12.529, 29-03-1926,  p. 2

EL SUCESO DEL PASTOR GRIMALDOS

Un escrito de querella contra el juez que instruyó la causa contra Valero y Sánchez.

Don J. Mariano Martín Chico, procurador de León Sánchez Gascón, ha presentado a la Sala segunda del Tribunal Supremo de Justicia su escrito, en el que suplica “que habiendo presentado este escrito de querella, con el poder que se acompaña, debidamente bastanteado, y los documentos adjuntos, a nombre de León Sánchez Gascón, cuyas circunstancias constan, la tenga por deducida V. E., a los efectos que promover el oportuno antejuicio, en obtención de la licencia necesaria para exigir la responsabilidad criminal en que haya incurrido el actual magistrado de la Audiencia territorial de Sevilla D. Emilio Isasa Echenique, como juez de instrucción que fué del partido de Belmonte (Cuenca), y a los efectos de interponer contra la sentencia injusta antes mencionada, con la declaración judicial que lo fundamente, el recurso de revisión motivado en el número tercero del artículo 954 de la ley del trámite.

(Párrafo de seis líneas ilegible.)

      HERALDO DE MADRID, año XXXVI,

            nº 12.530, 30-03-1926,  p. 1

EL SUCESO DEL PASTOR GRIMALDOS

Se dispone la revisión de la causa.

Existen fundamentos -se hace constar en dicha disposición- para estimar que fueron arrancadas por violencia las confesiones sumariales de los reos.

La “Gaceta” de hoy publica, precedida de un extenso preámbulo, la siguiente interesante real orden del ministerio de Gracia y Justicia.

Primero. Que por el fiscal del Tribunal Supremo, y conforme a los números segundo y tercero del artículo 954 de la ley de Enjuiciamiento criminal, se interponga recurso de revisión contra la sentencia recaída en la causa cuyos sumario y rollo llevan, respectivamente, los números 94 del Juzgado de Belmonte, y 765 de la Audiencia de Cuenca, de 1910, por la cual fueron condenados León Sánchez Gascón y Gregorio Valero Contreras como responsables de la muerte violenta de José María Grimaldos López, cuya existencia actual ha sido acreditada, habiendo fundamentos para estimar que fueron arrancadas por violencia a dichos reos sus confesiones sumariales.

Segundo. Que en su día se ejerciten por el Ministerio fiscal las acciones procedentes contra quienes resulten responsables de las violencias que produjeron las falsas confesiones sumariales de los reos nombrados.

Tercero. Que igualmente se ejerciten las acciones que procedan para obtener la declaración de nulidad de la inscripción de defunción de José María Grimaldos, efectuada en el libro correspondiente del Registro civil de Osa de la Vega.

Cuarto. Que por el Ministerio fiscal se ejerciten también las acciones procedentes para imponer las correcciones disciplinarias a que haya lugar por las infracciones y descuidos en la sustanciación de la causa que el magistrado instructor del expediente ordenado por real orden de 6 de marzo corriente señala en su informe y cualquier otra falta análoga que se advierta en dicha causa.

Quinto. Que con las declaraciones de la presente real orden se tengan por atendidas en cuanto procede que lo sean las peticiones formuladas en el escrito presentado el 10 del corriente mes en este ministerio por el alcalde de Osa de la Vega y otros firmantes.

Sexto. Que el recurso de revisión cuya interposición se ordena al fiscal del Tribunal Supremo por el número 1 de la presente real orden, además de serlo de oficio, se tenga por ordenado a petición de los penados León Sánchez y Gregorio Valero, a los cuales se les hace saber su derecho a comparecer ante la Sala segunda del Tribunal Supremo de Justicia, antes de que sean citados para ser oídos, conforme al artículo 959 de la ley de Enjuiciamiento criminal, teniéndose con esto por resueltas las instancias dirigidas a este ministerio por los procuradores de dichos penados.

Séptimo. Que en los expedientes personales del magistrado del Tribunal Supremo D. Manuel Moreno y Fernández de Rodas y el magistrado de Audiencia territorial, inspector secretario de la inspección central de Tribunales D. Domingo Cortón y Freijanes, se haga constar haber desempeñado con gran actividad, celo y acierto la comisión que les fué conferida por real orden de 6 de marzo actual.”

      HERALDO DE MADRID, año XXXV,

            nº 12.613, 05-07-1926,  p. 1

EL SUPUESTO ASESINATO DEL PASTOR GRIMALDOS [16]

       HERALDO DE MADRID, año XXXV,

                       nº 12.613, 05-07-1926,  p. 2

CRONICA DE TRIBUNALES

El error judicial de Belmonte.

Vista del recurso.

Ante la Sala segunda del Tribunal Supremo se ha visto en la mañana de hoy el recurso de revisión que oportunamente interpuso el fiscal del Tribunal Supremo, en cumplimiento de la real orden de 28 de marzo del año actual, dictada por el ministerio de Gracia y Justicia contra la sentencia de la Audiencia provincial de Huesca (Cuenca), que condenó a León Sánchez Gascón y Gregorio Valero Contreras como autores de la muerte de José María Grimaldos.

Formaban la Sala lo magistrados D. Francisco García Goyena (presidente accidental), D. Bernardo Longué, D. José María Ortega Morejón, D. Antonio Cubillo, D. Francisco Sánchez Olmo, D. Manuel Pérez Rodríguez y D. Fulgencio de la Vega. Sostuvo el recurso el fiscal del Tribunal Supremo, D. Diego María Crehuet. Representaron a los procesados los letrados D. León de las Casas a León Sánchez y D. Conceso Coso a Gregorio Valero.

La sala está ocupada totalmente de público.

Una vez que el secretario, señor Monzón, dio breve cuenta del motivo del recurso, informó el fiscal para sostenerlo, y seguidamente lo hicieron los defensores. Todos solicitaron la anulación de la sentencia de la Audiencia de Huesca (Cuenca).

Antes de ocuparnos de los informes creemos oportuno dar a conocer a nuestros lectores una exacta relación de los hechos en los que se funda el fiscal para hacer su recurso.

Hechos del recurso.

Desaparecido José María Grimaldos, vecino de Tresjuncos, que servía como pastor en el pueblo de Osa de la Vega, instruyóse sumario por el Juzgado de Belmonte, dirigido principalmente contra León Sánchez Gascón y Gregorio Valero Contreras, a los que por medio de malos tratos producidos por el teniente, sargento y guardia civil, se les arrancó la confesión de haber asesinado a José María Grimaldos con el propósito, que realizaron, de robarle, en la noche del 21 de agosto de 1910, siendo ambos procesados.

Construido el sumario sin haberse hallado el cadáver de Grimaldos ni resto de él, y celebrada la vista ante la Audiencia, el Jurado, en cuyo acto los procesados rectificación sus declaraciones sumariales en el sentido de negar el robo, ante el resultado del veredicto, el fiscal estimó que los hechos constituían un delito de homicidio, del que eran autores los procesados, concurriendo las agravantes de abuso y superioridad y nocturnidad, y además respecto de León la agravante de reincidencia, solicitando, se impusiera a cada uno de los procesados la pena de veinte años de reclusión temporal y a que abonasen mancomunadamente la cantidad de 4.000 pesetas en concepto de indemnización, con cuya calificación estuvieron conforme los defensores, con la sola diferencia de solicitar que se les impusiera a sus defendidos diez y siete años, cuatro meses y un día de reclusión temporal.

La Audiencia provincial de Cuenca, por sentencia de 20 de mayo de 1918, condenó a cada procesado a diez y ocho años de  reclusión temporal.

Los condenados fueron destinados a la prisión de San Miguel, de Valencia, Gregorio Valero y a la central de Cartagena, León Sánchez, donde cumplieron las respectivas condenas, habiéndoseles aplicado los beneficios de los reales decretos de indulto de 12 de septiembre de 1919 y 6 de julio de 1924.

Al año aproximadamente de haber sido decretada la libertad de los condenados, el párroco de Mira pidió al de Tresjuncos, la partida de nacimiento de José María Grimaldos y la de defunción de su madre, Juana López Gómez, para tramitar el expediente de matrimonio de aquel.

Circularon noticias por los pueblos del partido de Belmonte y por España que Grimaldos, supuesto asesinado en el año 1910, vivía y se disponía a contraer matrimonio, lo que dio lugar a que por el ministerio de Gracia y Justicia se dictara una real orden en 6 de marzo último, en la que se mandaba instruir expediente, a los efectos del artículo 655 de la ley de Enjuiciamiento criminal, con el  doble fin de comprobar si Grimaldos vive actualmente y comprobar también las anormalidades que se adviertan en el proceso observado, la conducta con relación al mismo de cuantos funcionarios y agentes intervinieran y los motivos por los cuales los condenados Gregorio Valero y León Sánchez confesaron, tanto en el sumario como en el juicio oral, haber dado muerte a Grimaldos, nombrando instructor del expediente al magistrado del Tribunal Supremo D. Manuel Moreno, y secretario a D. Domingo Cortón, inspector secretario de la Inspección central de Tribunales.

El recurso del fiscal.

 Comienza el fiscal Sr. Crehuet su informe, que puede calificarse de metódico y brillante, haciendo una sucinta relación de los hechos. El recurso ofrece dos aspectos: uno social, siendo éste medicina contra la alarma del error, y el otro la invocación del artículo 954 de la ley de Enjuiciamiento criminal, caso segundo, que les comprende a los sentenciados, por haber cumplido una pena, siendo el recurso de revisión amparador del error de hecho cometido en la sentencia, a diferencia del recurso de casación, que lo que corrige es el error de derecho.

Estima que en el momento presente no se han de plantear otras cuestiones más que las derivadas del artículo anteriormente citado.

Aunque la pena -dice el fiscal- sea irreparable, bien por ser o por haberla cumplido el condenado, puede instarse la revisión de la sentencia para borrar el efecto de la atribución de la responsabilidad, vindicando su honra y fama.

Tal es, en opinión del fiscal, el fundamento del artículo 961 de la ley de Enjuiciamiento criminal.

Se ocupa el representante de la ley de los malos tratos y coacciones a que fueron sometidos los procesados y que en su día habrán de depurarse, toda vez que si resultaran falsas las imputaciones sufrirían las debidas consecuencias los que las adveraran.

Alude a la presencia de los procesados en la posada del pueblo de Osa de la Vega, y en ocasión de haber recibido malos tratos uno de los procesados, fue auxiliado por la posadera, y con tal motivo recuerda el pasaje de Cristo, en ocasión de acercársele una mujer a prodigarle consuelo, manifestando Jesucristo que llorara por ellos, pero no por Él.

Los malos tratos, según el fiscal, fueron también vistos por los médicos, en una de las ocasiones que los procesados fueron objeto de ellos.

Al fiscal no le cabe duda de la existencia de José María Grimaldos, y por tanto de la procedencia del recurso, y declara haber lugar a la revisión de la sentencia que condenó a los sentenciados como autores de la muerte de aquél.

Se ocupa también el fiscal del informe del magistrado instructor, en el que se hace constar que el juez no procedió con la debida ecuanimidad, aprovechándose del estado de inquietud de los procesados para obtener confesiones conformes a su prejuicio y realizar con ellos diligencias innecesarias.

Da también por cierto el fiscal que los reos fueron objeto de malos tratos por el teniente Sr. Regidor, sargento Taboada y guardia civil Telesforo Díaz, a cuyos malos tratos no estuvo ajeno el juez instructor, ya que algunos tuvieron lugar a su presencia.

Funda el Ministerio público la existencia de los malos tratos, en primer término, en las declaraciones de los procesados en el expediente y de León Sánchez en el sumario; por las declaraciones de varios testigos, sobre todo con relación a los producidos ante el Juzgado en la posada de Osa del la Vega la noche del 30 de abril al 1 de mayo de 1913, la que se invirtió en declaraciones y careos, afirmando los médicos que los presenciaron, y los posaderos que aseguran haber oído los golpes y quejidos, y por último, porque los malos tratos se desprenden de la providencia de 1 de mayo, en la que sin que conste en el sumario reclamación alguna de los reos por repetidos malos tratos se ordena que sean reconocidos por dos facultativos.

Remitiéndose el fiscal a la confesión de los reos en el juicio oral del homicidio, hay que acudir a los procesados, sus defensores, la madre de León y procurador de Quintanar, que solicitó el defensor Sr. Garrido, por intervención en la cuestión, según dice León Sánchez, y de sus declaraciones se deduce que obedeció a optar por un mal menor, ya que estaban todos en la creencia de que mantenida la negativa de los procesados, como ellos pretendían, nadie los creería, el fiscal mantendría sus conclusiones provisionales y el Jurado daría veredicto de culpabilidad, que traería aparejada la pena de muerte, pues no podría dudarse de que el Jurado estaba infiltrado en la presunción general de la culpabilidad de los reos.

Solicita, por tanto, el fiscal, no sólo la anulación de la sentencia de la Audiencia de Cuenca, sino que, desprendiéndose del sumario y rollo y expediente de ejecución de hechos que revisten caracteres de delito por personas determinadas, así como infracción y descuidos procesales dignos de corrección, extiende sus peticiones a cuantos extremos puntualiza la real orden de 29 de marzo último, interesando se expidan los oportunos testimonios a fin de que por su autoridad se ejerciten las acciones contra quien proceda, por los malos tratos de que fueron objeto los condenados para arrancarles la confesión de su culpabilidad.

También solicita el fiscal que, para el caso de que la Sala no corrija disciplinariamente a la Audiencia por los defectos de procedimiento observados desde que la causa se remitió a la Audiencia, por estimar que no es de la competencia del Tribunal Supremo, se digne declararlo la Sala, para ejercitar el fiscal las acciones procedentes ante quien corresponda, con el fin de que sean impuestas las correcciones debidas.

Informan los defensores de los condenados.

El letrado D. León de las Casas apoyó el recurso del fiscal, a nombre del condenado León Sánchez.

Dice que ha comparecido ante la Sala a nombre de su defendido, haciendo uso del derecho que le reconoció a éste la real orden de Gracia y Justicia y porque este recurso tiene, además de por lo ordenado de oficio, a petición de los penados, a virtud de instancias de los mismos al ministro de Gracia y Justicia, en las que se hacía notar que la doble motivación en que la acción revisora había de basarse interesaba especialmente la que podía tener fundamento en el número tercero del artículo 954 de la ley de Enjuiciamiento criminal, porque motivada ésta por la ley de 1 de agosto de 1889, debía tenerse en cuenta la estimación de daños y perjuicios que le han sido causados a León Sánchez por el fallo injusto, así como la declaración previa de responsabilidades judiciales, antecedente exigido en las leyes para que pueda darse lugar a una total y perfecta reparación.

Recuerda el letrado que en oportuno escrito querella dirigido a la Sala a los efectos de promover el antejuicio, en obtención de la licencia necesaria para exigir la responsabilidad en que hubiese incurrido el juez instructor que fue del partido de Belmonte, querella que ha quedado en suspenso hasta que sea resuelto el recurso.

Da por reproducido lo expuesto por el fiscal, agregando que, a virtud de diligencias practicadas por el juez municipal de Osa de la Vega con motivo de la desaparición de José María Grimaldos, el denunciante del hecho no imputó a nadie la causa de la desaparición, fundándola en que se hubiera ido a los baños de La Celadilla, término de Pedernoso.

Hace resaltar que declararon varios testigos y se elevaron las diligencias al Juzgado de instrucción de Belmonte, en el que fueron ratificadas las declaraciones y practicadas otras averiguaciones; en ningún momento se muestran parte en el sumario los padres del desaparecido, confirmándose que éste había estado en los citados baños en agosto de 1910, asegurándolo un bañero, remitiéndose las diligencias a la Audiencia, y por ésta se dictó resolución sobreseyéndolas provisionalmente.

Refiere el defensor que, a instancia del juez que sucedió al que conoció de las diligencias primeramente incoadas, pidió una inspección, que se abrió de nuevo en 2 de abril de 1913, estimando conveniente la cooperación del sargento que por aquel entonces estaba encargado de la Guardia civil, al que cita, no obstante hallarse en Albacete, compareciendo varios testigos, cooperando en las diligencias el teniente de la Guardia civil, ordenando el 17 de abril de dicho año la detención, encarcelamiento y prisión de León Sánchez y Gregorio Valero, ejerciéndose sobre éstos toda clase de coacciones para que se confesasen autores del delito, dejándose sin efecto los procesamientos recaídos en las personas de León Lorca Chicote, Valentina Gascón, madre de León, y Dolores Barón, esposa de Gregorio, dándose el caso curioso de que no obstante no haber aparecido el cadáver de Grimaldos, el juez tuvo el propósito de que uno de los facultativos de Osa de la Vega extendiese la certificación de defunción, partida que más tarde fue inscrita en ocasión de no actuar el juez instructor, pero con nota marginal en la que se hacía constar que no había podido ser identificado el cadáver por no haber sido hallado.

Alude el letrado al juez, que en momentos de vanidad llevó el sumario en la forma tan calamitosa, todo lo contrario de su antecesor, hoy jubilado, y recuerda que por virtud de su actuación, al ser enviado a Audiencia el sumario, ésta lo sobreseyó provisionalmente.

Alude el señor de las Casas al sentido legal del artículo 954 de la ley de Enjuiciamiento criminal, recordando que Pi y Margall pidió en el Congreso la revisión de los sucesos de Montjuich, y a tal fin recuerda el proyecto de ley que presentó Azcárate.

Se muestra conforme el señor de las Casas con los motivos del recurso que el fiscal sostiene, y estima que la responsabilidad no sólo alcanza al juez instructor, por la forma de haber obtenido la confesión de los procesados, ya que de las violencias tuvo conocimiento el Tribunal sentenciador en las reiteradas veces que fue elevada la causa a la Audiencia; en una de éstas por haber sido devuelto el sumario al Juzgado a instancia del fiscal, para que se concretasen las coacciones y violencias que denunciaron los procesados, y asimismo interesa la anulación de la sentencia de la Audiencia de Cuenca.

El informe del Sr. De las Casas ha sido excelente en cuanto al fondo y forma.

El letrado D. Conceso Coso, a nombre del condenado Gregorio Valero, fue el último en apoyar el recurso.

Pide la revisión de la causa para que se proclame la inocencia de los condenados, ya que así lo demanda la opinión pública.

Hace consideraciones bastantes extensas para referirse a los malos  tratos de que fueron víctimas los procesados, y varias veces se remite al diligenciado del expediente elevado a efecto por el magistrado instructor de aquél. Estima, como la anterior defensa, que debe seguirse en unión del recurso de revisión el de responsabilidad criminal, no sólo por el número 2 del artículo 954 de la ley de Enjuiciamiento criminal, sino por el número.

Hace una breve descripción de los malos tratos de que fueron objeto tanto su defendido como León Sánchez.

Asegura que por los malos tratos confesó su representado que había dado muerte el 21 de agosto de 1910, con una escopeta, por disparo, a un individuo subido en un peral, que luego se enteró que era un pastor, confesando también que el cadáver de la víctima lo habían enterrado en el cementerio, para que cesaran los malos tratos, los que se reprodujeron al personarse el Juzgado en el cementerio de Osa de la Vega y no encontrarse en las diferentes excavaciones que se hicieron, malos tratos que se reiteraron en una sala de la posada de aquel pueblo por el teniente en ocasión de no poder decir dónde se hallaba el cadáver, oyendo después cómo León era objeto de malos tratos por los ruidos que sentía, compadeciéndose la posadera hasta el punto de darle unos biscochos mojados en vino.

Se adhiere el letrado, al igual que su compañero, al recurso del fiscal, y pide a la Sala que en su día declare nula la sentencia condenatoria, con la subsiguiente exigencia de responsabilidad criminal, terminando con esto su informe, siendo justo reconocer que el letrado ha realizado un buen trabajo.

Al concluir de informar el letrado defensor de Gregorio Valero, el presidente declaró visto el recurso, y éste ha quedado para sentencia, la que daremos a conocer oportunamente.

                                                                                                       B. EDO

      HERALDO DE MADRID, año XXXVII,

          nº 12.879, 11-05-1927,  p. 4

NOTICIAS DE TODA ESPAÑA

El caso de Grimaldos.

Gregorio Valero pretende ejercer la acusación privada.

CUENCA 11.- El procurador señor Ballesteros se ha personado en representación de Gregorio Valero para ejercer la acusación privada en el incidente de apelación del auto de procesamiento contra el teniente de la Guardia civil y dos guardias del mismo Cuerpo, pendiente de vista ante la Audiencia, por coacción y amenazas a Gregorio Valero y León Sánchez como supuestos autores de la muerte del pastor Grimaldos.

Como está actualmente el incidente en el trámite de instrucción del fiscal, no se ha resuelto todavía si se admite o no el acusador privado. Como también se sabe, defiende al teniente y a los dos civiles el Sr. La Cierva.

      HERALDO DE MADRID, año XXXVII,

          nº 12.882, 14-05-1927,  p. 4

NOTICIAS DE TODA ESPAÑA

El caso Grimaldos.

Se ha admitido como parte acusadora al procurador de Gregorio Valero.

CUENCA 13.- Se ha transmitido, tal como la dio el procurador de las defensas, la resolución de la Sala de esta Audiencia en el incidente de apelación que contra el auto de procesamiento del teniente y guardias civiles que intervinieron en el error judicial de Osa de la Vega sostiene D. Juan de la Cierva, pero la providencia dictada por la Sala dice así:

Se tiene por parte en el incidente al procurador Sr. Ballesteros en el nombre que comparece y de conformidad con lo establecido en el artículo 230 de la ley de Enjuiciamiento criminal, en relación con el real decreto de 14 de diciembre de 1925. Se señala para la vista de dicho incidente el día 20 del actual, a las once de la mañana, no pasándose los autos para instrucción a la acusación por no poderse retroceder el procedimiento por oponerse a ello el artículo 228 de dicha ley y el 215 de la misma.

      HERALDO DE MADRID, año XXXVII,

             nº 12.887, 20-05-1927,  p. 11

ÚLTIMA HORA

El caso Grimaldos, en Cuenca.

Hoy se vio la apelación ante la Audiencia del auto de procesamiento contra los presuntos responsables.

CUENCA 20 (1 t.).- Ante la Sala de lo criminal que preside D. Modesto Poladura y forman con los magistrados D. Manuel Fernández Carrascosa y D. Francisco Bonilla, el secretario de la Audiencia D. Aquilino Martín, hoy a las once de la mañana, tuvo lugar la vista del incidente de apelación interpuesto por el procurador D. Adolfo Collado, representando a los procesados ex secretario judicial de Belmonte señor Rodríguez de Vera, D. Gregorio Regidor, teniente de la Guardia civil; ex sargento Taboada y guardias, presuntos responsables de las coacciones cometidas con motivo del tristemente célebre proceso del error judicial de Osa de la Vega.

Dirige a los procesados, actuando como defensor de todos ellos, el decano del Colegio de Madrid, don Juan de la Cierva. Sostienen la procedencia del auto de procesamiento, además del fiscal de la Audiencia, D. Gabriel Gayón, y la representación del ex penado Gregorio Valero, confiada al procurador D. Victoriano Ballesteros y al joven abogado de Madrid, hijo de esta provincia, D. Conceso Coso Langa, que llegó ayer acompañado de su señor padre, D. Antonio, siendo recibidos por numerosos amigos. El Sr. Cierva llegó en la mañana de hoy.

La anunciada vista había despertado gran expectación; pero se ha celebrado a puerta cerrada.

Por ello, del incidente y cómo se desarrollase no podemos tener una exacta versión; pero públicos los hechos del llamado suceso de Grimaldos, consignados incluso en real orden del ministerio de Gracia y Justicia las coacciones que se cometieron entonces para arrancar a León Sánchez y Gregorio Valero la confesión de un crimen que no habían cometido, la defensa, confiada a tan experto letrado como el Sr. Cierva, no podía ampararse en el manoseado comodín de negar la veracidad de los hechos en que funda el señor juez de instrucción de Belmonte el procesamiento. Seguramente, además, habrá alegado la prescripción de la acción penal y la amnistía e indulto.

Las acusaciones, tanto el fiscal como el letrado D. Conceso Coso, tenían tarea más fácil a realizar para mantener la procedencia del procesamiento. Los hechos en que se apoya el juez están suficientemente probados para cuantos oímos el informe que el fiscal del Tribunal Supremo, Sr. Crehuet pronunció con motivo de la revisión del proceso, y fuimos muchos los hijos de Cuenca que asistimos a aquella memorable vista judicial. Los indicios de culpabilidad recogidos con agilidad por el letrado de la acusación privada habrán permitido al fiscal ejercer la acusación pública, y tanto el Sr. Gayón como el Sr. Coso han coincidido en una cuestión que ya no pertenece al secreto sumarial, pues es esencialmente jurídico el planteado por el Sr. Cierva al querer amparar a sus defendidos en la prescripción o en la amnistía e indulto. Y el problema de derecho es  este: ¿Es momento oportuno de hacer, y en su caso estimar, esa excepción?

Las acusaciones creen que no. Planteadas por el Sr. Cierva esas cuestiones de fondo habrán de decidirse, no con ocasión de los procesamientos que se discuten ahora, sino al juzgar sobre responsabilidades. ¿A que hablar de delito prescrito o delito indultado, sí aún no se ha calificado el delito? Se espera con gran interés la resolución de la Sala. También ha sorprendido un tanto que sólo uno de los ex penados haya ejercitado su derecho a acusar.

     HERALDO DE MADRID, año XXXVII,

            nº 12.890, 24-05-1927,  p. 8

UNA INFORMACIÓN TODAS LAS NOCHES

El error judicial de Osa de la Vega.[17]

Reportaje de Rafael Solís

Se ha visto en la Audiencia de Cuenca el incidente de apelación promovido por el abogado D. Juan de la Cierva sobre el procesamiento del teniente D. Gregorio Regidor, el sargento de la Guardia civil Sr. Taboada y el secretario judicial Sr. Rodríguez Vera, que el juez de Belmonte estima responsables de las coacciones que provocaron la confesión de León Sánchez y Gregorio Valero, con motivo de la desaparición del pastor José María Grimaldos.

La importancia de esta causa y el enorme interés público despertado por las derivaciones que pueda tener nos obliga hoy a hacer un breve relato de los hechos y un análisis sucinto de las figuras que intervinieron en el proceso, y de la actuación de cada una de ellas. No vamos a enjuiciar. Únicamente a exponer, y esto salvando toda clase de respetos para las personas encartadas en el asunto, que más bien por un azar de la vida que por un impulso propio se vean hoy envueltas en las redes de la justicia.

Los hechos. El fantástico crimen solivianta a un vecindario, que pide se haga justicia en un delito que no se ha cometido.

El 21 de agosto de 1910 desaparece del pueblo de Osa de la Vega y de una finca donde prestaba sus servicios como pastor, José María Grimaldos, vecino de Tresjuncos, pueblecito próximo al antes citado.

A nadie comunicó Grimaldos su decisión, y nadie le vio partir. Analfabeto, zafio, poco comunicativo y de carácter hosco, el pastor no tenía más amigo que el perro que le ayudaba a guardar el ganado. En el pueblo pocas eran las personas que le trataban, y sus propios compañeros que con él trabajaban en la casa de labor no le saludaban siquiera. A los tres días de haber desaparecido del pueblo, y enterada la gente, por vecinos de Tresjuncos, de que tampoco se encontraba allí, alguien lanzó el rumor de que el pastor había sido asesinado.

Como una chispa prendió la noticia en la fantasía del vecindario, que desde aquel momento se dedicó a murmurar en todas partes del horrible crimen de que había sido víctima el pobre Grimaldos. Una situación especial, nacida de una actitud política, contribuyó a dar vuelos al suceso. Los vecinos de Tresjuncos odiaban políticamente a los de Osa de la Vega, y el hecho de que el pastor hubiera desaparecido en el último de estos pueblos contribuyó a que todos los vecinos de Tresjuncos señalaran como criminales a los habitantes de Osa de la Vega.

La fantasía popular siguió en aumento y las autoridades hubieron de intervenir en el asunto. Se ofició a todos los alcaldes de los pueblos de Cuenca; se publicaron edictos y anuncios; la Guardia civil realizó diferentes pesquisas, y el pastor Grimaldos no aparecía por parte alguna, ni vivo ni muerto.

A todo esto el decir de la gente se iba extendiendo avasallador e imponente. Hasta hubo quien había “visto” cómo se cometió el crimen, y se señalaba como autores del mismo a León Sánchez y a Gregorio Valero, los dos criados compañeros del desaparecido.

Ante la persistente actitud del pueblo el Juzgado de Belmonte ordenó la detención de los acusados, y comenzó a instruir sumario. De resultas de éste fueron procesados León y Gregorio, y sin haber hallado el cadáver de Grimaldos se celebro la vista  ante el Tribunal de jurado en la Audiencia de Cuenca.

El fiscal informó que los hechos eran constitutivos de un delito de homicidio, del artículo 419 del Código penal, del que eran autores los dos procesados, solicitando para cada uno de ellos la pena de veinte años de reclusión temporal.

Las defensas solicitaron la pena mínima, o sea diecisiete años, y la Audiencia de Cuenca condenó, por sentencia de 25 de mayo de 1916, a cada uno de los procesados a la pena de veinte años de reclusión temporal.

Gregorio Valero fue conducido a la prisión de San Miguel, de Valencia, y León Sánchez al penal de Cartagena.

Ambos eran inocentes del delito que se les imputaba; pero iban a morir a un penal acusados por todo un pueblo, condenados por su propio recelo, pues cada uno se creía que el autor era el otro, y señalados como criminales por el enredo de un sumario sombrío y cruel.

Aparece el “Asesinado”, que se quiere casar, y se pone de manifiesto el error.

Así las cosas, con fecha 8 de febrero último, y al año aproximadamente de haber sido decretada la libertad de Gregorio Valero y León Sánchez, el párroco de Mira pidió al de Tresjuncos la partida de nacimiento de José María Grimaldos, para tramitar su expediente de matrimonio.

Circuló la noticia por los pueblos del partido de Belmonte  y después por España entera de que José María Grimaldos, supuesto asesinado en el año 1910, vivía y se disponía a contraer matrimonio.

Púsose entonces de manifiesto el enorme error judicial cometido. La Prensa publicó extensos relatos de lo ocurrido. Las autoridades volvieron a tomar cartas en el asunto. Y el vecindario de Osa de la Vega se dispuso a enaltecer la figura de las dos víctimas del error de la justicia.

Una real orden de D. Galo Ponte, ministro de Gracia y Justicia.

Todo esto dio lugar a que por el ministerio de Gracia y Justicia se dictara la siguiente real orden con fecha de 6 de mayo último:

“Considerando que también, y sin formular prejuicios sobre la resolución que en definitiva haya de recaer resultan de las actuaciones que integran la segunda pieza del expediente susodicho y del informe del magistrado instructor, que aceptó totalmente este ministerio, fundamentos bastantes para estimar que la confesión de los reos Valero y Sánchez, base esencial de su condena, fue arrancada en el sumario mediante violencias inusitadas, por lo cual procede ordenar al fiscal del Tribunal Supremo que el recurso de revisión que ha de interponer sea fundado, no sólo en el número segundo, sino también en el número tercero del artículo 954 de la ley procesal, tal como quedó redactado por la ley de 7 de agosto de 1899, al efecto de obtener del Tribunal revisor el tanto de “culpa oportuno para ejercitar las acciones procedentes contra los responsables de tales violencias, cualquiera que sea su jerarquía y posición oficial”.

El escrito del fiscal interponiendo recurso de revisión.

De resultas del expediente instruido y del informe del magistrado del Supremo Sr. Moreno y Fernández de Rodas, el fiscal, D. Diego María Crehuet, formula querella, basándose en los antecedentes siguientes:

Habiendo desaparecido José María Grimaldos, vecino de Tresjuncos y que servía como pastor en el pueblo de Osa de la Vega, instruyéndose sumario por el Juzgado de Belmonte, dirigido principalmente contra León Sánchez Gascón y Gregorio Valero Contreras (a) Varela, a los que, por medio de malos tratos inferidos, con conocimiento y alguna vez a presencia del juez instructor, don Emilio de Isasa Echenique -por el teniente de la Guardia civil D. Gregorio Regidor, el sargento D. Juan Taboada Mora y el guardia Telesforo Díaz Ortega-, se les arrancó la confesión de haber asesinado a José María Grimaldos, con propósito, que realizaron, de robarlo, en la noche del 21 de agosto de 1910, siendo procesados León Sánchez y Gregorio Valero.

Motivos de la revisión.

Dice el fiscal:

Aunque los sentenciados León Sánchez y Gregorio Valero no están sufriendo condena, no puede dudarse, a juicio del fiscal de que, habiéndola sufrido, les ampara el artículo invocado, por ser el de revisión un recurso reparador del error de hecho cometido en la sentencia -a diferencia del recurso de casación, que lo que corrige es el error de derecho-, y atiende, ante todo, a que los efectos del yerro del juzgador, convertido en verdad judicial, cesen ante la realidad del suceso que contradice a los hechos mentidos en que se fundó la sentencia. Y los efectos del error no sólo cristalizaron en la condena, sino que se engendran, y primordialmente campean, en la declaración de la responsabilidad de los supuestos autores. Por eso, aunque la pena sea irreparable, bien per se, bien porque se haya cumplido, el condenado puede instar la revisión de la sentencia para borrar el efecto de la atribución de la responsabilidad, quedando vindicada su honra y fama. Tal es, en opinión del fiscal, el fundamento del artículo 961 de la ley de Enjuiciamiento; y si autoriza que puedan solicitar el juicio de revisión la viuda, ascendientes o descendientes legítimos, legitimados o naturales reconocidos del penado fallecido con objeto de rehabilitar su memoria y de que se castigue al verdadero culpable, no se concibe que ante la misma razón no haya de aplicarse la misma disposición en los mismos términos, y se niegue al penado -porque no sufre actualmente la condena por haberla cumplido-

     HERALDO DE MADRID, año XXXVII,

            nº 12.890, 24-05-1927,  p. 9

UNA INFORMACIÓN TODAS LAS NOCHES

Sobre el procesamiento de los responsables.[18]

Fotografías de José Luque

lo que se concedería a su viuda, ascendientes o descendientes en beneficio de la memoria. Es decir que lo vedado al vivo se le otorgue si es difunto. Ante tamaña absurda conclusión no cabe sostener que, porque León Sánchez y Gregorio Valero no sufren actualmente condena, aunque la han cumplido, no cabe en el caso presente recurso de revisión contra la sentencia que la impuso.

La confesión de los reos y la ecuanimidad del juez.

Pero aún existe otro motivo que determina la misma declaración, que el fiscal ha de pedir sea acogido conjuntamente con el que acaba de exponer para que produzca efectos de otro orden relacionados con autoridades, funcionarios y agentes que intervinieron en la instrucción del sumario por desaparición de Grimaldos. Según el número 3º del repetido artículo 954 de la ley de Enjuiciamiento criminal, habrá lugar al recurso de revisión cuando esté sufriendo condena alguno en virtud de sentencia cuyo fundamento haya sido -entre otros- la confesión del reo arrancada por violencia. Que el único fundamento de la sentencia que condenó a León Sánchez y Gregorio Valero es su propia confesión, está comprobado en el sumario y en el rollo de la Audiencia.

También aquí el fiscal estima lo mejor para fundamentar este motivo transcribir del informe del magistrado instructor los siguientes pasajes: “… el juez no procedió con la debida ecuanimidad, pues de las propias diligencias resulta que, lejos de procurar que los procesados declararan con la debida tranquilidad, se ve que aprovechaba los estados de inquietud de espíritu para lograr confesiones conformes a su prejuicio, pues así lo revelan, primero la providencia del folio ciento cincuenta y dos, en la que después de una diligencia de careo entre Dolores Varón (esposa de Gregorio) y León, en la que se hace constar que Dolores al oír acusar a su marido se exalta diciendo que no es cierto, se provee en los siguientes términos: “Observada por el proveyente el estado de ánimo y actitud de Dolores Varón, recíbasele declaración inmediatamente sobre lo útil para el sumario; segundo, que habiendo sido trasladados los reos desde Belmonte a Osa de la Vega (en cuya conducción dicen los conducidos fueron objeto de malos tratos para que confesaran) para la práctica de las diligencias de reconocimiento, al llegar a dicho pueblo lo primero que se hace es recibir declaración a los reos, diligencia que pudo ser practicada en Belmonte; y, por último, por las frases que se hacen constar contra los procesados cuando no declaraban confesando, indicadoras del estado de nerviosidad del Juzgado. Aparece también indiscutible que los reos fueron objeto de malos tratos por parte del teniente Sr. Regidor, sargento Taboada y guardia civil Telesforo Díaz, a cuyos malos tratos no puede estimarse ajeno en absoluto al juez, pues algunos de ellos tuvieron lugar en su presencia. -Prueban los malos tratos, en primer término, las declaraciones de los procesados en este expediente y de León en el sumario, pues a esas declaraciones hay que conceder hoy toda fuerza probatoria, pues esclarecido que no cometieron el crimen por que se les enjuició, y teniendo cumplida su condena, en nada puede aprovecharles personalmente que se les crea, y no es lógico que acusen a quienes no les agraviaron; segundo, por las declaraciones de varios testigos, sobre todo en relación a los producidos ante el Juzgado en la posada de Osa de la Vega la noche del 30 de abril al 1 de mayo, la que en su totalidad se invirtió en declaraciones y careos, pues afirman los médicos señores Labarga y Jáuregui, que dicen, los presenciaron, y los posaderos Pascual y Alejandra, que dicen oído golpes y quejidos; y, por último, porque los mismos se desprenden de la providencia de 1 de mayo, folio ciento ochenta y siete, en la que, sin que conste en el sumario reclamación alguna de los reos por malos tratos, se ordena que los mismos sean reconocidos por los facultativos Labarga y Jáuregui, y más aún si se considera que dichos médicos declaran en este expediente, después de afirmar los malos trataos y haber observado en los reos vestigios de ellos, que no se les transmitió esa orden del Juzgado, que no practicaron reconocimiento alguno de los reos y que no firmaron conscientemente el informe que aparece al folio 188.

La petición fiscal.

En virtud de lo expuesto, el fiscal suplica a la Sala que, teniendo por deducido el presente recurso de revisión contra sentencia de la Audiencia de Cuenca, dictada en el rollo número 765 de 1910, sumario número 94 del Juzgado de Belmonte, por la que se condenó a León Sánchez y Gregorio Valero, como autores de la muerte de José María Grimaldos a la pena de dieciocho años de reclusión temporal, accesorias costas e indemnización, y por acompañados el sumario, rollo y expedientes referidos, se sirva, previa citación de los penados, tramitarlo con arreglo al artículo 959 de la ley de Enjuiciamiento criminal, y en su día declarar nula la repetida sentencia y mandar que se expidan los oportunos testimonios a fin de que por el fiscal se ejerciten las acciones contra quien proceda, por los malos tratos de que fueron objeto los condenados para arrancarles la confesión de su culpabilidad y para depurar la que resulte con vista del informe.

La revisión de la causa.

De lo que resulte del incidente visto por la Audiencia de Cuenca, por si ha lugar o no al procesamiento de los encartados, depende el señalamiento de la revisión de la causa y de las responsabilidades que se deriven.

En la revisión actuara de defensor del teniente Regidor, del sargento Taboada, del guardia Telesforo y del actuario Sr. Rodríguez Vera, con Juan de la Cierva.

Don Conceso Coso ejerce la acusación a nombre de Gregorio Valero.

Don León de las Casas ejercita la acción civil a nombre de León Sánchez.

Presidirá el Tribunal el magistrado señor Poladura.

El abogado de la indemnización.

Hemos hablado con don León de las Casas, abogado que pedirá la indemnización para León Sánchez y Gregorio Valero.

Con él hemos mantenido el siguiente diálogo:

-        ¿Por qué no ha ido usted a Cuenca? Pregunto a León de las Casas.

-        Esa pregunta, que me han hecho en estos días, la contesto con una conferencia pública: pero no tengo inconveniente en anticipar a usted mi respuesta, justificando una actitud que quizá no sea del todo acertada, pero que responde a un  estado de conciencia.

-        Yo no he ido a Cuenca porque no sé acusar, porque no quiero acusar a nadie y porque, además, lo creo innecesario, en este caso mayormente, puesto que un compañero mío, muy competente, y ligado a aquella provincia por razones de nacimiento, ejerció la acusación privada acusatoria con atisbos, casi, de acción popular.

-        ¿…?

-        Creo posible la indemnización civil, acordada la revisión, sin necesidad de que sean declaradas responsabilidades criminales, y con motivación, aparte de que se condene o no a quienes tuvieron culpa de la confesión inhumanamente arrancada a los ex penados inocentes. Advierto a usted, además, que la responsabilidad que se declarase nunca podría alcanzar a todos los que un día fueron presuntos delincuentes. La muerte ha liquidado ya alguna partida, y no de escasa consideración.

-        ¿…?

-        Precisamente por eso quiero dar una muestra de respeto y fe en la Justicia. A mí en Cuenca me bastaba con la representación fiscal. No será nunca olvidada la acusación de quien en el Supremo mantuvo la ley D. Diego Crehuet. Creo en los Tribunales de Justicia y confío, además, en la severa rectitud del Gobierno y concretamente de D. Galo Ponte, que refrendó la real orden que mandó instruir el expediente de responsabilidades al probo magistrado Sr. Moreno y Fernández de Rodas.

-        ¿…?

-        El Gobierno debe acordar la indemnización a León Sánchez y Gregorio Valero por motivos de equidad. Este Gobierno de dictadura civil no tuvo reparo en modificar las normas tradicionales en cuanto a la propiedad privada para dar paso a la justa reivindicación de los aldeanos de San Nicolás (Canarias). Aquello era un problema de tierras y trabajo.

Este de ahora, un problema de cárcel y de libertad. Son doce años de libertad los que se han expropiado a León Sánchez y Gregorio Valero; doce años de sufrimientos, de vejamen injusto, de una acusación de crimen no cometido, de suspensión de sus derechos ciudadanos, de inhabilitación para el trabajo. ¡En beneficio de quien! De la paz social, del orden público, del Estado, que por sus órganos de Justicia, los Tribunales de derecho y de hecho, cometió el error. Luego el Gobierno que hoy presume de sí los poderes del Estado debe de indemnizar. Y cómo debe, es de presumir que pagará.

-        ¿…?

-        Tampoco desespero lograrlo. Hay antecedentes que permiten aguardar un acto de justicia, sin duda el Gobierno no ha querido prejuzgar; pero ya le digo que son cosa aparte una y otra responsabilidad, por eso, para no dar pretexto a la confusión, yo deseo ser sólo el abogado de la responsabilidad; y todo lo espero de mi poderoso enemigo: el Gobierno del Estado, del Estado culpable, si; cuando menos, civilmente responsable y no hay que decir que solvente, notoriamente solvente.

RAFAEL SOLIS

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Estas informaciones a doble plana abarcarán múltiples aspectos.

Aquellas figuras que por su relieve artístico, político y literario merezcan llevarse a estas páginas; aquellos acontecimientos que por sus circunstancias excepcionales pudieran ejercer determinada influencia en España y en el mundo entero; hechos incluso que no obstante su interés, fueran ignorados del público, se reflejarán uno y otro día en estas informaciones.

Tendrán lugar preferente también en estos reportajes el origen y la vida de Corporaciones y entidades apenas conocidas por su nombre y que, sin embargo, tienen verdadera importancia social; el funcionamiento de ciertas instituciones cuyas noticias sean una lección amena, un ejemplo interesante para el lector; la relación de cosas varias que, por incuria o por olvido, fueron dejándose al margen del lector, y que, no obstante, deben dársele a conocer en todos sus pormenores, porque, al fin, guardan íntima conexión con nuestra vida diaria.

Cuanto es alma y vida, corazón y pensamiento del mundo, y particularmente de España, ira poco a poco pasando por estas informaciones que ha iniciado HERALDO DE MADRID al comenzar su nueva era.

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     HERALDO DE MADRID, año XXXVII,

             nº 12.930, 09-07-1927,  p. 16

DEL ERROR JUDICIAL DE OSA DE LA VEGA

Imposición de la cruz de Beneficencia al doctor Jáuregui. [19]

Ayer tuvo lugar en el Colegio de Médicos el acto de serle impuesta la cruz de Beneficencia al Dr. Jáuregui, médico forense que con su informe imparcial y sereno alejó el espectro del patíbulo a los dos inocentes encartados.

Presidió el gobernador civil, acompañado del presidente del Colegio de Médicos, comenzando tan simpático acto con unas palabras del abogado que intervino en la causa, don León de las Casas, quien recordó su historia en el proceso, en el que tan sólo pudo darse una nota viril y enérgica: la honrada declaración del Dr. Jáuregui.

Seguidamente el Dr. Alcázar Palacios, compañero de ejercicio del homenajeado, hace resaltar la hombría de bien del mismo.

También habló en nombre de los forenses el Dr. Canseco, quien pone de manifiesto la labor de estos héroes anónimos que saben en todo momento cumplir con su deber.

Terminó el Dr. Carmona, presidente del Colegio, asociándose al homenaje en un discurso vibrante y pleno de sentimiento, en nombre de todos los médicos de España.

El Dr. Castro, secretario del Colegio, puso fin al acto dando lectura de la real orden de concesión de la cruz, que el gobernador civil le impuso a continuación entre una sincera y grande ovación de todos los presentes, que con su espontaneidad dice mejor que nada la satisfacción con que la clase toda ha recibido la concesión de tan alta recompensa el doctor Jáuregui.

      HERALDO DE MADRID, año XXXVII,

           nº 13.142, 13-03-1928,  p. 16

EL SUCESO DE OSA DE LA VEGA

Al doctor Jáuregui le conceden primero la cruz de Beneficencia y luego le procesan.

Un poco de historia.

Hace unos quince años el doctor D. Juan Jáuregui y Mendoza, a la sazón médico forense de Belmonte, tuvo que intervenir en el siguiente asunto:

El pastor de Osa de la Vega, Grimaldos había desaparecido misteriosamente, y cuantas pesquisas se hicieron para encontrarlo resultaron infructuosas. La idea de que había sido asesinado empezó a tomar cuerpo. Alguien, transcurridos tres años de la desaparición, acusó a dos hombres como presuntos asesinos. Fueron detenidos, y al principio negaron rotundamente. La Guardia civil apretó en forma tal el cerco que los detenidos acabaron confesando que efectivamente ellos habían asesinado al pastor Grimaldos, y hasta llegaron a señalar el lugar donde habían enterrado el cadáver del pastor hacía tres años desaparecido.

Practicadas las excavaciones en el lugar donde indicaron los asesinos confesos se encontró un esqueleto, que ellos aseguraban, interrogados siempre por el Juzgado y la Guardia civil, que era el de Grimaldos. El Juzgado requirió el dictamen del forense doctor Jáuregui, auxiliado por el médico titular del pueblo del pastor, doctor D. Baldomero Labarga, en la actualidad inspector de Sanidad de Santa María de los Llanos (Cuenca).

El doctor Jáuregui, de acuerdo con su colega, dictaminó, frente a las afirmaciones de los detenidos, que aquel esqueleto pertenecía a una mujer de unos veinticinco años, que llevaría enterrada unos veinte, y que, por tanto, no se trataba del pastor Grimaldos.

Este dictamen forense, sin duda, libró a los acusados de la pena capital, pero no pudo impedir que fueran a presidio, donde cumplieron los dos hombres doce años de condena, porque fueron indultados del resto de ella.

Cuando hacia dos años que los presos, después de cumplir su condena, habían sido puestos en libertad resultó que el pastor Grimaldos que no había sido asesinado, pidió al Juzgado de Osa de la Vega sus documentos para contraer matrimonio. Entonces  se comprendió todo, y quedó de manifiesto el acierto forense de Jáuregui y Labarga cuando dictaminaron que el esqueleto encontrado no pertenecía al pastor Grimaldos.

Se revisó el proceso y se procedió a la reivindicación de la honra de los dos hombres injustamente recluidos en presidio durante doce años. Al doctor Jáuregui, basándose en lo acertado de su informe cuando el caso de Grimaldos le fue concedida la cruz de Beneficencia de primera clase.

Y ayer la Prensa publicaba la noticia del procesamiento de los doctores Jáuregui y Labarga, como consecuencia del error judicial de Osa de la Vega.

Es tan sorprendente y tan paradójico que se procese a un hombre como resultado de una gestión -salvar a dos hombres de la pena de muerte- por la que antes se le ha concedido un galardón oficial muy merecido, que hemos decidido entrevistarnos con el doctor Jáuregui para ver qué explicación daba él a este inesperado procesamiento.

-        ¿A qué cree usted que obedece el procesamiento?

-        Pues, sencillamente, porque aparece entre las diligencias un certificado en el que Labarga y yo afirmamos que hemos reconocido a los presos después de confesado el delito, y que no presentaba señales de malos tratos.

-        ¿Y ustedes los reconocieron?

-        No, señor.

-        ¿Pues no está firmada la certificación por ustedes?

-        Sí; pero nosotros no los reconocimos ni nos hacía falta para constarnos la existencia de los malos tratos que habíamos presenciado.

-        ¿Entonces falsificaron la firma de ustedes?

-        No. Lo ocurrido fue que nosotros, como todos los forenses, firmamos diez o quince diligencias que nos presenta el secretario del Juzgado sin siquiera leerlas, porque se supone que son cosas de trámite. Se descarta siempre la posibilidad de mala fe. Y entonces lo que ocurrió fue que, en previsión de que se formulara la denuncia por malos tratos, entre las diligencia nos pusieron a la firma, y nosotros la firmamos sin leerla. Ya está todo explicado.

-        Hasta aquí el doctor Jáuregui.

Ahora preguntamos: ¿puede prosperar la burda maniobra? En el hecho de guardar ese informe de que no ha habido malos tratos, ¿no está la mejor prueba de la culpabilidad de los que se lo procuraron? ¿Para qué, si no, lo habían de necesitar?

Asunto es este que apasiona justamente a la opinión, y del que tendremos al corriente con todo detalle a nuestros lectores.

Uno de los considerandos de la real orden en que se concedió la cruz de Beneficencia al doctor Jáuregui decía:

“Fué muy elogiada su intervención como forense en las diligencias sumariales del proceso seguido contra León Sánchez Gascón y Gregorio Valero Contreras, por supuesta muerte de José María Grimaldos López, del que tanto se ha hablado recientemente con motivo de su revisión; en aquel proceso, donde los inculpados se declararon autores del crimen que no habían cometido, se señalaron diversos lugares de enterramiento de la presunta víctima, y el propuesto, médico forense entonces, en las distintas exhumaciones que con este motivo tuvo que verificar certificó siempre que aquellos cadáveres no correspondían a la fantástica víctima, contribuyendo así en aquella ocasión, con sus dictámenes imparciales y serenos, a evitar la terrible sentencia de muerte para los encartados, sosteniendo esto valientemente contra la declaración de los mismos y la hostilidad completa de la opinión popular, que, ofuscada o mal guiada, señalaba como indudables autores a aquellos.”

    HERALDO DE MADRID, año XXXVIII,

            nº 13.152, 24-03-1928,  p. 11

Se decreta la prisión preventiva de los doctores Jáuregui y Labarga.

Hace días publicamos la noticia referente al acuerdo de la Audiencia de Cuenca revocando el auto de terminación del sumario en que se procesaba a los doctores Jáuregui y Labarga, que intervinieron en los sucesos de Osa de la Vega.

El Juzgado de San Clemente acaba de firmar el auto de procesamiento a que se refería aquel acuerdo, considerando que los hechos reúnen indicios para constituir el delito de falsedad.

Decreta la prisión preventiva, de la que pueden librarse prestando la fianza de 2.000 pesetas en cualquiera de las clases que determina la ley.

El doctor Labarga, que presta ahora sus servicios profesionales en el (ilegible) trasladarse a San Clemente para oír la notificación de su procesamiento fue despedido por el vecindario, que le testimonió con emoción sus simpatías. Dos vecinos salieron fiadores y quedó en libertad.

Telegráficamente se cursó la orden al Juzgado decano de los de Madrid, y esta mañana compareció el doctor Jáuregui ante el Juzgado del distrito de Centro, al que correspondió por tuno el cumplimiento del exhorto.

Prestó fianza para que el doctor Jáuregui quedara en libertad el doctor Sanchís Banús, presidente del Colegio de Médicos de Madrid.

Tanto el Sr. Labarga como el señor Jáuregui han designado para su defensa al letrado Sr. Salazar Alonso.

    HERALDO DE MADRID, año XXXVIII,

           nº 13.198, 17-05-1928,  p. 2

UN LIBRO DEL PROFESOR SALDAÑA

“El hombre de toga”

Unas horas tan sólo han transcurrido desde que el nuevo libro “El hombre de Toga” ha llegado a nuestras manos, y ya, en tan breve espacio de tiempo, toda la gama variadísima de ideas que la obra encierra ha desfilado ante nuestros ojos para llegar -en grata y fructífera riada de sentimientos, de opiniones, de emociones y de realidades, pintadas de mano maestra-, ora al corazón, ora al cerebro.

(…)

Por último, el cuarto ensayo, intitulado “El monstruo de la ley procesal”, comenta el “caso Grimaldos”, de que fueron víctimas León Sánchez y Gregorio Valero, y estudia con clara visión del porvenir el seguro contra el error y la responsabilidad del Estado en faltas cometidas por sus agentes por daños ocasionados en la ejecución de servicios públicos.

(…)

                                                                          ANTONIO VIDAL MOYA

    HERALDO DE MADRID, año XXXVIII,

           nº 13.343, 02-11-1928,  p. 1

EL ERROR JUDICIAL DE OSA DE LA VEGA

A la jurisdicción militar.

La Sala segunda de Supremo ha desestimado el recurso interpuesto por el letrado D. Conceso Coso en la causa que se sigue para la depuración de responsabilidades derivadas por el error judicial de Osa de la Vega. El asunto pasa, pues, a la jurisdicción militar, y, como consecuencia, cesa la acusación particular que el aludido letrado ejercía a nombre de Gregorio Valero, uno de los perjudicados.

    HERALDO DE MADRID, año XXXIX,

          nº 13.406, 15-01-1929,  p. 4

NOTICIAS DE TODA ESPAÑA

Se trasladan a Madrid las víctimas del error de

Osa de la Vega.

TARANCÓN  15.- León Sánchez y Gregorio Valero, protagonistas del suceso de Osa de la Vega, han trasladado su residencia a Madrid.

En lo sucesivo residirán en el Puente de Vallecas, calle de San José, número 16.

     HERALDO DE MADRID, año XXXIX,

            nº 13.543, 25-06-1929,  p. 7

E S C O L I O S

Un  nuevo libro del profesor Jiménez de Asúa.

No hace mucho tiempo, al tratar en estas mismas columnas del interés y cuantía de la aportación de España a la literatura jurídico penal, señalaba, al reconocer méritos extraordinarios en la ya copiosa labor del joven profesor de la Universidad Central D. Luis Jiménez de Asúa,…

(…)

Si la sagacidad de su autor no estuviera sobradamente acreditada, bastará igualmente este libro para acreditarla. En la “Crónica del crimen” trata de hechos criminales, de sucesos diversos y de cuestiones que, como el denominado crimen del expreso de Andalucía, la supuesta muerte del pastor Grimaldos, que dio origen a un escandaloso error judicial; el crimen pasional de la calle de San Agustín, el reciente asesinato de Pablo Casado, el incendio del teatro de Novedades, los deportes y las intervenciones quirúrgicas en sus relaciones con el Derecho penal, la “Ley de Lynoh” y otros asuntos, han requerido con fuerza inusitada la atención popular y les pone las oportunas apostillas técnicas ilustrando así al público, encaminándole por senderos lógicos para poder enjuiciar con acierto esos hechos, esos sucesos. Es decir, que Jiménez de Asúa se aprovecha de la curiosidad pública, muchas veces malsana, para ejercer su apostolado.

(…)

                                                                          EMILIANO M. AGUILERA

     HERALDO DE MADRID, año XXXIX,

           nº 13.605, 05-09-1929,  p. 1

COMPENSACIONES

El alcalde interino da una credencial de jornalero a una de las víctimas del error judicial de Osa de la Vega. [20]

Comencemos por declarar que trazamos estas líneas con honda satisfacción. Nos satisface, en efecto, y en gran medida, que el alcalde interino D. Luis Parrella, nos brinde ocasión de elogio. Al tributarle el que por su rasgo de hoy merece demostrarnos cumplidamente que no entra en nuestros procedimientos, la cesura sistemática, y que en ningún momento somos reacios a la alabanza cuando ésta es merecida y sea quien fuera el merecedor.

Ahora lo es D. Luis Parrella, alcalde de Madrid en ausencia del señor Aristizábal. Todos nuestros lectores recordará el error judicial cometido con ocasión del supuesto crimen de Osa de la Vega. Dos hombres, León Sánchez y Antonio (Gregorio) Valero, fueron acusados del asesinato de un pastor llamado José Grimaldos. Condenados por los Tribunales, llevaban ya doce años en prisión cuando el presunto muerto apareció sano y salvo. Había permanecido todo aquel tiempo en Tresjuncos (Cuenca). Y, claro, como no había tal asesinato, no había tampoco asesinos tales.

Gracias a una insistente campaña de Prensa, en la que desde el primer momento tomó parte HERALDO DE MADRID, se llegó a las puertas de la revisión del proceso. La evidencia del yerro cometido y la brillante labor de los abogados defensores, D. León de las Casas y D. Conceso del Coso, alcanzaron la rehabilitación de los infelices presos. Pero nada más. Habían vuelto a la calle después de ¡doce años de prisión inocente! Pero no se les indemnizó de los sufrimientos pasados.

Por virtud de una confidencia, el alcalde de Madrid ha sabido que León Sánchez vivía en Cuenca en angustiosa situación económica. Y el Sr. Parrella le ha nombrado guarda de parques y jardines del Ayuntamiento de Madrid. La credencial ha sido firmada esta mañana.

El Sr. Parrella ha demostrado que es hombre de corazón. En la medida de sus fuerzas ha reparado una tremenda equivocación, no ya judicial, pero social. La ley no previene para casos como el que aquí se trata compensación alguna. Un hombre que durante años y años ha venido purgando culpas no cometidas no tiene derecho legal a una reparación económica. El Sr. Parrella ha suplido ahora esta deficiencia de la ley. Por ello merece el elogio férvido de todos.

 

              EL LUCHADOR,    (Barcelona)

                año I, nº 26, 03-07-1.931, p. 3

DEL AMBIENTE

(…)

No ha mucho, resucitaba el pastor Grimaldos, por cuya muerte, convictos y confesos, dos hombres extinguieron una abrumadora condena. El pueblo español acusa a individuos del benemérito cuerpo de haberles arrancado, por la violencia, las declaraciones que llevaron a presidio a aquellos dos desgraciados. A confesarse autores de un asesinato que no precisamente habían cometido, sino que ni siquiera hubo tal asesinato.

Se argumentará que las responsabilidades inmediatas son de los que gobernaron en tiempos de la extinguida monarquía -de acuerdo- por el hecho de no haber exigido las debidas responsabilidades a los que se extralimitaron en el cumplimiento del deber.

No, si no se hubiese declarado inviolable a la guardia civil, hoy no pediría el pueblo, con rara unanimidad casi, la abolición de dicho  cuerpo. Ellos debían de haber sido los más interesados en que su actuación fuese tamizada por la más severa crítica. Aceptaron esa inviolabilidad y, por tal, fueron instrumentos de gobernantes y caciques, los que, tomándoles por instrumento de sus maquiavélicos desatinos, les restaron, ante el pueblo, toda fuerza moral.

No, no se cumple con ningún deber cuando se emplea la violencia contra personas indefensas para obligarles a que se confiesen autores de hechos que no cometieron. Antes al contrario, los que así obran pierden toda fuerza moral y prestigio ante la pública opinión, que, en último término, es la que decide, la que decidirá.

No encarna en un pueblo un anhelo tan hondamente sentido y manifestado como el del pueblo español, en ese caso concreto, sin que múltiples y poderosas razones, causas y concausas, le hayan llevado a tal aspiración.

                                                                                         Ramón Cortés

      EXTREMADURA (Cáceres), año XII,

            nº 3.747, 19-07-1935, pág. 5

CONSEJO DE MINISTROS EN LA PRESIDENCIA

Se concede una pensión a los culpados por el error judicial de Osa de la Vega.

(…)

Referencia oficiosa.

También y a propuesta del señor (ilegible), se estudió la conveniencia de conceder una pensión o un capital de una sola vez a los que habían sufrido condena de 20 años a consecuencia del error judicial de Osa de la Vega y cuya causa se vio en la Audiencia de Cuenca

Después de un cambio de impresiones el Gobierno optó por conceder una pensión.

Nota oficiosa.

Concediendo una pensión a los condenados en la Audiencia de Cuenca por el error judicial de Osa de la Vega y que han estado en presidio 20 años.

      EXTREMADURA (Cáceres), año XII,

           nº 3.748, 20-07-1935, pág. 5

INFORMACIÓN POLÍTICA

Las víctimas del error judicial de Osa de la vega.

Esta mañana estuvieron en el ministerio de Justicia las víctimas del error judicial de Osa de la Vega, León Sánchez y Gregorio Valero, que fueron a dar las gracias al señor Casanueva por la pensión vitalicia que les ha sido concedida a propuesta de este ministerio, en el Consejo celebrado ayer.

Acompañaban a aquellos el abogado defensor don Cesáreo Pozo (Conceso Coso) y los diputados por Cuenca.

DEMOCRACIA, (Madrid)

Año I, Nº 7, 27-07-1935, p.5

La semana burguesa.

El Gobierno ha decidido recompensar a los labradores de Osa de la Vega que fueron a presidio por un error judicial. Es un buen principio moral, no estamos muy seguros de que el hecho de llevar inocentes a la cárcel no se haya repetido y se esté repitiendo. Se juega con demasiada facilidad con la libertad de las gentes en España. Por eso nos parece aleccionador que se haya reparado el error de Osa de la Vega.

 

    HOJA OFICIAL DEL LUNES,

           año VI, nº 238, 03-06-1935,  pág. 8

El error judicial de Osa de la Vega.

Los ex condenados por la Audiencia de Cuenca, León Sánchez y Gregorio Valero, víctimas del error judicial de Osa de la Vega, han presentado razonada instancia al señor ministro de Justicia, pidiendo la reparación de los daños y perjuicios sufridos con motivo de la condena que contra ellos decretara la Audiencia de Cuenca, de diez y ocho años de reclusión, y por el supuesto asesinato del pastor Grimaldos, que después apareció vivo.

De su visita al ministro de Justicia con este objeto salieron los interesados con las mejores esperanzas.

 

EL MAGISTERIO ESPAÑOL,  (Madrid),

  año LX, nº 7.422, 06-03-1926,  p. 14

-SEMANAL-

CRONICA GENERAL

(…)

-Publican los periódicos un lamentable caso de error judicial. En resumen, es lo siguiente: Hace quince años desapareció del pueblecito de Osa de la Vega, en la provincia de Cuenca, un pastor, José María Grimaldos; se sospechó que había sido víctima de un crimen, y fueron detenidos otros dos pastores. A fuerza de indagatorios y de temor por parte de los procesados, terminaron por confesar un delito que no habían cometido, y fueron condenados a diez y ocho años de presidio; pero en estos días se recibió, por el párroco de Osa de la Vega, una carta del párroco de otro pueblo, Mira, pidiéndole la partida de nacimiento de José María Grimaldos, que deseaba contraer matrimonio. El estupor del párroco fue grande, y puso el asunto en conocimiento de las autoridades, comprobándose el espantoso error judicial. Los inocentes llevan doce años en presidio.

(…)

         EL PORVENIR CASTELLANO (Soria),

         año XVII, nº 1.361, 15-03-1928, p.3

PROCESAMIENTO DE LOS FORENSES

El error judicial de Osa de la Vega.

La Audiencia de Cuenca, a la que había sido elevado el sumario instruido por el Juzgado de San Clemente para depurar responsabilidades del error judicial cometido en Osa de la Vega, por la supuesta muerte del pastor Grimaldos, ha cerrado el auto de terminación interesando el fiscal se procese a los médicos forenses Sres. Jáuregui y Labarga, que prestaban sus servicios en Osa de la Vega cuando los sucesos ocurrieron.

La determinación del fiscal de la Audiencia de Cuenca ha de producir verdadera sorpresa, ya que, como se recordará, el verano último le fue concedido al Sr. Jáuregui la cruz de Beneficencia, precisamente como premio a su labor en el famoso proceso.

                                                                                                                                   Crouselles.

            LA VOZ DEL TRABAJO  (Zamora),

            año V,   nº 178,  13-08-1933,  p. 1

Publicación semanal.

C O N T R A S T E S

De Montjuich a Castilblanco (pasando por Lyon).

Hace unos días apuntamos en estas mismas columnas que, aun cuando por un renuncio del deber que nos hemos impuesto, quisiéramos olvidarnos de la sentencia dictada por los sucesos de Castilblanco y de su forzosa revisión, de continuo se nos brindarían hechos, contrastes y comparaciones que nos cerrarían el paso a tan imperdonable omisión.

(…)

Que sepamos al reaparecer en vida el “asesinado” confesado por los procesos de Osa de la Vega, no se le ocurrió tampoco a esa justicia militar averiguar como había sido hecha esa confesión de un crimen inexistente.

(…)

                                                                                                                         Margarita Nelken

 

A N E X O

 

       EL CASO,    (madrid),

    Nº 1.146, 19-01-1.980,  p. 1

SEMANARIO POPULAR

¡¡EXCLUSIVA!! [21]

MARGARITA LANDI. Enviada especial.

LA HIJA DE GRIMALDOS, TESTIGO DEL ASESINATO, SABE LA VERDAD.[22]

SÍ, HUBO “CRIMEN DE CUENCA”

VALENCIA.- Hubo crimen de Cuenca hace setenta años. En Osa de la Vega fue asesinado un hombre y al huir Grimaldos se convirtió en la presunta víctima. Los asesinos, supuestamente torturados, “cantaron” y pasaron en la cárcel catorce años hasta que el interfecto “resucito” y el caso fue calificado de “error judicial”. Lo que impulsó a escapar a la persona clave del suceso, sólo lo saben su hija y su abogado, pero no quieren hablar. Nuestra enviada especial, Margarita Landi, entrevistó en Valencia a doña María Grimaldos Ferrer, en un intento de desvelar el misterio. Advertimos a nuestros lectores que es nuestro propósito seguir investigando sobre este apasionante suceso.                                                   (PAGS. 8 Y 9)

       EL CASO,    (madrid),

     Nº 1.146, 19-01-1.980,  p. 8

SEMANARIO POPULAR

SÍ HUBO “CRIMEN DE CUENCA”

El pánico hizo huir de su pueblo al pastor.

Su desaparición hizo pensar que había sido asesinado.

La verdad sólo la saben una hija de Grimaldos y su abogado.

SÍ, HUBO “CRIMEN DE CUENCA”

VALENCIA.- Mucha tela queda por cortar en lo que se refiere al famoso “Crimen de Cuenca”, que tuvo lugar en Osa de la Vega el 16 [21] de agosto de 1910 y fue de lo más sonado. Difundido  en coplas que cantaba el inolvidable cómico Luis Esteso, que era natural de otro pueblo de Cuenca, San Clemente, el público sentía erizársele el cabello al oír los espeluznantes detalles del suceso que setenta años después ha servido de argumento para una polémica película.

Gran parte del vecindario de Ossa [Osa] de la Vega no se muestra conforme con el relato que en el filme se hace de aquel “crimen” que durante tantos años ha sido como una afrenta para los conquenses, que no perdonaban a Esteso su extraordinaria divulgación por los escenarios españoles. Hay descendientes de los principales protagonistas que preferirán que todo aquello quedara en el olvido, mientras que otros prefieren prestarse a “airearlo”, tal vez con el deseo de politizarlo, ya que en él quedan malparadas la Justicia y, sobre todo, la Guardia Civil, debido al tan traído y llevado tema de las “torturas”, ahora tan de moda.

Recuerdo que hace como un par de años, un portero que entonces había en mi casa, llamado Máximo, me dijo:

-        “Debiera ir usted a mi pueblo, que es donde se cometió aquel célebre “Crimen de Cuenca”… Sacaría un buen reportaje con todo lo que la gente tiene que contar… Dicen que, aunque el pastor que creían muerto, apareció vivo al cabo de varios años, sí hubo crimen, y que él huyó porque lo había visto y tenía miedo de que le mataran también… Usted vaya y verá todo lo que saca de allí.”

No seguí el consejo de mi portero. No fui a Ossa (Osa) de la Vega y ahora lo siento. Pensé que se trataba de un suceso demasiado antiguo, demasiado mitificado en aquellas coplas populares… Y he aquí que ahora ha servido como argumento de una película con la que llegó “el escándalo”.

UNA HIJA DE GRIMALDOS

Tuve noticias de que en la provincia de Valencia viven dos hijas de José María Grimaldos López, María y Alejandra Grimaldos Ferrer, y conseguí la dirección de la primera. Fui a visitarla, con la esperanza de que ella me aclarase el misterio que envuelve la misteriosa y prolongada desaparición de aquel pastor cuyo supuesto asesinato llevó a la cárcel a dos colegas suyos, vecinos de Ossa (Osa) de la Vega.

Doña María se mostró muy sorprendida al recibirme… ¿Quién me había avisado de su existencia? No se lo dije, por supuesto, pero tampoco conseguí de ella lo que yo pretendía saber.

-        “Mire, yo puedo hablarle de mi padre, que era un hombre extraordinario, bueno, humano, trabajador, buen marido y buen padre -me dijo-, pero no me pida más, porque sobre los motivos que tuvo para escapar del pueblo es un secreto que él guardó toda su vida y que yo soy la única que lo conoce… Bueno, y ahora, también lo sabe mi abogado. Ni él ni yo hablaremos nada hasta que no se presente el momento oportuno.”

-        Tengo entendido -comenté- que usted se siente molesta por ciertos conceptos que en la película “El Crimen de Cuenca” se vierten sobre su padre; ¿es cierto?

-        “Pues sí; claro, que yo no he visto la película, y lo que sé de ella es por cosas que se han dicho en Televisión y que se han publicado en varias revistas. Si eso que dicen es cierto, creo que se ofende a mi padre, y eso naturalmente, me molesta mucho. Se dice de él que “era un ceporro”… ¡Un ceporro!... Tenga en cuenta que, en aquellos tiempos, en un pueblo tan pequeño que sólo debía tener veinte casas, tanto él como sus padres y sus siete hermanos sabían leer y escribir… Mi padre tenía una inteligencia poco común. Él, mientras cuidaba las ovejas, leía novelas y luego se las contaba a los demás, ¡en verso!...”.

Opina que la figura de su padre no ha sido bien investigada, ya que de él se ha dicho que al marcharse de su pueblo precipitadamente, abandonando a sus padres, seis hermanas, un hermano y el puesto de trabajo, tuvo que pedir limosna y vender lotería.

-        “Nada de eso es cierto. Mi padre, que nació en Tresjuncos, era pastor en Ossa (Osa) de la Vega y cuando se marchó de allí fue también pastor en Mira, pueblo de la misma provincia, cercano a Utiel, donde conoció a mi madre y donde nacimos mi hermana y yo. Siempre fue pastor. Hasta el 10 de diciembre de 1945 no dejó de trabajar. Ese día se cayó, precisamente en la barraca que sacaron en “Cañas y Barro”, donde tenía el ganado y hacía quesos… Se rompió una pierna y la cadera y dos años después murió.”

Siempre parapetada tras la barrera de silencio que levantó entre las dos, sobre los motivos de fuga de su padre, doña María Grimaldos, se aviene a hablar de aquello, “hasta donde puede hacerlo”.

-        “Es costumbre que a los pastores les den una cabeza de ganado al año, con lo que ellos pueden ir formando su pequeño rebaño. Mi padre, el día de la Virgen de agosto de 1910, vendió algunas ovejas. Al día siguiente estaba de nuevo en el campo y pensaba ir a su casa a mudarse de ropa.

Mientras otros dos pastores, Gregorio Varela y León Sánchez Gascón, preparaban la comida, él les dijo que iba a bañarse al río. Ellos dijeron después que ya no volvió y que comieron solos, pero parece ser que comió con ellos y fue luego cuando desapareció.”

La familia, extrañada de que José María no volviera, preguntó a los dos compañeros, que aseguraron no haberle visto desde que se fue a bañar, y así fueron pasando los años sin que el misterio pudiera aclararse. Un hombre pacífico, de vida regular y ordenada, había desaparecido sin dejar rastro, pero sus vecinos y, sobre todo, su familia, no podían olvidarle.

TRES AÑOS DESPUÉS

Preciso es tener en cuenta que hace setenta años no había radio ni televisión, ni los periódicos llegaban a los pueblos pequeños, por lo que no es de

         EL CASO,    (madrid),

      Nº 1.146, 19-01-1.980,  p. 9 [23]

extrañar que, aunque Grimaldos estuviera en un pueblo de la misma provincia, ni los suyos supieran nada de él, ni él tuviera la más remota idea del revuelo que su ausencia había producido en el vecindario, que recelaba hubiera sido asesinado o, en el mejor de los casos, se hubiera ahogado en el río.

-        “Lo curioso es -dice su hija mayor- que mi padre sacaba todos los años su cédula personal en Mira, sin que nadie le relacionase con el desaparecido vecino de Ossa [Osa] de la Vega”.

Pasaron tres años hasta que los pastores León y Varela y la mujer de éste fueran detenidos y acusados; ellos por supuesto asesinato y ella por complicidad.

Según me dijo un anciano de Utiel, que vivió sus años mozos en Ossa (Osa), ocurrió que un día riñeron violentamente Gregorio Varela y su mujer, pudiendo oír una vecina que la mujer llamaba asesino al marido. Se ignora si oiría algo más, pero el caso es que dio cuenta de ello a la Guardia Civil. Al ser detenidos -según dicen (y parece que esto está en la película)-, los dos hombre negaron su participación en el crimen que la mujer aseguraba que habían cometido: “Habían matado a Grimaldos, quemado su cadáver, aventado sus cenizas y echado sus huesos a los cerdos, que no se los comieron, por lo que tuvieron que ser enterrados en alguna parte del corral, con la ayuda de la mujer de Varela”.

Ya se sabe: dicen que, “torturados”, los dos presuntos asesinos acabaron por confesar su “crimen”, y tras ser juzgados fueron a parar a la cárcel. De ello, naturalmente, no tuvo noticia José María Grimaldos, que seguía en Mira atendiendo a sus ovejas y con su documentación en toda regla.

“USTED NO EXISTE; FUE ASESINADO

Fue en el año 1917 cuando Grimaldos decidió casarse y escribió una carta al cura de su pueblo, Tresjuncos, pidiéndole “los papeles”, pero recibió una sorprendente contestación: “Usted no existe, fue asesinado”… Se repitieron las cartas, que ya ni eran contestadas. Hasta que la pareja, aburrida, decidió unirse libremente. Tuvieron dos hijas, una en 1921 y otra en 1923. Y ya en 1924 pidió ayuda a un sacerdote amigo, don Feliciano, que escribió de nuevo en demanda de la documentación precisa para que Grimaldos se uniera en matrimonio a su compañera. Ante la reiterada sospecha de que se tratase de un impostor, fue advertida la Guardia Civil. Una pareja acudió a la casa de la suegra para pedir que le dijera a José María que no se fuera del pueblo sin avisar, pues tenía que acompañarles a Ossa (Osa) de la Vega.

Yendo con los guardias, encontró en Belmonte a un hermano de leche que le identificó. Al llegar a Ossa (Osa) supo que sus padres y su hermano habían muerto; supo también que el cura de Tresjuncos se había suicidado, al saber el error cometido, arrojándose a una cuba de vino… Y, claro está, supo que Varela y León estaban en la cárcel desde hacía once años, uno en San Miguel de los Reyes (Valencia) y el otro en Cartagena. Fue a verles a ambos, que pronto estuvieron en libertad y, según parece, se trasladaron a Madrid, donde trabajaron como jardineros.

En 1928 (casado ya desde 3 años antes), Grimaldos, su mujer y sus hijas se marcharon a la provincia de Valencia, donde él fue pastor, como siempre, y siguió haciendo quesos, hasta sufrir el accidente antes referido.

Nunca quiso decir a nadie el porqué de su salida de Ossa (Osa) de la Vega aquel día 16 (21) de agosto de 1910. Cuando le preguntaba alguien: “¿Por qué te fuiste?”, contestaba: “No lo sé… Un barrunto que me dio”… Y desde entonces le llamaron Grimaldos “El Barrunto”.

Repito: María Grimaldos y su abogado son los únicos que conocen a fondo lo que verdaderamente pasó en Ossa (Osa) de la Vega. Ellos saben cómo y por qué ocurrió el “Crimen de Cuenca” que Luis Esteso cantó en coplas por todo el país. Tal vez algún día lo sepamos nosotros también. Por ahora hemos de quedarnos con las ganas.

                                                                                         (Dibujo: A. Arnau)

EL DIA, (Cuenca)

Sábado, 21-08-2010, p. 22

CUENCA PROVINCIA

EL CRIMEN DE CUENCA I

Hoy se cumplen cien años de la desaparición de José María Grimaldos, el Cepa, entre los municipios de Osa de la Vega y Tresjuncos, el 21 de agosto del año 1910

Tres familias y dos pueblos marcados por un error judicial.[24]

Los pueblos no han olvidado los hechos que les señalarían para siempre.

El suceso enfrentó a Osa de la Vega y Tresjuncos durante largos años.

Hoy se cumplen cien años de la desaparición de José María Grimaldos, el Cepa, entre los pueblos conquenses de Osa de la Vega y Tresjuncos. Con el correr de los tiempos sus compañeros, León Sánchez Gascón y Gregorio Valero Contreras, mayoral y bracero para el mismo amo, fueron acusados, torturados y condenados a 18 años de prisión por asesinato. Hoy se cumple un siglo desde que comenzara el drama para tres familias y dos pueblos que quedarían marcados para siempre por un asesinato en el que no hubo muerto. Más tarde, estos hechos pasarían a la historia como uno de los mayores errores judiciales de nuestro país.

C. MORAL

OSA DE LA VEGA/TRESJUNCOS

El sol aprieta en la llanura manchega en este cálido verano de 2010. A penas cinco kilómetros separan a Osa de la Vega de Tresjuncos. La calma se palpa en cada calle de estos dos pueblos vecinos. La plaza dedicada a Gregorio Catalán Valero de Osa de la Vega es el punto de encuentro de los más ancianos del pueblo. Ninguno de ellos vivió aquellos acontecimientos, pero la mayoría conoció la historia a través de las palabras de sus antecesores. Lo mismo ocurre en Tresjuncos. Sus mayores se congregan en la Plaza del Ayuntamiento, donde pasan las horas recordando viejas historias. Entre ellos está Antonio Grimaldos, de 84 años de edad. Su padre era primo hermano del Cepa y sus progenitores le contaron todo lo que sabe acerca de aquel suceso que trascendió las fronteras españolas y mantuvo en vilo a todo el país. Hoy, todavía lamenta que la repentina marcha de José María Grimaldos acarreara tanto sufrimiento a su familia y a la de los acusados. Un “barrunto”, como él mismo dijo, fue lo que le llevó a alejarse de su pueblo y su familia sin tener en cuenta las terribles consecuencias que aquella irracional decisión traerían a los dos pueblos.

TESTIMONIOS

“Los familiares de los protagonistas sufrieron exclusión social”

Daniel Sánchez Arenas y Francisco Guijarro Valero, nietos de los acusados, todavía recuerdan los hechos con profunda rabia. Un siglo después de lo ocurrido, visitan las ruinas de la finca de Osa de la Vega donde trabajaban sus familiares antes que comenzara “la pesadilla”, como ellos mismo la llaman. Muy cerca de allí está el cañizar donde explican que obligaron a sus abuelos a excavar en la tierra en busca del cuerpo sin vida del pastor tresjunqueño.

Las frases de los dos se entremezclan. Están deseosos de contar las torturas a las que fueron sometidos sus abuelos durante los interrogatorios de la Guardia Civil. Palizas, uñas arrancadas, o comidas sin agua a base de bacalao con sal son algunos de los castigos que tuvieron que soportar, narran con dolor. “La película dirigida por Pilar Miró se queda corta”, aseguran. Sin embargo, insisten en destacar que hubo otros guardias civiles “que se portaron muy bien con ellos y que incluso después de salir de la cárcel acudieron a visitarles a sus casas”. No menos doloroso y frustrante fue el proceso que sufrieron sus familias, tal y como atestiguan. “La gente les apuntaba con el dedo y se refería a ellos como los parientes de los criminales”, dice Francisco. Padecieron marginación y exclusión social y una verdadera situación de pobreza que se sumó a la desesperación de no saber que iba a ser de sus familiares apresados.

UNA PROFUNDA HERIDA

Cien años después de suceso, los municipios todavía tienen muy presente la rivalidad que les enfrentó durante largos años. En Osa de la Vega, los nietos de Gregorio y León relatan que tras la desaparición del Cepa, los vecinos de Tresjuncos iban al pueblo vecino para atemorizar a sus habitantes con varas. Por el contrario, los descendientes de José María Grimaldos explican que los tresjunqueños bordeaban Osa de la Vega para evitar cruzar el municipio de camino a Belmonte. Años más tarde, en la década de los setenta, la película de Pilar Miró ayudó a las familias de Gregorio y León a proclamar al mundo lo que sentían, a cerrar heridas y abrir otras. En la actualidad, Daniel Sánchez Arenas y Francisco Guijarro Valero expresan todavía su rabia contenida, pero aseguran que la profunda herida que se abrió entre los pueblos ya ha cicatrizado.

INCÓGNITAS

Las secuelas de la historia.

Cien años después de la desaparición del Cepa, son muchas las incógnitas que todavía quedan por resolver. Los años transcurren y lejos de esclarecerse, la verdadera historia se vuelve más escurridiza y lejana, al menos para quien intenta acercarse y profundizar en ella con la única intención de entenderla y difundirla con honradez y sin manipulaciones ni falsedades.

Centenares de escritos e investigaciones han indagado en unos hechos no exentos de polémica y debate social.

Cuestiones como las torturas a las que fueron sometidos los acusados o el porvenir del sargento Taboada y del cura de Tresjuncos han sido objeto de investigación por periodistas y escritores y todavía hoy son objeto de duda incluso por parte de los mismos familiares. Con motivo del primer centenario del Crimen de Cuenca, El Día se ha acercado a los familiares vivos de los protagonistas de la historia. A través de ellos hemos podido comprobar que el tiempo no ha borrado ni el dolor ni las secuelas de un suceso cuya trascendencia llegó a superar la historia personal de las familias para convertirse en uno de los mayores errores judiciales de nuestro país y cuestionar los métodos utilizados por la Guardia Civil. Ahora, las impresiones de los descendientes vivos vuelven a cuestionar la veracidad de los hechos.

EL DIA, (Cuenca)

Sábado, 21-08-2010, p. 23

Lo que se dijo del crimen.

FABIÁN CAMPOS [25] (82 AÑOS) VECINO DE BELMONTE

“Yo tenía 14 años cuando mi padre me presentó a León”

“Yo tenía catorce años cuando mi padre me presentó un día a León, uno de los acusados de asesinato.

Una de las historias que se contaba es que el Cepa se apareció en una posada de Belmonte cuando todo el mundo le daba por muerto”.

JOSÉ ALCÁZAR [26] (76 AÑOS) VECINO DE BELMONTE

“Mi abuela me explicó que León paraba en su taberna a beber agua”.

“Mi abuela tenía una taberna en Belmonte. Ella me explicó que León paraba allí y ataba la borrica en la ventana para que le dieran agua de beber. Un día le llamaron la atención a mi abuela por saciar su sed incluso tiempo después de que apareciera el Cepa”.

JOSÉ Mª HERRADA (RADA) [27] (91 AÑOS) VECINO DE OSA DE LA VEGA

“Las familias de León y Gregorio fueron las más perjudicadas”

“Me contaron que los vecinos de Tresjuncos bajaban con garrotas para atemorizar a los de Osa de la Vega. Las familias de León y Gregorio fueron las más perjudicadas. Durante mucho tiempo estuvieron sin hablarse y acusándose unas a otras”.

 

MANUEL PORRAS [28] (85 AÑOS) VECINO DE OSA DE LA VEGA

“Todos los vecinos de los pueblos sufrieron los acontecimientos”

“Me siento orgulloso de ser de Osa de la Vega, de que todo fuera una mentira y de que finalmente se descubriera el tremendo error judicial que se cometió. Todos los vecinos del pueblo sufrieron los acontecimientos, pero las familias especialmente”.

EL DIA, (Cuenca)

Domingo, 22-08-2010, p. 20

CUENCA PROVINCIA

EL CRIMEN DE CUENCA II

Existen centenares de escrito y opiniones sobre el Crimen de Cuenca.

“Mi familia lloró durante años por no saber dónde estaba José Mª ”.[29]

Eduarda García, familiar del Cepa, dice que “nunca desveló el motivo de su marcha”.

Sobre las torturas, los nietos de Gregorio y León dicen que la realidad superó a la ficción.

C. MORAL

OSA DE LA VEGA/TRESJUNCOS

Cuando José María Grimaldos, el Cepa, se marchó sin dejar huella, sembró sin saberlo una historia de odios, rencores y dolor en los pueblos de Tresjuncos y Osa de la Vega cuyas secuelas permanecieron latentes durante largo tiempo, tal y como pudimos ver ayer con motivo del centenario del suceso.

Hoy, los descendientes de los protagonistas echan la vista atrás para traer el suceso hasta nuestros días. Una historia que, en muchos casos coincide con el guión de la película de Pilar Miró, y que en otros abre interrogantes sobre la auténtica crónica, como fue el motivo de la marcha del Cepa. Eduarda García, nieta de una de las seis hermanas del pastor, explica que antes de morir éste dejó escrito en una carta que se marcharía de este mundo sin desvelar a nadie el verdadero motivo de su marcha, aunque tras su regreso el propio Cepa afirmó que le dio un “barrunto” y con el dinero obtenido tras la venta de unas pocas ovejas, decidió ir a otro lugar. “Yo creo que sus compañeros se tenían que portar mal con él y el miedo hizo que se alejara de allí sin dar explicaciones a nadie. Los sábados siempre volvía a Tresjuncos para mudar la ropa de la semana y contaba a sus padres que aquellos hombres no eran buenos con él. Su padre Anselmo le animaba a que aguantara porque no tendría otro lugar donde ir a trabajar”, dice Eduarda. Por su parte, Daniel Sánchez Arenas y Francisco Guijarro Valero, nietos de León y Gregorio respectivamente, ignoran que sus abuelos trataran despectivamente al Cepa por su “corta estatura y semejante inteligencia”, tal y como figura en un buen número de escritos sobre la historia. Antonio Grimaldos, otro de sus descendientes, señala que “el muchacho se vería con cien pesetas y se diría a sí mismo: me voy a disfrutar”.

DESAPARICIÓN

“Muchas personas aseguraron ver al Cepa en Tresjuncos en el tiempo que estuvo desaparecido”.

Sea como fuere, el Cepa emprendió camino hacia La Celadilla, lugar donde según se dice, fue “a tomar unos baños”. Atrás quedaban Osa de la Vega y Tresjuncos donde, al cabo de pocas semanas de su desaparición, la familia denunciaría los hechos ante el juez y reclamaría la detención de Gregorio y León como presuntos autores de su muerte. Eduarda relata que la familia del Cepa lloró a diario durante años la incógnita sobre el paradero de José María Grimaldos.

En Septiembre de 1911, el juez pone en libertad a los acusados por falta de pruebas y no es hasta 1913 cuando el nuevo juez que llega a Belmonte, Emilio Isasa, ordena detenerles otra vez. Fue entonces cuando comenzó el infierno para Gregorio y León. Sus nietos aseguran que las torturas descritas en la película por Pilar Miró y la guionista no sólo fueron verídicas, sino que la realidad llegó a superar con creces a la ficción. Sin embargo, el drama alcanzó también a las familias de los dos acusados. Como señalamos en el reportaje anterior, las esposas y los hijos de Gregorio y León tuvieron que soportar la exclusión social de todo su pueblo y aceptar que les señalaran con el dedo como los parientes de unos criminales. Uno de los vecinos más ancianos de Osa de la Vega, José María Herrada (Rada), subraya que “todo el pueblo tenía miedo por lo que pudiera pasar”. “La gente de Tresjuncos venía con garrotas para atemorizar a las familias de los dos acusados”, dice Francisco, nieto de Gregorio.

- Lo que se dijo -

FRANCISCO GUIJARRO [30] NIETO DE GREGORIO VALERO

“La familia del Cepa sabía que no estaba muerto”

“Gran parte de la culpa de las torturas a las que fueron sometidos mi abuelo y León fue de la familia del Cepa. Ellos sabían que estaba vivo porque les había visitado en numerosas ocasiones, pero no dijeron nada y consintieron aquellos hechos”.

ANTONIO GRIMALDOS [31] FAMILIAR DE JOSÉ Mª GRIMALDOS

“Mi familia nunca supo nada de José María”

“Mi familia nunca supo nada sobre José María Grimaldos hasta que la Guardia Civil vino a decirles a Tresjuncos que había aparecido.

Siempre hubo muchos rumores sobre su aparición, pero todos fueron falsos. Sufrieron mucho su ausencia”.

¿REGRESÓ EL CEPA A TRESJUNCOS?

Todavía son muchas las personas que cuentan cómo El Cepa fue visto en numerosas ocasiones en la casa donde vivía su familia situada en La Muela, un paraje ubicado a las afueras de Tresjuncos. Antonio Grimaldos y su hermana Francisca explican que un viajero procedente de La Serranía de Cuenca aseguró impresionado un día haber viajado junto al Cepa en el tren. “Los niños juraban a sus padres haberle visto en una matanza y preguntaban a los adultos si los espíritus también comían gachas”, cuentan. En Osa de la Vega, los nietos de Gregorio y León también se muestran convencidos de que la familia de José María conocía su paradero y quiso ocultarlo. Sin embargo, Eduarda asegura que los padres del Cepa “se murieron con la pesadumbre  de  creer  que  su  hijo  estaba  muerto”.  “Juana -madre del Cepa- lloraba desesperadamente cuando le aseguraron que León y Gregorio habían asesinado a su hijo y habían dado de comer a los gorrinos con su cuerpo”. Eduarda se echa las manos a la cabeza al recordar el sufrimiento que padecieron

EL DIA, (Cuenca)

Domingo, 22-08-2010, p. 21

sus familiares durante los años que José María permaneció desaparecido. “Recuerdo cómo mis abuelos nos llevaban a la iglesia a rezar el rosario por José María”, cuenta Eduarda. “Incluso el médico del aquel momento, don Baldomero, llegó a certificar que unos huesos hallados en el camposanto de Osa de la Vega pertenecían a José María”, relata.

Hasta doce años permanecieron León y Gregorio en prisión por un asesinato que no cometieron. León cumplió su condena en la prisión de Cartagena y Gregorio lo hizo en el penal de San Miguel de los Reyes (Valencia). Sus nietos explican que el reencuentro de los dos se produjo en Socuéllamos. No resultó sencillo volver a la vida normal después de lo ocurrido. Según cuentan sus nietos, la gente les marginaba y les seguía acusando de asesinos.

Unos años más tarde, el 8 de febrero de 1926, el cura de Tresjuncos recibió un correo del cura del municipio serrano de Mira en el que solicitaba la partida bautismal de José María Grimaldos para que éste pudiera contraer matrimonio. El cura de Tresjuncos quedó tremendamente sorprendido y sin salir de su estupor decidió no dar respuesta a la carta del párroco de Mira.

LA CLAVE

La aparición del Cepa

¡Ay mi José María! Exclamaba la hermana de José María Grimaldos cuando vio a los guardias de la Benemérita que fueron a darles la noticia sobre la inesperada aparición.

EL IMPACTO DE LA NOTICIA

Mientras tanto pasa el tiempo y José María Grimaldos impaciente por que su partida de nacimiento no llega, decide partir hacia Tresjuncos y se presenta sin más en el pueblo. Eduarda todavía recuerda el alboroto que se despertó en su casa de Tresjuncos, en La Muela, cuando la Guardia Civil alertó sobre la inesperada aparición del Cepa, algo que ya era casi inimaginable. “¡Ay mi José María!”, exclamaba la hermana de El Cepa cuando vio a los guardias de la Benemérita. Eduarda García asegura que los padres del Cepa, Anselmo y Juana, “se murieron con la pesadumbre de creer que su hijo estaba muerto”.

¿Por qué el juez condenó a León y Gregorio sin hallar el cadáver? [32]

Numerosos elementos influyeron en la decisión final de Emilio Isasa Echenique.

C. MORAL

OSA DE LA VEGA/TRESJUNCOS

Investigaciones, ensayos, novelas y hasta una película se han creado sobre el crimen más famoso de la historia de la provincia de Cuenca. Cien años después, es el momento de reflexionar sobre lo que hay de verdad y falsedad en todo ello y los que probablemente sean los puntos más polémicos de toda esta historia: la decisión del juez de condenar a los dos acusados pese a no existir cadáver y las torturas a las que éstos fueron sometidos por la Guardia Civil durante los interrogatorios.

¿Por qué el Juez Emilio Isasa Echenique decidió declarar culpables a Gregorio y León? Quien fuera el padre original de la película de El Crimen de Cuenca, Juan Antonio Porto, señalaba en declaraciones a este periódico en el año 1985 que el propio juez creyó “honradamente” que era verdad lo que allí había ocurrido. Además, hay que tener en cuenta que lo primero que le dijeron al juez cuando llegó a Belmonte fue que se trataba de un partido judicial en donde los asesinos andan sueltos. Otra de las circunstancias que pudo influir en la decisión del juez fue la fama que, según se ha apuntado en algunos escritos, tenían los dos inculpados. El propio Francisco Guijarro Valero, nieto de Gregorio, reconoce en la actualidad que su abuelo “era de los más reivindicativos y sindicalistas”. Una circunstancia que en ningún caso justifica la decisión del juez, pero que nos puede ayudar a entenderla un poco más.

“HUBO GENTE QUE VIO EL CRIMEN”

Otro de los elementos más concluyentes de la investigación fueron las declaraciones de algunas personas que aseguraron haber sido testigos del crimen de José María Grimaldos. Así lo pone de manifiesto Juan Antonio Porto en la entrevista: “Hay testimonios en el juicio de gentes que presenciaron, desde la plaza, el crimen, que vieron cómo lo quemaban”. De hecho, hasta las propias familias de los dos acusados creían firmemente que eran culpables de asesinato. Sus nietos, Daniel y Francisco, señalan que las dos familias se achacaban el crimen la una a la otra.

Por otro lado, tampoco hay que olvidar el contexto social de la época, marcado por enfrentamientos vecinales, pobreza generalizada, incultura y políticos y caciques de por medio, tal y como indica Juan Antonio Porto. Sin embargo, en la citada entrevista realizada por el entonces director de El Día de Cuenca, Javier Moral, el guionista profesional puso sobre la palestra otros muchos aspectos que, por lo menos, ponen en duda los acontecimientos narrados por Pilar Miró y la guionista Lola Salvador en su película. En el reportaje de mañana reflexionaremos sobre estas cuestiones.

EL DIA, (Cuenca)

Lunes, 23-08-2010, p. 40

CUENCA PROVINCIA

EL CRIMEN DE CUENCA III

Tras saltar a la luz pública la insospechada aparición de José María Grimaldos, la prensa nacional e internacional supo explotar las connotaciones sociales y políticas de un país en pre-guerra.

“Ni el Cepa era tan tonto, ni todos los guardias tan crueles.[33]

La película de Pilar Miró sobre ”El Crimen de Cuenca” tuvo un gran impacto social en la zona.

La prensa liberal exigió responsabilidades por el error y la conservadora casi llegó a obviar el caso.

C. MORAL

OSA DE LA VEGA/TRESJUNCOS

LA TRASCENDENCIA DE LO AUDIOVISUAL

¿Conocemos la verdad de los hechos?

Cuando hablamos con la gente más anciana de los pueblos de Osa de la Vega y Tresjuncos donde se vivieron los acontecimientos resulta sencillo percatarse de la gran repercusión que tuvo la película de Pilar Miró en el conjunto de la sociedad, no sólo por recuperar del pasado unos hechos dignos de denuncia ante la opinión pública, sino porque la narración del suceso que aparece en el film fue absorbida por todos como la auténtica e indiscutible historia del crimen. Una circunstancia que nos empuja a reflexionar cobre la trascendencia del cine y de todo el material audiovisual en las personas.

Sin embargo, los testimonios de los familiares vivos de los protagonistas de aquel triste suceso no nos dicen eso. Daniel, Francisco, Antonio, Francisca y Eduarda, todos ellos parientes de Gregorio, León y José María Grimaldos, hablan con nosotros no sólo con el afán de rememorar el centenario de los hechos, sino para decir al mundo que existen otras verdades que, omitidas o manipuladas, nunca salieron a la luz.

Buen ejemplo de ello es que los nietos de Gregorio y León insisten en subrayar que también hubo guardias civiles que actuaron de forma benévola con sus antecesores durante los interrogatorios o que Antonio y Francisca Grimaldos, familiares de José María, destaquen que éste “no era tan tonto como aparece en la película”.

- - - - - - - - - -

En los dos capítulos que hasta ahora hemos ofrecido sobre el crimen más famoso de Cuenca, los parientes vivos de sus protagonistas han compartido con nosotros y nuestros lectores el modo en que sus familias vivieron los sucesos ocurridos tras la desaparición de José María Grimaldos, el Cepa, hace ahora cien años.

Unos hechos que no tardaron en saltar a la luz pública, sobre todo después de que se supiera que José María Grimaldos no estaba muerto, sino que un “barrunto” terminó por llevarle al municipio serrano de Mira. La decisión del juez Emilio Isasa Echenique de acusar, torturar y condenar a Gregorio Valero y León Sánchez por asesinato pese a no existir ni rastro del Cepa, hizo que tras su insospechada aparición, la prensa nacional e internacional se hiciera eco de un tremendo error judicial que también pudo estar motivado por el contexto histórico y social de la época, tal y como vimos ayer.

El Museo Municipal de Tresjuncos aún conserva algunos recortes de prensa de aquella etapa en los que se aprecia la importante repercusión mediática de la noticia. El periódico “El Liberal”, por ejemplo, abría su edición con este titular: “Se ha hecho pública la sentencia dictada por el Tribunal Supremo en el recurso de recisión contra la sentencia que condenó a León Sánchez y a Gregorio Valero”. Sobre la misma información, “El Socialista” se refería en el ante-título a “reparar un error judicial” y encabezaba la noticia señalando que “El Tribunal Supremo proclama la inocencia de León Sánchez y de Gregorio Valero”. En efecto, los periódicos supieron explotar de manera extraordinaria las connotaciones sociales y políticas del caso en un país que estaba en situación de pre-guerra y dividido ideológicamente. Podemos concluir que la prensa más liberal como El Sol, El Liberal o El Heraldo de Madrid dieron al suceso una relevancia enorme y exigieron responsabilidades por el error judicial de Belmonte, mientras que la prensa más conservadora como “El Debate” casi rehuyó el caso. En este punto, cabe recordar también que el novelista Ramón J. Sender se inspiró en estos hechos para hacer una profunda reflexión sobre la situación de España en su libro “El lugar de un hombre”.

Sin embargo, desde aquellos años veinte en que sale a la luz la verdad sobre lo ocurrido hasta finales de la década de los 70 en que Pilar Miró dirige la película sobre los hechos, trascurren más de treinta años en los que este suceso pasa a un segundo plano en la opinión pública. Para la mayoría, es la directora de cine Pilar Miró y la guionista Lola Salvador las que recuperan estos hechos y se encargan de difundirlos a través de un film que hace especial hincapié en las torturas de la Guardia Civil a los presuntos asesinos. Sin embargo, para el que fuera el padre original de la película, Juan Antonio Porto, el general Primo de Rivera fue quién realmente dio publicidad a la historia. En una entrevista realizada a Porto por este periódico en 1985, éste señala que “Primo de Rivera tenía especial interés en sacar a la luz pública este caso de error judicial por un enfrentamiento claro que surgió en aquel entonces entre el dictador y el Poder Judicial”.

Una vez resuelto el caso, otro de los principales interrogantes de esta historia fue el del ahogamiento del cura de Tresjuncos que, según se explicó, no pudo soportar el tremendo cargo de conciencia por haber ocultado a todos que el Cepa estaba vivo. Sin embargo, el tresjunqueño Antonio Grimaldos ha explicado a El Día que el párroco se ahogó porque “un sobrino suyo había terminado con todo el capital de su familia”.

LA PREGUNTA ?

¿Cómo fue recibida la película dirigida por Pilar Miró en Osa de la Vega, Tresjuncos y Belmonte?

La alcaldesa de Belmonte, Angustias Alcázar, ha señalado que el cine del municipio conquense se quedó pequeño durante una semana para acoger al gran número de personas que quiso acudir para verla y recordar los hechos. Gente procedente de Osa de la Vega, Tresjuncos y otros pueblos de alrededor acudieron en masa para recordar a sus víctimas. Algunos de los familiares directos, en cambio, rechazaron revivir aquellos acontecimientos.

EL DIA, (Cuenca)

Lunes, 23-08-2010, p. 41

“Las torturas reales superaron la ficción de la película”.[34]

Algunas críticas del film de Pilar Miró denunciaban que se cebó con las torturas.

C. M.M.

OSA DE LA VEGA/TRESJUNCOS

Además de recuperar el error judicial que significó el caso de Osa de la Vega y Tresjuncos, el principal motivo por el que la película “El Crimen de Cuenca” dirigida por Pilar Miró causó tanto impacto en la gran pantalla fue, sin duda alguna, la difusión de las torturas a las que fueron sometidos Gregorio Valero y León Sánchez para que confesaran un crimen que nunca cometieron. Unas torturas que impactaron hasta al más estoico y conmocionaron a todo el país. Precisamente este martirio ha sido motivo de debate en multitud de escritos posteriores.

Uñas arrancadas, palizas o comidas sin agua a base de bacalao sin desalar fueron algunos de los castigos que aparecían en el film de Miró y que, según lamentan los descendientes directos de Gregorio y León, “fueron sobrepasados por la cruda realidad, tal y como les contaron a ellos”. El objetivo de aquellos brutales interrogatorios estaba muy claro: conseguir una confesión de asesinato por parte de los dos acusados. En  este sentido, la justicia vulneró el derecho de los acusados a la presunción de inocencia hasta que existieran pruebas que pudieran incriminarles y llegó a torturarles hasta el extremo para que demostraran su inocencia.

La rabia se muestra todavía en los familiares de Gregorio y León cuando les preguntamos por las torturas. Los dos coinciden en subrayar que la realidad superó con creces la ficción. “Sufrieron tremendas torturas para que confesaran un crimen que no sólo no cometieron, sino que nunca ocurrió” explican. Una de las consecuencias que suscitó la publicación de la película fue la imagen que se proyectó de la Guardia Civil como un cuerpo del Estado que, lejos de infundir seguridad y protección a la ciudadanía, inspiraba temor y odio.

LA IMAGEN DE LA GUARDIA CIVIL

En este punto, Daniel Sánchez Arenas y Francisco Guijarro Valero, nietos de León y Gregorio, quisieron dejar muy claro que hubo otros guardias civiles que lejos de castigar y aumentar las torturas a sus abuelos, les ayudaron durante el duro período de interrogatorios en la cárcel de Belmonte. En concreto, se refieren a un guardia civil natural del pueblo vecino de Las Mesas. “Después de que todo terminara y se supiera de su inocencia, este buen hombre regresó en varias ocasiones a visitar a nuestros abuelos a sus casas”, relatan.

Por otro lado, Antonio Porto criticó que la película de Pilar Miró se cebara especialmente en las torturas durante veinte minutos debido a una “falta de imaginación”, mientras que en el guión original elaborado por él mismo “se cerraba la puerta y detrás debía haber torturas” que no llegaban a superar, ni como mucho, el minuto. A su modo de ver, “si hubo torturas, las hubo no durante la instrucción sumarial”.

- Investigación-

La Guardia Civil, un mero instrumento.

Criminólogos e investigadores coinciden en realzar que la Guardia Civil actuó en aquellos hechos como un mero “instrumento” y no como actor protagonista, tal y como figura en la película. De hecho, se esfuerzan en subrayar que el único responsable de las torturas que se cometieron contra Gregorio y León fue el propio juez Emilio Isasa Echenique.

EL DIA, (Cuenca)

Martes, 24-08-2010, p. 20

CUENCA PROVINCIA

CENTENARIO DEL CRIMEN DE CUENCA (Y IV)

El 13 de junio de 2001, El Día Cultural, suplemento que coordinaba entonces Florencio Martínez Ruiz, rescató las crónicas del gran Ramón J. Sénder para los periódicos de la época, y con motivo del centenario recuperamos ese trabajo.

Martínez Ruiz destacaba la importancia de unos reportajes cuya información provenía directamente de los protagonistas de los hechos, y estaba recogida en la propia Osa de la Vega. Su importancia documental era y es enorme.

“El día que R. J. Sénder viajó a los lugares del “Crimen de Osa de la Vega.[35]

El “Año Sénder” ha traído muchas sorpresas sobre la vida y la obra del gran novelista aragonés y no fue la menor diversos datos referidos a Cuenca. Precisamente en el Festival de Cine de Huesca, celebrado estos días, se analizó la influencia de la narrativa senderiana en el cine y, lógicamente, se habló de “El Crimen de Cuenca” que recogería el famoso “error” judicial de Osa de la Vega, tramitado con ira en la pantalla por Pilar Miro. No era la primera vez que un suceso de tanta repercusión inspiraba una obra artística, puesto que Ramón J. Sénder lo había hecho eje del argumento de su novela “El lugar del hombre” no para contar el caso judicial, de modo realista, sino para inocularle toda la capacidad existencial de un escritor aplastado por guerras civiles y mundiales. Más la sorpresa no acabaría ahí porque Ramón J. Sénder viajó, en arreos de cronista de “El Sol” al “lugar del crimen” -que no lo fue de modo violento y físico- en los días en que se descubrió la tremenda verdad de la vida de José Grimaldos López y de sus “asesinos” que evidentemente no lo fueron como Gregorio Valero y León Sánchez. Parte de esas crónicas que revelan un escritor de fibra humana y pluma expresiva -aparte un oficio cabal a la hora de hacer un periodismo que hoy llamaríamos de investigación- aquí las traemos extraídas de “El Sol”, más un artículo recapitulatorio publicado en “La Libertad” en el que se apuntan todos los extremos polémicos con intención y agudeza máximas. Materiales en resumen que explican el valor de “El lugar del hombre” y prestigia a Ramón J. Sénder como un excepcional narrador social y metafísico por cuanto sobre la “circunstancia” de la vuelta de un hombre a su pueblo tras quince años desaparecido, levanta un espontáneo alegato que por muchos dictámenes judiciales vale. En la historia de la novela sobre Cuenca, “El lugar del hombre” ocupa la primera posición y solo el largo exilio del autor y el desconocimiento de estas crónicas han conspirado en su silencio.

LA VIDA DE GRIMALDOS

Tarancón 5 (11 n). Hemos realizado varias excursiones por esta comarca. Visitamos primero a José María Grimaldos López, que llegó de Tresjuncos, su pueblo natal, en la mañana del miércoles último.

Nuestra visita le altera un tanto. Su rostro, inmovilizado por la sorpresa, se anima levemente con una sonrisa de niño. Nuestra impresión es que José María Grimaldos es un anormal, quizá un idiota.

Nos damos a conocer:

-        Somos periodistas -le decimos- y queremos que usted nos cuente algo de lo que ha hecho durante su huida de estas tierras y de los motivos que tuvo para escapar de tan extraña manera.

Sin cejar en su sonrisa inexpresiva, nos contesta:

-        Un barrunto que me dio.

-        Pero ¿hubo antes disgustos de familia, o acaso con los compañeros?

-        No -responde-. Fue, como le digo, un barrunto.

-        Bueno, y ¿adónde fue usted, y dónde pasó estos años?

-        Era un día del mes de agosto, de 1910; pensé irme a los baños de Celadilla, junto al Pedernoso, y así lo hice, estando en dicho punto unos días. Después, dispuesto a no volver a mi casa, marché a Camporrobles (Valencia del Cid), donde entré de pastor con José Arroyo; allí estuve un año. Luego fue a Cuevas de Utiel (Valencia), donde permanecí tres años sirviendo en casa de José Ortiz. Volví a Camporrobles, y después marché a Fuenterrobles, donde trabajé seis meses con Fabio Arroyo, y desde este punto fui a Mira, pueblo de esta provincia. Allí presté mis servicios de pastor. Dos años en casa de José Fuentes, que era el alcalde; un año, en casa de Teodoro Clavijo; otro, en casa de Eugenio Salinas; luego, en la de Jesús López; después, en casa de la “Calabaza”, en Villalgordo del Cabriel...

Y así va recordando los años de su ausencia sin gran esfuerzo. Parece como si recitase una lección bien aprendida. Este hombre tiene una memoria feliz. ¿Será la memoria el patrimonio de los tontos?

Recuerda todo lo que ha hecho en su vida; pero durante ésta, y a pesar de su buena memoria, olvidó que tenía madre y que ésta moría de pena con su ausencia, como murió efectivamente, con la tristeza de una tragedia y de un hijo perdido, y olvidó también que tenía hermanas y sobrinos que lloraban.

José María Grimaldos, al marchar de su pueblo, olvidó todos, todos sus afectos. Él nos lo dice así mismo.

Pero José María se iba a casar ahora, José María, hombre sin afectos, ¿cómo cobró uno tan fuerte que le impulsara a casarse?

Se lo preguntamos, y de nuevo aparece en sus labios la sonrisa indefinible…

-        Me caso -dice- porque ya tengo dos nenas: una, de siete años, y otra, de tres. Y antes tuve también un nene… El señor cura me dijo que así no debía estar, y yo, la verdad, le contesté: “Arrégleme usted los papeles y me casaré”. Otro barrunto que me dio.

-        ¿No supo usted nunca el mal que había ocasionado a su familia?

-        No, nunca. Si lo hubiera sabido… Yo siempre estuve en el campo; nada sabía ni quería saber  de  nadie;  trabajaba…, ¡y nada más!.

-        ¿Negó usted su nombre y su naturaleza alguna vez?

-        Nunca. Siempre fui José María Grimaldos, de Tresjuncos… ¿Para qué había de negar? Yo siempre he sido bueno. Que lo pregunten en las casas donde he trabajado.

El “barrunto” inconsciente de José María Grimaldos ha ocasionado males terribles a tres familias desdichadas. A él le produce pena, mucha pena haber sido el causante involuntario del horrible drama. Al recordarlo sus ojos se enturbian y sus facciones se contraen.

Con un puñado de crónicas en “El Sol” ayudó a restablecer la identidad de Grimaldos y el buen orden de las investigaciones.

ENTRE EL 6 Y EL 11 DE MARZO

Crónicas de Ramón J. Sénder en “El Sol” y “La Libertad”

-        “Un redactor de “El Sol” habla con Grimaldos (sábado, 6 marzo 1926).

-        “Los excarcelados Valero y León relatan lo ocurrido a un redactor de “El Sol”, (domingo, 7 de marzo 1926).

-        Interesantísimos pormenores recogidos en Osa de la Vega y Tresjuncos. (Se proyectan gestiones a favor de Valero y León”, 7 y 8 de marzo 1926).

-        Trabajos judiciales para identificar a Grimaldos. “El Sol” desmiente los informes de Cuenca (8 marzo).

-        “Identificado Grimaldos, comenzará muy pronto la depuración de los hechos”. (Jueves, 11 marzo, 1926).

-        “Hace diez años. Recordando lo de Osa de la Vega”. “La Libertad” (28 julio de 1935).

LOS PROTAGONISTAS

-Yo creía -nos dijo León- que estaba en la cárcel por él, y Valero, el pobre, que estaba por mí.

TESTIMONIO DE GRATITUD

Quiero hacer constar mi gratitud a nuestro corresponsal en esta localidad, D. Pedro Martínez Fernández, activo e inteligente colaborador, a cuya gestión debo gran parte del éxito de esta información. Esta gratitud debo hacerla extensiva al jefe de la Central de Teléfonos de este pueblo, que tan gentilmente ha favorecido la rápida comunicación de mis informes en beneficio de los lectores de “El Sol”.

Hemos visitado también a los licenciados de presidio. En Osa de la Vega se encuentran: Gregorio Valero, con su madre, ya vieja, su mujer y sus hijos. Vive de su trabajo como jornalero, y tiene cuarenta y seis años. León trabaja en Villaescusa, donde su mujer estableció un horno de pan para atender a la subsistencia de los hijos y de los suegros, cuya avanzada edad les impedía ya entonces ganarse el sustento.

De las conversaciones sostenidas con uno y otro, ampliadas y ratificadas por el testimonio de algunos parientes y vecinos, se deducen los siguientes hechos concretos:

En la tarde del 21 de agosto de 1910 José María Grimaldos, que pastoreaba con sus ovejas en el término

EL DIA, (Cuenca)

Martes, 24-08-2010, p. 21

de Veguilla, del Municipio de Osa de la Vega, charlando con León, que era el mayoral de la finca, le dijo que pensaba marcharse a los baños de Celadilla, situados en el término de Pedernoso, de esta misma provincia; que contaba con el dinero obtenido en la venta de unas reses.

Ambos se profesaban cariño verdaderamente fraternal.

Gregorio Valero, que era el guarda del monte público donde está enclavada La Veguilla, mantenía con Grimaldos y León una relación menos asidua.

Hay que tener en cuenta, para los acontecimientos que habían de desarrollarse, que Grimaldos, la supuesta víctima, es natural del pueblo de Tresjuncos, y que allí tenía la familia.

A los veintitantos días de ausentarse Grimaldos su familia presentó una denuncia en el Juzgado de Belmonte, temiendo que hubiera sido asesinado por móviles de codicia, aunque no llevaba consigo más que 50 o 60 duros.

Reclamados por el juez de instrucción León y Valero, a quienes concretamente se acusaba en la denuncia, personáronse en Belmonte y fueron sometidos a un minucioso interrogatorio.

Como el juez no encontrara motivos de acusación contra ellos, puesto que sus manifestaciones fueron satisfactoriamente comprobadas, quedaron en libertad y regresaron a Osa de la Vega.

Transcurridos tres años de tranquilidad para el guarda y el mayoral.

Entre tanto llegó a Belmonte el nuevo juez, Sr. Isasa Echenique, el cual resucitó el asunto.

Respecto a los preliminares del suceso, hemos querido aseverarnos con referencias de distintos orígenes, y damos a continuación aquellos datos sobres los que no puede caber duda alguna.

Conducidos de nuevo al Juzgado de instrucción León y Valero, el juez preguntó al primero:

-        ¿Tú has matado a Grimaldos?

-        No, señor -contestó el interrogado-.

-        Bien; ¿y tú eres León, verdad? -exclamó el juez dirigiéndose al mayoral…- ¿y qué dices tú?

-        Que no he hecho nada.

Siguió a esto un largo e infructuoso careo, y se encarceló a los acusados.

NUEVO INTERROGATORIO

Poco después fueron excarcelados todos y conducidos a Osa de la Vega, para que dijeran dónde habían realizado el crimen y el lugar en que se hallaba el cadáver.

En la posada de este pueblo fue sometido León a nuevos interrogatorios.

Valero decía que sí a todo; pero su compañero seguía en la misma actitud de negativa.

-        Le habéis enterrado en el cementerio, ¿verdad?

Afirmaron.

Levantándose varias losas en presencia del forense, quien, a pesar de las protestas de los acusados afirmando que era el de la víctima cualquiera de los cadáveres que exhumaban, manifestó que no podía ser ninguno de ellos.

Del comportamiento del forense, que era D. Juan Jáuregui, guardan los infortunados un sentimiento imborrable de gratitud.

Se repitieron las excavaciones en la Alamedilla, sin hallar restos humanos, y entonces fue cuando declararon ambos que habían descuartizado el cadáver y lo habían dado a comer a los cerdos.

Antes manifestaron que habían quemado los restos de la víctima; pero las negativas del forense contra esta posibilidad indujeron a los acusados a inventar aquella macabra y definitiva argucia.

Comenzó en seguida el proceso, y los Tribunales de Cuenca emitieron fallo condenatorio el día 21 de mayo de 1913.

El alcalde Osa de la Vega, D. Felipe León Escobar, tan pronto como supo que éramos periodistas, y viendo la posibilidad de reivindicar la moralidad del pueblo que preside, se nos ofreció incondicionalmente, y ganado por la acción, no se atrevió a decir claramente que él juzgaba “a posteriori” lo que hubiera tenido mérito defender “a priori” la inocencia de León Sánchez y Gregorio Valero.

Pudimos comprobar, con el testimonio de este último, que dicho señor fue el único que los visitó en la cárcel.

JUAN JÁUREGUI

Del comportamiento del forense guardan los infortunados un sentimiento de gratitud.

LA CAUSA

El “barrunto” de José María Grimaldos ha ocasionado males terribles a tres familias desdichadas.

SE PIDE LA REVISIÓN DE LA CAUSA

El juez de Belmonte se vio sorprendido por nuestra visita y esquivó desde el primer momento toda ocasión de emitir opinión y dar noticias relacionadas con el suceso.

Sin embargo, dijo que está virtualmente identificado el presunto muerto, pues sin necesidad de rueda de presos ha sido reconocido por innumerables vecinos de Tresjuncos y de Osa de la Vega, y ante tan indudable prueba ha quedado Grimaldos en libertad para recoger los abrazos de los suyos.

No obstante, prospera la solicitud de los Municipios de Osa de la Vega y Tresjuncos en pro de la revisión de la causa.

EL REGRESO AL PUEBLO

Amplío por correo algunas notas recogidas en la excursión de ayer a los pueblos de Osa de la Vega, Tresjuncos y Belmonte.

Valero y León, los infortunados protagonistas de este drama inusitado -drama sin primer acto, sin causa, todo él consecuencia implacable- fueron condenados como ya sabe el lector. Y mientras León cumplía condena en Cartagena, Valero veía también pasar los días ávidos del presidiario en el penal de San Miguel de los Reyes (Valencia).

En la separación perseverada de tantos años, a solas consigo mismo, cada cual buscó en su conciencia una razón, una disculpa contra al arbitrariedad. Sentían que la propia experiencia, a fuerza de crueldades había minado su concepto de la infalibilidad de la Justicia, y resistiéndose a la afirmación de herejía contra una cosa que llegaba a ellos tan revestida de dignidades en el aparato de las salas de la Audiencia, en la autoridad infinita del señor juez, imaginaban sin cesar buscando una razón. Y finalmente convencido concluía: “No; yo no tengo culpa; pero me ha acusado a última hora León, que es el verdadero criminal”.

León, por su parte, hacía análogas reflexiones. Todo menos sospechar que en el mundo podía haber errores ajenos a la propia voluntad capaces de hundir en la afrenta, el vilipendio, a dos hombres honrados y de reflejar su desventura sobre la dignidad de los hijos, de la esposa, del pueblecito donde se formó y consagró su hombría de bien.

No podían creerlo -voluntad firme en la adversidad y razón humana y pura- y atribuyéndose mutuamente el crimen.

-        Yo creía  -nos dijo León-  que estaba en la cárcel por él, y Valero, el pobre, que estaba por mí.

Cumplida la condena en los respectivos penales, ambos fueron libertados el mismo día. Sin perder minuto dirigiéndose al pueblo natal. La vida tenía para ellos una risueña promesa de reconquista. No habían muerto los padres de León ni la madre de Valero. Muy acabaditos estarían, pero la Providencia cuidaba de dilatar el último instante.

Valero llegó a Socuéllamos para coger allí el autobús de línea que había de conducirlo a Belmonte. Se dirigió a la casa del contratista de este servicio con objeto de sacar el billete. La puerta estaba cerrada. Llamó con la aldaba y salió a abrirle precisamente… León. Pasado el primer instante de sorpresa, juntos hicieron el viaje a la capital del partido, y de allí dirigióse León a Villaescusa de Haro, donde su mujer mantenía la familia explotando un horno de pan. Valero fue a Osa de la Vega. El día que ambos llegaron a sus respectivos destinos marcaba el calendario el 18 de febrero de 1924.

Acaban de cumplirse desde entonces dos años. Valero se gana la vida trabajando a jornal los días que le ofrecen “tajo” donde cavar, segar o arar. León solicitó un puesto en la casa donde tantos años había trabajado y le fue denegado alegando que no querían trato con criminales. Un día observó que al salir sus hijos a jugar a la calle, la madre les decía en voz baja, aproximándoles al oído los labios con el pretexto de una caricia:

-        No riñáis con los chicos, y si os insultan no les contestéis.

La infeliz quería evitar la ocasión de que repitieran los chicos aquel insulto tantas veces oído en el que se recordaba el “asesinato” cometido por el padre y la estancia del infeliz en el presidio con ese cruel desenfado de los niños en las aldeas. León se dio cuenta de esto y sintió en el corazón el pinchazo de una espina nueva. Eran ya muchas las que erizaban de odio su camino. El saludo lanzado desde la puerta al paso de un antiguo vecino y no recogido deliberadamente por éste. El regreso después a la sombra del patio con la cabeza baja y las mandíbulas encajadas de desesperación. Prefería volver al penal, pero poco a poco unió a la sugestión de la paz carcelaria otra venganza. ¡Oh un año de desprecio enconado de todo el pueblo!

Seguía hablando. Ni siquiera su mujer creía en su inocencia. A la cárcel no se va por nada. Ella se lo callaba; pero en la intimidad no podía evitar, a menudo, la pregunta que acababa de enloquecerlo:

-        Dímelo, León. Yo comprendo que un hombre mate a otro. Pero, ¿que resentimiento pudo haber entre vosotros? Aunque para mí siempre has de tener razón, porque te conozco y no eres un malvado, no estaré tranquila hasta saber qué motivos tuviste para aquello.

Y Valero, al lado de su madre, a la que recurría, seguro de encontrar un gesto cordial de acogimiento, como un consuelo contra el desvío desdeñoso de los demás, oyó también palabras parecidas.

-        Hijo: voy para la “fuesa” y no querría acabar de marcharme sin saber si has matado o no.

Y el hijo protestaba, indignado, vencido por la falta de pruebas, abrumado por la acusación patente de la ley y por el estigma del presidio.

Pero ahora, todo ha pasado, León es admitido en La Veguilla como mayoral, han resurgido doblemente efusivas las viejas amistades, en el pueblo hay un alborozo de Pascua de resurrección, llena de luces nuevas en la que sólo falta el volteo de campanas.

-        ¿Y Grimaldos? ¿Qué me dicen ustedes de Grimaldos?

Hay en ellos un gesto sincero y noble acompañando a una palabra hidalga de perdón. ¡Tantas venturas les trae ahora, que les parece un sueño su felicidad! En cuanto a la madre de Valero, viejecita, temerosa quizá de su rencor, se limita a decir:

-        Dios le dé lo que le convenga.

Ramón Sénder

Osa de la Vega

7 marzo 1926

EL DIA, (Cuenca)

Jueves, 26-08-2010, p. 22

CUENCA PROVINCIA

EL CRIMEN DE CUENCA V

Tras conocerse la noticia sobre la aparición de José María Grimaldos, el mundo entero descubrió el tremendo error judicial que se había cometido.

“La aparición de José María Grimaldos cambio todo.[36]

Fue el momento en que Gregorio y León supieron que ninguno de los dos era culpable.

Los dos hombres se marcharon a Madrid, donde trabajaron como guardas de jardines.

C. MORAL

OSA DE LA VEGA/TRESJUNCOS

Uno de los momentos clave de la historia del suceso de Osa de la Vega y Tresjuncos fue el retorno de José María Grimaldos después de permanecer dieciséis años desaparecido. La noticia llenó de estupor a los dos pueblos conquenses que durante tanto tiempo estuvieron enfrentados por ignorar que el Cepa estaba en realidad vivo.

El 8 de febrero del año 1926, el cura de Tresjuncos recibió una carta del párroco del pueblo serrano de Mira en la que solicitaba la partida de bautismo de José María Grimaldos con la finalidad de celebrar su matrimonio. La llegada del Cepa a Osa de la Vega conmociona a todo el mundo pero, especialmente, a Gregorio y León así como a sus familias. Es el momento en que no sólo habitantes de Osa de la Vega y Tresjuncos, sino un país entero, se da cuenta del grave error cometido por la justicia. Y, lo más importante, es el momento en que los dos acusados de secuestro y asesinato, Gregorio y León, descubren que ni uno ni el otro había asesinado a José María. A partir de entonces comenzó una nueva etapa en las vidas de los dos. Sus vidas que hasta aquel momento habían estado repletas de sufrimiento, castigo, exclusión y desconfianza, se abrieron paso en un nuevo camino. Pero, ¿cómo afrontaron ellos esta nueva etapa? Daniel Sánchez, nieto de León, explica a El Día que su abuelo evitaba siempre recordar aquellos acontecimientos. “Cada vez que echaba atrás para rememorar lo que ocurrió se le ponía hasta mal cuerpo, por eso mismo rehuía todas las preguntas”, cuenta.

Llegados a este punto, se hace importante destacar que el martirio real de Gregorio y León terminó el día que se conoció que el Cepa estaba vivo, ya que cuando salieron de la cárcel, a los doce años de haber sido condenados por el juez, la gente todavía les apuntaba con el dedo como si de unos criminales se tratara. Así lo ponen de manifiesto sus nietos, Daniel y Francisco, quienes recuerdan que “fueron muchas las personas que les dieron de lado por el hecho de creer que habían terminado con la vida de José María Grimaldos”. Otro de los aspectos más importantes a recordar es la relación que durante años enfrentó a las familias de Gregorio y León. “Mi familia pensaba que mi abuelo estaba en la cárcel por culpa de León y ellos pensaban lo mismo de nosotros”, dice Francisco, nieto de Gregorio. No obstante, tras revelarse la verdad sobre los hechos, ambas estirpes volvieron a establecer vínculos de amistad, tal y como confirman Daniel y Francisco hoy.

¿QUÉ FUE DE SUS VIDAS?

Murió como vendedor de lotería.

Cien años después de los sucesos que marcarían para siempre a Osa de la Vega y Tresjuncos, sus habitantes rememoran la historia. Los familiares vivos de sus protagonistas todavía lamentan los hechos. Francisco, nieto de Gregorio, dice con rabia que la tragedia pudo haberse evitado “si la familia de José María Grimaldos hubiera confesado que estaba vivo cuando todos pensaban que no era así”. No obstante, recordemos que los descendientes del Cepa que viven hoy en Tresjuncos niegan que su familia supiera que José María estaba viviendo en Mira.

Tras los hechos, José María Grimaldos López, el Cepa, vivió en el municipio serrano durante años, donde se casó y tuvo dos hijas. Al parecer, una de ellas siempre quiso regresar a Tresjuncos para conocer sus raíces, pero falleció antes de hacerlo. Más tarde, Grimaldos se marchó a vivir a una localidad de la Comunidad Valenciana donde terminó sus días vendiendo lotería. Allí murió y fue enterrado.

Por su parte, después de trabajar durante años en el Parque de El Retiro, León Sánchez Gascón fue pastor en El Pedernoso en una finca de la que fue despedido cuando el propietario supo quien era. Luego fijó su residencia en Villaescusa de Haro, localidad conquense de donde era natural su esposa. Allí murió con 83 años y allí descansan sus restos. En lo que respecta a Gregorio Valero, terminó sus días en Madrid y está enterrado en el Cementerio de la Almudena.

EL DIA, (Cuenca)

Jueves, 26-08-2010, p. 23

CUENCA PROVINCIA

“El Cepa se postró ante Gregorio y León para pedir perdón” [37]

“El Cepa llegó llorando y pidiendo perdón. Dijo que le había dado un barrunto”.

C. M. M.

OSA DE LA VEGA/TRESJUNCOS

El que quizás sea el momento más importante, al menos simbólicamente, en esta historia de crimen sin muerto es el reencuentro entre José María Grimaldos, el Cepa, con Gregorio y León, una vez que se conoció que el tresjunqueño estaba vivo.

Tal y como aparece en la película dirigida por Pilar Miró, los nietos de Gregorio y León cuentan que Grimaldos llegó a Osa de la Vega escoltado por la Guardia Civil. Fue en el lugar conocido popularmente como “el sepulcro” donde tuvo lugar esta escena.

“Lo primero que hicieron Gregorio y León cuando supieron que el Cepa estaba vivo fue reencontrarse y abrazarse fuertemente. Fue el instante en que descubrieron que ninguno de los dos había asesinado a Grimaldos y que habían sido víctimas  del mismo error judicial”, explican sus nietos. La emoción todavía les embarga cuando rememoran lo que sus padres les contaron. La noticia les llenó de alegría y de rabia e impotencia al mismo tiempo. Por fin el mundo entero sabía que habían sido víctimas de tremendas torturas por un asesinato que ni siquiera llegó a cometerse por nadie. Los más mayores de Osa de la Vega cuentan que hasta los propios familiares de Gregorio y león se echaron las manos a la cabeza al conocer la noticia.

ARRODILLADO ANTE ELLOS

Daniel y Francisco traen hasta nuestros días el instante en que sus abuelos se vieron frente a frente con José María Grimaldos. “El Cepa se arrodilló ante ellos para pedirles perdón por todo el daño que les había causado durante tantos años. Aunque pueda parecer mentira, ellos le perdonaron”, relatan. Según el propio Daniel, su abuelo y Gregorio quisieron ver a José María Grimaldos para preguntarle por qué había guardado silencio durante tantos años y el motivo por el que nunca dijo que estaba vivo y se había marchado a otro lugar. “José María Grimaldos llegó llorando y se postró ante Gregorio y León pidiéndoles perdón. Dijo que le había dado un barrunto que hizo que se marchara inesperadamente. También contó que se fue de forma inocente por temor a que le ocurriera algo. Luego se abrazaron”, explica.

Daniel cree que su abuelo llegó a perdonar a José María Grimaldos, pero Francisco no está de acuerdo con eso. El dolor puede verse todavía en su rostro.

COMPENSADOS POR EL ESTADO

Tras saltar a la opinión pública la noticia sobre la súbita aparición del Cepa, la sentencia del Tribunal Supremo declaró nula la dictada en Cuenca en 1918, estableció la inocencia de Gregorio y León, así como la nulidad en el acta de defunción de Grimaldos y determinó las indemnizaciones civiles que corresponde abonar al Estado. En concreto, los dos hombres se trasladaron a Madrid junto a sus familias, donde se les ofreció un trabajo de guardas al servicio del Ayuntamiento de la capital.

Después de todo lo acontecido, Gregorio y León se esforzaron por reconstruir sus vidas con normalidad. Trabajaron como guardas en el madrileño Parque de El Retiro donde, según cuentan sus propios nietos, un día llegaron a encontrarse con el sargento de la Guardia Civil que les causó las torturas, Juan Taboada Mora. “Tras conocerle, se abalanzaron sobre él con rabia y comenzaron a propinarle puñetazos y patadas, aunque muy pronto otros guardias civiles, sorprendidos por la conducta de los dos guardas del parque, acudieron a protegerle”, relatan. Por otro lado, Daniel y Francisco desmienten que sus abuelos fueran a buscar al sargento de la Guardia Civil, Juan Taboada, para darle muerte durante la Guerra Civil, tal y como relataron algunos de sus familiares a este periódico en abril de 2001 y como se podría deducir de una obra publicada por la Iglesia tras la contienda, llamada el “martirologio de Cuenca”.

Tras la aparición del Cepa, los vecinos de Osa de la Vega dejaron de ser llamados criminales. A partir de entonces, fueron los tresjunqueños los que comenzaron a estar en el punto de mira, tal y como señalan en el pueblo.

LA PREGUNTA ?

¿Cómo reaccionó Osa de la Vega cuando llegó el Cepa?

Los más mayores del municipio explican que todo el pueblo acudió en masa para verle.

Además cuentan que una vecina, la tía Caya, se abalanzó sobre él para matarle por todo el dolor que había causado en el pueblo.

* 

Prólogos.

                Augusto Ruiz Belinchón

                Jacobo García Lorca

                Pancracio García Ruiz y Vicenta García Fuentes

                Cayetano J. Solana Ciprés

                Ángel García Peraira

                Nicolás Perez-Serrano Jáuregui

                Mª Angustias Alcázar Escribano

                José A. García-Carpintero Vilreales

                Marcelino Silla Palomares

                Hortensia Bustos García

                Vicente Santiago Parra

                Luz González Rubio 

PARTICIPAN.

1.                                  Alejandra Sánchez Aracil (Jandi)

2.                                  Alejandro Pacios

3.                                  Ángel Moreno Sánchez

4.                                  Eulalio Gómez Mena

5.                                  Felicidad Galván Mena

6.                                  Fernando Moya Muñoz

7.                                  Filomena Moreno Sánchez

8.                                  Hermógenes Aroca Gómez

9.                                  Juan Ángel González Gómez

10                   Julia Aroca Sajardo

11                    Julián Sánchez Hernández

12                    Julio González Rodríguez

13                    Manuel Delgado Parra

14                    María Rosa Sánchez Aracil

15                    Marisol Carnicero Bartolomé

16                    Marta Malpesa García

17                    Severiano Fuentes Mena

18                    Valentín Moreno Sánchez

19                    Víctor Matellano

 *

CRONOLOGÍA [38]

Esta cronología es arrastrada desde el volumen uno. Los datos son incluidos, modificados o ampliados, según avanza la investigación.

*

20-02-1880 (viernes):                  

-        Nace en Osa de la Vega (Cuenca), León Sánchez Gascón, sus padres Braulio y Valentina.

(Acta de nacimiento, Expediente Inscripción-Anulación Defunción José Mª Grimaldos, Juzgado Municipal de Osa de la Vega; D.N.I.; Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, p. 265)

19-12-1880 (domingo):

-        Nace en Osa de la Vega (Cuenca), Gregorio Valero Contreras, sus padres Francisco y Emilia.

(Acta de nacimiento, Expediente Inscripción-Anulación Defunción José Mª Grimaldos, Juzgado Municipal de Osa de la Vega; Libro Parroquial, Bautizos; Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, p. 258; Ayto. Madrid. Archivo de la Villa. Expediente Personal de Gregorio Valero Contreras, páginas 17 y 18)

03-02-1882 (viernes):

-         Nace en Tresjuncos (Cuenca), José María Grimaldos López, sus padres Anselmo y Juana. Tenía dos hermanos y seis hermanas. Los hermanos: Andrés que nació en el mismo parto, murió el 26-4-1882 de bronquitis capilar (libro defunciones folio 116) y Urbano que murió de úlcera de estómago el 07-05-1918[39]; las hermanas: Saturnina, María Santos, Paz, Santiaga, Capistrana Presbítera y María.

(Libro bautizos folio 22 vuelto; Certificación Juez Municipal de Tresjuncos, Cuaderno 12, Folio 33 vuelto, Acta 65. Inscripción/anulación fallecimiento José Mª. Grimaldos. Juzgado Municipal de Osa de la Vega; Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, pp. 1094 y 1095)

05-09-1891 (sábado):

-        Nace en Santa Cruz de la Palma (Canarias), León, Rómulo, José, Andrés, Eugenio del Rosario de las Casas Casaseca.

Es el abogado que defiende en 1926 a León Sánchez Gascón.

(Ilustre Colegio de Abogados de Madrid. Expediente personal)

01-08-1899 (martes):

¾    Gumersindo de Azcárate, catedrático y parlamentario hizo el 17-06-1899 una propuesta de reforma de la ley de Enjuiciamiento Civil y adicionó a sus preceptos un artículo, el 3º, por el que se da vida a la acción civil para reclamar daños y perjuicios. En 1926, este artículo es reiteradamente invocado a favor de los dos inocentes.

La propuesta de Azcárate fue votada por las Cortes y aprobada por la Reina María Cristina en San Sebastián el 01-08-1899, siendo Ministro de Gracia y Justicia Manuel Durán y Bas, y Pidal  y Mon en funciones de Notario Mayor, en el gabinete de Silvela.

(Heraldo de Madrid, 10-03-1926, p. 4, Carta del Abogado León de las Casas; Memoria de Licenciatura “El crimen de Cuenca”, Juan Antonio Porto Alonso. p. 101 y 107)

08-04-1901 (lunes):

¾    Nace Conceso Coso Langa en Almonacid del Marquesado (Cuenca). Hijo de Antonio Coso García, de oficio herrero, natural de Osa de la Vega, y de Virtudes Langa natural de Almonacid del Marquesado. Abuelos paternos, Andrés Coso y Regina García de Osa de la Vega, y abuelos maternos Félix Langa de Uclés y Candela Bustos de Almonacid del Marquesado.

Es el abogado que defiende en 1926 a Gregorio Valero Contreras. (Acta de nacimiento. Ayuntamiento de Almonacid del Marquesado; Ilustre Colegio de Abogados de Madrid. Expediente personal)

26-04-1903 (domingo):           ELECCIONES GENERALES

-        Elecciones Generales, sufragio masculino. En el distrito Belmonte-San Clemente es elegido Diputado conservador a Cortes, D. Francisco Martínez Contreras. Votos emitidos 8.505, votos obtenidos 8.505.

(AY, DIOS MÍO! ¿EL CRIMEN DE CUENCA? pp. 605; https://es.wikipedia.org)

19-05-1903 (martes): PROPUESTA CALLE FRANCISCO MARTÍNEZ CONTRERAS

¾    Comida Homenaje por haber sido elegido Diputado a Cortes. En el discurso pronunciado por el entonces alcalde de Almendros, Don Rafael Heras Jiménez,… “un ruego a nuestro digno Ayuntamiento que vea la manera de que en una de las principales calles de nuestro Pueblo esté escrito el nombre de Martínez Contreras,…”

(Prólogo Volumen 7, y documentación aportada por Hortensia Bustos García, natural de Almendros -Cuenca-)

16-08-1905 (miércoles):

-        El Negociado de Industrial de la Administración de Hacienda de Cuenca concede licencia de un “Molino Harinero movido por gas con tres piedras y cernido”[40] a D. Vicente Belinchón Valencia, en la calle Mesones de Osa de la Vega.

(Archivo Ayuntamiento de Osa de la Vega, caja 198)

10-09-1905 (domingo):           ELECCIONES GENERALES

-        Elecciones Generales, sufragio masculino. En el distrito Belmonte-San Clemente es elegido Diputado conservador a Cortes, D. Francisco Martínez Contreras. Votos emitidos 8.897, votos obtenidos 4.713.

(AY, DIOS MÍO! ¿EL CRIMEN DE CUENCA? pp. 605; https://es.wikipedia.org)

21-04-1907 (domingo):           ELECCIONES GENERALES

-        Elecciones Generales, sufragio masculino. En el distrito Belmonte-San Clemente es elegido Diputado conservador a Cortes, D. Francisco Martínez Contreras. Votos emitidos 8.529, votos obtenidos 8.524.

(AY, DIOS MÍO! ¿EL CRIMEN DE CUENCA? pp. 605; https://es.wikipedia.org)

26-07-1909 (lunes):              SEMANA TRÁGICA DE BARCELONA

-        Se conoce con el nombre de Semana Trágica a los sucesos acaecidos en Barcelona y otras ciudades de Cataluña entre el 26 de julio y el 2 de agosto de 1909. El desencadenante de estos violentos acontecimientos fue el decreto del gobierno de Antonio Maura de enviar tropas de reserva a las posesiones españolas en Marruecos, siendo la mayoría de estos reservistas padres de familia de las clases obreras. Los sindicatos convocaron una huelga general en Barcelona.

Al final de ese mismo día, concretamente a las 23.30 horas, un grupo de hombres y mujeres asalta e incendia el Patronato Obrero de San José  en  el  Poblenou.  Fue  el  primero  de  los  80  edificios  religiosos -entre iglesias parroquiales, escuelas e instituciones benéficas- que aquellos días ardieron como una tea en la ciudad condal.

Se desató entonces una carrera de sangre y fuego que acabó también con la vida de 104 civiles, tres religiosos y unos cuantos (entre cuatro y ocho) militares y policías. La rebelión se sofocó y la amenaza que supuso para el orden establecido dio paso a una implacable maquinaria represiva, que recayó principalmente en el movimiento obrero.

No había sitio en las prisiones para albergar a los 3.000 detenidos, de los que más de 1.700 fueron procesados y 17 condenados a muerte. Fueron ejecutadas cinco personas,…

(https://www.elmundo.es/elmundo/2009/07/26/barcelona/1248604054.html; https://es.wikipedia.org/wiki/Semana_Trágica_(España))

22-09-1909 (miércoles):

-        Toma posesión del Juzgado de Belmonte D. Antonio Rodríguez González, fue el Juez que instruyó el primer sumario a que dio lugar la desaparición de Grimaldos. (El Liberal -Madrid-, 16-03-1926, p.3)

Noviembre 1909

-        Fulgencio Hurtado, alcalde de Belmonte, Noviembre 1909 a Noviembre de 1910. (AY, DIOS MÍO! ¿EL CRIMEN DE CUENCA? p. 326)

1909:

-        El sacerdote Pedro Rufo Martínez Enciso fue designado a la parroquia de Tresjuncos en el año 1.909. Previamente estuvo en Alcantud (Cuenca). En Alcantud no hay datos, quemaron los archivos en la guerra civil. (Archivo Diócesis de Cuenca, e-mail 19-04-2021)

1910:

-        Al parecer en los primeros meses de 1910, León Sánchez entra a trabajar como mayoral en casa de Francisco Antonio Ruiz, en el puesto de Tomás [Heliodoro] Fuentes,[41] alias “El Moreno” que fue despedido y se salvó por los pelos de verse implicado en el asunto. Padre de Tomás y Julián Fuentes López “Los Morenos” de hoy, y éste último consuegro de Eufrasio López.

(Memoria de Licenciatura “El crimen de Cuenca”, Juan Antonio Porto Alonso. Madrid, pp. 109 y 121; SOY EL CEPA, ESTOY VIVO, p. 136)

-        “Todo lo que le pasó a León -cuenta “[Julián] el Moreno”, vecino de Osa, contemporáneo de los hechos-, le pudo haber pasado a mi padre. Porque antes que León, trabajaba mi padre con “el Varela”,… entró el León en el puesto de mi padre.”

(El crimen de Cuenca, Salvador Maldonado, p. 13)

24-04-1910 (domingo):    VÍSPERA DE SAN MARCOS, FIESTA EN OSA

-        Grimaldos, vendió a Pascual Coso Arenas de Osa, 6 corderos y 2 corderas al precio de 12,50 pesetas uno, el pago fue el día primero de mayo en calderilla y plata,…

Los quince duros de este dinero que aún conservaba “El Cepa” el 21 de agosto, fueron, según llegó a afirmarse en el sumario, los que despertaron la codicia de los dos criminales.

(Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, pp. 430 y 431; El Liberal -Madrid-, 16-03-1926, p.3; Memoria de Licenciatura “El crimen de Cuenca”, Juan Antonio Porto Alonso. p. 105; SOY EL CEPA, ESTOY VIVO, p. 134; EL CRIMEN DE CUENCA, SALVADOR MALDONADO, p. 103, lo pone el 05-08-1913)

08-05-1910 (domingo):           ELECCIONES GENERALES

-        Elecciones Generales, sufragio masculino. En el distrito Belmonte-San Clemente es elegido Diputado conservador a Cortes, D. Francisco Martínez Contreras. Votos emitidos 9.230, votos obtenidos 4.482.

(AY, DIOS MÍO! ¿EL CRIMEN DE CUENCA? pp. 605; https://es.wikipedia.org)

29-06-1910 (miércoles):                   SAN PEDRO

-        José María Grimaldos López entra a trabajar de zagal en casa de Francisco Antonio Ruíz en Osa de la Vega.

Con León Sánchez,… tenían antiguas relaciones de familia, pues los padres de ambos habían sido también compañeros.

Fue rechazado en la milicia por no cumplir la estatura mínima: dio 149 centímetros al ser tallado.

“Era algo falto,… pero poseía una gran memoria”.

Todos los hermanos están emancipados, José María es el único que sigue considerando la casa de sus padres como suya propia, y, así cada domingo, acude a ella desde la Osa, en donde trabaja, “a mudar”.

(Declaración de Constantino Ruiz Serrano, 08-03-1926; 10-03-1926. Belmonte. Ante el Juez Especial Sr. Moreno. Declaración como testigo de José María Grimaldos; ¡AY, DIOS MÍO! ¿EL CRIMEN DE CUENCA? p. 477; Memoria de Licenciatura “El crimen de Cuenca”, Juan Antonio Porto Alonso. pp. 114, 115 y 117)

26-07-1910 (martes):

-        Que cuando vio al Grimaldos fue,… al siguiente día del día de Santiago o sea el veintiséis de julio que se acercó por servir a un mismo amo yendo montado en un burro,…

(Declaración de Gregorio Valero, Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, p. 26; ¡AY, DIOS MÍO! ¿EL CRIMEN DE CUENCA? p. 300)

01-08-1910 (lunes):

-        Ministerio de Gracia y Justicia: Ha sido nombrado Escribano de Belmonte (Cuenca), D. Manuel Rodríguez de Vera. (Toma posesión el 26-08-1910)

(La Correspondencia de España, 01-08-1910, p. 5; El Foro Español, 10-08-1910, p. 10;  en ¡AY, DIOS MÍO! ¿EL CRIMEN DE CUENCA? p. 317)

15-08-1910 (lunes):

-        Que quince días antes [del 30 de agosto] estuvo en dicha casa [palomar de la Virgen de la Vega] el José María Grimaldos, que venía de Tresjuncos de mudar según él manifestó y que al poco rato de estar allí se marcho a su ganado sin que la declarante lo haya visto más desde aquella fecha…

(Declaración de Dolores Varón Pavo, mujer de Gregorio Valero, el 13-09-1910 ante el Juez Municipal de Osa de la Vega)

16-08-1910 (martes):

-        La hija de Grimaldos, testigo del asesinato, sabe la verdad. Sí, hubo “crimen de Cuenca”.

Mi padre desapareció el 16 de agosto de 1910. Si figura en el sumario el día 21, es porque fue cuando mi abuelo, extrañado de que no fuera a su casa, como había dicho “para cambiarse de ropa”, lo que hacía cada quince días, presentó la denuncia. Y puedo decir algo más, esa noche del día 16 la pasó en el pueblo, pero en casa de un amigo, al que dijo a donde se iba…

en Osa de la Vega fue asesinado un hombre y al huir Grimaldos se convirtió en la presunta víctima,… Lo que impulsó a escapar a la persona clave del suceso, sólo lo saben su hija y su abogado, pero no quieren hablar. Nuestra enviada especial, Margarita Landi, entrevistó en valencia a Doña María Grimaldos Ferrer, en un intento de desvelar el misterio,…

(El Caso, 19-01-1980, pp. 1, 8 y 9; 26-01-1980, p. 7; 02-02-1980, p. 10)

19-08-1910 (viernes):                                                                            

-        “Que desde el día 19 de agosto, que estuvo en la casa del declarante para mudarse de ropa, marchándose al amanecer del día siguiente al ganado, no ha vuelto a verlo ni a tener noticias de su paradero,…” (Declaraciones de Anselmo Grimaldos y Juana López, padres de José Mª. Grimaldos al Juez de Belmonte el día 22-09-1913 y ante el Juez Municipal de Tresjuncos Calisto Moya y Secretario Santos del Val; Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, pp. 51 a 55)

20-08-1910 (sábado):

-        En el primer expediente del Sumario 94/1910 se da por desaparecido a José María Grimaldos, “…del veinte al veintiuno de Agosto de 1910,” [de sábado a domingo].

(Edicto del Juzgado de Belmonte. Boletín Oficial de la provincia de Cuenca, Nº 22, lunes 20 de febrero de 1.911, p. 4; Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, pp. 823 a 825.)

-        “Accediendo gustoso a la 2ª petición que me hace en su atenta comunicación,… respecto a los datos de un pastor de este pueblo, que se dijo fue asesinado en 20 de Agosto de 1910, puedo referirle una carta que ha llegado a mis manos…”

(Carta del Cura de Tresjuncos al Juez Instructor de Belmonte, transcribiendo la carta que recibió del Cura de Mira. Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, pp. 823)

21-08-1910 (domingo):

-        En el segundo expediente del Sumario 94/1910 se da por desaparecido a José María Grimaldos, “…al atardecer del día 21 de Agosto de 1910,” [de domingo a lunes].

(El Liberal -Madrid-, 20-03-1926, p. 2)

-        Hay quien piensa que huyó para no entregar a su madre el resto del dinero que tenía de la venta de sus ovejas, pues ya se había quedado con cinco duros, y parece que le amenazaba con apoderarse de los restantes, cada domingo, cuando José María se acercaba a su casa de Tresjuncos “a mudar”.

(Memoria de Licenciatura “El crimen de Cuenca”, Juan Antonio Porto Alonso, p. 115; SOY EL CEPA, ESTOY VIVO, p. 139)

-        ...Un día, en Agosto de aquel año 10, estos últimos [León Sánchez y Gregorio Valero], tuvieron en el campo una disputa con Grimaldos. Le administraron una paliza de “pueblo”, vamos…, “a gusto”, quiero decir, y lo dejaron fundido y quejumbroso en el barbecho, pero bien seguros de que no corría peligro de muerte,… pero Grimaldos, luego que se vio solo, se incorporó, sacudióse el polvo y salió andando campo adentro… ¿adónde iba? ¡Dios lo supo!…, y quizá alguien más que Dios y él. El hecho es que desapareció sin dejar rastro,…

(La Nación, 02-02-1927, pp. 1 y 2; 04-02-1927, pp. 1 y 2, escrito de J. San Germán Ocaña)

¾    Mi tío se llamaba José María Grimaldos López,… El fue al Palomar donde estaban los otros dos. Al entrar uno de ellos le dijo: “Lo que está frito está frito y lo asao, asao”, y le dio un golpe con un palo. El otro le lanzó un viaje con un cuchillo, perforándole la chaqueta. Lo dejaron allí por muerto. Consiguió huir. Lo que pasó después él se lo llevó a la tumba. Los papeles han dicho luego lo que han querido.”

(EL “CASO DEL PASTOR GRIMALDOS” Y SU UTILIZACIÓN LITERARIA. Ángel Navas Mormeneo. (1978). Tesina de Licenciatura. Universidad de Barcelona, Facultad de Filología. Página 45. Declaraciones en Tresjuncos de “El Sordo”, sobrino de José María Grimaldos, de setenta y seis años.)

22-08-1910 (lunes):

-         El cura de Tresjuncos Pedro Rufo Martínez-Enciso, sabía que “El Cepa” quería irse a “buscar fortuna”, pues así se lo había comunicado varias veces,Le unía una gran amistad con el párroco de su pueblo, don Rufo. Al día siguiente de haber desaparecido habló con un mulero[42] que había hablado con “el Cepa”,…

(Las Provincias -Valencia-, 10-06-1990, p. 68; El Caso .Madrid-, 26-01-1980, p. 5; El Caso -Madrid-, 02-02-1980, p. 10)

26-08-1910 (viernes):

-        Toma posesión como Secretario del Juzgado de Belmonte, Manuel Rodríguez de Vera. (Fue nombrado el 01-08-1910).

(¡AY, DIOS MÍO! ¿EL CRIMEN DE CUENCA? p. 317)

27-08-1910 (sábado):

-         Que a su hijo lo echó de menos el día veintisiete de Agosto de mil novecientos diez,… Que al notar la falta,… vino la dicente al pueblo de la Osa preguntando al mayoral del ganado compañero de su hijo llamado León Sánchez Gascón,… que su compañero José María le había dicho se marchaba a los baños de la Celadilla y desde aquí a Aranjuez. (Declaración de Juana López, 17-04-1913)

-        Que si fue a su casa la madre de José María,… que sí, a los pocos días de la desaparición se presentó,… preguntando a la dicente,…si sabía dónde estaba su hijo, agregando que si iba por allí no le dejaran sacar las ovejas que tenía José María en el rebaño mientras no fuera su padre,…

(Declaración de Valentina Gascón, madre de León Sánchez, el 21-04-1913)

-        “Que hará unos quince días próximamente llegó la madre de José María Grimaldos al palomar, (casa que habita la declarante) a llevar una blusa a su hijo y la dicente dijo a la referida madre que no se dejara allí la blusa porque su hijo no acostumbraba a ir por allí.” (Declaración de Dolores Varón Pavo, mujer de Gregorio Valero, el 13-09-1910 ante el Juez Municipal de Osa de la Vega)

29-08-1910 (lunes):

-        Andrea Díaz, vecina de Tresjuncos a quien León Sánchez encuentra en Osa, y por cuya mediación manda aviso a los padres de Grimaldos de que han pasado ocho días desde su partida sin que haya regresado, pese a haber comentado que solo quería darse “cuatro baños”. (Memoria de Licenciatura “El crimen de Cuenca”, Juan Antonio Porto Alonso, p. 106; Declaración de León Sánchez el 13-09-1910; SOY EL CEPA, ESTOY VIVO, p. 135)

12-09-1910 (lunes):      PRIMERA DENUNCIA, POR DESAPARICIÓN

                                                   -COMIENZA EL PRIMER EXPEDIENTE-

-        En el Juzgado municipal de Osa de la Vega y ante el Juez Suplente Alejando Moyano y el Secretario Habilitado, Cesáreo Calero, Urbano Grimaldos López denuncia: “Que por noticias particulares su hermano José María Grimaldos López desapareció de esta localidad donde se hallaba guardando el ganado de la propiedad de Francisco Antonio Ruiz el día veinte o veintiuno de Agosto pasado, diciéndole al mayoral de dicho ganado que se marchaba a los baños, que el mismo día que salió del ganado lo vio Ángel Porras, vecino de Tresjuncos en el camino que conduce a dicho pueblo en el sitio llamado pozo dulce, que el referido Ángel le dijo a José María Grimaldos, me han dicho Felipa y María que te des prisa haber si las coges, sin que estas lo vieran al referido José María ni el Ángel lo encontrara en el camino cuando regresó inmediatamente al pueblo, creyendo el compareciente que a su referido hermano José María le había sucedido alguna desgracia en el trayecto que media entre el pozo dulce y el palomar de la Virgen de la Vega por no tener noticias de él hasta la fecha, a pesar de haber hecho varias indagaciones, que también le consta que la tarde que salió del ganado estuvo parte de  ella con su primo Gabino Gómez Buendía, vecino de esta villa, que también le consta que la ropa y las ovejas de su propiedad las tiene en casa de su amo… (firma Urbano Grimaldos).”

-         Providencia, son convocados para que comparezcan inmediatamente: El mayoral del ganado León Sánchez Gascón, Gabino Gómez Buendía, Gregorio Valero Contreras y su esposa Dolores Varón. Sólo declaró Gabino Gómez, primo del Cepa, los demás al día siguiente.

-        Declaración de Gabino Gómez Buendía.- De Osa de la Vega, 30 años. “Que el día veintiuno del mes de Agosto último llegó a la casa del dicente su primo José María Grimaldos a las dos y media y las tres de la tarde, y que estuvieron juntos hasta poco antes de ponerse el sol, que el José María dijo que se marcha a Tresjuncos para marcharse al día siguiente con su madre a los baños de La Celadilla, que en aquel momento llegaron a casa del declarante María Vara y Felipa Prieto vecinas de Tresjuncos, las cuales dijeron al José María que si se marchaba con ellas a Tresjuncos andando, a lo que contestó éste que fueran andando que iba a echar un cigarro con su tío y que él las alcanzaría, marchándose las referidas mujeres con dirección a Tresjuncos saliendo el José María diez o quince minutos después…. (firma Gabino Gómez).

(Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, pp. 1 a 5; ¡AY, DIOS MÍO! ¿EL CRIMEN DE CUENCA? p. 293; EL CRIMEN DE CUENCA, SALVADOR MALDONADO, p. 14)

13-09-1910 (martes):

-        Declaración León Sánchez Gascón.- De Osa de la Vega, 30 años. “Que el día veintiuno de Agosto próximo pasado, serían las dos o dos y media de la tarde se marchó del ganado su compañero José María Grimaldos diciendo que se marchaba a Tresjuncos para el día siguiente ir a los baños dejando en su puesto para los días que faltara a Lucilo Parra. Que a los ocho días viendo el declarante que no volvía el referido José María avisó a la familia de este por mediación de Andrea Díaz de la falta del referido compañero sin que tenga noticia de lo que le haya podido ocurrir. Que es cuanto tiene que decir… (firmado León Sánchez).”

-        Declara Gregorio Valero Contreras.- De Osa de la Vega, 30 años, guarda particular del palomar de la Virgen de la Vega propiedad de Francisco Antonio Ruiz. “Que no recuerda haber visto de pasar a José María Grimaldos el día veintiuno de Agosto próximo pasado sino unos días antes que lo vio pasar que venía desde Tresjuncos de mudar sin haberlo visto más hasta la fecha. Que es cuanto tiene que decir… (no firma por no saber)”.

-        Declaración León Lorca Chicote.- Apareció por el juzgado. De Osa de la Vega, 30 años, tiene una huerta en el camino de Tresjuncos. “Que no puede precisar el día pero que por aquella fecha vio una tarde ya con poco sol pasar a dos mujeres y poco después al José María que se dirigían a Tresjuncos y tras de estos a un niño de diez o doce años, sin que hasta la fecha haya visto al José María, también manifiesta el declarante que aunque no tiene seguridad le parece que el día que vio al José María pasar por allí era día festivo… (no firma por no saber).

-        Declaración Dolores Varón Pavo, mujer de Gregorio Valero, de Osa de la Vega, 33 años.- “Que hará unos quince días próximamente llegó la madre de José María Grimaldos al palomar, (casa que habita la declarante) a llevar una blusa a su hijo y la dicente dijo a la referida madre que no se dejara allí la blusa porque su hijo no acostumbraba a ir por allí. Que quince días antes estuvo en dicha casa el José María Grimaldos, que venía de Tresjuncos de mudar según él manifestó y que al poco rato de estar allí se marcho a su ganado sin que la declarante lo haya visto más desde aquella fecha… (no firma por no saber).” 

(Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, pp. 6 a 12; ¡AY, DIOS MÍO! ¿EL CRIMEN DE CUENCA? p. 295)

14-09-1910 (miércoles):

-        Declaración Águeda Medina.- De Tresjuncos, 16 años. “Que hace ocho o diez días viniendo la compareciente y su convecina Anastasia Moral desde Tresjuncos a este pueblo y al pasar por debajo del palomar de la Virgen de la Vega un hombre viejo que allí se encontraba cavando les dijo que se volvieran porque un poco más adelante le habían cortado la cabeza a uno o a una (que esto último no lo puede precisar),… que no reconocería al que estaba cavando, pero que sabe con certeza en la tierra que estaba cavando… (no firma por no saber).”

-        Declaración Anastasia Moral.- De Tresjuncos, 20 años. “Que hace ocho o diez días venía desde Tresjuncos a este pueblo en compañía de Águeda Medina y al pasar por el palomar de la Virgen de la Vega, había un hombre cavando que ignora cómo se llama pero que sabe que su apodo es (Cachucho) vecino de esta localidad y les dijo: Que se volvieran por que más adelante le habían cortado la cabeza a uno o a una (que esto último no lo puede precisar). Que ellas lo tomaron el broma y que el Cachucho insistió en que era cierto lo que les decía… (no firma por manifestar no saber).”

-        Declaración Francisco Serrano Campos, (a) Cachucho.- De Osa de la Vega, 60 años. “Que no le había dicho a nadie tal cosa ni de broma ni de veras,… que por el camino pasan constantemente mucha gente pero que él está ocupado en sus trabajos y no se fija en quien es la persona que por allí pasa… (no firma por no saber).”

-        El juez Municipal suplente de Osa de la Vega Alejandro Moyano, da por terminadas las pesquisas y remitió las diligencias, que constaban de ocho folios, al Juez de Instrucción del partido en Belmonte. (Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, pp. 12 a 18 ¡AY, DIOS MÍO! ¿EL CRIMEN DE CUENCA? p. 296) 

19-09-1910 (lunes):

-        Una vez recibidas las diligencias en Belmonte, el Juez de Instrucción Antonio Rodríguez mandó incoar sumario. Dando traslado al Presidente y Fiscal de la Audiencia Provincial de Cuenca.

[Le corresponde el número 94 y fecha de la denuncia en Osa de la Vega, Sumario 94/1910 de 12-09.]

Orden al Juez Municipal de Osa de la Vega para que cite en comparecencia ante este Juzgado para el día 22, y a las nueve, a León Sánchez, Gregorio Valero y su esposa Dolores Varón, y a León Lorca.

Ordena al Juzgado de Osa,… inspección ocular de la finca,… de todos los pozos,… ropa y número de cabezas de ganado de Grimaldos que quedarán en depósito de Francisco A. Ruíz,…

Ordena al Juzgado de Tresjuncos,… cite en comparecencia ante este Juzgado, mismo día y hora a Ángel Porras, Águeda Medina, Anastasia Moral y a los padres de José María.

(Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, pp. 19 a 21 y 593 a 595; ¡AY, DIOS MÍO! ¿EL CRIMEN DE CUENCA? p. 298)

21-09-1910 (miércoles):

-        Providencia del Juez Municipal de Osa de la Vega, Sr. Moyano, al alcalde de Osa, para que mande y ponga a disposición de este juzgado los individuos que han de hacer el reconocimiento que en la misma se interesa, para el día 22.

Notificación y Citación a León Sánchez Gascón, a Gregorio Valero y a su esposa Dolores Varón, a Francisco Serrano Campos, a León Lorca Chicote, para que comparezcan ante el Juez de Instrucción del partido el día 22 a las nueve de la mañana.

Diligencia de reconocimiento e inspección.- En la villa de Osa de la Vega a las ocho de la mañana del día veintiuno de Septiembre de mil novecientos diez el Sr. Juez Municipal Suplente en ejercicio por ausencia del propietario, acompañado del Sargento y Guardia 2º del puesto de Belmonte y de los testigos Esteban Calero, Alejandro Catalán y de los peones Gregorio Serrano y Vicente García Sánchez y de mi el Secretario Habilitado, se dio principio al reconocimiento que se interesa en la presente orden. Primeramente se dio principio al reconocimiento de la casa palomar de la propiedad de D. Francisco Antº Ruiz llamada Virgen de la Vega, donde el Sr. Juez ordenó sacar la paja que había en una de las habitaciones y como esta tenía el suelo movedizo se hicieron algunas excavaciones así como también en otra habitación contigua a esta destinada a gorrinera según manifestación de Gregorio Valero, también se hicieron varias excavaciones en el patio y en los alrededores de la casa sin que dieran resultado alguno, en las demás habitaciones y palomar no se encontró nada digno de mención continuando el reconocimiento por dicha heredad,… se reconoció nueve pozos de la zona,… por último el pozo que surte de agua potable a este vecindario, de forma rectangular, de siete metros de profundidad y dos cuarenta de altura de agua, en todos estos pozos se hizo un minucioso reconocimiento con detención y cuidado por medio de garios sin que se haya notado cosa alguna, también se han practicado varias excavaciones sin resultado. El Sr. Juez dio por terminada esta diligencia firmando todos los concurrentes de que certifico. (hay ocho firmas)

El juzgado de Tresjuncos notifica y cita ante el Juez de Instrucción del partido el día 22 a las nueve de la mañana a Ángel Porras, Águeda Medina, Anastasia Moral y a los padres de José María. (Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo1323,pp.37a39y48a50)

22-09-1910 (jueves):

-        En el Juzgado de Belmonte, Juez Manuel Rodríguez:

Declaración de Ángel Porras García.- De Tresjuncos. Trece años. “Que un día que no recuerda,… iba a la fábrica de Osa de la Vega encontrando en el palomar que hay en la heredad de don Francisco Antonio a las jóvenes María Vara y Felipa, cuñada de la anterior que iban a Tresjuncos, que al llegar al pozo de una huerta nueva cerca de la Osa se encontró con José María Grimaldos el que le dijo “van por el camino María y Felipa” diciéndole “sí por el Palomar”, habiendo una distancia corta, que después cuando se supo que no se encontraban, el declarante refirió el encuentro y las muchachas dijeron no lo habían visto.(no firma por no saber)”

Declaración de León Sánchez Gascón.- “Que se afirma y ratifica en su contenido, añadiendo a preguntas del Juzgado que nada sabe del hecho que se persigue, que el Grimaldos se despidió muy contento, que cree no tuviera enemigos en el pueblo de Osa, que no le ha visto llevara dinero por más que sabe que en el mes de abril o mayo vendió siete corderos, que según tiene dicho al no regresar a los ocho días mandó recado a sus padres en Tresjuncos, viajando la familia por estos los pueblos cerca            y no cesando en hacer averiguaciones hasta el día. Leía se ratifica… (firmado León Sánchez).”

Declaración de León Lorca Chicote.- “Que se afirma y ratifica en su contenido y a preguntas del juzgado contesta que no recuerda el día que el José María pasó por su huerta pero sabe que fue a últimos de Agosto y que era fiesta, que su huerta está al pasar la heredad de Don Francisco de ahí que cuando le vio ya la había pasado, que antes que el José María pasaron dos muchachas de Tresjuncos y con dirección a el mismo pueblo yendo un cuarto de hora antes que el chico que pasó detrás del José María era de Tresjuncos y llevaba en una caballería (ilegible) unos costales como si fuera harina y que nada sabe ni vio más, ni tiene la menor noticia de tal sujeto.”

Declaración de Gregorio Valero Contreras.- “Que se afirma y ratifica en su contenido añadiendo que haciendo (ilegible) el dicente que el día veintiuno de Agosto último estuvo en casa de su amo Don Francisco Antonio Ruiz en Osa por haberle dado a éste un ataque de perlesía que como está tan cerca la heredad le dijo al hijo del amo Constantino que se iba acercar a echarle agua a las palomas como lo hizo esto sobre las doce, y la una y media poco más o menos regresó al pueblo en donde permaneció tres o cuatro días, que no tiene noticias del paradero de dicho individuo. Que cuando vio al Grimaldos no fue dos días antes del veintiuno de Agosto sino al siguiente día del día de Santiago o sea el veintiséis de julio que se acercó por servir a un mismo amo yendo montado en un burro, pues como hace tanto tiempo no recordaba y en vista de las muchas preguntas de la Guardia ha recordado bien. Que en la tarde de ayer la Guardia Civil y la autoridad estuvieron en la heredad fondeando pozos y hasta la paja del pajar la sacaron a la calle. (no firmando por no saber)”

Declaración de Dolores Varón Pavo.- Que se afirma y ratifica en el contenido añadiendo que nada puede decir más, que sabe que el día veintiuno de Agosto su esposo estuvo en casa de su amo por estar malo donde permaneció unos cinco días yendo por la mañana a la heredad para echar agua a las palomas, que la declarante es que está sola cierra con luz la puerta por estar con cuatro hijos y su madre anciana y que no ha visto pasar a las jóvenes Águeda Medina y Anastasia Moral por el camino de la Osa a Tresjuncos. (no firma por no saber)

Declaración de Águeda Medina Coso.- Leída la comparecencia que tiene prestada ante el Juzgado de Osa manifiesta que ratifica en cuanto a lo expresado por el hombre, pero ni cuanto a la fecha que el hombre le dijo lo que tiene manifestado, está segura que fue a dos días de la Virgen o sea el diez del actual, que apenas de lo dicho continuaron el camino no viendo nada de anormal, que continuaron y les dijo un hombre no tomarlo a broma contestando mi compañera “sea lo que Dios quiera” diciendo aquel él ha pagado su deuda pero los que quedamos podemos pagar, o mejor dicho los que quedan pagaran. Que en esta fecha nada sabían en Tresjuncos de la desaparición y cuando esto se supo fue cuando la declarante contó lo dicho. (no firma por no saber)

Declaración de Anastasia Moral Ruiz.- Que se afirma y ratifica en su contenido añadiendo que lo dicho fue al siguiente día de la Virgen o sea el nueve del actual, que continuaron el viaje y el cachucho les dijo “lo tomáis a broma”  pues sea lo que Dios quiera “diciendo él ha dado cuenta a Dios pero los que quedan pagaran. (no firma por no saber)

Declaración de Francisco Serrano campos “El tío Cachucho”.- Que se afirma y ratifica en su contenido, añadiendo que no es cierto que el declarante dijera a persona alguna cuanto se le pregunta; que es cierto estuvo cavando en la finca que se dice del nueve al diez del actual, pero no vio a jóvenes ninguna, ni mucho menos dijera que habían matado más adelante a un hombre. (no firma por no saber)

(Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, pp. 22 a 50)

-        Ante el Juez Municipal de Tresjuncos Calisto de Moya y Secretario Santos del Val declaran:

Anselmo Grimaldos Delgado, padre de José María, 74 años.- Que desde el día diecinueve de Agosto pasado que estuvo en la casa del declarante a mudarse de ropa marchándose al amanecer del día siguiente al ganado, no ha vuelto a verlo ni tener noticias de su paradero, que algunos días después ha podido averiguar que el día veintiuno de dicho mes de Agosto estuvo en la Osa de la Vega casa de un tío suyo llamado Felipe Gómez sobre las cinco de la tarde poco más o menos al que le dijo José María que se venía a Tresjuncos; que después por el hijo de Ángel Porras sabe que se lo encontró antes de llegar al pozo del agua dulce sobre la puesta del sol y al que le pregunto si venían delante las hijas de Manuel Navas, María y Felipa, para poder alcanzarlas y venirse con ellas, que por estas ha sabido que en la Osa hablaron con él y en la casa de su tío antes dicho, y que le dijeron que si se venía al pueblo y les contesto que sí que fueran delante que él pronto las alcanzaría, que nada más sabe de la desaparición de su hijo.

Que no tenía enemigos,… Que tenía unos veinticinco duros de unos corderos que había vendido,…

Estatura más bien baja, color rubio, barba cerrada, ojos pardos, labios gruesos, pelo castaño sin que tenga ninguna particularidad en  la cara (ilegible), pantalón negro de berbina, blusa de vichi a cuadros remendada, chaleco claro de lana, camisa de color con pechera nueva, boina en la cabeza y abarcas en los pies. (no firma por manifestar no saber).”

(Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, pp. 51 y 52)

Juana López Gómez, madre de José María, de 68 años.- Que desde el día diecinueve de Agosto último que estuvo en su casa a mudarse de ropa marchándose al amanecer del día siguiente al ganado no ha vuelto a verlo ni a saber de él, que algunos días después ha podido averiguar que el día veintiuno del expresado mes estuvo en la Osa de la Vega casa de un tío suyo llamado Felipe Gómez sobre las cinco de la tarde poco más o menos al que le dijo que se venía a Tresjuncos, que después por el hijo de Ángel Porras de esta vecindad sabe que se lo encontró antes de llegar al pozo de agua dulce de la referida Osa sobre la puesta del sol y al que le preguntó si venían delante las hijas de Manuel Vara, María y Felipa Martínez para poder alcanzarlas y venirse con ellas, que por estas ha sabido que en la Osa hablaron con él y en la casa de su tío antes dicho y que le dijeron si se venía al pueblo y le contestó que sí que fueran delante que él pronto las alcanzaría, que nada más sabe de la desaparición de su hijo.

Que no tenía enemigos,… Que llevaba veinte o veinticinco duros de unos corderos que vendió.

Estatura más bien baja, color rubio, barba cerrada, ojos pardos, labios gruesos, pelo castaño, sin que tenga ninguna particularidad en la cara, vestía boina a la cabeza, blusa con chaleco a cuadros, pantalón negro de berbina camisa de color con pechera nueva y abarcas (no firma por no saber).”

(Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, pp. 53 a 55)

-        En Osa de la Vega empieza a trabajar la comitiva Oficial constituida para la revisión de los pozos, palomar,… estaba formada por el Juez Municipal suplente, el sargento y un guardia de Belmonte, testigos Esteban Calero y Alejando Catalán, peones Gregorio Serrano y Vicente García Sánchez y el secretario Judicial habilitado.

-        Mediante Providencia, el Juez Municipal suplente de Osa de la Vega, Sr. Moyano, requiere a D. Francisco Antonio Ruíz manifieste las cabezas de ganado, marca y ropas pertenecientes a José Mª. Grimaldos, quedando como depositario.

(Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, pp. 40 a 43; ¡AY, DIOS MÍO! ¿EL CRIMEN DE CUENCA? p. 300)

-        Mediante Diligencia el Juez Municipal de Tresjuncos Calisto Moya y el secretario Santos del Val, se desplazan al domicilio de los padres de José María Grimaldos. El Sr. Juez les instruyó del derecho que les concede el art. 109 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, al que se dio lectura, y enterados de cuanto dispone, dijeron que no se mostraban parte en el proceso que se instruye, dejando que obrase la acción de la Justicia. Estas actuaciones son remitidas al Juzgado de Belmonte.

(Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, pp. 55 y 56)

-        El juez del Pedernoso, D. Toribio Heras por orden del juez de Belmonte D. Antonio Rodríguez González, estuvo interrogando personalmente y acompañado por el alguacil y dos guardias municipales, a la dueña de La Celadilla, Petra Algaba y al encargado Bienvenido García y le dijeron que un pastor de Tresjuncos llamado José María, llegó el 21 y estuvo allí el 22 y 23-8-1910 y les dijo que se iba a la finca de D. José María Perona en Pedro Muñoz, a colocarse de zagal.

Devolvió el juez municipal la orden diligenciada con esta información al juez de instrucción, y a los pocos días recibió una nueva comunicación del Juzgado de Belmonte para citar a Bienvenido y a Petra, que sabe fueron a declarar.

(La Correspondencia Militar, 18-03-1926, p. 6 y 24-03-1926, p. 6; Heraldo de Madrid, 24-03-1926, p. 4; La Época, 25-03-1926, p. 4; EL CRIMEN DE CUENCA, SALVADOR MALDONADO, p. 27; Memoria de Licenciatura “El crimen de Cuenca”, Juan Antonio Porto Alonso, 1981, p.133)

24-09-1910 (sábado):

-        Requerimiento a D. Francisco Antonio Ruiz. Manifiesta que el número de cabezas de ganado que obran en su ganadería, propiedad de José María Grimaldos son ocho y las ropas consisten en una chaqueta vieja de berbina, dos mantas viejas de berbina y un pellejo de oveja bastante usado. Acepta quedar constituido como depositario.

(Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, p. 44) 

14-11-1910 (lunes):       

-        Se publica el número uno del periódico conquense EL MUNDO.

Socio fundador y director D. Francisco Martínez Contreras.

En página 1 publica tres cartas de felicitación y apoyo: De A. Maura, Diputado por Palma de Mallorca; de Juan de la Cierva, Diputado por Mula; De El Conde de San Luis, Diputado por Huete. (Documentación aportada por Hortensia Bustos García, natural de Almendros -Cuenca-)

30-11-1910 (miércoles):

-        Desde hoy se ha encargado de la dirección de la REVISTA TÉCNICA DE LA GUARDIA CIVIL D. Francisco Martínez Contreras, diputado, abogado y periodista.

(Revista Técnica de la Guardia Civil, 30-11-1910, pp. 1 y 2)

06-12-1910 (martes):           DIA DE LA CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA

-        Escrito del sargento José Taboada Mora, de su puño y letra, dirigido al juez de Instrucción de Belmonte. “Tengo el honor de participar a V. S., que hasta la fecha no han dado resultado favorable las gestiones practicadas, para averiguar el paradero del vecino de Tresjuncos, José María Grimaldos, si bien, pero el Comandante del puesto de Mota del Cuervo, me ha enterado de que el Bañero de los Baños de la Celadilla, término del Pedernoso, Bienvenido García Ruiz, dijo a una pareja de dicho puesto, que recordaba haber visto en dichos Baños, en el mes de agosto p.pdo., a un pastor de Tresjuncos, llamado José María.

Dios guarde a V.S.m.a. Belmonte 6 de Diciembre de 1910.

El Sargento José Taboada Mora, firmado y rubricado”

(Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, pp. 58 a 61)

12-12-1910 (lunes):

¾    Declaración ante el Juez de Belmonte de Felipe Gómez Alarcón.-  Vecino de Osa de la Vega y tío de José María Grimaldos. “Que efectivamente el día veintiuno de Agosto último su resobrino José María Grimaldos estuvo en su casa como lo hacía a menudo diciendo que se marchaba a Tresjuncos como se marchó, que (ilegible) no tuviera enemigos e ignora si tenía algunos fondos, que hasta la fecha nada saben de su paradero y nada han podido averiguar estando su ausencia en el mayor misterio. (firmado Felipe Gómez)”. (Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323,p.62)

14-12-1910 (miércoles):

¾    Declaración ante el Juez de Belmonte de Bienvenido García Ruiz, bañero de la Celadilla. “Llegó un joven con una burra rucia y un crianzo,… dijo que era de Tresjuncos,… le parece dijo que era casado y con una hija,… de una estatura regular,… de oficio pastor,… de pocas luces,…”

 (Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, pp. 63 y 64)

16-12-1910 (viernes):

¾    Providencia del Juez de Belmonte al Juez municipal de Tresjuncos para que averigüe si a últimos de agosto alguna persona estuvo en los baños de la Celadilla, con una burra rucia y un crianzo…

(Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, pp. 63 y 65 y 68)

12-01-1911 (jueves):

¾    Comparecencia ante el Juez Municipal de Osa de la Vega, D. Hilario Girón Porras y secretario Cesáreo Calero, de Constantino Ruiz Serrano, de veintitrés años,… “Que de las ocho cabezas de ganado lanar que obran en depósito de su padre Francisco Antonio, de la propiedad del desaparecido José Mª Grimaldos de Tresjuncos, a muerto una en la noche del día de ayer. (firmado Constantino Ruiz)”

(Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, p. 66)

24-01-1911 (martes):

¾    Providencia del Juez de Belmonte al Juez municipal de Osa de la Vega para que se haga cargo Anselmo Grimaldos, padre de José María, de las reses que existen depositadas en la ganadería de Francisco Antonio y de las ropas del mismo.

 (Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, p. 67)

28-01-1911 (sábado):

¾    Providencia del Juez Municipal de Tresjuncos Calisto Moya y secretario Santos del Val. El alguacil D. Isidoro Ramírez Redondo manifiesta que ha practicado un sinnúmero de diligencias para averiguar si estuvo alguna persona en los baños de la Celadilla a últimos de agosto, siendo todas negativas.

 (Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, pp. 71 a 73)

31-01-1911 (martes):

-        Providencia del Juez Municipal de Osa de la Vega Hilario Girón y secretario Cesáreo Calero. Hallándose presentes Francisco Antonio Ruiz y Anselmo Grimaldos, se procedió a la entrega que el primero tenía en depósito: Siete ovejas lanares, un pellejo y demás restos de otra oveja que murió, cuatro corderos, una chaqueta, dos mantas y un pellejo, quedando por tanto levantado dicho depósito. No firmando las partes por no saber y lo hacen a su ruego sus hijos respectivos y de todo como Secretario certifico. (hay cuatro firmas)

(Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, p. 77)

17-02-1911 (viernes):

-        Providencia del Juez de Instrucción de Belmonte para que se publique un edicto en el Boletín Oficial de la Provincia.

(Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, p. 79)

20-02-1911 (lunes):                               

-                                                                         JUZGADOS

BELMONTE

Don Antonio Rodríguez González, Juez de instrucción de Belmonte y su partido,

Por el presente edicto, se cita de comparecencia ante este Juzgado a José María Grimaldos, de veintiocho años de edad, oficio pastor y natural y vecino de Tresjuncos, el que desapareció del pueblo de Osa de la Vega el día veinte al veintiuno de agosto último, ignorándose hoy su paradero; al mismo tiempo ruego y encargo a todas las autoridades así civiles como militares y demás dependientes de la autoridad, procedan a la averiguación de dicho desaparecido, y caso de ser habido participen a este Juzgado el sitio de su residencia.

Dado en Belmonte a diez y siete de Febrero de mil novecientos once.- Antonio Rodríguez.- Por su mandato, Manuel Pérez.”

(Boletín Oficial provincia de Cuenca, Nº 22, lunes 20 febrero de 1.911, p. 4)

04-04-1911 (martes):

-        Providencia solicitando al Ilmo. Sr. Gobernador Civil, la remisión de un ejemplar del Boletín donde se insertó la Providencia de fecha diez y siete. (Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, p. 79)

20-04-1911 (jueves):

-        Secretaría del Gobierno Civil de Cuenca remite un ejemplar del Boletín Nº 22, lunes 20 de Febrero de 1.911 [En su fecha de publicación 20-02-1911, figura el texto completo del Edicto]

(Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, pp. 80 a 85)

28-04-1911 (viernes):

-        El señor D. Antonio Rodríguez González juez de instrucción de Belmonte y su partido declara concluso el presente sumario que consta de cuarenta y nueve folios. Se elevará al Ilmo. Sr. Fiscal de la Audiencia provincial.

(Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, pp. 89 y 596)

04-05-1911 (jueves):

-        La Causa pasa por cinco días al Fiscal para instrucción.

(Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, p. 597)

Julio/Agosto 1911:

-        (…)

       José María no contesta. María Santos interviene al punto:

- ¡Eso no es verdad! ¡Eso sólo puede decirlo alguien que nos quiera mal! Algo parecido ocurrió en mi casa, en La Muela,[43] al año escasamente de la desaparición de José María. Mi hijo Manolo, que tenía por entonces doce años, creyó ver a su tío; pero sin duda, fue en sueños.

- Acaso -dice José María- fue a mi hermano Urbano, que se parecía mucho a mí, a quien vio.

(…)

 (Heraldo de Madrid, 17-03-1926, p 2; Memoria de Licenciatura “El crimen de Cuenca”, Juan Antonio Porto Alonso, p. 116; El Caso, 26-01-1980, p. 7)

10-08-1911 (jueves):                                                      

-        D. Juan José Jáuregui y Mendoza es nombrado con carácter interino para la plaza de Médico Forense y de la Prisión preventiva de Belmonte.

Venía de ejercer de Médico rural en Pozorrubio de Santiago (Cuenca). Poseía uno de los dos automóviles que había en toda la comarca.

(“JUAN JOSÉ DE JÁUREGUI Y MENDOZA: (1882-1938) FORENSE DEL “CRIMEN DE CUENCA”, p. 53; SOY EL CEPA, ESTOY VIVO, p. 141)

26-08-1911 (sábado):                                                     

-        En Osa de la Vega se está ultimando la instalación del alumbrado público eléctrico. (El Liberal -Cuenca-, p. 3)

28-08-1911 (lunes):

-        El Fiscal de la Causa 765 94/910 interesa de la Sala confirmación del auto de terminación del Sumario dictado por el Juez de Instrucción de Belmonte.

(Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, p. 598)

30-08-1911 (miércoles):

-        La Causa pasa al Ponente.

(Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, p. 599)

02-09-1911 (sábado):

o   El Fiscal,… se confirma el auto por el que se declara terminado el Sumario y procédase a la vista,… en la Audiencia el diez y seis del actual,…

  (Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, p. 600)

16-09-1911 (sábado):

-        Ha tenido lugar la vista señalada,… se acuerda el Sobreseimiento provisional.

(Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, p. 601)

18-09-1911 (lunes):

-        La Causa 765, Sumario 94/1910 es sobreseído provisionalmente por la Audiencia de Cuenca, declarando de oficio las costas y archívese el Sumario en el Juzgado instructor hasta que se presente nuevos datos que hagan procedente su continuación.

(Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, pp. 602 y 603)

25-09-1911 (lunes):                                                         

-        La Audiencia Provincial de Cuenca da traslado al Juez Instructor de Belmonte del sobreseimiento el día 18-09 de la Causa 765, Sumario 94/1910. “Y declarando de oficio las costas con idéntica cualidad; y se remite el sumario para su archivo, hasta que se presenten nuevos datos, que hagan procedente su continuación.”

(Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, p. 90; El Liberal -Madrid-,16-03-1926, p.3; EL CRIMEN DE CUENCA, SALVADOR MALDONADO, p. 33; ¡AY, DIOS MÍO! ¿EL CRIMEN DE CUENCA? p. 305)

02-10-1911 (lunes):               FINALIZA EL PRIMER EXPEDIENTE   

-        Providencia del Juez de Belmonte, Sr. Rodríguez, “Guárdese y cumpla lo mandado por la Superioridad, eleve recibo y archívese el sumario hasta nueva orden.”

Nota.- Queda cumplido, doy fe. Firmado R. de Vera.

(Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, p. 92 y 604)

Oct./Nov. 1911

Entrado ya el otoño,…

-         He vendido la finca,…

-        ¿A quién se la ha vendido, don Paco?

-        ¿A ti que te importa?

-        ¿Al de Contreras?

-        Sí, ¿qué pasa?

-        (…)

-        He estado hablando con el alcalde de Pedro Muñoz y necesita un mozo. León estará bien allí.

-        (…)

(EL CRIMEN DE CUENCA, SALVADOR MALDONADO, pp. 34 y 35)

27-11-1911 (lunes):

-        …cesa  como  Juez  de  Belmonte  D.  Antonio  Rodríguez  González. “…tuvo que ser trasladado en virtud de persecuciones,… del diputado D. Francisco Martínez Contreras, que había perdido en aquel Juzgado un pleito civil”.

¿Y no se cuentan cosas curiosas de la suerte, que le quedó reservada al primer juez instructor, que no quiso procesar?

(La Voz, 11-03-1926, p. 8; El Liberal -Madrid-, 16-03-1926, p. 3; EL CRIMEN DE CUENCA, SALVADOR MALDONADO, p. 34; ¡AY, DIOS MÍO! ¿EL CRIMEN DE CUENCA? p. 318; El Liberal -Madrid-, 26-03-1926, p. 1; Ossorio y Gallardo, El Pueblo Gallego -Vigo-, 27-03-1926, p.3)

1911:

-        En 1911, los rumores que señalaban que Grimaldos había sido muerto violentamente, eran, cuando menos, tan insistentes como los que consideraban que se había ido, por las buenas, sin despedirse. (Memoria de Licenciatura “El crimen de Cuenca”, Juan Antonio Porto Alonso, p. 120)

-                           PARTIDO JUDICIAL DE BELMONTE, AÑO 1911

24 Ayuntamientos, 29.477 habitantes.

Belmonte.- Habitantes.- 2.470; Alcalde.- Fulgencio Hurtado; Juez de Instrucción.- Antonio Rodríguez González; Escribanos.- Santiago Calvo y Manuel Rodríguez de Vera; Juez Municipal.- Venancio González Guerrero; Jefe Prisión Preventiva..- Antonio Guardia; Diligencia a la estación de Cuenca.- Leandro Huerta, precio asiento 10 ptas,…

Osa de la Vega.- Habitantes.- 1.252; Alcalde.- Vicente Belinchón; Párroco.- José Plaza; Juez Municipal.- Juan Gualberto Artiaga; Fábrica de Harinas.- Vicente Belinchón,…

Tresjuncos.- Habitantes.- 1.198; Alcalde.- Santiago Porras; Juez Municipal.- Calixto Moya; Párroco.- Pedro Rufo Martínez; Diligencia de Tarancón a Villamayor de Santiago.- José Olmedilla,…

Villaescusa de Haro.-  Habitantes.- 976; Alcalde.- Nemesio Martínez,…

Villalgordo del Marquesado.- Habitantes.- 318; Alcalde.- Gregorio Pinedo; Diligencia a la estación de Cuenca.- Leandro Huerta, precio del asiento, 7,50 pesetas,…

(BNE, Anuario del comercio, de la industria, de la magistratura y de la administración. 1911, n.º 1, pp. 2284/7; 2334/7)

12-01-1912 (viernes):

-         Se ha presentado a la aprobación del señor gobernador civil, el reglamento de La Osense, Sociedad de Socorros Mutuos contra la mortalidad e inutilización completa del ganado destinado a los trabajos agrícolas, constituida entre los labradores del pueblo de Osa de la Vega. (El Mundo -Cuenca-, p. 3)

14-03-1912 (jueves):

-        Fallece en su domicilio de Osa de la Vega, Francisco Antonio Ruiz a la edad de 66 años. Propietario del Palomar de la Virgen de la Vega y ex alcalde. Los tres principales implicados trabajaban a su servicio.

(Partida de defunción)

29-06-1912 (sábado): SAN PEDRO. LEÓN SÁNCHEZ A PEDRO MUÑOZ

-        León Sánchez se va a trabajar a Pedro Muñoz (Ciudad Real) en casa del Alcalde Juan Pedro Montoya, por recomendación de su amigo Francisco Antonio Ruiz, Alcalde de Osa de la Vega. Venía con su mujer Filomena y con sus tres hijos: María,[44] Valentín y Alejandro. Trabajó como pastor en la finca de Alcahozo, [vega de Alcahozo, situada al este de Pedro Muñoz, entre el límite de las provincias de Ciudad Real y Cuenca],…

Preguntado a qué obedece su marcha a Pedro Muñoz: Que porque su amo Constantino Ruíz le despidió, pues cumplía el día de San Pedro. (El Liberal -Madrid-, 16-03-1926, p. 3; ¡AY, DIOS MÍO! ¿EL CRIMEN DE CUENCA? p. 362; PEDRO MUÑOZ… UNA HISTORIA, de Miguel Tirado Zarco, página. 283, facilitado por familiares de Hermógenes Aroca)

12-11-1912 (martes):               ASESINATO DE JOSÉ CANALEJAS

-        El presidente del Gobierno de España y líder del Partido Liberal José Canalejas fue atacado en la mañana de ese día mientras miraba los libros expuestos en el escaparate de la Librería San Martín, a escasos pasos de la esquina de la Puerta del Sol (actual número 6) con la calle Carretas en pleno centro de Madrid. El agresor, Manuel Pardiñas, un anarquista, realizó tres disparos; solamente el tercero alcanzó a Canalejas, que falleció de manera prácticamente instantánea tras perforar la bala su cráneo. Instantes después fue reducido por un policía a golpes de porra y al sentirse acorralado se suicidó disparándose dos disparos con la misma pistola del atentado.

(ttps://es.wikipedia.org/wiki/Asesinato_de_José_Canalejas)

-        Providencia del Juzgado de Belmonte, en que se acordó librar un Exhorto al Juez Decano de los de Madrid para recibir declaración a Francisco Martínez Contreras,…

(¡AY, DIOS MÍO! ¿EL CRIMEN DE CUENCA? p. 323)

13-01-1913 (lunes):                

-        Nombramiento como Juez de Belmonte de D. Emilio de Isasa y Echenique.

Aprobó la oposición de aspirante a la Judicatura el 19-05-1905 con el número 39. En 1906 y por el segundo turno Juez de 1ª Instancia de Torrelaguna,… muchos períodos de excedencia por salud quebradiza (nefritis aguda catarral),… licencia de Noviembre de 1907 a Enero de 1912 que es nombrado Juez de 1ª Instancia de Viella hasta que es promovido al Juzgado de Belmonte,…

(¡AY, DIOS MÍO! ¿EL CRIMEN DE CUENCA? p. 333)

13-02-1913 (jueves):

-        Toma posesión como Juez de Belmonte D. Emilio de Isasa y Echenique.[45] Llega cumplidos los 39 años, soltero, inseguro, engreído,… De una familia de envidiable posición social,… lujosa indumentaria y ademanes ampulosamente elegantes,… usaba un inseparable bastón, del que no tenía necesidad física, pero al que sacaba gran partido como prolongación de su diestra.

(EL CRIMEN DE CUENCA, SALVADOR MALDONADO, p. 38; Memoria de Licenciatura “El crimen de Cuenca”, Juan Antonio Porto Alonso, p. 118)

17-03-1913 (lunes):

-        A las dos y media de la tarde y por orden del Presidente de la Audiencia Territorial de Albacete, parte para girar visita de inspección al Juzgado de Belmonte la Comisión Visitadora compuesta por el Juez de Instrucción de Alcázar de San Juan, Pablo Callejo de la Cuesta y el Secretario Miguel Casado San José.

(¡AY, DIOS MÍO! ¿EL CRIMEN DE CUENCA? p. 310)

18-03-1913 (martes):

-        Comienzan en el Juzgado de Belmonte los trabajos de la Comisión Visitadora del juzgado de Alcázar de San Juan, Juez propietario Emilio Isasa Echenique, secretario Manuel Rodríguez de Vera y oficial habilitado de secretaria Sebastián Grande Moya.

En el mismo edificio, (Convento de los Jesuitas de 1627), se encontraba el Juzgado de Instrucción, la Cárcel y el Juzgado Municipal. (¡AY, DIOS MÍO! ¿EL CRIMEN DE CUENCA? p. 311)

19-03-1913 (miércoles):           SEGUNDA DENUNCIA, POR ASESINATO

                                                       -COMIENZA EL SEGUNDO EXPEDIENTE-

-        Parientes de este último, más conocido por el apodo de Paco el feo, son los hermanos del Val, amos o caciques de Tresjuncos y protectores de la familia Grimaldos, especialmente de Manuel, tío del desaparecido,… La segunda denuncia que motivó la causa criminal fue suscrita por los padres de Grimaldos, su tío Manuel y el cuñado de éste llamado Jorge, y se redactó en Belmonte, por don Pedro Caballero, rico propietario, ya muerto, fundándola en estos deleznables hechos: que dos mujeres de Tresjuncos afirmaban haber visto entrar en El Palomar a Grimaldos el desaparecido, y que no le vieron salir, pero que, en cambio, vieron alejarse de aquel sitio a Gregorio Valero y a León Sánchez. El juez admitió la denuncia y sobre ella construyó la hipótesis del delito.

(Crónica del Crimen, Luis Jiménez de Asúa, pp. 93 y 94)

-        Anselmo Grimaldos padre de José María, emparentado con diversas familias de un relativo nivel económico, las cuales, y todas a una, tercian sus influencias, a raíz de la desaparición de José María, para que se le dé por muerto -asesinado- y no por desaparecido.

Otros motivos bien deleznables mueven el sumario. Se ocupa de la campaña electoral en el año 1913; un diputado conservador, el Sr. Martínez Contreras[46], es el que lleva esas mezquindades, haciendo perseguir al primer juez, abriendo el proceso luego por obtener un mayor número de votos. (Memoria de Licenciatura “El crimen de Cuenca”, Juan Antonio Porto Alonso, p. 117; La Voz -Madrid-, 05-07-1926, p. 4; La Vanguardia, 06-07-1926, p. 21)

26-03-1913 (miércoles):          TRASLADO SEGUNDA DENUNCIA AL

       JUEZ DE INSTRUCCIÓN

-        El Juez Visitador Sr. Callejo, pone en conocimiento y da traslado al Juez de Instrucción de Belmonte la denuncia efectuada por Urbano Grimaldos López y Jorge García Gómez el 19 de los corrientes, sobre la desaparición de José María Grimaldos,…

“Don Miguel Casado San José, Secretario de la Comisión Visitadora del Juzgado de Belmonte.

Doy fe: Que ante el Sr. Juez Visitador y de mi el Secretario comparecieron en diez y nueve de los corrientes Urbano Grimaldos López, casado, de veintiocho años, pastor y Jorge García Gómez, de cuarenta años, labrador, y ambos vecinos de Tresjuncos, manifestando que en veintiuno de Agosto de mil novecientos diez desapareció José María Grimaldos en el camino de la Osa a Tresjuncos sospechando los comparecientes que debió ser asesinado, habiendo dicho un muchacho del cabrero de la Osa que le vio subir al Palomar de un tal Varela de apodo y no le vio bajar.

Lo anteriormente relacionado concuerda con la comparecencia que obra en el expediente de visitas… (firmado y rubricado, Miguel Casado)”. (Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, pp. 94 a 96; ¡AY, DIOS MÍO! ¿EL CRIMEN DE CUENCA? p. 328; El Sol 08-03-1926, p.1; Heraldo de Madrid, 06-03-1926, p. 2; La Correspondencia Militar, 15 y 18-03-1926, pp. 6 y 05-07-1926, p.6; EL CRIMEN DE CUENCA, SALVADOR MALDONADO, p. 42)

28-03-1913 (viernes):

-        El teniente Gregorio Regidor Suárez, es ascendido a primer teniente, y se hace cargo de la línea de Belmonte, cabecera judicial, hasta el 29-01-1915 que pasó a ser responsable de la línea de Tarancón.

(¡AY, DIOS MÍO! ¿EL CRIMEN DE CUENCA? p. 596)

31-03-1913 (lunes):

-        El juez Isasa dictó Providencia de recibo del escrito del Juez Visitador dando cuenta y traslado de la denuncia de desaparición de José María Grimaldos,… para proceder a cuanto hubiera lugar,…

(Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, p. 98; ¡AY, DIOS MÍO! ¿EL CRIMEN DE CUENCA? p. 329)

Marzo 1913:

-        Corrió el rumor infundado de que José Plaza, Cura párroco de Osa durante los días del suceso y de la Instrucción sumarial del Juez Isasa, casi tres años después, había traicionado el sigilo sacramental al hacer pública la confesión de Francisco Antonio Ruíz, según la cual acusó en el lecho de muerte [falleció el 14-03-1912] a sus criados Gregorio y León de haber causado la muerte al Cepa.[47] No podía ser cierto, porque entre la muerte de Ruíz y la detención de los sospechosos transcurre más de un año, lo que invalida cualquier causa-efecto entre la confesión y la detención. Así lo manifiestan los componentes de la Comisión pro-penados de Osa y Tresjuncos a Galo Ponte y Escartín, ministro de Gracia y Justicia en el Directorio Civil, durante la visita que hicieron a la primera autoridad judicial en Madrid,… el 13-03-1926.

(Heraldo de Madrid, 11-03-1926, p. 4; La Época, 12-03-1926, p 3; El Imparcial 12-03-1926, p 2; SOY EL CEPA, ESTOY VIVO, p.147)

02-04-1913 (miércoles):                                                       

-        ­Providencia Juez Isasa. Belmonte, dos de abril de mil novecientos trece.- En virtud de la comunicación recibida del señor Juez Visitador, juntamente con el testimonio de las manifestaciones hechas por Urbano Grimaldos López y Jorge García Gómez, se acuerda por el Juez que provee abrir de nuevo el sumario número 94 del año 1910, incoado por desaparición del vecino de Tresjuncos José Mª Grimaldos, poniéndolo en conocimiento de los Ilmos. Sres. Presidente y Fiscal de la Audiencia de Cuenca y toda vez, que para el mejor resultado de las diligencias que se practiquen, sería conveniente la cooperación del Sargento que por aquel entonces estaba encargado del puesto de la Guardia Civil de esta cabecera de partido y en la actualidad se encuentra de oficial de dicho cuerpo en el pueblo de “El Bonillo”. Diríjase atento oficio al Teniente Coronel de la Comandancia de Albacete, al expresado objeto de la presencia en este Juzgado de dicho oficial de la Guardia Civil y después se proveerá.

Lo manda y firma S.Sª. Doy Fe. Fdº Isasa y Manuel R. de Vera.

(Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, pp. 99, 100)

-        Aludió también a las exhortaciones recibidas del juez visitador señor Callejo para que trabajara en el descubrimiento del crimen. (Declaración del Juez D. Emilio de Isasa, ante el magistrado Sr. Moreno. La Voz de Asturias, 24-03-1926, p. 2, Diario de Barcelona, 24-03-1926, p. 30)

-        Su aquiescencia y devaneos con los caciques locales, sobre todo con uno conocido como “Paco el feo”, digno representante de la reacción conservadora tradicional de la zona en su estado más puro, llevaron al juez Isasa a reabrir el sumario por la desaparición en 1910 de José María Grimaldos, pues así se lo demandaron insistentemente sus nuevos amigos latifundistas.

(Revista Guardia Civil -Madrid-, Enero 2000, pp. 71)

03-04-1913 (jueves):

-        Fin de la visita de Inspección de la Comisión Visitadora. (comenzó el 17-03-1913). En la Memoria elevada a la superioridad da cuenta del lamentable estado del juzgado,… alude al Sumario 18/1912, abierto por delito de escándalo público sobre revelación de actos de homosexualismo atribuidos al Juez Antonio Rodríguez,…

(¡AY, DIOS MÍO! ¿EL CRIMEN DE CUENCA? p. 323)

-        El Tte. Coronel 1er Jefe de la Comandancia de Albacete dirige escrito al Juez de Instrucción de Belmonte, “no me es posible ordenar la comparecencia ante ese Juzgado del 2º Teniente de esta Comandancia D. José Taboada Mora, por radicar las atribuciones para ello en el Excmo. Señor Capitán Gral. de esta Región.”

(Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, p. 101)

04-04-1913 (viernes):

-        Providencia Sr. Isasa. Póngase comunicación al Sr. Capitán Gral. de la Primera Región, para la comparecencia del oficial don José Taboada Mora. (Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, p. 103)

10-04-1913 (jueves):                  

-        Escrito del Capitán Gral. Primera Región al Juez de Instrucción de Belmonte… “no puedo ordenar la comparecencia ante ese Juzgado del Teniente de la Guardia Civil D. José Taboada, por encontrarse actualmente perteneciendo a la Comandancia de Albacete y depende del Excmo. Sr. Capitán General de la 3ª Región.”

(Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, p. 106)

11-04-1913 (viernes):           

-        Providencia Sr. Isasa. Póngase comunicación al Sr. Capitán Gral. de la Tercera Región, para la comparecencia del oficial don José Taboada Mora. (Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, p. 108)

12-04-1913 (sábado):

-        Escrito del Capitán Gral. Tercera Región al Juez de Instrucción de Belmonte… “Con esta fecha ordeno comparezca a las diez, el día antes posible ante ese Juzgado de Instrucción, del Teniente de la Guardia Civil del puesto de El Bonillo, Don José Taboada Mora, con objeto de asistir como testigo en sumario en que intervino siendo Comandante del puesto de esa población. (consecuente a su telegrama de 11 del actual).”

(Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, p. 109)

15-04-1913 (martes):

-        Parte en el que se da cuenta de la salida del Teniente Taboada de El Bonillo (Albacete) para Belmonte.

(GUARDIA CIVIL. REVISTA OFICIAL PROFESIONAL DEL CUERPO. NOVIEMBRE 1981, pp. 3 y 5)

-        Providencia Sr. Isasa. “Póngase orden a los juzgados Municipales de Osa de la Vega y de Tresjuncos para que comparezcan ante el Juzgado Municipal de Osa de la Vega, el día diez y siete próximo a las nueve de la mañana que se hallará constituido este Juzgado, a los testigos necesarios, cítese al Médico Forense para que acompañe a este Juzgado por si fuesen necesarios sus servicios facultativos en el caso de hallarse el cadáver del desaparecido Grimaldos, o para emitir algún dictamen,…”

Son notificados y citados a las nueve de la mañana del día 17,…

León Sánchez Gascón no ha podido ser notificado por encontrarse en Pedro Muñoz (Ciudad Real).

(Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, pp. 111 a 118)

16-04-1913 (miércoles):

-        Comparecencia del Oficial Taboada ante el Juez Isasa.“…comparece el que dijo ser y llamarse D. José Taboada Mora,… en la actualidad Jefe de Línea de “El Bonillo” (Albacete) y manifiesta que comparece por orden de sus superiores ante este Juzgado como testigo.

Su Sª. después de hacerle presente las consideraciones que como testigo de calidad tiene,… le instó a que le diera cuantos datos tenga y recuerde sobre el hecho que dio lugar a la incoación del sumario presente, y dijo: Que está dispuesto a facilitar cuantos datos tenga, pero que son los mismos que obrarán en el Sumario,… y por el tiempo transcurrido nada recuerda,… que practicaba las gestiones que le indicaba el Juzgado.”

-        Providencia Juez Isasa. Póngase comunicación al Teniente de la Guardia Civil, para que si le es posible auxilie a este Juzgado en el día de mañana en las diligencias que ha de practicar en Osa de la Vega. (Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, pp. 112 y 113; ¡AY, DIOS MÍO! ¿EL CRIMEN DE CUENCA? p. 529; EL CRIMEN DE CUENCA, SALVADOR MALDONADO, p. 43)

17-04-1913 (jueves):   DETENCIÓN GREGORIO VALERO CONTRERAS

-        Diligencia. Hoy diez y siete de abril sale el Juzgado para el pueblo de Osa de la Vega,… a las nueve de la mañana se constituye el Juzgado en Osa de la Vega [1ª vez]. Firmado Rodríguez Vera.

Ante el Juez Emilio Isasa declaran:[48]

-        Declaración de Gabino Gómez Buendía.- Que se afirma y ratifica,…

Que el José María se llevaba bien con todos los individuos de su familia (ilegible) se inclina a creer que la desaparición del José María y después del tiempo transcurrido (ilegible) le hayan podido quitar la vida. Que ignora si llevaba dinero. (firmado Gabino Gómez) (121)

-        Declaración de Juana López,- “Que a su hijo lo echó de menos el día veintisiete de Agosto de mil novecientos diez, no llamándole la atención antes la falta de su hijo, porque como pastor que era pasaba en ocasiones quince o veinte días con el ganado.

Que al notar la falta por lo que ya se oía por los pueblos de Osa y Tresjuncos, vino la dicente al pueblo de la Osa preguntando al mayoral del ganado compañero de su hijo llamado León Sánchez Gascón a quien interrogó la declarante qué sabía de su hijo José María.

Fue al pronto el León Sánchez que se encontraba sentado en su casa pelando una cebolla contestó bajando la cabeza sin dar explicación alguna a la declarante, la que preguntándole otra vez, sino se llevaba el José María bien con él contestó que sí, y que su compañero José María le había dicho se marchaba a los baños de la Celadilla y desde aquí a Aranjuez.

Que al decirle esto a la declarante se apresuró a escribir a Aranjuez valiéndose de su hija Santiaga como (ilegible) puesto que la dicente no sabe escribir, dirigiendo la carta a un hermano de la declarante que se llama Eulogio López, diciéndole que contestase a vuelta de correo sobre el extremo de encontrarse o no su hijo en Aranjuez.

Que no dio ocasión a que le contestase a la carta por venir a los pocos días un hijo de Eulogio López sobrino de la declarante llamado Florentino quien dijo a la declarante que el José María no había ido por Aranjuez.

Que después de resultar infructuosas cuantas gestiones hizo la declarante para averiguar el paradero de su hijo José María, fue cuando ya adquirió la sospecha de que su hijo pudiera haber sido asesinado, sospechas que continúa con ellas creyendo que los autores de lo que haya pasado a su hijo son el mayoral que antes ha referido y que se llama León Sánchez Gascón, que actualmente se encuentra en Pedro Muñoz (Ciudad Real) (ilegible), León Lorca Chicote, hortelano que trabajaba en la huerta del Sr. Cura de este pueblo, muerto ya, y el Gregorio Valero que era por aquel entonces guarda del palomar de la Virgen de la Vega.

Preguntada por el Sr. Juez para que manifieste si por aquel tiempo tenía la dicente o su hijo una burra rucia, contesta que no, pues desde tres o cuatro años antes de la desaparición de su hijo no ha tenido la declarante ni la familia burra alguna.

Preguntada para que manifieste si el José María tenía unos corderos de su propiedad, juntos con el ganado que cuidaba, contesta que sí, que estos corderos sabe la dicente que los vendió en el mes de Mayo a Pascual Coso vecino de la Osa pastor de oficio, en cincuenta reales cada uno, según le dijo a la declarante su hijo José María, y que la declarante cree eran ocho los corderos, recordando perfectamente le dijo su hijo que importaban veinte duros cuyo dinero le daría cuando quisiera el José María.

Que como la declarante no recuerda cuando los cobró pues dijo su hijo que al ir a la casa le llevaría el dinero, sospecha que al cobrar la referida cantidad se la robaron y fuera asesinado por alguno de los individuos compañeros suyos que antes a dicho. (no firma por no saber). Doy fe. Firmado Manuel R. de Vera.” (123 a 128)

-        Declaración de Santiaga Grimaldos.- “…que sospecha que su hermano José María fue asesinado y que debieron cometer el crimen el Mayoral León Sánchez Gascón, el guarda del palomar Gregorio Valera y el hortelano León Lorca Chicote.

Que no han tenido en su casa por aquel tiempo ninguna burra rucia y si recuerda que su hermano tenía unos corderos cuyo dinero llevaba en su poder. (firmado Santiaga Grimaldos)”(129 a 130)

-        Declaración de Ángel Porras [49].- “Que el rumor por todo el pueblo de Tresjuncos, y que ha oído el declarante a distintas personas al hablar de la desaparición del José María es la presunción de que pudiera haber quedado en el Palomar, toda vez que estuvo por allí el José María y después no se le vio.(no firma por no saber).”(131 y 132)

-        Declaración de Felipa Martínez Prieto.- De Tresjuncos, 27 años. “(ilegible) sospecha que haya podido ser asesinado sin poder asegurar por quien. (firmado Felipa Martínez)” (132 y 133) 

-        Declaración de María Vara[50].- De Tresjuncos, 20 años. “(Ilegible) que sospecha le hayan podido matar así como dadas las condiciones de carácter del José María asegura no ha podido marcharse a otras tierras. (firmado María Vara)” (134)

-        Declaración de León Lorca Chicote[51].- Se ratifica. “Que no puede precisar el día pero que fue a último de Agosto y que momentos antes vio pasar a la Felipa y María, manifestando después de varios titubeos sobre quien pasó antes o después (ilegible) por decir que primero fueron las muchachas, después el José María. (no firma por no saber).” (136)

-        Declaración de Gregorio Valero.- Se ratifica. “Que si no hizo presente ante el Juzgado Municipal lo que consta en su declaración en el Juzgado de Instrucción de que el día veintiuno de Agosto de mil novecientos diez estuvo en casa de su amo en Osa de la Vega por haberle dado a éste un ataque de perlesía, fue porque no se acordó de manifestarlo ante el Juez Municipal recordando dijo al hijo del amo llamado Constantino que se iba el dicente al palomar a echar agua a las palomas, haciendo esto sobre las doce a la una y media del día veintiuno por más que al llamarle la atención S.Sª. dice que no recuerda y posteriormente dice que sí que se lo dijo al Constantino. (no firma por no saber)” (138)

-        Declaración de Jorge García Gómez.- “Que se afirma y ratifica en el escrito de denuncia que en fecha diez y nueve de Marzo pasado hizo en unión de Urbano Grimaldos López cuñado del dicente ante el Sr. Juez Visitador, agregando que no recuerda cual de los hijos del cabrero dijo, vio subir al palomar de la Virgen  de la Vega el día veintiuno de Agosto a José María Grimaldos, pero aunque no lo recuerda se afirma que el padre de estos muchachos llamado Pascual Coso, dice haber comunicado el peatón de (Osa de la Vega) digo de Tresjuncos vio al José María subir al palomar por habérselo dicho uno de sus hijos y agrega que cuando fueron a preguntar al palomar el día doce de Septiembre de mil novecientos diez a raíz del hecho de autos el declarante, Manuel, Adrián y Urbano Grimaldos, vecinos de Tresjuncos, salió la mujer de Valera y dijo que su marido no estaba y que había ido al ganado y marcharon, pero el dicente quedó en un cañal que había junto a la carretera y desde allí vio a Varela y su mujer en la puerta del palomar; además Raimundo Monreal vecino de la Osa y auxiliar de la carretera estuvo con unos peones trabajando en frente del palomar en una cuadrilla que tiene Anastasio Monreal, vecino de la Osa y al notar que olía mal en la alcantarilla que hay más cerca del palomar y preguntándole a Valero (Varela) dijo: que es que había matado al perro que tenía porque se comía las gallinas, y esto lo sabe el declarante por dicho de Raimundo Monreal.

Que el perro era blanco y negro y que en la época a que se refiere a pesar del dicho de Valero (Varela) le consta el declarante que dicho perro lo tenía Sinforiano Ruiz, vecino de Tresjuncos.

Preguntado por S. Sª. para que manifieste como ha sido que la denuncia formulada por el dicente en unión de su cuñado Urbano Grimaldos no la ha formulado en debida forma dada la gravedad de los hechos a pesar del tiempo transcurrido hasta la visita de inspección girada a este Juzgado por el Sr. Juez de Alcázar, contesta: Que no lo ha hecho antes porque en las distintas ocasiones que han ido al Juzgado de Belmonte no han logrado ver al Sr. Juez de Instrucción propietario.

Preguntado por su S.Sª. para que manifieste en virtud de la denuncia y la gravedad de los hechos que hace constar en esta declaración, a que atribuye la desaparición del José María y de quien o quienes sospecha, como autores de lo que le haya podido ocurrir, contesta: Que en primer lugar del mayoral León Sánchez Gascón por la razón de que estando de compañero de José María no avisase a la familia la desaparición de éste, siendo así que lo más que tardaba el José María en ir a su casa a mudar eran quince o veinte días, nunca más de veinte.

Además sospecha de Gregorio Valero (Varela) por lo que lleva dicho en la declaración y por último de León Lorca Chicote, hortelano, por estar cerca de palomar y haber visto el día veintiuno de Agosto de mil novecientos diez a la puesta del sol al José Grimaldos. (no firmando por no saber).”

¾      Declaración de Valentín Delgado Fernández.- De Tresjuncos. Peatón a Osa de la Vega. “Que Pascual el cabrero de la Osa bastante tiempo después del hecho de autos y estando en el camino y yendo el Pascual a cavar a una tierra y por la tarde le dijo: Que había visto a José María Grimaldos subir camino arriba hacia Tresjuncos a hora de ponerse el sol.

Que el sitio desde donde lo vio fue desde el pozo antes de llegar el José María al Palomar. (firmado Valentín Delgado)”

¾      Declaración de Ángel Coso.- De trece años. Hijo de Pascual y Dominga. “Que vio pasar a José María a últimos de Agosto de mil novecientos diez pasar por donde estaba el dicente a quien (ilegible) para saludarle, como eran del mismo oficio y como el dicente es pastor estaba en aquel momento cuidando de su ganado no puede fijarse en más sino en que subió hacia la carretera y le vio llegar a ella sin que después se fijara en la dirección que tomó. (firmado Ángel Coso)”

¾      Declaración de Constantino Ruiz Serrano.- De veintiséis años. “Que sí recuerda que hacia últimos de agosto de mil novecientos diez tuvo el padre del dicente un ataque de perlesía, y que con motivo de esto el Gregorio Valero o Varela, estuvo en algunas ocasiones, pero sin recordar por el tiempo transcurrido el día y fecha en que estuvo.

Que el referido Gregorio tiene parentesco con los padres del dicente de ser primos hermanos los padres del Gregorio de los del dicente lo que no obsta para que manifieste ante el Juzgado los malos antecedentes del referido Gregorio Valero (a) Varela. (firmado Constantino Ruiz)” (148)

-        Diligencia de reconocimiento. “…en el lugar donde se supone haber desaparecido Grimaldos,… y en todo el Palomar, caminos y carretera,…

-        Gráfico del lugar reconocido.

-        Providencia Juez Isasa. En vista de lo que resulta de estas diligencias, procédase a la detención y conducción a la cárcel de este partido de León Lorca Chicote y Gregorio Valero y la de León Sánchez Gascón para la que se dará las oportunas órdenes a la Guardia Civil y se pondrá exhorto a Alcázar por la del último.

A las siete de la tarde de hoy sale el Juzgado para la capital del partido. Firmado Rodríguez de Vera.

¾    Escrito del Jefe de la Prisión de Belmonte,a las diez, y nueve y media han ingresado en esta Prisión preventiva León Lorca Chicote y Gregorio Valero Contreras, quedando ambos en clase de presos sin comunicación,…

¾    Dos horas tardaron en llegar a Belmonte andando,… baja,… iba Gregorio contando,… dos recodos,… cuarenta y dos escalones,… estuvo cinco días en los calabozos incomunicado, sin luz y sin que apareciese nadie a llevarle el mínimo que establecía el reglamento: pan y agua.

¾    Auto al Ilmo. Sr. Fiscal.- En Belmonte. Resultando que se abrió el sumario presente por comunicación y testimonio de manifestaciones remitidas a este Juzgado por el Juez Visitador D. Pablo Callejo sobre desaparición de José María Grimaldos. Considerando… que aparecen indicios racionales… Vistos los artículos 384-502-505-506-589 de la Ley de enjuiciamiento criminal… El Sr. Don Emilio de Isasa y Echenique, Juez de instrucción de Belmonte y su partido dijo: Se declara procesados en este Sumario a León Sánchez Gascón, León Lorca Chicote y Gregorio Valero Contreras… se decretó su prisión provisional sin fianza y sin comunicación… pago de responsabilidades pecuniarias… de mil pesetas a cada uno… Lo mando y firmo. Emilio de Isasa. Manuel Rodríguez de Vera.

(Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, pp. 114 a 156 y 527, 531, 548, 549 y 725; Heraldo de Madrid, 05-07-1926, p. 2; EL CRIMEN DE CUENCA, SALVADOR MALDONADO, pp. 48 y 49; La Voz -Madrid-, 09-04-1931, p. 3; Entrevista al Dr. Jáuregui; Entrevista a Dolores Varón, esposa de Gregorio Valero, por el enviado especial Federico Morena, Heraldo de Madrid, 16-03-1926, p.2; Declaración de Gregorio Valero al enviado especial Alfonso Muñoz, El Liberal, 07-03-1926, p.3; ¡AY, DIOS MÍO! ¿EL CRIMEN DE CUENCA? p. 631.)

18-04-1913 (viernes):

-        Belmonte. Exhorto Telegráfico nº 76, 11´45 horas.- “Proceda detención y conducción a este Juzgado de León Sánchez Gascón pastor de oficio vecino antes de Osa Vega residente hoy en Pedro Muñoz pues está acusado en Sumario sobre desaparición de José María Grimaldos”

-        Alcázar de San Juan. Providencia. Juez Sr. Callejo.- No habiendo comunicación telegráfica con Pedro Muñoz,… libren carta orden al Juez Municipal,… “Tan pronto como reciba la presente, proceda a dar las órdenes oportunas para la detención de León Sánchez Gascón,… ponerlo a disposición del Juez de Instrucción de Belmonte,… con la mayor actividad y urgencia.”

(Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, pp. 179 a 183; EL CRIMEN DE CUENCA, SALVADOR MALDONADO, p. 50)

19-04-1913 (sábado):         DETENCIÓN LEÓN SÁNCHEZ GASCÓN

¾    Belmonte. Indagatoria a León Lorca Chicote.- De Osa de la Vega, 33 años. Profesión yesero, sin instrucción y con antecedentes penales por lesiones.

Preguntado si sabe o presume el motivo de recibirle esta declaración, enterado dijo: “Que presume por la desaparición de José Mª Grimaldos, estatura regular, pelo negro, cejas al pelo, barba clara, viste blusa a rayas blancas y obscuras, pantalón de pana rayada, alpargatas y sin señas particulares.

Que no tiene que agregar más que lo que tiene declarado. (no firma por no saber)”

¾    Indagatoria a Gregorio Valero Contreras (a) Varela.- De Osa de la Vega, 33 años, sin instrucción y con antecedentes penales.[52] “Que ignora el motivo de recibirle esta declaración, supone que es por la desaparición de José Mª Grimaldos, viste blusa negra, pantalón de pana color avellana, calza albarcas; su pelo negro, cejas al pelo, bigote rubio, barba negra, ojos azules, estatura regular y sin señas particulares.

Que no tiene que manifestar más de lo que tiene declarado. (no firma por no saber)”

(Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, pp. 161 a 164)

-        El Juez de Instrucción ordena al Juez Municipal de Osa de la Vega, que cite para declarar el día 21 a,  la madre de León Sánchez Gascón, la mujer de Gregorio Valero, Raimundo y Anastasio Monreal.

(Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, p. 190)

-        El Juez de Instrucción ordena al Juez Municipal de Tresjuncos, que cite para declarar el día 21 a las nueve a,  Manuel, Adrian y Urbano Grimaldos  y a Sinforiano Ruiz y Jorge García Gómez.

(Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, p. 209)

-        Pedro Muñoz. Providencia Juez Municipal Leopoldo Villargordo, a Comandante puesto Guardia Civil.- ,…sin demora alguna proceda a la detención del sujeto León Sánchez Gascón,… y sin pérdida de tiempo sea conducido a disposición del Sr. Juez de Instrucción de Belmonte,… Lo manda y firma.

-        De Comandante puesto Guardia Civil a Juez Municipal.- Tengo el honor de participarle que a las 20 ha sido detenido León Sánchez Gascón,[53] dicho sujeto queda en la cárcel pública de esta localidad hasta mañana[54] que será conducido a Belmonte. Fd. El Cte. Cártor.

(Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, pp. 185 a 187 y 721; ¡AY, DIOS MÍO! ¿EL CRIMEN DE CUENCA? p. 631; EL CRIMEN DE CUENCA, SALVADOR MALDONADO, p. 51 a 55)

20-04-1913 (domingo):

-        El Juez Municipal de Osa de la Vega, notifica y cita para el día 21 en el Juzgado de Belmonte a, Valentina Gascón Lorca, Dolores Varón Pavo, Raimundo Ramírez Catalán, y no a Anastasio Ramírez Catalán por encontrarse ausente de la localidad.

(Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, pp. 192 a 195)

-        El Juez de Instrucción ordena al Juez Municipal de Tresjuncos, que cite la comparecencia inmediata de, Juana López madre de José María Grimaldos, Urbano, Manuel y Adrian Grimaldos.

(Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, p. 207)

-        Escrito del Jefe de la Prisión de Belmonte, León L. Martíneza las trece y media ha ingresado en esta Prisión preventiva León Sánchez Gascón, quedando en clase de preso sin comunicación

(Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, pp. 533)

-        Auto. Después de 2 Resultando y 1 Considerando, Don Emilio de Isasa y Echenique Juez de Instrucción de Belmonte y su partido dijo: Se ratifica la prisión que sufren León Lorca Chicote y Gregorio Valero Contreras… se les notifica…

(Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, pp. 167,281 y 527 a 530; ¡AY, DIOS MÍO! ¿EL CRIMEN DE CUENCA? p. 631; EL CRIMEN DE CUENCA, SALVADOR MALDONADO, p. 61)

-        Puesta en libertad del anciano padre de Dolores Varón, en vista de su estado de salud y de su patente inocencia [detenido el 18-04].

(El Pueblo -Valencia-,12-03-1926, p. 5; La Voz-Madrid-, 24-03-1926, p. 2)

-        Parte en el que se da cuenta del regreso de Belmonte a El Bonillo (Albacete) el día 20 del teniente Taboada, después de haber declarado en el Juzgado de Instrucción,… no pudo participar en las torturas,… al no estar en Belmonte.[55]

(Guardia Civil. Revista Oficial Profesional del Cuerpo. Nov. 1981, pp. 4 y 5)

21-04-1913 (lunes):

-        Belmonte. Declaración de Dolores Varón Pavo, de 33 años.- “…que su esposo el día 21 de Agosto se había marchado a casa del amo por estar éste enfermo… esto no lo declaré antes porque no me lo preguntarían… que si habían ido personas por el palomar preguntando por José María… que no lo recuerda,… que fueron muchas… por fin recuerda que fueron el Sargento y otro guardia que no recuerda más… después que sí que un tío del desapareció cuyo nombre no recuerda… que si por allí había visto al José María,… manifiesta que iba con otros que no sabe quiénes son… que si serían Jorge García Gómez, Manuel, Adrian y Urbano Grimaldos… contestando que no los conoce,… que si le preguntaron por su marido y por el desaparecido,… que sí, que se aguardaran que llamaría a su marido que estaba en la huerta y como no se aguardaron y se marcharon entretanto llegó su marido.

Que si mataron un perro,.. que no. Después que no recuerda si fue por aquel tiempo, que sí mataron un perro que era todo negro y que lo echaron al rio… (no firma por no saber). “

-        Providencia Juez Sr. Isasa.- En vista de la declaración prestada por la testigo anterior acuerda el Juez que provee, la detención de Dolores Varón Pavo, poniéndole mandamiento.

-        Dolores Varón Pavo, alias la Varona. Mujer de Gregorio Valero y madre de cinco hijos, estaba citada en el Juzgado de Belmonte,… llegó andando llevando consigo a su hija de pecho María Jesús,... El Juez Isasa la acusó de complicidad, la encerró en el calabozo y la amenazó con procesarla,… (EL CRIMEN DE CUENCA, SALVADOR MALDONADO, p. 57; SOY EL CEPA, ESTOY VIVO, p. 155;)

-        Declaración de Valentina Gascón Lorca, de 57 años.- Que si fue a su casa la madre de José María,… que sí, a los pocos días de la desaparición se presentó la madre, preguntando a la dicente que estaba en compañía de su hijo León picando cebolla para matar un gorrino, si sabía dónde estaba su hijo, agregando que si iba por allí no le dejaran sacar las ovejas que tenía José María en el rebaño mientras no fuera su padre a lo que contestó la declarante que José María se había ido a mudar para irse a los baños, cosa que sabía la dicente por haberlo oído en el pueblo pero no porque le hubiera dicho nada su hijo León, que no tuvieron más conversación y se marchó la madre de José María, acompañada de una mujer de luto que dijo era vecina de Tresjuncos, cuyo nombre no sabe la dicente, sin que hablaran nada más. (no firma por no saber).

-        Providencia Juez Sr. Isasa.- Ingresa como detenida en esta Prisión, Valentina Gascón Lorca y póngase mandamiento.

-        Declaración de Raimundo Ramírez Catalán (a) Monreal.- De Osa de la Vega, 50 años, auxiliar de la carretera, sin instrucción y sin antecedentes.- Preguntado por S.Sª acerca de la cita que le resulta de la declaración de Jorge García, dice ser cierto lo que en ella se dice. (no firma por no saber).

(Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, pp. 169 a 176).

22-04-1913 (martes):

-        Auto.- Después de 1 Resultando y 1 Considerando. Vistos los artículos 284 - 502 - 505 - 506 y 509 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal.

El Sr. Juez D. Emilio de Isasa y Echenique, Juez de Instrucción de Belmonte y su partido dijo: Se declara procesadas en este sumario a Dolores Varón Pavo [celda nº 6. Puesta en libertad 03-05] y Valentina Gascón Lara, [Puesta en libertad 02-05] con lo que se extenderán dos diligencias (ilegible); se decreta su prisión incomunicada sin fianza… mil pesetas a cada una para pago de responsabilidad pecuniaria,… doy fe. Manuel R. de Vera.

(…)

 

(De un total de 338 (329+5+4) páginas de Cronología, se ha puesto solamente las cincuenta primeras páginas)

 

RESÚMENES:

1.-    Concepto, Versiones, Origen y Evolución.

2.-    Motivos de no volver de La Celadilla. HIPÓTESIS.

3.-    Denuncias.

4.-     De Desaparecido a Asesinado.

5.-    Causas. Tormentos empleados.

6.-    Descripción principales implicados.

7.-     Sumario. Envíos y Devoluciones.

8.-     Juzgado de Belmonte. Jueces de Instrucción.

9.-     Elección y Renuncia de Abogados.      

10.-  Denuncias de Malos Tratos.

11.-  Inscripción defunción en Registro Civil de Osa de la Vega.

12.-  De “muerto, morido, matao” a “resucitado”.

13.-  Reconstrucción día y tiempo que estuvo desaparecido.

14.-  Detención, Traslado y Entrega.

15.-  Viajes y Cartas.

16.-  Primeros encuentros.

17.-  Responsabilidades penales.

18.-  Encuadre político, social y económico.

19.-  Derrotero judicial. Veinticinco años.

20.-  Petición/Solicitud de Revisión Sentencia e Indemnización de perjuicios.

21.-  Suscripciones.

22.-  Guardas Ayuntamiento de Madrid.

23.-  ¿Quién ocultó a Grimaldos?

24.- Sr. Taboada Mora.

25.-  Insistiendo en su culpabilidad.

26.-  ¿Qué fue de ellos?

27.-  Entrevistas. Declaraciones. Participaciones.

28.-  Expedientes. Piezas separadas.

29.-  Reformas/Modificaciones.

1) CONCEPTO, VERSIONES, ORIGEN y EVOLUCIÓN

“El crimen de Cuenca”

 

El espíritu de la frase hecha “El crimen de Cuenca” no puede encerrarse dentro del límite de las palabras; ni se refiere a un crimen anónimo, truculento, sangrante y terrorífico cometido en Cuenca, o en la provincia de Cuenca.

Desde su inicio, la expresión “El crimen de Cuenca” es un recurso con particularidades especiales, y con categoría gramatical y significado cultural propio.

Su fondo, su esencia, es la narración y descripción de hechos imaginarios, ficticios, fantásticos,… influenciados o basados en un hecho real.

 

        V  E  R  S  I  O  N  E  S                                             SE DA A CONOCER

1.-  “El crimen de Cuenca”, Luis Esteso.                         08-09-1901

ü  Romance “EL CRIMEN”. Estreno  08-09-1901

ü  (…)

ü  Libro “El Crimen de Cuenca”. 1927

2.-  “El crimen de Cuenca”, Osa de la Vega.                  10-03-1926

ü  Libro “El crimen de Cuenca”, Salvador Maldonado. Noviembre 1979

ü  Película “El crimen de Cuenca”, Pilar Miró. Estreno 14-08-1981

ü  Documental “Regresa El Cepa”, Víctor Matellano. Estreno 19-03-2019

Rosa León: Canción.

(Libro, Película, y Documental en Cronología Volumen 8, a partir del 06-12-1969, Puente de la Inmaculada.)


 3.-    Anécdota,[56]                                                               16-12-1927

4.-  “El crimen de Cuenca”, San Clemente.                       06-07-1929

ü  Libro “El crimen de Cuenca”. No figura autor , 06-07-1929

5.-  “El crimen de Cuenca”, Alicio Garcitoral.                             1932

ü  Libro “El Crimen de Cuenca”. Alicio Garcitoral. 1932

6.-  “El crimen de Cuenca”,  Albalate de las Nogueras.   03-09-1976

ü  Libro “El Crimen de Cuenca”, Luis Auñón Muelas, 1998.

ü  Libro “Lastimosa Historia. El Crimen de Cuenca”. Arturo Culebras.

            2003

ü  Cortometraje “Los entresijos del verdadero Crimen de Cuenca”.

                           Jesús Fernández García. 2009.

*

Punto 2.- Libro “El crimen  de  Cuenca - Recuperando la Historia“.

                  Volumen 1. De 1910 a 1935. (2017)

                  Volúmenes 2, 3, 4, 5 y 6. De 1910 a 1935. (juntos 2019)

Volumen 7. Hasta fecha edición.

Volumen 8. Cronología y Resúmenes.

Volumen 9. Sólo fotografías, de la época y posteriores.

Punto 1 y punto 4.- Volumen 10, “Luis Esteso y el Crimen de Cuenca”.

Punto 6.- Volumen 11, “Los crímenes de Albalate de las Nogueras”.

Este capítulo es común a los volúmenes 8, 10 y 11.

1.- “El crimen de Cuenca”, Luis Esteso.                 08-09-1901

a)     La autoría se atribuye a dos personas:

1)      Camilo Esteso y López de Haro, hermano de Luis Esteso.- “Allí, en el taller de guarnicionería, donde trabajaban juntos Camilo Esteso y Luis Esteso, antes de marcharse éste a Madrid, se cometió el crimen, pues se pergeñó el matricidio de que después hizo gala Luis; con la circunstancia de que no fue él, sino Camilo el verdadero autor de esta leyenda “tejana”. Camilo era hombre de gran memoria y extraordinaria inventiva; día tras día fue redondeando el monstruoso cuento, y relatándolo en el taller ante clientes y embobados oyentes, siendo luego Luis el que, para ganarse la vida en las tablas, dio a la publicidad el original, del que se habrían de impresionar los discos de gramófono y se habían de airear en telones de ferias las coplas denigrantes del buen nombre de la provincia más noble y opuesta a lo que le ha dado la macabra fama…”

(Ofensiva -Cuenca-, 30-07-1957, p.3. Carta de Augusto Parra)

2)      Luis Esteso y López de Haro.- “Para poder sentarme una vez cada veinticuatro horas ante la mesa de algún comedor, hice que me contratasen en una barraca próxima a los Cuatro Caminos, que se llamaba el Molino Rojo, y allí di a conocer mi romance “El crimen de Cuenca”. Había escrito el romance en serio, pero en un momento de lucidez que tuve, me dije: “Como diga esto quejumbrosamente, me van a pegar con un ladrillo en la cabeza y se me van a salir todos los romances de mi vida de una vez”… Y lo volví a escribir en broma.”

(Luis Esteso. Heraldo de Madrid, 02-03-1928, p. 5)

3)      Del contenido de los dos puntos anteriores se desprende que hay dos romances: uno en serio y otro en broma; y dos autores: Camilo Esteso y Luis Esteso:

-         “Escrito el romance en serio”.- Autoría Camilo Esteso, hasta ahora no encontrado.

-         “Y lo volví a escribir en broma”.- Autoría Luis Esteso, es el conocido, y el que ha pasado a la historia.

b)     Autoría de Luis Esteso.- Es el original y primero de los conocidos. Lo escribió como romance, en broma, narrando y describiendo hechos imaginarios, fantásticos,… afectado e influenciado por el asesinato, cuando era niño y con la que convivía en San Clemente (Cuenca), de su tía Dª. María Martina López de Haro.

El asesinato fue cometido por su empleada Inocenta Maragón Moreno y su marido Pedro María Sáez Lezcano, la noche del 26 de febrero de 1.894.

(El Correo de Gerona, 17-11-1894, p. 3; La Paz -Murcia-, 17-11-1894, p. 2; La Libertad -Madrid-, 02-03-1928, p. 5; NO MATARÁS-Célebres Verdugos Españoles, [57] pp. 95, 99, 119  a 122)

 

c)      Luis Esteso lo dio a conocer el domingo 8 de septiembre de 1.901, en su debut en el Molino Rojo, una barraca cómico-lírica, que había en los altos de Chamberí cerca de los Cuatro Caminos. Madrid. (Heraldo de Madrid, 09-09-1901, p. 3 y 16-03-1928, p. 5; Madrid Cómico, 14-09-1901, p. 6)

 

d)     Nombre: Según la documentación encontrada Luis Esteso a su monólogo picaresco le puso el nombre de: “EL CRIMEN”.[58]

Desde el principio, Luis Esteso cuando lo recitaba, después de “EL CRIMEN”, y con objeto de llamar la atención del público, decía la muletilla, “…horroroso crimen cometido en la provincia de Cuenca”; esta muletilla, por repetición y contracción, se fue acortando hasta quedar integrada en el nombre.

POR REPETICIÓN Y CONTRACCIÓN

- “EL CRIMEN”, …horroroso crimen cometido en la  provincia  de

                               Cuenca.[59]

- “El crimen”, …de la provincia de Cuenca.[60]        

- “El crimen”, …de Cuenca.

- “El crimen de Cuenca”.[61]

Es muy posible que la Prensa contribuyera a la contracción del nombre. El escribir “El crimen, horroroso crimen cometido en la provincia de Cuenca”, ocupaba demasiado espacio. En Heraldo de Madrid, 09-06-1904, p. 4, figura “…crimen de Cuenca…” (Primera referencia encontrada en Prensa).

e)   Ediciones encontradas, sin ninguna duda, hay más:

                            I.          Libro Monólogos picarescos. Con un juicio crítico de Luis Benavente. Fecha: 1910. Madrid: Imp. Artística Española. Libro 31 páginas, 20 cm. Materia: Obras humorísticas. Monólogos (Teatro). Contiene El crimen, Pregón, Sermón místico, Reunión alegre, Mercado, y otros, hasta 22, B. N. E. Biblioteca Digital Hispana.

(Primer anuncio encontrado en prensa, Eco Artístico -Madrid-, 25-03-1912, p. 19)

                          II.          Libro Los escritores españoles. Contiene el graciosísimo relato “El crimen de Cuenca”.

(Primer anuncio encontrado en Prensa. La  Época -Madrid-, 29-08-1916, p. 4; La Correspondencia de España, 30-08-1916, p. 4)

                         III.          Cuadernos Populares, El crimen de Cuenca y otras cosas de Luis Esteso. Cuaderno 6. 1919. Magín Piñol, editor, Barcelona.

                        IV.          Libro El Crimen de Cuenca a 5 pesetas.

(Primer anuncio encontrado en Prensa. La Nación, 19-03-1927, p. 6)

                          V.          El interesante libro de monólogos El crimen de Cuenca,… a 5 pesetas,… (Anuncio en Prensa, La Voz -Madrid-, 12-09-1927 p. 5;  ABC, 27-09-1927, p. 45)

                        VI.          Esteso y López de Haro, L. (1927). El Crimen de Cuenca. Madrid: Imprenta de G. Hernández y Galo Sáez. (365 páginas).

El Romance El Crimen de Cuenca, está en pág. 99 y dentro de Monólogos picarescos; y El nuevo Crimen de Cuenca, está en pág. 222 y dentro de Chascarrillos y Epigramas.

f)    Monólogo Original.- Al único objeto de no repetirlo, y establecer una comparación paralela con el romance/copla de Osa de la Vega, más abajo figura completo y copiado a la letra, tal y como está escrito en MONÓLOGOS PICARESCOS, 1910, pág. 10 y 11.

g)     Periódicos.- El volumen “Luis Esteso y El crimen de Cuenca” consta de 493 planas correspondientes a 121 periódicos.

h)     Discos gramófono/gramola.-

                           I.          En Biblioteca Nacional de España, Biblioteca Digital Hispana, hay varias grabaciones donde se oye a Luis Esteso recitar  “El Crimen”, horroroso crimen cometido en la provincia de Cuenca; principalmente en discos “Pathé”. Año 1917.

                          II.          Las firmas discográficas “Regal” y “Record”, hicieron varias tiradas en discos de pizarra de “El crimen de Cuenca”;  monólogo cómico recitado por los actores cómicos,  Rafael Díaz y D. Ginés Sánchez.

* 

2.- “El crimen de Cuenca”, Osa de la Vega.        10-03-1926

a)      El abogado de León Sánchez, D. León de las Casas, en carta publicada el 10-03-1926 en página 4 de Heraldo de Madrid, da por primera vez el nombre de “crimen de Cuenca” a los hechos acaecidos el 21 de agosto de 1.910 en Osa de la Vega; caso Grimaldos; error judicial de Osa de la Vega.

El abogado D. León de las Casas se hizo cargo de la defensa de León Sánchez el 25-02-1926. Al tener conocimiento de todo el sumario,[62] estableció un PARALELISMO entre el romance que recitaba Luis Esteso, y los hechos acaecidos desde la desaparición de José María Grimaldos López el 21 de agosto de 1910 en Osa de la Vega, hasta la aparición oficial del mismo el 21 de febrero de 1926 en el pueblo de Mira (Cuenca).

EN LOS DOS CASOS SE DESCRIBEN HECHOS FANTÁSTICOS, IMAGINARIOS,... RELACIONADOS CON UN HECHO REAL

                           I.          Luis Esteso hizo, en broma, su romance “El Crimen”,… “El crimen de Cuenca” narrando y describiendo hechos imaginarios, fantásticos,… influenciados y relacionados con un hecho real, el asesinato de su tía María Martina López de Haro, cuando era niño y con la que convivía, el 26 de febrero de 1.894 en San Clemente (Cuenca).

                          II.          Al haber aparecido vivo el supuesto asesinado, el abogado León de las Casas, a la vista del sumario comprobó que todos los hechos que se imputaban a León Sánchez y a Gregorio Valero: robo, asesinato, enterramiento, cremación, etc., eran imaginarios, ficticios, fantásticos,…  y estaban relacionados con un hecho real, la desaparición de José María Grimaldos el 21 de Agosto de 1910 en Osa de la Vega (Cuenca).

b)      El abogado León de las Casas dio el nombre de “crimen de Cuenca” el 10-03-1926.

Luis Esteso falleció en Madrid el 15-03-1928 y su hija Luisita Esteso, que continuó la carrera de artista que había iniciado con su padre,  el 05-03-1986.

No he encontrado nada, ni de Luis Esteso, ni de su mujer y pareja artística Polonia Herrero Abat “La Cibeles”, ni de su hija Luisita, donde se dijera de forma verbal o por escrito, algo sobre que a los hechos de Osa de la Vega se le diera el nombre de “crimen de Cuenca”; ni tampoco sobre la copla del mismo nombre referida a los mismos hechos.

c)      En la época y a los mismos hechos también le dieron el nombre de “Crimen de Cuenca”, al menos los siguientes periódicos: El Liberal -Madrid-, 10 y 11-03-1926, pp. 1; El Eco de Santiago, 12-03-1926, p. 1; El Guadalete -Jerez de la Frontera- 17-03-1926, p. 3; Gaceta Jurídica de Guerra y Marina, mes de Marzo de 1926, p. 42; Correo Extremeño, 07-08-1930, p. 7; El Eco de Santiago, 06-08-1931, p. 1; El Luchador -Alicante-, 30-05-1935, p. 1; El Diario Palentino, 07-08-1935, p.1,…

d)      En la época la expresión “Crimen de Cuenca” iba precedida de: “romance”, “monólogo picaresco”, “monólogo cómico”, “copla”, “horroroso”, “graciosísimo relato”, “cuento popular”, “célebre pieza”, “crimen fantástico”,…

e)      La prensa aprovechando el tirón de difusión y venta del título “Crimen de Cuenca” aplicado al hecho ocurrido en Osa de la Vega, dio también el nombre de “Crimen de Cuenca” a los hechos ocurridos con posterioridad en los siguientes pueblos, también de la provincia de Cuenca; aunque con muy escaso éxito:

                            I.          Villarejo Sobrehuerta. (La Libertad-Madrid-, 24-08-1927, p. 6; El Pueblo Gallego, 24-08-1927, p. 3; El Compostelano, 24-08-1927, p. 3)

                          II.          Aliaguilla.  (Heraldo  de  Madrid,  09-10-1928,  p.  4;  El  Liberal -Madrid-, 10-10-1928, p. 4)

                         III.          Fuente Escuza. (Diario de Almería, 05-12-1928, p. 2)

                        IV.          Casasimarro. (Heraldo de Madrid, 23-07-1929, p. 1)

                          V.          Hoz del Júcar. (Diario de Alicante, 31-10-1929, p. 4)

                         VI.          Villaescusa de Haro. (Diario Palentino, 29-07-1930, p. 3; Heraldo de Zamora, 29-07-1930, p. 5; El Tiempo -Murcia-, 30-07-1930, p. 4)

                       VII.          Arcos de Cantera. (Heraldo de Madrid, 15-01-1931, p. 11)

                      VIII.          Cuenca. La Covadonga del Monarquismo. (El Defensor de Granada, 19-05-1932, p. 1; El Pueblo-Valencia-, 19-05-1932, p. 8)

f)       En el habla cotidiana, en prensa y en publicaciones de la época, cuando se hacía referencia a algo no creíble, fantástico, imaginario, inverosímil, ficticio, etc.,… se decía: “Esto es como el crimen de Cuenca”, y también, “Esto es otra edición más del Crimen de Cuenca”.

(Heraldo de Almería, 12-06-1932, p. 1; La Francmasonería de E. Barrionuevo y Herrán, Madrid, 1935; El Pueblo Gallego -Vigo-, 19-10-1946, p. 6; La Noche -Santiago Compostela-, 21-02-1949, p. 1),…

g)      La Audiencia de Cuenca absuelve a los supervivientes del verdadero crimen de Cuenca,[63] no del humorístico que inventó  para  hacer  reír  el  gracioso  Esteso.

(El  Luchador -Alicante-, 30-05-1935, p. 1)

h)      Bibliografía:

Periódicos y libros que tratan o se inspiran en el error judicial de Osa de la Vega, caso Grimaldos; dándole el tratamiento de “Crimen de Cuenca”

 

1.      Periódicos 1910 - 1935:

a)      Volumen 1.- 12 periódicos, 131 (109 más 22) planas.

b)      Volúmenes 2, 3, 4, 5 y 6.- 195 periódicos, 2.026 planas.

2.      Periódicos 1910 - Fecha edición:

a)      Volumen 7.- 101 periódicos, 375 planas.

3.      Libros:

b)      Volúmenes 1, 2, 3, 4, 5 y 6.- 28 libros/otros. (1927-2018)

c)      Volumen 8.- 33 libros / otros. (1926-1996)

 

i)       Copla y su comparación con la Original de Luis Esteso:

(Luis Esteso y López de Haro)                       (Osa de la Vega)

         EL CRIMEN[64]           

 

  El crimen de Cuenca            El crimen de Cuenca[65]

  Padres los que tengáis hijos,             Padres los que tengáis hijos.

hijos que tengáis parientas,                Hijos que tengáis parientas.

parientas que tengáis primos,            Parientas que tengáis primos

y primos que tengáis suegra.              y primos que tengáis suegra,

   Mirad qué crimen más feo               mirad que crimen más feo

en la provincia de Cuenca                   en la provincia de Cuenca…

cometieron tres ladrones                    Cometieron dos ladrones                 

a eso de las doce y media.                  a eso de las ocho y media.                

  Con un hacha, tres pistolas,              Cuando un pastorcejo iba                 

dos sables y una escopeta,                  a mudar a su caseja                            

saltaron por una tapia                          le agarran los asesinos                       

lo mismito que tres fieras.                   y le cortan las orejas.                                   

  Encuentran por fin al amo,                Y el uno da por delante                      

lo sacan en camiseta                             y el otro le da a la inversa,                

y en el corral, con el hacha                  y lo brean a pinchazos,                       

le cortan brazos y piernas.                   como un colador lo dejan.                 

   Buscaron a la criada,                          Lo pinchan con un chuchillo,            

y debajo de la artesa                             le atraviesan un costado,                  

la encuentran con el criado,                como al Señor Jesucristo,                  

que estaba acostao con ella.               muy mala muerte de han dado.       

  Y entonces el más canalla,                 Lo cortan en cien pedazos                    

sacando un arma tremenda,               lo sierran en veinte partes                 

se tira sobre la chica,                            entre hachazos y mazazos                 

que era andaluza y soltera.                 este trabajo les lleva                           

  Los otros dos asesinos                       desde un domingo hasta un martes.    

con el criado se enredan,                    Y no contentos con esto                    

y el más viejo por delante                   en viéndole la cabeza,                       

y el más joven a la inversa,                 “la noble parte del hombre”,            

lo pusieron de pinchazos                    se la cogen en las manos,                  

lo mismito que una breva.                  se la cascan con dos piedras.                                       

  Y no contentos con esto,                   Morcillas allí parecen                           

lo cogen de la cabeza,                          las carnes del pobre Cepa,               

y al tenérsela en las manos                 muerto, morido, matao.                   

se la cascan con dos piedras.              Y gritan “viva la Pepa”                        

  Muerto el amo, muerto el mozo,     los que le han asesinao.                    

y la joven medió muerta,                     Hambriento para este caso              

los asesinos sacaron                             allí gruñe un cerdo atado                  

morcillas de la despensa                      los crueles matadores                       

y las frieron con vino,                           las morcillas le han echado.              

y después, con las tijeras                     Y lo que el mal cerdo deja                

destrozaron una sábana;                     a una hoguera lo han lanzado         

se llevaron dos pesetas…                     y las cenizas a un río                          

  Y a un santo Cristo de barro              que pasa por ahí al lado…                   

le dicen cosas muy feas,                       Ahora en la segunda parte              

y el santo Cristo se calla                       damos del suceso cuenta                

pa descubrir la tragedia.                      donde se ve que el que mata         

  ¿Quién quiere por cinco céntimos   asesina, roba y quema,                       

tomar la parte primera?                      paga su crimen con creces,   

Ahora, en la segunda parte,                ojo por ojo es el lema…                    

damos del suceso cuenta,                   Ahora en la cárcel se pudren,         

donde se ve que el que mata,             los perversos criminales,                  

asesina, roba o quema,                        en Cartagena y Valencia                  

muere a manos del verdugo               donde si entras ya no sales,            

como murió Luis Candelas,                  porque se dice que son                    

como murió Juan Palomo                    de España malos penales…             

y otros mil de su ralea.                         Padres los que tengáis hijos,          

¿Quién quiere, por cinco céntimos,   hijos que tengáis parientas,           

tomar la parte primera?                      parientas que tengáis primos         

  Padres los que tengáis hijos,             y primos que tengáis suegra              

hijos que tengáis parientas,                mirad que crimen tan feo               

mirad que crimen más feo,                 en la provincia de Cuenca…           

en la provincia de Cuenca                                                                 

cometieron tres ladrones                                                       

a eso de las doce y media.

 

(Total 64 líneas)                                          (Total 61 líneas)

j)       Película: “EL CRIMEN DE CUENCA” (1979)

Productor: Alfredo Matas. Directora: Pilar Miró. Argumento: Juan Antonio Porto. Guión: Lola Salvador Maldonado y Pilar Miró.

“El crimen de Cuenca” es la reproducción minuciosa, verista, estéticamente magnífica, de un suceso acaecido en un pueblo conquense a principios de siglo, exactamente en 1910…”

(ABC, Blanco y Negro -Madrid-, 13-02-1980, p. 42, J.L. Martín Descalzo.)

k)     Serigrafías: Equipo Crónica (1979). Cartera con 12 serigrafías El crimen de Cuenca. Editorial Antojos.

“Benidorm.- …puesto a la venta uno de los 125 ejemplares que se editaron en 1979 de la obra El crimen de Cuenca, una carpeta con 12 serigrafías sobre papel de 32 x 23 centímetros firmadas por el Equipo Crónica, que estampó el taller Ibersuizas, ya desaparecido. Todas ellas formaron parte del libro del mismo título que firmó Julio Caro Baroja ese mismo año, impreso por la editorial Antojos.”

(Artur Balaguer, El País, 27-06-2012)

l)       Documental: “REGRESA EL CEPA”. Dirigido por Víctor Matellano. (2019).

Después de 40 años vuelve a los lugares reales del rodaje, documentación y personajes de la película “El Crimen de Cuenca” de Pilar Miró.

*

4.- “El crimen de Cuenca”,   San Clemente.        06-07-1929

a)      Periódicos:

- Volumen 10: “Luis Esteso y El crimen de Cuenca”.- 121 periódicos, 495 planas.

b)      Libros:

- EL CRIMEN DE CUENCA.  La novela vivida. Madrid.  Imp.  Sáez  Hermanos. 32 pág. (06-07-1929). No figura autor.

Trata de la vida y asesinato, el 26 de febrero de 1.894, en San Clemente (Cuenca) de doña María Martina López de Haro.

Estos hechos afectaron, influyeron,… en Luis Esteso y López de Haro, sobrino de Doña María Martina López de Haro, para escribir en 1.901 el romance “EL CRIMEN”,… “El crimen de Cuenca”.

*

5.- “El crimen de Cuenca”,   Alicio Garcitoral.              1932

ü  Periódicos:

1.   El Defensor de Granada, 19-05-1932, p. 1

2.   La Libertad -Madrid-, 25-01-1933, p. 8

3.   Ahora -Madrid-, 17-02-1933, p. 18

4.   Nuevo Mundo -Madrid-, 03-03-1933, p. 18

5.   Diario de Almería, 14-02-1936, p. 2

6.   (…)

ü  Libros:

- El Crimen de Cuenca. Alicio Garcitoral. 1932. Madrid: Ayuso. Biblioteca Silenciada. 271 páginas.

A la llegada de la república, Garcitoral, fue nombrado gobernador civil de Cuenca en agosto de 1.931, cargo del que le obligan a dimitir a principios de 1.932 por la publicación restringida de esta novela política y social…

La provincia queda abandonada a los desmanes de los caciques, y ya en ella, perdida para la república, sólo podrá haber gobernadores acomodaticios.

Según el autor éste y no otro es el Crimen de Cuenca.

*

6.“El crimen de Cuenca”, Albalate de las Nogueras 03-09-1976

A los hechos acaecidos en Albalate de las Nogueras (Cuenca), el 8 de marzo de 1.893, se le da el tratamiento de “Crimen de Cuenca” en los siguientes:

a)      Periódicos / Publicaciones:

- De la época: Ninguno.

La documentación que figura en el volumen 11 “Los crímenes de Albalate de las Nogueras”, consta de 48 periódicos/publicaciones de la época -182 planas-; en ninguno de ellos se le da el nombre, ni hacen referencia alguna a “Crimen de Cuenca”.

Los hechos fueron conocidos por: Los Cinco asesinatos de Albalate; Los crímenes de Albalate de las Nogueras; La Tragedia de Albalate; Quíntuple asesinato en Albalate; Robo y quíntuple homicidio; El horroroso crimen de Albalate de las Nogueras; Un crimen feroz; Horrendo crimen; Crimen de los Pacotes,…

b)      Las referencias o afirmaciones que he encontrado están basadas en simples CONJETURAS, a saber:

1.      03-09-1976: …Entonces Francisco Casares dice -Cuenca, la ciudad del crimen-. Jason Miller dice -Juan Antonio ¿Qué es eso?- Puntualizo que “El crimen de Cuenca” era como llamaba Luis Esteso a una caricaturesca copla de ciegos que hizo célebre, allá por los años veinte… inspirada en un espantable asesinato múltiple acaecido en el conquense Albalate de las Nogueras, añado que también fue llamado así, y mal llamado, un suceso ocurrido en otro pueblo de la provincia algún tiempo después… (Memoria de Licenciatura “El crimen de Cuenca”, Juan Antonio Porto Alonso. Madrid, Junio, 1981, pp.11 a 13; El Día de Cuenca, 06-02-1895, pp. 8 y 9)

2.      20/26-12-1979.- “El crimen: Una leyenda”.- “Cualquier conquense aunque no sepa las cuatro reglas, sabe que el Crimen de Cuenca no es sino una invención, un sambenito,… Esteso, basándose en un asesinato real o ficticio, ideó el “Crimen de Cuenca”,… Según los viejos  de  la  provincia,  Esteso  pudo  referirse  en  sus  coplas -madres que tenéis hijos, hijos que tenéis madres…”- a un crimen que ocurrió en Albalate de las Nogueras. Mi abuela nos contaba en Ribagorda, pueblo a dos leguas de Albalate, que una noche los ladrones siguieron a una señora que venía de trasnochar de casa de la vecina… mataron a la mujer, a sus cuatro hijos y a una joven adolescente que dormía en una cama. Después mataron al gato. Y por último sacaron las orzas y desuntaron los chorizos y comieron hasta bien entrado el día…”

(Interviú -Madrid-, 20/26-12-1979, p. 106. Raúl del Pozo)

3.      26-04-2001.-Desde que un famoso cómico conquense como Luis Esteso marcara con su copilla sobre el crimen de Albalate a nuestra provincia con el sobrenombre de “la del crimen”, mucho se ha escrito y hablado,… (El Día -Cuenca-, p. 10)

4.      07-02-2004.- “El crimen de Cuenca” se produjo como tal, como crimen, el día 8 de marzo de 1893 en Albalate de las Nogueras (Cuenca), donde fueron asesinados una madre y sus cuatro hijos con ocasión de un robo en su domicilio”,… Las coplas, encontradas en la Biblioteca Municipal de Cuenca, de las que Luis Esteso partió para escribir las suyas,[66] recogen fielmente los hechos ocurridos,…

El último libro aparecido con la idea de aclarar los hechos, no de novelarlos, es el titulado, “Lastimosa historia. Crimen de Cuenca”, de Arturo Culebras Mayordomo. Este policía nacional, nacido en Albalate de las Nogueras, comenzó a investigar a raíz de que llegara a sus manos una comunicación oficial en la que se hablaba de la sentencia de los autores del crimen. ¿Tú sabes lo que contiene este documento?, -le dijo su hermano a Arturo Culebras- ¡Pero si este documento es el del crimen!, -exclamó- .

El libro de Arturo Culebras, recopila toda la documentación y la expone al lector sin novelar ni hacer comentario alguno,… y a partir de ahí realizo una sinopsis de cómo creo yo que se lleva a cabo este crimen”.

(Crónicas de Cuenca, 07-02-2004, pp. 1, 18, 19, 20 y 21)

5.      07/13-03-2014.- El Crimen de Albalate de las Nogueras es una de tantas páginas sombrías de la Historia escritas con la tinta del miedo, la miseria, la injusticia y la incultura. Ni la primera ni la última; ni la más negra ni la más truculenta. En ella, el clan de los Pacotes,… entraron armados con hachas y cuchillos, en casa de la tendera del pueblo… La vil agresión acabó en una jarana de sangre para la mujer y sus cuatro hijos pequeños,…

Cuando las coplas estesinas aparecieron en uno de aquellos panfletos, junto a otros chascarrillos populares, se limitaban a glosar un hecho imaginario que nada tenían que ver con el luctuoso suceso de Albalate de las Nogueras ni con ningún otro,…

(El Día -Cuenca-, 07/13-03-2014, pp. 34 y 35)

c)       Libros:

1.      GRACIA Y DESGRACIAS DE CASTILLA LA VIEJA, Ramón Carnicer, 512 páginas. (Setiembre 1978).  Plaza & Janes  S. A. Esplugas de Llobregat (Barcelona).

Este libro es la narración de un viaje realizado entre febrero y noviembre de 1973…

Albalate de las Nogueras… -Aquí fue el famoso crimen de Cuenca. Mataron una familia entera. Fue un suceso tremendo. -¿Cuándo ocurrió? -Lo menos debe hacer cien años, pero molesta mucho a los de Albalate. (pp. 5, 313 y 314)

2.      El Crimen de Cuenca, Luis Auñón Muelas, 102 páginas (1998). 2ª. Edición: Excmo. Ayuntamiento de Rojales. Concejalía de Cultura. Alicante. Impreso por: Ingra,  S.L. 2º. Premio de novela Salvador García Aguilar.

“Solo pretendo relatar real y fielmente aquel hecho… sin añadir ni quitar nada, tal como me lo han contado.” (Página 7)

Más puedo asegurarles que se encuentran ante la historia primera y original del “Crimen de Cuenca”. (Página 8)

Por otra parte, en el suceso de Osa de la Vega no existió crimen alguno, se trató únicamente de un error judicial con las pertinentes consecuencias nacidas de otras tiranías y abusos propios de la época.” (Página 9)

El Crimen de Cuenca”. Una lamentable historia sucedida en Albalate de las Nogueras,… (Página 17)

El generalmente conocido como “El crimen de Cuenca” no es el original. El auténtico y más sangriento “crimen de Cuenca” es el que Luis Auñón Muelas,… novela en este libro(Contraportada)

3.      El “Crimen de Cuenca” en treinta Artículos. Antología periodística del error judicial. Ángel Luis López Villaverde. 96 páginas. Octubre 2010. Gráficas Garrido, Ciudad Real.

Aquel suceso [crimen de Albalate de las Nogueras], rebautizado años después como “crimen de Cuenca” por el conocido humorista Luis Esteso… en unas coplas.” (Pág. 9) ¿?

4.      Lastimosa Historia. El Crimen de Cuenca, Arturo Culebras Mayordomo, 102 páginas (2003). 2ª. Edición. Madrid. Visión Net. 2009:

El crimen de Cuenca, se produjo como tal, como crimen, el día 8 de marzo de 1.893 en Albalate de las Nogueras (Cuenca), donde fueron asesinados una madre y sus cuatro hijos con ocasión de un robo en su domicilio.

Así queda recogido en unas Coplas, anónimas, aunque adjudicadas a Luis Esteso y López de Haro,… (Página 21)

5.      CUENCA DE LEYENDA. José Talavera. 2019. Editorial Almuzara De Leyenda. Imprime kadmos.

Los dos crímenes de Cuenca… “El verdadero crimen de Cuenca, Albalate de las Nogueras,… ¿por qué utilizó Pilar Miró este crimen [Osa de la Vega] en lugar del otro?,… un error judicial de estas características da mucho más juego en el cine,… ¿ves ahora por qué te digo que todo se trata de un error histórico? Y así quedará para la posteridad.” (Páginas 214 a 232)

d)      Cortometraje: Jesús Fernández García. (2009). “LOS ENTRESIJOS DEL VERDADERO CRIMEN DE CUENCA”

Jesús Fernández explica en su nueva película la verdadera historia del crimen de Cuenca, diferente al famoso de la película de Pilar Miró, con el título “El verdadero crimen de Cuenca”,… ocurrido en Albalate de las Nogueras en 1893 -el que erróneamente titula así Miró aconteció en otro pueblo conquense, Ossa de la Vega, en 1913,…

La película se estrenó el sábado 16-05-2009 en la Filmoteca de Albacete con el nuevo título “Entresijos del verdadero crimen de Cuenca”, con el apoyo de la alcaldesa de Torralba de Calatrava (Ciudad Real) María Teresa González, y de la Consejería de Cultura de la Junta de Comunidades.

(Crónica de Albacete, 18-01-2009, p. 14, y 10-05-2009, pp. 14 y 15)

e)      Coplas: En el libro “Los Crímenes de Albalate de las Nogueras”, capítulo Coplas, están completas y copiadas al pie de la letra.

C O M P A R A C I Ó N

                                                                          Lastimosa historia,

En la que se cuenta y declara de                  en la que se cuenta y declara de

Una madre degollada con cuatro                una madre degollada con cuatro

Hijos y siendo, degollado en la casa            hijos y siendo, degollado en la casa

Hasta el gato y robadas quinientas                           hasta el gato y robadas quinientas

Pesetas, por cinco criminales                        pesetas, por cinco criminales

Malvados, en el pueblo de Albalate            malvados, en el pueblo de Albalate

De las Nogueras, provincia de                      de las Nogueras, provincia de

Cuenca, el día ocho de marzo del                 Cuenca, el día ocho de marzo del

Presente año, con los demás                        presente año, con los demás

detalles que verá el curioso lector.                             detalles que verá el curioso lector.”

       LASTIMOSA HISTORIA                          

        “Crimen de Cuenca”                             EL CRIMEN DE CUENCA

(Arturo Culebras Mayordomo)                      (Luis Auñón Muelas)

                (Pág. 31 a 39)                                             (Pág. 20 a 94)

       Total ….  221 renglones.                            Total ….   90 renglones

LASTIMOSA HISTORIA                                LASTIMOSA HISTORIA        

 Madre de los afligidos,                                  Madre de los afligidos,                  

Emperatriz de los cielos,                                Emperatriz de los cielos,                

Que diriges las estrellas,                                que diriges las estrellas                  

Y enfrentas los elementos.                            y enfrentas los elementos.            

 Presten atención mi auditorio,                    Preste atención mi auditorio,       

Aquí mi pluma se para,                                  aquí mi pluma se para,                   

Al referir esta historia,                                   al referir esta historia,                    

Escuchad, tan inhumana.                               escuchad, tan inhumana.               

(…)                                                                    (…)

                                                                          Autor desconocido.

       Total ….  221 renglones.                         Total ….   90 renglones

                                                                          (De los 90 renglones, 67 son iguales                                                                       y 23 distintos a la de 221 renglones)

 

“NUEVA Y LASTIMOSA HISTORIA” y “LASTIMOSA HISTORIA”

C O M P A R A C I Ó N

Nueva y Lastimosa Historia,          En la que se cuenta y declara de

En la que se da cuenta y declara   una madre degollada con cuatro

los crímenes cometidos por              hijos y siendo, degollado en la casa

Basilio Viejobueno, y terrible            hasta el gato y robadas quinientas

expiación del reo, ejecutado el        pesetas, por cinco criminales

día 23 de Febrero de 1892 en          malvados, en el pueblo de Albalate

la villa de Priego, de la                       de las Nogueras, provincia de

provincia de Cuenca.”                        Cuenca, el día ocho de marzo del

      (Propiedad de Mariano                presente año [1893], con los demás

                Culebras)                               detalles que verá el curioso lector.

     1ª Parte …….  185 renglones         (Lastimosa Historia, Arturo Culebras)

     2ª Parte …….    72 renglones                             (Pág. 31 a 39)

     Total …………   257 renglones                       Total …   221 renglones

 

NUEVA Y LASTIMOSA HISTORIA       LASTIMOSA HISTORIA

            Madre de los afligidos,                          Madre de los afligidos,                

            emperatriz de los cielos,                       Emperatriz de los cielos,

            da luz a mi inteligencia                         Que diriges las estrellas

            para explicar los sucesos,                     Y enfrentas los elementos.

            de un perverso criminal,                       Presten atención mi auditorio,  

            que es Basilio Viejobueno,                    Aquí mi pluma se para,

            en el pueblo de Albalate,                      Al referir esta historia,

            cuyo partido es de Priego.                    Escuchad, tan inhumana.

            (…)                                                           (…)

=================================          Autor: Anónimo.

Es propiedad de MARIANO CULEBRAS

y nadie podrá reimprimirlas sin su permiso.

=================================

CUENCA: Imprenta de la Plaza e Hijos. Tablas, 28

 

* *

 

Preguntas

 

 

 

 

 

2)          Motivos de no volver de La Celadilla.


Domingo, 21 de Agosto 1910. Osa de la Vega

¾    Sobre las 14 o 14,30 horas, en las inmediaciones del palomar de la Virgen de la Vega, se despidió de su mayoral León Sánchez, en cuya casa comía: “Que al día siguiente se marchaba a los baños dejando en su puesto a Lucilo Parra,…” [67]

¾    bañarse en el río. (El Caso, 26-01-1980, p. 4)

¾    Sobre las 15,30 horas, en el puente de La Calzada, que está en las inmediaciones de la Osa,  habla con Lucilo Parra: ”Que se marchaba a los baños de la Celadilla y que si le emparejaba podía ser que desde dichos baños se marchara a los baños de Aranjuez (donde vivía su tío Eulogio López),… y si podría quedarse en su puesto durante ocho o quince días, a lo que accedió el declarante,…” [68]

¾    Sobre las 17 horas, en casa de su tía Leandra, mujer del peatón de la Osa a la farmacia de Villarejo de Fuentes, Felipe Gómez Alarcón, “Felipe el andarín”: “Que efectivamente estuvo en su casa su resobrino José María Grimaldos, como lo hacía siempre, diciendo que se marchaba a Tresjuncos…” [69]

¾    En casa de su cuñado Leandro Buendía en la Osa.[70]

¾    En casa de su tío Gabino Gómez Buendía: Que  estuvieron  juntos  hasta  poco  antes  de  ponerse  el  sol [71] .“Que el José María dijo que se marchaba a Tresjuncos para marcharse al día siguiente con su madre a los baños de La Celadilla,...” [72]

¾    Sobre las diez de la noche, después de cenar y cuando se dirigía a ver a su novia, hoy su mujer Dionisia García, Pedro Rada conocido por “El Potra”,  vio al “Cepa” y estuvo hablando con él sobre media hora: “Que se marchaba a los baños de La Celadilla…” [73]

¾    El declarante se fue a Tresjuncos andando sin encontrarse con nadie en el camino,… no estuvo, ni entró jamás en el Palomar,… cenó en casa de sus padres en Tresjuncos y cree también se acostó sin poder precisar esto porque a lo mejor pasaba la noche con los amigos,… [74]

Lunes, 22 de Agosto 1910. Tresjuncos

Preguntado a donde se marcho al día siguiente contesta:

¾    Que a los baños de la Celadilla, sin decir a sus padres ni a sus hermanos donde iba.” (08-03-1926. Belmonte. Juez Escribano. Ampliación declaración José María Grimaldos.)

¿Por qué se marchó sin decir nada a sus padres,…?

¾    Hay quien piensa que huyó para no entregar a su madre el resto del dinero que tenía de la venta de sus ovejas, pues ya se había quedado con cinco duros, y parece que le amenazaba con apoderarse de los restantes, cada domingo, cuando José María se acercaba a su casa de Tresjuncos “a mudar”.

(Memoria de Licenciatura “El crimen de Cuenca”, Juan Antonio Porto,  p. 115)

-        Preguntado que dinero le quedó de ese al tiempo de marcharse a los baños de la Celadilla contesta que unos diez duros pues lo demás o sea como una mitad de dicho precio lo entregó a su padre y como unos cinco o seis duros a su hermana María casada con Jesús diciéndose a su hermana que no pasase cuidado por entregarlos al dicente y que cuando pudiera se los entregara a su madre.

(Ampliación declaración de José María Grimaldos ante el Juez Escribano, 08-03-1926)

*

Preguntas

 

Si José María cenó y durmió el 21-08-1910 en Tresjuncos, casa de sus padres, y al día siguiente se marchó a los baños de La Celadilla.

I.          ¿Por qué Urbano Grimaldos López denuncia el 12-09-1910 la desaparición en Osa de la Vega, de su hermano José María el día veinte o veintiuno de Agosto pasado,…?

¾     12-09-1910.-En el Juzgado municipal de Osa de la Vega,… Urbano Grimaldos López denuncia: “Que por noticias particulares su hermano José María Grimaldos López desapareció de esta localidad,… el día veinte o veintiuno de Agosto pasado,…

(Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, pp. 1 a 5)

II.          ¿Por qué María Grimaldos Ferrer, dice que su padre desapareció el 16-08-1910 [martes]?

-         Mi padre desapareció el 16 de agosto de 1910. Si figura en el sumario el día 21, es porque fue cuando mi abuelo, extrañado de que no fuera a su casa, como había dicho “para cambiarse de ropa”, lo que hacía cada quince días, presentó la denuncia. Y puedo decir algo más, esa noche del día 16 la pasó en el pueblo, pero en casa de un amigo, al que dijo a donde se iba…

(El Caso, 19-01-1980, pp. 1, 8 y 9; 26-01-1980, p. 7; 02-02-1980, p. 10)

III.          ¿Por qué su madre el 27-08-1910 se presenta en Osa de la Vega, casa de la madre de León Sánchez,…?

-         “…preguntando a la dicente,…si sabía dónde estaba su hijo, agregando que si iba por allí no le dejaran sacar las ovejas que tenía José María en el rebaño mientras no fuera su padre,… “

(21-04-1913. Declaración de Valentina Gascón, madre de León Sánchez)

IV.          ¿Por qué sus padres el 22-09-1910 manifiestan en declaración ante el Juez Municipal de Tresjuncos Calisto Moya,…?

-         Que desde el día diecinueve de Agosto [viernes] pasado que estuvo en la casa del declarante a mudarse de ropa  marchándose al amanecer del día siguiente al ganado, no ha vuelto a verlo ni tener noticias de su paradero,…”

(22-09-1910. Declaración de Anselmo Grimaldos y Juana López; Archivo Tribunal Supremo, Legajo 1323, pp. 51 a 53)

V.          ¿Por qué la familia estuvo viajando y preguntado por los pueblos cercanos?

¾     Viajando la familia por estos los pueblos cercanos y no cesando en hacer averiguaciones hasta el día de hoy

(22-09-1910. Declaración de León Sánchez)

¾     Que después de resultar infructuosas cuantas gestiones hizo la declarante para averiguar el paradero de su hijo José María,…

(17-04-1913. Declaración de Juana López Gómez)

VI.          ¿Por qué no estuvieron en La Celadilla, donde los padres, la familia, y gran parte de Tresjuncos y Osa de la Vega sabía que quería ir, y con toda probabilidad había ido?

-         [No estuvieron en La Celadilla. Si hubieran estado lo habrían manifestado, la dueña Petra Algaba y el encargado Bienvenido García, en sus declaraciones de 22-09-1910 al Juez del Pedernoso, de 14-12-1910 -Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, pp. 63 y 64-; y de 08-03-1926 en el Juzgado de Belmonte.]

VII.          ¿Por qué su madre el 31-10-1913 manifiesta ante el Juez Municipal de Osa de la Vega Alejandro Moyano,…?

-         “Que le consta de una manera cierta que a su precitado hijo José María Grimaldos López, lo mataron el día veintiuno de Agosto del año mil novecientos diez durante la sanochada, en el palomar llamado de la Virgen de la Vega,… y que sabe lo mataron los precitados Gregorio y León,…”

*

Hipótesis

 

Domingo, 21 de Agosto 1910

Si José María dice en Osa de la Vega, que se va mañana a los baños de la Celadilla acompañado de su madre, lógicamente a final del día toda la preparación del viaje está finalizada y hecha por sus padres, ya que él estaba trabajando en Osa de la Vega.

Para poder hacer un viaje dos personas (José María y su madre) a los baños de La Celadilla (60 km ida y vuelta),  y con una  duración de cuatro a ocho días,[75] los preparativos requeridos en cuanto a comida, agua, ropa, atalajes,… no se pueden llevar en unas alforjas al hombro o en cestas de mano.

¾    “…que los que iban a bañarse comían por su cuenta,… se acostaban en unas modestas habitaciones por las cuales solían pagar unos dos reales diarios,… o quedándose a dormir al raso guarecidos en las cañas,…”

(08-03-1926. Belmonte. Juez Escribano. Declaración de Vicente Moreno López, dueño de los baños de La Celadilla)

Lo más probable es que como medio de carga y de apoyo en las caminatas, (la madre tenía 68 años) dispusieran de un burro/a, (bien de José María, de un familiar o de algún amigo), que era el medio más común y del que disponían todos los pastores y muchas casas de cualquier pueblo.

a)     Afirmaciones que José María tenía un burro/a:

-         26-07-1910.- Que cuando vio al Grimaldos fue,… al siguiente día del día de Santiago o sea el veintiséis de julio que se acercó por servir a un mismo amo yendo montado en un burro,…

(Declaración de Gregorio Valero, Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, p. 26)

-         Llegó un joven con una burra rucia y un crianzo,… dijo que era de Tresjuncos,… de una estatura regular,… de oficio pastor,… de pocas luces,…”

(14-12-1910. Declaración ante el Juez de Belmonte de Bienvenido García Ruiz, bañero de la Celadilla. Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, pp. 63 y 64)

-                               EL CRIMEN QUE NO EXISTIÓ

                                        (…)                            

                                        El tenía unas ovejas

                                        y un buen día las vendió

                                        con el dinero y un burro

                                        sin avisar se marchó

                                        (…)

(Poesía de Corona Delgado, mujer ya fallecida de Daniel Sánchez, hijo de León Sánchez. La poesía tiene 212 líneas, sus datos vienen directamente de León Sánchez -en volumen 8-.)

¾     “…llevándose en un borrico cuanto tenía, porque no pensaba volver a Osa.”

(Clímax -Barcelona-, 28-04/04-05-1977, pp. 64 y 65. Valentín Sánchez Lopezosa)

b)     Su familia niega en 1913 que tuvieran una burra rucia en 1910:

-         Declaración de Juana López:

“Preguntada por el Sr. Juez para que manifieste si por aquel tiempo tenía la dicente o su hijo una burra rucia, contesta que no, pues desde tres o cuatro años antes de la desaparición de su hijo no ha tenido la declarante ni la familia burra alguna.

-         Declaración de Santiaga Grimaldos:

“…Que no han tenido en su casa por aquel tiempo ninguna burra rucia

(17-04-1913. Juzgado de Belmonte en Osa de la Vega. Juez Emilio Isasa.)

No hay ninguna duda que José María se fue andando a Tresjuncos, sin encontrarse con nadie en el camino, y cenó en casa de sus padres en Tresjuncos,…

¾    El declarante se fue a Tresjuncos andando sin encontrarse con nadie en el camino,… no estuvo, ni entró jamás en el Palomar,… cenó en casa de sus padres en Tresjuncos y cree también se acostó sin poder precisar esto porque a lo mejor pasaba la noche con los amigos,… [76]

Lógicamente, durante la cena la conversación era el viaje previsto para el día siguiente, y el tema del dinero.

José María era el único de los ocho hermanos que vivía en casa de sus padres. Por ser Juana la matriarca de la familia, y por afán de protección, (“para el numeroso “clan” Grimaldos, José María fue siempre considerado el hermano pequeño, sin duda por su físico y sus evidentes limitaciones mentales.”[77]) quería a toda costa controlar y llevar el dinero.

-         Declaración de Juana López:

Que llevaba veinte o veinticinco duros de unos corderos que vendió.

(22-09-1910. Juzgado de Belmonte, Juez Manuel Rodríguez.)

¾    …su madre,… se había quedado con cinco duros, y parece que le amenazaba con apoderarse de los restantes cada domingo, cuando se acercaba a su casa de Tresjuncos a mudar,…”.

(Memoria de Licenciatura “El crimen de Cuenca”, Juan Antonio Porto,  p. 115)

 

José María que no, que él era ya un hombre,… y el dinero suyo.

No se pusieron de acuerdo, la discusión subió de tono,… quedaron muy enfadados,… se acostaron.[78]

Lunes, 22 de Agosto 1910

José María se levantó muy temprano, aparejó el burro/a, cargó todo lo que estaba preparado (para dos personas) y se marchó,…

-         A Osa de la Vega por la carretera de Tresjuncos a Belmonte, y de aquí al Pedernoso y baños de la Celadilla,…”

(El Liberal -Madrid-, 20-03-1926, p. 2, Grimaldos. Detalles de su desaparición.)

A pesar de estar dos/tres días sólo en La Celadilla, su enfado y su disposición a no volver se mantuvieron firmes,…

No se iba a ver en otra. Sólo y lejos del pueblo, con un burro/a cargado con suministro para dos personas, y con el dinero que tenía,…

-         D. Vicente Moreno dueño de La Celadilla, le dijo que un pastor de Tresjuncos llamado José María estuvo allí los días 22 y 23 de agosto de 1910,… tomando los baños hasta que se sintió indispuesto.

(El  Liberal  -Madrid-,  19-03-1926,  p.  2,   Declaraciones   a   Conceso   Coso; El Liberal -Madrid-, 24-03-1926, p. 2, Declaraciones de Petra Algaba)

-        Dispuesto a no volver a mi casa, marché a Camporrobles,…

(El Sol, 06-03-1926, p. 1. Enviado especial Sr. Muñoz)

*

“En 1910 ya se sabía oficialmente que Grimaldos estuvo tres días en los baños de la Celadilla.”

(El Liberal -Madrid-, 24-03-1926, p. 2)

* *

Preguntas

 

Por qué en 1913 el Juez de Instrucción de Belmonte D. Emilio Isasa:

-         No evacuó la orden (22-09-1910) del Juez de Instrucción de Belmonte D. Antonio Rodríguez González, diligenciada por el Juez del Pedernoso D. Toribio Heras, que estuvo interrogando personalmente acompañado por el Alguacil y dos guardias municipales, a la dueña de La Celadilla, Petra Algaba y al encargado Bienvenido García y le dijeron que un pastor de Tresjuncos llamado José María, llegó el 21 y estuvo allí el 22 y 23-8-1910 y les dijo que se iba a la finca de D. José María Perona en Pedro Muñoz, a colocarse de zagal,…

(El Liberal -Madrid-, 24-03-1926, p. 2; Heraldo de Madrid, 24-03-1926, p. 4; La Época, 25-03-1926, p. 4;

-        No evacuó el escrito (06-12-1910) del sargento José Taboada Mora dirigido al juez de Belmonte, Antonio Rodríguez, en el que le comunicaba: “…el bañero de los baños de la celadilla, término del Pedernoso, Bienvenido García Ruíz, dijo a una pareja, que recordaba haber visto en dichos baños a últimos de agosto ppdº. a un pastor de Tresjuncos, llamado José María.”

-         ¿No evacuó la declaración (14-12-1910) ante el Juez de Belmonte de Bienvenido García Ruiz, bañero de la Celadilla? “Llegó un joven con una burra rucia y un crianzo,… dijo que era de Tresjuncos,…  de una estatura regular,… de oficio pastor,… de pocas luces,…”

(Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, pp. 63 y 64)

-         ¿Se negó a admitir las declaraciones de la madre de León y de la dueña de los baños de La Celadilla, que querían testimoniar la existencia de Grimaldos,…?

(Tratado en el capítulo Responsabilidades penales.)

¾    ¿Se negó a admitir el testimonio de Pedro Rada “El Potra”, de Osa de la Vega?

Al parecer, y en 1913, Pedro Rada “El Potra” quiso declarar ante el Juez Isasa, que cuando en la noche del 21 de Agosto de 1910[79]  se dirigía a ver a su novia, Dionisia García, se encuentra con José María Grimaldos, con el que departe como cosa de media hora, el zagal le cuenta que se marcha a los baños de La Celadilla,… pero su testimonio no fue admitido “porque el sumario ya estaba cerrado”.

(La Correspondencia Militar, 25-03-1926, p. 6; Memoria de Licenciatura “El crimen de Cuenca”, Juan Antonio Porto Alonso, p.136)

*

-         “En 1913 estas citas no fueron evacuadas porque contradecían totalmente las confesiones,…”

(El Liberal -Madrid-, 24-03-1926, p. 2)

 

* *

Preguntas

 

 

 

 

 

 

3)                                      Denuncias.

 

12-09-1910 (lunes):     PRIMERA DENUNCIA, POR DESAPARICIÓN

-        En el Juzgado municipal de Osa de la Vega y ante el Juez Suplente Alejando Moyano y el Secretario Habilitado, Cesáreo Calero, Urbano Grimaldos López denuncia: “Que por noticias particulares su hermano José María Grimaldos López desapareció de esta localidad donde se hallaba guardando el ganado de la propiedad de Francisco Antonio Ruiz el día veinte o veintiuno de Agosto pasado, diciéndole al mayoral de dicho ganado que se marchaba a los baños, que el mismo día que salió del ganado lo vio Ángel Porras, vecino de Tresjuncos en el camino que conduce a dicho pueblo en el sitio llamado pozo dulce, que el referido Ángel le dijo a José María Grimaldos, me han dicho Felipa y María que te des prisa haber si las coges, sin que estas lo vieran al referido José María ni el Ángel lo encontrara en el camino,… (firma Urbano Grimaldos).”

(Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, pp. 3 y 4)

19-03-1913 (miércoles):    SEGUNDA DENUNCIA, POR ASESINATO

                                                         - Según Luis Jiménez de Asúa -

-        “…Teniendo a la vista las diligencias y declaraciones del expediente:

La segunda denuncia que motivó la causa criminal fue suscrita por los padres de Grimaldos, su tío Manuel y el cuñado de éste llamado Jorge, y se redactó en Belmonte, por don Pedro Caballero, rico propietario, ya muerto, fundándola en estos deleznables hechos: que dos mujeres de Tresjuncos afirmaban haber visto entrar en El Palomar a Grimaldos el desaparecido, y que no le vieron salir, pero que, en cambio, vieron alejarse de aquel sitio a Gregorio Valero y a León Sánchez,…”

(Crónica del Crimen, Luis Jiménez de Asúa, pp. 79, 80, 93 y 94)

26-03-1913 (miércoles):      TRASLADO SEGUNDA DENUNCIA AL

     JUEZ DE INSTRUCCIÓN

-        El Juez Visitador Sr. Callejo, pone en conocimiento y da traslado al Juez de Instrucción de Belmonte Sr. Isasa, la denuncia efectuada el 19 de los corrientes, sobre desaparición de José María Grimaldos,…

Don Miguel Casado San José, Secretario de la Comisión Visitadora del Juzgado de Belmonte.

Doy fe: “Que ante el Sr. Juez Visitador y de mi el Secretario comparecieron en diez y nueve de los corrientes Urbano Grimaldos López, casado, de veintiocho años, pastor, y Jorge García Gómez, de cuarenta años, labrador, y ambos vecinos de Tresjuncos, manifestando que en veintiuno de Agosto de mil novecientos diez desapareció José María Grimaldos en el camino de la Osa a Tresjuncos sospechando los comparecientes que debió ser asesinado, habiendo dicho un muchacho del cabrero de la Osa que le vio subir al Palomar de un tal Varela de apodo y no le vio bajar.

Lo anteriormente relacionado concuerda con la comparecencia que obra en el expediente de visitas… (firmado y rubricado, Miguel Casado).”

(Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, pp. 94 a 96)

 

*

Preguntas

 

I.          ¿Por qué, la primera denuncia es por desaparición, y la segunda por asesinato?

II.          ¿Es casual que la segunda denuncia se haga al día siguiente de que comiencen en el Juzgado de Belmonte los trabajos de la Comisión Visitadora del Juzgado de Alcázar de San Juan?

¾     17-04-1913. “Jorge García Gómez.- Preguntado por S. Sª. para que manifieste como ha sido que la denuncia formulada por el dicente en unión de su cuñado Urbano Grimaldos no la ha formulado en debida forma dada la gravedad de los hechos a pesar del tiempo transcurrido hasta la visita de inspección girada a este Juzgado por el Sr. Juez de Alcázar, contesta: Que no lo ha hecho antes porque en las distintas ocasiones que han ido al Juzgado de Belmonte no han logrado ver al Sr. Juez de Instrucción propietario.”

III.          Si la segunda denuncia -según Luis Jiménez de Asúa- :

¾        “Es suscrita por los padres de Grimaldos, su tío Manuel y el cuñado de éste llamado Jorge, y se redactó en Belmonte, por don Pedro Caballero, rico propietario,… fundándola en que dos mujeres de Tresjuncos afirmaban haber visto entrar en El Palomar a Grimaldos el desaparecido, y que no le vieron salir, pero que, en cambio, vieron alejarse de aquel sitio a Gregorio Valero y a León Sánchez,…”

¿Por qué en el traslado al Juez de Instrucción figura?

¾     “Suscrita por Urbano Grimaldos López y Jorge García Gómez,… fundándola en lo dicho por un muchacho del cabrero de la Osa que le vio subir al Palomar de un tal Varela de apodo y no le vio bajar,…”

IV.          ¿Por qué la primera denuncia y la segunda -según Luis Jiménez de Asúa-, se fundamentan en manifestaciones de vecinos de Tresjuncos, y la segunda, -trasladada por el Juez Visitador al Juez de Instrucción-, se fundamenta en manifestaciones de un vecino de la Osa?

V.          ¿Es casual qué el Juez Visitador Sr. Callejo tarde siete días en dar traslado de la denuncia al Juez de Instrucción Sr. Isasa?

VI.          ¿En la segunda denuncia no se hizo mención de la primera porque no interesaba nada, ni el motivo, ni las declaraciones, ni la tramitación, ni el resultado final?

VII.          ¿En la segunda denuncia no interesaba nada de la primera, porque fue programada y dirigida?

*

“Don Antonio Rodríguez González, juez que instruyó el primer sumario, y que no encontró justificación para dictar auto de procesamiento contra nadie,…

Insistentemente ha asegurado que ni de las declaraciones que él recibió con ocasión de haber desaparecido Grimaldos, ni de las otras diligencias practicadas, podría deducirse remotamente la culpabilidad de los acusados, ni tampoco la muerte del desaparecido,… se trataba sencillamente de haber desaparecido un hombre de su pueblo.”

(El Liberal, 12-03-1926, p. 2)

*

“Las pesquisas llevadas a cabo, tanto por los miembros del Cuerpo como por el juez titular del Juzgado de Belmonte. Antonio Rodríguez González, demostraron que el “Cepa” había abandonado voluntariamente el pueblo.”

(Revista Guardia Civil, Enero 2000, pp. 70 y 71)

* *

Preguntas

 

 

4)                   De desaparecido a asesinado.

                              (…)

5)                   Causas. Tormentos empleados.

1.      Caciquismo, Política electoral y Persecución política.

2.      Los  tormentos  empleados  para  el  logro  de  la  confesión  de los inocentes.

 

1)     Caciquismo, Política electoral y Persecución política

¾    Por una vicisitud profesional nos depositó el tren recientemente en la provincia de Cuenca. Departíamos en el Casino de un pueblo con algunos contertulios acerca de temas diversos. Un Casino de pueblo es como el Archivo de Simancas de toda la provincia, o como el sismógrafo que registra todas las vibraciones de la sísmica social de la comarca. Nuestros interlocutores eran hombres de varia significación política, y todos bien calibrados en el medio local.

(…)

-        Por lo menos -terció un nuevo conversador- no negará usted que el caciquismo era fuente de disociación y de odio en los pueblos y entre los pueblos de España… Porque aquí, en la provincia de Cuenca, hemos tenido uno de los ejemplos más tristes del mundo.

El panegirista de la Democracia pareció rendirse:

-        Si se refiere usted al caso del pastor Grimaldos -dijo-, comenzaremos a ponernos de acuerdo.

-        En eso no hay discrepancias -subrayaron otros dos-.

Nosotros, un poco sorprendidos por tan inesperada coincidencia, aventuramos una pregunta:

-        ¿Es que el asunto del famoso “crimen” fue un caso de política?

-        Política, señor… Política y caciquismo nada más. Eso es, pese a cuanto se ha escrito en torno a ese proceso, de dominio público en toda la provincia.

Y, como observara mi gesto de estupor, se creyó cortésmente obligado a ilustrarme.

-        Verá usted… En Osa de la Vega, como en todos los pueblos, había caciques contrarios, que eran como los últimos satélites de los grandes sistemas planetarios, liberal y conservador, que tenían su centro de atracción en la jefatura de los partidos. Se daban allí las luchas y los desafueros que caracterizaban la política de banderías por el deseo de mando, de absorción de poderes…

-        ¿Supone usted -inquirimos, asombrados- que esta monstruosidad fue obra del caciquismo?

-        Es vox populi…

-        (…)

-        ¡Caciquismo! Esa era la Democracia del viejo régimen. La libertad se había prostituido. Y la Justicia, que es su atributo más austero y perspicuo también…

(La Nación, 04-02-1927, pp. 1 y  2. Escrito de J. San Germán Ocaña)

¾    Duque de Tarancón. Juan Muñoz y Bernardo de Quirós. Diputado conservador, el cual apenas conseguía votos en Osa de la Vega. Una figura en la sombra, de la que todos hablan, pero ninguno ha visto: un “fantasma” simbólico del poder,

Un hombre sin nombre y sin rostro, del que se habla, todavía, con supersticioso temor.

En Tresjuncos, en cambio, tenía ascendencia:

-        Por eso, tenían más rumbo que nosotros…

Francisco Martínez Contreras, diputado comarcal o de distrito del mismo partido, era uno de los hombres del duque.

¾    La política también influyó. Por aquí, venía mucho el conde [duque] de Tarancón, que era diputado provincial por el partido conservador, pero en el pueblo no lo votábamos ni la mitad. ¡Cómo había dos partidos…! ¿Pues eso…! Cómo no lo votamos, el conde [duque] fue el que lo atropelló todo. Un escarmiento, pero bueno. Diez o doce años, desacreditado el pueblo: nosotros éramos criminales, sin hacer nada…

(Memoria de Licenciatura “El crimen de Cuenca”, Juan Antonio Porto Alonso, pp. 122, 145 y 146. Eufrasio López, nacido en Osa de la Vega en 1888, herrero en 1926)

¾     Puede asegurarse que influencias caciquiles y manejos electorales fueron el motivo de que al cabo de tres años se incoara procedimiento contra León Sánchez y Gregorio Valero…

(Crónica del Crimen, Luis Jiménez de Asúa, p. 78)

¾     Singular intervención de algunos habitantes de Tresjuncos.- Tresjuncos y Osa de la Vega son dos pueblos comarcanos, tienen siempre vivas y antiguas rencillas, atizadas por cuestiones electorales. Se habla de un “descubierto” por contingente provincial del pueblo de Osa de la Vega (unas 58.000 pesetas, según se afirma) que Juan Francisco Fernández, de Osa, consiguió “amortizar” por influencias del diputado a Cortes que estaba afiliado a la política contraria a la de don Francisco Martínez Contreras (ya difunto), que representaba en el Congreso al distrito a que pertenecía el pueblo de Tresjuncos. Parientes de este último, más conocido por el apodo de Paco el feo, son los hermanos del Val, amos o caciques de Tresjuncos y protectores de la familia Grimaldos, especialmente de Manuel, tío del desaparecido. La amistad íntima del juez con don Francisco Martínez Contreras era pública en todo el confín de estos pueblos, y a esta amistad atribuyen los habitantes de la comarca las anomalías del sumario.

(Crónica del Crimen, Luis Jiménez de Asúa, pp. 93 y 94)

¾    Pasaron tres años. Era época de elecciones, y el cacique, apodado “el Feo”, prometió a cierto personaje político de la ciudad todos los votos de Tresjuncos -pueblo natal del supuesto pastor asesinado- si aparecían los asesinos de Grimaldos. Las apetencias malsanas se desbocaron y empezó la odisea,…

(El Heraldo de Madrid, 01-04-1932, p. 14, FEDERICO DE URRUTIA, Volumen 1)

 

¾    Su aquiescencia y devaneos con los caciques locales, sobre todo con uno conocido como “Paco el feo”, digno representante de la reacción conservadora tradicional de la zona en su estado más puro, llevaron al juez Isasa a reabrir el sumario por la desaparición en 1910 de José María Grimaldos, pues así se lo demandaron insistentemente sus nuevos amigos latifundistas.

(Revista Guardia Civil -Madrid-, Enero 2000, pp. 71 y 72)

 

¾    Francisco Martínez Contreras, diputado a Cortes por el distrito de San Clemente. Líder disidente de la facción conservadora.

Altura política:

                                                                    Distrito de Belmonte-San Clemente

          Elecciones  Generales____       Votos emitidos          Votos obtenidos

26-04-1903    Sufragio masculino                     8.505                           8.505

10-09-1905    Sufragio masculino                     8.897                           4.713

21-04-1907    Sufragio masculino                     8.529                           8.524

08-05-1910    Sufragio masculino                     9.230                           4.482

08-03-1914    Sufragio masculino      Fue derrotado.

Hubo quien le atribuyera la activación de la visita de inspección, y con ella la reapertura del sumario.

(AY, DIOS MÍO! ¿EL CRIMEN DE CUENCA? pp. 605; https://es.wikipedia.org)

¾    Todo fue inducido por el diputado Contreras, administrador de la Condesa de Mantilla, que tenía todos los votos de la comarca, menos los de Osa de la Vega, que votaba a izquierdas, precisamente encabezados por el padre de Gregorio y por Gregorio y León. Ese fue el detonante de las acusaciones.

¿Pero León y Gregorio se figuraban el origen político de su desgracia?

Algo deberían saber, ya que en la taberna de Osa de la vega y por defender en una discusión a las izquierdas, fue multado por el diputado Contreras con 25 pesetas y cuatro días de arresto. En otra ocasión fueron puestos en una pizarra sus nombres y paseados como “indeseables” por el pueblo, y en otra recibieron una paliza por cortar unas cañas, propiedad de una finca administrada por Contreras. Era un caso claro de persecución política.

(Las Provincias -Valencia-,10-06-1990, p.68, Hermógenes Aroca)

¾    …la fama que, según se ha apuntado en algunos escritos, tenían los dos inculpados. El propio Francisco Guijarro Valero, nieto de Gregorio, reconoce en la actualidad que su abuelo “era de los más reivindicativos y sindicalistas”. (El Día -Cuenca-, 22-08-2010, p. 20 

*

2) Los tormentos empleados para el logro de la confesión de los inocentes

a)      La prensa española, amordazada por la censura, no ha podido detallar las violencias que Valero y León sufrieron. Pero han circulado por Madrid con profusión y he atestiguado su veracidad teniendo a la vista las diligencias y declaraciones del expediente.

Gregorio Valero y León Sánchez afirman que fueron maltratados por el teniente, el sargento y los guardias civiles, estando grillados y esposados.

Además de los castigos comunes a los dos reos, padeció cada uno las siguientes brutalidades específicas: a León le puso el guardia Telésforo estaquillas entre las uñas y palos entre los dedos, apretando luego ferozmente, y el antedicho Telésforo con sus compañeros le ataron los testículos con un bramante arrastrándolo cuatro o cinco pasos mientras le daban golpes con las culatas de los fusiles. A su vez Valero sufrió estos martirios: el sargento Taboada le pasó por encima del hombro el sobrante de las esposas, tirando de él a tiempo que le ponía la rodilla en la espalda, lo que le ocasionó tan vivo dolor que se desvaneció declarando; y el mismo Taboada fue arrancándole pelo a pelo el bigote. Todos estos tormentos se dice que no sólo fueron ordenados por el juez, sino que la mayoría de estos atropellos fueron en presencia del que tiene por misión preparar el sumario con toda ecuanimidad y justicia. También parece que por mandato del juez estuvieron con grillos más de treinta días y por algún tiempo su régimen alimenticio fue sardinas y pan con poquísima agua. Las violencias empleadas dejaron lesiones evidentes, y el doctor Baldomero Pedernoso [Labarga] confirmó que los presuntos reos fueron maltratados.

El rostro de Gregorio Valero [León Sánchez] presenta una cicatriz que le parte una ceja y varios surcos blanquecinos en la cabeza que las heridas dejaron al cerrarse, como reliquias patéticas de los bárbaros tratos a que fue sometido.

He aquí el verdadero motivo de este error judicial, que transforma su naturaleza, transmutándola de yerro doloroso en un verdadero delito del que son responsables los guardias civiles que, en funciones de policía judicial, arrancaron a unos inocentes la confesión de un crimen que no habían perpetrado, y, en su caso, el juez que ordenó el empleo de tales procedimientos.

(Crónica del Crimen, Luis Jiménez de Asúa, pp. 79 y 80)

b)      Luis Jiménez de Asúa, en la Conclusión de su ensayo dice: “…Fueron anomalías de un sumario iniciado con fines preconcebidos y las violencias injustificadas, causantes de la falsa confesión, las que produjeron la dramática injusticia. La índole del error se esfuma y da paso a figuras delictivas trazadas en nuestro Código penal,…”

(Verba-Gijón-, Junio 1926, pp.10, 11 y 12)

 

c)      Sentencia injusta dictada por el Tribunal de Derecho de Cuenca, como consecuencia del veredicto erróneo que el Tribunal del Jurado emitió, coaccionado por la opinión pública, y ésta a su vez equivocada, no sólo por las confesiones de los procesados, arrancadas por la violencia que ejercieron unos guardias civiles por mandato del juez instructor, sino también por las falsedades de todo orden cometidas en el sumario por algunos jueces, fiscales, magistrados y secretarios judiciales.

(Conferencia del abogado D. León de las Casas en el Ateneo de Madrid 01-05-1931, El Liberal -Madrid-, 02-05-1931, p.4.)

d)      “La censura de Primo de Rivera impidió decir entonces lo principal: por qué León y Valero llegaron a declararse autores del asesinato de Grimaldos. Yo relataba las torturas para que los celosos auxiliares del señor Laiglesia se escandalizaran y tacharan galeradas sin cuento. Y, sin embargo, a todos hubiera convenido saber hasta qué punto el juez de Belmonte -el señor Echenique, ya fallecido- estaba identificado con el sargento de la Guardia civil,…

Es de suponer que después de estos datos -y tantos otros que serían impublicables- nadie atribuirá la “confesión” de León y Gregorio a idiotismo aldeano. En la confesión intervinieron factores humanos elevados, consideraciones de piedad heroica, sentimientos sublimes,…

No hubo otra sangre en el crimen de Osa de la Vega que la de León Sánchez y Valero,…

(La Libertad -Madrid-, 28-07-1935, p. 2, Ramón J. Sénder, Recordando lo de Osa de la Vega)

e)      En cuanto a las torturas, ¿fueron invención? Nunca llegaron a probarse. Admitimos, cuando tanto se ha insistido, que alguna especie de maltrato habría, pero en aquella época el maltrato era una práctica policial admitida por la sociedad y las autoridades con igual naturalidad que aceptaba la pena de muerte, hoy considerada inhumana. Hasta poco antes, el tormento o tortura había sido figura jurídica reconocida en leyes y códigos…

(Guardia Civil. Revista Oficial Profesional del Cuerpo, Nov. 1981, p. 4)

f)       La intolerable tragedia que vivieron Gregorio Valero y León Sánchez se desarrolló entre las cuatro esquinas del poder político-económico, del poder judicial, del poder policial y del poder eclesial. Un desairado cacique y diputado conservador, un ambicioso e inflexible juez, un sargento violento y brutal y un cura medroso y pusilánime trazaron el infernal cuadrilátero en el que se debatieron dos inocentes.

(Cambio 16, 24-08-1981, pp. 66 y 67)

*

”Me confesé autor de una muerte que no había hecho sin temor al peso de la Ley, ya que suponía con buen acuerdo que por muy fuerte que la Ley fuese, no llegaría ni con mucho a serlo tanto como el rigor de los hombres.”

(Declaración de Gregorio Valero a La Voz de Cuenca, 17-03-1926, p. 1)

*

01-05-1913. Estábamos esposados, aspeados, rendidos de andar de un lado para otro entre los guardias civiles; vencidos por la tortura de los interrogatorios, y, sin embargo, al vernos frente a frente fue tal nuestra indignación, nuestro furor, que nos acometimos como fieras, a mordiscos, a patadas. Nos agarramos el uno al otro como perros de presa. Si no vienen a separarnos nos despedazamos allí.

(Declaraciones de León Sánchez, Heraldo de Madrid, 02-03-1926, p.1)

*

León Sánchez está actualmente viejo y enfermo, diríase que cansado de vivir. Así me lo manifiesta en sus primeras palabras.

-        ¡He sufrido mucho! En los primeros años de mi permanencia en presidio, aquejado de un constante malhumor, casi no comía. A no haber sido por los funcionarios del establecimiento, que velaban por mí, me hubiera dejado morir de hambre.

¿Usted y su compañero no hicieron nunca protestas de inocencia?

-        Las hicimos en el primer momento de nuestro calvario y las renovamos en cuantas ocasiones pudimos. Pero diríase existía un preconcebido afán de condenarnos. Además, se nos injuriaba de tal manera, era tal el odio que se nos profesaba, creían  tener un convencimiento tal de nuestra culpa, que era preferible la reclusión al vilipendio de una libertad de aquella suerte conseguida. Y lo mismo en Osa de la Vega, que en Belmonte y que en Cuenca. Ya digo: era imposible resistir la avalancha de un pueblo, de un partido judicial y de una provincia que se alzaba frente a nosotros como el más trágico de los fantasmas, y tras un horrendo martirio, vencidos, humillados, nos resignamos a la misericordia de Dios, que era el único que sabía la verdad.

(Las Provincias -Valencia-, 23-04-1932, pp. 13 y 14)

*

¡Horas inmensas de soledad y encierro! Un traje pardo, unas puertas de hierro y cuatro paredes muy altas. Y sobre las cuatro paredes, un sol muy azul en Cartagena y un cielo opaco y pluvioso en El Dueso. Y así, un año, y dos, y tres, cuatro, cinco y seis... ¡hasta dieciocho [doce]!

(Mundo Gráfico, 28-08-1935, p. 17. José Rico de Estasen)

* *

Preguntas

 

 

 

 

 

 

 

 

6)              Descripción principales implicados.

 

José María Grimaldos López (a) el “Cepa”

(El día que desapareció, 21-08-1910)

De Tresjuncos, 28 años, sin instrucción,…

“Estatura más bien baja,[80] color rubio, barba cerrada, ojos pardos, labios gruesos, pelo castaño sin que tenga ninguna particularidad en la cara, pantalón negro de berbina, blusa de vichi a cuadros remendada, chaleco claro de lana, camisa de color con pechera nueva, boina en la cabeza y abarcas en los pies.”

(22-09-1910. Juzgado de Belmonte, Juez Manuel Rodríguez. Declaraciones de Anselmo Grimaldos Delgado y Juana López Gómez, padres de José María. Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, pp. 51 y 52)

*

(Rueda reconocimiento de José María Grimaldos López. 26-02-1926)

“Constituida rueda de varios sujetos integrada por José María Grimaldos,… el testigo lo ha reconocido de una manera inmediata con completa certeza, basando dicha seguridad en la forma de la boca por sus labios abultados y los ojos salientes y la barbilla un poco aguda y la barba cerrada,…”

(Juzgado de Belmonte. Juez Escribano. Declaración como testigo de Primo Briega Buendía).

*

Informe y ficha antropométrica de José María Grimaldos

(Juzgado de Instrucción de Belmonte, 27-02-1926)

“Firmados  por  D.  Amalio  Grande  Cortijo,  médico  forense  y  por   D. Mariano Domingo, médico titular de Belmonte:

Exponen que requeridos por el Juez de primera Instancia del partido Judicial de Belmonte para dictaminar antropométricamente al sujeto José María Grimaldos López, así como de su estado psíquico, se personaron en la prisión preventiva donde se encuentra el referido sujeto. Resultando de el examen que se hizo lo siguiente:

Referente a la antropometría va detallada en la tarjeta adjunta, claro está que muy deficiente, pues por no disponer de los aparatos que auxilian a la ciencia en estos casos no se ha podido medir el ángulo facial ni el newtoniano, ni el diámetro antero posterior ni trasverso del cráneo y lo que se hizo fue con una cinta métrica.

Del estudio psiquiátrico no hemos podido notar nada anormal, se trata de un individuo que discurre relativamente bien y únicamente se aprecia una deficiencia mental debido a que su imaginación ha estado durante toda su vida en un ambiente poco propicio para su desarrollo y por tanto pasando lo que a todo órgano fisiológico, que viene con atrofia o el desarrollo sigue su actividad.

No teniendo más que exponer firman la presente en Belmonte a veintisiete de febrero de mil novecientos veintiséis.

(Firmado Amalio Grande y Mariano Domingo)

- Hay dos fichas.- Una, con la huella dactilar de las dos manos. Otra, con los datos antropométricos recabados con la cinta métrica.”

(Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, pp. 901 a 904 

* *

Gregorio Valero Contreras (a) “Varela”

(El día que fue detenido, 17-04-1913)

De Osa de la Vega, 33 años, sin instrucción,…

“Viste blusa negra, pantalón de pana color avellana, calza albarcas; su pelo negro, cejas al pelo, bigote rubio, barba negra, ojos azules, estatura regular y sin señas particulares.”

(19-04-1913. Juzgado de Belmonte. Juez Emilio Isasa. Indagatoria; Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, pp. 161 a 164)

*

Naturaleza - Osa de la Vega (Cuenca) = Edad, 43 años = Talla - 1´670 ms. Peso - 69 kilos = Pelo - castaño = Cara-oval = Ojos pardos = Color - sano = Complexión-buena = Estado civil - casado = hijos = Señas particulares. = ----------  

(Prisión Central de San Miguel de los Reyes, Valencia, 18-02-1924)

*

Gregorio Valero Contreras,… Es un hombre alto, enjuto, moreno, y se observan en su rostro las duras huellas de todo lo pasado.

(El Heraldo de Madrid, 06-03-1926, p. 2)

* *

León Sánchez Gascón

(El día que fue detenido, 19-04-1913)

De Osa de la Vega, vecino de Pedro Muñoz, de 33 años, con instrucción, sin apodo,…

“Pelo negro, cejas al pelo, ojos pardos, nariz regular, boca ídem, cara ovalada, barba poblada, color sano, una cicatriz sobre la ceja derecha y otra en el labio superior, viste blusa de color, faja, pantalón de pana, alpargata abierta y calcetín negro.

(22-04-1913. Juzgado de Belmonte. Juez Emilio Isasa. Indagatoria. Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, p. 177)

 

*

“León Sánchez -dice el periodista que relata lo hablado durante la visita- viste traje de pana color marrón. Cuelga de sus espaldas una bufanda de lana… envejecido empero, ya algo canoso por los sufrimientos del drama. Habla quedo y deja en las pausas abierta la boca en un rictus especial, muy inquietante, muy de protagonista de drama, como si fuera asmático. Hace bailar la gorra entre los dedos sarmentosos de sus manos y está todo él en un recogimiento que cuadra perfectamente con su papel de víctima inocente.”

(El Pueblo -Valencia-, 13-03-1926, p.6; El Cantábrico, 13-03-1926, p.3)

* *

Preguntas

 

 

 

 

 

7)                 Sumario. Envíos y Devoluciones.

                        (…)

8)       Juzgado Belmonte. Jueces de Instrucción.

                              (…)

9)              Elección y Renuncia de Abogados.

                        (…)

10)                   Denuncias de Malos tratos.

                              (…)

11)    Inscripción defunción en el Registro Civil

de Osa de la Vega.

                              (…)

12)  De “muerto, morido, matao” a “resucitado”

                        (…)

13)    Reconstrucción día y tiempo que estuvo

         desaparecido José Mª.  Grimaldos  López

 21-08-1910 – 21-02-1926

(Los datos de este día son los mismos que figuran en el punto 1, “Motivos de no volver de La Celadilla”)

¾    21 de Agosto 1910 (domingo):

¾    Sobre las 14 o 14,30 horas, en las inmediaciones del palomar de la Virgen de la Vega, se despidió de su mayoral León Sánchez, en cuya casa comía: “Que al día siguiente se marchaba a los baños dejando en su puesto a Lucilo Parra,…” [81]

¾    bañarse en el río.  (El Caso, 26-01-1980, p. 4)

¾    Sobre las 15,30 horas, en el puente de La Calzada, que está en las inmediaciones de la Osa, habla con Lucilo Parra: ”Que se marchaba a los baños de la Celadilla y que si le emparejaba podía ser que desde dichos baños se marchara a los baños de Aranjuez (donde vivía su tío Eulogio López),…y si podría quedarse en su puesto durante ocho o quince días, a lo que accedió el declarante,…” [82]

¾    Sobre las 17 horas, en casa de su tía Leandra, mujer del peatón de la Osa a la farmacia de Villarejo de Fuentes, Felipe Gómez Alarcón: “Que efectivamente estuvo en su casa su resobrino José María Grimaldos, como lo hacía siempre, diciendo que se marchaba a Tresjuncos…” [83]

¾    En casa de su cuñado Leandro Buendía en la Osa.[84]

¾    En casa de su tío Gabino Gómez Buendía: Que  estuvieron  juntos  hasta  poco  antes  de  ponerse  el  sol [85] .“Que el José María dijo que se marchaba a Tresjuncos para marcharse al día siguiente con su madre a los baños de La Celadilla,...” [86]

¾    Sobre las diez de la noche, después de cenar y cuando se dirigía a ver a su novia, hoy su mujer Dionisia García, Pedro Rada conocido por “El Potra”,  vio al “Cepa” y estuvo hablando con él sobre media hora: “Que se marchaba a los baños de La Celadilla…” [87]

¾    El declarante se fue a Tresjuncos andando sin encontrarse con nadie en el camino,… no estuvo, ni entró jamás en el Palomar,… cenó en casa de sus padres en Tresjuncos y cree también se acostó sin poder precisar esto porque a lo mejor pasaba la noche con los amigos,…

Al día siguiente… sin decir a sus padres ni a sus hermanos donde iba tornó a Osa de la Vega por la carretera de Tresjuncos a Belmonte, y de aquí al Pedernoso y baños de la Celadilla,…” [88]

¾    “Que en los baños de La Celadilla estuvo el 22 y el 23,…”

¾    De 24/25 de Agosto a primeros Septiembre.- Dispuesto a no volver a mi casa[89],… salí de dichos baños que están al otro lado del Pedernoso y andando andando crucé Belmonte y seguí la carretera de Cuenca hasta Campo-Robles [sobre 150 km] donde encontré trabajo como pastor en la casa de José Olmo,…”

¾    Un año.- En Camporrobles (Valencia), casa de José Olmo, viuda Rosario Parra.

20 de febrero de 1.911. Edicto del Juzgado de Belmonte sobre desaparición de José María Grimaldos. Boletín Oficial provincia de Cuenca, Nº 22, p. 4.

¾    De San Pedro 1911 a San Pedro 1915.- En Aldea de Cuevas (Utiel, Valencia), casa de José Ortiz Fernández.

¾    ¿…?.- En Camporrobles (Valencia), casa de José Olmo. “Que lo conoció hace unos once años estando en Camporrobles en casa de José Olmo y al mes se juntaron,…”

¾    ¿…?.- En Camporrobles (Valencia), casa de Luciano Arroyo. (Ausente)

¾    10 meses de 1917 a 1918 en Camporrobles (Valencia).- En casa de Raimundo Pérez, hijo Emiliano Pérez Villena.

¾    De Febrero a Julio de 1918 en Fuenterrobles (Valencia).- En casa de Fabio Arroyo Solaz.

May-1918, Exp. Embargo Diputación, falta pago cédula personal.

Invierno, Muere un hijo varón al poco de nacer.[90]

¾    De San Pedro 1919 a San Pedro 1921.-  En Casas de la Cañada (Mira, Cuenca), casa de Luis Fuentes alcalde de Mira.

¾    De San Pedro 1921 a San Pedro 1922.- En Cañada de Mira (Mira, Cuenca), casa de Teodoro Clavijo.

El 02-08-1921 nace su hija María.

Tiene obtenida en Mira una Cédula personal en el año 1922.

¾    De San Pedro 1922 a San Pedro 1923.- En Cañada de Mira (Mira, Cuenca), casa de Eugenio Salinas.

¾    De Nochebuena [1924] hasta días antes última Virgen de Septiembre [1925].- En Casa de la Viña, (Camporrobles, Valencia), casa de Jesús López, rentero de Victoriano García.

En 1925 nace su hija Alejandra.

¾    Desde última Virgen de Septiembre [1925].- “En su casa de Mira, pero ya sin querer colocarse por años, dedicándose a la  vendimia y trabajos sueltos que iban saliendo,… que encontrándose falto de recursos para hacer el viaje desde Mira a Tresjuncos para recoger los documentos que necesitaba para casarse, a instancias repetidas del cura de dicho pueblo, este Sr. escribió con el consentimiento del declarante al cura de Tresjuncos, en este sentido y dicho fin, y cuando estaban aguardando la contestación a dicha carta, se presentó la guardia civil y le dijo que quedaba detenido,…“ [19-02-1926]

¾    21 de Febrero 1926 (domingo).- El juez municipal de Osa de la Vega, Vicente Belinchón, convocó a las autoridades y al pueblo y dio lectura, desde el balcón de la Casa Consistorial, a la carta del juez municipal de Mira,…

Esta lectura es la noticia oficial de la aparición con vida de José María Grimaldos López.

León y Gregorio se encontraban en libertad condicional.

* *

Preguntas

 

 

 

 

14)       Detención, traslado y entrega: 7 días.

Mira: 19-02-1926 – Belmonte: 26-02-1926

 

19-02-1926 (viernes):                      Guardia Civil de Mira

¾    “El José María Grimaldos fue detenido en su domicilio en Mira, el día 19 a las 22 horas,…”

20-02-1926 (sábado):                      Guardia Civil de Mira

¾    [Preparación del dispositivo ¿?]

21-02-1926 (domingo):                   Guardia Civil de Mira

¾    En el día 21 sale conducido hasta el puesto de Enguídanos para que continúe la conducción hasta ponerlo a disposición del Juez de Instrucción de Belmonte.

22-02-1926 a 25-02-1926       Guardia Civil de Enguídanos      ¿?

26-02-1926 (viernes):        Guardia Civil de Cervera del Llano,

                                           en automóvil línea Cuenca a Belmonte.(1)

¾    Juzgado Instrucción Belmonte. Juez Sr. Escribano. Presentado que ha sido por la Guardia Civil del puesto de Cervera del Llano al que provee un pliego con el detenido José María Grimaldos López, expídaseles por el Secretario el correspondiente recibo.

(Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, pp. 807,832,835,837 y 838)

___

(1)  Heraldo de Madrid, 10-03-1926, p. 4 -Las Tragedias de la vida-: “El primer encuentro de Grimaldos con uno de estos vecinos ocurrió en Villalgordo, en el momento de dirigirse hacia Belmonte acompañado por la Guardia Civil para ser identificado por el juez. En dicho lugar, al montar en el automóvil, fijó su vista en él un viajero que ocupaba otro sitio próximo. Este viajero, que era D. Santos del Val secretario de Tresjuncos, reconoció espontáneamente a Grimaldos, los dos hablaron,…” [26-02-1926].

[De la lectura del punto (1) se deduce, que José María Grimaldos acompañado de la Guardia Civil no venía en el automóvil de línea Cuenca a Belmonte, sino que subió a dicho automóvil en Villalgordo del Marquesado, situado a 24 km de Belmonte.

La distancia, aproximada, de Mira a Belmonte por Cuenca es de 190 km, y por Camporrobles de 160 km.]

*

Preguntas

¿Dónde tuvieron a José María Grimaldos del 22 al 25-02-1926?

¿Durante estos cuatro días, lo estuvieron aleccionando?

¾    Parece como si relatase una lección bien aprendida,…

(El Sol, 06-03-1926, p. 1)

¿Cómo hicieron José María Grimaldos y la Guardia Civil el camino de Mira a Villalgordo del Marquesado?

¿El encuentro, en Villalgordo del Marquesado, de José María Grimaldos y Santos del Val, fue un encuentro casual?

¾     Hermanos del Val, amos o caciques de Tresjuncos y protectores de la familia Grimaldos,…

(Crónica del Crimen, Luis Jiménez de Asúa, pp. 93 y 94)

¿Por qué tardaron siete días en ponerlo a disposición del Juzgado de Instrucción de Belmonte?

*

“Que en su interior el declarante creyó que por no haber muerto José María Grimaldos, podía llegar el día que se supiera que vivía y hasta su paradero… ”

(26-02-1926.  Belmonte. Declaración como testigo, León Sánchez Gascón)

* *

Preguntas

 

15)                              Viajes y cartas.

 

V I A J E S

Julio/Agosto 1911:

-        (…)

       José María no contesta. María Santos interviene al punto:

- ¡Eso no es verdad! ¡Eso sólo puede decirlo alguien que nos quiera mal! Algo parecido ocurrió en mi casa, en La Muela,[91] al año escasamente de la desaparición de José María. Mi hijo Manolo, que tenía por entonces doce años, creyó ver a su tío; pero sin duda, fue en sueños.

- Acaso -dice José María- fue a mi hermano Urbano, que se parecía mucho a mí, a quien vio.

(…)

(Heraldo de Madrid, 17-03-1926, p 2; Memoria de Licenciatura “El crimen de Cuenca”, Juan Antonio Porto Alonso, p. 116; El Caso, 26-01-1980, p. 7)

Enero/Febrero 1923:

-        Un día pasó una cosa muy rara. Faltaban aún varios años para que saliera mi padre y estábamos todos en casa de noche porque había un nevazo de miedo. Y de pronto, que llaman a la puerta con los nudillos, como con miedo. Una llamada de pobre. Como hacía tan malo, mi madre se apiadó y fue a abrir. Era un hombrecillo con toda la manta cubierta de nieve: se le veía poco y pidió una caridad. Mi madre le dijo que esperara, que le iba a sacar algo de comer y de repente, que se para mi madre en el comedor y que da un grito, diciendo que ese que estaba es el Cepa, el que todos decían que había matado mi padre,… pero mientras gritábamos todos, nos fuimos a la puerta a ver,… allí no había nadie, sólo seguía cayendo la nieve,…

(María Sánchez, hija mayor de León Sánchez. El Crimen de Cuenca. Lola Salvador Maldonado, p. 128 y 129)

-        (…)

- ¿Estuvo usted en Hontanaya, en casa de su hermana Luz [Paz]?

- No, señor.

- Pero se asegura que sí, que estuvo usted, y que su hermana, para despistar, dijo que se le había aparecido su alma.

       José María no contesta.

(…)

Lo que no contaba el Cepa es que había estado a principios de año en Hontanaya a visitar a su hermana Paz,… cuando lo vio se desmayo,… luego le dio de cenar, viéndolo el hijo pequeño,… ¿no es ese el tío, madre?,… no, es un alma del purgatorio,… ¿las almas comen gachas, madre?,… Dicen que aquella noche salió de Hontanaya cubierto con una piel de oveja, mezclado con las reses de un rebaño…

Para evitar que el niño lo fuera contando, había encargado decir misas por el alma de su hermano,…

(Heraldo de Madrid, 17-03-1926, p 2; El Imparcial 12-03-1926, p 2; EL CRIMEN DE CUENCA, SALVADOR MALDONADO, pp. 130 y 131, lo pone a principios de 1923; El Caso, 26-01-1980, p. 7)

 

-        Cuentan también que un sobrino de José María algunas veces ya había dicho que había visto a su tío, entonces le decían que deliraba que estaba loco que como iba a ver a un fantasma, pero lo que parece es que él venía a algún evento familiar o alguna matanza y entraba y salía de noche para no ser visto, pues como los otros estaban ya condenados era mejor no menearlo. Pero la familia lo negó, pero muchos se acordaron de las visiones del sobrino.

(Recuerdos por escrito, José Mª Rada García “Chanbi”, Volumen 2, p. 428)

*

C A R T A S

1915:

-         Que lo conoció hace unos once años estando en Camporrobles en casa de José Olmos y al mes se juntaron y sabe que viviendo en Camporrobles, hace próximamente unos diez años escribió a su hermana la referida María Santos y no obtuvo contestación.

(Declaración de Cristina Ferrer Martin el 06-03-1926, Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, pp. 1060 a 1063)

-         Que a los cuatro o cinco años de su marcha escribió a su hermana María Santos desde Campo Robles cuya carta no debió llegar a su destino pues no la contestaron y en ella le decía donde estaba, le enviada recuerdos para toda la familia, así como que vivía (ilegible),…

(Declaración de José Mª Grimaldos al Juez Especial Sr. Moreno, 10-03-1926)

-         A los seis años de mi marcha mandé escribir a mi hermana María Santos, desde Camporrobles, y en esa carta enviaba recuerdos para toda la familia.

- Pues esa carta -se apresura a declarar María Santos- no la recibí yo.

¡Cosa más extraña! La carta que recibió María no la escribió Grimaldos, y la carta que escribió éste no la recibió María Santos.

(Declaración de José Mª. Grimaldos a la Comisión especial presidida por el Magistrado Manuel Moreno el 10-03-1926; Heraldo de Madrid, 17-03-1926, p. 2;)

-         …sólo una vez hacía unos siete u ocho años escribió a su hermana María Santos (ilegible) la cual no se dignó a contestarle… que la carta no la certificó y se la escribió un vecino de Campo-Robles llamada Julián Zafrilla con el que el dicente tenía algún trato, el cual murió sin poder precisar el año… que nadie se enteró de esta carta como no fuera la mujer de Zafrilla que se llama Rosario… el mismo declarante fue quien la echó al correo.

(Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, pp. 875 a 879, declaración de José María Grimaldos)

1917:

-        Fue en el año 1917 cuando Grimaldos decidió casarse y escribió una carta al cura de su pueblo, Tresjuncos, pidiéndole “los papeles”, pero recibió una sorprendente contestación: “Usted no existe, fue asesinado”… Se repitieron las cartas, que ya ni eran contestadas. Hasta que la pareja, aburrida, decidió unirse libremente.

(El Caso -Madrid-, 19-01-1980, pp. 1, 8 y 9. Entrevista de Margarita Landi, enviada especial, a María  Grimaldos  Ferrer,  hija  de  José  María  Grimaldos; El Caso -Madrid-, 26-01-1980, p. 5)

1920

-        Que si tuvo noticia de su hermano,… que no la dicente sino su hermana María recibió un anónimo por correo en forma de carta, hará unos seis años, cuyo contenido dio a leer a la declarante y en él se decía “Febrero 7 y Mira: María o hermana María  (pues de esto no recuerda bien). Me alegro estés bien, yo estoy bien, casado con dos de familia (pues no puede precisar el mismo) dale recuerdos a Luis y los chicos”, aludiendo al marido de dicha María y a los hijos de la María y el Luis que ya tenían por entonces

al leerla el Sr. Cura Párroco de Tresjuncos D. Pedro Rufo les dijo: Que había un pueblo que se llamaba Mira, pero que como en la carta se decía que estaba casado y dicho Sr. Cura no le había mandado los despachos para el matrimonio, dicho Sr. dijo: “esto no puede ser nada” y que no se podía dar crédito en el sentido de que pudiera vivir el José María y más viniendo sin firma,..

y otra cosa hubiera hecho si dicho anónimo hubiera sido una carta firmada como lo ha sido la que en once de febrero último recibió el Cura de Tresjuncos ya citado del Cura de Mira,

Preguntada cual era el contenido de la carta del Cura de Mira al de Tresjuncos que acababa de aludir, contesta: Que el contenido era poco más o menos “Amigo Rufo: Mandarás la partida de bautismo de José María Grimaldos hijo de Anselmo Grimaldos Delgado y de Juana López Gómez, y la de defunción de Juana por ser la última que habrá muerto para casarse (el José María) y si algo más decía, no lo recuerda.”

(Declaración de María Santos, Juzgado de Belmonte, 01-03-1926.)

-         Que es cierto que hace unos siete años recibió por correo una carta sin firma que decía al principio de la misma, Febrero 7 y Mira: Querida hermana, deseo estés bien, estoy casado con dos de familia, da recuerdos a Jesús y los chicos; y como no comprendiera bien el significado de la palabra Mira, la llevó a leer al Sr. Cura Párroco, el cual les dijo a la declarante y sus hermanas Presbítera y María Santos que existía un pueblo que se llamaba Mira pero que no se podía dar crédito al contenido de la carta puesto que venía sin firma y se decía casado y no había él expedido las certificaciones para el matrimonio,… (Declaración de María Grimaldos López, hermana de José María en el Juzgado de Belmonte, 03-03-1926)

-         hará unos seis o siete años su hermana María tuvo una carta anónima, que venía sin firma y la declarante la leyó,… y el Párroco les dijo que aquello no podía tomarse muy en serio por carecer de firma,… coincide con la declaración de su hermana María Santos,…

(Declaraciones de Santiaga, Presbítera y Saturnina Grimaldos López, hermanas de José María, en el Juzgado de Belmonte, 03-03-1926)

-         …que es cierto que hace unos cinco o seis años le dieron a leer las hermanas de José Mª Grimaldos una carta fechada en Mira en la que recuerda decía, poco más o menos, que estaba casado, que tenía dos hijas que le parece nombraba a Jesús marido de una de ellas…

que es cierto que les dijo a las hermanas de José Mª Grimaldos que en la provincia de Cuenca había un pueblo cuyo nombre era Mira y que como dicha carta se decía casado y él no le había mandado los despachos para el matrimonio, les dijo: esto no puede ser nada y que no se podía dar crédito en el sentido de que pudiera vivir José Mª y más viniendo sin firma,…

(Tresjuncos. Juzgado Municipal. Declaración del Sr. Cura Párroco de esta villa D. Pedro Rufo Martínez, 04-03-1926)

-        Mira: Quiero que saques una partida de nacimiento. Tengo dos hijos. Y tú, ¿cuantos tienes?

Se la dio a leer al cura D. Rufo que se desentendió de la sospechosa carta. No debe hacerse caso de los anónimos. Tal vez, se trate de una broma de mal género…

(La Voz -Madrid-, 11-03-1926, p. 4; La Correspondencia Militar, 13-03-1926, p. 6; Memoria de Licenciatura “El crimen de Cuenca”, Juan Antonio Porto Alonso, p. 126; EL CRIMEN DE CUENCA, SALVADOR MALDONADO, p. 131, sitúa la carta de Mira en el verano de 1923)

¾    (…)

-  ¿Es cierto -preguntamos a José María- que escribió usted a una de sus hermanas desde la sierra una carta que decía: “Mira: Quiero que saques una partida de nacimiento. Tengo dos hijos. Y tú, ¿cuantos tienes?

- No, señor. Yo no escribí desde Mira carta alguna.

- ¿Ni la mandó escribir?

- Tampoco.

- ¿Pudo escribirla alguien sin saberlo usted? ¿Pudo escribirla su compañera?

- No lo creo. Me lo hubiese dicho...

(Heraldo de Madrid, 17-03-1926, p. 2)

1924:

-        Se sabe que una hermana de Grimaldos recibió una carta hace unos dos años. (La Época -Madrid-, 11-03-1926, p. 3)

-        En 1924 pidió ayuda a un sacerdote amigo, Don Feliciano, que escribió de nuevo en demanda de la documentación precisa para que Grimaldos se uniera en matrimonio a su compañera.

(El Caso -Madrid-, 19-01-1980, p. 1, 8 y 9. Entrevista de Margarita Landi, enviada especial, a María  Grimaldos  Ferrer,  hija  de  José  María  Grimaldos.)

08-02-1926 (lunes):

-        Con fecha 8 de Febrero último,… Feliciano Montero cura párroco de la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de Mira, escribió una carta a su compañero  de  Tresjuncos -con el que, casualmente, había compartido las aulas del seminario-, para solicitarle la partida de bautismo de su parroquiano José María Grimaldos López, “hoy avecindado en Mira, que quiere casarse” y la de defunción de su madre Juana López Gómez para tramitar expediente de matrimonio de aquél.

Copiada al pie de la letra, dice así = Membrete impreso – Parroquia  de  Ntra.  Sra.   de   la   Asunción.   Mira   (Cuenca)  8-2-1926.

Sr. Dn. Pedro R. Martínez Enciso - Tresjuncos - Mi estimado compañero: Te ruego me envíes la partida de José María Grimaldos López, nacido en esa Parroquia del 82 al 83 el 3 de Febrero, hijo de Anselmo Grimaldos Delgado y de Juana López Gómez, asimismo la partida de defunción de esta última, su madre, fallecida después que su marido, hace unos doce años, según manifestación del interesado. Si no hubiese exactitud en estas indicaciones, tiene ahí una hermana, María Santos, casada con Miguel Latorre y podrá informar, si fuese necesario, determinando el tiempo con más precisión. Puedes consignar derechos, que haré porque sean efectivos, aunque para esta Parroquia en el expediente que se tramita de matrimonio, no los haya. Tiene mucho gusto en saludarte y esperando le mandes, se ofrece tuyo affmo en C. J. s. s. Feliciano Montero. Hay una rúbrica.= Creo ser la mejor manera de satisfacer sus deseos. Dios guarde a V. S. muchos años. Tresjuncos a 15 de Febrero de 1926. Pedro Rufo Martínez. Rubricado.”

(Memoria 1926. Recurso de Revisión. Antecedentes, punto 4º, p. 140 del recurso; Gaceta de Madrid, 06-08-1927, p. 19 -Sentencia-; Heraldo  de  Madrid,  24-05-1928, p. 8; Memoria de Licenciatura “El crimen de Cuenca”, Juan Antonio Porto Alonso, p. 129; Soy El Cepa, estoy vivo, p. 145; El crimen de Cuenca, Salvador Maldonado, p. 138; Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, pp. 823 y 824)

*

¾    05-07-1926. Ante la Sala segunda del Supremo se ha visto hoy el recurso de revisión,…

El Fiscal en su informe,… Dice que Grimaldos se alejó del pueblo donde vivía, pero que frecuentemente estaba en comunicación con su hermana a la que escribía por mediación de alguna persona,…

* *

Preguntas

 

 

 

16)                       Primeros encuentros.

                                            (…)

17)                   Responsabilidades penales.

Juez Instructor

El Sr. Isasa Echenique,… diciéndonos únicamente que tiene la certeza de haber cumplido con su deber y que abonan su actuación judicial los muchos años que lleva al servicio de la administración de justicia.

(El Sol, 09-03-1926, p, 8)

Guardia Civil

-      El teniente Gregorio Regidor Suárez, en sus manifestaciones declara que él se limitó a ayudar a la justicia, y sólo a eso, y que, por lo tanto, tiene la conciencia tranquila, aunque lamenta, eso sí, la suerte que han corrido los dos inocentes… atribuye lo ocurrido a la acusación en masa del vecindario de Tresjuncos y de muchos de los vecinos de la Osa…

(El Sol, 22-03-1926, p. 8;  Memoria de Licenciatura “El crimen de Cuenca”, Juan Antonio Porto Alonso, p. 137)

-      Sargento Juan Taboada  ha repetido la historia del crimen que contaron los dos procesados a raíz del sumario y ha expresado su opinión en esta forma:

-        Grimaldos podrá vivir o no; eso ya se comprobará... Pero Valero y Sánchez mataron a alguien. Si la víctima no fue Grimaldos, otro será el muerto.

(La Correspondencia Militar, 11-03-1926, p. 6)

-      Guardia Telesforo Díaz Ortega,… Acerca de esta declaración se guardó absoluta reserva, si bien ha podido averiguarse que, entre otras manifestaciones, hizo la de que no intervino directamente y que no recuerda ningún detalle, a causa del tiempo transcurrido.

(La Correspondencia Militar, 12-03-1926, p. 6)

Reconocimiento Oficial de las violencias empleadas

30-03-1926. El Ministro de Gracia y Justicia D. Galo Ponte y Escartín.- Firma la Real orden disponiendo que por el Fiscal del Tribunal Supremo se interponga recurso de revisión,…

Artículo 2º: “Que en su día se ejerciten por el ministerio fiscal las acciones procedentes contra quienes resulten responsables de las violencias que produjeron las falsas confesiones sumariales de los reos nombrados”.

(GACETA DE MADRID, Nº 89 de 30-03-1926, páginas 1625, 1628, 1629 y 1630; La Correspondencia Militar, 30-03-1926, p. 2)

 

Responsabilidad penal Oficial

20-05-1935. Causa nºs 494 de rollo y 81 de sumario del año 1926 del Juzgado de instrucción de Belmonte,

Sentencia nº 58,… Vista en juicio oral y público, ante esta Audiencia provincial, la causa procedente del Juzgado de instrucción de Belmonte, seguida de oficio por los delitos de Falsificación en documento público y coacción, contra D. Manuel Rguez de Vera Romero, D. Juan José Jaúregui y Mendoza, D. Baldomero Labarga Salazar, D. Gregorio Regidor Suárez, D. Juan Taboada Mora y D. Telesforo Díaz Ortega,…

FALLAMOS: Que debemos absolver y absolvemos con todos los efectos legales correspondientes a tal declaración, de los delitos de falsedad de documento público y coacción,…

(Texto completo de la Sentencia en Archivo Histórico Nacional, pp.11 y 12; El Crimen de Cuenca-Recuperando la Historia, Volumen 5, pp. 311 a 321)

*

Responsabilidades penales, según Manuel Rodríguez de Vera[92]

1.      Ante el Juez Especial:

¾    Responde ante el juez especial para confesar que, en efecto, los reos fueron sometidos a castigo para obtener la confesión de culpabilidad a la que se resistían.

(Declaraciones del secretario del juzgado de Belmonte, Manuel Rodríguez de Vera, al Juez Especial el 22-03-1926, El Liberal -Murcia-, 24-03-1926, p.3)

2.      Ante la prensa:

¾    Me refiero a ese famoso asunto de política de dictadura, que es conocido por el error judicial de Osa de la Vega. Ese chantaje, que entre upetitas y periodistas, intentaron, a cuenta de leyendas, y de presentar como mártires a dos desgraciados. Ese negocio, que solo los necios se atreven a presentar, como un cargo contra jueces y auxiliares porque los hombres conscientes, por lo menos advierten, que algo habrá entre líneas en el asunto,…

(El Día -Alicante-, 27-12-1932, p. 1)

¾    Al cabo de siete años, vuelve a ser de actualidad el célebre “Error judicial de Osa de la Vega”,…

Este es asunto político, en el que no hay víctimas, ni error judicial, y sí un negocio de dinero;…

Aquí se persiguen cincuenta mil pesetas, de indemnización, que pagaría el Estado a los supuestos perjudicados, si no hay responsabilidad en persona determinada o ésta es insolvente…

Y a cierta política conviene, que el Estado pague esas pesetejas. Eso es todo, y si no, al tiempo. Un negocio de dinero sucio, entre personajes…

Con la República, se abrió una esperanza, se despertó una codicia y se pretende consumar una villanía por alguien y algunos que ya lo pagarán…

Todo se mueve alrededor, de que hay quien puede obtener dinero de este modo.

(El Día -Alicante-, 26-05-1933, p. 3)

¾    Por ser yo un actor en esa célebre causa de referencia a Osa de la Vega,… considero hallarme autorizado, para dedicar estas líneas a la opinión pública.

Porque no es este el momento, para decir cómo y por qué pudo ser, lo de las confesiones, de las supuestas víctimas,…

Sin aquellas campañas de Prensa del año 1926;… el deseo insólito de los periódicos, de hacer un drama nacional; sin la falta de educación de unos periodistas que tomaron como de información, asuntos íntimos y conceptos graves; sin la claudicación, de gobernantes, que cedieron a esas campañas de Prensa, no habría existido esa causa, baldón de los españoles, de la Monarquía y de la República ya que ha vivido, cinco años en su régimen y cuatro en el otro.

Ese asunto, en el que hemos sido otros las víctimas del crimen de Osa de la Vega…

(El Día -Alicante-, 31-05-1933, p. 1)

*

Responsabilidades penales, según Luis Jiménez de Asúa[93]

(Verba -Gijón-, Junio 1926, pp. 10, 11 y 12. Ensayo firmado por Luis Jiménez de Asúa;  Crónica  del  Crimen,  Luis  Jiménez  de  Asúa,  páginas  93  a  107;  El  País -Madrid-, 22-04-1980, p. ?)

1.      Del pueblo vengativo.

Todo error judicial emana, en primer término, de los extravíos de la opinión pública,… es posible concretar la de estos intrigantes y monterillas de aldea que lograron corromper la ecuanimidad de la justicia,… el encono con que acudieron al juicio los habitantes de Tresjuncos y su indignada decepción al saber que la sentencia no imponía la pena de muerte.

2.      De los Guardias civiles.

Parece perfectamente comprobado que los Guardias civiles ejecutaron con Valero y León las violencias que figuran en “Causas”.

(…)

Agravantes: alevosía, premeditación y prevalerse del carácter público que ostentan. En consecuencia, los guardias violentos que infirieron las lesiones deben ser condenados a cuatro años y dos meses de prisión correccional, aplicando taxativamente los preceptos de nuestro Código en vigor entonces.

La obediencia debida,… cuando se ejecuta una orden en la que lo encargado es evidentemente delictivo, no puede quedar exento de pena el que perpetra el hecho por supuesta sumisión jerárquica.

3.      Del juez que instruye el sumario.

Hechos imputables.- En el proceso que debería haberse abierto es donde hubieran recibido la necesaria probanza tales imputaciones o el pleno mentís que motivase la irresponsabilidad del instructor:

a)      Admitir la denuncia por influencias de su gran amigo don Francisco Martínez Contreras, pariente de los hermanos del Val, protectores de Manuel Grimaldos, tío del desaparecido.

b)      Haber ordenado y presenciado los malos tratos inferidos a los hipotéticos reos,… Así lo pregonan León Sánchez y Gregorio Valero. Lo manifiesta igualmente Dolores, la mujer de Gregorio, traída y llevada con su niño de pecho, de Osa a Belmonte y de Belmonte a Osa, y lo atestigua también Lorca, cuñado de Valero.

c)      Dar orden de que los acusados estuvieran varios días sin casi beber agua y comiendo pan y sardinas, permaneciendo más de treinta días con grillos.

d)      Encarcelar innecesariamente e injustamente a la esposa de Valero y al anciano padre de ésta, con peligro para la vida del pequeño hijo de la citada mujer, que estaba lactando a la criatura.

e)      Encerrar sin previa declaración y conducir esposado hasta Belmonte, a Lorca, hermano político de Gregorio, grillándole después para forzar su confesión de cargo contra Valero, ya que, según se creía, Lorca debió ver el crimen por hallarse cavando en la huerta de la Virgen de la Vega.

f)       No haber evacuado, como era su deber, las citas del sumario que se empezó en 1910, en el que existía la reseña de la diligencia practicada por Don Toribio Heras, juez municipal de El Pedernoso, que, por encargo del primer instructor, comprobó que después de la fecha del crimen un tal José María, pastor, cuyo apellido no consta, estuvo tres días en los baños de Celadilla, y de allí se marchó a una finca de don José María Perona con el fin de colocarse en ella.

g)      Haberse negado a admitir las declaraciones de la madre de León y de la dueña de los baños de La Celadilla, que querían testimoniar la existencia de Grimaldos,… Le dieron la respuesta de que no se podía ver al Juez y, ante sus insistentes requerimientos, añadieron que ya no se admitían declaraciones.

Realmente este conjunto de actos, caso de probarse, sería constitutivo de un delito muy grave que por desgracia no halla preciso ajuste en el Código Penal…

Las mismas agravantes que concurren en los guardias delincuentes, las hallamos en el juez instigador: alevosía, premeditación y prevalerse del carácter público que ostenta,... La pena obtenida para aquéllos es aplicable aquí: cuatro años y dos meses de prisión correccional.

4.      De Grimaldos y su familia.

La culpabilidad que denotan las actitudes y los hechos:

a)      Hechos que acusan a Grimaldos.- “Yo también he sufrido mucho; yo, también. Y no por mí, sino por vosotros”,…

Dijo que conoció la noticia de la muerte de su madre, que le produjo gran dolor, y sorprende a todos que por el mismo conducto que supo el fallecimiento, no llegara a saber la desventura de los inocentes acusados.

b)      Indicios acusadores contra los familiares de Grimaldos.- Está comprobado que su hermana residente en Tresjuncos recibió una carta de su hermano, sin firma y de extraño contenido. Esta carta brevísima, fechada en Campo Robles, la recibió hace seis años por conducto del cura, y aconsejada por una parienta, que le dijo que no hiciera caso de anónimos, la quemó inmediatamente.

Yo creo que José María Grimaldos es un irresponsable. Todas las referencias coinciden en suponerle un imbécil manifiesto,… Pero la hermana y los familiares que aún sobreviven, son gentes normales y perfectamente responsables,… la hermana de Grimaldos sería sentenciada a una pena de idéntica naturaleza y duración que la asignada a los guardias y al juez.,… cuatro años, dos meses y un día de prisión correccional.

Me parece innecesario advertir que lo dicho en este último párrafo depende de que se demuestre, de manera incontrovertible, que los parientes de la falsa víctima tuvieron conocimiento de su existencia antes de que públicamente apareciese Grimaldos.

*

La familia y algunos allegados a ésta estaban en el secreto de la existencia del desaparecido. (Heraldo de Madrid, 17-03-1926, p. 2)

*

Si no me equivoco empiezan ahora a salir personas que sabían algo de la supervivencia de Grimaldos, pero no quisieron o no pudieron declarar.

(El Crimen de Todos. Ossorio y Gallardo. El Liberal -Madrid-, 26-03-1926, p.1 y  El Pueblo Gallego -Vigo-, 27-03-1926, p.3)

* *

Preguntas

 

 

 

18)       Encuadre político, social y económico.

[Para poder llegar a medio entender cómo dos amigos que no habían hecho nada, declaran y firman en sede judicial el asesinato de un compañero, y cómo pudo llegar a demostrar la Justicia la muerte de un hombre que estaba vivo, hay que hacer un gran esfuerzo y adentrarse en el encuadre político, social y económico de la época.

Las circunstancias y desarrollo de este tremendo caso tuvieron lugar dentro de la etapa política conocida por Restauración borbónica.]

Se conoce por Restauración borbónica a la etapa política de la historia de España desarrollada bajo sistema monárquico que se extendió entre el 29-12-1874 (pronunciamiento del general Arsenio Martínez Campos que dio fin al periodo de la Primera República Española[94]), y el 14 de abril de 1931 (fecha de proclamación de la Segunda República).

El nombre alude a la recuperación del trono por parte de un miembro de la Casa de BorbónAlfonso XII, después del paréntesis del Sexenio Democrático (1868-1874).

El sistema de la Restauración borbónica, fundamentado en la Constitución de 1876, se caracterizó por una estabilidad institucional y la construcción de un modelo liberal del Estado surgido al calor de la revolución industrial, hasta su progresiva decadencia a partir de la crisis de 1917 y de la dictadura de Primo de Rivera (1923-1930).

Se basó en los cuatro pilares ideados por su artífice, el político conservador Antonio Cánovas del Castillo: Rey, Cortes, Constitución y «turno» (alternancia pacífica entre dos partidos).

El «turnismo» facilitó el bipartidismo de los dos grandes partidos, el Partido Conservador de Antonio Cánovas del Castillo y el Partido Liberal de Práxedes Mateo Sagasta. El sistema fue oligárquico y centralista, y la Iglesia ganó poder económico, ideológico (al controlar gran parte de la educación) y social (al declararse constitucionalmente España como Estado católico).

El nuevo panorama permitirá una mayor estabilidad, pero el encorsetamiento del sistema a la larga, con una alternancia política ficticia, causará graves problemas que desembocarán en la corrupción política, cuya base estaba en el caciquismo.

(https://es.wikipedia.org/wiki/Restauración_borbónica_en_España)

La ley electoral de 1890, estableció el sufragio universal masculino.

Las elecciones en  España, estaban marcadas por: “Quién convoca las elecciones nunca las pierde”.

El mecanismo que se siguió durante toda la Restauración es el siguiente:

a)      Al jefe del partido hasta ese momento en la oposición, se le encarga la formación del gobierno, nombrando gobernadores civiles, que se encargaban de preparar las elecciones en sus respectivas provincias con la ayuda y apoyo de los jefes y caciques pertenecientes a su partido político.

b)      El Gobernador Civil sustituye a los Ayuntamientos, y si se produce algún tipo de problema, el gobernador envía a un Delegado Gubernamental, que suspendía en sus cargos a las autoridades locales, mientras nombraba adictos al partido para ocupar las vacantes y formar una mayoría municipal, que se encargaría de “ganar las elecciones”. El papel desempañado por la figura del alcalde será fundamental en el juego electoral, como hemos dicho, ya que intervenía activamente en la falsificación de los censos, destitución de interventores pertenecientes a la oposición y cuantas artimañas fuesen necesarias para lograr el objetivo, la victoria electoral, consiguiendo además la plena sumisión de los jueces, imprescindible para tener garantizada la impunidad en los “manejos electorales”.

c)      El gobierno elaboraba el encasillado, “la esencia del sistema del turno pacífico”. El encasillado es la lista de candidatos que designa el gobierno central para que salgan elegidos en las elecciones. Esta operación consistía en la colocación en “casillas” de los candidatos de cada distrito que el gobierno estaba dispuesto a defender o proteger. El encasillado necesitaba de un pacto entre las diferentes fuerzas políticas, necesitaba de un compromiso entre la oligarquía nacional y las oligarquías provinciales y locales, además de un pacto con los partidos de la oposición para que el grupo político que tenía que ganar las elecciones obtuviese la mayoría en las Cortes.

En el caso de Cuenca, en las elecciones de 1907, el Ministro de la Gobernación Juan de la Cierva, le envía el encasillado al Gobernador Civil de Cuenca, Ricardo Juárez, en el que decía: “El Gobierno verá con gusto el triunfo de la siguiente candidatura para Diputados a Cortes: Cañete…; Cuenca…; Huete…;  Motilla del Palancar…; San Clemente D. F. Martínez Contreras; Tarancón…”

El proceso electoral se resolvía normalmente antes del día de la elección. Aunque el principal objetivo era evitar la lucha entre los dos partidos políticos, no siempre se alcanzaba un acuerdo entre las partes, por lo que había que “forzar la máquina”, es decir, ganar de la forma que fuese. Y para ello se recurría a la adulteración de las elecciones. Por tanto, la función que se reservaba al cuerpo electoral era totalmente pasiva. Así, se utilizarán diferentes mecanismos que llevarán al triunfo electoral del partido en el gobierno: la manipulación del censo electoral; el “pucherazo”, que define cualquier tipo de fraude electoral; sustitución del elector por un agente electoral de uno de los candidatos, ocupando su lugar a la hora de votar; la violencia física, las coacciones económicas y la compra de votos; la práctica de “romper la urna”, es decir, cuando en un colegio electoral iba ganando el candidato contrario, se introducía en ella votos de su opositor, etc.

Pero la pieza fundamental y la clave de los procesos electorales durante la Restauración es el caciquismo. Es el nombre que se le da al entramado de relaciones sociales, clientelares que definían la vida política durante esta época. Se pueden distinguir tres clase de caciques: el de altura o de Corte, el provincial y el rural. Los tres están totalmente interrelacionados.

El cacique es quién da nombre al sistema político, es quién ejerce el control de la vida pública local. Su poder no reside exclusivamente en la riqueza personal sino también, en el control de la Administración y de la justicia. Su objetivo es el control político, que viene dado por la desmovilización ideológica del electorado. La figura del cacique emerge como la del terrateniente, controlando la comunicad rural.

El proceso electoral conquense de principios del siglo XX estuvo marcado por el fraude electoral y por los manejos políticos de ciertos caciques.

En la provincia de Cuenca pervivieron las redes personales del poder local, plenamente apegadas a la vieja política con toda su carga caciquil, clientelar y elitista. El ”pacto” como fórmula política y el “mecanismo del favor” fueron elementos enormemente enraizados en la sociedad.

En el caso conquense, diversas facciones destacaron en política, siendo una elite que conformaba un grupo estrechamente ligado a la propiedad de la tierra, herencia a menudo de los diferentes procesos de desamortización,…[95]

Existían a comienzos del siglo XX dos tipos de propiedad agraria: la zona del sur (San Clemente y Motilla del Palancar), donde abundaban las grandes fincas y la masa jornalera conformaba la mayoría de población; y la zona del norte y centro (Cañete, Cuenca, Huete y Tarancón), en la que destacaba el pequeño campesinado y la explotación de la pequeña propiedad.

Las élites provinciales estaban vinculadas a la propiedad de la tierra en toda la provincia además de estar relacionadas con las profesiones vinculadas a la Administración (política, judicial o militar).

Aparece una nueva oligarquía terrateniente, como los diputados a Cortes por Cuenca y Huete (Cobo y Sartorius), cuyo poder surge de la compra de tierras y de la especulación y el préstamo, lo que aprovechan para conseguir poder político.

En Cuenca, durante la primera década del siglo XX, los índices de analfabetismo es alrededor del 70 por ciento.

A pesar de los altos índices de analfabetismo, las publicaciones periodísticas eran continuas, con la creencia de que se podía llegar a amplias capas de la población. La realidad era otra.

Los grandes caciques, ocupaban un escaño en el Senado y controlaban uno o más distritos electorales en una provincia.

El principal coagulante de su unidad era precisamente el favor.

Todo tipo de reclamaciones e intereses buscaban el favor privado gestionado por un notable como vía de presentación, de modo que la representación de las estructuras político-clientelares de los partidos de turno sirvió para satisfacer las demandas sociales, que quedarían representadas, no a través de los partidos organizados de acuerdo con aquellos, sino mediante la acción de los múltiples agentes individuales.

La provincia de Cuenca conforme con la Ley electoral de 1878, se organizó en seis distritos electorales: Cañete, Cuenca, Huete, Motilla, San Clemente y Tarancón.

Entre las figuras claves del conservadurismo conquense, hay que destacar a la tradicional familia Sartorius, con arraigo desde la época Isabelina. Fernando Sartorius, segundo Conde de San Luis, figuró en la Restauración al frente del partido conservador. También contaron en la provincia los conservadores con mauristas entre los que destacan, Mariano Catalina y Francisco Martínez Contreras. En cuanto a los procedentes del gamacismo, nos podemos encontrar con caciques conservadores como el conde Retamoso o la familia Casanova.

(CUENCA BAJO EL CACIQUISMO: ELECCIONES Y PODER POLÍTICO (1903-1907). Alfredo Gómez Martínez – Universidad de León. María Dolores Perales Poveda – Universidad  de  Alicante.  Estudios  Humanísticos.  Historia    4,  2005; CASTILLA-LA MANCHA CONTEMPORÁNEA (1800-1975. Isidoro Sánchez Sánchez  -Coordinador- 1998. Madrid. Celeste Ediciones)

* *

Preguntas

 

 

 


19)          Derrotero Judicial. Veinticinco años.

Osa de la Vega

Desaparición de José María Grimaldos López el 21-08-1910

 

Caso Grimaldos, Error judicial de Osa de la Vega, Crimen de Cuenca

Causa 765,  Sumario 94/1910

1)      Verdad de hecho

- Primer Expediente …………………………..        12-09-1910 - 02-10-1911

2)      Verdad judicial [96]

- Segundo Expediente ………………………..          19-03-1913 - 17-02-1925

3)      Verdad descubierta [97]

- Expte  comprobación   existencia  de 

  José María Grimaldos López …………….          14-02-1926 - 27-03-1926

·  Guardia Civil, 19-02-1926/26-02-1926

- Revisión/Anulación Sentencia ………….         30-03-1926 - 10-07-1926

- Demanda ordinaria mayor cuantía ….          31-08-1926 - 12-02-1927

- Incidente de apelación …………………….          20-05-1927 - 20-05-1935

·  Jurisdicción Militar, 13-08-1928/19-10-1931

- Ley sobre Indemnización …………………          19-07-1935 - 06-12-1935

           (Pensión Vitalicia)

*

1)     VERDAD DE HECHO. Primer Expediente

        (…)

2)     VERDAD JUDICIAL. Segundo Expediente

        (…)

3)     VERDAD DESCUBIERTA

   (…)


 20) Petición/Solicitud de Revisión de Sentencia e Indemnización de perjuicios.

               (…)

21)                                 Suscripciones.

            (…)

 

22)       Guardas en el Ayuntamiento de Madrid.

 

J O R N A L

(…)

VACACIONES

            (…)

DERECHO A CASA

       (…)

DOMICILIO de LEÓN SÁNCHEZ GASCÓN

(…)

DOMICILIO de GREGORIO VALERO CONTRERAS

            (…)

 

23)                   ¿Quién ocultó a Grimaldos?

 

¿Quién ocultó a Grimaldos?

(…)

Oculto y amparado. Alguien…, con poder para hacerlo.

(…)

(La Nación, 04-02-1927, p. 2, J. SAN GERMAN OCAÑA)

*

¿Hay pruebas de que Grimaldos trató de ocultarse?

1.      Cuando el 24/25-08-1910 salió de los baños de La Celadilla, no paró hasta estar fuera de la provincia de Cuenca, permaneciendo   en   la   provincia   de   Valencia   hasta   el   28-06-1920, casi 10 años.

¿Fue para evitar el control de Juzgados, Guardia civil y Ayuntamientos, ante la segura búsqueda?

a)      Hasta el 28 de Junio de 1920 estuvo en distintos pueblos, todos de la provincia de Valencia

[Mirar Resumen 11, “Reconstrucción día y tiempo que estuvo desaparecido José Mª. Grimaldos López”]

b)      20-02-1911. Edicto del Juzgado de Belmonte. Boletín Oficial de la provincia de Cuenca, Nº 22, p. 4. “Por el presente edicto, se cita de comparecencia ante este Juzgado a José María Grimaldos,… ruego y encargo a todas las autoridades así civiles como militares y demás dependientes de la autoridad, procedan a la averiguación de dicho desaparecido,…”

[El Boletín fue enviado a todos los Ayuntamientos y Cuarteles de la Guardia civil de la provincia]

2.     En los distintos pueblos y en los distintos amos a los que sirvió, tanto de la provincia de Valencia como de la provincia de Cuenca, era conocido por José y no por José María.

a)      10-03-1926. Belmonte. Declaración como testigo de José María Grimaldos López, vecino de Mira, natural de Tresjuncos, de 44 años.- Que afirma que de una manera constante ha usado el mismo nombre de José María Grimaldos y como tal se presentó a los distintos amos que ha servido, si bien estos le llamaban solo José y no José María,…

b)      04-03-1926. Declaración de Fabio Arroyo Solaz, vecino de Fuenterrobles que confirmó que tuvo a su servicio “a un hombre, como pastor, que era manchego, sin que sepa de qué pueblo, que se llamaba José y de apodo Merenderas”, ignorando sus apellidos,... (Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, p. 1121)

3.     En la zona de Osa de la Vega y Tresjuncos era conocido por José María “el Cepa”, y en la zona de Camporrobles y Fuenterrobles  (Valencia) y Mira (Cuenca), por José “Merenderas”.

a)      Otros le llamaban por uno de los dos apodos que el reaparecido tiene…

(El Sol, 09-03-1926, p. 8. Ramón María Sénder)

b)      Que este hombre estuvo de pastor por estas tierras, le apodaban "el merenderas"…

(Volumen 7. Participa Fernando Moya Muñoz)

4.     En el Acta de su matrimonio canónico figura el nombre de José y no José María.

¾    29-05-1926. Matrimonio canónico de José Grimaldos López y Cristina Ferrer Martín. Iglesia parroquial de Mira, párroco Feliciano Montero Navarro.

(Acta matrimonial nº 64, Registro Civil de Mira)

5.     El Acta de matrimonio es un documento oficial que se basa en otros documentos oficiales.

Uno de estos documentos oficiales es la partida de bautismo que José María se llevó el 17-03-1926 cuando volvió a Mira dispuesto a casarse.

Si en la partida de nacimiento y en la partida de bautismo pone José María, ¿por qué en el Acta de matrimonio figura José y no José María?

Oculto y amparado

Hasta el año 1943 estuvo vigente como medio de identificación la Cédula personal. Estas fueron suprimidas mediante Ley de 19-01-1943, BOE nº 24 de 24-01-1943, dejando paso al documento nacional de identidad “DNI”.[98]

José María Grimaldos cuando salió de Tresjuncos camino de La Celadilla llevaría, porque era obligatorio, su Cédula personal expedida por el Ayuntamiento de Tresjuncos, vigente sólo durante el año 1910.

A partir del año 1911, como todo español/a, estaba sujeto al REGLAMENTO DEL CÓDIGO CIVIL (2) y a la LEGISLACIÓN DEL IMPUESTO DE CÉDULAS PERSONALES (3)

1.      24/25-05-1918. En estas fechas se celebraba el juicio en Cuenca y había un gran revuelo de gente, de abogados y de noticias en prensa.

Se desplazó a Cuenca todo el pueblo de Tresjuncos, de Osa de la Vega y gran parte de los pueblos comarcanos.

No es posible, que en las mismas fechas, en la Audiencia de Cuenca se esté celebrando juicio por asesinato de José María Grimaldos López, y a éste la Diputación provincial le tenga abierto expediente de embargo por falta de pago en su cédula personal, y nadie de la Diputación no relacione los hechos y no se dé cuenta que se trata de la misma persona.

a)      Y como dato curioso -dice el abogado de Valero y de Sánchez Gascón- se dio la circunstancia de que mientras la Audiencia de Cuenca celebraba el juicio oral por el presunto asesinato de Grimaldos, a éste se le formaba un expediente de embargo por la Diputación provincial por falta de pago en la cédula personal.

(El Diario Palentino, 07-08-1935, p.1)

2.     Durante los 16 años que permaneció desaparecido, sólo hay constancia de que sacó su Cédula personal en Mira en el año 1922, porque la necesitó para su carta de vecindad.

a)      Grimaldos necesitó su carta de vecindad, y tiene obtenida en Mira una Cédula personal en el año 1922. De modo que en este año se da el caso de que un muerto, según el Registro Civil de Osa de la Vega, vivía para el ayuntamiento de Mira, y éste Ayuntamiento le expidió su Cédula de vecindad, creando así la administración española una nueva clase de documentos que se podría llamar Cédula de vecindad de Difuntos.

(Heraldo de Madrid, 12-03-1926, p. 2.)

b)      27-02-1926. Ampliación de la Declaración efectuada el día de ayer de José María Grimaldos. Carece de Cédula personal.

3.     ¿En los 16 años que estuvo desaparecido, ni en los pueblos ni en el campo, tropezó nunca con la Guardia civil?

¿La Guardia civil de Mira nunca se interesó por saber de él, a pesar de que vivía frente al cuartel, y en noviembre de 1911 recibieron un B.O.P. con un Edicto sobre su desaparición?

a)      ¿Se explica usted que nunca se tropezara en el campo, donde pastoreaba, con la Guardia Civil, que tan celosa es del requisito de la documentación, extremado fuera de los radios urbanos? Y si los enseñó alguna vez, ¿nadie cayó en la cuenta de que aquel era el pastor “asesinado”?

(La Nación, 04-02-1927, p. 2. J. SAN GERMÁN OCAÑA.)

b)      Grimaldos vivía en Mira, casi frente por frente al cuartel de la Guardia civil.

(El Liberal, 07-03-1926, p. 3)

4.     Durante los 16 años que permaneció oculto vivió en 5 lugares distintos y sirvió a 10 amos, uno de ellos alcalde.

¿Los alcaldes y jueces municipales no se enteraron de nada, a pesar de la gran repercusión que tuvo, de haber recibido los Ayuntamientos de la provincia de Cuenca en noviembre de 1911 un BOP con un Edicto sobre su desaparición, y de haber publicado los periódicos de Cuenca en mayo de 1913 la noticia del descubrimiento de un crimen perpetrado hace tres años en Osa de la Vega (Cuenca), en la persona de un infeliz pastor, vecino de Tresjuncos, llamado José  María  Grimaldos,…?

¿No se interesó nadie por saber quién era aquel hombre que un día se presenta sólo en el pueblo?

a)      El día 21 de Agosto de 1910,… el vecino de Tresjuncos, José María Grimaldos,… murió víctima de un horroroso asesinato del que han resultado ser autores los vecinos del pueblo de Osa de la Vega, Gregorio Valero Contreras (a) Varela, jornalero, y León Sánchez Gascón, pastor y mayoral del ganado que guardaba el interfecto,…

(La Información,-Cuenca-, 15-05-1913, p. 3)

b)      De San Pedro 1920 a San Pedro 1922  estuvo trabajando en casa de Luis Fuentes alcalde de Mira.

c)      Que Grimaldos no leyera periódicos se comprende, porque no sabe leer; ya es menos comprensible, aun conocido el aislamiento de los pastores, que no hablara con nadie de lo acontecido en su lugar, pero lo que maravilla es que los alcaldes, los jueces municipales, las autoridades de los muchos pueblos donde ha vivido, tampoco se enteraran de nada, ni por la lectura, ni por conversación. ¿Es que nadie lee en las comarcas rurales de España? ¿Es que nadie se entera de nada en nuestro país?

(Roberto Castrovido, El Día de Cuenca, 12-03-1926, p. 1)

5.     José María cuando se marchó de Tresjuncos, al ser mayor de edad, tenía total libertad de movimientos.

Donde estuviera, y como todo español/a estaba sujeto al Reglamento del Código Civil y al Impuesto de Cédulas personales.

¿Por qué las autoridades pertinentes no hicieron cumplir la normativa vigente, a que estaban obligadas?

Alguien…, con poder para hacerlo

¿Quién ocultó y amparó a Grimaldos?

La respuesta a esta pregunta deberás hacerla tú lector/a con el conocimiento de los hechos que has obtenido a través de la lectura de estos ocho volúmenes.

*

(2)

C Ó D I G O  C I V I L

MINISTERIO DE GRACIA Y JUSTICIA

Real Decreto de 24-07-1889. Gaceta nº 206 de 25-07-1889

-Vigencia desde 16-08-1889, 69 actualizaciones-

Artículos 181, 184, 193, 195, 197, 198,… (entre otros)

(https://www.boe.es/eli/es/rd/1889/07/24/(1)/con; B.O.E.es, BOE-A-1889-4763; noticiasjurídicas.com)

(3)

LEGISLACIÓN DEL IMPUESTO DE CÉDULAS PERSONALES

Todo español ha de constar empadronado como vecino o domiciliado en algún Municipio.

Obligatoria para todos los mayores de 14 años,… obligando a todos a obtener, de grado o por fuerza, la cédula correspondiente.

La falta de la cédula sería causa legal para la detención del omiso y para la imposición de las multas o penas correspondientes,…

La exhibición de la cédula personal es indispensable,… para el ejercicio de cualquier industria, fabril o comercial, profesión, arte u oficio.

Los Ayuntamientos de toda clase de poblaciones no acordarán ninguna traslación de vecindad,… a ningún habitante sin la exhibición de la cédula personal,…

El cobrador invitará al individuo,… a que admita la cédula y satisfaga su importe, y en caso de negarse a ello o de excusarse,… quedará sujeto al procedimiento de apremio,… debiéndose aplicársele la pena señalada en el párrafo 2.º del artículo 41 previa la formación de expediente…

Son contraventores a la instrucción del impuesto:

Los que hallándose obligados a obtener cédula personal según las disposiciones de esta instrucción careciesen de ella…

Los Alcaldes y Jefes de Hacienda que en la formación de los padrones dejaren de incluir individuos obligados a obtener cédulas,…

(Impuesto de Cédulas personales, Francisco Sanjuan Colunga. Albacete. 1908. Imprenta Comercial. 148 páginas, p. 31 a 87; bidicam.castillalamancha.es/

bibdigital/bidicam/es/consulta/registro.cmd?id= 11983)

 

* *

Preguntas

 

 

 

24)                               Sr. Taboada Mora.

 

                ¿Cuál era su nombre y empleo en la Guardia Civil?

                ·       ¿José o Juan?

                ·       ¿Sargento o Teniente?

                ¿Desde El Bonillo, volvió a Belmonte por segunda vez?

                        (…)

*

25)                Insistiendo en su culpabilidad.

                              (…)

26)                              Qué fue de ellos.

                              (…)

27)       Entrevistas/Declaraciones/Participan.

                          (…)

28)                                   Expedientes.

                   Piezas separadas no encontradas.

                              (…)

29)                   Reformas/Modificaciones.

                              (…)

*

 

Temas Aludidos.

 

1.      Cédulas personales.

(…)

2.      Contingente Provincial.

(…)

3.      Convento de los Jesuitas. Belmonte.

(…)

4.      El Jurado en la Historia de España.

(…)

5.      Hermandad de los ciegos.

(…)

6.      Contrato cesión libro y documentación, 13-09-2019.

(…)

7.      Inauguración Placa, 12-10-2019.

 

 

* *

 

 

 



[1]El número anterior (862) no existe en la Biblioteca Virtual de Castilla La Mancha, y por tanto, no se puede exponer.

[2]ilegible

[3]ilegible

[4]ilegible

[5]ilegible

[6]ilegible

[7]ilegible

[8]ilegible

[9] Hay una fotografía en cuyo píe pone: “Belmonte. Los posaderos Melguizo (1) y Alejando Córdoba (2), con el excarcelado León Sánchez (3), en la posada, al terminar las declaraciones de los primeros ante el magistrado de la Comisión investigadora. En el centro está nuestro compañero de Redacción señor Jover, hablando con el posadero Córdoba. (Foto Marín)

[10] Hay una fotografía en cuyo píe pone: “BELMONTE.- El magistrado del supremo, señor Moreno Fernández de Córdoba (1), con los señores Cortón (2) y Torremocha (3) que forman la Comisión especial nombrada por el ministro de Gracia y Justicia para depurar los hechos. (Foto Marín).”

[11] Hay una fotografía en cuyo pié pone: “El excarcelado León Sánchez (1) con su abogado defensor (2), don León de las Casas, y nuestro compañero de Redacción (3), señor Jover, y varios testigos después de terminar las declaraciones ante la Comisión investigadora. (Foto Marín).”

[12] Hay una fotografía en cuyo píe pone: “Belmonte.- El juez don Teófilo Escribano y el secretario don Gonzalo A. Figueroa, hablando del suceso con nuestro enviado señor Jover.- Foto Marín”

[13] Hay una fotografía en cuyo píe pone: “Belmonte.- Uno de los presuntos autores del supuesto crimen León Sánchez (1), dando detalles a su abogado defensor (2), don León de las Casas en el pueblo Osa de la Vega, donde se desarrollaron los acontecimientos.  (Foto. Marín)”

[14] Hay una fotografía en cuyo píe pone: “El ex guardia civil Mena (1), que fué expulsado del dignísimo y benemérito instituto, y será ahora una de las figuras de la actual fase investigadora, contra cuyas manifestaciones hay motivo para estar prevenido, especialmente cuando se refieran a la intervención en el proceso de los que fueron sus compañeros. Con el citado Mena están el alguacil del Jurado (2), y nuestro enviado señor Jover. (Fot. García).”

[15] Hay una fotografía en cuyo píe pone: ”Belmonte.- Celda que ocupó durante once días en la prisión preventiva de Belmonte, la mujer del ex procesado Gregorio Valero. (Fot. García).

[16] Hay una fotografía en cuyo píe pone: “La Sala segunda del Tribunal Supremo, durante la vista del recurso interpuesto contra la sentencia que condenó a León Sánchez y Gregorio Valero. Abajo (de izquierda a derecha): el fiscal Sr. Crehuet, y los defensores de los condenados, León de las Casas y Coso.

(Información en segunda plana.)                                                                        (Foto Luque.)

[17] Hay tres fotografías: - De León Sánchez. De Grimaldos. De Gregorio Valero.

[18] Hay una fotografía en cuyo pie pone: “EL TRIBUNAL DE LA AUDIENCIA DE CUENCA QUE ACTUO EN LA APELACIÓN DEL AUTO DE PROCESAMIENTO.- De izquierda a derecha: D. Conceso Coso, acusador privado; don Gabriel Cayón, fiscal; D. Victoriano Ballesteros, procurador de Gregorio Valero; D. Juan La Cierva, defensor de los procesados; D. Modesto Poladura, presidente de la Sala, y D. Manuel Fernández Carrascosa, magistrado y ponente.

[19]Hay una fotografía en cuyo pie pone: “El acto de la imposición al doctor Jáuregui de la cruz de Beneficencia.”

[20] Hay una fotografía, en cuyo pie pone: “León Sánchez cuando fue libertado.”

[21] El texto que figura en negrilla, está puesto así en el periódico.

[22] Hay una fotografía de doña María Grimaldos Ferrer.

[23] Las pág. 8 y 9 son las centrales. En la parte izquierda hay una fotografía en cuyo pie pone: “Doña María Grimaldos Ferrer se siente ofendida: “Mi padre no era un ceporro, como parece que se le presenta en la película, que no he visto… Nunca pidió limosna, ni vendió lotería. Era pastor, hacía quesos, sabía leer y escribir y tenía una inteligencia poco común”.”

Arriba, en grande y en la parte central hay dos dibujos firmados por A. Arnau: En el de la izquierda figura, dos hombres sujetando y apuñalando a otro y otro hombre mirando escondido detrás de un árbol. En el dibujo de la derecha figura, dos hombres haciendo fuego en el suelo y otro observando escondido.

Abajo, en grande y en la parte central hay una fotografía, en cuyo pie pone: “En una foto publicada en la prensa de la época junto a su esposa vemos a José María Grimaldos Ferrer (López), “el Barrunto”, quien por motivos que sólo confió a su hija, huyó del pueblo sin dejar rastro y la gente creyó que había sido asesinado.

[24]Hay dos fotografías en cuyo pie pone: “En la imagen superior, Antonio y Francisca Grimaldos, familiares del Cepa. A la Izquierda, Daniel y Francisco, nietos de León y Gregorio. Sobre estas líneas, el palomar “Virgen de la Vega”, y al fondo Osa de la Vega.

[25] Hay una fotografía suya.

[26] Hay una fotografía suya.

[27] Hay una fotografía suya.

[28] Hay una fotografía suya.

[29]Hay tres fotografías en cuyo pie pone: “1. Daniel Sánchez Arenas y Francisco Guijarro Valero, nietos de León y Gregorio, en el palomar “Virgen de la Vega”, donde trabajaban sus abuelos. 2. Antiguo cementerio de Osa de la Vega donde los acusados fueron obligados a excavar para desenterrar el supuesto cuerpo del Cepa. 3. Paraje de la Muela, en Tresjuncos, donde vivía la familia de José Mª Grimaldos.

[30] Hay una fotografía suya.

[31] Hay una fotografía suya.

[32] Hay una fotografía en cuyo pie pone: ”Actual estado de la antigua cárcel de Belmonte donde prestaron declaración Gregorio y León.”

[33] Hay dos fotografías en grande en cuyo pie pone: “La mayoría de los vecinos de Belmonte, imagen de la izquierda, acudieron en masa a ver el estreno de la película de Pilar Miró. En la imagen de la derecha, estado actual de la vivienda en la que apareció ahogado el cura de Tresjuncos después de haber ocultado a todos que el Cepa estaba vivo.

[34] Hay dos fotografías en cuyo pie pone: “1. Estado actual en que se encuentra la iglesia parroquial de Tresjuncos, Santo Domingo de Silos. 2. Entrevista que El Día de Cuenca realizó en 1985 al padre de la idea original de la película sobre los hechos acaecidos en Osa de la Vega y Tresjuncos.

  Hay una fotografía del Palomar de la Virgen de la Vega, en ruinas.

[35] Hay una fotografía de Ramón J. Sénder y otra de la portada del libro, donde pone: ”Ramón J. Sénder; EL LUGAR DE UN HOMBRE; Edición, introducción y notas de DONATELLA PINI; Larumbe”.

[36] Hay dos fotografías en grande. “A la izquierda, panorámica de Osa de la Vega. A la derecha, el municipio vecino de Tresjuncos.

[37] Hay tres fotografías: 1. Daniel Sánchez, nieto de León, muestra una información en la que se anunciaba que el Estado pagaría a los dos para compensarles por el error judicial de Belmonte. 2. Torre de la iglesia parroquial de Tresjuncos. 3. Francisco Guijarro, nieto de Gregorio, en la que fuera la vivienda de su abuelo, en Osa de la Vega, cuando todo ocurrió.

    Hay otra fotografía en cuyo pie pone: “De izq. a dcha., Francisco y Daniel, nietos de Gregorio y León, el alcalde de Osa de la Vega, y un vecino de la localidad conquense.

[38] [Estas fechas pueden variar levemente. Las crónicas eran enviadas por los corresponsales, reporteros y enviados especiales a sus redacciones, mediante telégrafo, teléfono, e incluso por correo. Las distintas publicaciones tenían tiradas mensuales, semanales, dos por semana, diaria y hasta seis al día.]

[39]  (Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, p. 1072)

[40] En 1911 figura a mismos datos de Vicente Belinchon “Fábrica electricidad a 5 kilowatios”, siendo baja en 1913. El Molino Harinero baja en 1923. En 1928 Alta del Molino Harinero con motor a vapor con tres piedras y cernido a nombre de Isabel de la Torre e hijos. En 1931 Molino de Pienso a nombre de Isabel de la Torre, calle Gregorio Catalán y fábrica de harinas movida por cilindros tres pasadas, 600 por 200 de longitud. En 1933 Fábrica de Harinas a nombre de Augusto Belinchon movida por una máquina de cilindros de dos pasadas trituradora de 600 por 200 milímetros de diámetro de los cilindros y otra máquina de una pasada de trituración de 600 por 200 milímetros de diámetro… (Archivo Ayuntamiento de Osa de la Vega, Cajas 198, 199-1-15-18-21-22-23)

[41] [Eliodoro Fuentes Marín “El Moreno” natural de Carrascosa de Haro, casado con Romana López Cuevas de Osa de la Vega, tuvieron siete hijos: Eloy, Pedro, Tomás, Gregorio, Julián, Juan (mi padre) y Cleofé, Fuentes López.]

[42] [Lo más probable es que fuera Inocente Lara que era de Tresjuncos, amigo de José María y tratante de ganado. (mirar asiento 1916)]

[43] María Santos, segunda hermana de José María, casada con Miguel Torres casero de la finca “La Muela”, próxima a Villarejo de Fuentes, y finca que, según se dijo, visitó el “ánima“ del muerto para pedir justicia, y que fue vista por Manolillo… -Madre, ¿las ánimas comen?.

María Santos mandó decir una misa por el eterno descanso de su hermano y, al parecer, el “ánima” de éste volvió a aparecerse durante la celebración, pues los gritos de madre e hijo fueron, en tal sentido, harto elocuentes,… (Memoria de Licenciatura “El crimen de Cuenca”, Juan Antonio Porto Alonso, pp. 115, 116, 146 y 147)

[44] “Aquel patrón de mi padre nos tuvo en mucha consideración -cuenta en la actualidad María Sánchez-; como era dueño de mucho ganado y tenía una carnicería, si hacía falta carne, pues carne. Nos miraba las botas a los niños y decía “esas botas ya están viejas” y nos compraba botas él mismo, como si fuéramos sus hijos. Y con mi madre, un gran respeto: “Que no trabaje tanto Filomena, que tiene que descansar, que en esta casa mientras sigan conmigo no les va a faltar de nada, que tienen leche las vacas y hay para todos”. Se desvivía por nosotros.” (El crimen de Cuenca, Salvador Maldonado, p. 51)

[45] Nada más tomar posesión fue asesinado el ex-alcalde de Carrascosa de Haro, San Andrés. Muy poco tiempo después -hay quien dice que tan sólo cuarenta y ocho horas-, el asesino estaba entre rejas, convicto y confeso. Este éxito determinó en gran medida, la suerte de Valero y Sánchez, pues Isasa se siente literalmente “crecer” a partir de este momento. (Memoria de Licenciatura “El crimen de Cuenca”, Juan Antonio Porto Alonso, 1981, p. 138)

[46] Francisco Martínez Contreras, conocido por “Paco el Feo”. Primer contribuyente de la comarca, ejercía el control político y económico de la comarca.

Diputado del distrito por el partido Conservador y como tal hombre del Duque de Tarancón. Activó la acusación, convenció a la familia de Grimaldos para que ejerciera, a sus expensas, la Acusación privada, aunque la familia se negó a última hora, atizó la rivalidad entre un pueblo y otro y, en definitiva, es acaso uno de los responsables individuales máximos del baldón infame que cae sobre una comunidad que en tantas ocasiones se resistió a otorgarle sus votos, haciendo de Osa “el pueblo del crimen”. No pudo ver los resultados de sus tejemanejes, pues falleció un año antes del juicio contra los dos acusados.

(Memoria de Licenciatura “El crimen de Cuenca”, Juan Antonio Porto Alonso, p. 125; Revista Guardia Civil, Enero 2000, pp. 71 y 72; SOY EL CEPA, ESTOY VIVO, p.144;

http://historiasdehispania.blogspot.com/2018/07/el-caso-grimaldos-o-crimen-de-cuenca.html)

[47] Confesión de Francisco Antonio Ruiz,… en la realidad, no sucedió nada parecido,… Me parece muy forzado por el autor,… que Francisco Antonio Ruiz se confiese, no con su párroco, sino con el del pueblo vecino y rival, máxime cuando además, el cura de Osa está presente,… Creo que es un “feo” innecesario al cura del propio pueblo, quien, en la realidad, era además su confesor. (Memoria de Licenciatura “El crimen de Cuenca”, Juan Antonio Porto Alonso, pp. 61, 64, 76 y 134; Las Provincias -Valencia-, 10-06-1990, p. 68)

[48] Hay que tener en cuenta que todas las declaraciones efectuadas en 1913 y posterior, están referidas a hechos ocurridos en 1910.

[49] Ángel Porras García, vecino de Tresjuncos, que, en la tarde del 21-08-1910, vio a José María Grimaldos y a las dos vecinas de su pueblo encaminarse a éste, muy cerca del Palomar, y, en concreto, antes de llegar a él. (Memoria de Licenciatura “El crimen de Cuenca”, Juan Antonio Porto Alonso, pp. 135)

[50]  Estas dos mujeres, Felipa y María, habían estado moliendo en el molino de la Osa. Al caer la tarde del 21-08-1910 volvían a Tresjuncos en su borriquillo cuando José María las alcanzó. Anduvo con ellas unos cientos de metros, hasta llegar bajo el Palomar, punto en que les dijo: -Seguir, que en seguida os doy alcance… Cuando llegaron a Tresjuncos, era noche cerrada y “El Cepa” no había aparecido. (Memoria de Licenciatura “El crimen de Cuenca”, Juan Antonio Porto Alonso, pp. 150)

[51]  Con fecha 13-09-1910 y ante el Juez Municipal de Osa de la Vega declara: …vio pasar ya con poco sol a las dos mujeres y pocos después al José María… parece era día festivo…

   Con fecha 22-09-1910 en Belmonte declara: …que era fiesta y que antes que el José María habían pasado dos muchachas de Tresjuncos…

   Con fecha 17-04-1913 en Osa de la Vega y ante el Juez Emilio Isasa declara: Preguntado por su Señoría para que manifieste de modo claro y terminante… después de varios titubeos sobre quien pasó antes o después… que primero pasaron las muchachas, después el José María, con lo que su Señoría dio por terminada esta declaración. (Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, pp. 9, 25, 134 y 135; Memoria de Licenciatura “El crimen de Cuenca”, Juan Antonio Porto Alonso, pp. 124)

[52] Gregorio Valero tiene antecedentes penales agrega don Conceso Coso. Son antecedentes que le honran; predican lealtad y cariño a la persona que le favoreció constantemente, al mejor testigo de su inocencia.

(La Correspondencia Militar, 20-03-1926, p 6)

[53] “Cuando fue detenido estaba trabajando, desde San Pedro de 1912, en casa del Alcalde de Pedro Muñoz (Ciudad Real), Juan Pedro Montoya. En el tiempo que estuvieron en Pedro Muñoz, a unos treinta km de Belmonte, León y los suyos vivieron como nunca lo habían hecho, porque Montoya era, en verdad, un buen patrón. Cuando la “pareja” detiene a León, Montoya se resiste a dar crédito al auto de arresto, lo encierra en una celda municipal y pasa casi toda la noche con él dentro de la celda. Juan Pedro Montoya no vivirá lo suficiente para comprobar la inocencia de León, por la que llegó a responder personalmente.”

(Memoria de Licenciatura “El crimen de Cuenca”, Juan Antonio Porto Alonso, p.129 y130)

“Y así pasó la noche -continúa narrando María Sánchez-, “que si te traigo una manta, que si tienes hambre, que si tienes frío, que no te preocupes León”. Ni un solo momento le dejó sólo. Los trajo a todos de cabeza.” (El crimen Cuenca, Salvador Maldonado, p. 53)

[54] “Me acuerdo yo muy bien de aquella noche -continúa narrando María Sánchez-, era una noche de chicharras y estrellas y mi madre nos mandó pronto a la cama. Luego vino el ama y nos dio a cada uno de los chicos un vaso de leche con azúcar. Al día siguiente, apareció don Pedro en la casa y yo oí cómo le contaba a mi madre que se lo habían llevado para la Mota del Cuervo, de camino a Belmonte. Lloraba mi madre y llorábamos todos. Es la herencia de los pobres, que lo único que nos dejan los padres son los ojos para llorar.” (El crimen de Cuenca, Salvador Maldonado, p. 53)

[55] Volvería después. El 20-05-1913 hay Nota Meritoria en el expediente del Sargento Juan Taboada; el 02-08-1913 escrito del Teniente Regidor sobre gestiones practicadas por el Sargento Juan Taboada Mora y Guardia primero Telesforo Díaz Ortega el 01-08-1913 en Osa de la Vega; y el 27-06-1919: Del Sargento Taboada consta la renuncia varias veces al examen de ascenso a segundo teniente por motivos de enfermedad,… ostentado el empleo de Sargento y permaneciendo en Belmonte hasta su jubilación en 27-06-1919.

(¡AY, DIOS MÍO! ¿EL CRIMEN DE CUENCA? p. 531)

[56]  Anécdota: El historiador de cine Carlos Fernández Cuenca, rodó como director, una película muda en 1927, adaptación de la obra teatral de Carlos Arniches “Es mi hombre” con guión de Enrique Jardiel Poncela, de muy escaso éxito. Fernández Cuenca contrariado dejó la práctica del cine. Jardiel Poncela rebautizó esta película como “El crimen de Cuenca”, abreviatura de “El crimen de (Fernández) Cuenca”. Fue estrenada el 16-12-1927 en Salamanca, Teatro Bretón. (Memoria de Licenciatura “El crimen de Cuenca”, Juan Antonio Porto Alonso, pp.13 y 14; www.depeliculasgratis.com/pelicula/es-mi-hombre-)

[57] NO MATARÁS. Célebres Verdugos Españoles. Salvador García Jiménez. 1910. Editorial Melusina S. L. Impresión Romanyà Valls. S. A.

[58] Monólogos picarescos. Con un juicio crítico de Luis Benavente. Fecha: 1910. Madrid: Imp. Artística Española. Libro 31 páginas, 20 cm. Materia: Obras humorísticas. Monólogos (Teatro). “EL CRIMEN” páginas 10 y 11)

[59] B.N.E. Biblioteca Digital  Hispana. Registro  Sonoro   1. Luis  Esteso  recita: Cara  A.- El Crimen y “Los Niños”; B.N.E. Biblioteca Digital Hispana. Registro Sonoro nº 2. Luis Esteso recita: Cara A.- El Crimen y “Pregón de Pueblo”.

[60] La Tierra -Cartagena-, 28-01-1921, p. 1.

[61] Heraldo de Madrid, 09-06-1904, p. 4; La Correspondencia de España, 08-02-1912, p. 6; En escrito firmado por Luis Esteso, hace referencia a “El Crimen de Cuenca”; La Unión Ilustrada -Madrid-, 18-03-1923, p. 11.

[62] Entrevista a León de las Casas, El Progreso, -Santa Cruz de Tenerife-, 07-05-1926 p.1y2

[63] 20-05-1935. FALLAMOS: Que debemos absolver y absolvemos con todos los efectos legales correspondientes a tal declaración, de los delitos de falsedad de documento público y coacción,… contra Don Manuel Rodríguez de Vera Romero, Don Juan José de Jáuregui y Mendoza, Don Baldomero Labarga Salazar, Don Gregorio Regidor Suárez, Don Juan Taboada Mora y Don Telesforo Díaz Ortega,…

[64] Monólogos picarescos. Con un juicio crítico de Luis Benavente. Fecha: 1910. Madrid: Imp. Artística Española. Libro 31 páginas, 20 cm. Materia: Obras humorísticas. Monólogos (Teatro). EL CRIMEN páginas 10 y 11.

B.N.E. Biblioteca Digital Hispana. Registro Sonoro nº 1. Luis Esteso recita: Cara A.- El Crimen y “Los Niños”.

Esteso y López de Haro, L. (1927). El Crimen de Cuenca. Madrid: Imprenta de G. Hernández y Galo Sáez. (365 páginas).

El Romance El Crimen de Cuenca, está en la pág. 99 y dentro de Monólogos picarescos; y El nuevo Crimen de Cuenca, está en la pág. 222 y dentro de Chascarrillos y Epigramas.

[65]  Pág. 123, 124 y 125 del libro “El Crimen de Cuenca” de Salvador Maldonado. 1979. Argos Vergara. Altamira 38. Cubierta Julio Vivas. Impreso por Litografía Rosés, Barcelona. La Copla no tiene firma. También figura en El Caso, 09-02-1980, p. 10.

 

[66] Esta afirmación y otras parecidas se fundamentan en que Luis Esteso escribió las líneas 1 y 59 -son iguales- de su Romance o Copla “EL CRIMEN”,…“El crimen de Cuenca” (08-09-1901), y la línea 1 de su Romance o Copla “El Nuevo crimen de Cuenca” (publicado 1927), partiendo o inspirándose en lo que gritaban los acusados cuando eran trasladados por la calle Carretería de Cuenca el 29-09-1893, y en la línea 218 de la copla (anónima y sin fecha) “Lastimosa Historia”, que relata los hechos ocurridos en Albalate de las Nogueras el 08-03-1893, a saber:

a)      29-09-1893.- Gritos de los acusados cuando eran trasladados por Calle Carretería: ¡Padres que tenéis hijos, rogad a Dios que no los castiguen nunca siendo inocentes! ¡Maldito Albalate!”.(La Correspondencia de España, p. 3, Mestre Martínez)

b)      Anónima y sin fecha.- Copla “Lastimosa Historia”, línea 218 -de un total de 221-: “Madres las que tenéis hijos”.

c)       08-09-1901, Copla de Luis Esteso “El crimen de Cuenca”, línea 1 y 59 -iguales, de un total de 64-: Padres los que tengáis hijos”.

d)      1927, Copla de Luis Esteso “El Nuevo crimen de Cuenca” línea 1 -de un total de 66-: Madres las que tengáis hijas”.

Hay que tener en cuenta que:

En aquella época, y aunque el analfabetismo superaba el 50 por ciento, había una gran tirada de periódicos. En gran parte de estos periódicos y casi diariamente se incluían coplas relativas a toda clase de sucesos, llegando al extremo de tener todo el texto del periódico en coplas; sirva de ejemplo El Eco de Málaga y El Eco de la Serranía -Ronda-, 29-04-1895.

Las coplas Anónimas eran confeccionadas, en su gran mayoría, por la Cofradía o Hermandad de los Ciegos. (Comentado en “Los Crímenes de Albalate de las Nogueras”, Punto Coplas.)

No sólo en los periódicos se daban a conocer coplas, en la mayoría de los pueblos, por muy pequeños que fueran, siempre había alguien dispuesto a cantar en coplas, chascarrillos,… cualquier acontecimiento que se saliera de la vida cotidiana.

Ante esta proliferación había expresiones, giros, vocablos, frases, líneas… que se popularizaron y eran utilizados comúnmente de forma total, parcial o parecida, adaptándolos a la idiosincrasia del hecho y del lugar.

[67] Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, pp. 7 y 8 y 862 a 868, declaraciones de León Sánchez; El Defensor de Granada, 13-03-1926, p. 2.

[68] Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, pp. 1001 y 1002, declaración de Lucilo Parra Coso; Memoria de Licenciatura “El crimen de Cuenca”, Juan Antonio Porto Alonso, p. 132.

[69] Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, pp. 62 y 63; Heraldo de Madrid, 25-03-1926, p. 2; El Liberal, 25-03-1926, p. 2 Declaración de Anselmo y Juana, padres de José María, 22-09-1910; Participa: Eulalio Gómez Mena.)

[70] Memoria de Licenciatura “El crimen de Cuenca”, Juan Antonio Porto Alonso, p. 102.

[71] Cuenca, España - Posición del sol 21 de agosto. Puesta del Sol: 20,57, crepúsculo 28 minutos. (https.//meteogram.es/sol/cuenca/)

[72] Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, pp. 5 y 6, declaración de Gabino Gómez; ¡AY, DIOS MÍO! ¿EL CRIMEN DE CUENCA? p. 293; EL CRIMEN DE CUENCA, SALVADOR MALDONADO, p.14.

[73] La  Correspondencia Militar, 25-03-1926, p.6; Heraldo de Madrid, 25-03-1926, p.2; Memoria de Licenciatura “El crimen de Cuenca”, Juan Antonio Porto, pp. 110 y 136.

[74] 08-03-1926. Belmonte. Juez Escribano. Declaración José Mª. Grimaldos.

[75] (Mitad de lo que le pidió a Lucilo Parra… “y si podría quedarse en su puesto durante ocho o quince días, a lo que accedió el declarante,…”

[76] 08-03-1926. Belmonte. Juez Escribano. Declaración José Mª. Grimaldos.

[77] Memoria de Licenciatura, “El crimen de Cuenca”, Juan Antonio Porto, p. 116

[78] [Declaración de José María “…y cree también se acostó sin poder precisar esto porque a lo mejor pasaba la noche con los amigos…”. Esta segunda parte no es viable, su admisión supondría que sus amigos estuvieron con él la noche del 21 y la madrugada del día 22, manteniéndose callados durante todo el sumario, lo que les haría encubridores de una acusación de asesinato. Además, esta duda que incluye José María en su declaración, no cambia nada. El lunes, 22 de Agosto quedaría: José María “acudió muy temprano,…”,  en lugar de “se levantó muy temprano”, aparejó el burro/a, cargó todo,…]

[79] Esta cita es conocida debido a que sobre el 23-03-1926, Pedro Rada se lo manifestó al abogado de Gregorio Valero, Conceso Coso.

(La Correspondencia Militar, 25-03-1926, p.6; Heraldo de Madrid, 25-03-1926, p.2)

[80] Fue rechazado en la milicia por no cumplir la estatura mínima: dio 149 centímetros al ser tallado.

“Era algo falto,… pero poseía una gran memoria”. (Asiento de 29-06-1910)

[81]  (Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, pp. 7 y 8 y 862 a 868, declaraciones de León Sánchez; El Defensor de Granada, 13-03-1926, p. 2).

[82]  Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, pp. 1001 y 1002, declaración de Lucilo Parra Coso; Memoria de Licenciatura “El crimen de Cuenca”, Juan Antonio Porto Alonso, p. 132)

[83]  Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, pp. 62 y 63; Heraldo de Madrid, 25-03-1926, p. 2; El Liberal, 25-03-1926, p. 2 Declaración de Anselmo y Juana, padres de José María, 22-09-1910.

[84] Memoria de Licenciatura “El crimen de Cuenca”, Juan Antonio Porto Alonso, p. 102

[85] Cuenca, España - Posición del sol 21 de agosto. Puesta del Sol: 20,57, crepúsculo 28 minutos. (https.//meteogram.es/sol/cuenca/)

[86] (Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, pp. 5 y 6, declaración de Gabino Gómez; ¡AY, DIOS MÍO! ¿EL CRIMEN DE CUENCA? p. 293; EL CRIMEN DE CUENCA, SALVADOR MALDONADO, p.14)

[87] (La Correspondencia Militar, 25-03-1926, p.6; Heraldo de Madrid, 25-03-1926, p.2; Memoria de Licenciatura “El crimen de Cuenca”, Juan Antonio Porto , pp. 110 y 136)

[88] 08-03-1926. Belmonte. Juez Escribano. Declaración José Mª. Grimaldos.

[89] Según declaración de Petra Algaba, dueña de La Celadilla, y Bienvenido García, encargado, al Juez de El Pedernoso Toribio Heras: “un pastor de Tresjuncos llamado José María,… les dijo que se iba a la finca de D. José María Perona en Pedro Muñoz, a colocarse de zagal,…”, (El Liberal -Madrid-, 24-03-1926, p. 2; Heraldo de Madrid, 24-03-1926, p. 4; La Época, 25-03-1926, p. 4)

[O bien cambió de idea y no fue a Pedro Muñoz o en Pedro Muñoz no encontró trabajo y volvió a El Pedernoso, continuando el camino. Su idea era alejarse y salir de la provincia de Cuenca, no paró hasta llegar a Camporrobles (Valencia).

Tardaría de seis a diez días en llegar a Camporrobles y encontrar trabajo. Permaneció en la provincia de Valencia hasta el 28-06-1920, casi 10 años.]

[90] 29-05-1926. Me caso -dice- porque ya tengo dos nenas: una, de siete años, y otra, de tres. Y antes tuve también un nene  (El Día -Cuenca-, 24-08-2010, p. 20)

[91] María Santos, segunda hermana de José María, casada con Miguel Torres casero de la finca “La Muela”, próxima a Villarejo de Fuentes, y finca que, según se dijo, visitó el “ánima“ del muerto  para  pedir  justicia,  y  que  fue  vista  por  Manolillo… -Madre, ¿las ánimas comen?-.

María Santos mandó decir una misa por el eterno descanso de su hermano y, al parecer, el “ánima” de éste volvió a aparecerse durante la celebración, pues los gritos de madre e hijo fueron, en tal sentido, harto elocuentes,…

(Memoria de Licenciatura “El crimen de Cuenca”, Juan Antonio Porto Alonso, pp. 115, 116, 146 y 147)

[92] Secretario del Juzgado de Belmonte de 26-08-1910 a 10-10-1913.

[93] Luis Jiménez de Asúa. (Madrid, 19-06-1889 - Buenos Aires, 16-11-1970)

Jurista y catedrático de Derecho Penal en la Facultad de Derecho de la Universidad Central de Madrid. Vicepresidente del Congreso de los Diputados y representante de España ante la Sociedad de Naciones.

Durante la dictadura franquista se exilió en Argentina, donde fue director del Instituto Penal y de Criminología de la Universidad de Buenos Aires.

En 1962 fue nombrado presidente de la República Española en el exilio, cargo que ocupó hasta su fallecimiento en Buenos Aires.

(https://es.wikipedia.org/wiki/Luis_Jiménez_de_Asúa; Luis Arroyo Zapatero

dbe.rah.es/biografias/13291/luis-jimenez-de-asua; Luis Jiménez de Asúa | Real Academia de la Historia (rah.es); Interviú, 20/26-12-1979, p. 105)

[94] Proclamación en la Cortes el 11-02-1873 hasta el 29-12-1874, cuando el pronunciamiento del general Martínez Campos dio lugar a la restauración de la monarquía borbónica.

[95] …Desamortización de Mendizábal (1836.1837); Desamortización de Espartero (1841);

     Desamortización de Madoz (1854-1856)

     (https://es.wikipedia.org/wiki/Desamortización_española)

[96]   Grimaldos, Valero y Sánchez han sido víctimas de una “verdad judicial” sabiendo que era mentira,… El sistema judicial prueba la muerte de un hombre que no murió y el crimen de dos infelices que no habían asesinado a nadie.

(Progreso, -Pontevedra-, 03-04-1926, p.1, ISACC PACHECO; El Sol, 05-03-1926, p. 5)

[97]  Cuando la justicia firmó la sentencia,… el más absoluto silencio enterró los folios del proceso. Actualmente salen a la superficie de la vida jurídica con los gritos de la verdad descubierta. (Progreso, -Pontevedra-, 03-04-1926, p.1, ISACC PACHECO)

[98] El “DNI” no entró en vigor hasta el 02-03-1944 (Decreto de la Presidencia del Gobierno, BOE nº 81 de 21-03-1944). En apariencia, el nuevo DNI era una simple modernización de las tradicionales cédulas personales. Su llegada a los pueblos de toda España sería progresivamente hasta 1966,…





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