EL CRIMEN DE CUENCA-Recuperando la Historia
La finalidad de abrir este blog es dar a conocer la investigación efectuada sobre la desaparición de José María Grimaldos López el 21 de agosto de 1910 en Osa de la Vega (Cuenca).
Todo lo que figura en este blog está ya publicado en:
1. Presentación libro en página Ayuntamiento
de Osa de la Vega, osadelavega.com
2. Resumen volúmenes
1 a 8, ya publicados, libro "El crimen de Cuenca - Recuperando la Historia"
Al final existe
la posibilidad de hacer cualquier tipo de pregunta relacionada con los hechos.
Todas las preguntas serán contestadas, con la única condición que sean respetuosas. Las no respetuosas serán borradas y no contestadas.
*
1. Pág. Ayuntamiento de Osa de la Vega, osadelavega.com
El autor de este libro es Juan Fuentes López,
nacido en Osa de la Vega, jubilado, y residente en Málaga.
Esta investigación
es “Dossier Periodístico”, comprende del año 1910 hasta nuestros
días, y trata de la desaparición de José María Grimaldos López el 21 de agosto
de 1910 en Osa de la Vega (Cuenca).
Este hecho fue y es
conocido por Caso Grimaldos, Error judicial de Osa de la Vega, Crimen de
Cuenca.
(El abogado
León de las Casas en escrito publicado en Heraldo de Madrid, 10-03-1926 página
4, da a este suceso y por primera vez, el nombre de “CRIMEN DE CUENCA”.)
El sumario de esta causa fue el causante de:
- Reforma del artículo 75 del Código Penal (1928).
- Reforma artículo 106 de la Constitución de la República (1931).
- Modificación de los artículos 954, 958 y 960 de la Ley de Enjuiciamiento
Criminal (1933).
- Ley indemnización víctimas errores judiciales (1933).
- Reforma del Código de Justicia Militar (1980) -Película “El crimen de
Cuenca!”-.
- Desaparición permiso de exhibición de películas (1981).
- A raíz del caso Grimaldos se modificó el Código Penal de manera que no se pudiera presentar una acusación de homicidio si no se encontraba un cadáver... Esta modificación ha estado vigente hasta la reforma en 2015, cuando a raíz del caso de Marta del Castillo la aparición del cuerpo ha dejado de ser condición indispensable para la acusación.
Esta investigación consta de un total de 11
volúmenes, todos “Dossier Periodístico”.
Hasta ahora hay publicados
ocho:
- - El volumen 1 fue editado el 29-06-2017.
- - Los volúmenes 2, 3, 4, 5, y 6 fueron editados juntos el 17-02-2019.
- - Los volúmenes 7 y 8 editados juntos el 25-02-2022.
Los volúmenes 1 a 6 abarcan de 1910 a 1935, (total 2.896 páginas).
El volumen 7, hasta fecha edición, (715 páginas).
El volumen 8, Cronología y
29 resúmenes, (625 páginas).
El volumen 9 saldrá en
algunos meses, y será exclusivamente de fotografías de la época y posteriores.
Después saldrán los
volúmenes 10 y 11.
Volumen 10: “Luis Esteso y
El crimen de Cuenca”
Volumen 11: “Los crímenes
de Albalate de las Nogueras
Todos los derechos han sido cedidos gratuitamente y a perpetuidad al Ayuntamiento de Osa de la Vega, quien vende los libros a precio de coste, 5 euros cada uno.
Resumen general en extracto
de los OCHO volúmenes publicados
Contenido: 2.401 planas de 209 Periódicos / publicaciones
distintos, copiadas a “la letra”.
Páginas: 4.236
en formato A5.
Bibliografía: 61
libros/otros.
Escritos: 523
Fotografías: 236 (referencia donde se encuentran)
Dibujos: 13
(referencia donde se encuentran)
Coplas o romances: 20
Datos Cronológicos: 329 páginas.
Resúmenes: 29
Prólogos: 12 (Familiares, Alcaldes, paisanos,
estudiosos,
investigadores, etc.)
Participan: 19 (Familiares, Alcaldes, paisanos,
estudiosos,
investigadores, etc.)
Archivos consultados: 49
(Bibliotecas, Hemerotecas,…)
Los 61 libros/otros de bibliografía y las 2.401
planas de periódicos/publicaciones de la época, se encuentran depositadas en el
Ayuntamiento de Osa de la Vega, a disposición de quién esté interesado/a en su
lectura o consulta.
En esta tremenda y larga historia participan los
mejores periodistas, abogados, escritores y penalistas de la época, y
posteriores:
Salazar Alonso, Alfonso
Muñoz, Luis Araquistain, Ramón J. Sénder, Leopoldo Garrido, Mariano Benlliure y
Tuero, El Tío Corujo, E. Gómez de Vaquero, Luis de Tapia, Quintiliano Saldaña,
César Huerta, Juan Guixé, Augusto Barcia, Juan de Toca, Federico de Urrutia,
José Rico de Estasen, Salvador Rosell, Rufino Baldás, Salvador Díez Verson,
Miguel Peñaflor, L. Ruy-Wamba, Luis Jiménez de Asúa, Roberto Castrovido, José
Dorado, Andrenio, Gabriel Alomar, Ruiz de Velasco, Juan de Esplugas, Menéndez
Pallares, Eugenio D´ors, Joaquín Romero-Matchent, Ossorio y Gallardo, Federico
Morena, Conrado de Maluenda, Segundo Viloria, Ángel Samblancat, Pablo de
Bergia, Álvaro de Albornoz, Vicente Lacambra, Jacinto Capella, Federica
Montseny, Alberto Insua, Margarita Nelken, Pedro Halon de Ureña, Antonio
Zozaya,…
Juan Cruz, Javier Moral, Javier Semprún, J. L. Martín Descalzo, Manuel Alcalá, Pedro Crespo, Antonio Garrido Buendía, Fernando Lara, Manuel Hidalgo, Margarita Landi, José Cebrian, Raúl del Pozo, Benigno Camañas, Pedro Costa Muste, Federico Muelas, Carmen García Moya,…
2. Volúmenes 1 a 8 ya publicados.
Planas Páginas en A5
Volumen 1.-
131 (109+22) 512
Volumen 2.- 359 481
Volumen 3.- 364 475
Volumen 4.- 405 471
Volumen 5.- 359 485
Volumen 6.- 408 473
Volumen 7.- 376 (332+12+20+12) 715
Volumen 8.- ----- 625
_____________________
Totales 2.402 4.237
* *
RESUMEN DE LOS OCHO VOLÚMENES YA
PUBLICADOS
(De un total de 4.237
páginas en formato A5, a continuación se relacionan aproximadamente 350 páginas)
*
EL
CORREO DE GALICIA (S. Compostela)
Año XIV, Nº 3645, 12-05-1913, pág. 1
Descubrimiento
de un crimen.
En el partido
judicial de Belmonte (Cuenca), pueblo de Osa de la Vega, ha sido descubierto un
crimen perpetrado hace tres años en la persona de un infeliz pastor, llamado
José María Grimaldos.
He aquí lo
ocurrido:
Hace poco
tiempo fueron expuestas al señor juez de aquel partido, D. Emilio de Isasa, por
la familia del pastor mencionado, las sospechas de que José María Grimaldos fue
asesinado, fundándose en que habiendo dejado el ganado que cuidaba con
propósito de ir a unos baños en 21 de Agosto de 1910, nada de él habían sabido,
y aunque por aquel entonces se dio conocimiento al juzgado de instrucción, nada
se pudo averiguar.
Recibida la
denuncia por el juez, procedió sin pérdida de tiempo a la práctica de las
diligencias necesarias, y trabajando con verdadera diligencia, ha podido
conseguir ver coronada su obra por el éxito.
Constituido el
Juzgado en el pueblo de Osa de la Vega se ordenó por el señor Isasa la
detención de dos individuos: León Sánchez Gascón, mayoral del ganado que
cuidaba José María, y Gregorio Varela, guarda de un palomar conocido por el
nombre de la Virgen de la Vega, quienes en un principio negaron rotundamente;
pero el juez consiguió la comprobación del asesinato, llevado a cabo por los
citados León Sánchez y Gregorio Varela. Este último llevó con engaños al
infeliz pastor al palomar, en el momento en que presentándose el mayoral León,
le asestó un tremendo garrotazo en la cabeza que le hizo caer a tierra
desvanecido, ocasión que aprovechó Gregorio para que, incorporándose sobre el
desgraciado pastor, le diera una puñalada en el pecho. Consumado el asesinato
fue llevado al cadáver del pastor por los criminales a una cuadra del palomar,
donde permaneció durante dos días, transcurridos los cuales, después de robarle
quince duros que llevaba, quemaron el cuerpo, triturando sus huesos y no
dejando huella de tan horrible asesinato.
LA INFORMACIÓN, (Cuenca)
año II, Nº 47, 15-05-1913, p. 3
NOTICIAS
Descubrimiento de un crimen.
El día 21 de Agosto de 1910, desapareció de Osa de la Vega, en cuyo término
se hallaba sirviendo en calidad de pastor, apacentando ganado, el vecino de
Tresjuncos, José María Grimaldos (a) Cepa,
de veintiocho años de edad, soltero, sin que las diligencias llevadas a cabo
por el Juzgado de Instrucción de Belmonte y la Guardia civil del mismo pueblo,
en unión de la familia del José María, dieran por resultado la menor pista
respecto al paradero de dicho sujeto.
Nuevamente han sido ahora reanudadas las pesquisas por dicho Juzgado, en
combinación con la Guardia civil, dando por resultado la averiguación de que el
sujeto indicado murió víctima de un horroroso asesinato, del que han resultado
ser autores los vecinos del citado pueblo de Osa de la Vega, Gregorio Valero
Contreras (a) Varela, jornalero, y
León Sánchez Gascón, pastor y mayoral del ganado que guardaba el interfecto,
los que según la declaración prestada, han confesado que estaban de acuerdo
para cometer el delito, a cuyo fin, el mencionado día 21, le salió al encuentro
el Valero y con engaños le llevó a la casa que habitaba, llamada Palomar de la
Virgen de la Vega y que al encontrarse allí, llegando el León, le asesinaron
entre ambos, robándole quince duros y dejando el cadáver en un pajar, hasta la
noche del día 23, que lo quemaron en la parte posterior del expresado Palomar,
machacando los huesos y arrojando las cenizas en un olivar contiguo a dicha
finca, que Gregorio custodiaba.
Dichos sujetos quedaron a disposición de la expresada autoridad judicial.
EL DÍA DE CUENCA, Año V. Núm.256,
21
mayo de 1918.Pág. 3
AUDIENCIA PROVINCIAL
Juicio que ha
de verse en juicio oral ante el Tribunal de Derecho, en el día 24:
Procesados:
León Sánchez y otro.
Delito:
Asesinato.
Partido:
Belmonte.
Abogados:
Garrido y Sanchíz.
Procuradores: Carralero
y Zarzuela.
EL LIBERAL (Cuenca), Año IX, Nº861,
miércoles 22 de Mayo de 1918, pág. 2
Se publica miércoles y sábados
DOS PENAS DE MUERTE
Una causa célebre.
Pasado mañana
viernes, darán principio en la Audiencia provincial las sesiones de la causa
que por el delito de robo con ocasión del cual resultó homicidio, se sigue
contra León Sánchez y Gregorio Valero de Osa de la Vega.
Este famoso
sumario que estuvo sobreseído algunos años por no encontrarse indicios de
criminalidad, se abrió nuevamente por denuncias de algunos vecinos de Osa de la
Vega, y dio por resultado el procesamiento de los individuos referidos. Por la
oscuridad que desde el primer momento rodeó el hecho de autos, por las
vicisitudes que pasó el sumario hasta su conclusión y por las circunstancias
con que la acusación pone de manifiesto la comisión del delito, ha despertado
la vista de esta causa, natural y grande expectación.
Y para que
pueda servir de orientación a nuestros lectores, en tan tristemente célebre
asunto, publicaremos los relatos que del hecho hacen las partes que intervienen
en el juicio oral.
El ministerio
público, en sus conclusiones provisionales, relata los hechos de la siguiente
forma:
En el mes de
agosto de 1910, el procesado León Sánchez Gascón y José M.ª Grimaldos, eran
respectivamente mayoral y pastor del ganado de D. Francisco Antonio Ruíz, y por
serlo, dicho procesado sabía que José M.ª Grimaldos en la tarde del día 21 de
dicho mes, iría desde el pueblo de Osa de la Vega al de Tresjuncos, llevando
consigo dinero procedente de una venta de corderos que meses antes había hecho;
sabía asimismo, que para trasladarse del uno al otro pueblo, seguiría el camino
llamado de Tresjuncos y la carretera que une a Socuéllamos con Tresjuncos; que
pasaría por frente a la casa llamada “Palomar la Virgen” habitada entonces por
el procesado Gregorio Valero, situada en término de Osa de la Vega, a unos 25
metros del punto en que dicha carretera intercepta a aquél camino; y puestos
previamente de acuerdo dichos procesados, determinaron quitar en la expresada
casa “Palomar de la Virgen” al José María Grimaldos, aquél dinero, el que
pudiera tener y apropiárselos.
Salió en efecto
José M.ª Grimaldos el 21 de agosto de 1910, cuando se ponía el sol, del pueblo
de Osa de la Vega para el de Tresjuncos; y como a las ocho y media de la noche
del mismo día penetró inducido a ello con engaño por León Sánchez, en el patio
de la casa “Palomar de la Virgen”, donde los esperaba Gregorio Valero, quien de
un modo brusco, rápido e inesperado, sin que José María pudiera apercibirse,
sospecharlo ni evitarlo, se abalanzó sobre éste, le cogió de improviso por el
cuello, en tanto que León Sánchez daba con un garrote tan fuerte golpe al
Grimaldos, que dio con este en tierra, y así, caído, Gregorio Valero, le clavó
un cuchillo en el lado izquierdo del pecho y le produjo herida que ocasionó la
muerte instantánea de José María.
Acto continuo
los procesados condujeron al cadáver del Grimaldos, a la cuadra de dicha casa,
sustrajeron con ánimo de lucro, de un bolsillo de la faja que el cadáver tenía
puesta 75 pesetas, en monedas de plata y calderilla que distribuyeron entre sí
ambos procesados y tres noches después, en la del 24 del expresado mes de
agosto, trasladaron el cadáver del José María, junto a la pared norte del edificio, donde le
quemaron, machacaron con grandes
piedras sus huesos, los colocaron dentro de una espuerta y los arrojaron a un
río.
Aprecia el Ministerio
fiscal la concurrencia de las circunstancias agravantes 2 y 8 del art. 10 del
Código penal, esto es, la alevosía y el haber empleado astucia y concurre
además en contra de León Sánchez, la de reincidencia, pide para ambos
procesados la pena de muerte.
Las defensas en sus escritos de
conclusiones provisionales, niegan en absoluto la versión de que los hechos da
el ministerio fiscal y afirman que José María ha desaparecido por marchar en
agosto de 1910, ha ignorado paradero, y (pasa a página 3)
EL LIBERAL (Cuenca), Año IX, Nº 861,
miércoles 22 de Mayo de 1918, pág. 3
(viene de página 2)
por lo tanto la absolución de sus
patrocinados.
Esta causa está señalada para los días 24 y 25, están citados para declarar en ella, 33 testigos. Representará al ministerio público el fiscal Sr. Sánchez Vera, la defensa de León Sánchez está encomendada al letrado D. Ramón Sanchíz, y la de Gregorio Valero está encargado nuestro director Sr. Garrido Cavero.
EL LIBERAL (Cuenca), Año IX, Nº 863,
miércoles 29 de Mayo de 1918, pág. 2
TRIBUNALES
Juicio importante
En la noche del
sábado terminaron las sesiones del juicio que por robo y homicidio se seguía
contra Gregorio Valero y León Sánchez, de Osa de la Vega. En nuestro número
anterior[1]
dábamos cuenta de la primera sesión celebrada y del desarrollo de la prueba,
que resultó favorable para los procesados.
Reanudose por la tarde la vista;
el ministerio fiscal modificó sus conclusiones en el sentido de apreciar la
existencia de un delito de homicidio, con las agravantes de nocturnidad y abuso
de superioridad para Gregorio Valero y (continúa en página 3)
EL LIBERAL (Cuenca), Año IX, Nº 863,
miércoles 29 de Mayo de 1918, pág. 3
(viene de página 2)
estas dos más
las de reincidencia, para León Sánchez. Las defensas modificaron también sus
conclusiones en el sentido de apreciar el homicidio con las atenuantes de
arrebato y obcecación, embriaguez y provocación inmediata la de Gregorio y
solamente las dos primeras la de León Sánchez.
El fiscal Sr. Sánchez Vera,
pronunció como de costumbre un elocuente informe, en apoyo de su tesis; el
defensor de León Sánchez, Sr. Álvarez Neira, estuvo acertado apoyando los
fundamentos de su defensa, y el de Gregorio Valero nuestro director Sr. Garrido
Cavero, realizó en su informe una labor verdaderamente meritoria que fue escuchada con gran interés por el numeroso público que ocupaba la Sala de
vistas de la Audiencia. El Presidente Sr. Ballesteros, resumió los debates con
gran imparcialidad y el Jurado después de corta deliberación dictó veredicto de
culpabilidad votando las agravantes y rechazando las atenuantes, decisión que
produjo alguna extrañeza, puesto que especialmente la de nocturnidad, no había
sido probada en el curso del juicio.
El Sr. fiscal
solicitó la imposición de 20 años de reclusión temporal y las defensas la de 17
años, 4 meses y un día; y la Sala en su Sentencia, estimó la existencia de una
atenuante e impuso a los procesados la pena de 18 años de reclusión, con el
abono de cinco años que llevan los procesados de prisión preventiva.
Dada la índole
del sumario, y del estado de opinión en que se han celebrado las sesiones del
juicio oral, el resultado obtenido, ha sido un gran triunfo para los
defensores, por el cual han recibido los señores Álvarez Neira y Garrido
Cavero, numerosos felicitaciones.
EL DIA DE CUENCA, Año XIV.- Núm. 1.386,
Martes 2 de Marzo 1926, pág. 1
Se publica los martes y los viernes.
(Este número ha sido sometido a la previa censura.)
¿Un error Judicial?
Nuestro corresponsal en Belmonte,
nos comunica noticias que hasta ahora parecen indicar hubo un gran error
judicial al condenar a los vecinos de Osa de la Vega, León Sánchez y Gregorio
Valero.
Por el año 1910
se abrió proceso por la desaparición misteriosa del joven vecino de Tresjuncos
José María Grimaldos, y recayendo sospechas sobre el León Sánchez y el Gregorio
Valero, se celebró juicio oral, acusándoles de asesinato el Fiscal y siendo
condenados a catorce años, ocho meses y veinte y un días de prisión a cada uno.
Pero es el
caso, que hace unos días el párroco de Mira, reclamó del juzgado de Tresjuncos,
la partida de nacimiento del que se creía asesinado, averiguándose que el
Grimaldos vive hace tiempo en Mira y que ahora pretendía contraer matrimonio.
El digno Juez
de Belmonte don Antonio Pérez, secundado por el competente secretario judicial,
don Gonzalo Amalio Figueroa, han comenzado con gran actividad a instruir
diligencias y en virtud de órdenes dimanantes de dicho juzgado que ha sido
conducido a Belmonte José María Grimaldos, que parece ha declarado ha residido
bastantes años en Francia.
Los que fueron
condenados por la Audiencia de Cuenca, han extinguido por su condena.
Tendremos al
corriente a nuestros lectores del desenvolvimiento de este asunto, pues no está
todo lo claro que parece, pues según se nos dice el José María Grimaldos tenía
otro hermano de poca diferencia de edad con él mismo y bien pudiera tratarse de
una suplantación en la personalidad civil.
Hasta ahora se
presenta todo ello enmarañado; en el sumario confesaron los vecinos de Osa de
la Vega, la participación directa que tuvieron en el crimen, negando en el
juicio oral en que fueron defendidos por don Leopoldo Garrido (hijo) y acusados
por el fiscal señor Sánchez Vera.
Recuérdese que
se solicitó para el Valero y el Sánchez la pena de muerte y pone espanto en el
ánimo el que se les hubiera condenado y hubieran sido ejecutados.
De resultar cierto y puesto en
claro el error judicial suscitaría una vez más hondos problemas jurídicos, como
lo del valor de la confesión judicial por los procesados, lo irreparable de la
pena de muerte y otros interesantísimos.
EL SOL. Año X- Núm. 2.676. Madrid,
jueves 4 de marzo de 1926. Página 1
ESTE NÚMERO HA SIDO REVISADO POR LA CENSURA
TREMENDO ERROR JUDICIAL
Dos hombres inocentes han permanecido doce años en
presidio.
Un muerto que va a casarse.
Tarancón 3 (4 t.).- Comunican del inmediato pueblo de Osa de la Vega el hecho siguiente:
En 1.910 desapareció de dicho pueblo, después de vender unas ovejas de su propiedad, el pastor José María Grimaldos González (López), natural de Tresjuncos, individuo que prestaba servicios pastoriles en una finca llamada Casa de la Vega, enclavada entre los dos mencionados pueblos. La desaparición del pastor se comentó grandemente, llegando la fantasía de los vecinos a imaginar que se había cometido un crimen, circunstancia por la cual intervino en el asunto la Justicia. Se realizaron extensos trabajos; pero las actuaciones no tuvieron consecuencias por el momento, puesto que el Juez de Belmonte, Juzgado al cual pertenecen los dos referidos pueblos, no encontró pruebas de la muerte del pastor.
Transcurrió
algún tiempo, y en vista de que el pastor no aparecía, la familia del
desaparecido aprovechó la circunstancia de haber sido destinado a Belmonte otro
Juez, Don Emilio Isasa Echenique, y denunció nuevamente el caso.
Volvieron a
comenzar los trabajos judiciales, las indagatorias y las pesquisas, y como
resultado de todo fueron detenidos como presuntos autores del supuesto crimen
un individuo llamado León "El Pastor" y Gregorio Valero, los dos
naturales de Osa de la Vega, los cuales hicieron constantes protestas de
inocencia.
Cuando se les
preguntó dónde estaba el cadáver contestaron que en el cementerio; pero hechos
en el camposanto varios reconocimientos no se halló el cadáver. Después
manifestaron los procesados que habían despedazado el cadáver y que los trozos
los habían echado a los cerdos.
Transcurrió
algún tiempo, y se verificó en Cuenca la vista de la causa. El fiscal pidió
para los procesados la pena de muerte, y, por último, fueron condenados a diez
y ocho años de presidio, condena que han cumplido por espacio de doce años.
El epílogo de
este error es el siguiente:
El cura de
Tresjuncos recibió últimamente una carta del párroco del pueblo de Mira, en la
que le pedía la partida de bautismo de José María Grimaldos, que iba a contraer
matrimonio en aquella parroquia. El estupor del párroco de Tresjuncos fué
tremendo, pues recordaba las consecuencias que tuvo la desaparición de
Grimaldos, y, en consecuencia, comunicó a su compañero de Mira todos los
detalles del asunto. El párroco de Mira requirió a Grimaldos para que lo
acompañase a Tresjuncos, donde, en efecto, fué reconocido por todos sus
convecinos. El espantoso error judicial ha quedado comprobado.
Este suceso es
el tema de todas las conversaciones en toda la comarca. Todos los vecinos del
pueblo de Tresjuncos y de Osa de la Vega han tomado parte en el asunto para
exigir las oportunas responsabilidades. (Febus)
Grimaldos no murió
El viejo magistrado nos lo decía,
después de leer la noticia que el telégrafo nos trajo de Tarancón: "Una
pluma y otra pluma... Rompía siempre varias antes de firmar una condena. A mi
conciencia parecían llegar, en aquellos días de mi actuación profesional, voces
de presidio clamando por la libertad y pregonando inocencias. Entre el papel de
oficio y la pluma de sentenciador alzábase el fantasma, y el fantasma era yo
mismo, con traje pardo de presidiario, con un número nuncio de mi muerte. Y
podía ser inocente. Podían los indicios, tal vez las pruebas, llevarme a la
cárcel, afrentado por un delito no cometido... Ya le digo -terminaba el anciano
maestro- que rompía muchas plumas antes de firmar.
Nos hizo releerle el telegrama. Como quien pasa cien veces ante el panorama espléndido y encuentra cada vez cien novedades, el magistrado, a quien la Ley retiró, hallaba en cada palabra nuevo motivo de comentario. Vibraba su alma y sus labios nerviosamente modulaban las palabras.
-
Es horrible, joven. No hay
tragedia comparable a la del inocente que ante el Juez se alza para decir su
inocencia: "No fui yo... No fui yo"... El Juez, impertérrito, tiende
su mano y apunta con el índice al corazón del denunciado, diciéndole:
"Demuéstralo... Demuéstralo."
¿Cómo demostrarlo? Recuerdos,
hechos, detalles. Todo se agita, todo se mezcla; la inteligencia lucha...
Sombras por todas partes, y, al fin, los brazos que caen rendidos, la cabeza
que se inclina y la frase de confesión que se obtiene.
¡Doce años en presidio, por un
crimen que no cometieron, por un crimen que no cometió nadie¡... Grimaldos no
murió. Grimaldos vive, y al ir a contraer matrimonio todo se ha descubierto.
León, "el Pastor", y Gregorio Valero eran inocentes.
El Estado, la
Justicia, abre las puertas de la cárcel, saluda con reverencia a los inocentes
y aquí no ha pasado nada... ¿Qué importa un error judicial?
Repitamos la
frase: Grimaldos vive. Y junto a la frase, los nombres de los condenados, para
que un medallón en todas las Audiencias lo recuerde: ¿Grimaldos no fué
asesinado?
Y ellos
confesaron. En su calvario de detenidos, no resistieron al interrogatorio duro,
a esa trayectoria que empieza en la duda, que forma una cadena sinfín para
atenazar al encartado y que lleva como faro la presunta culpabilidad. No
resistieron. Cuando al juez llegaron las diligencias, iba consignada la
confesión. Negar, negar siempre es, dado el procedimiento, prolongar el
interrogatorio. El espíritu en tortura desfallece. Los detalles que se
entremezclan se contradicen. ¿Fué en el campo el crimen? Ocultaré que por allí
pasé, dice el inocente, por si acaso. Pero, ¿por dónde fué entonces? Duda,
titubea... Sigue el buscador de la verdad, inconmovible, en su misión. Una
pregunta y otra.
El espíritu
manda en la materia. El desfallecimiento espiritual supone la tortura del
cuerpo. Seguir caminando por lo desconocido, apoyándose en sombras, es marcha
de fatiga. No puedo más. Las razones que se le oponen llegan a hacerlo
titubear. Acaso... Acaso... Sin darme cuenta... Y el cerebro estalla, duelen
las sienes y siéntese dolor en las carnes como si golpes se recibieran. Se cree
en la locura, mil ideas extrañas punzan. Ciérrense los puños con gesto de
impotencia, porque no es posible abrir el pecho y mostrar la verdad, la verdad
que los otros no creen.
-
¡Basta¡ ¡Basta¡ Fui yo... Fuimos
nosotros.
-
Respiran todos. La tarea ([2]…)
de los esforzados buscadores del
culpable es el suspiro del mundo que halla su justicia.
-
¡Qué bien va la fantasía libre de
toda traba¡ El folletín se abre paso.
-
Lo llevamos al cementerio, lo
enterramos...
-
Si no está allí.
- Es verdad. Lo despedazamos, dimos a los cerdos sus pedazos... Pero fuimos nosotros los asesinos.
Confesión. Ya está la prueba.
Convicto y confeso el procesado, ¿para qué más? El denunciado es el eje de la
búsqueda judicial. La confesión basta. Destruirla luego no es dable. Argucias
de letrado, maquiavelismo de presos. La sentencia, la condena, el presidio. La
sociedad puede estar tranquila.
Jurisconsultos
que queréis alumbrar con vuestra ciencia el camino de la Justicia. Jueces que
sentís como sacerdocio vuestro alto ministerio; meditad ante el hecho,
descubríos, silenciosos, ante el error; mandad que su recuerdo sea perenne
advertencia, y luego, cuando volváis a vuestro laboratorio, escribid en los
Códigos que a nadie que no sea al juez sea tolerado que interrogue, que indagar
no es buscar pruebas de culpabilidad; que tanto se sirve a la Justicia
proclamando la inocencia, como castigando al culpable; que la trayectoria de la
vida no es indefectiblemente el mal.
Libres y
honrados los que condenados por error sufrieron privación de libertad. La
sociedad se cobró. Quedó satisfecha. ¿Lo que dará al no restituir nada a León,
"el Pastor", y Gregorio Valero?
Grimaldos no
murió. Unos hombres fueron condenados por su muerte.
SALAZAR ALONSO
EL LIBERAL, Año XLVIII.- Núm. 16.445,
Jueves 4 de Marzo 1926, pág. 1
(ESTE NÚMERO HA SIDO VISADO POR LA CENSURA)
¡¡ POR HABER “ASESINADO” A UN PASTOR QUE VIVE EN LA
ACTUALIDAD!!
Dos individuos han permanecido doce años en presidio
por un delito que no cometieron.
TARANCÓN 3.- En el pueblo de
Tresjuncos ha sido descubierto un terrible error judicial, por el cual han
permanecido doce años en presidio dos individuos inocentes del sangriento hecho
por el que se les condenó.
Desaparece un pastor
El pastor José María Grimaldos
González (López) prestaba sus servicios como pastor, allá por el año de 1910,
en una finca conocida por Casa de la Vega, entre los pueblos de Osa de la Vega
y Tresjuncos, pueblo éste de donde el pastor es natural. Por esa fecha José vendió
unas ovejas de su propiedad y desapareció como si se lo hubiera tragado la
tierra.
Los vecinos de
ambos pueblos echaron a volar la fantasía, y lo que primero comenzó a ser sólo
un rumor llegó a afirmarse y a darse sin ningún género de dudas como cierto:
“José ha sido asesinado”.
La familia del supuesto difunto y los vecinos hicieron que el Juzgado de Belmonte, al que pertenecen Tresjuncos y Osa de la Vega, tomara cartas en el asunto; pero no fueron halladas pruebas de la muerte de José ni se hizo detención alguna.
Son detenidos dos individuos
Pasó el tiempo, y cuando ya
parecía el asunto un poco olvidado, fué destinado a Belmonte un nuevo juez, el
Sr. Isasa Echenique, y la familia de José denunció nuevamente el caso e hizo
que se removiera el sumario, comenzando otra vez los trabajos judiciales.
Indagatorias,
pesquisas, y la Guardia civil detuvo a dos individuos llamados León “el pastor”
y Gregorio Valero, ambos naturales de Osa de la vega, los cuales, acusados como
autores de la muerte de José, hicieron reiteradas protestas de inocencia.
Terminaron
declarando que habían matado a José María Grimaldos, e incluso añadieron,
primero, que habían llevado el cadáver al cementerio, y luego, en vista de que
no fué hallado en el cementerio el cadáver de José, que lo habían echado a los
cerdos, despedazándolo.
Vista de la causa en Cuenca
Y después de algún tiempo de tan
contundentes declaraciones se verificó la vista de la causa en Cuenca.
¡Volvieron a declararse autores
del hecho! No. Los procesados hicieron nuevas protestas de inocencia.
Pidió para los
acusados el fiscal la pena de muerte. Fueron condenados a dieciocho años de
presidio, y a presidio fueron donde han cumplido la condena, que se ha
reducido, gracias a algunos indultos, a doce años solamente.
Y viene la
terrible y tardía sorpresa.
¡Grimaldos vive en el pueblo de Mira!
Hace poco el cura de Tresjuncos
recibió del párroco de Mira una carta. Le pedía en ella la partida de bautismo
de José María Grimaldos, que en la parroquia de este último pueblo iba a
contraer matrimonio. ¡Asombro del cura de Tresjuncos! ¡La partida de bautismo
de José María Grimaldos! ¡Pero no era éste el pastor asesinado y echado a los
cerdos! ¡No habían estado por su muerte dos hombres en presidio por espacio de
doce años! Se trataba sin duda de un error o de una suplantación de
personalidad. Pero no había tal cosa. Todo se puso en claro en seguida.
Grimaldos existía, existe. Efectivamente, se hallaba en Mira y se iba a casar.
El cura de Mira llevó a Grimaldos
a Tresjuncos y todos los vecinos lo reconocieron. ¡No había habido asesinato!
Sólo había, sólo hay, el triste hecho, el terrible hecho de que dos infelices
han estado en presidio doce años por una culpa que no cometieron, por la
sencilla razón de que no ha existido nunca...
Y ahora las lamentaciones
Comprobado el
lamentabilísimo error judicial, todos son ahora a lamentarse de lo ocurrido.
Los vecinos de los pueblos de Osa de la vega y de Tresjuncos parece que quieren
exigir las oportunas responsabilidades. Es lo menos que pueden hacer...
En toda la comarca el hecho es
comentadísimo. ¡Cómo es posible -se dice todo el mundo- que haya ocurrido nada
semejante! Lo que más hace pensar es, durante el tiempo que duró el proceso y
luego cuando se falló la causa y fueron a presidio el “Pastor” y Gregorio
Valero, la inhibición de José María Grimaldos.
¡Cómo no se
enteró de nada de lo que ocurría! ¡Cómo nadie le dijo lo que pasaba! ¡Dónde
estuvo durante ese tiempo! ¡Que hizo! ¡Es posible no enterarse de que le
consideraban asesinado y de que dos hombres habían ido a presidio por su
hipotética muerte!
No habrá una
sola conciencia que no se subleve ante tanto dolor como el que han sufrido esos
hombres. Cuando esos hombres salgan de presidio, donde han estado doce años
después de los días en que se formó el atestado, no se les puede despedir a la
puerta de la cárcel diciéndoles: “Ustedes perdonen la equivocación.” Al
devolverles la libertad y la honra, el Estado debiera indemnizarles (no en la
medida del daño causado, que en las arcas del más rico tesoro no habría dinero
bastante para la adecuada reparación), entregándoles una cantidad considerable
o señalándoles una pensión.
Por la propia justicia, por
humanidad y por dignidad de todos debe decretarse la libertad del “Pastor” y de
Gregorio Valero y ponérseles en condiciones de que después de los horrores de
la cárcel, horrores que se multiplican para el inocente, no conozcan los de la
miseria en la vejez.
EL SOL, Año X- Núm. 2.677. Madrid,
viernes 5 de marzo de 1926. Página 1
ESTE NÚMERO HA SIDO REVISADO POR LA CENSURA
ACERCA DE UN ERROR JUDICIAL
Comparece la "víctima"
Tarancón 4 (8 n.).- Continúa la
expectación acerca del caso de los dos sujetos que fueron condenados a catorce
años de prisión y ahora resulta que la presunta víctima del suceso se encuentra
con vida y próxima a contraer matrimonio.
El juez del
distrito de Belmonte ha practicado diligencias para comprobar los hechos; una
de las primeras adoptadas ha sido la comparecencia de la supuesta víctima, José
María Grimaldos, el que ha manifestado que no pudo enterarse de nada de lo
ocurrido porque ha estado muchos años residiendo en Francia.
Hasta ahora lo
ocurrido se presenta con bastantes nebulosidades. En el sumario confesaron los
vecinos de Osa de la Vega la participación directa que tuvieron en el crimen, y
en cambio en el juicio oral negaron rotundamente su culpabilidad; en este acto fueron
defendidos por don Leopoldo Garrido (hijo) y actuó de fiscal el Sr. Sánchez
Vera. (Febus)
EL SOL, Año X- Núm. 2.678. Madrid,
sábado 6 de marzo de 1926. Página 1
ESTE NÚMERO HA SIDO REVISADO POR LA CENSURA
EL MUERTO RESUCITADO
Un redactor de "El Sol" habla con Grimaldos
(de nuestro enviado especial)
La vida de Grimaldos
TARANCON 5 (11 n.).- Hemos
realizado varias excursiones por esta comarca. Visitamos primero a José María
Grimaldos López, que llegó a Tresjuncos, su pueblo natal, en la mañana del
miércoles último. Nuestra visita le altera un tanto. Su rostro, inmovilizado
por la sorpresa, se anima levemente con una sonrisa de niño. Nuestra impresión
es que José María Grimaldos es un anormal, quizá un idiota.
Nos damos a conocer.
-
Somos periodistas - le decimos -
y queremos que usted nos cuente algo de lo que ha hecho durante su huida de
estas tierras y de los motivos que tuvo para escapar de tan extraña manera.
Sin cejar su risa inexpresiva,
nos contesta:
-
Un barrunto que me dio.
-
Pero ¿hubo antes disgustos de
familia, o acaso con los compañeros?
-
No - responde-. Fué, como le
digo, un barrunto.
-
Bueno, y ¿adónde fue usted, y dónde
pasó estos años?
-
Era un día del mes de agosto, de
1.910, pensé irme a los baños de Celadilla, junto a Pedernoso, y así lo hice,
estando en dicho punto unos días. Después, dispuesto a no volver a mi casa,
marché a Camporrobles (Valencia del Cid), donde entré de pastor con José
Arroyo; allí estuve un año. Luego fui a Cuevas de Utiel (Valencia), donde
permanecí tres años sirviendo en casa de José Ortiz. Volví a Camporrobles, y
después marché a Fuenterrobles donde trabajé seis meses con Fabio Arroyo, y desde
este punto fui a Mira, pueblo de esta provincia. Allí presté mis servicios de
pastor. Dos años en casa de José Fuentes, que era el alcalde; un año, en casa
de Teodoro Clavijo; otro, en casa de Eugenio Salinas; luego, en la de Jesús
López; después, en casa de la "Calabaza", en Villalgordo del
Cabriel...
Y así va
recordando los años de su ausencia sin gran esfuerzo. Parece como si recitase
una lección bien aprendida. Este hombre tiene una memoria feliz. ¿Será la memoria
el patrimonio de los tontos?
Recuerda todo
lo que ha hecho en su vida; pero durante ésta, y a pesar de su buena memoria,
olvidó que tenía madre y que ésta moría de pena con su ausencia, cómo murió
efectivamente, con la tristeza de una tragedia y de un hijo perdido y, olvidó
también que tenía hermanas y sobrinos que lloraban.
José María
Grimaldos, al marchar de su pueblo, olvidó todos, todos sus afectos. Él nos lo
dice así mismo.
Pero José María
se iba a casar ahora. José María, hombre sin afectos. ¿Cómo cobró uno tan fuerte
que le impulsaba a casarse?
Se lo
preguntamos, y de nuevo aparece en sus labios la sonrisa indefinible...
-
Me caso - dice – porque ya tengo
dos nenas, una, de siete años, y otra, de tres. Y antes tuve también un nene...
El señor cura me dijo que así no debía estar, y yo, la verdad, le contesté:
"Arrégleme usted los papeles y me casaré." Otro barrunto que me dio.
-
¿No supo usted nunca el mal que
había ocasionado a su familia?
-
No, nunca. Si lo hubiera
sabido... Yo siempre estuve en el campo; nada sabía ni quería saber de nadie;
trabajaba... ¡y nada más!
-
¿Negó usted su nombre y su naturaleza
alguna vez?
-
Nunca. Siempre fui José María
Grimaldos, de Tresjuncos. ¿Para qué había de negar? Yo siempre he sido bueno.
Que lo pregunten en las casas donde he trabajado.
El
"barrunto" inconsciente de José María Grimaldos ha ocasionado males
terribles a tres familias desdichadas. A él le produce pena, mucha pena haber
sido el causante involuntario del horrible drama. Al recordarlo sus ojos se
enturbian y sus facciones se contraen.
Testimonio de gratitud.
Quiero hacer constar mi gratitud
a nuestro corresponsal en esta localidad, D. Pedro Martínez Fernández, activo e
inteligente colaborador, a cuya gestión debo gran parte del éxito de esta
información. Esta gratitud debo hacerla extensiva al jefe de la Central de
Teléfonos de este pueblo, que tan gentilmente ha favorecido la rápida
comunicación de mis informes en beneficio de los lectores de EL SOL.
Un comentario de "La Época"
"La Época" dedica su
editorial de anoche a comentar el error judicial de Tresjuncos, cuya
"información - dice - no puede leerse sin sentir el ánimo invadido por un
sinnúmero de consideraciones, bien poco gratas, a la verdad".
"¿Cómo
evitar la posibilidad de su repetición?", pregunta. Y añade; "Nuestro
Código penal es muy viejo. Con la agravante de que la ciencia penal es moderna.
De suerte que tenía un evidente divorcio entre los principios doctrinales que
influyen en la materia a la hora presente y los artículos de nuestro Código que
data, como es sabido, de 1870.”
Es indudable
que la ley puede contribuir a reducir muchísimo las posibilidades del error.
Hacia esto creemos que hay que ir, perfeccionando en la medida de lo posible,
la administración de justicia y sus leyes fundamentales. Perfeccionarlas,
entiéndase bien, como Dios manda; preparando las reformas metódica y
orgánicamente. Nada de enmiendas ni retoques; reforma de conjunto, estudiada de
una vez y promulgada con el máximo de autoridad doctrinal y política."
EL LIBERAL, Año XLVIII.- Núm. 16.447,
Sábado 6 de Marzo 1926, pág. 1
ESTE NÚMERO HA SIDO VISADO POR LA CENSURA
LAS VÍCTIMAS DE UN ERROR JUDICIAL
El pastor Gregorio Valero hace un interesante relato
de lo ocurrido
Los años de dolor pasados en la cárcel y la
persecución del pueblo cuando cumplieron condena
Manifestaciones de Grimaldos
(de nuestro enviado especial Sr. Muñoz)
BELMONTE 5.- Ha sido enorme la
impresión que en los pueblos de la comarca ha producido la presentación del
pastor Grimaldos, a quien se creía víctima de un asesinato, y por cuyo supuesto
delito estuvieron varios años en la cárcel los desdichados vecinos de Osa de la
Vega León Sánchez y Gregorio Valero.
Grimaldos
declaró, según referencias y detalles que he podido recoger que no pudo
enterarse de nada porque hacía muchísimo tiempo que residía en Mira, pequeño
pueblecito que carece de caminos para comunicarse con Tarancón o Belmonte.
La conducta del
pastor está justificada en parte porque no sabe leer y no oyó jamás hablar del
crimen que parecía haberse cometido el año 1910.
A
requerimientos de la familia de Grimaldos fueron encarcelados León y Gregorio.
La voz pública les acusaba también injustamente. Nada había en la vida de ambos
que pudiera dar lugar a sospechas.
León Sánchez y Gregorio Valero
tenían con el pastor una estrecha amistad.
ESTE NÚMERO HA SIDO VISADO POR LA CENSURA
No se ha logrado poner en claro
todavía el porqué de su confesión. Los pueblos de estos contornos, con sus
alcaldes a la cabeza, convencidos ahora de la inocencia de los condenados, han
solicitado oficialmente la rehabilitación de los inocentes.
Uno de ellos
Gregorio Valero, tiene instalada su humilde vivienda en Osa de la Vega, donde
el vecindario y las autoridades me reciben afectuosamente.
Gregorio Valero
es hombre afable, tiene cuarenta y seis años, está casado y cinco hijos le
hacen la vida feliz en el hogar, y en las horas de angustia pasadas en presidio
constituyeron para Gregorio una esperanza y fueron un lenitivo para su acerbo
dolor.
Cuando la
justicia cayó en error y Gregorio se vio privado de libertad tenía treinta y
tres años. El día 21 de agosto de 1910 desapareció Grimaldos, quien prestaba
sus servicios en casa del colono Constantino Ruiz, en unión de León y Gregorio.
Nada se supo entonces, pues la familia no reiteró la denuncia que formulara, en
un principio hasta pasados tres años, con motivo de un cambio de juez.
El pueblo creyó
que los autores del crimen eran ellos, y cuando volvieron después de cumplir
condena en el penal de San Miguel de los Reyes sufrieron los vejámenes y
desprecios de sus paisanos, que llegaron incluso a negarles el saludo.
Este
apartamiento en que les tenían hizo de los inocentes unos seres taciturnos y
silenciosos. Los dos pastores padecieron en Osa de la Vega un verdadero
calvario, llegando incluso sus propios familiares a dudar de ellos.
Cuando se
comprobó la injusticia formóse una manifestación de simpatía, y los pastores
tuvieron el generoso rasgo de perdonar a cuantos les habían calumniado.
En Tresjuncos
vive José María Grimaldos, cuyo aspecto da una sensación opuesta a la que poco
antes me produjera Gregorio Valero. Bondadoso, leal y amable éste; huraño,
retraído y de carácter áspero Grimaldos. Es analfabeto y su tipo tiene todas
las características del degenerado. Grimaldos me declara que marchó del pueblo
sin decir nada a su familia. Y que en Mira hizo vida marital con Cristina
Ferrer, de la que tiene dos hijos.
Afirma que no supo nada de lo ocurrido hasta que recibió una carta del sacerdote de Osa (Tresjuncos) dándole cuanta de todo y remitiéndole los documentos que había solicitado para contraer matrimonio. (Muñoz)
MAÑANA AMPLIA INFORMACIÓN DEL SUCESO
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POR FALTA DE ESCUELAS Y DE COMUNICACIONES
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El pastor Grimaldos, analfabeto y aislado en el campo,
no pudo enterarse hasta ahora de que le habían asesinado hace dieciséis años
El horrible
caso de los dos españoles que han estado doce años en presidio por un delito
fantástico, que por las muestras es una de tantas leyendas como se forjan
alrededor de sucesos nimios, es vergonzoso. La Providencia, no sabemos si en
forma de atenuante o de indulto, libró a los inocentes presidiarios de la pena
de muerte que pedía el fiscal, fundando su acusación en que los supuestos
asesinos estaban convictos y confesos de su crimen.
ESTE NÚMERO HA SIDO VISADO POR LA CENSURA
El caso presente plantea, una
cuestión, debatidísima en otras ocasiones, de mayor expansión para el
pensamiento, y que tiene una actualidad palpitante.
Son
inevitables, indudablemente, los errores de la justicia, y abundan en la
historia ejemplos de ello. Pero una cosa es el engaño nacido del error
judicial, cometido de buena fe, y otra aquel producido por la carencia de
garantías que aseguren la exteriorización de la verdad a los acusados. No es el
primer caso de esa naturaleza de que guardamos memoria.
Pase, porque no
hay medió humano de evitarlo, que la justicia se equivoque, aunque siempre será
doloroso. Lo que es indigno silenciar so pena de incurrir en complicidad, es la
vigencia del procedimiento judicial, causa directa del error. De esto podemos
ser, por negligencia y abandono, culpables. Allí donde se rinde culto religioso
a la justicia se rodean los actos de éste de la máxima ecuanimidad para que
nunca quepa lugar al remordimiento. Y un Estado y su administración de justicia
están obligados a no escatimar medió para que ese triste momento no llegue.
Aludidas las
causas determinantes del error judicial en las líneas precedentes, quedaría
incompleto nuestro comentario si no llamáramos la atención sobre otros motivos
coadyuvantes a dicho error.
Es uno de ellos el analfabetismo,
verdadera plaga por los campos de Castilla. El pastor Grimaldos no sabe leer ni
escribir. Y en fin, el otro motivo está relacionado con el problema de las
comunicaciones. En muchas regiones de España, muy especialmente en la provincia
de Cuenca, el campo está aislado no ya de la ciudad, sino de la aldea. El
pastor Grimaldos fijó su residencia en Mira. Vivió aislado de sus comarcanos.
Han podido transcurrir dieciséis años sin que se diera cuenta de que, por
suponerle víctima de un asesinato, cumplían condena dos amigos suyos.
Analfabeto e incomunicado, el pastor Grimaldos vive poco más o menos como el
hombre prehistórico. Y es compatriota y contemporáneo de los que asombran al
mundo con la travesía del Atlántico. ¡Qué pensará el pastor Grimaldos con nuestra
comunicación aérea con América! Mira, Osa de la Vega, Tresjuncos, Belmonte,
Tarancón... marcan para él etapas mucho más difíciles que la de Cabo
Verde-Pernambuco.
ESTE NÚMERO HA SIDO VISADO POR LA CENSURA
El error judicial que tanta
sensación ha causado pide garantías para el procesado, garantías reconocidas en
la ley de Enjuiciamiento; pero poco efectivas allí donde los hombres, recios y fuertes,
mueren a los ochenta años sin saber leer ni escribir; allí donde los humanos
viven la civilización de la piedra pulimentada....
Garantías para el procesado,
escuelas y caminos. Esto es lo que reclama el sensacional suceso de la
provincia de Cuenca, Cenicienta de España. Y mientras a todo ello se atiende,
la reparación es inaplazable. Esos dos hombres que han sufrido una condena
injusta, que han purgado un delito que no existió, que han arrastrado durante
dieciséis años la pesada cadena del estigma; esos dos hombres tienen derecho a
una reparación, a una reparación que sea algo más que el perdón de oficio.
EL LIBERAL, Año XLVIII.- Núm. 16.448,
Domingo 7 de Marzo 1926, pág. 2
ESTE NÚMERO HA SIDO VISADO POR LA CENSURA
En un pueblo de Teruel ocurrió un caso parecido al de
Osa de la Vega
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EL LIBERAL, Año XLVIII.- Núm. 16.448,
Domingo 7 de Marzo 1926,
pág. 3
EL ERROR JUDICIAL DE BELMONTE
Cómo pudieron cumplir doce años de presidio unos
hombres que no cometieron ningún delito.
Los presuntos criminales y el pastor supuesto
asesinado explican a un redactor de EL LIBERAL interesantes pormenores del
extraordinario y lamentable suceso.
Una desaparición misteriosa
Entre los pueblos de Tresjuncos y
Osa de la Vega, enclavados a 14 y 20 kilómetros, respectivamente, de Belmonte
(Cuenca), a cuyo partido judicial corresponden, existe una casa de campo
conocida en aquellos contornos con el nombre de la Virgen de
la Vega, denominada así porque en remotos tiempos
hubo en el mismo lugar una ermita, en la que se veneraba la imagen de una
virgen.
En la
mencionada finca, propiedad del padre de D. Constantino Ruiz, uno de los más
ricos hacendados de la región, prestaban sus servicios el año 1910 el guarda
Gregorio Valero y Contreras “el Valera”, de treinta y seis años, casado, con
seis hijos, el menor de dieciséis meses; el pastor León Sánchez “el Pastor”, de
treinta, también casado, y el zagal José María Grimaldos López “el Cepa”. Este
último natural de Tresjuncos y los otros dos, de Osa de la Vega.
Entre los tres
trabajadores no hubo nunca riñas ni discusiones de importancia.
El zagal que
padecía dolores reumáticos, dijo a sus compañeros que tan pronto como llegara
el mes de agosto de aquel año iba a trasladarse unos días a tomar unos baños a
la Celadilla, junto al Pedernoso, pueblo de dicha provincia, cuyas aguas podían
aliviar su mal. Así quedó convenido, lo mismo que tan pronto como regresase se
marcharía después León “el Pastor”.
En la noche de
20 al 21 de aquel mes y año José María Grimaldos desapareció; nadie le vio
marchar; de nadie se despidió. Ni sus padres, ni sus numerosos hermanos ni
compañeros y amigos nada supieron.
El vulgo, para
justificar una desaparición tan extraña, necesitó inventar un crimen. Los
vecinos de ambos pueblos echaron a volar la fantasía, y lo que comenzó como un
leve rumor llegó a afirmarse y a adquirir consistencia y firmeza hasta
convertirse en un hecho cierto e incontrovertible: ¡El “Cepa” había sido
asesinado!
A tal punto
llegaron las cosas, que la familia de la víctima -porque ya nadie dudaba de la
existencia de un crimen- y los vecinos del pueblo de Tresjuncos instaron la
intervención del Juzgado de instrucción de Belmonte. Este realizó toda clase de
diligencias; llamó a declarar en primer
término a los compañeros del desaparecido y a otras personas. Más como no se
hallaran pruebas de la muerte de José, no se practicó detención alguna. La
suerte que José, el desaparecido, hubiera podido correr, quedó, pues, en las
sombras.
Enemistad entre dos pueblos
No se conformaron, empero, los
vecinos de Tresjuncos con la resolución adoptada por el juez. Querían que
necesariamente aparecieran los criminales, y como no fué así, comenzaron a dar
muestras de disgusto contra los habitantes de Osa de la Vega. Separa a dichos
pueblos una distancia de cuatro kilómetros, y la tirantez de relaciones fué a
tal extremo en aumento, que los vecinos de un lugar no podían ir al otro.
La situación creada era
violentísima e insostenible.
Cambia el Juez y se reproduce la denuncia
Habían transcurrido ya unos tres
años desde la desaparición de José cuando fué nombrado juez de instrucción de
Belmonte D. Emilio Isasa Echenique, y los familiares del zagal denunciaron
nuevamente el hecho e hicieron que se removiera el sumario, comenzando otra vez
los trabajos judiciales el referido juez y el secretario D. Manuel Rodríguez de
Vera, auxiliados por el sargento de la Guardia civil Juan Taboada Mora y el
guardia Telesforo Díaz Ortega, con intervención del teniente del mismo Cuerpo
D. Gregorio Regidor.
La primera determinación judicial
fué decretar la detención de Gregorio Valero y León Sánchez.
¡Ya aparecieron los criminales!
Practicadas
diligencias, se vino en conocimiento de que José María Grimaldos había cobrado
unas cuantas pesetas que llevaba en su poder. Salió de Osa de la Vega en
dirección a Tresjuncos, encontrándose en el camino con unas muchachas de este
último pueblo, con las que estuvo conversando, y a las que dijo: “Continuar,
que antes de llegar al pueblo yo os adelantaré...”
Los detenidos confiesan su crimen
Los detenidos fueron trasladados
varias veces de Osa de la Vega a Belmonte para someterlos a diferentes
diligencias hasta que el Juzgado se constituyó en Osa y Gregorio y León
terminaron por confesar “su” crimen, después de incurrir en numerosas contradicciones
en las treinta y seis horas seguidas que el juzgado estuvo trabajando.
He aquí ahora,
lector, la declaración que prestaron los detenidos.
Según consta en
el sumario -no queremos separarnos de él- Valero fué el primero en confesar.
Dijo que
después de haber cobrado las pesetas José María, le esperó León en el camino, y
juntos fueron a la Virgen de la Vega, donde estaba Gregorio, invitándole ambos
a fumar un cigarrillo. Mientras lo liaba, el pastor le dio un fuerte golpe en
la cabeza con una barra de hierro, haciéndole caer al suelo sin conocimiento.
Aprovechando el momento, el guarda se abalanzó sobre él y le mató, hundiéndole
varias veces en el pecho una navaja de grandes dimensiones. Realizado el
crimen, ocultaron el cadáver en una habitación destinada a guardar paja que
existía en uno de los patios de la casa, donde le tuvieron tres días “para que
los cerdos le despedazaran -textual-, no logrando sino que se le comieran un
pie.
Durante los
tres días que el cadáver permaneció en el pajar -declara Varela- durmió éste
sobre la paja que lo ocultaba. León y Gregorio pensaron llevar el cadáver al
cementerio para enterrarlo; pero no lo hicieron porque era una época (pleno
verano) en que con facilidad podían encontrar gente en el camino. En vista de
ello decidieron quemar el cadáver, lo que realizaron a espaldas de la finca.
En esta última
declaración se contradijeron después, porque aseguraron haberle dado sepultura
en el cementerio.
“Pizca más, pizca menos, aquí está.”
El juez, Sr.
Isasa Echenique, dispuso que el Juzgado se constituyese en el cementerio con
los detenidos para que éstos indicasen el lugar donde habían enterrado a la
víctima hacía ya cuatro años. A la diligencia asistió también el médico forense
D. Juan Jáuregui. Ya en el recinto fúnebre, el Sr. Isasa preguntó a Varela:
-
¿Dónde está el cadáver?
A lo que Varela
respondió, señalando determinado lugar en el suelo:
-
Pizca más, pizca menos, aquí
está.
Inmediatamente el juez ordenó que
se procediese a la exhumación del cuerpo de José María. A poca profundidad
aproximadamente a medió metro, aparecieron unos restos humanos sin caja, no
conservando más vestiduras que un pañuelo a la cabeza, cuyo hallazgo hizo
suponer que aquel era el cadáver que se buscaba, máxime cuando uno de los
detenidos dijo: “Ya está ahí.”
El forense, Sr.
Jáuregui, se metió en la fosa y fué reconstruyendo todos los restos hasta
formar el esqueleto completo, sin sacarlo de la sepultura. El doctor determinó
que aquel cadáver había sido enterrado hacía unos dieciocho a veinte años, y
afirmó también que se trataba del esqueleto de una mujer seguramente joven.
Visto el resultado negativo de
esta diligencia, se hicieron nuevas excavaciones, infructuosas, en distintos
sitios del cementerio, indicados todos ellos, igualmente por los “criminales”.
Al pie del árbol de la cruz.
En el sumario
aparece que entonces Varela dijo que no había sido en el cementerio donde lo
habían enterrado, sino en la Alameda, al pie de un árbol denominado de la Cruz,
porque sus ramas afectan esa forma. Ni la búsqueda en este sitio ni las
excavaciones en otros lugares dieron resultado alguno. El zagal había
desaparecido como tragado por la tierra.
“Mi mujer vio como lo quemamos.”
Interrogados
nuevamente Gregorio y León, acerca del sitio donde habían llevado el cadáver,
Varela, sollozando, dijo:
-
Lo quemamos. Mi mujer vio cómo
ardía el cuerpo de “el Cepa”.
León confirma lo dicho por Varela.
León Sánchez,
que al principio no había manera de que declarase una palabra, al enterarse de
lo dicho por aquél lo confirmó en todas sus palabras, añadiendo todavía algunos
detalles más.
La mujer asegura que el cadáver fué quemado.
También fué llamada a declarar Dolores Barón Pavo, mujer de Gregorio Valero. Esta dijo que por un agujero que había en la pared posterior de la casa vio cómo su marido, ayudado por León, daba fuego al cadáver, y después añadió que habían machacado los huesos con piedras para hacerlos desaparecer.
Cuatro años sin verse la causa.
Con estas declaraciones ya tan terminantes, convictos y confesos, el juez dio por concluso el sumario y envió a los detenidos a la cárcel de Belmonte, donde permanecieron cuatro años, tiempo que tardó en verse la causa en la Audiencia.
¡Condenados!
Por fin llegó la fecha de
celebrarse en juicio oral.
¡Volvieron a
declarase Gregorio y León autores del hecho!
En la vista hicieron firmes protestas de su inocencia. Sin embargo, teniendo en cuanta todo lo actuado, el fiscal solicitó para los procesados la pena de muerte; pero la Sala los condenó a dieciocho años, que después han sido rebajados por indulto abonándoseles el tiempo que ya habían permanecido en la cárcel.
En Cartagena y en San Miguel de los Reyes.
Condenados ya por la Audiencia,
León Sánchez fué trasladado a Cartagena y Gregorio Valero al penal de San
Miguel de los Reyes. Durante los doce años que permanecieron en prisión nada
supieron el uno del otro.
Las familias, en el pueblo,
pasaron mil apuros y calamidades, pues si bien es cierto que alguien se acercó
a socorrerlas la mayoría de las gentes las despreciaban diciéndoles: “Es la
familia de los criminales.” Tampoco esta desdichada gente estuvo unida en la
desgracia. La familia de León, por suponer que Valero fuera el matador de José
María, y la de Gregorio por creer que León pudiera ser el autor del crimen.
Abandonadas, arrinconadas casi en el pueblo, cuando ya nadie pasaba el dintel
de la puerta de estas casas malditas, el hambre hizo su aparición en esos
hogares.
El retorno del presidio.
Hace dos años
que terminaron de cumplir condena. Ambos abandonaron sus prisiones respectivas
el mismo día. Y con el anhelo consiguiente emprendieron el retorno hacia sus
casas.
La vuelta a sus lares.
León llegó a
Socuéllamos y se alojó en una posada, con el intento de pasar la noche. Había
transcurrido un par de horas cuando un nuevo viajero llamó a la puerta de la
posada. Acudió el pastor a abrir, encontrándose frente a frente con Valero, que
también se encaminaba a Osa de la Vega. Los dos ex presidiarios, sorprendidos,
se saludaron, sin hablar para nada del suceso. Valero le dijo:
-
Sí ahora tengo cinco duros, la
mitad es para ti, si lo necesitas; pero en cuanto lleguemos a Belmonte no me
vuelvas a dirigir la palabra.
En eso
quedaron. Y la promesa que un día se hicieran en el mesón fué cumplida
fielmente.
Vía Crucis
No pocos dolores y amarguras
habían pasado el pastor y el guarda, pero todavía habían de sufrir más.
Volvieron con la ilusión de ser bien acogidos por los familiares y por el
vecindario de Osa de la Vega; pero no fué así. Resignada y silenciosamente
tuvieron que aguantar los vejámenes y desprecios de sus convecinos, que incluso
llegaron a negarles el saludo. Este apartamiento en que les tenían, este
calvario, hizo de ellos unos seres taciturnos y silenciosos. Persona alguna
quería tenerlos a su servicio, y si, apiadado, alguno de los propietarios del
pueblo atendía sus demandas, los propios campesinos trabajadores del campo
corrían, diciendo al patrono: “¡O nosotros o el criminal!
Esto le ocurrió
a León Sánchez. Admitido para trabajar en casa del hacendado Sr. Mendizábal,
varios de los individuos que estaban en ella se despidieron.
Para dar una
idea del apartamiento en que vivían citase que el acaudalado propietario D.
Simeón de la Torre, apiadado de la situación de Gregorio Valero, le dio
trabajo; más para evitarle la violencia de tener que soportar los desprecios de
sus compañeros, le envió a un lugar en que estuviese completamente solo. Ni
siquiera los sábados iba a cobrar, teniendo el Sr. De la Torre que enviarle los
jornales a casa.
En esta situación han vivido dos
años estos dos infelices.
“No soy criminal; pero me vais a obligar que lo
sea.”
No era solamente el vecindario
quien humillaba a León y a Gregorio; eran también sus propios familiares. Hace
pocos días la mujer de Gregorio sufrió un accidente. Solícito acudió el marido
a prestarla su auxilio. En aquel momento llegó una hija del matrimonio, de
veinte años, la cual, al ver a su madre tendida en el suelo, dijo a su padre:
“Habrá sido este criminal.”
Y Gregorio fuera de sí, respondió:
“No soy criminal; pero me vais a obligar a que lo sea.” Y era ya tanta la
amargura de su corazón, que se fué, para que nadie lo viese, a una corraliza
apartada a llorar su desventura.
Un cura que cree ver visiones.
A mediados del
pasado mes de febrero el cura párroco de Tresjuncos, D. Pedro R. Martínez
Enciso, recibió la siguiente carta de su compañero de Mira (Valencia):
“Sr. D. Pedro R. Martínez.
Tresjuncos.
Mi estimado compañero: Te ruego me envíes la partida
de nacimiento de José María Grimaldos López, nacido en esa parroquia del 82 al
83, el 3 de febrero; hijo de Anselmo Grimaldos y Juana López, asimismo la
partida de defunción de esta última su madre, fallecida después que su marido,
hace unos doce años, según manifestación del interesado. Si no hubiese
exactitud en estas indicaciones, tiene ahí una hermana, María Santos, casada
con Miguel Latorre y podría informarte con mayor precisión. Puedes consignar
derechos que se harán efectivos, aunque en esta parroquia, en el expediente de
matrimonio que se tramita, no los haya.
Tiene el gusto de saludarte y esperando le mandes lo
pedido se ofrece afectísimo atento amigo, Feliciano Montero.”
Tan pronto como el cura de
Tresjuncos recibió la carta se quedó -según propia expresión- como el que ve
visiones.
¡Se le pedía la partida de José
Grimaldos para casarse! ¿Pero no era éste el pastor asesinado y quemado? ¡No
habían estado por su muerte dos hombres en presidio! Se trataba sin duda de un
error o de una inculpación. Por ello se apresuró a dar cuenta al Juzgado
municipal y contestó a su compañero de Mira diciéndole que el día 21 de agosto
de 1910 el individuo para quien pedía la partida de matrimonio había sido
asesinado, según propia confesión de los criminales que habían cumplido ya
condena y estaban en sus casas.
A mí no me ha “matao” “naide”.
Al párroco de
Mira le ocurrió otro tanto que a su compañero cuando recibió tal contestación,
y se apresuró a poner el hecho en conocimiento de las autoridades.
Grimaldos vivía
en Mira, casi frente por frente al cuartel de la Guardia civil. Enterada ésta
acudió a interrogar al “Cepa”, el cual por toda contestación dijo:
-
A mí no me ha “matao” “naide”.
La noticia en Tresjuncos y Osa de la Vega.
La noticia de
la carta recibida por el Sr. R. Martínez corrió por los dos pueblos como
reguero de pólvora. Al principio todo el mundo creyó que era una fantasía, y de
Osa salió una verdadera caravana deseosa de oír de labios del cura la
comprobación de la carta.
Ante la
gravedad del hecho se dio cuenta al Juzgado de Belmonte, el cual telegráficamente
se apresuró a pedir la presencia de José María Grimaldos en el pueblo de
Tresjuncos para ser reconocido.
Mientras tanto, en Osa de la Vega se formó una verdadera manifestación para desagraviar a los que tan injustamente habían sufrido una condena.
“El Cepa”, en su pueblo natal.
El miércoles pasado, día 3, llegó a Tresjuncos José María Grimaldos. No es posible describir el acontecimiento que
revistió la entrada del resucitado “Cepa” en su pueblo natal. Se le dirigieron
infinidad de preguntas, a las que, en un estado de alejamiento, no supo
contestar.
No justificó
tampoco su marcha del pueblo, y a los reproches que se le hicieran por haber
estado en presidio por su culpa, aunque involuntaria, dos hombres, respondía:
-
Yo no me he “enterao”. Yo no me
he “enterao”.
Una conversación entre León “El Pastor” y “El Cepa”
Uno de los
primeros en acudir a Tresjuncos para ver a José María fué el “criminal” León
Sánchez. Cuando estuvieron frente a frente “el Pastor” le dijo:
-
Hombre; ya es hora de que vuelvas
de los baños.
Grimaldos se
arrodilló, pidiendo perdón, y León Sánchez, cogiéndole de los brazos, respondió:
-
Te perdono.
Y luego,
dirigiéndose al público que les rodeaba, añadió:
-
Como también perdono a todos esos
que tanto mal me han hecho.
Recorriendo los pueblos.
Ha sido enorme
la impresión que ha producido el suceso en Belmonte, Osa de la Vega
y Tresjuncos. Acompañado de D. José
Romera, persona
importantísima en el primero de dichos pueblos, los he visitado ayer. Unióse
también a nosotros Rafael Solís, el querido compañero y activo reportero del
“Heraldo de Madrid”.
En aquellos
lugares, en Rocosa (Osa) de la Vega y en Villaescusa se han abierto suscripciones
para Gregorio y León. Todo el vecindario de estos pueblos acude a procurar un
alivio a esos desventurados.
Nos acompañan
en el auto el culto sacerdote D. Antonio Gracia, el acaudalado propietario D.
Juan María de la Torre y otros, a los que debemos gratitud por las atenciones
de que hemos sido objeto y por las facilidades que nos han dado para la
información.
BREVES CONVERSACIONES CON LA PRESUNTA VÍCTIMA Y LOS
DOS INOCENTES “ASESINOS”
Llegamos a la
modesta vivienda de Gregorio Valero. Falta poco para la hora de comer, y toda
la familia está en casa. Reina en el humilde hogar la más franca alegría, no
sin que las pesadumbres pasadas hayan dejado una estela de tristeza en las
caras de sus moradores.
Es Gregorio un
hombre alto y enjuto, de aspecto bondadoso y leal. Se muestra agradecido a las
palabras de consuelo que todos le prodigamos.
-
¿...?
-
Sí, señor; lo recuerdo
perfectísimamente. Estaba yo trabajando y fué mi mujer a buscarme. Era el 17 de
abril de 1913. ¡Qué amargura, señor! Ya no volví a mi casa...
-
¿...?
Queremos
despedirnos de Valero, pero éste no lo consiente; quiere acompañarme, porque
tiene fe en que nosotros podamos pedir y obtener la revisión de su causa, para
rehabilitar su nombre.
Nos acompaña y
vamos en busca del otro “ex criminal”. Pero antes nos detenemos a hablar con la
mujer de Gregorio.
Lo que nos dice Dolores Boron (Varón) Pavo.
Dolores Varón
Pavo, que así se llama la mujer de Gregorio, y que ha presenciado la
conversación con éste, cuando ve que le corresponde a ella se muestra un poco
apuradilla y exclama:
-
Señor, que yo soy poco “letrada”.
-
¿...?
-
Tenía confianza a cegar en que no
había sido él.
-
¿...?
-
¿Cómo lo iba a ser si no lo
quemaron?
-
¿...?
“Tienes pelos en el corazón”, dice León Sánchez que
le gritaban.
-
Yo debía ser feroz -nos dice León
Sánchez-, hombre recio y de temple, al saludarnos.
-
¿...?
-
¿Y por qué había de confesarlo,
si no era el autor?
-
¿...?
-
Se fijaban en mi fuerte
naturaleza y en el temple de mis palabras, y decían: “Este es malo, malo; debe
tener pelos en el corazón.”
-
¿...?
-
Un hombre rudo, de pueblo; pero
que no “miente... Es decir, que no mentía... Cuando dije la verdad no me la
creyeron; cuando intenté mentir creyeron que decía verdad.”
-
¿...?
-
Ahora es cuando pido justicia,
pero no como la que a nosotros, víctimas inocentes, nos aplicaron.
-
¿...?
-
No digo más; me marcho a
trabajar. He estado tanto tiempo sin poder hacerlo, que ahora parece que me
siento con ganas de recuperarlo.
Y León se
aleja, mientras que uno de los que nos acompañan dice irónicamente:
-
Es bueno; es un iluso, si escribe
versos... Estando en presidio llevaba algún tiempo sin recibir carta de su
mujer, y la escribió una tarjeta recordándole esta cuarteta clásica:
“¿Dónde estás, señora mía,
que no te duele mi mal?
O no lo sabes, señora,
o eres falsa y desleal.
“El muerto resucitado” no sabe por que ni a que se
marchó
-
Me fui a tomar baños y ya no
volví -contesta- a nuestra primera pregunta.
-
¿...?
-
Me dio aquella idea.
-
¿...?
-
Ni padre ni madre; no me acordé
de nadie, ni tenía por qué acordarme; era mayor de edad.
-
¿...?
-
No estoy casado; pero tengo mujer
y dos hijos.
-
¿...?
-
No lo sé de fijo, la verdad. De
nombre se llama Cristina; pero de apellidos lo mismo puede ser Martín Ferrer
que Ferrer Martín. No me acuerdo.
-
¿...?
-
De eso sí. Verá usted. En Camporrobles.
Allí estuve de pastor en casa de José Arroyo durante un año. Después me
trasladé a Cuevas de Utiel (Valencia), donde permanecí tres años. Volví
nuevamente a Camporrobles, y después a Fuenterrobles, y por último a Mira. Me
marché una temporada a Villalgordo del Cabril, y ya definitivamente me quedé en
Mira.
-
¿...?
-
No señor; ni leer ni escribir.
-
¿...?
-
En ese tiempo no vi a nadie de la
comarca. Una vez me enteré que cerca de Mira había un paisano, fui a buscarle y
ya se había marchado.
-
¿...?
-
Yo no he sabido nada; si no,
hubiera vuelto. ¿Para qué les iba a perjudicar?
Valero perdona al “Cepa” por mediación nuestra.
En este momento
se aproxima Gregorio Valero, que todavía no había visto al “Cepa” desde que
llegó a Tresjuncos.
-
¿Le conoce? -pregunto a
Grimaldos.
-
No; yo no conozco a ese señor.
-
Voy a presentársele- añado.
-
Es Gregorio Valero- intervengo
nuevamente, y entonces el otro afirma.
-
En mi vida le he tenío más junto.
Yo no he querío hacerte el mal.
-
Ya lo sé, hombre -afirma Gregorio-,
y por ello no te guardo rencor.
-
Pues a estrecharse las manos
-digo- y a ser buenos amigos.
Gregorio y José
María lo hacen con efusión. Son manos curtidas por el trabajo, que no sabe de
etiquetas y de falsía, y por eso al unirse han vuelto a sellar una fraternidad que
la fatalidad quiso llevarse.
Y terminada mi
labor informativa en Tresjuncos, regreso otra vez a Osa de la Vega con mis
acompañantes.
Una Comisión de fuerzas vivas
A la entrada
del pueblo nos espera a la llegada la Comisión de fuerzas vivas que se ha formado
para gestionar cerca del Gobierno la revisión de la causa y la rehabilitación
de esos dos inocentes.
Forman esa
Comisión D. Antonio Gracia, cura regente; D. Francisco García Carrera, médico;
D. Pedro Guerra, veterinario, y los principales contribuyentes, D. Rafael
Girón, D. Juan María de la Torre, don Constantino y D. Sixto Ruiz, D. Lorenzo
Sanz Espejo, presididos por el alcalde, D. Felipe León Escobar. Todos ellos
muestran su gratitud a EL LIBERAL, por haberse ocupado extensamente del asunto
procurando rehabilitar a León Sánchez y a Gregorio Valero.
La Comisión se
propone ir esta semana a Cuenca a visitar al gobernador y al obispo para que
apoyen su gestión, y después vendrán a Madrid a hacer la petición al Gobierno.
(Hay una fotografía de la Comisión).
De regreso a la corte.
Inmerecida
también es la despedida que nos dispensa dicha Comisión al emprender el regreso
a la corte. Pero como todo no han de ser dichas, a las tres de la mañana se
estropea al automóvil y nos quedamos en mitad del camino. Allí permanecemos
hasta despuntar el día, que a pie recorremos varios kilómetros en busca
de la estación
más próxima del ferrocarril, y en el furgón de un mercancías -por no esperar
más- ponemos término al viaje con todos los huesos molidos.
ALFONSO MUÑOZ
SE DESIGNAN POR REAL ÓRDEN DOS MAGISTRADOS DEL SUPREMO
PARA DEPURAR RESPONSABILIDADES
Hoy aparece en
la “Gaceta” la siguiente real orden:
“Primero. Que
por el magistrado del Tribunal Supremo D. Manuel Moreno y Fernández de Rodas,
auxiliado por el magistrado inspector secretario de la Inspección central de
Tribunales, D. Domingo Cortón y Freijanes, éste como secretario, se instruya, a
los efectos del artículo 958 de la ley de Enjuiciamiento criminal, expediente
para comprobar la existencia de José María Grimaldos, a quien se supuso muerto
violentamente en causa seguida por el Juzgado de Belmonte, como asimismo la
normalidad o anormalidades que se adviertan en el proceso expresado, la
conducta con relación al mismo de cuantos funcionarios y agentes intervinieron
en él y los motivos por los cuales los reos Gregorio Valero y León Sánchez, que
fueron condenados, como responsables de la muerte de José María Grimaldos,
confesaron tanto en el sumario como en el juicio oral haber ejecutado aquella,
dando a la instrucción el carácter de sumarial, a los efectos del secreto de lo
que actúe, entregando, cuando lo concluya, el expediente con sus informe al
ministro de Gracia y Justicia.
Segundo. Que
por todos los Tribunales, autoridades y funcionarios del Poder Judicial se
faciliten al magistrado instructor nombrado o a su secretario cuantos
antecedentes, datos y noticias reclamen en el ejercicio de sus funciones, disfrutando
para todos los efectos, especialmente en cuanto a sus relaciones con
autoridades de otro orden, mientras dure la instrucción, las consideraciones y
facultades que las leyes procesales reconoce a los jueces instructores de la
categoría del nombrado.
Tercero. Que
los presidentes de Tribunales y los jueces de las poblaciones donde actúe el
magistrado instructor pongan a disposición de éste el personal auxiliar y
subalterno que necesite para el cumplimiento de su misión.
Cuarto. Que a
los efectos del real decreto de 18 de junio de 1924 y disposiciones posteriores
sobre dietas y gastos de transporte se entienda concedida la autorización
necesaria para cada concesión.”
DECLARACIONES DEL MINISTRO DE GRACIA Y JUSTICIA Y DEL
FISCAL DEL SUPREMO
El ministro de Gracia
y Justicia, D. Galo Ponte, recibió ayer por la mañana la visita de un
periodista. Interrogado por éste sobre el error judicial de Osa de la Vega, el
ministro se extrañó de que hubiera periodistas, o mejor dicho, periódicos, que
supusieran que él no iba a ocuparse del caso.
Añadió que tuvo
noticias antes que la Prensa, por habérselas comunicado directamente el juez de
instrucción de Belmonte, al que telegráficamente se le dijo que ampliara
extensamente todos cuantos detalles tuviera.
Acerca de la
revisión del sumario declaró que existe un artículo en la ley de Enjuiciamiento
civil que dice textualmente que no se podrá conceder tal revisión cuando el
condenado goce ya de libertad; pero que, sin embargo, él haría lo posible para
que el Gobierno dictara una disposición a tal fin.
Sin embargo,
añadió que hay que esclarecer si Grimaldos es, en efecto, José María Grimaldos,
porque éste tenía un hermano muy parecido a él y ha podido existir una
suplantación de personalidad.
Hizo un elogio
de la crisolada honradez del fiscal que acusó a los supuestos criminales, que
hoy ocupa un alto puesto en el Tribunal Supremo. Hubo base fundamental para el
proceso, y los supuestos asesinos pudieran declararse autores del crimen por
temor a los malos tratos; pero después, en el juicio oral, sin temor a
coacción, debieron rectificar; pero únicamente dijeron que no habían tratado de
robar.
A la entrevista asistió el fiscal
del Tribunal Supremo, Sr. Crehuet y cuando terminó de hablar el ministro, el
fiscal refirió un caso sucedido en Plasencia:
-
Hace ya bastantes años falleció
un individuo llamado -según creen unos- Pascual. Había transcurrido ya algún
tiempo desde la muerte cuando se presentó en el pueblo un individuo de un
extraordinario parecido físico con Pascual. Una mujer fué la primera en
advertirlo y comenzó a gritar: “¡Pascual ha resucitado!”, y media hora después
todo el vecindario lo creía. El individuo en cuestión era un loco escapado del
manicomio.
EL SOL, Año X- Núm. 2.679. Madrid,
lunes 8 de marzo de 1.926. Página
1
ESTE NÚMERO HA SIDO REVISADO POR LA CENSURA
EL MUERTO RESUCITADO
Manifestaciones del ministro de Gracia y Justicia.
Probablemente será revisada la causa.
Nuestro querido
compañero el director de la Agencia "Febus" ha visitado al ministro
de Gracia y Justicia para solicitar su opinión acerca del supuesto error
Judicial que tanto ha conmovido a la opinión.
He aquí las respuestas del
ministro:
-
¿...?.
-
Si: el suceso es de innegable
importancia, y yo le he dado la que merece. Cuando la Prensa empezó a hablar de
él, ya tenía yo noticias - las primeras me las comunicó el secretario Judicial
de Belmonte - y había pedido informes más amplios, de los que luego he recibido
alguno. Por cierto que, cuando leo estos días en algunos periódicos que me
(ilegible) a enterarme de lo que sucede y a dictar ciertas medidas, me pregunto
sorprendido: "Pero, en serio, ¿hay algún periodista que juzgue a un
ministro tan incapaz que no se le ocurra lo más rudimentario cuando ocurren
casos como éste."
-
¿...?.
-
El caso de encontrarse viva una
persona a quién se consideró muerta violentamente, es de revisión, según el
artículo 934 de la ley de Enjuiciamiento Criminal "cuando esté sufriendo
condena" algún individuo como responsable de aquella muerte. Dicho así,
que es como lo dice la ley, podría sostenerse que no cabe ahora la revisión,
pues los sentenciados como reos de la muerte de José María Grimaldos no están
sufriendo condena, sino que la sufrieron ya. Creo honradamente que esta
interpretación literal no debe prosperar. Si el artículo 961 de la ley Procesal
faculta la revisión de la causa a instancia de los parientes del reo muerto
para rehabilitar la memoria de éste, no hay razón para negar igual
rehabilitación a quienes están vivos. Ignoro si lo estimarán así el fiscal del
Tribunal Supremo y la Sala Segunda, a la cual compete la revisión; pero, si fuera
preciso, propondré al Gobierno la modificación de los preceptos vigentes para
que no pueda negarse la revisión.
-
¿...?.
-
No; lo que dejo dicho no es
definitivo. En el proceso de que se trata, falta depurar la principal. Los
periódicos, generalmente, impresionados por lo que ha podido suceder y acaso
haya sucedido, han dado por cierto lo que no está comprobado, o sea la vida
actual de José María Grimaldos. Este es un hecho dudoso aún. Los informes
oficiales que yo tenga debo reservarlos, y sólo debo decir que en la
investigación se procederá, con todo desapasionamiento. Pero sin más que acudir
a la Prensa, habrá que convenir en que los periódicos de la localidad donde los
hechos se desarrollan ofrecen más posibilidad de acierto en sus informaciones
que los que se publican lejos. Pues ahí tiene usted un periódico de Cuenca; es
el número de "El Día de Cuenca", correspondiente al 2 de este mes.
Habla del error judicial entre interrogantes, y con referencia a su
corresponsal en Belmonte, dice textualmente; "... no está todo lo claro
que parece (el asunto), pues, según nos dicen, el José María Grimaldos tenía
otro hermano de poca diferencia de edad con el mismo, y bien pudiera tratarse
de una suplantación en la personalidad civil."
-
¿...?.
-
Claro es que el error judicial
pudo existir y ha de depurarse si existió, mediante la comprobación de si el
sujeto que ahora dice ser José María Grimaldos, lo es efectivamente. No será
difícil esa investigación si el que dice ser José María Grimaldos manifiesta
claramente cuál ha sido su vida desde que desapareció de su pueblo.
-
¿...?.
-
Respecto a eso, conviene fijar
con exactitud lo ocurrido para que cada uno discurra como quiera, pero siempre
sobre hechos ciertos. No es exacto que los reos se confesasen autores de la
muerte de Grimaldos en el sumario y luego negasen en el juicio oral la
participación, atribuyendo la confesión a malos tratos recibidos. Lo que
ocurrió es que en el sumario confesaron haber causado la muerte a Grimaldos
para robarle y en circunstancias que determinaban la aplicación de la pena en
el grado máximo; y en el Juicio oral siguieron confesándose autores de la
muerte, pero negaron el robo, por lo cual fueron sólo condenados como autores
de homicidio, y esa es la calificación definitiva que sostuvo el fiscal y la
que prosperó.
-
¿...?.
-
El error judicial, si lo hubo,
será verdaderamente sensible; pero desde que hay hombres y mientras que éstos
no adquieran infalibilidad, ha habido, y hay y habrá errores. Las legislaciones
tienden a evitarlos, y no ofrece duda que cada día los errores son menos. En
este caso, tan injusto sería imputar el error a lo que se llama justicia
histórica como imputarla al Jurado. Todos participaron de él, pues el Tribunal
de Derecho dictó una sentencia acomodada al veredicto del Jurado. Hay que
reconocer que el error tuvo base sólida, porque aunque se crea que la confesión
sumarial de los reos fué debida a malos tratos de alguien, es evidente que en
el Juicio oral y público nadie ejerció coacción sobre los reos y éstos
rectificaron su confesión en cuanto al robo; pero siguieron manteniéndola en cuanto
al homicidio, prosperando ésta precisamente, aun ante sus propios defensores,
por aceptar el Jurado las últimas manifestaciones de los reos, tanto en lo que
afirmaron como en lo que negaron.
-
¿...?.
-
El fiscal que acusó - y lo haría
convencido, con su elocuencia habitual y su honradez profesional acrisolada -
es uno de los prestigios más legítimos del Ministerio público, que hoy ocupa un
puesto en la Fiscalía del Tribunal Supremo; y los defensores ingresaron luego
en carreras de Estado, siendo ahora uno de ellos juez en una provincia de la
Mancha y otro abogado del Estado en una provincia gallega, si no estoy mal
informado. De los jurados, seguramente viven aún la mayoría.
-
¿...?.
- Eso es ya mucho preguntar, y a usted se le acaba el lápiz y a mí el tiempo disponible. Perdóneme usted. La intervención del ministro, la del fiscal y la de los interesados en los recursos de revisión - recurso verdaderamente extraordinario – está regulada por los artículos 595 y siguientes de la ley de Enjuiciamiento criminal. Todo eso de lo que yo haré, si se exigirán responsabilidades y a quién, etcétera, nos llevaría a hablar mucho y quizá nos hiciera caer a los dos en indiscreción. Pero a lo último que me pregunta usted si contesto, para desvanecer el error en que la pregunta se funda. ¿Si sería posible que en el sistema de enjuiciar en lo criminal en España la confesión no tenga el valor de probatura que en la actualidad? Pero si la confesión no tiene tal valor. No hay en nuestro Derecho positivo penal actualmente ninguna prueba basada en la confesión de los reos, como todos los demás elementos probatorios, es apreciada libremente y en conciencia, tanto por el Jurado como por los Magistrados; lo que determina la culpabilidad o la inculpabilidad y la absolución o la condena es el conjunto de todas las pruebas.
El fiscal del Supremo sostendrá la revisión
Cuando el director de Febus iba a
salir del despacho del ministro entró el fiscal del Supremo, señor Crehuet,
quien al saludar al ministro le detalló las instrucciones que había enviado al
fiscal de Cuenca en relación con el supuesto error judicial de Tarancón. Había
excitado el celo de la citada autoridad judicial para esclarecer todo lo
relativo a este asunto.
-
Le he recomendado - dijo el Sr.
Crehuet – actividad; pero al mismo tiempo es ésta una cuestión en la que hay
que proceder con gran prudencia, pues bien pudiera ocurrir que de un error
trágico sugiera otro de carácter cómico, ya que todavía no ha sido confirmada
definitivamente la personalidad del Grimaldos aparecido.
El ministro
intervino en el diálogo, recordando al fiscal del Supremo que estaba en
completa libertad de acción para entablar la revisión en el momento en que lo
estimase oportuno o justificado.
Y al preguntar
el periodista al fiscal si podía darse al público la impresión de que la
revisión será un hecho, contestó:
-
Si, en efecto, hay motivos, la
habrá y la sostendré yo mismo personalmente, vistiéndome para ello la toga.
Finalmente, y
ante la pregunta del periodista sobre las dudas que puede haber acerca de la personalidad
de Grimaldos, el fiscal dijo:
-
Éramos todavía unos muchachos el
ministro y yo, cuando ocurrió en Plasencia un caso del que, a pesar del tiempo
transcurrido, recuerdo hasta los nombres; en Plasencia falleció un individuo
llamado Eustaquio Campos Barrudo perteneciente a una familia pudiente; era esto
por el año 85; pues bien; al cabo de catorce años apareció un día en las calles
de la población un individuo cuyo aspecto era el de un idiotizado. Una mujer
llamada Concha la Somera, al verle casualmente creyó reconocer en él a
Eustaquio Campos, y así se lo comunicó a varios convecinos. A los pocos días
todos estaban convencidos de que Eustaquio había resucitado y todos lo
reconocieron, mientras el interesado no afirmaba ni negaba nada. Por fin se
supo que se trataba de un pobre demente que se había fugado de su domicilio.
Va a ser abierto un expediente
Con motivo del error judicial de
Belmonte el ministro de Gracia y Justicia ha dictado una Real orden, que
publicó ayer la “Gaceta”, y cuya parte dispositiva dice así:
“Primero. Por
el magistrado del Tribunal Supremo D. Manuel Moreno y Fernández de Rodas,
auxiliado por el magistrado inspector secretario de la Inspección Central de
Tribunales, D. Domingo Cortés y Freijanes, éste como secretario, se instruirá,
a efectos del art. 956 de la ley de Enjuiciamiento criminal, expediente para
comprobar la existencia de José María Grimaldos, a quien se supuso muerto
violentamente en causa seguida por el Juzgado de Belmonte, como asimismo la
anormalidad o las anormalidades que se adviertan en el proceso expresado, la
conducta con relación al mismo de cuantos funcionarios y agentes intervinieron
en él, y los motivos por los cuales los reos Gregorio Valero y León Sánchez,
que fueron condenados como responsables de la muerte de José María Grimaldos,
confesaron, tanto en el sumario como en el juicio oral, haber ejecutado
aquella; dando a la instrucción el carácter de sumarial, a los efectos del
secreto de lo que se actúe, entregando cuando lo concluya el expediente con su
informe al ministro de Gracia y Justicia.
Segundo. Que
por todos los Tribunales, autoridades y funcionarios del orden judicial se
faciliten al magistrado Instructor nombrado o a su secretario, cuantos
antecedentes, datos y noticias reclamen en el ejercicio de sus funciones,
disfrutando para todos los efectos y especialmente en cuanto a sus relaciones
con autoridades de otro orden, mientras dure la Instrucción, las
consideraciones que las leyes procesales reconocen a los jueces Instructores de
la categoría del nombrado.
Tercero. Que
los presidentes de los Tribunales y los jueces de las poblaciones donde actúe
el magistrado Instructor pongan a disposición de éste el personal auxiliar y
subalterno que necesite para el cumplimiento de su misión.
Cuarto. Que a los efectos del Real decreto de 13 de junio de 1924 y disposiciones posteriores sobre dietas y gastos de transporte, se entiende concedida la autorización necesaria para esta comisión.”
Comentarios
Revisión e indemnización
Tiene razón EL SOL, en (…[3])
-lo hacía en uno de sus editoriales del día 5- de la indiferencia, sea
espontánea o calculada, con que una parte de la Prensa ha acogido la espantosa
tragedia judicial de un pueblecito de la provincia de Cuenca. No se favorece la
justicia ni el buen orden social callando o vetando los errores de sus estamentos,
como si el prestigio del órgano fuera lo capital, y la excelencia de la función
lo secundario. Esta inversión jerárquica de los medios y fines de las
instituciones humanas colabora, al contrario, en su creciente desprestigio. Un
miembro enfermo o defectuoso no se acreditará de sano y eficaz porque se
oculten sus (elegible) y se le prive de la luz y el aire de la crítica o del (…[4])
quirúrgico si es preciso.
Más allá de las
salas de los tribunales y de las sentencias de los jueces, la justicia tiene otros
acusadores, defensores y jurados, que se llaman la opinión pública y la
posteridad. En rigor un proceso no concluye nunca y en él pueden intervenir la
sociedad entera y la Historia. De hombres es crear, y una organización de la
justicia será tanto más perfecta cuanto más sensible se muestre en reconocer
sus errores y diligentemente (ilegible) en rectificarlas. El principio de
sostenella y no enmendalla marca la línea divisoria entre barbarie y
civilización. Decidnos las causas judiciales que revisa un país y os diremos,
no el grado de incompetencia de su justicia, sino su voluntad de
perfeccionamiento.
En el caso de
esos dos hombres de Tresjuncos, para quienes se pidió pena de muerte,
conmutándosela por diez y ocho años de presidio, de los cuales habían cumplido
doce -¡media vida de la mejor mitad de la vida-, por un asesinato que no
cometieron ni nadie cometió, y, sin embargo, ellos confesaron, hay dos errores
gravísimos. Uno es el de haberse hechos responsables de un delito no
perpetrado. ¿Qué terrible amnesia, qué trágica sugestión les indujo a posponer
su inocencia cierta a una culpabilidad simulada que había de arrojarles acaso a
la horca, y desde luego en un presidio, por una serie de años interminables?
¿Cómo explicarse este tremendo error casi suicida? Sólo admitiendo un estado de
locura cabe comprender esa confesión desesperada. Jueces y psiquiatras forenses
deben estudiar este horrible caso de enajenamiento, de increíble abdicación de
la propia y verdadera responsabilidad inocente para asumir la de un asesinato
imaginario, para que se vea si el extraño desdoblamiento psíquico fué obra de
alguna misteriosa lesión interna, tal vez sugestionados y desequilibrados por
la criminal acusación que pesaba sobre ellos.
El otro error
es aún más grave, porque procede de quienes no tenían motivo de estar
sugestionados ni sometidos a conmociones de ningún linaje. Los falsos asesinos
confesaron haber muerto al hombre desaparecido y haberle enterrado en el
cementerio. Se hizo la prueba de exhumarlo,
y no se encontró en cadáver.
Entonces dijeron que lo habían
despedazado y arrojado sus trozos a unos puercos que los devoraron. Pero el
descuartizamiento de un cadáver puede dejar huellas de sangre en el suelo donde
se realiza la macabra operación y en las ropas de las personas que la llevan a
cabo. ¿Se exploró el lugar, se examinaron las ropas? Tampoco pueden unos cerdos
-es de suponer-, por grande que sea su voracidad, engullir todos los huesos de
un cuerpo humano. ¿Se buscaron los huesos por las cercanías donde las bestias
se dieron el fingido festín antropófago? Es probable que no, o si se hizo,
debió pensarse que, a falta de pruebas, bastaba la paladina culpabilidad de los
inocentes. Pero no se pensó que la justicia no debe consistir en que los
inculpados demuestren su inculpabilidad, sino en que los jueces prueben su
culpa; ni que baste que un hombre se declare reo de un delito, no siéndolo, por
una aberración momentánea del entendimiento, o por cualquier causa
inexplicable, para tomar al pie de la letra sus palabras y juzgarlo según ellas
y no según sus inexistentes hechos. La justicia debe defender la inocencia
incluso contra la inocencia misma que se reconoce (…[5])
por algún extravío de la razón.
Y tampoco basta
esclarecer estos dos errores, de tan evidente gravedad, y exigir las
responsabilidades a que pudieran dar ocasión. Si el Estado, en interés social,
expropia una finca privada, la regla es que le indemnice. Si el Estado creyendo
servir a la sociedad, expropia doce años de libertad a dos inocentes, justo es
que les indemnice también. No es suficiente abrirles la puerta de la cárcel con
un “Ustedes perdonen”. Tal vez ellos se den por satisfechos y felices al ver
cortada en unos años, por un azar, la desmedida sentencia. La dicha de verse
otra vez libres acaso les haga sentirse resarcidos de los sufrimientos pasados
y de los daños presentes. Esos hombres han perdido doce años de su vida joven,
doce años en que probablemente hubieran perfeccionado su oficio y mejorado su
fortuna. Hoy están como cuando entraron en la cárcel; en realidad, peor. Si
ellos no reclaman ninguna compensación, porque se den contentos con su ventura
o porque las leyes actuales no tengan margen para reparar en esta forma una
injusticia, la sociedad, por su órgano del Estado, está obligada a
indemnizarlos con largueza. Si el Estado indulta y amnistía a los culpables,
bien puede contribuir a rehacer la vida de unos inocentes que sus instrumentos
de justicia deshicieron. Y con esto no habrá desdoro para sí mismo y para sus
órganos, sino enaltecimiento. Con la reparación cabal de una injusticia se
rehabilitan, tanto como los que la penaron, como los que la cometieron.
Luis ARAQUISTAIN
Los excarcelados Valero y León relatan lo ocurrido a
un redactor de “El Sol”
(de nuestro enviado especial)
Hemos visitado
también a los licenciados de presidio. En Osa de la Vega se encuentra Gregorio
Valero, con su madre, ya vieja, su mujer y sus hijos. Vive de su trabajo como
jornalero, y tiene cuarenta y seis años. León trabaja en Villaescusa, donde su
mujer estableció un horno de pan para atender a la subsistencia de los hijos y
de los suegros, cuya avanzada edad les impedía ya entonces ganarse el sustento.
De las
conversaciones sostenidas con uno y otro, ampliadas y estilizadas por el
testimonio de algunos parientes y vecinos, se deducen los siguientes hechos
concretos:
En la tarde del
21 de agosto de 1910 José María Grimaldos, que pastoreaba con sus ovejas en el
término de Veguilla, del Municipio de Osa de la Vega, charlando con León, que
era el mayoral de la finca, le dijo que pensaba marcharse a los baños de
Celadilla, situados en el término de Pedernoso, de esta misma provincia; que
contaba con el dinero obtenido en la venta de unas reses.
Ambos se
profesaban cariño verdaderamente fraternal.
Gregorio Valero,
que era guarda de monte público donde está enclavada La Veguilla, mantenía con
Grimaldos y León una relación menos asidua.
Hay que tener
en cuenta, para los acontecimientos que habían de desarrollarse, que Grimaldos,
la supuesta víctima, es natural del pueblo de Tresjuncos, y que allí tenía la
familia.
A los
veintitantos días de ausentarse Grimaldos su familia presentó una denuncia en
el Juzgado de Belmonte, temiendo que hubiera sido asesinado por móviles de
codicia, aunque no llevaba consigo más que 50 ó 60 duros.
Reclamados por
el juez de instrucción León y Valero, a quienes concretamente se acusaba en la
denuncia, personándose en Belmonte y fueron sometidos a un minucioso
interrogatorio.
Como el juez no
encontraba motivos de acusación contra ellos, puesto que sus manifestaciones fueron
satisfactoriamente comprobadas, quedaron en libertad y regresaron a Osa de la
Vega.
Transcurrieron
tres años de tranquilidad para el guarda y el mayoral.
Entre tanto
llegó a Belmonte el nuevo juez, Sr. Isasa Echenique, el cual resucitó el
asunto.
Respecto a los
preliminares del suceso, hemos querido aseverarnos con referencias de distintos
orígenes, y damos a continuación aquellos datos sobre los que no puede caber
duda alguna.
Conducidos de
nuevo al Juzgado de instrucción León y Valero, el juez preguntó al primero:
-
¿Tú has matado a Grimaldos?
-
No, señor – contestó el
interrogado.
-
Bien; ¿y tú eres León, verdad? -
exclamó el juez dirigiéndose al mayoral...-; ¿y qué dices tú?
-
Que no he hecho nada.
Siguió a esto un largo e infructuoso
careo, y se encarceló a los acusados.
Nuevo interrogatorio
Poco después fueron excarcelados
todos y conducidos a Osa de la Vega, para que dijeran donde habían realizado el
crimen y el lugar en que se hallaba el cadáver.
En la posada de
este pueblo fué sometido León a nuevos interrogatorios. Valero decía que sí a
todo; pero su compañero seguía en la misma actitud de negativa.
-
Le habéis enterrado en el
cementerio, ¿verdad?
Afirmaron.
Levantáronse
varias losas en presencia del forense, quien, a pesar de las protestas de los
acusados afirmando que era el de la víctima cualquiera de los cadáveres que
exhumaban, manifestó que no podía serlo ninguno de ellos.
Del
comportamiento del forense, que era D. Juan Jáuregui, guardan los infortunados
un sentimiento de gratitud.
Se repitieron
las excavaciones en la Alamedilla, sin hallar restos humanos, y entonces fué
cuando declararon ambos que habían descuartizado el cadáver y lo habían dado a
comer a los cerdos.
Antes
manifestaron que habían quemado los restos de la víctima; pero las negativas
del forense contra esta posibilidad indujeron a los acusados a inventar aquella
macabra y definitiva argucia.
Comenzó en
seguida, el proceso, y los Tribunales de Cuenca emitieron fallo condenatorio el
día 21 de mayo de 1913.
(Continúa esta información en octava plana.)
EL SOL, Año X- Núm. 2.679. Madrid,
lunes 8 de marzo de 1.926. Página 8
EL MUERTO RESUCITADO
Interesantísimos pormenores recogidos en Osa de la
Vega y Tresjuncos
Se proyectan gestiones en favor de Valero y León
El alcalde de Osa de la Vega
El alcalde de
Osa de la Vega, D. Felipe León Escobar, tan presto que supo que éramos
periodistas, y viendo la posibilidad de reivindicar la moralidad del pueblo que
preside, se nos ofreció incondicionalmente, y ganado por la (…[6]),
no se atrevió a decir claramente que él juzgaba “a posteriori” lo que hubiera
tenido mérito defender “a priori” la inocencia de León Sánchez y Gregorio
Valero.
Pudimos
comprobar, con el testimonio de este último, que dicho señor fué el único que
los visitó en la cárcel.
Se pide la revisión de la causa
El juez de Belmonte se vio
sorprendido por nuestra visita y esquivó desde el primer momento toda ocasión
de emitir opinión y dar noticias relacionadas con el suceso. Sin embargo, dijo
está virtualmente identificado el presunto muerto, pues sin necesidad de rueda
de presos ha sido reconocido por innumerables vecinos de Tresjuncos y Osa de la
Vega, y ante tan indudable prueba ha quedado Grimaldos en libertad para recoger
los abrazos de los suyos.
No obstante,
prepara la solicitud de los Municipios de Osa de la Vega y Tresjuncos en pro de
la revisión de la causa.
El regreso al pueblo.-Rehabilitación.-Ellos y
Grimaldos
Amplio por Correo algunas
noticias recogidas en la excursión de ayer a los pueblos de Osa de la Vega,
Tresjuncos y Belmonte.
Valero y León,
los infortunados protagonistas de este drama inusitado -drama sin primer acto,
sin causas, todo él consecuencia implacable- fueron condenados como ya sabe el
lector. Y mientras León cumplía condena en Cartagena, Valero veía también pasar
los días áridos de presidiario en el penal de San Miguel de los Reyes
(Valencia).
En la
separación perseverada de tantos años, a solas consigo mismo, cada cual busco
en su conciencia una razón, una disculpa contra la arbitrariedad. Sentían que
la propia experiencia, a fuerza de crueldad había minado su concepto de la
infalibilidad de la Justicia, y resistiéndose a la afirmación de herejía contra
una cosa que llegaba a ellos tan revestida de dignidades en el aparato de las
salas de la Audiencia, en la autoridad infinita del señor Juez, imaginaban sin
cesar buscando una razón. Y firmemente convencido concluía: “No; yo no tengo la
culpa; pero me ha acusado a última hora León, que es el verdadero criminal.”
León, por su
parte, hacía análogas reflexiones. Todo, menos sospechar que en el mundo podía
haber errores ajenos a la propia voluntad capaces de hundir en la afrenta, el
vilipendió, a dos hombres honrados y de reflejar su desventura sobre la
dignidad de los hijos, de la esposa, del pueblecito donde se formó y consagró
su hombría de bien.
No podían
creerlo -voluntad firme en la adversidad y razón humana y pura- y atribuyéndose
mutuamente el crimen.
-
Yo creía -nos dijo León- que
estaba en la cárcel por él, y Valero, el pobre, que estaba por mí.
Cumplida la
condena en los respectivos penales, ambos fueron liberados el mismo día. Sin
perder minuto dirigiéndose al pueblo natal. La vida tenía para ellos una risueña
promesa de reconquista. No habían muerto los padres de León ni la madre de
Valero. Muy acabaditos estarían, pero la Providencia cuidaba de dilatar el
último instante.
Valero llegó a
Socuéllamos para coger allí el autobús de línea que había de conducirlo a
Belmonte. Se dirigió a la casa del contratista de ese servicio con objeto de
sacar el billete. La puerta estaba cerrada. Llamó con la aldaba y salió a
abrirle precisamente... León. Pasado el primer instante de sorpresa, juntos
hicieron el viaje a la capital del partido, y de allí dirigiéndose León a
Villaescusa de Haro, donde su mujer mantenía la familia explotando un horno de
pan. Valero fué a Osa de la Vega. El día que ambos llegaron a sus respectivos
destinos marcaba el calendario el 18 de febrero de 1924.
Acaban de
cumplirse desde entonces dos años. Valero se gana la vida trabajando a jornal
los días que le ofrecen “tajo” donde cavar, segar o arar. León solicitó un
puesto en la casa donde tantos años había trabajado y le fué negado alegando
que no querían tratos con criminales. Un día observó que al salir sus hijas a
jugar a la calle, la madre les decía en voz baja, aproximándoles al oído los
labios con el pretexto de una caricia:
-
No riñáis con los chicos, y si os
insultan no les contestéis.
La infeliz
quería evitar la ocasión de que repitieran los chicos aquel insulto tantas
vedes oído en el que se recordaba el “asesinato” cometido por el padre y la
estancia del infeliz en presidio con ese cruel desenfado de los niños en las aldeas.
León se dio cuenta de esto y sintió en el corazón el pinchazo de una espina
nueva. Eran ya muchas las que erizaban de odios su ánimo. El saludo lanzado
desde la puerta al paso de un antiguo vecino y no recogido deliberadamente por
éste. El regreso después a la sombra del patio con la cabeza baja y las
mandíbulas encajadas de desesperación. Prefería volver al penal, pero poco a
poco (ilegible) a la sugestión de la paz carcelaria otra venganza. ¡Oh un año
de desprecio enconado de todo el pueblo!
Seguía
hablando. Ni siquiera su mujer creía en su inocencia. A la cárcel no se va por
nada. Ella se lo callaba; pero en la intimidad no podía evitar, a menudo, la
pregunta que acababa de enloquecerlo:
-
Dímelo, León. Yo comprendo que un
hombre mate a otro. Pero, ¿qué resentimientos pudo haber entre vosotros? Aunque
para mí siempre has de tener razón, porque te conozco y no eres un malvado, no
estaré tranquila hasta saber qué motivos tuviste para aquello.
Y Valero, al lado de su madre, a
la que recurría, seguro de encontrar un gesto cordial de acogimiento, como un
consuelo contra el desvío desdeñoso de los demás, oyó también palabras
parecidas:
-
Hijo; voy para la “fuesa” y no
querría acabar de marcharme sin saber si has matado o no.
Y el hijo protestaba, indignado,
vencido por la falta de pruebas, abrumado por la acusación patente de la Ley y
por el estigma del presidio.
Pero ahora,
todo ha pasado, León es admitido en La Veguilla como mayoral, han resurgido
doblemente (…[7]) las
viejas enemistades, en el pueblo hay un alboroto de Pascuas de resurrección,
llena de luces nuevas en la que sólo falta el volteo de campanas.
-
¿Y Grimaldos? ¿Qué me dicen
ustedes de Grimaldos?
Hay en ellos un gesto sincero y
noble acompañando a la palabra hidalga del perdón. ¡Tantas venturas les traen
ahora, que les parece un sueño su felicidad! En cuanto a la madre de Valero,
viejecita, temerosa quizá de su rencor, se limita a decir:
-
Dios le dé lo que le convenga.
Ramón Sender.
Osa de la Vega, 7 febrero.
Hablando otra vez con Gregorio Valero
TARANCON 6 (12
n.).- Hemos vuelto hoy a recorrer los pueblos donde han tenido desarrollo los
sucesos de que venimos informando. Nos detenemos en Osa de la Vega para visitar
nuevamente a Gregorio Valero. Llegamos a la humilde choza blanqueada y
limpísima que habita, y somos recibidos por su esposa, Dolores Barón, quien nos
manifiesta que se encuentra enfermo, pero que, no obstante podemos subir a su
habitación; y así lo hacemos.
Valero reposa
en una mísera cama. Al vernos, se incorpora un poco para prestar atención a
nuestras demandas.
-
-¿Cómo pudo usted hacerse
culpable de un delito no cometido?- le preguntamos.
La mujer de Valero nos dice,
acongojada:
-
Yo también acusé a mi marido.
Seguimos hablando algún rato,
consolándolos y deseando el restablecimiento de la quebrantada salud de Valero.
Y marchándonos al cementerio.
Penetramos en
el recinto, contemplando un panorama de tristeza. Es un patio pequeño y
sencillo, donde se alzan tres o cuatro cruces. Entre ellas crece la hierba. Las
personas del pueblo que nos acompañan nos indican una fosa junto al muro
derecho.
-
Ahí fué donde se hicieron las
excavaciones buscando el cadáver del pastor – nos dicen.
Y prosiguen haciéndonos un relato
(ilegible) de la odisea de los infelices acusados. Una mujer del pueblo añade, cuando
nos disponemos a salir:
-
Vi pasar por la calle a los
desdichados... Creí que no llegaban a Belmonte, señor.
Noticias falsas
La tranquilidad que el
descubrimiento del suceso ha llevado al pueblo, se ha entristecido un tanto por
ciertas noticias tendenciosas que han echado a volar algunos piadosos
informadores. La de que el reaparecido no es José María Grimaldos, es la que ha
adquirido más cuerpo en algunos pueblos, especialmente en Villaescusa, y estas
patrañas son acogidas por los vecinos de Osa con una justa indignación, porque
ellos conocen muy bien al pastor.
-
Es inconfundible -dicen-.
Únicamente en Villaescusa, donde aún no ha estado desde su regreso, pueden
dudarlo.
La Casa de la Vega
El escenario donde la imaginación
del pueblo y el error de los jueces situaron la acción tiene características
curiosas. Saliendo de Osa por la carretera, en dirección a Tresjuncos, y a un
kilómetro escaso, se encuentra una colina rematada por la famosa Casa de la
Vega. Esta finca, dedicada hace años a granja de ganados y aves domésticas,
está coronada por un verdadero enjambre de palomas. Un caminito le da acceso en
pronunciada cuesta desde la carretera, y al otro lado de ésta hay unos bancales
labrados y el río Saona, paralelo al mismo. Entre los bancales existen restos
de un cañaveral talado, alguien nos dice:
-
Hubo que cortarlas porque los
caminantes tenían miedo de pasar por aquí. Ese cañaveral de la Vega es famoso
en toda la comarca, y hasta los mejor templados preferían dar un rodeo.
-
-¿Y eso?... preguntamos.
-
Como no estaba claro si a
Grimaldos se lo comieron los cerdos o lo enterraron ahí, junto al río, y la
gente es dada a la fantasía, todos decían que el ruido del cañaveral era el
habla del difunto. Y hay más. Se dice también que ese árbol que crece detrás se
nutría con la sustancia de Grimaldos.
La Casa de la
Vega está toda encalada, y la rodea una tapia a diez metros de distancia. Entre
ésta y el edificio hay muros trasversales, también encalados, que separan
distintos compartimentos, destinados todos al ganado, menos uno, que sirve de
zaguán. En él hay una pequeña puerta que comunica con la cocina, donde se situó
durante el sumario el supuesto crimen.
Reconstrucción de los hechos
De las declaraciones prestadas se
deduce una fácil reconstitución de los hechos falsos en la siguiente forma:
Valero se
hallaba en el interior, sentado junto al hogar, cuando llegó Grimaldos, y fué a
sentarse también cerca del fuego; pero optó por hacerlo en el umbral, hacia
adentro, sospechando, sin duda, la tragedia. (Hablamos, naturalmente,
valiéndonos de las imaginaciones que creó el sumario.) Llegó León entonces y
agredió por la espalda inesperadamente al pastor con un garrote, a tiempo que
Valero se abalanzaba también sobre Grimaldos y le infería varias puñaladas en
el cuello. Hora (hora hipotética), las nueve de la noche del día 21 de agosto
de 1910. Pasaron con el cadáver a las cochiqueras y lo despedazaron.
Uno de los
cerdos a quienes se les atribuía la ocultación del cadáver por vía digestiva fué
vendido poco después a un labrador de Quintanar de la Orden. Pesó diez y ocho
arrobas, y al enterarse el comprador de lo ocurrido, en ocasión en que ya el
animal había pasado de la despensa a su estómago, y al de sus familiares,
recibió tal impresión, que cayó enfermo y estuvo seis meses en la cama con una
afección nerviosa. Cuando le preguntaban decía, desesperado, que se había
comido a Grimaldos. Atribuía, además, el peso extraordinario del animal al cebo
que los supuestos criminales le proporcionaron.
Nuevas diligencias
El juez de Belmonte continuando
las diligencias tuteladas con la inesperada aparición de Grimaldos ha citado,
para que presten declaración, el lunes próximo, a la madre de León Sánchez,
residente en Osa de la Vega, y al propietario de la Casa de la Vega, en la que
se suponía que ocurrió el crimen.
En favor de los excarcelados
En el pueblo de Osa de la Vega se
ha formado una Comisión integrada por los señores D. Pedro Guerra, veterinario;
D. Felipe León Escobar, alcalde; D. Antonio Gracia, cura párroco; D. José María
de la Torre, abogado; D. Rafael Girón, propietario, D. Francisco García
Carrera, médico; D. Sixto y D. Constantino Ruiz, propietarios , y D. Manuel
Sanz Espejo, maestro.
También se ha
formado otra Comisión en Tresjuncos, constituida por D. Pedro María Moya, juez
municipal; D. Jerónimo Sánchez, propietario y concejal; D. Ezequiel Córdoba,
maestro; D. Juan Bautista Sánchez, propietario; D. Pedro Rufo Martínez, cura
párroco; D. Domingo Moral y D. Marcelino Arce, propietarios; Santiago
Grimaldos, primo hermano del reaparecido, y D. Manuel Porras, alcalde.
Dichas
Comisiones han encabezado una suscripción en pro de los excarcelados con 960
pesetas en Osa y con 450 en Tresjuncos, habiendo convenido ambas que los
donativos se remitan a los respectivos curas párrocos de los dos pueblos.
Peticiones al ministro de Gracia y Justicia
Se proponen también estas
Comisiones visitar al ministro de Gracia y Justicia, presentándole un extenso
escrito con las siguientes conclusiones:
-
1.ª Que nuestros convecinos León
Sánchez Gascón y Gregorio Valero Contreras sean vindicados en su justa fama y
rehabilitados en todos sus derechos con la posible publicidad.
-
2.ª Designación de un juez
especial, encargado de abrir amplia información sobre los sucesos acaecidos
desde el 21 de agosto de 1910, en cuyo día tuvo lugar la supuesta perpetración
del crimen.
-
3.ª Que si lo tiene a bien
vuecencia adopte una disposición para impedir que en lo sucesivo puedan
repetirse agravios sociales de esta naturaleza.
-
4.ª Indemnización civil con cargo
al Estado, si cabe, a favor de estos inocentes, necesitados jornaleros con
hijos, que hoy están consumidos por el trabajo por razones fáciles de
comprender.
Esta tarde celebraron sesión
conjunta las dos Comisiones, presidida por el delegado gubernativo de Belmonte
D. Pedro Fernández Ichaso, ratificándose el acuerdo de elevar el anterior
escrito al ministro de Gracia y Justicia.
La defunción de Grimaldos
En el Registro Civil, sección de
defunciones, del pueblo de Osa de la Vega, y señalada con el número 1.742 se
halla la inscripción de fallecimiento de José María Grimaldos López, ocurrida
el 21 de agosto de 1910, de ocho y media a nueve de la noche, en la forma en
que quedó relatada en autos.
Al margen hay
otra nota, en la que se hace observar que el cadáver no fué identificado.
Esta
inscripción se hizo en virtud de expediente, en el que hay una información
testifical, y cerrando ésta, una certificación del Juez D. Juan López ordenando
se registre la defunción del referido José María Grimaldos
La hermana del resucitado
Tan pronto tuvo noticia el juez
de Belmonte de la reaparición de José María, y teniendo a éste en su presencia,
ordenó que fuera reclamada la hermana de Grimaldos. Esta, al verlo, sufrió un
desvanecimiento, del que volvió con auxilio del médico.
Nueva conversación con Grimaldos
Llegamos a primera hora de la
tarde a Tresjuncos. Los habitantes del pueblo nos recibieron cariñosamente.
Pronto
observamos la desagradable sorpresa que les había producido la noticia
aparecida en un periódico de la provincia poniendo en duda la existencia de
José María Grimaldos y afirmando por añadidura que se trataba de un hermano del
muerto.
Tranquilizamos
a todos, haciéndoles saber que nadie duda a estas horas de que José María vive
sano y bueno. Preguntamos por el “resucitado”, y a los pocos minutos estuvo de
nuevo ante nosotros.
Mientras
disponen la comida, comenzamos a charlar con éste. Unas palabras de información
recibida anteriormente de sus vecinos sobre fantásticos relatos que circularon
años ha por el pueblo sirvennos para hablarle en esta forma:
-
¿Por qué te aparecías a tus
parientes José María? ¿No sabes que eso los asustaba?
-
Yo no sé nada.
-
¿Tampoco sabías que, en vista de
que les pedías que celebran misas mandaron decir dos en la parroquia para que
cesaran los sufrimientos que decías que te causaba la mutilación de que fuiste
víctima?
-
No señor. Si es verdad, las llevo
adelantadas para cuando me llegue la hora.
Cambiando de tema, le preguntamos
por la novia.
-
...Es de Mira y está en
Camporrobles (Valencia). Si tuviera gobierno para el dinero ya la hubiera
traído aquí.
-
Nos rodeaban en el Casino hasta
25 o 30 vecinos.
Seguimos hablando:
-
¿Tú no pudiste sospechar lo que
aquí pasaba?
-
...De ningún modo.
Interviene un tercero
jocosamente:
-
¿No compraste las coplas?
-
...¿Qué coplas? ...preguntamos
nosotros.
-
...Unas que sacaron y que
cantaban en toda la comarca. Estaban muy bien “seguidas” en las pinturas del
cartel.
Grimaldos decía como una
obsesión:
-
...Si yo tuviera gobierno para el
dinero...
-
...¿No eres
ahorrativo?...preguntamos.
-
...¿Ahorrativo? ¡Como el otro!
Cogí y comí...
-
Y (…[8])...completamos
nosotros---. ¿Y su hermano?
-
...Murió el 8 de mayo del año
1917 tranquilamente en su casa.
Una hija de León reconoce a Grimaldos
Cuando salimos de Tresjuncos en
dirección a Villaescusa, llevamos con nosotros a Grimaldos, quien hacía más de
quince años que no había estado en este pueblo. Nuestra finalidad era desmentir
con su presencia y con sus palabras las dudas que estos días han arraigado en
aquel vecindario, amenazando de nuevo la inocencia de León, que vive allí con
su familia.
Al llegar a
Villaescusa, el público rodea nuestro coche. Descendemos, y al encontrarnos
entre la multitud, José María comienza a decir en voz alta:
-
...¡Yo soy el muerto! ¡El que
mató León!
Llegamos a la casa de éste, dónde
estaba una de sus hijas, María Sánchez. Esta reconoció en el acto a Grimaldos,
y le dijo, quizás con un deje de ironía:
-
...¡Sí hombre! ¿No me conoces? Yo
soy aquella que me sentaba en tus rodillas hace sus quince años.
Actualmente tiene María
veintiuno.
Fué un
reconocimiento espontáneo, aun cuando hacía tanto tiempo que no se veían.
El pueblo vitorea a Grimaldos y a León
Entre los comentarios
consiguientes del público que nos rodeaba, salimos de la casa, y poco después
encontramos a la mujer de León, Filomena López Osa.
Hubo nuevas
explicaciones de franca cordialidad. Después se unió a nosotros León, que llegó
del campo, requerido por la familia.
En seguida se
constituyó una verdadera manifestación, que acompañó, entusiasmada, a Grimaldos
por la calles. Este repetía incesantemente: ¿Lo creéis ahora? ¿Creéis en la
inocencia de León?
Una hora después regresábamos. A la salida, entre otros vítores a León y Grimaldos, hubo uno, muy cariñoso, para los “periodistas” de El Sol, que agradecemos de veras.
Valero en el penal
VALENCIA 6 (12 n.).- En el
expediente que existe en el archivo del penal de San Miguel de los Reyes
aparecen los siguientes datos respecto de Gregorio Valero Contreras:
“Gregorio
Valero Contreras, natural de Osa de la Vega (Cuenca), de cuarenta y cuatro años
de edad, casado, jornalero, ingresó en el penal el 16 de noviembre de 1915 para
cumplir la pena de diez y ocho años de reclusión temporal que por el delito de homicidio
le fue impuesta por la Audiencia de Cuenca, en sentencia dictada con fecha 25
de mayo de 1918. Fué puesto en libertad condicional, en cuya situación se
encuentra, el 18 de febrero de 1924. Durante el tiempo de su permanencia en la
prisión, observó intachable conducta, distinguiéndose entre sus compañeros por
su aseo, compostura y cuidado del uniforme que vestía, por lo que se hizo
acreedor de un premio en metálico.
Algunos penados
con los que he hablado hacen grandes elogios de las cualidades y del carácter
de Valero, como igualmente de su humildad y modestia. Su vida en el penal la
hizo siempre al lado de casi todos sus compañeros. Por lo regular, se le veía
solo en las horas de paseo. Únicamente tenía amistad con un preso paisano suyo.”
La opinión
general en el correccional era que se trataba de un inocente. (Febus)
LA CORRESPONDENCIA MILITAR,
(madrid)
Año L, Nº 14.348,
08-03-1926, p. 4
DEL SUPUESTO ERROR JUDICIAL
Interesantes
manifestaciones del ministro de Gracia y Justicia.
El fiscal del
Supremo vestirá, si es preciso, la toga para sostener la revisión de la causa.-
La conducta de Valero, en el penal.- Importante Real orden.
Lo que dice el
ministro de Gracia y Justicia.
El ministro de
Gracia y Justicia ha hecho unas interesantes manifestaciones al director de la
Agencia Febus acerca del supuesto error judicial.
-
El suceso es de innegable
importancia -dice el ministro- y yo le he dado lo que merece.
El caso de encontrarse viva una persona a quien se
consideró muerta violentamente, es de revisión, según el artículo 954 de la ley
de Enjuiciamiento criminal, “cuando este sufriendo condena algún individuo como
responsable de aquella muerte”. Dicho así, que es como lo dice la ley, podría
sostenerse que no cabe ahora revisión, pues los sentenciados como reos de la
muerte de José María Grimaldos no están sufriendo condena, sino que la
sufrieron ya. Creo honradamente que esta interpretación literal no debe
prosperar. Si el artículo 961 de la ley Procesal faculta la revisión de la
causa a instancia de los parientes del reo muerto para rehabilitar la memoria
de éste, no hay razón para negar igual rehabilitación a quienes están vivos.
Ignoro si lo estimará así el fiscal del Tribunal Supremo y la Sala segunda, a
la cual compete la revisión; pero si, fuera preciso, propondré al Gobierno la
modificación de los preceptos vigentes, para que no pueda negarse la revisión.
En el proceso de que se trata, falta depurar lo
principal. Los periódicos, generalmente impresionados por lo que ha podido
suceder y acaso haya sucedido, han dado por cierto lo que no está comprobado, o
sea la vida actual de José María Grimaldos. Este es un hecho dudoso aún.
La Prensa local trata de esto y un periódico de
Cuenca, en su número del día 2, dice... “no está todo lo claro que parece (el
asunto), pues, según nos dicen, el José María Grimaldos tenía otro hermano de
poca diferencia de edad con él mismo, y bien pudiera tratarse de una
suplantación en la personalidad civil.”
El error judicial, si lo hubo, será verdaderamente
sensible; pero, desde que hay hombres y mientras éstos no adquieran
infalibilidad, ha habido, y hay y habrá errores. Las legislaciones tienden a
evitarlos. En este caso, tan injusto sería imputar el error a lo que se llama
justicia histórica, como imputarlo al Jurado. Todos participaron de él, pues el
Tribunal de Derecho dictó su sentencia acomodada al veredicto del Jurado. Hay
que reconocer que el error tuvo base sólida, porque aunque se crea que la
confesión sumarial de los reos fué debida a malos tratos de alguien, es
evidente que en el juicio oral y público nadie ejerció coacción sobre los reos
y éstos modificaron su confesión en cuanto al robo; pero siguieron
manteniéndola en cuanto al homicidio, prosperando ésta precisamente, aun ante
sus propios defensores, por aceptar el Jurado las últimas manifestaciones de
los reos, tanto en lo que afirmaron como en lo que negaron.
La intervención del ministro, la del fiscal y la de
los interesados en los recursos de revisión -recurso verdaderamente
extraordinario- está regulado por los artículos 965 y siguientes de la ley de
Enjuiciamiento criminal.
Contestando el ministro a una pregunta del periodista sobre si sería posible que en el sistema de enjuiciamiento en lo criminal en España la confesión no tenga el valor de probanza que en la actualidad -dijo- que la confesión no tiene tal valor. No hay en nuestro Derecho positivo penal actualmente ninguna prueba basada en la confesión de los reos, como todos los demás elementos probatorios, es apreciada libremente y en conciencia, tanto por el Jurado como por los magistrados; lo que determina la culpabilidad o la inculpabilidad y la absolución o la condena es el conjunto de todas las pruebas.
El fiscal del Supremo
El mismo
periodista preguntó al fiscal del Tribunal Supremo, señor Crehuet si podía
darse al público la impresión de que la revisión será un hecho, éste contestó:
-
Sí, en efecto, hay motivos, la
habrá, y la sostendré yo mismo personalmente, vistiéndome para ello la toga.
Se nombra una Comisión de magistrados para que
esclarezcan el error habido
“La Gaceta” de
ayer publicó una Real orden de Gracia y Justicia, en la que, tras largo y
fundamentado preámbulo, se dispone lo siguiente, con relación al error sufrido,
en virtud del cual han permanecido doce años en presidio dos inocentes acusados
de asesinato:
“Primero. Por
el magistrado del Tribunal Supremo don Manuel Moreno y Fernández de Rodas,
auxiliado por el magistrado inspector, secretario de la Inspección Central de
Tribunales, don Domingo Cortón y Freijanes, éste como secretario, se instruirá,
a efectos del artículo 956 de la ley de Enjuiciamiento criminal, expediente
para comprobar la existencia de José María Grimaldos, a quien se supuso muerto
violentamente en causa seguida por el Juzgado de Belmonte, como asimismo la
normalidad o anormalidades que se adviertan en el proceso expresado, la
conducta con relación al mismo, de cuantos funcionarios y agentes intervinieron
en él, y los motivos por los cuales los reos Gregorio Valero y León Sánchez,
que fueron condenados, como responsables de la muerte de José María Grimaldos,
confesaron tanto en el sumario como en el juicio oral, haber ejecutado aquella;
dando a la instrucción el carácter de sumarial, a los efectos del secreto de lo
que se actúe oficialmente, entregando, cuando lo concluya, el expediente, con
su informe, al ministro de Gracia y Justicia.
Segundo. Que
por todos los Tribunales, autoridades y funcionarios del orden judicial, se
faciliten al magistrado instructor nombrado, o a su secretario, cuantos
antecedentes, datos y noticias reclamen en el ejercicio de sus funciones,
disfrutando, para todos los efectos, y especialmente en cuanto a sus relaciones
con autoridades de otro orden, mientras dura la instrucción, las
consideraciones que las leyes procesales reconocen a los jueces instructores de
la categoría del nombrado.
Tercero. Que
los presidentes de los Tribunales y los jueces de las poblaciones donde actúe
el magistrado instructor pongan a disposición de éste el personal auxiliar y
subalterno que necesite para el cumplimiento de su misión.
Valero en el penal
VALENCIA, 6.-
En el expediente que existe en el archivo del penal de San Miguel de los Reyes
aparecen los siguientes datos respecto a Gregorio Valero Contreras:
“Gregorio
Valero Contreras, natural de Osa de la Vega (Cuenca), de cuarenta y cuatro años
de edad, casado, jornalero, ingresó en el penal el 16 de noviembre de 1918 para
cumplir la pena de diez y ocho años de reclusión temporal que por el delito de
homicidio le fué impuesta por la Audiencia de Cuenca, en sentencia dictada con
fecha 25 de mayo de 1918. Fué puesto en libertad condicional, en cuya situación
se encuentra, el 18 de febrero de 1924. Durante el tiempo de su permanencia en
la prisión observó intachable conducta, distinguiéndose entre sus compañeros
por su aseo, compostura y cuidado del uniforme que vestía, por lo que se hizo
acreedor a un premio en metálico.”
Algunos penados
con los que he hablado hacen grandes elogios de las cualidades y del carácter
de Valero, como igualmente de su humanidad y modestia. Su vida en el penal ha
sido siempre aislado de casi todos sus compañeros. Por lo regular, se le veía
solo en las horas de paseo. Únicamente tenía amistad con un preso paisano suyo.
La opinión general en el
correccional era que se trataba de un inocente.
LA CORRESPONDENCIA MILITAR,
(madrid)
Año L, Nº 14.348,
08-03-1926, p. 8
ULTIMA HORA
En Madrid.- De
Gracia y Justicia.- Para depurar responsabilidades en el error judicial de Tres
Juncos.
Han marchado a Cuenca, el
magistrado del Supremo señor Moreno y Fernández de Rodas y el magistrado
inspector don Domingo Cortón, que van designados por el Gobierno para instruir
en el expediente que se sigue a fin de depurar las responsabilidades en el error
judicial cometido en Tres Juncos.
LA CORRESPONDENCIA MILITAR,
(madrid)
Año L, Nº 14.349,
09-03-1926, p. 2
UN ERROR JUDICIAL
Manifestaciones interesantes del juez y del forense
que intervinieron en el proceso.
Lo que dice el médico forense.
Un colega
publica las manifestaciones hechas por el doctor don Juan Jáuregui, que actuó
como forense en el reconocimiento de los cadáveres encontrados en las fosas del
cementerio de Osa de la Vega, señaladas por Valero y León como sitio donde
enterraron el cadáver de Grimaldos.
-
Cuando yo llegué, designado médico forense
a Belmonte -dice- hacía dos años que había
desaparecido Grimaldos. La desaparición seguía rodeada de gran misterio. El
sumario instruido a raíz de ella estaba archivado. El vecindario de Osa de la
Vega se resistía a aceptar que hijos del pueblo hubieran cometido el crimen.
Siendo yo forense fué destinado juez el señor Isasa, persona de elevada
posición social, hijo de don Santos Isasa, que desempeñó altos cargos y que
llegó a ser ministro con don Antonio Cánovas del Castillo.
Forastero yo en Belmonte y forastero el juez, más que
por la relación que yo tenía con el juzgado como médico forense, una amistad
cordial nos unió desde el primer momento. En varias ocasiones hablamos de la
desaparición de Grimaldos. Un día, el señor Isasa vino a visitarse y me citó
para que compareciera en el Juzgado, pues seguramente iba a tener que practicar
algunas diligencias, en las que era necesaria mi presencia. Efectivamente, en
el Juzgado me dijo el señor Isasa que se había recibido una denuncia concreta
de los padres de Grimaldos; en la que, sobre todo la madre, delataban al juez
como su hijo había sido asesinado y señalaba como autores del crimen a Valero y
a León.
Al amanecer del día siguiente, y ocultando a todo el
mundo nuestra salida, marchamos a Osa de la Vega, donde se detuvo a Valero. Al
mismo tiempo se dio orden a la Guardia civil de que detuviera a León, que por
aquellos días era peatón entre dos pueblos de la provincia, ajenos al término
municipal de Belmonte. Los dos acusados fueron detenidos, e inmediatamente
empezó el Juzgado con toda diligencia a indagar la verdad de la denuncia hecha
por los padres de Grimaldos.
Algunos días después de la detención de los dos
supuestos autores supe que éstos negaban su participación en el hecho, y, al
fin, que Valero había declarado. No así León, que continuaba negando.
Requerido por el Juzgado como médico forense, me
trasladé de nuevo a Osa de la Vega. En el cementerio del pueblo se constituyó
el Juzgado. Los procesados, esposados y custodiados por una pareja de la
Guardia civil, entraron con el Juzgado y conmigo en el cementerio. Muchos
vecinos de Osa de la Vega entraron también. Valero, una vez en el sagrado
recinto, dijo: “Pizca más, pizca menos, aquí está”, y señaló un lugar. Recuerdo
las palabras textuales.
Realizadas las excavaciones resultó que el esqueleto
encontrado era el de una mujer, enterrada unos veinte años antes.
Valero afirmaba, sin embargo, que allí lo habían
enterrado, y sólo ante ni negativa dudó y señaló otros sitios del cementerio,
donde se practicaron otras excavaciones; pero rápidamente adquirimos el
conocimiento de que el cadáver no había sido enterrado allí.
Días después,
Valero declaró que, como todavía estaban en las faenas de agosto y había mucha
gente en el campo, tuvieron escondido el cadáver en el pajar de la finca tres
días. Una noche lo sacaron y lo llevaron al cementerio. Valero decía:
Yo salté la
tapia, y desde arriba eché mi faja. Con ella León ató el cadáver; yo tiré de él
desde arriba. León empujaba. Después saltó León la tapia, y entre los dos le
enterramos.
Más
tarde, en la finca de El Palomar, la mujer de Valero dijo que el cadáver había
sido quemado.
Esto lo
ratificó el marido diciendo que las llamas quemaron el cadáver y calcinaron los
huesos, y después, con piedras, los machacaron y esparcieron las cenizas por el
cañaveral.
El juez que instruyó el sumario, estima que en el
asunto hay circunstancias extrañas referentes a Grimaldos.
Desde Sevilla
comunican que los periodistas han visitado al magistrado de aquella Audiencia
don Emilio de Isasa Echenique, que actuó como juez instructor de la causa
instruida con motivo de la desaparición de José María Grimaldos.
Solamente ha
manifestado que cumplió con su deber.
Estima, sin
embargo, que hay circunstancias extrañas en el asunto, sobre todo por lo que
respecta a que Grimaldos no se hubiera dado cuenta de que se le suponía víctima
de un crimen hallándose en lugares tan próximos a Osa de la Vega.
- Ocurre en muchos pueblos -agregó el señor Isasa- que hay individuos a quienes se reconoce únicamente por un apodo o mote. En estos casos nada tiene de extraño que no llegue a su conocimiento algún asunto que le interese, pues los convecinos ignoran los apellidos del que se busca. Pero en el caso que nos ocupa no existe esta circunstancia, ya que Grimaldos no tenía mote ni apodo alguno, y todo el mundo le conocía por su nombre y apellidos.
Otras noticias
La Comisión de magistrados en Cuenca
CUENCA, 9.- Han
llegado a ésta los magistrados señores Moreno y Fernández y Cortón.
Después de conferenciar con el
presidente de la Audiencia, se trasladaron a Belmonte.
LA CORRESPONDENCIA MILITAR,
(madrid)
Año L, Nº 14.350,
10-03-1926, p. 6
UN ERROR JUDICIAL
Hoy comparecerán en Belmonte ante el juez especial,
los protagonistas de este suceso.
Manifestaciones del señor La Cierva.
A un redactor
de nuestro estimado colega “Heraldo de Madrid”, ha manifestado el decano del
Colegio de Abogados, señor La Cierva, refiriéndose al supuesto error judicial,
que la revisión del sumario es un imperativo de la justicia ineludible.
Diga lo que
diga la ley de Enjuiciamiento -dice el señor La Cierva,- no se pude admitir
que, conociéndose la inocencia de unos condenados, esa inocencia quede sin
proclamarse legalmente.
Sería
monstruoso que la ley impusiera a los Tribunales la obligación de cerrar los
ojos a la evidencia.
___________________
Dada la importancia de este supuesto error
judicial, hoy ha salido para Belmonte y demás poblaciones relacionadas con los
protagonistas del suceso que nos ocupa, nuestro querido compañero de Redacción
don Joaquín Jover, quien con las dotes de actividad y sagacidad periodística
que le caracterizan, informará a nuestros lectores de importantes extremos de
esta excepcional información, que constituye, por la forma en que se han
desarrollado los hechos, una verdadera y dolorosa novela de la vida.
____________________
Grimaldos escribió una carta
Por diferentes
conductos se ha dicho que durante la fatal ausencia de Grimaldos, determinada
persona de Tresjuncos recibió una carta del ausente. Tal versión ha circulado
de unos a otros, ocasionando comentarios de subido tono entre algunos vecinos
de Osa y Tresjuncos. Estos comentarios pudieran, tal vez, plantear un serio
problema entre dichos pueblos.
La versión de
la carta de Grimaldos viene a confirmar la sospecha, insinuada ya, de que éste
supo en alguna ocasión lo ocurrido, y por miedo a la magnitud del drama
provocado por él, no quiso regresar a Tresjuncos, como también afianza la idea
de que una intención de política rural pudo quizá ocultar la existencia del
desaparecido.
Los protagonistas a Belmonte.
Para hoy,
miércoles, están citados ante el juez especial, en Belmonte, los tres
protagonistas del suceso.
Ayer, pues, León, Valero y
Grimaldos salieron de sus respectivos pueblos con dirección a Belmonte, donde
pasarán el día a disposición del Juzgado.
LA CORRESPONDENCIA MILITAR,
(madrid)
Año L, Nº 14.351,
11-03-1926, p. 6
ANTE UN SUPUESTO ERROR
JUDICIAL
El jefe del puesto de la Guardia civil cree que
hubo un crimen.
Una nota oficiosa del ministro de Gracia y
Justicia.- Hacia la revisión del proceso.- Recordando el sumario.- Lo que dice
una hermana de Grimaldos.- Otras noticias.
Una nota oficiosa del Ministerio de Gracia y
Justicia.
La Nación
publicó anoche la siguiente nota oficiosa del ministro de Gracia y Justicia:
“Soy poco
partidario de encuestas, y desde luego de una absoluta falta de práctica en
ellas. Por eso, cuando el director de la Agencia Febus me hizo el honor de
pedirme ciertas declaraciones relacionadas con el suceso del día, preferí
escribir por mi mismo las contestaciones a sus preguntas. Publicó “El Sol” mis
respuestas tales como las di. Pues aún así, me han variado muchos periódicos
-claro es que sin malicia- el concepto de una muy importante; y eso prueba que
de errores no hay nadie libre, y que a la luz del día caen en ellos personas
cultísimas ante los propios documentos que los evidencian.
Efectivamente,
por casi toda la Prensa diaria se me atribuye haber dicho que hay en la ley de
Enjuiciamiento criminal (varios periódicos hablan de la de Enjuiciamiento
civil) un artículo que prohíbe (textualmente añaden algunos) la revisión de un
proceso cuando el reo esté ya gozando de libertad...
Si yo hubiera
dicho tamaño dislate me hubiera visto obligado a plantear una crisis, porque no
merecería ser ministro de Gracia y Justicia, ni siquiera hacer sido aprobado en
Derecho procesal.
Lo que yo dije
textualmente -y exactamente lo reprodujo el director de Febus en “El Sol”- fué
lo siguiente:
“En caso de
encontrarse viva una persona a quien se consideró muerta violentamente, es de
revisión, según el artículo 954 de la ley de Enjuiciamiento criminal, “cuando
esté sufriendo condena algún individuo como responsable de aquella muerte”.
Dicho así, que es como lo dice la ley, podría sostenerse que no cabe ahora
revisión, pues los sentenciados como reos de la muerte de José María Grimaldos
no están sufriendo condena, sino que la sufrieron ya. Creo honradamente que
esta interpretación literal no debe prosperar. Si el artículo 961 de la ley
Procesal faculta la revisión de la causa a instancia de los parientes del reo
muerto para rehabilitar la memoria de éste, no hay razón para negar igual
rehabilitación a quienes están vivos. Ignoro si lo estimará así el fiscal del
Tribunal Supremo y la Sala segunda, a la cual compete la revisión; pero si,
fuera preciso, propondré al Gobierno la modificación de los preceptos vigentes,
para que no pueda negarse la revisión.”
Como se ve hay
bastante diferencia entre lo, que dije y lo que se me atribuye. No he
pretendido que rectifiquen los periódicos, porque no quiero serles molesto con
manifestaciones mías, pero tanto circula el error, que tampoco debo autorizarlo
con mi silencio. Perdóneme “La Nación” si acudo a ella para poner las cosas en
claro.
Y vamos a otro
punto. Veo con pena que con la tendencia a convertir todo en cuestión de
izquierdas y derechas, se inicia -y ya pudiera decir que se mantiene-, una
triste discusión sobre quién es el culpable del error cometido. Se apasionan
los contendientes de tal modo, que mientras uno atribuye “exclusivamente” el
error al Jurado, otro, olvidando que el juicio oral se desarrolla ante el
Jurado, dice no saber que ante el Tribunal popular se preste declaración
alguna. Si el buen deseo da autoridad, yo rogaría a todos que acallasen
pasiones y tendencias, y atendieran con ánimo levantado a procurar que la luz
se haga y la verdad resplandezca, a reconocer que a todos nos cabe alguna culpa
y a procurar que este triste caso de ahora, tan lamentable y tan lamentado, no
se repita.
Por mi parte,
espero el resultado, que no se hará esperar, del breve expediente que he
ordenado instruir, y no dude nadie de que se hará cuanto pueda hacerse.
Y, por último,
conviene en este asunto no afirmar sin conocimiento exacto de los hechos. Acabo
de leer en un periódico, con una firma, que yo elogié la honradez profesional
“del fiscal que llevó la acusación en la vista y que solicitó la pena de muerte
para los procesados”. No fué así; el fiscal, en la vista, no sólo no solicitó
la pena de muerte, sino que reformó las conclusiones provisionales del
Ministerio público, en el sentido de no ser procedente tal pena.”
No se reunirá el Colegio de Abogados.
El decano del
Colegio de Abogados, señor La Cierva, ha negado exactitud al propósito que le
atribuía un periódico de la mañana de reunir al Colegio para tratar del error
judicial de Tresjuncos.
Las Comisiones marchan a Cuenca.
TARANCÓN, 11.-
Las Comisiones siguen recogiendo firmas. Hoy han estado en Villaescusa, y otros
pueblos próximos a Belmonte con este fin.
Marcharon
después a Cuenca dispuestas a realizar allí las anunciadas diligencias y a
salir para Madrid.
El escrito que
elevan al Gobierno lleva fecha del día 6 de marzo y contenía hoy multitud de
firmas de Osa de la Vega, Tresjuncos y pueblos inmediatos. Se mantiene en él
dicha fecha, anterior a la de la disposición en que fué nombrado juez especial.
Recordando los hechos que dieron lugar al sumario.
TARANCÓN, 11.-
Se sabe que también fueron encarcelados a raíz de la acusación hecha por la
familia del desaparecido, la esposa de Valero y el anciano padre de aquélla. La
primera estuvo once días en el calabozo acompañada de una niña de pecho, hija
suya. El dolor de oír los lamentos de su marido y de la triste suerte que a
éste le auguraban, le produjo tal impresión que se le retiró la leche y su hijita
tuvo en grave riesgo su vida.
Respecto al
anciano, hubo de ser puesto en libertad cuarenta y ocho horas después de
detenido en vista de su estado de salud y de su patente inocencia.
Lo que dice la hermana del pastor Grimaldos.
TARANCÓN, 11.-
Desmintiendo el rumor de si el “asesinado” aparecido no sería José María, sino
un hermano de éste, ha declarado la hermana de Grimaldos manifestando que los
únicos hermanos que ha tenido, aparte de José María, fueron uno llamado Andrés,
que sólo vivió tres meses, y otro llamado Urbano, que murió el 8 de agosto de
1918.
Actuación de los Magistrados.
TARANCÓN, 10.-
Han llegado a Belmonte el juez especial y el secretario nombrados por
disposición del Ministerio de Gracia y Justicia para proceder a las diligencias
preliminares preparatorias de la revisión de la causa.
El juez
especial se hará cargo del sumario de Osa de la Vega, que se halla intacto tal
como fué cerrado al emitirse el fallo.
Están ya
citados los tres protagonistas y mañana llegarán a Belmonte para ponerse a
disposición del Juzgado.
Los periodistas hablan con el sargento que mandaba
en la época en que se instruyó el sumario.
Dicen de Cuenca
que los periodistas han conseguido hablar con Juan Taboada Mora, sargento
retirado de la Guardia civil que mandaba en la época en que se instruyó el
sumario el puesto de Belmonte.
Es sobrino del
conocido escritor festivo Luis Taboada; tiene cara enérgica representativa de
unos cincuenta y tantos años.
Taboada ha
repetido la historia del crimen que contaron los dos procesados a raíz del
sumario y ha expresado su opinión en esta forma:
-
Grimaldos podrá vivir o no; eso
ya se comprobará... Pero Valero y Sánchez mataron a alguien. Si la víctima no
fué Grimaldos, otro será el muerto.
Suscripción en favor de los excarcelados.
TARANCÓN, 11.-
Tanto en Tresjuncos como en Osa de la Vega aumentan los donativos para la
suscripción en favor de los excarcelados.
Hasta los vecinos de más modesta
posición social contribuyen con cantidades a veces superiores a sus medios.
LA CORRESPONDENCIA MILITAR,
(madrid)
Año L, Nº 14.352,
12-03-1926, p. 6
ANTE UN SUPUESTO ERROR
JUDICIAL
Hoy comienza a incoarse el expediente de probables
responsabilidades.
Llegan a Madrid los comisionados, acompañados del excarcelado
León Sánchez.- Las gestiones de la Comisión, en Cuenca.- El documento.- Otras
informaciones de nuestro enviado especial.
“La Correspondencia Militar”, en el lugar del
suceso.
Con serenidad deben depurarse los hechos.
La aparición de
Grimaldos ha despertado, realmente, en la opinión, interés justificado. Son
muchos y muy trascendentales los problemas que plantea este asunto, fecundo
para el reportaje.
Dista de la
corte unos 150 kilómetros la comarca que concentra estos días el interés de la
información sensacional; y al reportero le ha favorecido en esta ocasión la
suerte, por la presteza con que ha podido trasladarse a Belmonte, amablemente
invitado por el letrado defensor de Valero Contreras.
A don León de
las Casas cúmplenos darle las gracias por esta atención, que ha hecho extensiva
a nuestro compañero, el redactor gráfico Marín, representado por el infatigable
Gerardo Contreras.
Gerardito, como
nosotros le llamamos, nos ha acompañado en nuestro rápido viaje; corto de suyo
y más corto todavía, para quienes, como nosotros, en estas circunstancias,
comentábamos las incidencias del suceso y las múltiples derivaciones del mismo
en sus variados aspectos.
Poco más de
tres horas habían transcurrido desde nuestra salida de Madrid.
Conocíamos las
concienzudas informaciones de la Prensa, los comentarios de toda clase de unos
y de otros, el ansia que todos sienten de que se esclarezcan hechos envueltos
en sombras misteriosas.., llegábamos al lugar donde decididamente va a ponerse
en claro... la emoción crece por momentos en nuestro ánimo.
Gerardo se
dispone a registrar con su máquina lo que pueda contribuir a dar mayor
orientación al público, enterándole de detalles, de personas, de lugares, del
verdadero teatro de los hechos.
El letrado se
consagra con solicitud y con minuciosidad a enterarse de los antecedentes que
le refiere su defendido.
El reportero
quisiera leer en cuantos le saludan, en sus miradas, en sus gestos, en sus
actitudes, algo que descorriese el velo misterioso que encubre el asunto;
quisiera adivinar por qué se muestran, al presente tan apasionados en favor de
León Sánchez y de Gregorio Valero Contreras, los que antes de la aparición de
Grimaldos, no dieron muestras de estos nuevos sentimentalismos. Indudablemente,
en el sumario depusieron en contra de ellos quienes tal vez al presente
acentúan más sus simpatías.
Grimaldos tiene
a su favor, sin ningún género de duda, todas las que despierta el hecho de
haberle creído víctima de un crimen horrendo; pero su cara, su actitud
indecisa, el conjunto de circunstancias personales y de hechos que lo envuelven,
desdibujan algún tanto su figura indecisa.
La revisión,
efectivamente, se impone. Felizmente incoada, solo siguiéndola paso a paso se
puede llegar al esclarecimiento de la verdad, reconstruyendo los hechos,
rechazando hipótesis que éstos hagan inadmisibles, sentando las afirmaciones
que éstos autoricen con escrupulosidad, tanto mayor cuanto mayores son los
errores en que se supone que se incurrió.
La prudencia
más elemental aconseja al presente el mayor comedimiento en adelantar juicios y
señalar responsabilidades.
Belmonte, 11 marzo. Joaquín JOVER SOLBES. [9]
Llegan a Madrid los comisionados.
En el correo de
Cuenca llegaron ayer a Madrid los comisionados de Osa de la Vega, Tresjuncos y
Villaescusa para realizar las diligencias en pro de la rehabilitación de Valero
y León.
Integran la
Comisión, don Pedro Guerra, don Antonio Gracia, don José María de la Torre, don
Felipe León Escobar, don Sixto Ruíz y don Rafael Girón, del pueblo de Osa; don
Pedro María Moya, de Tresjuncos, y don Pedro Joaquín Hermosilla, de
Villaescusa.
El vecino de
Osa de la Vega, don Constantino Ruíz, vino directamente desde aquel pueblo para
incorporarse a la Comisión en Madrid. También aquí se unió a ella, don Carlos
Jiménez, propietario de Villaescusa, residente en la corte.
También ha venido León Sánchez.
Con su abogado
defensor, señor De las Casas, ha venido de Villaescusa uno de los excarcelados.
No había estado
nunca en Madrid, y aceptó, complacido, la invitación que el letrado de
referencia le hizo.
En un automóvil
se trasladaron ambos directamente a la corte desde el pueblo del tan
injustamente acusado León.
Hoy pedirán una audiencia al ministro de Gracia y
Justicia.
Se propone la
Comisión visitar al gobernador de Cuenca, que se encuentra en Madrid, y al
obispo de aquella diócesis, que también llegó días atrás a la corte, así como
al presidente de la Diputación conquense.
Después, y una
vez recogidas sus firmas, pedirán audiencia al ministro de Gracia y Justicia.
Si es posible, esta misma tarde visitarán a dicha autoridad para hacerle
entrega del escrito.
El documento.
Después se
recabaron las firmas del presidente de la Cámara de Comercio y de otras
autoridades de la provincia. En ausencia del presidente de la Diputación, que
se encontraba en Madrid, fué unido a las firmas de la solicitud el sello de
aquella entidad.
En uno de los
primeros números donde nos ocupábamos del sensacional asunto de Osa de la Vega
anticipamos las conclusiones que van al final del documento en que la comarca
protesta enérgicamente contra las injusticias de que Valero y León fueron
víctimas.
Consta dicho
escrito de varios pliegos a máquina, con artística cubierta en pergamino, donde
se lee la siguiente inscripción: “Solicitud que elevan al excelentísimo señor
ministro de Gracia y Justicia los pueblos de Osa de la Vega, Tresjuncos, Villaescusa
de Haro, El Pedernoso y Belmonte, pidiendo la rehabilitación e indemnización
por el Estado a favor de los víctimas Gregorio Valero Contreras y León Sánchez
Gascón, supuestos asesinos de José María Grimaldos López.”
Después de la
solicitud hay varios pliegos de firmas de los citados pueblos.
Los defensores, a Belmonte. [10]
Los ex condenados
Gregorio Valero y León Sánchez han designado como abogados a los señores don
León de las Casas y don Conceso Coso, respectivamente.
Estos señores
salieron en la madrugada de ayer para Belmonte y Osa de la Vega, con objeto de
intervenir en las diligencias judiciales.
(De nuestro enviado especial señor Jover)
Citados para declarar.
BELMONTE, 11.-
Han sido citados para declarar mañana ante la Comisión, el sargento Taboada y
el guardia que formaba pareja con él, Telesforo Díaz Ortega.
Se desiste de una diligencia.
BELMONTE, 11.-
El magistrado señor Moreno y Fernández de Córdoba (Rodas), ha desistido de
realizar la inspección ocular en la Venta (Virgen) de la Vega, por estimar que,
habiendo sido plenamente confirmada y reconocida la personalidad de Grimaldos,
no es necesario reconstruir unos hechos que no pudieron ocurrir.
De todos modos,
la Comisión se ha constituido en los pueblos de Tresjuncos y Osa del Valle (de
la Vega), donde conferenciaron con las personas que intervinieron en el
sumario.
La declaración de los posaderos de Osa del Valle
(de la Vega).
BELMONTE, 11.-
Como anunciamos, ante la Comisión de magistrados han prestado declaración
Pascual Melguizo y Alejandro Córdoba, posaderos de Osa de la Vega que
hospedaron a los procesados en concepto de detenidos durante la actuación del
Juzgado que los procesó.
Ambos posaderos
han referido que, como todos los convecinos creyeron en la culpabilidad de León
y Gregorio, pues únicamente oían las referencias que corrían por el pueblo.
León Sánchez, Valero y Grimaldos, declaran ante el
juez especial.
BELMONTE, 12.-
El miércoles estuvieron en Belmonte y prestaron declaración ante el juez
especial que instruye el expediente, León Sánchez, Valero y Grimaldos. Las
declaraciones duraron más de cuatro horas, y se refirieron concretamente a la
forma en que se desenvolvieron las tareas sumariales que dieron lugar al
proceso.
Se celebró un
careo entre cada uno de los excarcelados y el oficial del Juzgado que actuó en
aquel sumario a las órdenes del señor Isasa Echenique, y que actualmente
desempeña, con carácter de interino, el cargo de secretario judicial. Este es
el señor Figueroa.
Al principio
negó todos los hechos que León y Valero referían; pero envuelto en preguntas
por el juez, acabó contradiciéndose y afirmando en algunos extremos que
seguramente han de tener importancia suma en estas diligencias. Grimaldos
compareció como tal José María Grimaldos, comprobada ya su identidad
satisfactoriamente.
_______________ _____________________________________
Legítimamente deseosos de dar a nuestros lectores información directa de cuanto se relaciona con el interesante suceso del supuesto error judicial de Osa de la Vega, con nuestro redactor señor Jover, ha ido también a dicho pueblo y Belmonte nuestro informador gráfico señor Marín, del cual hemos recibido una amplia información fotográfica, que comenzamos a publicar en este número.
Declaraciones y exhortos.
BELMONTE, 12.-
A las diez de la mañana se constituyó en el juzgado la Comisión de magistrados,
declarando el guardia Telesforo Díaz Ortega, que estaba de puesto cuando los
sucesos.
Acerca de esta
declaración se guardó absoluta reserva, si bien ha podido averiguarse que,
entre otras manifestaciones, hizo la de que no intervino directamente y que no
recuerda ningún detalle, a causa del tiempo transcurrido.
Poco después
declaró también el ex guardia Juan Mena, hoy labrador del pueblo Las Mesas, y
que conoce el suceso por referencias, pues sirvió en el puesto referido dos
años después de ocurrir el suceso.
Se han dirigido
exhortos telegráficamente ordenando la comparecencia del juez don Isasa
Echenique, así como la del ex teniente de la línea don Gregorio Regidor y del
sargento Taboada.
Mañana
prestarán declaración los familiares de León y Gregorio, y hoy se ha comenzado
el expediente de depuración de los hechos, dándose por conclusas la
identificación del pastor Grimaldos. Igualmente ha sido comprobado que la
Benemérita hizo multitud de gestiones para averiguar el paradero de la presunta
víctima, quedando ya desmentido el rumor que ha circulado de que se le vio dos
días después en lugar próximo al del suceso.
EN OSA DE LA VEGA
Trabajos de la Comisión de magistrados.
BELMONTE, 12.-
A última hora de la tarde de ayer tuve ocasión de trasladarme a Osa de la Vega,
donde se encontraba la Comisión de magistrados nombrados especialmente para
depurar los hechos anómalos acaecidos en este suceso.
Ante el digno
magistrado del Tribunal Supremo, señor Moreno y Fernández de Córdoba (Rodas),
depusieron diversas personas de la localidad, que intervinieron más o menos
directamente en las diligencias judiciales instruidas a raíz de desarrollarse
los hechos por los cuales fueron encarcelados León Sánchez y Gregorio Varela.
Como las
diligencias tienen carácter de sumariales, la reserva es absoluta, pero ha
pesar de ello, creemos poder afirmar que ante la Comisión instructora se han
manifestado diversos vecinos en el sentido de corroborar en todo las
manifestaciones que hicieron al juez de instrucción, señor Escribano, acerca de
la personalidad de José María Grimaldos. Por tanto, resulta evidente y a
satisfacción de las autoridades, demostrado que José María Grimaldos es
realmente la presunta víctima, siendo inadmisibles las hipótesis que hasta aquí
han circulado.
¿Fue visto Grimaldos dos días después de ocurrir el
supuesto crimen?
BELMONTE, 12.-
Circula insistentemente el rumor por Osa de la Vega, que dos días después de
denunciarse al desaparición del pastor Grimaldos, éste fue visto por diversas
personas en diversos lugares comarcales a este pueblo.
Este extremo ha
llamado la atención del señor Moreno y Fernández de Córdoba (Rodas), el cual se
propone comprobarlo inmediatamente, por ser de gran utilidad para el
esclarecimiento de los hechos.
OTRAS NOTICIAS
La actividad de un juez. [11]
BELMONTE, 12.-
Hemos podido comprobar la actividad desplegada por el juez de Instrucción de
este distrito, don Teófilo Escribano Quintanilla, para comprobar la
personalidad de José María Grimaldos.
La enormísima
labor desarrollada por el señor Escribano Quintanilla ha culminado en el máximo
de rendimiento, habiendo incoado un expediente cuya tramitación ha durado
cuarenta y ocho horas, y que consta de 315 folios.
El diligente
señor juez ha merecido por su trabajo, la calurosa felicitación del magistrado
instructor señor Moreno y Fernández de Córdoba (Rodas).
Joaquín JOVER
LA CORRESPONDENCIA MILITAR,
(madrid)
Año L, Nº 14.353,
13-03-1926, p. 6
ANTE UN SUPUESTO ERROR
JUDICIAL
Continúan los trabajos de la Comisión especial para
llegar al esclarecimiento de los hechos.
Los comisionados de Osa de la Vega visitan al
ministro de Gracia y Justicia.- Una comparecencia de interés.- Otras noticias
de nuestro enviado especial.
“LA CORRESPONDENCIA MILITAR EN BELMONTE”
ANTE LA EVIDENCIA DE UN ERROR JUDICIAL
Figuras de este proceso.- Don Teófilo Escribano
Quintanilla, juez instructor del expediente de identificación de “El Cepa” [12]
La
identificación de José María Grimaldos, “El Cepa”, es la base fundamental informativa
en este asunto que justamente despierta vivísimo interés entre profesionales y
profanos.
Con las
formalidades del procedimiento judicial Español, por la muerte comprobada,
documentada y testificada de Grimaldos “El Cepa”, fueron condenados a presidio
en pasados años y milagrosamente librados del patíbulo, según declaraciones
publicadas en la Prensa por el letrado defensor señor Garrido, los hoy ex
condenados Gregorio Valero y León Sánchez. Si “El Cepa” de hoy es “El Cepa” de
entonces, el error es innegable.
La
identificación de Grimaldos, base primera para enjuiciar es ya un hecho. “El
Cepa” no fué muerto, ni fueron quemados sus huesos, ni fueron devoradas sus
carnes, ni debieron, por tanto, ser condenados por la muerte de “El Cepa” los
que han expiado en un presidio un crimen que no cometieron.
“El Cepa” vive.
Su vida real está ya plenamente demostrada con toda suerte de contrastación
legal. El error judicial innegable ya, en el proceso de antaño, permite
enjuiciar hogaño sobre base sólida, jurídica y legalmente.
Don Teófilo
Escribano Quintanilla, juez instructor de Belmonte, ha puesto de manifiesto la
realidad del error judicial de antes y la verdad judicial de ahora:
-
“Mi posición, -dice- me impide aventurar
juicios. Es asunto de la justicia y deseo que esta resplandezca. Llevo pocos
días en este Juzgado y espero ser trasladado uno de estos días a la provincia
de Jaén.”
Es el señor
Escribano Quintanilla la primera autoridad que ha intervenido incoando el
expediente de identificación personal de “El Cepa”. Su labor merece elogios; la
Comisión de magistrados la aplaude sin regateos, mostrándose satisfecha por la
orientación del trabajo de investigación y por la luz que arroja en un asunto
que envuelven muchas sombras. La Comisión ha felicitado efusivamente al actual
juez de Belmonte por la instrucción del expediente de identificación de
Grimaldos. En cuarenta y ocho horas se han practicado bajo la dirección del
señor Escribano las actuaciones que constan de ciento quince folios; en ellas
han depuesto numerosos testigos de calidad, y en ellas figura la ficha
antropométrica confeccionada por el forense, en la cual consta el ángulo
mentoniano de Grimaldos y su talla física comparada con la que dio en el sorteo
del servicio militar. Gracias a lo ya actuado, se facilita la difícil y ardua
labor de la Comisión. Tiene esta para la suya base segura; la efectividad del
error judicial.
Decir error no
es decir prevaricación; y esto es lo primero que debe adelantar y adelanta el
cronista, orientador antes que nada de juicios particulares que engendran el
colectivo de la opinión. Así lo declaramos en descargo de nuestro profesional
deber y también de ulteriores responsabilidades en asunto que en su actual
estado abre a ellas amplio margen.
Si por la
muerte de “El Cepa” fueron a presidio dos desgraciados ciudadanos españoles, la
identificación judicial de “El Cepa” plantea evidentemente el asunto en el
plano trascendental de las garantías y seguridades ciudadanas de mucha mayor
importancia que el de la condena concreta de Gregorio Valero y León Sánchez y
de la consiguiente incumplida reparación que a estos se les debe. El porque del
error y el cerrar herméticamente la puerta a la posibilidad de semejantes
fallos, constituye interés vital para la justicia social y para la tranquilidad
ciudadana.
En el caso
Grimaldos, el Tribunal sentenciador fué mixto. En la sentencia manifiestamente
viciada de error intervinieron el Tribunal de hecho y el de derecho; los
magistrados de la Audiencia de Cuenca y el Jurado y a la actuación de éstos,
había precedido lógica y legalmente la del Juzgado instructor del Belmonte,
desempeñando a la sazón por el prestigioso juez señor Isasa. La labor, por
tanto, de la Comisión, es soberanamente ímproba; porque el caso Grimaldos
afecta en toda su integridad a las actuaciones judiciales de instrucción del
sumario de celebración de la vista del proceso en juicio oral ante la
Audiencia. Es un caso de interés supremo para la defensa de la actuación
judicial en el orden penal, en toda su amplitud, porque evidenciado el error,
lo difícil es sorprenderlo en la complicada red de actuaciones practicadas en
el sumario que entonces se instruyó en las declaraciones de testigos,
evidentemente falsearon los hechos por móviles que se desconocen..., en todo lo
que en suma, convierte el caso Grimaldos en una novela.
“El Cepa”, que
es el protagonista, llena a todos de asombro con su aparición; pero “El Cepa”
aún después de todas las garantías de la identificación judicial de su persona,
es un hombre de mentalidad tan escasa, es un hombre de aspecto tan marcadamente
de idiota, de tan tardo desarrollo mental, que deja en el ánimo la sensación de
un cretinismo en ciernes...
Aparece de
repente, cuando nadie sospecha siquiera, que pueda vivir; pero Grimaldos no
aporta con su aparición otros esclarecimientos al asunto. Arroja el rayo de luz
que descubre la inocencia de los ex condenados por la muerte de “El Cepa”, que
revela que hubo error en aquel proceso..., pero la mentalidad, nada envidiable,
diríase que más bien agranda la confusión, porque al aparecer se constituye en
factor negativo para el esclarecimiento del mismo error, que positivamente
afirma que existió. Su manifiesta idiotez convierte su aparición en una mueca
sarcástica, que es la que crea en realidad la situación en extremo difícil para
cuantos intervinieron hace años en el caso Grimaldos.
Belmonte, 12.
Joaquín JOVER
Los comisionados de Osa de la Vega, son recibidos
por el ministro de Gracia y Justicia.
La Comisión del
pueblo de Osa de la Vega, que se encuentra en Madrid, visitó ayer tarde al
ministro de Gracia y Justicia.
Forman aquellas
los vecinos don Carlos Girón, don Felipe León, don Pedro Guerra, don Antonio
Gracia, don Pedro Joaquín Hermosilla, don Francisco Sánchez, don Pedro María
Moya, don Sixto Ruíz y don Juan María de la Torre. Con la Comisión iba León
Sánchez, uno de los que fueron condenados.
Entregaron al
señor Ponte los comisionados una solicitud, en representación de los pueblos de
Osa, Tresjuncos, Villaescusa, El Pedernoso y Belmonte de Cuenca, pidiendo la
rehabilitación de Gregorio Valero y León Sánchez, condenados por asesinato, y
cuya inocencia está plenamente demostrada.
Se pide en la
instancia que los inocentes sean rehabilitados y se les conceda una
indemnización civil. Otras peticiones se formulan, que hace innecesaria la
apertura del expediente ordenado por el ministro de Gracia y Justicia, tales
como la designación de un juez especial.
Los
comisionados oyeron de labios del ministro la afirmación de que su acto era
completamente estéril, puesto que el Gobierno se había adelantado a sus deseos
y la acción de investigación y depuración de los hechos estaba iniciada. Añadió
que el expediente tiene por objeto, no sólo, comprobar la existencia del
individuo que se supuso asesinado, sino depurar la conducta de cuantos intervinieron
en el proceso, con cuyo proceder el Gobierno, no sólo ha evidenciado su
propósito revisionista, sino el de sancionar las responsabilidades que pudieran
derivarse del expediente.
Respecto a la
indemnización civil, el ministro de Gracia y Justicia entiende que es preciso
esperar la resolución de los Tribunales para ver si se está en el caso del
artículo tercero de la ley de 7 de agosto de 1899, debida a la iniciativa del
señor Azcárate, única en que se declara la responsabilidad civil subsidiaria del
Estado.
El señor Ponte
dedicó grandes elogios a la personalidad del señor Moreno, magistrado del
Supremo encargado de la instrucción del expediente, persona de gran prestigio,
rectitud y ecuanimidad.
Una comparecencia de interés.
Se espera que
sea llamado por el Juzgado especial que entiende en la revisión de la causa el
que actuó como secretario judicial en la instrucción del sumario, don Manuel
Rodríguez de Vera, cuya intervención en el procesamiento de los supuestos
asesinos, fué, al decir de los vecinos de Osa de la Vega y Tresjuncos,
decisiva.
No saben
nuestros informadores si continúa perteneciendo al Cuerpo judicial o no; pero
suponen que de cualquier modo será requerido a prestar declaración ante el
Juzgado especial.
Lo que dice León Sánchez del primer juez instructor.
De don Antonio
Rodríguez González dice uno de los inocentes condenados, cómo su actuación fué
la de un funcionario respetuoso con los derechos ciudadanos, que no tuvo ni
asomos de molestia para ellos y cumplió la ley.
León Sánchez da las gracias al señor La Cierva. [13]
Ayer, al salir
del Tribunal Supremo el decano del ilustre Colegio de Abogados, don Juan de la
Cierva, le fué presentado el ex penado inocente León Sánchez por el abogado de
éste León de las Casas, que iba, a requerimiento de su cliente, a dar las
gracias al señor La Cierva por su adhesión a la revisión del proceso; opinión
que por el cargo desde que fué manifestada y por el decidido apoyo prestado a
los deseos de la Comisión de estos hijos de Cuenca, Sánchez y Valero, ha tenido
el unánime agradecimiento de aquella provincia. Singularmente, León Sánchez,
que había leído en el “Heraldo de Madrid” la noticia, hizo presente a su
abogado los deseos de hacer llegar al decano del Colegio de Madrid la expresión
de su gratitud. El señor La Cierva acogió cariñosamente al antes procesado,
interesándose por las incidencias de la causa y manifestándole su confianza en
que sería reivindicada totalmente su buena fama en la opinión, pues la justicia
-le dijo-, tarde o temprano, es lo único que prevalece. Le exhortó a que
conservase sus esperanzas, en que los Tribunales rectificarán su error y
prosperarían cuantos recursos con arreglo a Derecho fueran utilizados al amparo
de nuestras leyes, eficaz garantía de los que han padecido arbitrarias persecuciones.
El ex penado
quedó muy agradecido al señor La Cierva por sus manifestaciones.
(De nuestro
enviado especial señor Jover)
Actuaciones judiciales.
BELMONTE, 13.-
En la tarde de ayer continuó la Comisión especial sus trabajos para llegar al esclarecimiento
de los hechos.
Después de
prestadas las declaraciones por el guardia Telesforo Díaz Ortega y por el ex
guardia Juan Mena, el juez especial, señor Moreno y Fernández de Córdoba
(Rodas), ordenó se celebrase un careo entre ambos, para esclarecer algunos
puntos relacionados con el servicio prestado por ambos en aquella época.
Parece ser que
de este careo se desprende que el ex guardia Mena prestaba servicio en el
puesto de Belmonte, al que le corresponde la demarcación de Osa de la Vega, desde
ocho días después de incoarse las primeras diligencias contra los procesados
Sánchez y Valero, y no a los dos años, como se dijo primeramente.
También se ha
puesto en claro que Mena no era bien visto entre sus compañeros por su manera
de ser, lo que comprueba el hecho de que, a consecuencia de una irregularidad
cometida por él, fuese expulsado del Cuerpo hace unos cinco años.
Declaraciones y careos.
BELMONTE, 13.-
Esta mañana prestó declaración ante la Comisión investigadora, el sargento
retirado de la Benemérita, Taboada.
Después se
verificó un careo entre éste y los guardias civiles Telesforo Díaz, Olegario
García y el posadero Pascual Melguizo.
También prestó
declaración el médico forense que intervino en los hechos.
La Comisión investigadora trabaja con gran
actividad.
BELMONTE, 13.-
La Comisión investigadora que preside el magistrado señor Moreno, trabaja con
gran actividad. En breve se trasladará a Madrid para tomar declaración al juez
señor Isasa Echenique.
Hablando con uno que fué acusado como cómplice y
con la hermana de Grimaldos.- Un anónimo que anuncia que vivía el pastor
asesinado.
BELMONTE, 13.-
Nuevamente he estado en Osa de la Vega y Tresjuncos; conversé con el vecino de
Osa, León Lorca, cuñado del excarcelado Valero León.
Lorca me dijo
que fué detenido como presunto cómplice y estuvo en la cárcel diez y seis días,
siendo puesto en libertad porque nada se demostró de la participación que le
atribuían.
En Tresjuncos
hablé con María Santos, hermana de Grimaldos; ésta me dijo que hace seis años
recibió una carta anónima fechada en el pueblo de Mira, en la que le decían que
vivía su hermano; por no llevar ninguna firma la carta, no dio importancia a lo
que le notificaban.
Se trata de rivalidades políticas.
BELMONTE, 13.-
La impresión que he recogido en estos pueblos, es que el origen de la denuncia
fué motivado por rivalidades políticas, siendo sorprendida la buena fe de las
autoridades y de la Benemérita.
Joaquín JOVER
LA CORRESPONDENCIA MILITAR,
(madrid)
Año L, Nº 14.354,
15-03-1926, p. 6
ANTE LA EVIDENCIA DE UN
ERROR JUDICIAL
Importantes manifestaciones del sargento Taboada.
La Comisión depuradora de los hechos dará en breve
por conclusa su actuación en Belmonte y regresará a Madrid para continuar los
trabajos. Otras noticias de nuestro enviado especial. [14]
FIGURAS DE ESTE PROCESO
El magistrado del Supremo, señor Moreno y Fernández
de Córdoba (Rodas), y el inspector de Tribunales señor Cortón.
Forman estos
señores la Comisión nombrada por el ministro de Gracia y Justicia, para
instruir las diligencias y actuaciones conducentes a la revisión de la
sentencia condenatoria de Gregorio y León, ex homicidas de “El Cepa” a quien
evidentemente no pudieron aquellos matar, por la sencilla razón de que vive.
La aparición de
“El Cepa” entrañaba como exigencia primera ineludible y perentoria el
nombramiento de la Comisión depuradora de hechos y posibles responsabilidades.
El ministro de Gracia y Justicia, lo comprendió así y al elogio que justamente merece
por la presteza que se dio en nombrarla debe de añadirse el que también es
justo tributarle por el acierto en la designación de las personas. El señor
Moreno y Fernández de Córdoba (Rodas) y el señor Cortón, son prestigios sólidos
en el mundo de la judicatura.
La realidad es
que “El Cepa” vive, impone como supuesto lógico indestructible la realidad de
un sumario instruido sin base sólida. “El Cepa” con su identificación judicial,
es la burla más sangrienta del aparatoso formulismo de un sumario acusado de
sarcástica mueca, con bárbara ironía de falsedad.
El solo hecho
de vivir “El Cepa” demuestra que aquel sumario fué construido sobre arena, con
materiales inconsistentes, con urdimbre artificial, con encadenamiento de
errores y que partiendo del inicial de la supuesta muerte de “El Cepa” condujo
a la bárbara y criminal condena de los que no pudieron matar a quien vive.
¿Es posible
confeccionar un sumario de ésta índole dentro de los moldes procesales que
marcan las leyes de enjuiciamiento?
Profundo conocedor
de ellas el actual magistrado del Supremo, señor Moreno y Fernández de Córdoba
(Rodas), su personalidad constituye garantía segura de conseguir el difícil
esclarecimiento de la verdad de todo lo que entonces ocurrió.
Es actualmente
el magistrado más joven del Supremo, y ha llegado a serlo plenamente adiestrado
en la función judicial después de desempeñar durante cinco años el cargo de
juez instructor en Madrid y más tarde el de fiscal. Es recto, es probo, es
competente. Era el llamado a desentrañar una trama urdida y amañada con
contextura de legalidad, pero evidentemente contra justicia.
Su ardua labor
lucha con toda suerte de dificultades. En el sumario asoma por todas partes la
novela y en todos sus episodios domina la tragedia. La personalidad de “El
Cepa”, primera víctima presunta, resulta que se ausentó de Tresjuncos... porque
quiso, porque un buen día se le ocurrió hacerlo, sin que nadie pueda inculparle
que lo hiciese sin pregonarlo... se fué sin que se enterasen de que se había
ido. El puede que lo ignore, porque no le está permitido presumir de sabio,
pero el Código y las leyes españolas le autorizan en todo a marcharse como se
marchó y a que nadie pudiera refutarle por muerto hasta transcurrido el plazo
de ausencia que la ley señala para fundamentar la presunción legal de muerte.
El cretino
Grimaldos, no es un auxiliar del señor Moreno y Fernández de Córdoba (Rodas);
es más bien, la esfinge impenetrable que agrava la dificultad de descifrar las
innegables anomalías del proceso.
Las víctimas efectivas,
dignas justamente de compasión, acreedora de inaplazable rehabilitación con las
consiguientes indemnizaciones, ex condenados y ex homicidas y ex presidiarios
Gregorio y León tampoco son, si bien se considera, auxiliares de valía para el
señor Moreno. Confesaron, evidentemente, un crimen que no habían cometido, pero
su testimonio fué falso; la existencia de “El Cepa” lo comprueba.
¿Por qué se
abrieron voluntariamente las puertas del presidio?
El jefe de la
prisión de Belmonte, que los tuvo a su cuidado durante cinco años los premió
por su comportamiento y depositó plena confianza en su honradez, haciéndolos
llaveros de la cárcel y del rastrillo... Lejos de creerse víctimas de la
presión de los poderosos, recuerdan con gratitud que el señor Cervantes,
diputado a Cortes por el distrito de Tarancón, escribió a los encargados de la
custodia recomendándoles tratasen bien a Gregorio y a León, porque eran dos
buenos muchachos. La inocencia que sobre ellos arroja la resurrección del
muerto civilmente aumenta la consiguiente y natural simpatía hacia ellos.
Gregorio y León
víctimas efectivas del evidente error judicial son evidentemente más que
auxiliares del señor Moreno en su misión depuradora, la esfinge más impenetrable
aún que la de “El Cepa” que condensa nuevas sombras de misterio en torno del
sumario.
Las diligencias
y actuaciones de éste, se practicaron todas por orden especial del juez
instructor señor Isasa y todas a presencia de éste. Las víctimas efectivas
Gregorio y León lo pregonan así; León Lorca, cuñado de Gregorio lo manifiesta
igualmente; Dolores, la mujer de Gregorio, llevada y traída de Osa a Belmonte y
de Belmonte a Osa, con la hijita que estaba criando también manifiesta que en
todas las actuaciones era, como procedía, la orden del juez que las ordenaba y
era su presencia la que las autorizaba. La instrucción del sumario y su
desenvolvimiento procesal con plenitud de actuación íntegra del juez señor
Isasa aumenta, en realidad, más todavía, la dificultad de la labor del señor
Moreno y Fernández de Córdoba (Rodas); debió ser un sumario pletórico de
escrupulosidad legal desenvuelto en ambiente incompatible con sombra de alguna
ilegalidad y menos de fantasías y tópicas coacciones, porque ¿como puede
admitirse la posibilidad siquiera de anormalidad en el procedimiento ni de
ilegalidad en sus trámites, si todo, absolutamente todo, se hizo por orden
expresa del señor Isasa y se ejecutó en su presencia?
Hay que
reconocer que la Comisión depuradora lucha en su misión con el máximo de
dificultades.
Tan discreta
como justamente lo da a entender el señor Moreno al encerrarse en un mutismo
que le honra, ante nuestros insistentes requerimientos.
-
“No puedo opinar -dice-; mi deber
es velar por el prestigio judicial. Sin prueba palpable debo creer, como creo,
que los funcionarios cumplieron con su deber. No creo en intervención alguna
directa de la política. Precisamente el juez instructor señor Isasa, hijo del
prestigioso magistrado y ex ministro don Santos, que fué diputado a Cortes por
Córdoba con los señores Sánchez Guerra y Barroso, más, que otro cualquiera
llevaba sólo con su nombre la seguridad plenísima de que aquel sumario estaba
de suyo inmunizado en todos sus folios de la más mínima influencia y ambiente
político.”
Así lo cree el
cronista, y así lo consigna al presente, aunque no desconoce la proverbial
ligereza de enjuiciar característica de los pueblos. Su impresionabilidad
imaginativa es materia apta para fantasías tópicas.
Lo cierto es
que “El Cepa” desapareció, que su tío, Manuel Grimaldos, protegido de Ernesto y
Santos del Val, ricos hacendados de Tresjuncos, de influencia positiva en la
localidad, instó se practicasen averiguaciones para saber que había sido de su
sobrino “El Cepa”. Pero todo esto es muy natural. Dos mujeres aseguraron haber visto
entrar a “El Cepa” en el palomar y haber visto salir de éste a Gregorio y a
León; pero “El Cepa” jura y perjura que no entró jamás en el Palomar, y los
encargados de los baños de la Celadilla afirman que vieron a “El Cepa”, dos
días después.
A base de esto
se incoó sumario. Habían mediado poco más de dos años ante diligencias
judiciales, a raíz de la desaparición de Grimaldos. Es de suponer que con
motivo de las nuevamente instruidas se desempolvasen las primeras. Se completó
el sumario y se dio el proceso en juicio por jurados.
Materia es esta
que pide ampliación y que no hemos de regatear.
Osa de la Vega, 13 de marzo de 1926.
El sargento Taboada rectifica las informaciones
recientemente publicadas.
Había dado por
terminada su labor del día la Comisión depuradora de los hechos acaecidos en
Osa de la Vega, cuando tras los magistrados abandonaba el destartalado caserón
en que está situado el Juzgado de Instrucción de Belmonte y me dirigía hacia la
irregular plaza Mayor del pueblo.
En ella,
rodeado de vecinos del pueblo, estaba el sargento Taboada.
Su figura de
hombre recio, moreno, de pobladas cejas y abundante y espeso bigote, destacaba
sobre todos.
A pesar de
vestir de paisano, por hallarse retirado, no puede negar que perteneció a la
Benemérita Institución. En su apostura, en su porte, se aprecia la marcialidad
característica en los individuos que la forman.
Nos acercamos a
él. Queríamos hablarle; desentrañar, al poder ser, el misterio que gira en
derredor de su persona.
Pero él,
receloso, al enterarse de que era periodista, rechazó con energía nuestras
pretensiones.
No quería
hablar. Lo hizo en Cuenca y le duele que sus declaraciones no hayan sido bien
interpretadas.
Le hicimos ver
que nuestra misión es informar al público, valiéndonos de todos aquellos medios
que a nuestro alcance se presenten y aliándonos, las más de las veces, con la
audacia. El temor de los unos al revelarnos sus pensamientos, la inseguridad de
los otros al hacernos sus afirmaciones, hacen que con frecuencia la
interpretación de sus palabras sea equivocada, y el periodista es el menos
culpable de estas equivocaciones.
En las
incidencias de la conversación, supo que representaba a LA CORRESPONDENCIA
MILITAR y el sargento Taboada varió de pensar e incluso de expresión.
-
Me alegro mucho -nos dijo- que
represente usted a LA CORRESPONDENCIA MILITAR- y a ella, por su mediación,
quiero hacer unas manifestaciones que me interesan para desvirtuar las
informaciones que vienen publicándose estos días.
Yo hablé en
Cuenca con algunos periodistas, pero mis palabras fueron mal interpretadas. No
dije que de no ser Grimaldos el muerto otro lo sería. No pude decir eso, pues
de pensarlo así sería con algún fundamento y no lo tengo; de tenerlo lo hubiese
manifestado a las autoridades.
Sé cuál es mi
deber como militar y como ciudadano y quiero que LA CORRESPONDENCIA MILITAR sea
la que rectifique esas afirmaciones puestas en mi boca y que yo no hice.
Me limité
-continuó diciendo- a facilitar a los periodistas de periódicos locales y les
hice ver en la imposibilidad en que me hallaba de decirles nada, mientras no
compareciese ante la Comisión depuradora.
Créame, me
apena el verme envuelto en este sumario, pero estoy tranquilo. En aquella
ocasión, como en tantas otras en que por razón de mi cargo intervine, creo
haber cumplido con mi deber.
Amo a la
Guardia civil; me honro de haber pertenecido a ella, y creo firmemente que hice
cuanto pude para hacerme digno del uniforme que durante tantos años vestí.
Siento no ser
más explícito con usted. Ante los señores magistrados declaré cuanto debía,
pero de mi declaración no puedo decir nada; es preciso respetar el secreto del
sumario.
Al despedirse
de nosotros, insistió en sus deseos de aclarar sus manifestaciones de Cuenca.
Ni dije, ni autoricé para que dijesen nada.
Con estas
palabras dio por terminada nuestra conversación, y volvióse a reunir con los
numerosos amigos con que cuenta, que hacen resaltar las muchas simpatías que
Taboada tiene en Belmonte.
Belmonte, 14 marzo. Joaquín
JOVER SOLBES
* *
LO QUE DICE EL ABOGADO DE LEÓN SÁNCHEZ
Trámite que ha de seguir el recurso de casación.
Las causas criminales y de responsabilidad civil a que dará lugar.
Sin hablar, por
ahora, de responsabilidades, por ser el momento inoportuno, el letrado que
dirige la representación de León Sánchez, opina como su compañero, el abogado
de Gregorio Valero, que tampoco es ocasión de promover el recurso de revisión,
a pesar de que tienen con la confianza de sus clientes la autorización para
hacerlo seguidamente.
Habiendo
iniciado el señor ministro de Gracia y Justicia, con urgencia que le honra, un
expediente para promover de oficio dicho recurso, que a su vez podía también
deducir el señor fiscal del Supremo, cree que de ese expediente resultarán
cargos concretos, mereciéndole absoluta confianza la actuación del señor
magistrado del Tribunal Supremo, encargado de la depuración previa, a ella se
atienen, por ahora. Significan también su aplauso, aunque poco valga al juez
instructor de Belmonte, don Teófilo Escribano, que ha comprobado, con toda
diligencia, la identificación de la personalidad de Grimaldos.
Aunque sea
innecesario, declaran estos abogados, su plenísima fe en el Tribunal Supremo de
Justicia, y en la Sala segunda que preside el competente jurisconsulto señor
Zabala, y hacen pública esta exaltación de creencia en la toga en estos
momentos en que habría sobrados motivos de otro orden para dudar de ella.
Una vez
revisada la sentencia y declarada la inculpabilidad de León Sánchez y Gregorio
Valero, sin duda también de oficio, quizá antes, se instruyan los oportunos
sumarios contra aquellos que estén en el caso de indiciariamente merecer
responsabilidades por su actuación en el proceso revisado.
Y entonces, no
serán remisos los abogados que representan a los condenados injustamente en
exigir las responsabilidades civiles a los declarados criminalmente culpables,
subsidiariamente en todo caso al Estado, a tenor del artículo tercero de la ley
de 7 de agosto de 1899.
Madrid, 13 de marzo de 1926
Licenciado León DE LAS CASAS
* * *
(De nuestro enviado especial señor Jover.)
Últimos trabajos de la Comisión depuradora en
Belmonte.
BELMONTE, 13.-
El magistrado señor Moreno y Fernández de Córdoba (Rodas) dará por conclusa su
misión en ésta tan pronto regresen de Madrid y declaren ante él algunos de los
miembros que componen la Comisión que se encuentra en la corte, visitando al
ministro de Gracia y Justicia.
El señor Moreno
manifestó que siente deseos de venir a Madrid, donde su ausencia acumula
trabajo a sus compañeros de Sala y a la vez -añadió- la presencia en la corte
del señor Cortón es necesaria, pues su misión delicada de inspector de
Tribunales así lo requiere.
La Comisión
depuradora se propone estar de regreso en Madrid el martes o miércoles de la
próxima semana para continuar allí su actuación y tomar declaración al
magistrado señor Isasa, que actuó de juez instructor.
Joaquín JOVER
LA CORRESPONDENCIA MILITAR,
(madrid)
Año L, Nº 14.355,
16-03-1926, p. 6
EL ERROR JUDICIAL DE OSA
DE LA VEGA
En breve dará comienzo en Madrid la segunda etapa
de la labor de la Comisión depuradora.
Últimas actuaciones en Belmonte.- El probable
regreso de la Comisión a Madrid.- Otras noticias de nuestro enviado especial. [15]
Ante la segunda etapa de la labor de la Comisión
investigadora.
Llega a su fin
la labor de la Comisión depuradora en Belmonte.
Esta ha sido
ardua y fructífera. Seguros estamos de que el digno magistrado que la preside
don Manuel Moreno y Fernández de Córdoba (Rodas), cuando regresó a Madrid, para
dar comienzo a la segunda etapa de su labor, trae ya un ajustado criterio de lo
sucedido en Osa de la Vega.
Su discreto
proceder, que elogiamos, entorpece la difícil labor del informador. Su mutismo
impide que podamos adelantar nada acerca de lo actuado.
Pero como fruto
de nuestro trabajo, podemos adelantar que la parte difícil de la actuación de
la Comisión depuradora está ya vencida.
Comprobada la
personalidad de “El Cepa”, es evidente el error.
Elementos de
juicio suficientes debe tener el señor Moreno para prejuzgar el origen de éste.
Los testigos
ahora y los ex procesados antes, en sus declaraciones, deben haber aportado
suficientes luces al nuevo sumario.
La clara
inteligencia del mencionado magistrado, su rectitud y su reconocida
competencia, son factores de los cuales se espera que en breve quedara aclarado
este asunto que tanto ha conmovido a la opinión.
La primera
etapa de la labor de la Comisión ha terminado.
A la actividad
desplegada por el señor Moreno, hay que añadir el apoyo que le han prestado el
inspector de Tribunales, señor Cortón; el actual juez de Belmonte, señor
Escribano, y el oficial del Juzgado, señor Torremocha. Todos ellos se han hecho
dignos de elogios, los que seguramente no les regatearán la opinión.
La segunda
etapa del sumario ha de desarrollarse en Madrid, y allí no será más que
complemento de la labor realizada en la primera.
Es de esperar
que en plazo breve, más aún de lo que hubimos de presumir cuando vimos la
diligencia con que obró el ministro de Gracia y Justicia, don Galo Ponte, al
nombrar la Comisión investigadora, le será entregado a éste el informe fruto de
estos trabajos.
Belmonte, marzo, 1926. Joaquín JOVER SOLBES
* * *
(De nuestro enviado especial señor Jover.)
La Comisión de Osa de la Vega, en Belmonte.
BELMONTE, 16.-
En un automóvil procedente de Alcázar de San Juan llegaron los comisionados que
fueron a Madrid para entregar al ministro de Gracia y Justicia el escrito
pidiendo la rehabilitación de los supuestos asesinos de Grimaldos.
León Sánchez, que regresó con los comisionados, compareció ante el magistrado del Supremo señor Moreno y Fernández de Córdoba (Rodas), ampliando la declaración que prestó días antes.
Otras diligencias.
BELMONTE, 16.-
Ante la Comisión depuradora han comparecido el alcalde y otras personalidades
de Osa de la Vega, que no pudieron hacerlo antes por encontrarse en Madrid.
Estas diligencias no tienen otra finalidad que ampliar las que dichos señores prestaron ante el juez señor Escribano.
Regreso de la Comisión depuradora.
BELMONTE, 16.-
La Comisión depuradora se propone regresar a Madrid mañana, miércoles, dando
por conclusa su actuación en Belmonte.
El magistrado
señor Moreno y Fernández de Córdoba (Rodas) se propone continuar la instrucción
de las diligencias en Madrid, donde es de suponer que el sábado preste
declaración el juez que instruyó el sumario, señor Isasa Echenique.
LA CORRESPONDENCIA MILITAR EN BELMONTE
BELMONTE, 16.-
En la localidad y en los pueblos de Osa de la Vega y Tresjuncos es esperado
diariamente el correo con gran impaciencia para leer las noticias que publica
la Prensa, relacionadas con el suceso.
El paquete de LA CORRESPONDENCIA
MILITAR es arrebatado de manos de los vendedores, siendo favorablemente
comentada la amplia información que publica dicho diario.
LA CORRESPONDENCIA MILITAR,
(madrid)
Año L, Nº 14.356,
17-03-1926, p. 6
EL SUCESO DE OSA DE LA
VEGA
Se confirman las manifestaciones que el ex sargento
Taboada hizo a “La Correspondencia Militar”.
El ex sargento no culpó a nadie.
El abogado
defensor del ex procesado Gregorio Valero, don Conceso Coso Langa, en unas
declaraciones hechas a un periodista en Cuenca, ha negado que rectifique unas
supuestas declaraciones publicadas por su colega de Madrid y atribuidas al
sargento Taboada.
-
El ex sargento Taboada -dice- no
acusa a Gregorio y a León de la muerte de nadie; desmiente sus supuestas
declaraciones, que dice se le han atribuido. Por esto no hemos intentado el
procedimiento contra él, que en otro caso hubiésemos ya incoado.
También en
Belmonte, el juez especial señor Moreno y Fernández de Córdoba (Rodas), ha
desmentido oficialmente dichas declaraciones, remitiendo al periódico una
comunicación en tal sentido.
Las manifestaciones a que nos referimos fueron desmentidas por el sargento Taboada en unas declaraciones que en Belmonte hizo a nuestro enviado especial, señor Jover, y que fueron publicadas en nuestro número del lunes.
El ex procesado Valero, en Cuenca.
CUENCA, 17.-
Acompañado de su abogado defensor, don Conceso Coso, ha llegado a esta ciudad
Gregorio Valero, uno de los excarcelados de Osa de la Vega.
Visitaron al
gobernador civil y a las demás autoridades, recabando su concurrencia para la
suscripción organizada por la Diputación provincial y el Ayuntamiento en favor
de los infortunados reos.
Por la noche
asistieron al teatro Cervantes. El público, que se percató inmediatamente de la
presencia de Valero en la sala, prorrumpió en aplausos.
El señor Coso
regresa hoy a Belmonte con su defendido, proponiéndose salir para Madrid el día
18.
El señor Coso
regresará a Cuenca en compañía del abogado defensor de León Sánchez, señor de
Las Casas.
Grimaldos hizo otra escapada hace años.
Se recuerda que
“el Cepa” desapareció otra vez de Tresjuncos.
Salió un día con el pretexto de acarrear agua de un pozo próximo que abastece al pueblo, y no regresó hasta tres días después, sin dar razones de su extraña conducta a los que le interrogaron.
La aplicación de Valero en el penal de San Miguel
de los Reyes.
Así como León
Sánchez aprendió en el penal el oficio de zapatero a la perfección, Gregorio
Valero aprendió a leer y escribir rápidamente, y tres o cuatro oficios de
diversa condición, que hoy está en caso de ejercer si quiere.
Valero, que había estado delicado
de salud durante unos días, se muestra muy animoso.- Febus
LA CORRESPONDENCIA MILITAR,
(madrid)
Año L, Nº 14.357,
18-03-1926, p. 6
EL SUCESO DE OSA DE LA
VEGA
Hoy ha comenzado a actuar en Madrid la Comisión
depuradora.
El procurador de León Sánchez ha elevado un escrito
al ministro de Gracia y Justicia solicitando la revisión.- Los errores
judiciales de Belmonte y Cuenca.- Otras noticias.
ACLARANDO HECHOS
Hubo error y
grave en el sumario de instrucción y lo hubo también y muy grave en la vista
del proceso en juicio oral ante la Audiencia de Cuenca.
A uno y otro
error aludimos expresamente en nuestra información postal fechada en Tresjuncos
el 12 y publicada en nuestra (ilegible) del sábado 13. La existencia de “El
Cepa” revela innegable error en el sumario incoado por el juez señor Isasa y en
la sentencia condenatoria dictada por la Audiencia.
Por la índole
de procedimiento judicial español, uno y otro error reclaman consideración
aparte; ambos errores expresan en sus posibles careos especiales y distintos aspectos
de observación y análisis porque son muy diferentes las funciones judiciales
del juez instructor del sumario, con amplitud de actuación (ilegible), y las de
los Tribunales mixtos de jueces de hecho y de derecho, donde el Jurado
(ilegible) pudiera decirse (ilegible), les encasilla en la rigidez del
articulado legal.
Es por esto por
lo que, como ampliación a nuestras intervenciones postales fechadas el 13 en
Osa de la Vega y publicadas el 15, las (ilegible) hay en su desdoble (ilegible)
y lógico; esto es; Belmonte y Cuenca o sumario y juicio oral.
Al (ilegible)
el origen, causa o motivo del error judicial, hay que enjuiciar a Isasa de que
se incurrió en el error en la segunda instrucción del sumario, se había
diligenciado el número 94 del juzgado de Belmonte. En 1913 se elabora el
(ilegible) al abrirse el juicio en la Audiencia de Cuenca. El señor presidente
de ésta lo remitió a Belmonte junto con el rollo de la causa que es el número
775 de 1910, para ser incorporado al expediente instruido por el magistrado señor
Moreno, a los efectos que señala la Real orden del ministerio de Gracia y
Justicia; esto es; comprobar la existencia de José María Grimaldos, (ilegible)
quizá se supuso muerto violentamente en causa seguida por el Juzgado de
Belmonte.., y los motivos por los cuales los reos Gregorio Valero y León
Sánchez, que fueron condenados como responsables de la muerte de José María
Grimaldos comparezcan (ilegible) en el sumario como en el juicio oral haber
ejecutado aquella.
Este sumario
alcanzó publicidad al abrirse el juicio oral en la Audiencia. Se instruyó por
denuncia de Manuel Grimaldos, los padres de Grimaldos y el cuñado de Manuel,
llamado Jorge.
Con referencia
al mismo, ha divulgado la prensa que los dos pueblos de Tresjuncos y Osa de la
Vega acusaban a los pastores Valero y León; que éstos se acusaban el uno al
otro..., que si la confesión de los procesados había precedido la enorme
coacción moral que (ilegible) de dos pueblos (ilegible) contra la impunidad.
(ilegible) en estos casos la (ilegible) pasional, el (ilegible), la cruel
inducción para que se haga “cantar” a los criminales.
Estamos
perfectamente de acuerdo. Es la impresión amarga de una realidad tristísima que
se apodera del ánimo al visitar los lugares del suceso; es la impresión que
flota en el ambiente de la comarca donde se ejerció la acusación, -que no hay
que confundir con la violencia- donde se hizo “cantar” a los criminales.
Debemos consignarlo así porque así es como lo recoge el espíritu sereno al
reconocer en visita de escrutadora observación los pueblos de Belmonte,
Tresjuncos, Osa de la Vega y Villaescusa. Así debió ser, por desgracia, y así
habrá podido contrastarlo con minuciosidad en la labor procesal inquisitiva el
inteligente y probo magistrado del Supremo.
El secreto
impenetrable de las actuaciones del señor Moreno y Fernández de Rodas no
consiente adelantar juicios sobre las causas concretas que originaron tan grave
error sumarial.
Sin embargo,
oyendo a los pueblos teatro de los sucesos, a quienes los vivieron en sus
detalles y en sus diversas fases, se necesita tener el oído muy duro para no
percibir ecos de antagonismos históricos de pueblos que, desgraciadamente, han
producido en muchos casos grandes extravíos de la opinión popular,
conduciéndola a lamentables excesos. Tresjuncos y Osa de la Vega son pueblos
antitéticos. Pertenecen a una misma circunscripción, pero sus ideales,
marcadamente opuestos, pudieron ahondar en las luchas electorales cada vez más
sus antagonismos y su separación.
Las discusiones
de actas de nuestras Cortes ofrecen, por desgracia, sobrados ejemplos de los
extravíos a que han conducido a los pueblos enconadas luchas electorales. Sin
participación alguna de los protagonistas de ellas, esterilizando hasta en
ocasiones esfuerzos heroicos de los candidatos noble y honradamente empeñados
en evitarlos, se produjeron... y Tresjuncos, pueblo de Grimaldos, y Osa de la
Vega, pueblo de los inocentes, padecieron el encono de aquellas luchas. ¿Quien
sabe si en ellas hubo germen de aquel movimiento pasional o si fueron ellas
conductoras del extravío?
Recogemos sólo
impresiones que están en el ambiente de la comarca, lo que en ellas se respira,
se oye y se masca. No aseguraríamos, ni aun ante la evidencia, que sea esa la
causa del error sumarial, porque precisamente el sumario tiene por timonel a
quien por cultura y superioridad de espíritu debe conocer tales
apasionamientos.
El caso del
señor Isasa, como hemos expresamente consignado, es de los que no admiten lugar
a duda; estaba plenamente inmunizado de todo asomo de coacción. Pero bien
seguros estamos que ante movimientos y estados pasionales de pueblos de
encontrados ideales políticos, como los de Tresjuncos y Osa de la Vega,
convendrá el señor Isasa con nosotros en que no puede entonces esperarse
justicia del pueblo, porque como dice Guizot, “entre la política y la justicia,
toda la inteligencia es corruptora; toda conducta es pestilente”.
¿Hubo algo de esto,
efectivamente, en las declaraciones del caso Grimaldos?
Esperemos el
fallo de la revisión.
Joaquín JOVER SOLBES
* * *
El juez especial, en Madrid.
Se encuentra en
Madrid, de regreso de Belmonte, la Comisión de magistrados nombrada por el
ministro de Gracia y Justicia para depurar los hechos ocurridos en Osa de la
Vega.
El juez
especial señor Moreno, cambió impresiones con el ministro, y hoy mismo reanudó
sus funciones en el Palacio de Justicia.
Como es sabido,
recibirá todavía varias declaraciones, entre ellas la del juez instructor que
fué de Belmonte, don Emilio Isasa Echenique; la del secretario, don Manuel
Rodríguez de Vera, la del teniente de la Guardia civil, jefe de línea, don
Gregorio Regidor; la del forense, don Juan Jáuregui, y la de los que fueron
defensores de León Sánchez y Gregorio Valero, don Leopoldo Garrido y don
Enrique Álvarez de Neira, respectivamente.
Terminada esta
labor, el señor Moreno enviará las diligencias, con el correspondiente informe,
al ministro de Gracia y Justicia, quién los trasladará, una vez examinadas, a
la sala segunda del Tribunal Supremo, para la vista de la revisión de la causa.
Pidiendo la revisión de la causa.
El procurador
don Mariano Martín Chico ha presentado hoy al ministro de Gracia y Justicia el
siguiente escrito:
“Excelentísimo
señor ministro de Gracia y Justicia.
Excelentísimo
señor: Don J. Mariano Martín Chico, procurador de los Tribunales y mandatario
de don León Sánchez Gascón, según escritura de poder otorgada el 13 de los
corrientes ante el notario de esta corte don Cándido Casanueva, con el número
609, del protocolo corriente, cuya primera copia, bastanteada de oficio,
acompaña, haciendo constar que está expedida en 16 del mes actual, y que
confiere mandato general y especial para gestionar la revisión de la causa en
que mi cliente fué condenado por el supuesto delito de homicidio, sumario 94 de
1910, de Belmonte, ante vuecencia comparece, y con todo respeto expone:
Que en virtud
del expresado sumario, por la desaparición de José María Grimaldos, del pueblo
de Osa de la Vega, del partido judicial de Belmonte, provincia de Cuenca,
ocurrida el año 1910, en el mes de agosto, día no determinado con exactitud, se
formó causa, y el año 1913, después de haber sido sobreseída en 1911 por la
Audiencia de lo criminal de Cuenca, dictándose por el Tribunal de Derecho,
después del veredicto condenatorio del Juzgado, sentencia contra mi cliente y
otro, que previamente habían sido procesados por el juez instructor de
Belmonte, que abrió por segunda vez el sumario antes numerado.
A consecuencia
del auto de procesamiento sufrió mi cliente prisión preventiva durante varios
años; en virtud de la sentencia condenatoria estuvo sufriendo condena en el
presidio de Cartagena, también durante varios años.
Recientemente,
excelentísimo señor, ha aparecido el mismo José María Grimaldos, vecino de Osa
de la Vega, cuyo homicidio supuesto era el delito que persiguió el juez
instructor de Belmonte y castigó la Audiencia de Cuenca.
V. E. Dictó el
7 de los corrientes la Real orden mandando instruir un expediente para depurar
responsabilidades, a los efectos del artículo 956 de la ley de Enjuiciamiento
criminal. Siempre será un título de honor para V. E., esa disposición y la
rapidez con que fue acordada. Por ello, como mandato expresamente recibido, he
de significar a V. E., la gratitud de León Sánchez Gascón.
Determinase en
dicha Real orden que se faciliten al magistrado instructor nombrado, don Manuel
Moreno y Fernández de Córdoba (Rodas), cuantos antecedentes solicite de los
funcionarios del Poder judicial. En observancia de ello están en sus manos el
sumario de 1910, continuando en 1913, y el rollo de Sala número 765, de los
mismos años, de la Audiencia de Cuenca.
Es fácilmente
comprensible que habiéndose dispuesto también por vuecencia que ese expediente
tenga en su instrucción el carácter de sumarial para ejercitar en nombre de mi
poderdante el recurso de revisión, que en principio el propio Ministerio estima
oportuno, y que precede a virtud del artículo 954 de la ley de Enjuiciamiento
criminal, nos sea menester el conocimiento completo del sumario y rollo antes
expresado.
En el artículo
955 de la misma ley dícese que tal recurso podrán promoverlo “los penados”, y
comoquiera que mi cliente, don León Sánchez, en la actualidad figura como tal y
su nombre inscrito en el correspondiente registro alentado además por
declaraciones públicas de V. E., sobre la interpretación de la legalidad
vigente, hago uso, en nombre de mi mandante, del derecho que se consigna en la
última citada disposición, acudiendo a V. E., por medio de esta solicitud.
Comoquiera que
el expediente del artículo 956 ha sido promovido de oficio, para usar del
derecho que el artículo 955 estatuye a favor de don León Sánchez Gascón, y con
el propósito de concretar los números en que hallar fundamento al recurso de
los del artículo 954, aparte el número segundo, y para precisar el alcance del
tercero, reformado por la ley de 7 de agosto de 1899, nos interesa ser parte en
dicho expediente, así como el conocimiento de los aludidos sumario y rollo, que
no pueden mantener el carácter de secretos, ya que a la causa puso término en
juicio público, sentencia que es firme.
Suplico a V. E.,
por lo expuesto motivadamente, que tenga promovida la instancia de la revisión
de la sentencia condenatoria en causa expresada a nombre del penado León
Sánchez Gascón, mi mandante; que en el expediente que para ello se instruyó se
me tenga por parte, que se me permita el conocimiento de los sumario y rollo de
la expresada causa, en poder del magistrado instructor, que se ordene se me
expidan las certificaciones que con mérito a ellas he de pedir y fueren de dar.
Todo en justicia. Madrid 7 de marzo de 1926.”
Las primeras diligencias en Madrid.
Esta mañana, a
las doce, se ha constituido en el Palacio de Justicia, en el local destinado a
Inspección de Tribunales, el juez especial, señor Moreno y Fernández de Rodas,
con el secretario don Domingo Cortón, prestando ante ellos declaración el ex
médico forense de Belmonte, don Juan Jáuregui.
El señor
Jáuregui manifestó ante la Comisión su actuación en el sumario.
Parece ser que
dicho señor, relató algunas de las diligencias sumariales en lo que, por razón
de su cargo, hubo de intervenir y manifestó que de todas ellas certificó en
conciencia lo que creía.
Cuando se
procedió a la exhumación de cadáveres en el cementerio de Osa de la Vega, por
haber declarado los inculpados que habían enterrado allí a Grimaldos, él en el
reconocimiento que hizo, no apreció a cadáver alguno señales de violencia ni
muestra alguna de herida o lesión. Como asimismo la fecha de enterramiento no
coincidía con lo que los por entonces procesados declaraban.
Así lo hizo ver
al juez, señor Isasa.
Mañana
continuará el juez especial las diligencias empezadas hoy.
Grimaldos, al pueblo de su novia.
CUENCA, 17.-
José María Grimaldos ha marchado a Mira, pueblo donde reside su amante.
Parece dispuesto a contraer
matrimonio con ella, según ha dicho reiteradamente, y a trasladarla con sus dos
hijos a Tresjuncos, su pueblo natal.
HERALDO
DE MADRID, año XXXVI,
nº 12.522, 20-03-1926, p. 3
EL ERROR JUDICIAL DE
BELMONTE
El Juez especial continuó esta mañana sus
diligencias.
Declara el teniente de la Guardia civil Sr. Regidor.
Esta mañana
continuó sus diligencias el juez especial, magistrado del Supremo, Sr. Moreno,
encargado, como se sabe, de instruir el expediente por la desaparición del
pastor Grimaldos.
Ante él prestó
declaración el teniente de la Guardia civil, retirado, D. Gregorio Regidor, que
era, como se ha dicho, el que mandaba la línea e intervino directamente en las
actuaciones realizadas.
La declaración
ha sido muy extensa e interesante. Como es natural, de ella se guarda gran
reserva y sólo sabemos que tiene gran interés dentro del expediente que se está
tramitando.
El lunes
continuará su trabajo el magistrado Sr. Moreno, citando a declarar a otras
personas.
Sabemos que el
último que prestará declaración será el juez Sr. Isasa Echenique.
Una conversación con el teniente Sr. Regidor.- “Su
actuación se limitó a auxiliar a la Justicia.”
En un modesto
pisito de la calle de Embajadores vive, en unión de su esposa y de sus hijos el
teniente de la Guardia civil, retirado, señor Regidor.
En su domicilio
nos damos a conocer y le exponemos el objeto de nuestra visita.
Amablemente
accede a ello. Es don Gregorio Regidor hombre, a pesar de sus sesenta años,
fuerte y enérgico. Viste traje negro y en su rostro rasurado, surcado por
ligeras arrugas, se observa al luchador, y acusa en él toda una vida de
trabajos, de emociones y de fatigas.
- He recibido -nos dice- una verdadera sorpresa
con todo lo sucedido. Al cabo de los años... ¿Quién lo iba a decir? Puede usted
tener por seguro que he sido y soy uno de los primeros en lamentarme de lo
ocurrido y en sentir una verdadera pena que esos infelices hayan estado en
presidio siendo inocentes; pero también he de advertirle que en lo que a mi intervención
se refiere tengo la conciencia tranquila de que no hice nada más que cumplir
con mi deber.
- ¿Y su
actuación?
- Se limitó a auxiliar a la Justicia en todo
momento. Fíjese bien en esto. Mi actuación quedó sólo limitada a auxiliar a la
Justicia en todo momento.
Hay unos
instantes de pausa, en los que el Sr. Regidor parece evocar el recuerdo triste
de aquellos días.
- ¿Cuanto
tiempo lleva usted retirado? -le preguntamos.
- Diez años. He servido en el instituto treinta,
y entré de simple guardia.
- ¿Ascendió usted pronto?
- Con relativa rapidez. He llegado hasta primer
teniente y en mi hoja de servicios sólo tengo, por fortuna, notas favorables,
lo que demuestra que siempre fui un exacto cumplidor de mi deber. Esa hoja,
mejor que nadie, puede hablarle a usted de mi conducta intachable. Ahora vivo
retirado con mi señora y mis hijos en este hogar tranquilo.
Vuelve el Sr.
Regidor a hablar del suceso.
- ¿A qué
atribuye usted todo lo ocurrido? -preguntamos.
- A la actuación en masa que les hizo todo el
pueblo de Tresjuncos y muchos vecinos de Osa de la Vega. Créame usted que
muchos de los que ahora claman por esos inocentes en aquella ocasión pedían a
grandes voces justicia y el encarcelamiento de los culpables. En varias
ocasiones me vi precisado a echar mano de varias parejas de la Guardia civil
para mantener el orden del vecindario indignado contra los “asesinos”. En este
ambiente tuvo que trabajar el juez y tuvimos que trabajar todas las
autoridades. El error ha existido; pero más que judicial puede decirse que fué
error de todo el pueblo, cuyos vecinos no se vieron tranquilos hasta el día de
la reconstrucción del “crimen”, en el que León y Gregorio confesaron ante todo
el vecindario cómo habían matado a Grimaldos.
- ¿Ha sido muy extensa la declaración que han
prestado ustedes hoy ante el juez especial?
- Ha durado
hora y media, y en ella he relatado todo lo que yo hice con las fuerzas a mis
órdenes para auxiliar a la justicia.
(Noticias anteriores, en cuarta plana.)
HERALDO DE MADRID, año XXXVI,
nº 12.522, 20-03-1926, p. 4
EL SUCESO DEL PASTOR
GRIMALDOS
Interesantes manifestaciones del abogado de León
Sánchez.
Ossorio y Gallardo dice que es inútil hacer de este
asunto pleito de derechas e izquierdas.
LA CORUÑA, 19.-
El letrado don Enrique Álvarez Neira, que representó al procesado León Sánchez
cuando se vio la causa ante la Audiencia de Cuenca, ejerce en la actualidad el
cargo de abogado del Estado en la Delegación de Hacienda de La Coruña.
El Sr. Álvarez
Neira, interrogado por los periodistas, ha dicho que la Magistratura procedió
entonces influenciada por la creencia, que era general en los pueblos de la
comarca, de que Valero y Sánchez eran los asesinos del pastor Grimaldos, a
pesar de que en el sumario no había sino indicios que no llegaban, ni
remotamente, a constituir una abrumadora prueba.
Momentos antes
de comenzar la vista el abogado defensor de Sánchez renunció a representar a
éste, y el Sr. Álvarez Neira intervino porque nadie quiso subir a estrados en
lugar de aquel.
El presidente
de la Sala decidió aplazar la vista para el próximo cuatrimestre; pero, en
vista de la excitación de ánimos entre los vecinos de la comarca, volvió sobre
su acuerdo y dispuso que se celebrara el juicio oral al siguiente día.
Recuerda el Sr.
Álvarez Neira que el público se aglomeró en las inmediaciones de la Audiencia y
pidió a voces un castigo ejemplar para los procesados. ¡Al patíbulo, al
patíbulo! -decían-.
El defensor de
Sánchez sólo tuvo el sumario en su poder durante unas horas. Sin embargo,
recuerda que había en el sumario un plano en colores señalando la situación de
los pueblos de Tresjuncos y Osa de la Vega con la casita donde se suponía que
los criminales esperaron a Grimaldos para asesinarle.
Visitó el Sr.
Álvarez Neira a los procesados la noche anterior, y tanto León como Gregorio
negaron con firmeza toda participación en el delito.
El fiscal, Sr.
Sánchez Vera, convencido por la argumentación de las defensas, modificó sus
conclusiones y calificó el hecho como constitutivo de un delito de homicidio
con agravantes.
-
Presentía yo tan claro -ha
añadido el Sr. Álvarez Neira- el error judicial que, después de relatar la
prueba testifical y la documental, dejando limpios de cargos a los procesados,
leí al Jurado párrafos de la obra de Dorado Montero en que se discurre sobre
las posibilidades de errores judiciales. Releída ahora esta obra parece
expresamente escrita para este caso.
La modificación
de conclusiones hecha por el fiscal produjo en el público pésimo efecto, y hubo
nuevas voces y protestas.
-
Si la Audiencia hubiera absuelto
a León y a Valero -ha agregado- el gentío hubiera asaltado la Audiencia. Bajo
esta presión fué fallada la causa.
León no cesó de
llorar durante todo el tiempo que duró la vista, y aún después de condenado
hacía protestas de inocencia.
El Sr. Álvarez
Neira se abstuvo de decir nada sobre las causas que obligaron a Valero y
Sánchez a imaginar la leyenda del asesinato.
-
Sería oportuno -dijo- en estos
momentos hablar de los aportadores de pruebas a la segunda parte del sumario.
El crimen de todos.
BURGOS, 19.-
Acerca del error judicial de Osa de la Vega el Sr. Ossorio y Gallardo ha dicho
que ese error podía llamarse como una famosa comedia de Federico Oliver: “El
crimen de todos”.
Es inútil -añadió- que cada cual busque el modo de descargar su responsabilidad sobre el vecino y que se haga de eso un pleito de derechas e izquierdas.
* * *
El redactor del HERALDO señor Morena y el sargento
Taboada.
La verdad por delante.
Recibimos la
siguiente carta:
-
“Cuenca, 17 de marzo de 1926.
Señor director de HERALDO DE MADRID.
Muy señor mío: Le ruego la publicación de la presente
en el periódico de su digna dirección para desmentir de una manera rotunda y
terminante la manifestación que por el Sr. Morena, redactor del HERALDO, se me
atribuye con motivo del suceso de Osa de la Vega, de que si Sánchez y Valero no
mataron a Grimaldos habrá sido a otro.
Cuando me requirió dicho señor para que le diera
detalles de este suceso por mi actuación entonces como sargento de la Guardia
civil me limité a contestarle que nada podía decir.
El Sr. Morena así lo ha confirmado recientemente ante
mí y en presencia de respetables personas en el pueblo de Belmonte, atribuyendo
la manifestación publicada e inexacta a un error en la redacción del citado
periódico madrileño.
Le anticipa las
gracias, y tiene sumo gusto de ofrecerse de usted afectísimo seguro servidor,
que su mano estrecha. Juan Taboada Mora.”
* * *
- “Señor
director de HERALDO DE MADRID.
Mi querido
director: Noblemente, generosamente, piadosamente he guardado silencio ante las
rectificaciones, más o menos oficiosas, que han ido apareciendo en los
periódicos a la conversación que sostuve en su casa de Cuenca con el sargento
retirado de la Guardia civil Juan Taboada Mora. Me prometí solemnemente guardar
silencio en tanto que Taboada no desmintiera el contenido de mi información por
escrito. Lo ha hecho, al fin, y ya no puedo ni debo callar.
Taboada dijo
-si otra vez tuviese que hablar con este hombre me haría acompañar por un
notario- que tenía el convencimiento firme, inquebrantable, de que Valero y
Sánchez habían cometido un crimen. “Si no mataron a José María Grimaldos
-añadió- dieron muerte a otra persona.”
Yo le repuse:
¿Pero es que
desapareció por entonces algún otro vecino de estos pueblos?
ESTE NÚMERO HA SIDO VISADO POR LA
CENSURA
- No
-respondióme- pero por Osa de la Vega y Tresjuncos desfilan muchos tratantes de
ganado, y uno de estos tratantes pudo ser la víctima.
Ahora, Taboada piensa y dice otra cosa.
Lo único que
hay de cierto en su queja es que no me autorizó para hacer públicas sus
manifestaciones. “En este instante -me dijo- no puedo ni debo hablar de este
asunto. Esperemos a ver cómo se desenvuelven las cosas.
Conste que, al
recoger las manifestaciones de Taboada, lo hice en cumplimiento de un deber
informativo.
En Belmonte no
sucedió lo que refiere Taboada. Este apeló al caballero, y el caballero dijo:
“Yo declaro que no me autorizó usted para publicar sus manifestaciones. Así lo
hice constar en una crónica postal que remití al HERALDO, y que no se publicó,
sin duda por apremios de espacio.”
Muchas gracias,
señor director, por la publicación de esta carta de su afectísimo amigo y
subordinado, Federico Morena.”
* * *
HERALDO DE MADRID, año XXXVI,
nº 12.524, 23-03-1926, p. 2
EL SUCESO DEL PASTOR
GRIMALDOS
Los inculpados piden la revisión de la causa.
Actuación de los abogados de León y Gregorio.
Un escrito al ministro.
El procurador Sr. Guisasola ha presentado ayer en
el ministerio de Gracia y Justicia el siguiente escrito de revisión de causa.
“Excelentísimo señor ministro de Gracia y
justicia.
Excelentísimo
Señor:
Don…, procurador de los Tribunales y de Gregorio
Valero Contreras, con cédula personal corriente, según escritura de mandato,
cuya primera copia debidamente bastanteada acompaño a condición devolutiva y
reseño a ese objeto al pie de este escrito, ante V. E. digo respetuosamente:
Que me adhiero a la petición formulada por el
procurador Martín Chico a nombre de León Sánchez Gascón, en la solicitud
deducida ante V. E., el día 17 de los corrientes sobre revisión de sentencia
dictada en causa criminal por homicidio del vecino de Osa de la Vega José María
Grimaldos López, en atención a haberse demostrado que éste vivía y a estar condenado
por el supuesto delito mi cliente, actualmente en libertad condicional.
Poco o nada tendría que agregar a cuanto mi
compañero ha manifestado a V. E. a nombre de su patrocinado, ya que las citas
legales en virtud de las que esta instancia se produce son las mismas; una
misma la causa de pedir la revisión y unos los hechos que la motivan. León
Sánchez y Gregorio Valero fueron procesados conjuntamente, conjuntamente
condenados, y al propio tiempo, aunque en distintos establecimientos
penitenciarios, sufrieron ambos la pena de prisión que les fue impuesta. Para
que la igualdad de mayor realce al error judicial de Belmonte, la resignación y
la ejemplar conducta de los inocentes en pareja: fueron modelo de presidiarios.
¡Cómo que eran hombres buenos!
Pero al invocar como fundamento de esta demanda
un apoyo legal, séanos lícito insistir hoy -más enterados cada día de la causa
de la injusta condena-, no sólo en el número segundo del artículo 954 de la ley
de Enjuiciamiento criminal, sino en el número tercero de la propia disposición,
reformada por la ley de 7 de agosto de 1899, llamada de Azcárate.
(Hay treinta renglones en
blanco censurados)
(Hay cinco renglones
ilegibles)
Comoquiera excelentísimo señor, que cuantos
antecedentes oficiales (nos referimos a los judiciales) obran en manos del
señor magistrado instructor designado por real orden de 7 del actual, nos es
indispensable el conocimiento de los mismos, al efecto de promover el
antejuicio a que se refiere el artículo 757 de la ley de Enjuiciamiento criminal
y para dar debido cumplimiento a los artículos siguientes, todos del título
segundo, libro cuarto de la misma.
Por eso muy especialmente insistimos en la
súplica que con mérito a estos extremos contiene el escrito de 17 del actual,
suscrito por la representación de León Sánchez.
Bien se nos alcanza que ante el Tribunal
Sentenciador podríamos acudir y aun ante el mismo que haya de conocer de
ulteriores procedimientos; pero hay una realidad: la real orden reciente,
generosamente dictada por V. E., que habrá de hacer, estamos seguros de ello,
compatibles las medidas adoptadas para una más pronta depuración de
responsabilidades en beneficio principalmente de la administración de justicia
con el ejercicio legítimo y urgente de los derechos de los ciudadanos que han
padecido, dicho sea con todos los respetos, una (ilegible) y anómala
persecución, con daño en sus personas y perjuicios evidentes para sus intereses
y bienes.
Por todo lo expuesto.
SUPLICA a V. E. el procurador que suscribe, en
nombre de su cliente Gregorio Valero Contreras, y a su súplica se adhiere el
letrado que autoriza conmigo este escrito-instancia, que se tenga por
interesada la del actual pidió León Sánchez Gascón; que igualmente se acceda al
conocimiento del sumario y rollo de 1910-13 del Juzgado de Belmonte, número 94,
y de la Audiencia de Cuenca, número 765; que se le estime parte en el
expediente gubernativo que se tramita, en atención a la reforma que en el
número tercero del artículo 954 de la ley de Procedimiento introdujo la ley de
7 de agosto de 1899 (hay cuatro renglones y
medio ilegibles)
Todo en estrictos términos de derecho. Es
justicia.
Otrosí digo: Que el poder acompañado por primera
copia fue otorgado en Mota del Cuervo, del partido de Belmonte, por ante el
notario D. Balbino López Bouzas, del Colegio de Albacete, a favor de
procuradores, en 15 de marzo actual y con mandato general para pleitos y causas
por mi cliente D. Gregorio Valero Contreras. La primera copia es de fecha 18
del actual y va legalizada.
Suplico por hechas estas manifestaciones al
objeto, de su devolución para usos procesales y urgentes.
Madrid, 22 de marzo de 1926.”
Otra petición.
También ha sido solicitado del ministro se
facilite a los abogados representantes de los inocentes la historia penal de
éstos en Belmonte, Cuenca, Cartagena y San Miguel de los Reyes.
HERALDO DE MADRID, año XXXVI,
nº 12.525, 24-03-1926, p. 4
EL SUCESO DEL PASTOR
GRIMALDOS
Oficialmente consta que José María estuvo en los
baños de la Celadilla después de haber sido “asesinado”.
La familia de Grimaldos iba a ejercer la Acusación
particular.
BELMONTE, 23.-
Dicen del Pedernoso que D. Toribio Heras, juez municipal que era de este pueblo
en el año 1910, recuerda, según ha manifestado al abogado de Gregorio Valero,
Sr. Coso, y al cura párroco D. Dionisio Langa, que recibió del juez de
instrucción de Belmonte, D. Antonio Rodríguez y González, una orden dimanante
del sumario 94 de dicho año por desaparición de José María Grimaldos de su
pueblo, Osa de la Vega, para que practicase una información sobre si había
pasado José María por El Pedernoso y si había estado en los baños de La
Celadilla, que están situados en el término del Juzgado municipal.
D. Toribio
Heras practicó la diligencia, como se le mandaba, personalmente, pues además se
lo había interesado el juez de instrucción en particular con gran empeño. Se
hizo acompañar por el alguacil y dos guardias municipales. En La Celadilla,
Petra Algaba, dueña de los baños, y Bienvenido García, criado o encargado del
establecimiento manifestaron al juez que un tal José María, pastor, cuyo
apellido desconocían, estuvo tres días en los baños (el 21 que llegó, y los
días 22 y 23) y de allí se marchó a una finca, según dijo, de D. José María
Perona, con el fin de colocarse en ella como zagal.
Devolvió el
juez municipal la orden diligenciada con este informe al juez de instrucción, y
a los pocos días recibió nueva comunicación del Juzgado de Belmonte para citar
a Bienvenido y a Petra, que sabe fueron a declarar. Después ya no supo más,
pues al año siguiente cesó en el cargo.
Hay la creencia
de que en 1913 estas citas no fueron evacuadas porque contradecían totalmente
la confesión, según era público en estos pueblos, de que mataron a Grimaldos el
día 21.
El juez
municipal del Pedernoso en 1910, D. Toribio Heras, no fué llamado a declarar
ante el magistrado instructor, Sr. Moreno y Fernández de Rodas.
Coinciden sus
manifestaciones, que son de un extraordinario interés, y se conocen debido a la
conversación que tuvo con el abogado de Gregorio Valero, con las del esposo de
doña Petra Algaba, D. Vicente Moreno, y con las del médico, que también habló
con el referido letrado en Santa María de los Llanos.
El dueño actual
de los baños de La Celadilla, D. Vicente Moreno, confirma las manifestaciones
hechas al abogado D. Conceso Coso con respecto a lo que le había dicho su
mujer, Petra Algaba, recordando que al hacerse pública la desaparición y
supuesta muerte de Grimaldos, su esposa le dijo textualmente esta palabras: “Si
sería aquel pastorcejo que estuvo allí”, refiriéndose a los baños de La
Celadilla y a un tal José María, que por los días 22 y 23 de agosto de 1910 los
estuvo tomando hasta que se sintió indispuesto.
Añade que cree
que su esposa fué a Belmonte a declarar, y sin duda no la admitieron en el
Juzgado cuando no aparece su declaración, y que todo esto lo ha manifestado al
magistrado del Supremo recientemente.
Lo que dice la madre de León Sánchez.
BELMONTE, 23.-
La madre de León Sánchez ha manifestado que yendo a los baños de La Celadilla
cuando ya estaban presos en Belmonte León y Gregorio, al enterarse de que José
María Grimaldos había pasado por allí días después del supuesto asesinato, fué
al Juzgado para hacerlo constar, y le manifestaron que no se podía ver al juez,
y ante su insistencia, que ya no se admitían más declaraciones.
Son muy
comentadas estas noticias, que permiten asegurar que en Belmonte se conoció la
existencia del Grimaldos con posterioridad al momento en que se le suponía
muerto violentamente.
La familia de Grimaldos, ¿iba a acusar?
BELMONTE, 23.-
En 1913 los familiares de José María Grimaldos, y aún quizá el pueblo de
Tresjuncos, pensaron en ejercitar la acusación particular y tal vez pública
contra los vecinos de Osa de la Vega que aparecían procesados por asesinato y
robo, León Sánchez y Gregorio Valero.
Hubo
dificultades, porque el abogado de Cuenca a quien hablaron exigía una
determinada cantidad, y aún da la enemiga entre los pueblos de Osa de la Vega y
Tresjuncos, no se decidió la corporación municipal de éste último pueblo a
personarse en la causa; pero sí tuvo en apoyo de sus pretensiones acusatorias
el decidido influjo del diputado por el distrito, don Francisco Martínez
Contreras, que “activó” la tramitación del sumario.
La familia de
José María Grimaldos quizá cambió luego de opinión cuando años más tarde
recibió noticias desde Mira, y aunque la carta anónima no se ha encontrado, una
hermana del muerto resucitado la guardó con otras mucho tiempo, juntamente con
las de un pariente suyo de la orden franciscana, que en todo tiempo, enterado
del caso, les aconsejó el perdón.
HERALDO DE MADRID, año XXXVI,
nº 12.526, 25-03-1926, p. 2
EL
SUCESO DEL PASTOR GRIMALDOS
Unas horas después de haber sido
“asesinado”, José María habla con un mayoral.
La enemiga entre Osa de la Vega y
Tresjuncos se exterioriza durante la instrucción del sumario.
La próxima semana estará
terminado el expediente.
El juez
especial, Sr. Moreno, y el secretario, Sr. Cortón, continúan su trabajo. Ahora
estudia el Sr. Moreno las actuaciones y recopila los elementos necesarios para
redactar el informe que ha de elevar al ministro de Gracia y Justicia.
Calcula el Sr.
Moreno que habrá terminado su labor para mediados de la semana próxima.
* * *
BELMONTE, 24.-
Un mayoral de ganado llamado Pedro Rada, conocido por “el Potra”, ha dicho que,
conforme manifestó ya al abogado de Gregorio Valero, el día 21 de agosto de
1910 vio al “Cepa” (José María Grimaldos) sobre las diez de la noche; esto es,
cuando ya había cenado, y se dirigía a ver a su novia, Dionisia García, hoy su mujer, que vivía y vive ahora en el pueblo de
Osa de la Vega.
Habló con José
María, Pedro Rada, y le contó Grimaldos que había estado en Tresjuncos, que
tenía que cobrar “algunos dineros” en Osa, y que iba además a este pueblo a ver
a su tía Leandra, mujer del peatón de Osa de la Vega, a la farmacia de
Villarejo de Fuentes.
Hablando largo
rato con Grimaldos, como cosa de una media hora, le manifestó también, según
recuerda, que pensaba irse el pastor al siguiente día a los baños de la
Celadilla; pero antes quería volver a Tresjuncos.
Aunque estas
declaraciones en parte contradicen que Grimaldos llegase el 21 por la noche a
los baños de la Celadilla, no sabe Rada si cumplió “el Cepa” su programa, pues
era mozo al que conocía muy bien, y frecuentemente hablaba de viajes y
proyectos que o no realizaba o sólo cumplía a medias.
Pedro Rada es
hombre muy formal, pero poco amigo de acudir a Juzgados y únicamente en virtud
de requerimientos insistentes ha hecho esta versión, que ya se conoció en Osa
de la Vega a raíz de saberse que Grimaldos vivía. Sin embargo, ni fué citado,
ni se presentó a declarar últimamente ante el magistrado instructor Sr. Moreno.
* * *
BELMONTE, 24.-
Otro testimonio de interés es el de Jesús Iniesta Campos, conocido por
“Basquiñas”, jornalero del campo, que el día 11 de este mes declaró ante los
magistrados del Supremo.
Fué “Basquiñas”
uno de los trabajadores que practicaron excavaciones en el cementerio de Osa de
la Vega y en las cercanías del Palomar de la Virgen para comprobar la
“confesión” de que habían enterrado a Grimaldos, después de despedazarlo, los
ex presidiarios, entonces procesados y presuntos culpables.
Gregorio Valero
dice que estuvo en la arboleda frente al Palomar, mientras el “Basquiñas” abría
el hoyo. El juez Sr. Isasa estaba mientras tanto en la casa de la Virgen de la
Vega, acompañado de la mujer de Gregorio, Dolores Varón, y del médico de Osa,
Sr. Labarga. El “Basquiñas” hacía excavaciones en presencia del alguacil, que
tenía para eso delegación del Juzgado.
El día de la
Ascensión por la tarde, 1 de mayo, ocurría esto, y León Sánchez quiso beber
agua en el río que pasa por la vega, cerca de la casa de la Virgen, lo que no
se le permitió.
De Tresjuncos
acudió mucha gente, que presenciaba la diligencia desde el punto llamado cerro
de la Ermita, y los vecinos de ese pueblo llamaban a gritos a los de Osa:
“Criminales, asesinaores”.
Los naturales
de Osa de la Vega estaban a unos 200 metros del Palomar de la Virgen y
mantenían actitud resignada.
Recuerda que otro día varios
vecinos de Tresjuncos se presentaron en la plaza Mayor, de Osa de la Vega
armados de estacas y en actitud insultante para los de este pueblo.
HERALDO DE MADRID, año XXXVI,
nº 12.527, 26-03-1926, p. 2
EL SUCESO DEL PASTOR
GRIMALDOS
Se ha librado un exhorto a La Coruña para recibir
declaración del Sr. Neira.
El juez de Belmonte a La Carolina.
El juez
especial, Sr. Moreno ha librado un exhorto a La Carolina para que se tome
declaración al letrado Sr. Neira, abogado defensor que fué de León Sánchez.
Con esta
declaración se dará por terminado el expediente.
* * *
El actual juez
de Belmonte, D. Teófilo Escribano, ha sido trasladado al Juzgado de La
Carolina.
(Párrafo de tres líneas ilegible).
HERALDO DE MADRID, año XXXVI,
nº 12.528, 27-03-1926, p. 2
EL SUCESO DEL PASTOR
GRIMALDOS
José María Grimaldos vuelve “oficialmente” a la
vida.
Exhorto cumplimentado.
BELMONTE, 26.-
José María Grimaldos ha vuelto oficialmente a la vida con la siguiente
certificación:
“D. Pedro María
Moya Honduvilla, juez municipal de esta villa de Tresjuncos.
Certifico: Que
según resulta de los antecedentes suministrados por los funcionarios de la
administración municipal, José María Grimaldos López, hijo de Anselmo y de
Juana, natural de este pueblo, vive en el día de la fecha, con residencia
accidental en esta villa, siendo su residencia habitual, según manifestación
del mismo, en el pueblo de Mira, de esta provincia de Cuenca, conservando su
estado de soltero.
Y para que
conste y surta sus efectos, libro el presente certificado en Tresjuncos a 26 de
marzo de 1926.- Firmado: El juez municipal, Pedro María Moya.”
* * *
El magistrado
Sr. Moreno y Fernández de Rodas ha recibido ya, cumplimentado, el exhorto que
libró al juez decano de La Coruña para que prestase declaración el abogado Sr.
Neira, que defendió en Cuenca a León Sánchez.
La diligencia,
después de conocidas las manifestaciones que hizo públicamente el Sr. Neira,
carece de interés.
HERALDO DE MADRID, año XXXVI,
nº 12.529, 29-03-1926, p. 2
EL SUCESO DEL PASTOR
GRIMALDOS
Un escrito de querella contra el juez que instruyó
la causa contra Valero y Sánchez.
Don J. Mariano
Martín Chico, procurador de León Sánchez Gascón, ha presentado a la Sala
segunda del Tribunal Supremo de Justicia su escrito, en el que suplica “que
habiendo presentado este escrito de querella, con el poder que se acompaña,
debidamente bastanteado, y los documentos adjuntos, a nombre de León Sánchez
Gascón, cuyas circunstancias constan, la tenga por deducida V. E., a los
efectos que promover el oportuno antejuicio, en obtención de la licencia
necesaria para exigir la responsabilidad criminal en que haya incurrido el
actual magistrado de la Audiencia territorial de Sevilla D. Emilio Isasa
Echenique, como juez de instrucción que fué del partido de Belmonte (Cuenca), y
a los efectos de interponer contra la sentencia injusta antes mencionada, con
la declaración judicial que lo fundamente, el recurso de revisión motivado en
el número tercero del artículo 954 de la ley del trámite.
(Párrafo de seis líneas ilegible.)
HERALDO DE MADRID, año XXXVI,
nº 12.530, 30-03-1926, p. 1
EL SUCESO DEL PASTOR
GRIMALDOS
Se dispone la revisión de la causa.
Existen fundamentos -se hace constar en dicha
disposición- para estimar que fueron arrancadas por violencia las confesiones
sumariales de los reos.
La “Gaceta” de
hoy publica, precedida de un extenso preámbulo, la siguiente interesante real
orden del ministerio de Gracia y Justicia.
Primero. Que
por el fiscal del Tribunal Supremo, y conforme a los números segundo y tercero
del artículo 954 de la ley de Enjuiciamiento criminal, se interponga recurso de
revisión contra la sentencia recaída en la causa cuyos sumario y rollo llevan,
respectivamente, los números 94 del Juzgado de Belmonte, y 765 de la Audiencia
de Cuenca, de 1910, por la cual fueron condenados León Sánchez Gascón y
Gregorio Valero Contreras como responsables de la muerte violenta de José María
Grimaldos López, cuya existencia actual ha sido acreditada, habiendo
fundamentos para estimar que fueron arrancadas por violencia a dichos reos sus
confesiones sumariales.
Segundo. Que en
su día se ejerciten por el Ministerio fiscal las acciones procedentes contra
quienes resulten responsables de las violencias que produjeron las falsas
confesiones sumariales de los reos nombrados.
Tercero. Que
igualmente se ejerciten las acciones que procedan para obtener la declaración
de nulidad de la inscripción de defunción de José María Grimaldos, efectuada en
el libro correspondiente del Registro civil de Osa de la Vega.
Cuarto. Que por
el Ministerio fiscal se ejerciten también las acciones procedentes para imponer
las correcciones disciplinarias a que haya lugar por las infracciones y
descuidos en la sustanciación de la causa que el magistrado instructor del
expediente ordenado por real orden de 6 de marzo corriente señala en su informe
y cualquier otra falta análoga que se advierta en dicha causa.
Quinto. Que con
las declaraciones de la presente real orden se tengan por atendidas en cuanto
procede que lo sean las peticiones formuladas en el escrito presentado el 10
del corriente mes en este ministerio por el alcalde de Osa de la Vega y otros
firmantes.
Sexto. Que el
recurso de revisión cuya interposición se ordena al fiscal del Tribunal Supremo
por el número 1 de la presente real orden, además de serlo de oficio, se tenga
por ordenado a petición de los penados León Sánchez y Gregorio Valero, a los
cuales se les hace saber su derecho a comparecer ante la Sala segunda del
Tribunal Supremo de Justicia, antes de que sean citados para ser oídos,
conforme al artículo 959 de la ley de Enjuiciamiento criminal, teniéndose con
esto por resueltas las instancias dirigidas a este ministerio por los
procuradores de dichos penados.
Séptimo. Que en los expedientes
personales del magistrado del Tribunal Supremo D. Manuel Moreno y Fernández de
Rodas y el magistrado de Audiencia territorial, inspector secretario de la
inspección central de Tribunales D. Domingo Cortón y Freijanes, se haga constar
haber desempeñado con gran actividad, celo y acierto la comisión que les fué
conferida por real orden de 6 de marzo actual.”
HERALDO DE MADRID, año XXXV,
nº 12.613, 05-07-1926, p. 1
EL SUPUESTO ASESINATO DEL PASTOR GRIMALDOS [16]
HERALDO DE MADRID, año XXXV,
nº 12.613, 05-07-1926, p. 2
CRONICA DE TRIBUNALES
El error judicial de Belmonte.
Vista del recurso.
Ante la Sala
segunda del Tribunal Supremo se ha visto en la mañana de hoy el recurso de
revisión que oportunamente interpuso el fiscal del Tribunal Supremo, en
cumplimiento de la real orden de 28 de marzo del año actual, dictada por el
ministerio de Gracia y Justicia contra la sentencia de la Audiencia provincial
de Huesca (Cuenca), que condenó a León Sánchez Gascón y Gregorio Valero Contreras
como autores de la muerte de José María Grimaldos.
Formaban la
Sala lo magistrados D. Francisco García Goyena (presidente accidental), D.
Bernardo Longué, D. José María Ortega Morejón, D. Antonio Cubillo, D. Francisco
Sánchez Olmo, D. Manuel Pérez Rodríguez y D. Fulgencio de la Vega. Sostuvo el
recurso el fiscal del Tribunal Supremo, D. Diego María Crehuet. Representaron a
los procesados los letrados D. León de las Casas a León Sánchez y D. Conceso
Coso a Gregorio Valero.
La sala está
ocupada totalmente de público.
Una vez que el
secretario, señor Monzón, dio breve cuenta del motivo del recurso, informó el
fiscal para sostenerlo, y seguidamente lo hicieron los defensores. Todos
solicitaron la anulación de la sentencia de la Audiencia de Huesca (Cuenca).
Antes de ocuparnos de los informes creemos oportuno dar a conocer a nuestros lectores una exacta relación de los hechos en los que se funda el fiscal para hacer su recurso.
Hechos del recurso.
Desaparecido
José María Grimaldos, vecino de Tresjuncos, que servía como pastor en el pueblo
de Osa de la Vega, instruyóse sumario por el Juzgado de Belmonte, dirigido
principalmente contra León Sánchez Gascón y Gregorio Valero Contreras, a los
que por medio de malos tratos producidos por el teniente, sargento y guardia
civil, se les arrancó la confesión de haber asesinado a José María Grimaldos
con el propósito, que realizaron, de robarle, en la noche del 21 de agosto de
1910, siendo ambos procesados.
Construido el
sumario sin haberse hallado el cadáver de Grimaldos ni resto de él, y celebrada
la vista ante la Audiencia, el Jurado, en cuyo acto los procesados
rectificación sus declaraciones sumariales en el sentido de negar el robo, ante
el resultado del veredicto, el fiscal estimó que los hechos constituían un delito
de homicidio, del que eran autores los procesados, concurriendo las agravantes
de abuso y superioridad y nocturnidad, y además respecto de León la agravante
de reincidencia, solicitando, se impusiera a cada uno de los procesados la pena
de veinte años de reclusión temporal y a que abonasen mancomunadamente la
cantidad de 4.000 pesetas en concepto de indemnización, con cuya calificación
estuvieron conforme los defensores, con la sola diferencia de solicitar que se
les impusiera a sus defendidos diez y siete años, cuatro meses y un día de
reclusión temporal.
La Audiencia
provincial de Cuenca, por sentencia de 20 de mayo de 1918, condenó a cada
procesado a diez y ocho años de
reclusión temporal.
Los condenados
fueron destinados a la prisión de San Miguel, de Valencia, Gregorio Valero y a
la central de Cartagena, León Sánchez, donde cumplieron las respectivas
condenas, habiéndoseles aplicado los beneficios de los reales decretos de
indulto de 12 de septiembre de 1919 y 6 de julio de 1924.
Al año
aproximadamente de haber sido decretada la libertad de los condenados, el
párroco de Mira pidió al de Tresjuncos, la partida de nacimiento de José María
Grimaldos y la de defunción de su madre, Juana López Gómez, para tramitar el
expediente de matrimonio de aquel.
Circularon noticias por los pueblos del partido de Belmonte y por España que Grimaldos, supuesto asesinado en el año 1910, vivía y se disponía a contraer matrimonio, lo que dio lugar a que por el ministerio de Gracia y Justicia se dictara una real orden en 6 de marzo último, en la que se mandaba instruir expediente, a los efectos del artículo 655 de la ley de Enjuiciamiento criminal, con el doble fin de comprobar si Grimaldos vive actualmente y comprobar también las anormalidades que se adviertan en el proceso observado, la conducta con relación al mismo de cuantos funcionarios y agentes intervinieran y los motivos por los cuales los condenados Gregorio Valero y León Sánchez confesaron, tanto en el sumario como en el juicio oral, haber dado muerte a Grimaldos, nombrando instructor del expediente al magistrado del Tribunal Supremo D. Manuel Moreno, y secretario a D. Domingo Cortón, inspector secretario de la Inspección central de Tribunales.
El recurso del fiscal.
Comienza el fiscal Sr. Crehuet su informe, que
puede calificarse de metódico y brillante, haciendo una sucinta relación de los
hechos. El recurso ofrece dos aspectos: uno social, siendo éste medicina contra
la alarma del error, y el otro la invocación del artículo 954 de la ley de
Enjuiciamiento criminal, caso segundo, que les comprende a los sentenciados,
por haber cumplido una pena, siendo el recurso de revisión amparador del error
de hecho cometido en la sentencia, a diferencia del recurso de casación, que lo
que corrige es el error de derecho.
Estima que en
el momento presente no se han de plantear otras cuestiones más que las
derivadas del artículo anteriormente citado.
Aunque la pena
-dice el fiscal- sea irreparable, bien por ser o por haberla cumplido el
condenado, puede instarse la revisión de la sentencia para borrar el efecto de
la atribución de la responsabilidad, vindicando su honra y fama.
Tal es, en
opinión del fiscal, el fundamento del artículo 961 de la ley de Enjuiciamiento
criminal.
Se ocupa el
representante de la ley de los malos tratos y coacciones a que fueron sometidos
los procesados y que en su día habrán de depurarse, toda vez que si resultaran
falsas las imputaciones sufrirían las debidas consecuencias los que las
adveraran.
Alude a la
presencia de los procesados en la posada del pueblo de Osa de la Vega, y en
ocasión de haber recibido malos tratos uno de los procesados, fue auxiliado por
la posadera, y con tal motivo recuerda el pasaje de Cristo, en ocasión de
acercársele una mujer a prodigarle consuelo, manifestando Jesucristo que
llorara por ellos, pero no por Él.
Los malos
tratos, según el fiscal, fueron también vistos por los médicos, en una de las
ocasiones que los procesados fueron objeto de ellos.
Al fiscal no le
cabe duda de la existencia de José María Grimaldos, y por tanto de la
procedencia del recurso, y declara haber lugar a la revisión de la sentencia
que condenó a los sentenciados como autores de la muerte de aquél.
Se ocupa
también el fiscal del informe del magistrado instructor, en el que se hace
constar que el juez no procedió con la debida ecuanimidad, aprovechándose del
estado de inquietud de los procesados para obtener confesiones conformes a su
prejuicio y realizar con ellos diligencias innecesarias.
Da también por
cierto el fiscal que los reos fueron objeto de malos tratos por el teniente Sr.
Regidor, sargento Taboada y guardia civil Telesforo Díaz, a cuyos malos tratos
no estuvo ajeno el juez instructor, ya que algunos tuvieron lugar a su
presencia.
Funda el
Ministerio público la existencia de los malos tratos, en primer término, en las
declaraciones de los procesados en el expediente y de León Sánchez en el
sumario; por las declaraciones de varios testigos, sobre todo con relación a
los producidos ante el Juzgado en la posada de Osa del la Vega la noche del 30 de
abril al 1 de mayo de 1913, la que se invirtió en declaraciones y careos,
afirmando los médicos que los presenciaron, y los posaderos que aseguran haber
oído los golpes y quejidos, y por último, porque los malos tratos se desprenden
de la providencia de 1 de mayo, en la que sin que conste en el sumario
reclamación alguna de los reos por repetidos malos tratos se ordena que sean
reconocidos por dos facultativos.
Remitiéndose el
fiscal a la confesión de los reos en el juicio oral del homicidio, hay que
acudir a los procesados, sus defensores, la madre de León y procurador de
Quintanar, que solicitó el defensor Sr. Garrido, por intervención en la
cuestión, según dice León Sánchez, y de sus declaraciones se deduce que
obedeció a optar por un mal menor, ya que estaban todos en la creencia de que
mantenida la negativa de los procesados, como ellos pretendían, nadie los
creería, el fiscal mantendría sus conclusiones provisionales y el Jurado daría
veredicto de culpabilidad, que traería aparejada la pena de muerte, pues no
podría dudarse de que el Jurado estaba infiltrado en la presunción general de
la culpabilidad de los reos.
Solicita, por
tanto, el fiscal, no sólo la anulación de la sentencia de la Audiencia de
Cuenca, sino que, desprendiéndose del sumario y rollo y expediente de ejecución
de hechos que revisten caracteres de delito por personas determinadas, así como
infracción y descuidos procesales dignos de corrección, extiende sus peticiones
a cuantos extremos puntualiza la real orden de 29 de marzo último, interesando
se expidan los oportunos testimonios a fin de que por su autoridad se ejerciten
las acciones contra quien proceda, por los malos tratos de que fueron objeto
los condenados para arrancarles la confesión de su culpabilidad.
También
solicita el fiscal que, para el caso de que la Sala no corrija
disciplinariamente a la Audiencia por los defectos de procedimiento observados
desde que la causa se remitió a la Audiencia, por estimar que no es de la
competencia del Tribunal Supremo, se digne declararlo la Sala, para ejercitar
el fiscal las acciones procedentes ante quien corresponda, con el fin de que
sean impuestas las correcciones debidas.
Informan los defensores de los condenados.
El letrado D.
León de las Casas apoyó el recurso del fiscal, a nombre del condenado León
Sánchez.
Dice que ha
comparecido ante la Sala a nombre de su defendido, haciendo uso del derecho que
le reconoció a éste la real orden de Gracia y Justicia y porque este recurso
tiene, además de por lo ordenado de oficio, a petición de los penados, a virtud
de instancias de los mismos al ministro de Gracia y Justicia, en las que se
hacía notar que la doble motivación en que la acción revisora había de basarse
interesaba especialmente la que podía tener fundamento en el número tercero del
artículo 954 de la ley de Enjuiciamiento criminal, porque motivada ésta por la
ley de 1 de agosto de 1889, debía tenerse en cuenta la estimación de daños y
perjuicios que le han sido causados a León Sánchez por el fallo injusto, así
como la declaración previa de responsabilidades judiciales, antecedente exigido
en las leyes para que pueda darse lugar a una total y perfecta reparación.
Recuerda el
letrado que en oportuno escrito querella dirigido a la Sala a los efectos de
promover el antejuicio, en obtención de la licencia necesaria para exigir la
responsabilidad en que hubiese incurrido el juez instructor que fue del partido
de Belmonte, querella que ha quedado en suspenso hasta que sea resuelto el
recurso.
Da por
reproducido lo expuesto por el fiscal, agregando que, a virtud de diligencias
practicadas por el juez municipal de Osa de la Vega con motivo de la
desaparición de José María Grimaldos, el denunciante del hecho no imputó a
nadie la causa de la desaparición, fundándola en que se hubiera ido a los baños
de La Celadilla, término de Pedernoso.
Hace resaltar
que declararon varios testigos y se elevaron las diligencias al Juzgado de
instrucción de Belmonte, en el que fueron ratificadas las declaraciones y
practicadas otras averiguaciones; en ningún momento se muestran parte en el
sumario los padres del desaparecido, confirmándose que éste había estado en los
citados baños en agosto de 1910, asegurándolo un bañero, remitiéndose las
diligencias a la Audiencia, y por ésta se dictó resolución sobreseyéndolas
provisionalmente.
Refiere el
defensor que, a instancia del juez que sucedió al que conoció de las
diligencias primeramente incoadas, pidió una inspección, que se abrió de nuevo
en 2 de abril de 1913, estimando conveniente la cooperación del sargento que
por aquel entonces estaba encargado de la Guardia civil, al que cita, no
obstante hallarse en Albacete, compareciendo varios testigos, cooperando en las
diligencias el teniente de la Guardia civil, ordenando el 17 de abril de dicho
año la detención, encarcelamiento y prisión de León Sánchez y Gregorio Valero,
ejerciéndose sobre éstos toda clase de coacciones para que se confesasen
autores del delito, dejándose sin efecto los procesamientos recaídos en las
personas de León Lorca Chicote, Valentina Gascón, madre de León, y Dolores
Barón, esposa de Gregorio, dándose el caso curioso de que no obstante no haber
aparecido el cadáver de Grimaldos, el juez tuvo el propósito de que uno de los
facultativos de Osa de la Vega extendiese la certificación de defunción,
partida que más tarde fue inscrita en ocasión de no actuar el juez instructor,
pero con nota marginal en la que se hacía constar que no había podido ser
identificado el cadáver por no haber sido hallado.
Alude el
letrado al juez, que en momentos de vanidad llevó el sumario en la forma tan
calamitosa, todo lo contrario de su antecesor, hoy jubilado, y recuerda que por
virtud de su actuación, al ser enviado a Audiencia el sumario, ésta lo
sobreseyó provisionalmente.
Alude el señor
de las Casas al sentido legal del artículo 954 de la ley de Enjuiciamiento
criminal, recordando que Pi y Margall pidió en el Congreso la revisión de los
sucesos de Montjuich, y a tal fin recuerda el proyecto de ley que presentó
Azcárate.
Se muestra
conforme el señor de las Casas con los motivos del recurso que el fiscal
sostiene, y estima que la responsabilidad no sólo alcanza al juez instructor,
por la forma de haber obtenido la confesión de los procesados, ya que de las
violencias tuvo conocimiento el Tribunal sentenciador en las reiteradas veces
que fue elevada la causa a la Audiencia; en una de éstas por haber sido
devuelto el sumario al Juzgado a instancia del fiscal, para que se concretasen
las coacciones y violencias que denunciaron los procesados, y asimismo interesa
la anulación de la sentencia de la Audiencia de Cuenca.
El informe del
Sr. De las Casas ha sido excelente en cuanto al fondo y forma.
El letrado D.
Conceso Coso, a nombre del condenado Gregorio Valero, fue el último en apoyar
el recurso.
Pide la
revisión de la causa para que se proclame la inocencia de los condenados, ya
que así lo demanda la opinión pública.
Hace
consideraciones bastantes extensas para referirse a los malos tratos de que fueron víctimas los procesados,
y varias veces se remite al diligenciado del expediente elevado a efecto por el
magistrado instructor de aquél. Estima, como la anterior defensa, que debe
seguirse en unión del recurso de revisión el de responsabilidad criminal, no
sólo por el número 2 del artículo 954 de la ley de Enjuiciamiento criminal,
sino por el número.
Hace una breve
descripción de los malos tratos de que fueron objeto tanto su defendido como
León Sánchez.
Asegura que por
los malos tratos confesó su representado que había dado muerte el 21 de agosto
de 1910, con una escopeta, por disparo, a un individuo subido en un peral, que
luego se enteró que era un pastor, confesando también que el cadáver de la
víctima lo habían enterrado en el cementerio, para que cesaran los malos
tratos, los que se reprodujeron al personarse el Juzgado en el cementerio de
Osa de la Vega y no encontrarse en las diferentes excavaciones que se hicieron,
malos tratos que se reiteraron en una sala de la posada de aquel pueblo por el
teniente en ocasión de no poder decir dónde se hallaba el cadáver, oyendo
después cómo León era objeto de malos tratos por los ruidos que sentía,
compadeciéndose la posadera hasta el punto de darle unos biscochos mojados en
vino.
Se adhiere el
letrado, al igual que su compañero, al recurso del fiscal, y pide a la Sala que
en su día declare nula la sentencia condenatoria, con la subsiguiente exigencia
de responsabilidad criminal, terminando con esto su informe, siendo justo
reconocer que el letrado ha realizado un buen trabajo.
Al concluir de
informar el letrado defensor de Gregorio Valero, el presidente declaró visto el
recurso, y éste ha quedado para sentencia, la que daremos a conocer
oportunamente.
B.
EDO
HERALDO DE MADRID, año XXXVII,
nº 12.879, 11-05-1927, p. 4
NOTICIAS DE TODA ESPAÑA
El caso de Grimaldos.
Gregorio Valero pretende ejercer la acusación
privada.
CUENCA 11.- El
procurador señor Ballesteros se ha personado en representación de Gregorio
Valero para ejercer la acusación privada en el incidente de apelación del auto
de procesamiento contra el teniente de la Guardia civil y dos guardias del
mismo Cuerpo, pendiente de vista ante la Audiencia, por coacción y amenazas a
Gregorio Valero y León Sánchez como supuestos autores de la muerte del pastor
Grimaldos.
Como está
actualmente el incidente en el trámite de instrucción del fiscal, no se ha
resuelto todavía si se admite o no el acusador privado. Como también se sabe,
defiende al teniente y a los dos civiles el Sr. La Cierva.
HERALDO DE MADRID, año XXXVII,
nº 12.882, 14-05-1927, p. 4
NOTICIAS DE TODA ESPAÑA
El caso Grimaldos.
Se ha admitido como parte acusadora al procurador
de Gregorio Valero.
CUENCA 13.- Se
ha transmitido, tal como la dio el procurador de las defensas, la resolución de
la Sala de esta Audiencia en el incidente de apelación que contra el auto de
procesamiento del teniente y guardias civiles que intervinieron en el error
judicial de Osa de la Vega sostiene D. Juan de la Cierva, pero la providencia
dictada por la Sala dice así:
Se tiene por
parte en el incidente al procurador Sr. Ballesteros en el nombre que comparece
y de conformidad con lo establecido en el artículo 230 de la ley de
Enjuiciamiento criminal, en relación con el real decreto de 14 de diciembre de
1925. Se señala para la vista de dicho incidente el día 20 del actual, a las
once de la mañana, no pasándose los autos para instrucción a la acusación por
no poderse retroceder el procedimiento por oponerse a ello el artículo 228 de
dicha ley y el 215 de la misma.
HERALDO DE MADRID, año XXXVII,
nº 12.887, 20-05-1927, p. 11
ÚLTIMA HORA
El caso Grimaldos, en Cuenca.
Hoy se vio la apelación ante la Audiencia del auto
de procesamiento contra los presuntos responsables.
CUENCA 20 (1
t.).- Ante la Sala de lo criminal que preside D. Modesto Poladura y forman con
los magistrados D. Manuel Fernández Carrascosa y D. Francisco Bonilla, el
secretario de la Audiencia D. Aquilino Martín, hoy a las once de la mañana,
tuvo lugar la vista del incidente de apelación interpuesto por el procurador D.
Adolfo Collado, representando a los procesados ex secretario judicial de
Belmonte señor Rodríguez de Vera, D. Gregorio Regidor, teniente de la Guardia
civil; ex sargento Taboada y guardias, presuntos responsables de las coacciones
cometidas con motivo del tristemente célebre proceso del error judicial de Osa
de la Vega.
Dirige a los
procesados, actuando como defensor de todos ellos, el decano del Colegio de
Madrid, don Juan de la Cierva. Sostienen la procedencia del auto de
procesamiento, además del fiscal de la Audiencia, D. Gabriel Gayón, y la representación
del ex penado Gregorio Valero, confiada al procurador D. Victoriano Ballesteros
y al joven abogado de Madrid, hijo de esta provincia, D. Conceso Coso Langa,
que llegó ayer acompañado de su señor padre, D. Antonio, siendo recibidos por
numerosos amigos. El Sr. Cierva llegó en la mañana de hoy.
La anunciada
vista había despertado gran expectación; pero se ha celebrado a puerta cerrada.
Por ello, del
incidente y cómo se desarrollase no podemos tener una exacta versión; pero
públicos los hechos del llamado suceso de Grimaldos, consignados incluso en
real orden del ministerio de Gracia y Justicia las coacciones que se cometieron
entonces para arrancar a León Sánchez y Gregorio Valero la confesión de un
crimen que no habían cometido, la defensa, confiada a tan experto letrado como
el Sr. Cierva, no podía ampararse en el manoseado comodín de negar la veracidad
de los hechos en que funda el señor juez de instrucción de Belmonte el
procesamiento. Seguramente, además, habrá alegado la prescripción de la acción
penal y la amnistía e indulto.
Las
acusaciones, tanto el fiscal como el letrado D. Conceso Coso, tenían tarea más
fácil a realizar para mantener la procedencia del procesamiento. Los hechos en
que se apoya el juez están suficientemente probados para cuantos oímos el
informe que el fiscal del Tribunal Supremo, Sr. Crehuet pronunció con motivo de
la revisión del proceso, y fuimos muchos los hijos de Cuenca que asistimos a
aquella memorable vista judicial. Los indicios de culpabilidad recogidos con
agilidad por el letrado de la acusación privada habrán permitido al fiscal
ejercer la acusación pública, y tanto el Sr. Gayón como el Sr. Coso han
coincidido en una cuestión que ya no pertenece al secreto sumarial, pues es
esencialmente jurídico el planteado por el Sr. Cierva al querer amparar a sus
defendidos en la prescripción o en la amnistía e indulto. Y el problema de
derecho es este: ¿Es momento oportuno de
hacer, y en su caso estimar, esa excepción?
Las acusaciones
creen que no. Planteadas por el Sr. Cierva esas cuestiones de fondo habrán de
decidirse, no con ocasión de los procesamientos que se discuten ahora, sino al
juzgar sobre responsabilidades. ¿A que hablar de delito prescrito o delito
indultado, sí aún no se ha calificado el delito? Se espera con gran interés la
resolución de la Sala. También ha sorprendido un tanto que sólo uno de los ex
penados haya ejercitado su derecho a acusar.
HERALDO DE MADRID, año XXXVII,
nº 12.890, 24-05-1927, p. 8
UNA INFORMACIÓN TODAS LAS
NOCHES
El error judicial de Osa de la Vega.[17]
Reportaje
de Rafael Solís
Se ha visto en
la Audiencia de Cuenca el incidente de apelación promovido por el abogado D.
Juan de la Cierva sobre el procesamiento del teniente D. Gregorio Regidor, el
sargento de la Guardia civil Sr. Taboada y el secretario judicial Sr. Rodríguez
Vera, que el juez de Belmonte estima responsables de las coacciones que
provocaron la confesión de León Sánchez y Gregorio Valero, con motivo de la
desaparición del pastor José María Grimaldos.
La importancia
de esta causa y el enorme interés público despertado por las derivaciones que
pueda tener nos obliga hoy a hacer un breve relato de los hechos y un análisis
sucinto de las figuras que intervinieron en el proceso, y de la actuación de
cada una de ellas. No vamos a enjuiciar. Únicamente a exponer, y esto salvando
toda clase de respetos para las personas encartadas en el asunto, que más bien
por un azar de la vida que por un impulso propio se vean hoy envueltas en las
redes de la justicia.
Los hechos. El fantástico crimen solivianta a un
vecindario, que pide se haga justicia en un delito que no se ha cometido.
El 21 de agosto
de 1910 desaparece del pueblo de Osa de la Vega y de una finca donde prestaba
sus servicios como pastor, José María Grimaldos, vecino de Tresjuncos,
pueblecito próximo al antes citado.
A nadie
comunicó Grimaldos su decisión, y nadie le vio partir. Analfabeto, zafio, poco
comunicativo y de carácter hosco, el pastor no tenía más amigo que el perro que
le ayudaba a guardar el ganado. En el pueblo pocas eran las personas que le
trataban, y sus propios compañeros que con él trabajaban en la casa de labor no
le saludaban siquiera. A los tres días de haber desaparecido del pueblo, y
enterada la gente, por vecinos de Tresjuncos, de que tampoco se encontraba
allí, alguien lanzó el rumor de que el pastor había sido asesinado.
Como una chispa
prendió la noticia en la fantasía del vecindario, que desde aquel momento se
dedicó a murmurar en todas partes del horrible crimen de que había sido víctima
el pobre Grimaldos. Una situación especial, nacida de una actitud política,
contribuyó a dar vuelos al suceso. Los vecinos de Tresjuncos odiaban
políticamente a los de Osa de la Vega, y el hecho de que el pastor hubiera
desaparecido en el último de estos pueblos contribuyó a que todos los vecinos
de Tresjuncos señalaran como criminales a los habitantes de Osa de la Vega.
La fantasía
popular siguió en aumento y las autoridades hubieron de intervenir en el
asunto. Se ofició a todos los alcaldes de los pueblos de Cuenca; se publicaron
edictos y anuncios; la Guardia civil realizó diferentes pesquisas, y el pastor
Grimaldos no aparecía por parte alguna, ni vivo ni muerto.
A todo esto el
decir de la gente se iba extendiendo avasallador e imponente. Hasta hubo quien
había “visto” cómo se cometió el crimen, y se señalaba como autores del mismo a
León Sánchez y a Gregorio Valero, los dos criados compañeros del desaparecido.
Ante la
persistente actitud del pueblo el Juzgado de Belmonte ordenó la detención de
los acusados, y comenzó a instruir sumario. De resultas de éste fueron
procesados León y Gregorio, y sin haber hallado el cadáver de Grimaldos se
celebro la vista ante el Tribunal de
jurado en la Audiencia de Cuenca.
El fiscal
informó que los hechos eran constitutivos de un delito de homicidio, del
artículo 419 del Código penal, del que eran autores los dos procesados,
solicitando para cada uno de ellos la pena de veinte años de reclusión
temporal.
Las defensas
solicitaron la pena mínima, o sea diecisiete años, y la Audiencia de Cuenca
condenó, por sentencia de 25 de mayo de 1916, a cada uno de los procesados a la
pena de veinte años de reclusión temporal.
Gregorio Valero
fue conducido a la prisión de San Miguel, de Valencia, y León Sánchez al penal
de Cartagena.
Ambos eran inocentes del delito que se les imputaba; pero iban a morir a un penal acusados por todo un pueblo, condenados por su propio recelo, pues cada uno se creía que el autor era el otro, y señalados como criminales por el enredo de un sumario sombrío y cruel.
Aparece el “Asesinado”, que se quiere casar, y se
pone de manifiesto el error.
Así las cosas,
con fecha 8 de febrero último, y al año aproximadamente de haber sido decretada
la libertad de Gregorio Valero y León Sánchez, el párroco de Mira pidió al de
Tresjuncos la partida de nacimiento de José María Grimaldos, para tramitar su
expediente de matrimonio.
Circuló la
noticia por los pueblos del partido de Belmonte
y después por España entera de que José María Grimaldos, supuesto
asesinado en el año 1910, vivía y se disponía a contraer matrimonio.
Púsose entonces de manifiesto el enorme error judicial cometido. La Prensa publicó extensos relatos de lo ocurrido. Las autoridades volvieron a tomar cartas en el asunto. Y el vecindario de Osa de la Vega se dispuso a enaltecer la figura de las dos víctimas del error de la justicia.
Una real orden de D. Galo Ponte, ministro de Gracia
y Justicia.
Todo esto dio
lugar a que por el ministerio de Gracia y Justicia se dictara la siguiente real
orden con fecha de 6 de mayo último:
“Considerando
que también, y sin formular prejuicios sobre la resolución que en definitiva
haya de recaer resultan de las actuaciones que integran la segunda pieza del
expediente susodicho y del informe del magistrado instructor, que aceptó
totalmente este ministerio, fundamentos bastantes para estimar que la confesión
de los reos Valero y Sánchez, base esencial de su condena, fue arrancada en el
sumario mediante violencias inusitadas, por lo cual procede ordenar al fiscal
del Tribunal Supremo que el recurso de revisión que ha de interponer sea
fundado, no sólo en el número segundo, sino también en el número tercero del
artículo 954 de la ley procesal, tal como quedó redactado por la ley de 7 de
agosto de 1899, al efecto de obtener del Tribunal revisor el tanto de “culpa
oportuno para ejercitar las acciones procedentes contra los responsables de
tales violencias, cualquiera que sea su jerarquía y posición oficial”.
El escrito del fiscal interponiendo recurso de
revisión.
De resultas del
expediente instruido y del informe del magistrado del Supremo Sr. Moreno y
Fernández de Rodas, el fiscal, D. Diego María Crehuet, formula querella,
basándose en los antecedentes siguientes:
Habiendo
desaparecido José María Grimaldos, vecino de Tresjuncos y que servía como
pastor en el pueblo de Osa de la Vega, instruyéndose sumario por el Juzgado de
Belmonte, dirigido principalmente contra León Sánchez Gascón y Gregorio Valero
Contreras (a) Varela, a los que, por medio de malos tratos inferidos, con conocimiento
y alguna vez a presencia del juez instructor, don Emilio de Isasa Echenique
-por el teniente de la Guardia civil D. Gregorio Regidor, el sargento D. Juan
Taboada Mora y el guardia Telesforo Díaz Ortega-, se les arrancó la confesión
de haber asesinado a José María Grimaldos, con propósito, que realizaron, de
robarlo, en la noche del 21 de agosto de 1910, siendo procesados León Sánchez y
Gregorio Valero.
Motivos de la revisión.
Dice el fiscal:
Aunque los
sentenciados León Sánchez y Gregorio Valero no están sufriendo condena, no
puede dudarse, a juicio del fiscal de que, habiéndola sufrido, les ampara el
artículo invocado, por ser el de revisión un recurso reparador del error de
hecho cometido en la sentencia -a diferencia del recurso de casación, que lo
que corrige es el error de derecho-, y atiende, ante todo, a que los efectos
del yerro del juzgador, convertido en verdad judicial, cesen ante la realidad
del suceso que contradice a los hechos mentidos en que se fundó la sentencia. Y
los efectos del error no sólo cristalizaron en la condena, sino que se
engendran, y primordialmente campean, en la declaración de la responsabilidad
de los supuestos autores. Por eso, aunque la pena sea irreparable, bien per se,
bien porque se haya cumplido, el condenado puede instar la revisión de la
sentencia para borrar el efecto de la atribución de la responsabilidad,
quedando vindicada su honra y fama. Tal es, en opinión del fiscal, el
fundamento del artículo 961 de la ley de Enjuiciamiento; y si autoriza que
puedan solicitar el juicio de revisión la viuda, ascendientes o descendientes
legítimos, legitimados o naturales reconocidos del penado fallecido con objeto
de rehabilitar su memoria y de que se castigue al verdadero culpable, no se
concibe que ante la misma razón no haya de aplicarse la misma disposición en
los mismos términos, y se niegue al penado -porque no sufre actualmente la
condena por haberla cumplido-
HERALDO DE MADRID, año XXXVII,
nº 12.890, 24-05-1927, p. 9
UNA INFORMACIÓN TODAS LAS
NOCHES
Sobre el procesamiento de los responsables.[18]
Fotografías
de José Luque
lo que se
concedería a su viuda, ascendientes o descendientes en beneficio de la memoria.
Es decir que lo vedado al vivo se le otorgue si es difunto. Ante tamaña absurda
conclusión no cabe sostener que, porque León Sánchez y Gregorio Valero no
sufren actualmente condena, aunque la han cumplido, no cabe en el caso presente
recurso de revisión contra la sentencia que la impuso.
La confesión de los reos y la ecuanimidad del juez.
Pero aún existe
otro motivo que determina la misma declaración, que el fiscal ha de pedir sea
acogido conjuntamente con el que acaba de exponer para que produzca efectos de
otro orden relacionados con autoridades, funcionarios y agentes que intervinieron
en la instrucción del sumario por desaparición de Grimaldos. Según el número 3º
del repetido artículo 954 de la ley de Enjuiciamiento criminal, habrá lugar al
recurso de revisión cuando esté sufriendo condena alguno en virtud de sentencia
cuyo fundamento haya sido -entre otros- la confesión del reo arrancada por
violencia. Que el único fundamento de la sentencia que condenó a León Sánchez y
Gregorio Valero es su propia confesión, está comprobado en el sumario y en el
rollo de la Audiencia.
También aquí el
fiscal estima lo mejor para fundamentar este motivo transcribir del informe del
magistrado instructor los siguientes pasajes: “… el juez no procedió con la
debida ecuanimidad, pues de las propias diligencias resulta que, lejos de
procurar que los procesados declararan con la debida tranquilidad, se ve que
aprovechaba los estados de inquietud de espíritu para lograr confesiones
conformes a su prejuicio, pues así lo revelan, primero la providencia del folio
ciento cincuenta y dos, en la que después de una diligencia de careo entre
Dolores Varón (esposa de Gregorio) y León, en la que se hace constar que
Dolores al oír acusar a su marido se exalta diciendo que no es cierto, se
provee en los siguientes términos: “Observada por el proveyente el estado de
ánimo y actitud de Dolores Varón, recíbasele declaración inmediatamente sobre
lo útil para el sumario; segundo, que habiendo sido trasladados los reos desde
Belmonte a Osa de la Vega (en cuya conducción dicen los conducidos fueron
objeto de malos tratos para que confesaran) para la práctica de las diligencias
de reconocimiento, al llegar a dicho pueblo lo primero que se hace es recibir
declaración a los reos, diligencia que pudo ser practicada en Belmonte; y, por
último, por las frases que se hacen constar contra los procesados cuando no
declaraban confesando, indicadoras del estado de nerviosidad del Juzgado.
Aparece también indiscutible que los reos fueron objeto de malos tratos por
parte del teniente Sr. Regidor, sargento Taboada y guardia civil Telesforo Díaz,
a cuyos malos tratos no puede estimarse ajeno en absoluto al juez, pues algunos
de ellos tuvieron lugar en su presencia. -Prueban los malos tratos, en primer
término, las declaraciones de los procesados en este expediente y de León en el
sumario, pues a esas declaraciones hay que conceder hoy toda fuerza probatoria,
pues esclarecido que no cometieron el crimen por que se les enjuició, y
teniendo cumplida su condena, en nada puede aprovecharles personalmente que se
les crea, y no es lógico que acusen a quienes no les agraviaron; segundo, por
las declaraciones de varios testigos, sobre todo en relación a los producidos
ante el Juzgado en la posada de Osa de la Vega la noche del 30 de abril al 1 de
mayo, la que en su totalidad se invirtió en declaraciones y careos, pues
afirman los médicos señores Labarga y Jáuregui, que dicen, los presenciaron, y
los posaderos Pascual y Alejandra, que dicen oído golpes y quejidos; y, por
último, porque los mismos se desprenden de la providencia de 1 de mayo, folio
ciento ochenta y siete, en la que, sin que conste en el sumario reclamación
alguna de los reos por malos tratos, se ordena que los mismos sean reconocidos
por los facultativos Labarga y Jáuregui, y más aún si se considera que dichos
médicos declaran en este expediente, después de afirmar los malos trataos y
haber observado en los reos vestigios de ellos, que no se les transmitió esa
orden del Juzgado, que no practicaron reconocimiento alguno de los reos y que
no firmaron conscientemente el informe que aparece al folio 188.
La petición fiscal.
En virtud de lo expuesto, el fiscal suplica a la Sala que, teniendo por deducido el presente recurso de revisión contra sentencia de la Audiencia de Cuenca, dictada en el rollo número 765 de 1910, sumario número 94 del Juzgado de Belmonte, por la que se condenó a León Sánchez y Gregorio Valero, como autores de la muerte de José María Grimaldos a la pena de dieciocho años de reclusión temporal, accesorias costas e indemnización, y por acompañados el sumario, rollo y expedientes referidos, se sirva, previa citación de los penados, tramitarlo con arreglo al artículo 959 de la ley de Enjuiciamiento criminal, y en su día declarar nula la repetida sentencia y mandar que se expidan los oportunos testimonios a fin de que por el fiscal se ejerciten las acciones contra quien proceda, por los malos tratos de que fueron objeto los condenados para arrancarles la confesión de su culpabilidad y para depurar la que resulte con vista del informe.
La revisión de la causa.
De lo que
resulte del incidente visto por la Audiencia de Cuenca, por si ha lugar o no al
procesamiento de los encartados, depende el señalamiento de la revisión de la
causa y de las responsabilidades que se deriven.
En la revisión
actuara de defensor del teniente Regidor, del sargento Taboada, del guardia
Telesforo y del actuario Sr. Rodríguez Vera, con Juan de la Cierva.
Don Conceso
Coso ejerce la acusación a nombre de Gregorio Valero.
Don León de las
Casas ejercita la acción civil a nombre de León Sánchez.
Presidirá el Tribunal el magistrado señor Poladura.
El abogado de la indemnización.
Hemos hablado
con don León de las Casas, abogado que pedirá la indemnización para León
Sánchez y Gregorio Valero.
Con él hemos
mantenido el siguiente diálogo:
-
¿Por qué no ha ido usted a
Cuenca? Pregunto a León de las Casas.
-
Esa pregunta, que me han hecho en
estos días, la contesto con una conferencia pública: pero no tengo
inconveniente en anticipar a usted mi respuesta, justificando una actitud que
quizá no sea del todo acertada, pero que responde a un estado de conciencia.
-
Yo no he ido a Cuenca porque no
sé acusar, porque no quiero acusar a nadie y porque, además, lo creo
innecesario, en este caso mayormente, puesto que un compañero mío, muy
competente, y ligado a aquella provincia por razones de nacimiento, ejerció la
acusación privada acusatoria con atisbos, casi, de acción popular.
-
¿…?
-
Creo posible la indemnización
civil, acordada la revisión, sin necesidad de que sean declaradas
responsabilidades criminales, y con motivación, aparte de que se condene o no a
quienes tuvieron culpa de la confesión inhumanamente arrancada a los ex penados
inocentes. Advierto a usted, además, que la responsabilidad que se declarase
nunca podría alcanzar a todos los que un día fueron presuntos delincuentes. La
muerte ha liquidado ya alguna partida, y no de escasa consideración.
-
¿…?
-
Precisamente por eso quiero dar
una muestra de respeto y fe en la Justicia. A mí en Cuenca me bastaba con la
representación fiscal. No será nunca olvidada la acusación de quien en el Supremo
mantuvo la ley D. Diego Crehuet. Creo en los Tribunales de Justicia y confío,
además, en la severa rectitud del Gobierno y concretamente de D. Galo Ponte,
que refrendó la real orden que mandó instruir el expediente de
responsabilidades al probo magistrado Sr. Moreno y Fernández de Rodas.
-
¿…?
-
El Gobierno debe acordar la
indemnización a León Sánchez y Gregorio Valero por motivos de equidad. Este
Gobierno de dictadura civil no tuvo reparo en modificar las normas
tradicionales en cuanto a la propiedad privada para dar paso a la justa
reivindicación de los aldeanos de San Nicolás (Canarias). Aquello era un
problema de tierras y trabajo.
Este de ahora, un problema de cárcel y de libertad.
Son doce años de libertad los que se han expropiado a León Sánchez y Gregorio
Valero; doce años de sufrimientos, de vejamen injusto, de una acusación de
crimen no cometido, de suspensión de sus derechos ciudadanos, de inhabilitación
para el trabajo. ¡En beneficio de quien! De la paz social, del orden público,
del Estado, que por sus órganos de Justicia, los Tribunales de derecho y de
hecho, cometió el error. Luego el Gobierno que hoy presume de sí los poderes
del Estado debe de indemnizar. Y cómo debe, es de presumir que pagará.
-
¿…?
-
Tampoco desespero lograrlo. Hay
antecedentes que permiten aguardar un acto de justicia, sin duda el Gobierno no
ha querido prejuzgar; pero ya le digo que son cosa aparte una y otra
responsabilidad, por eso, para no dar pretexto a la confusión, yo deseo ser
sólo el abogado de la responsabilidad; y todo lo espero de mi poderoso enemigo:
el Gobierno del Estado, del Estado culpable, si; cuando menos, civilmente
responsable y no hay que decir que solvente, notoriamente solvente.
RAFAEL SOLIS
---------------
Estas informaciones a doble plana
abarcarán múltiples aspectos.
Aquellas figuras que por su
relieve artístico, político y literario merezcan llevarse a estas páginas;
aquellos acontecimientos que por sus circunstancias excepcionales pudieran
ejercer determinada influencia en España y en el mundo entero; hechos incluso
que no obstante su interés, fueran ignorados del público, se reflejarán uno y
otro día en estas informaciones.
Tendrán lugar preferente también
en estos reportajes el origen y la vida de Corporaciones y entidades apenas
conocidas por su nombre y que, sin embargo, tienen verdadera importancia
social; el funcionamiento de ciertas instituciones cuyas noticias sean una
lección amena, un ejemplo interesante para el lector; la relación de cosas
varias que, por incuria o por olvido, fueron dejándose al margen del lector, y
que, no obstante, deben dársele a conocer en todos sus pormenores, porque, al
fin, guardan íntima conexión con nuestra vida diaria.
Cuanto es alma y vida, corazón y
pensamiento del mundo, y particularmente de España, ira poco a poco pasando por
estas informaciones que ha iniciado HERALDO DE MADRID al comenzar su nueva era.
---------------
HERALDO DE MADRID, año XXXVII,
nº 12.930, 09-07-1927, p. 16
DEL ERROR JUDICIAL DE OSA
DE LA VEGA
Imposición de la cruz de Beneficencia al doctor
Jáuregui. [19]
Ayer tuvo lugar
en el Colegio de Médicos el acto de serle impuesta la cruz de Beneficencia al
Dr. Jáuregui, médico forense que con su informe imparcial y sereno alejó el
espectro del patíbulo a los dos inocentes encartados.
Presidió el
gobernador civil, acompañado del presidente del Colegio de Médicos, comenzando
tan simpático acto con unas palabras del abogado que intervino en la causa, don
León de las Casas, quien recordó su historia en el proceso, en el que tan sólo
pudo darse una nota viril y enérgica: la honrada declaración del Dr. Jáuregui.
Seguidamente el
Dr. Alcázar Palacios, compañero de ejercicio del homenajeado, hace resaltar la
hombría de bien del mismo.
También habló
en nombre de los forenses el Dr. Canseco, quien pone de manifiesto la labor de
estos héroes anónimos que saben en todo momento cumplir con su deber.
Terminó el Dr.
Carmona, presidente del Colegio, asociándose al homenaje en un discurso
vibrante y pleno de sentimiento, en nombre de todos los médicos de España.
El Dr. Castro,
secretario del Colegio, puso fin al acto dando lectura de la real orden de
concesión de la cruz, que el gobernador civil le impuso a continuación entre
una sincera y grande ovación de todos los presentes, que con su espontaneidad
dice mejor que nada la satisfacción con que la clase toda ha recibido la
concesión de tan alta recompensa el doctor Jáuregui.
HERALDO DE MADRID, año XXXVII,
nº 13.142, 13-03-1928, p. 16
EL SUCESO DE OSA DE LA
VEGA
Al doctor Jáuregui le conceden primero la cruz de
Beneficencia y luego le procesan.
Un poco de historia.
Hace unos
quince años el doctor D. Juan Jáuregui y Mendoza, a la sazón médico forense de
Belmonte, tuvo que intervenir en el siguiente asunto:
El pastor de
Osa de la Vega, Grimaldos había desaparecido misteriosamente, y cuantas
pesquisas se hicieron para encontrarlo resultaron infructuosas. La idea de que
había sido asesinado empezó a tomar cuerpo. Alguien, transcurridos tres años de
la desaparición, acusó a dos hombres como presuntos asesinos. Fueron detenidos,
y al principio negaron rotundamente. La Guardia civil apretó en forma tal el
cerco que los detenidos acabaron confesando que efectivamente ellos habían
asesinado al pastor Grimaldos, y hasta llegaron a señalar el lugar donde habían
enterrado el cadáver del pastor hacía tres años desaparecido.
Practicadas las
excavaciones en el lugar donde indicaron los asesinos confesos se encontró un
esqueleto, que ellos aseguraban, interrogados siempre por el Juzgado y la
Guardia civil, que era el de Grimaldos. El Juzgado requirió el dictamen del
forense doctor Jáuregui, auxiliado por el médico titular del pueblo del pastor,
doctor D. Baldomero Labarga, en la actualidad inspector de Sanidad de Santa María
de los Llanos (Cuenca).
El doctor
Jáuregui, de acuerdo con su colega, dictaminó, frente a las afirmaciones de los
detenidos, que aquel esqueleto pertenecía a una mujer de unos veinticinco años,
que llevaría enterrada unos veinte, y que, por tanto, no se trataba del pastor
Grimaldos.
Este dictamen
forense, sin duda, libró a los acusados de la pena capital, pero no pudo
impedir que fueran a presidio, donde cumplieron los dos hombres doce años de
condena, porque fueron indultados del resto de ella.
Cuando hacia
dos años que los presos, después de cumplir su condena, habían sido puestos en
libertad resultó que el pastor Grimaldos que no había sido asesinado, pidió al
Juzgado de Osa de la Vega sus documentos para contraer matrimonio. Entonces se comprendió todo, y quedó de manifiesto el
acierto forense de Jáuregui y Labarga cuando dictaminaron que el esqueleto
encontrado no pertenecía al pastor Grimaldos.
Se revisó el
proceso y se procedió a la reivindicación de la honra de los dos hombres
injustamente recluidos en presidio durante doce años. Al doctor Jáuregui,
basándose en lo acertado de su informe cuando el caso de Grimaldos le fue
concedida la cruz de Beneficencia de primera clase.
Y ayer la
Prensa publicaba la noticia del procesamiento de los doctores Jáuregui y
Labarga, como consecuencia del error judicial de Osa de la Vega.
Es tan
sorprendente y tan paradójico que se procese a un hombre como resultado de una
gestión -salvar a dos hombres de la pena de muerte- por la que antes se le ha
concedido un galardón oficial muy merecido, que hemos decidido entrevistarnos
con el doctor Jáuregui para ver qué explicación daba él a este inesperado
procesamiento.
-
¿A qué cree usted que obedece el
procesamiento?
-
Pues, sencillamente, porque
aparece entre las diligencias un certificado en el que Labarga y yo afirmamos
que hemos reconocido a los presos después de confesado el delito, y que no
presentaba señales de malos tratos.
-
¿Y ustedes los reconocieron?
-
No, señor.
-
¿Pues no está firmada la
certificación por ustedes?
-
Sí; pero nosotros no los
reconocimos ni nos hacía falta para constarnos la existencia de los malos
tratos que habíamos presenciado.
-
¿Entonces falsificaron la firma
de ustedes?
-
No. Lo ocurrido fue que nosotros,
como todos los forenses, firmamos diez o quince diligencias que nos presenta el
secretario del Juzgado sin siquiera leerlas, porque se supone que son cosas de
trámite. Se descarta siempre la posibilidad de mala fe. Y entonces lo que
ocurrió fue que, en previsión de que se formulara la denuncia por malos tratos,
entre las diligencia nos pusieron a la firma, y nosotros la firmamos sin
leerla. Ya está todo explicado.
-
Hasta aquí el doctor Jáuregui.
Ahora
preguntamos: ¿puede prosperar la burda maniobra? En el hecho de guardar ese
informe de que no ha habido malos tratos, ¿no está la mejor prueba de la
culpabilidad de los que se lo procuraron? ¿Para qué, si no, lo habían de
necesitar?
Asunto es este
que apasiona justamente a la opinión, y del que tendremos al corriente con todo
detalle a nuestros lectores.
Uno de los
considerandos de la real orden en que se concedió la cruz de Beneficencia al
doctor Jáuregui decía:
“Fué muy
elogiada su intervención como forense en las diligencias sumariales del proceso
seguido contra León Sánchez Gascón y Gregorio Valero Contreras, por supuesta
muerte de José María Grimaldos López, del que tanto se ha hablado recientemente
con motivo de su revisión; en aquel proceso, donde los inculpados se declararon
autores del crimen que no habían cometido, se señalaron diversos lugares de
enterramiento de la presunta víctima, y el propuesto, médico forense entonces,
en las distintas exhumaciones que con este motivo tuvo que verificar certificó
siempre que aquellos cadáveres no correspondían a la fantástica víctima,
contribuyendo así en aquella ocasión, con sus dictámenes imparciales y serenos,
a evitar la terrible sentencia de muerte para los encartados, sosteniendo esto
valientemente contra la declaración de los mismos y la hostilidad completa de
la opinión popular, que, ofuscada o mal guiada, señalaba como indudables
autores a aquellos.”
HERALDO DE MADRID, año XXXVIII,
nº 13.152, 24-03-1928, p. 11
Se decreta la prisión preventiva de los doctores
Jáuregui y Labarga.
Hace días
publicamos la noticia referente al acuerdo de la Audiencia de Cuenca revocando
el auto de terminación del sumario en que se procesaba a los doctores Jáuregui
y Labarga, que intervinieron en los sucesos de Osa de la Vega.
El Juzgado de
San Clemente acaba de firmar el auto de procesamiento a que se refería aquel
acuerdo, considerando que los hechos reúnen indicios para constituir el delito
de falsedad.
Decreta la
prisión preventiva, de la que pueden librarse prestando la fianza de 2.000
pesetas en cualquiera de las clases que determina la ley.
El doctor Labarga,
que presta ahora sus servicios profesionales en el (ilegible) trasladarse a San
Clemente para oír la notificación de su procesamiento fue despedido por el
vecindario, que le testimonió con emoción sus simpatías. Dos vecinos salieron
fiadores y quedó en libertad.
Telegráficamente
se cursó la orden al Juzgado decano de los de Madrid, y esta mañana compareció
el doctor Jáuregui ante el Juzgado del distrito de Centro, al que correspondió
por tuno el cumplimiento del exhorto.
Prestó fianza
para que el doctor Jáuregui quedara en libertad el doctor Sanchís Banús,
presidente del Colegio de Médicos de Madrid.
Tanto el Sr. Labarga como el señor Jáuregui han designado para su defensa al letrado Sr. Salazar Alonso.
HERALDO DE MADRID, año XXXVIII,
nº 13.198, 17-05-1928, p. 2
UN LIBRO DEL PROFESOR
SALDAÑA
“El hombre de toga”
Unas horas tan sólo han transcurrido desde que el
nuevo libro “El hombre de Toga” ha llegado a nuestras manos, y ya, en tan breve
espacio de tiempo, toda la gama variadísima de ideas que la obra encierra ha
desfilado ante nuestros ojos para llegar -en grata y fructífera riada de
sentimientos, de opiniones, de emociones y de realidades, pintadas de mano
maestra-, ora al corazón, ora al cerebro.
(…)
Por último, el cuarto ensayo, intitulado “El monstruo
de la ley procesal”, comenta el “caso Grimaldos”, de que fueron víctimas León
Sánchez y Gregorio Valero, y estudia con clara visión del porvenir el seguro
contra el error y la responsabilidad del Estado en faltas cometidas por sus
agentes por daños ocasionados en la ejecución de servicios públicos.
(…)
ANTONIO VIDAL MOYA
HERALDO DE MADRID, año XXXVIII,
nº 13.343, 02-11-1928, p. 1
EL ERROR JUDICIAL DE OSA
DE LA VEGA
A la jurisdicción militar.
La Sala segunda de Supremo ha desestimado el recurso
interpuesto por el letrado D. Conceso Coso en la causa que se sigue para la
depuración de responsabilidades derivadas por el error judicial de Osa de la
Vega. El asunto pasa, pues, a la jurisdicción militar, y, como consecuencia,
cesa la acusación particular que el aludido letrado ejercía a nombre de
Gregorio Valero, uno de los perjudicados.
HERALDO DE MADRID, año XXXIX,
nº 13.406, 15-01-1929, p. 4
NOTICIAS DE TODA ESPAÑA
Se trasladan a Madrid las víctimas del error de
Osa de la Vega.
TARANCÓN 15.-
León Sánchez y Gregorio Valero, protagonistas del suceso de Osa de la Vega, han
trasladado su residencia a Madrid.
En lo sucesivo residirán en el Puente de Vallecas,
calle de San José, número 16.
HERALDO DE MADRID, año XXXIX,
nº 13.543, 25-06-1929, p. 7
E S C O L I O S
Un nuevo
libro del profesor Jiménez de Asúa.
No hace mucho tiempo, al tratar en estas mismas
columnas del interés y cuantía de la aportación de España a la literatura
jurídico penal, señalaba, al reconocer méritos extraordinarios en la ya copiosa
labor del joven profesor de la Universidad Central D. Luis Jiménez de Asúa,…
(…)
Si la sagacidad de su autor no estuviera sobradamente
acreditada, bastará igualmente este libro para acreditarla. En la “Crónica del
crimen” trata de hechos criminales, de sucesos diversos y de cuestiones que,
como el denominado crimen del expreso de Andalucía, la supuesta muerte del
pastor Grimaldos, que dio origen a un escandaloso error judicial; el crimen
pasional de la calle de San Agustín, el reciente asesinato de Pablo Casado, el
incendio del teatro de Novedades, los deportes y las intervenciones quirúrgicas
en sus relaciones con el Derecho penal, la “Ley de Lynoh” y otros asuntos, han
requerido con fuerza inusitada la atención popular y les pone las oportunas
apostillas técnicas ilustrando así al público, encaminándole por senderos
lógicos para poder enjuiciar con acierto esos hechos, esos sucesos. Es decir,
que Jiménez de Asúa se aprovecha de la curiosidad pública, muchas veces
malsana, para ejercer su apostolado.
(…)
EMILIANO M. AGUILERA
HERALDO DE MADRID, año XXXIX,
nº 13.605, 05-09-1929, p. 1
COMPENSACIONES
El alcalde interino da una credencial de jornalero
a una de las víctimas del error judicial de Osa de la Vega. [20]
Comencemos por declarar que trazamos estas líneas con
honda satisfacción. Nos satisface, en efecto, y en gran medida, que el alcalde
interino D. Luis Parrella, nos brinde ocasión de elogio. Al tributarle el que
por su rasgo de hoy merece demostrarnos cumplidamente que no entra en nuestros
procedimientos, la cesura sistemática, y que en ningún momento somos reacios a
la alabanza cuando ésta es merecida y sea quien fuera el merecedor.
Ahora lo es D. Luis Parrella, alcalde de Madrid en
ausencia del señor Aristizábal. Todos nuestros lectores recordará el error
judicial cometido con ocasión del supuesto crimen de Osa de la Vega. Dos
hombres, León Sánchez y Antonio (Gregorio) Valero, fueron acusados del
asesinato de un pastor llamado José Grimaldos. Condenados por los Tribunales,
llevaban ya doce años en prisión cuando el presunto muerto apareció sano y
salvo. Había permanecido todo aquel tiempo en Tresjuncos (Cuenca). Y, claro,
como no había tal asesinato, no había tampoco asesinos tales.
Gracias a una insistente campaña de Prensa, en la que
desde el primer momento tomó parte HERALDO DE MADRID, se llegó a las puertas de
la revisión del proceso. La evidencia del yerro cometido y la brillante labor
de los abogados defensores, D. León de las Casas y D. Conceso del Coso,
alcanzaron la rehabilitación de los infelices presos. Pero nada más. Habían
vuelto a la calle después de ¡doce años de prisión inocente! Pero no se les
indemnizó de los sufrimientos pasados.
Por virtud de una confidencia, el alcalde de Madrid ha
sabido que León Sánchez vivía en Cuenca en angustiosa situación económica. Y el
Sr. Parrella le ha nombrado guarda de parques y jardines del Ayuntamiento de
Madrid. La credencial ha sido firmada esta mañana.
El Sr. Parrella ha demostrado que es hombre de
corazón. En la medida de sus fuerzas ha reparado una tremenda equivocación, no
ya judicial, pero social. La ley no previene para casos como el que aquí se
trata compensación alguna. Un hombre que durante años y años ha venido purgando
culpas no cometidas no tiene derecho legal a una reparación económica. El Sr.
Parrella ha suplido ahora esta deficiencia de la ley. Por ello merece el elogio
férvido de todos.
EL LUCHADOR, (Barcelona)
año I, nº 26, 03-07-1.931, p. 3
DEL AMBIENTE
(…)
No ha mucho, resucitaba el pastor Grimaldos, por cuya muerte, convictos y
confesos, dos hombres extinguieron una abrumadora condena. El pueblo español
acusa a individuos del benemérito cuerpo de haberles arrancado, por la
violencia, las declaraciones que llevaron a presidio a aquellos dos
desgraciados. A confesarse autores de un asesinato que no precisamente habían
cometido, sino que ni siquiera hubo tal asesinato.
Se argumentará que las responsabilidades inmediatas son de los que
gobernaron en tiempos de la extinguida monarquía -de acuerdo- por el hecho de
no haber exigido las debidas responsabilidades a los que se extralimitaron en
el cumplimiento del deber.
No, si no se hubiese declarado inviolable a la guardia civil, hoy no
pediría el pueblo, con rara unanimidad casi, la abolición de dicho cuerpo. Ellos debían de haber sido los más
interesados en que su actuación fuese tamizada por la más severa crítica.
Aceptaron esa inviolabilidad y, por tal, fueron instrumentos de gobernantes y
caciques, los que, tomándoles por instrumento de sus maquiavélicos desatinos,
les restaron, ante el pueblo, toda fuerza moral.
No, no se cumple con ningún deber cuando se emplea la violencia contra
personas indefensas para obligarles a que se confiesen autores de hechos que no
cometieron. Antes al contrario, los que así obran pierden toda fuerza moral y
prestigio ante la pública opinión, que, en último término, es la que decide, la
que decidirá.
No encarna en un pueblo un anhelo tan hondamente sentido y manifestado como
el del pueblo español, en ese caso concreto, sin que múltiples y poderosas
razones, causas y concausas, le hayan llevado a tal aspiración.
Ramón
Cortés
EXTREMADURA (Cáceres), año XII,
nº 3.747, 19-07-1935, pág. 5
CONSEJO DE MINISTROS EN
LA PRESIDENCIA
Se concede una pensión a los culpados por el error
judicial de Osa de la Vega.
(…)
Referencia oficiosa.
También y a propuesta del señor (ilegible), se estudió la conveniencia de conceder una pensión o un capital de una sola vez a los que habían sufrido condena de 20 años a consecuencia del error judicial de Osa de la Vega y cuya causa se vio en la Audiencia de Cuenca
Después de un cambio de impresiones el Gobierno optó por conceder una pensión.
Nota oficiosa.
Concediendo una pensión a los condenados en la Audiencia de Cuenca por el error judicial de Osa de la Vega y que han estado en presidio 20 años.
EXTREMADURA (Cáceres), año XII,
nº 3.748, 20-07-1935, pág. 5
INFORMACIÓN POLÍTICA
Las víctimas del error judicial de Osa de la vega.
Esta mañana
estuvieron en el ministerio de Justicia las víctimas del error judicial de Osa
de la Vega, León Sánchez y Gregorio Valero, que fueron a dar las gracias al
señor Casanueva por la pensión vitalicia que les ha sido concedida a propuesta
de este ministerio, en el Consejo celebrado ayer.
Acompañaban a aquellos el abogado defensor don Cesáreo Pozo (Conceso Coso) y los diputados por Cuenca.
DEMOCRACIA, (Madrid)
Año I, Nº 7, 27-07-1935, p.5
La semana burguesa.
El Gobierno ha
decidido recompensar a los labradores de Osa de la Vega que fueron a presidio
por un error judicial. Es un buen principio moral, no estamos muy seguros de
que el hecho de llevar inocentes a la cárcel no se haya repetido y se esté
repitiendo. Se juega con demasiada facilidad con la libertad de las gentes en
España. Por eso nos parece aleccionador que se haya reparado el error de Osa de
la Vega.
HOJA OFICIAL DEL LUNES,
año VI, nº 238, 03-06-1935, pág. 8
El error judicial de Osa de la Vega.
Los ex
condenados por la Audiencia de Cuenca, León Sánchez y Gregorio Valero, víctimas
del error judicial de Osa de la Vega, han presentado razonada instancia al
señor ministro de Justicia, pidiendo la reparación de los daños y perjuicios
sufridos con motivo de la condena que contra ellos decretara la Audiencia de
Cuenca, de diez y ocho años de reclusión, y por el supuesto asesinato del
pastor Grimaldos, que después apareció vivo.
De su visita al
ministro de Justicia con este objeto salieron los interesados con las mejores
esperanzas.
EL MAGISTERIO ESPAÑOL, (Madrid),
año LX, nº 7.422, 06-03-1926, p.
14
-SEMANAL-
CRONICA GENERAL
(…)
-Publican los periódicos un lamentable caso de error judicial. En resumen,
es lo siguiente: Hace quince años desapareció del pueblecito de Osa de la Vega,
en la provincia de Cuenca, un pastor, José María Grimaldos; se sospechó que
había sido víctima de un crimen, y fueron detenidos otros dos pastores. A
fuerza de indagatorios y de temor por parte de los procesados, terminaron por
confesar un delito que no habían cometido, y fueron condenados a diez y ocho
años de presidio; pero en estos días se recibió, por el párroco de Osa de la
Vega, una carta del párroco de otro pueblo, Mira, pidiéndole la partida de
nacimiento de José María Grimaldos, que deseaba contraer matrimonio. El estupor
del párroco fue grande, y puso el asunto en conocimiento de las autoridades,
comprobándose el espantoso error judicial. Los inocentes llevan doce años en
presidio.
(…)
EL PORVENIR CASTELLANO (Soria),
año
XVII, nº 1.361, 15-03-1928, p.3
PROCESAMIENTO DE LOS
FORENSES
El error judicial de Osa de la Vega.
La Audiencia de Cuenca, a la que había sido elevado el sumario instruido
por el Juzgado de San Clemente para depurar responsabilidades del error
judicial cometido en Osa de la Vega, por la supuesta muerte del pastor
Grimaldos, ha cerrado el auto de terminación interesando el fiscal se procese a
los médicos forenses Sres. Jáuregui y Labarga, que prestaban sus servicios en
Osa de la Vega cuando los sucesos ocurrieron.
La determinación del fiscal de la Audiencia de Cuenca ha de producir
verdadera sorpresa, ya que, como se recordará, el verano último le fue
concedido al Sr. Jáuregui la cruz de Beneficencia, precisamente como premio a
su labor en el famoso proceso.
Crouselles.
LA VOZ DEL TRABAJO (Zamora),
año V, nº 178,
13-08-1933, p. 1
Publicación
semanal.
C O N T R A S T E S
De Montjuich a Castilblanco (pasando por Lyon).
Hace unos días apuntamos en estas mismas columnas que, aun cuando por un
renuncio del deber que nos hemos impuesto, quisiéramos olvidarnos de la
sentencia dictada por los sucesos de Castilblanco y de su forzosa revisión, de
continuo se nos brindarían hechos, contrastes y comparaciones que nos cerrarían
el paso a tan imperdonable omisión.
(…)
Que sepamos al reaparecer en vida el “asesinado” confesado por los
procesos de Osa de la Vega, no se le ocurrió tampoco a esa justicia militar
averiguar como había sido hecha esa confesión de un crimen inexistente.
(…)
Margarita
Nelken
A N E X O
EL CASO, (madrid),
Nº 1.146, 19-01-1.980, p. 1
SEMANARIO POPULAR
¡¡EXCLUSIVA!!
[21]
MARGARITA
LANDI. Enviada especial.
LA HIJA DE GRIMALDOS,
TESTIGO DEL ASESINATO, SABE LA VERDAD.[22]
SÍ, HUBO “CRIMEN DE CUENCA”
VALENCIA.- Hubo crimen de Cuenca hace setenta años. En Osa de la Vega fue
asesinado un hombre y al huir Grimaldos se convirtió en la presunta víctima.
Los asesinos, supuestamente torturados, “cantaron” y pasaron en la cárcel
catorce años hasta que el interfecto “resucito” y el caso fue calificado de
“error judicial”. Lo que impulsó a escapar a la persona clave del suceso, sólo
lo saben su hija y su abogado, pero no quieren hablar. Nuestra enviada
especial, Margarita Landi, entrevistó en Valencia a doña María Grimaldos
Ferrer, en un intento de desvelar el misterio. Advertimos a nuestros lectores
que es nuestro propósito seguir investigando sobre este apasionante suceso. (PAGS. 8 Y 9)
EL CASO, (madrid),
Nº 1.146, 19-01-1.980, p. 8
SEMANARIO POPULAR
SÍ
HUBO “CRIMEN DE CUENCA”
El pánico hizo huir de su pueblo al pastor.
Su desaparición hizo pensar que había sido
asesinado.
La verdad sólo la saben una hija de Grimaldos y su
abogado.
SÍ, HUBO “CRIMEN DE CUENCA”
VALENCIA.- Mucha tela queda por
cortar en lo que se refiere al famoso “Crimen de Cuenca”, que tuvo lugar en Osa
de la Vega el 16 [21] de agosto de 1910 y fue de lo más sonado. Difundido en coplas que cantaba el inolvidable cómico
Luis Esteso, que era natural de otro pueblo de Cuenca, San Clemente, el público
sentía erizársele el cabello al oír los espeluznantes detalles del suceso que
setenta años después ha servido de argumento para una polémica película.
Gran parte del vecindario de Ossa [Osa] de la Vega no se muestra conforme
con el relato que en el filme se hace de aquel “crimen” que durante tantos años
ha sido como una afrenta para los conquenses, que no perdonaban a Esteso su
extraordinaria divulgación por los escenarios españoles. Hay descendientes de
los principales protagonistas que preferirán que todo aquello quedara en el
olvido, mientras que otros prefieren prestarse a “airearlo”, tal vez con el
deseo de politizarlo, ya que en él quedan malparadas la Justicia y, sobre todo,
la Guardia Civil, debido al tan traído y llevado tema de las “torturas”, ahora
tan de moda.
Recuerdo que hace como un par de años, un portero que entonces había en mi
casa, llamado Máximo, me dijo:
-
“Debiera ir usted a mi pueblo,
que es donde se cometió aquel célebre “Crimen de Cuenca”… Sacaría un buen
reportaje con todo lo que la gente tiene que contar… Dicen que, aunque el
pastor que creían muerto, apareció vivo al cabo de varios años, sí hubo crimen,
y que él huyó porque lo había visto y tenía miedo de que le mataran también…
Usted vaya y verá todo lo que saca de allí.”
No seguí el consejo de mi portero. No fui a Ossa (Osa) de la Vega y ahora
lo siento. Pensé que se trataba de un suceso demasiado antiguo, demasiado
mitificado en aquellas coplas populares… Y he aquí que ahora ha servido como
argumento de una película con la que llegó “el escándalo”.
UNA HIJA DE GRIMALDOS
Tuve noticias de que en la provincia de Valencia viven dos hijas de José
María Grimaldos López, María y Alejandra Grimaldos Ferrer, y conseguí la
dirección de la primera. Fui a visitarla, con la esperanza de que ella me
aclarase el misterio que envuelve la misteriosa y prolongada desaparición de
aquel pastor cuyo supuesto asesinato llevó a la cárcel a dos colegas suyos,
vecinos de Ossa (Osa) de la Vega.
Doña María se mostró muy sorprendida al recibirme… ¿Quién me había avisado
de su existencia? No se lo dije, por supuesto, pero tampoco conseguí de ella lo
que yo pretendía saber.
-
“Mire, yo puedo hablarle de mi
padre, que era un hombre extraordinario, bueno, humano, trabajador, buen marido
y buen padre -me
dijo-, pero no me pida más, porque sobre
los motivos que tuvo para escapar del pueblo es un secreto que él guardó toda
su vida y que yo soy la única que lo conoce… Bueno, y ahora, también lo sabe mi
abogado. Ni él ni yo hablaremos nada hasta que no se presente el momento
oportuno.”
-
Tengo
entendido -comenté- que usted se siente molesta por ciertos conceptos que en la
película “El Crimen de Cuenca” se vierten sobre su padre; ¿es cierto?
-
“Pues sí; claro, que yo no he
visto la película, y lo que sé de ella es por cosas que se han dicho en
Televisión y que se han publicado en varias revistas. Si eso que dicen es
cierto, creo que se ofende a mi padre, y eso naturalmente, me molesta mucho. Se
dice de él que “era un ceporro”… ¡Un ceporro!... Tenga en cuenta que, en aquellos
tiempos, en un pueblo tan pequeño que sólo debía tener veinte casas, tanto él
como sus padres y sus siete hermanos sabían leer y escribir… Mi padre tenía una
inteligencia poco común. Él, mientras cuidaba las ovejas, leía novelas y luego
se las contaba a los demás, ¡en verso!...”.
Opina que la figura de su padre no ha sido bien investigada, ya que de él
se ha dicho que al marcharse de su pueblo precipitadamente, abandonando a sus
padres, seis hermanas, un hermano y el puesto de trabajo, tuvo que pedir limosna
y vender lotería.
-
“Nada de eso es cierto. Mi padre,
que nació en Tresjuncos, era pastor en Ossa (Osa) de la Vega y cuando se marchó
de allí fue también pastor en Mira, pueblo de la misma provincia, cercano a
Utiel, donde conoció a mi madre y donde nacimos mi hermana y yo. Siempre fue
pastor. Hasta el 10 de diciembre de 1945 no dejó de trabajar. Ese día se cayó,
precisamente en la barraca que sacaron en “Cañas y Barro”, donde tenía el
ganado y hacía quesos… Se rompió una pierna y la cadera y dos años después
murió.”
Siempre parapetada tras la barrera de silencio que levantó entre las dos,
sobre los motivos de fuga de su padre, doña María Grimaldos, se aviene a hablar
de aquello, “hasta donde puede hacerlo”.
-
“Es costumbre que a los pastores
les den una cabeza de ganado al año, con lo que ellos pueden ir formando su
pequeño rebaño. Mi padre, el día de la Virgen de agosto de 1910, vendió algunas
ovejas. Al día siguiente estaba de nuevo en el campo y pensaba ir a su casa a
mudarse de ropa.
Mientras
otros dos pastores, Gregorio Varela y León Sánchez Gascón, preparaban la
comida, él les dijo que iba a bañarse al río. Ellos dijeron después que ya no
volvió y que comieron solos, pero parece ser que comió con ellos y fue luego
cuando desapareció.”
La familia, extrañada de que José María no volviera, preguntó a los dos compañeros, que aseguraron no haberle visto desde que se fue a bañar, y así fueron pasando los años sin que el misterio pudiera aclararse. Un hombre pacífico, de vida regular y ordenada, había desaparecido sin dejar rastro, pero sus vecinos y, sobre todo, su familia, no podían olvidarle.
TRES AÑOS DESPUÉS
Preciso es tener en cuenta que hace setenta años no había radio ni televisión, ni los periódicos llegaban a los pueblos pequeños, por lo que no es de
EL CASO, (madrid),
Nº 1.146, 19-01-1.980, p. 9 [23]
extrañar
que, aunque Grimaldos estuviera en un pueblo de la misma provincia, ni los
suyos supieran nada de él, ni él tuviera la más remota idea del revuelo que su
ausencia había producido en el vecindario, que recelaba hubiera sido asesinado
o, en el mejor de los casos, se hubiera ahogado en el río.
-
“Lo curioso es -dice su hija mayor- que mi padre sacaba todos los años su
cédula personal en Mira, sin que nadie le relacionase con el desaparecido
vecino de Ossa [Osa] de la Vega”.
Pasaron tres años hasta que los pastores León y Varela y la mujer de éste
fueran detenidos y acusados; ellos por supuesto asesinato y ella por
complicidad.
Según me dijo un anciano de Utiel, que vivió sus años mozos en Ossa (Osa),
ocurrió que un día riñeron violentamente Gregorio Varela y su mujer, pudiendo
oír una vecina que la mujer llamaba asesino al marido. Se ignora si oiría algo
más, pero el caso es que dio cuenta de ello a la Guardia Civil. Al ser
detenidos -según dicen (y parece que esto está en la película)-, los dos hombre
negaron su participación en el crimen que la mujer aseguraba que habían
cometido: “Habían matado a Grimaldos, quemado su cadáver, aventado sus cenizas
y echado sus huesos a los cerdos, que no se los comieron, por lo que tuvieron
que ser enterrados en alguna parte del corral, con la ayuda de la mujer de
Varela”.
Ya se sabe: dicen que, “torturados”, los dos presuntos asesinos acabaron
por confesar su “crimen”, y tras ser juzgados fueron a parar a la cárcel. De
ello, naturalmente, no tuvo noticia José María Grimaldos, que seguía en Mira
atendiendo a sus ovejas y con su documentación en toda regla.
“USTED NO EXISTE; FUE ASESINADO
Fue en el año 1917 cuando Grimaldos decidió casarse y escribió una carta al
cura de su pueblo, Tresjuncos, pidiéndole “los papeles”, pero recibió una
sorprendente contestación: “Usted no existe, fue asesinado”… Se repitieron las
cartas, que ya ni eran contestadas. Hasta que la pareja, aburrida, decidió
unirse libremente. Tuvieron dos hijas, una en 1921 y otra en 1923. Y ya en 1924
pidió ayuda a un sacerdote amigo, don Feliciano, que escribió de nuevo en
demanda de la documentación precisa para que Grimaldos se uniera en matrimonio
a su compañera. Ante la reiterada sospecha de que se tratase de un impostor,
fue advertida la Guardia Civil. Una pareja acudió a la casa de la suegra para
pedir que le dijera a José María que no se fuera del pueblo sin avisar, pues
tenía que acompañarles a Ossa (Osa) de la Vega.
Yendo con los guardias, encontró en Belmonte a un hermano de leche que le
identificó. Al llegar a Ossa (Osa) supo que sus padres y su hermano habían
muerto; supo también que el cura de Tresjuncos se había suicidado, al saber el
error cometido, arrojándose a una cuba de vino… Y, claro está, supo que Varela
y León estaban en la cárcel desde hacía once años, uno en San Miguel de los
Reyes (Valencia) y el otro en Cartagena. Fue a verles a ambos, que pronto
estuvieron en libertad y, según parece, se trasladaron a Madrid, donde
trabajaron como jardineros.
En 1928 (casado ya desde 3 años antes), Grimaldos, su mujer y sus hijas se
marcharon a la provincia de Valencia, donde él fue pastor, como siempre, y
siguió haciendo quesos, hasta sufrir el accidente antes referido.
Nunca quiso decir a nadie el porqué de su salida de Ossa (Osa) de la Vega
aquel día 16 (21) de agosto de 1910. Cuando le preguntaba alguien: “¿Por qué te
fuiste?”, contestaba: “No lo sé… Un barrunto que me dio”… Y desde entonces le
llamaron Grimaldos “El Barrunto”.
Repito: María Grimaldos y su abogado son los únicos que conocen a fondo lo
que verdaderamente pasó en Ossa (Osa) de la Vega. Ellos saben cómo y por qué
ocurrió el “Crimen de Cuenca” que Luis Esteso cantó en coplas por todo el país.
Tal vez algún día lo sepamos nosotros también. Por ahora hemos de quedarnos con
las ganas.
(Dibujo: A. Arnau)
EL DIA,
(Cuenca)
Sábado, 21-08-2010, p. 22
CUENCA PROVINCIA
EL CRIMEN DE
CUENCA I
Hoy se cumplen cien años de la desaparición de José
María Grimaldos, el Cepa, entre los municipios de Osa de la Vega y Tresjuncos,
el 21 de agosto del año 1910
Tres familias y
dos pueblos marcados por un error judicial.[24]
Los pueblos no han olvidado los hechos que les
señalarían para siempre.
El suceso enfrentó a Osa de la Vega y Tresjuncos
durante largos años.
Hoy se cumplen cien años de la desaparición de José
María Grimaldos, el Cepa, entre los pueblos conquenses de Osa de la Vega y
Tresjuncos. Con el correr de los tiempos sus compañeros, León Sánchez Gascón y
Gregorio Valero Contreras, mayoral y bracero para el mismo amo, fueron
acusados, torturados y condenados a 18 años de prisión por asesinato. Hoy se
cumple un siglo desde que comenzara el drama para tres familias y dos pueblos
que quedarían marcados para siempre por un asesinato en el que no hubo muerto.
Más tarde, estos hechos pasarían a la historia como uno de los mayores errores
judiciales de nuestro país.
C. MORAL
OSA DE LA
VEGA/TRESJUNCOS
El sol aprieta en la llanura
manchega en este cálido verano de 2010. A penas cinco kilómetros separan a Osa
de la Vega de Tresjuncos. La calma se palpa en cada calle de estos dos pueblos
vecinos. La plaza dedicada a Gregorio Catalán Valero de Osa de la Vega es el
punto de encuentro de los más ancianos del pueblo. Ninguno de ellos vivió
aquellos acontecimientos, pero la mayoría conoció la historia a través de las
palabras de sus antecesores. Lo mismo ocurre en Tresjuncos. Sus mayores se
congregan en la Plaza del Ayuntamiento, donde pasan las horas recordando viejas
historias. Entre ellos está Antonio Grimaldos, de 84 años de edad. Su padre era
primo hermano del Cepa y sus progenitores le contaron todo lo que sabe acerca
de aquel suceso que trascendió las fronteras españolas y mantuvo en vilo a todo
el país. Hoy, todavía lamenta que la repentina marcha de José María Grimaldos
acarreara tanto sufrimiento a su familia y a la de los acusados. Un “barrunto”,
como él mismo dijo, fue lo que le llevó a alejarse de su pueblo y su familia
sin tener en cuenta las terribles consecuencias que aquella irracional decisión
traerían a los dos pueblos.
TESTIMONIOS
“Los familiares
de los protagonistas sufrieron exclusión social”
Daniel Sánchez Arenas y Francisco Guijarro Valero, nietos de los acusados,
todavía recuerdan los hechos con profunda rabia. Un siglo después de lo
ocurrido, visitan las ruinas de la finca de Osa de la Vega donde trabajaban sus
familiares antes que comenzara “la pesadilla”, como ellos mismo la llaman. Muy
cerca de allí está el cañizar donde explican que obligaron a sus abuelos a
excavar en la tierra en busca del cuerpo sin vida del pastor tresjunqueño.
Las frases de los dos se entremezclan. Están deseosos de contar las
torturas a las que fueron sometidos sus abuelos durante los interrogatorios de
la Guardia Civil. Palizas, uñas arrancadas, o comidas sin agua a base de
bacalao con sal son algunos de los castigos que tuvieron que soportar, narran
con dolor. “La película dirigida por Pilar Miró se queda corta”, aseguran. Sin
embargo, insisten en destacar que hubo otros guardias civiles “que se portaron
muy bien con ellos y que incluso después de salir de la cárcel acudieron a
visitarles a sus casas”. No menos doloroso y frustrante fue el proceso que
sufrieron sus familias, tal y como atestiguan. “La gente les apuntaba con el
dedo y se refería a ellos como los parientes de los criminales”, dice
Francisco. Padecieron marginación y exclusión social y una verdadera situación
de pobreza que se sumó a la desesperación de no saber que iba a ser de sus
familiares apresados.
UNA PROFUNDA HERIDA
Cien años después de suceso, los municipios todavía tienen muy presente la
rivalidad que les enfrentó durante largos años. En Osa de la Vega, los nietos
de Gregorio y León relatan que tras la desaparición del Cepa, los vecinos de
Tresjuncos iban al pueblo vecino para atemorizar a sus habitantes con varas.
Por el contrario, los descendientes de José María Grimaldos explican que los tresjunqueños
bordeaban Osa de la Vega para evitar cruzar el municipio de camino a Belmonte.
Años más tarde, en la década de los setenta, la película de Pilar Miró ayudó a
las familias de Gregorio y León a proclamar al mundo lo que sentían, a cerrar
heridas y abrir otras. En la actualidad, Daniel Sánchez Arenas y Francisco
Guijarro Valero expresan todavía su rabia contenida, pero aseguran que la
profunda herida que se abrió entre los pueblos ya ha cicatrizado.
INCÓGNITAS
Las secuelas de
la historia.
Cien años después de la desaparición del Cepa, son muchas las incógnitas
que todavía quedan por resolver. Los años transcurren y lejos de esclarecerse,
la verdadera historia se vuelve más escurridiza y lejana, al menos para quien
intenta acercarse y profundizar en ella con la única intención de entenderla y
difundirla con honradez y sin manipulaciones ni falsedades.
Centenares de escritos e investigaciones han indagado en unos hechos no
exentos de polémica y debate social.
Cuestiones como las torturas a las que fueron sometidos los acusados o el
porvenir del sargento Taboada y del cura de Tresjuncos han sido objeto de
investigación por periodistas y escritores y todavía hoy son objeto de duda
incluso por parte de los mismos familiares. Con motivo del primer centenario
del Crimen de Cuenca, El Día se ha acercado a los familiares vivos de los
protagonistas de la historia. A través de ellos hemos podido comprobar que el
tiempo no ha borrado ni el dolor ni las secuelas de un suceso cuya
trascendencia llegó a superar la historia personal de las familias para
convertirse en uno de los mayores errores judiciales de nuestro país y
cuestionar los métodos utilizados por la Guardia Civil. Ahora, las impresiones
de los descendientes vivos vuelven a cuestionar la veracidad de los hechos.
EL DIA,
(Cuenca)
Sábado, 21-08-2010, p. 23
Lo que se dijo del crimen.
FABIÁN CAMPOS [25]
(82 AÑOS) VECINO DE
BELMONTE
“Yo tenía 14 años cuando mi padre me presentó a
León”
“Yo tenía catorce años cuando mi padre me presentó un día a León, uno de
los acusados de asesinato.
Una de las historias que se contaba es que el Cepa se apareció en una
posada de Belmonte cuando todo el mundo le daba por muerto”.
JOSÉ ALCÁZAR [26]
(76 AÑOS) VECINO DE
BELMONTE
“Mi abuela me explicó que León paraba en su taberna
a beber agua”.
“Mi abuela tenía una taberna en Belmonte. Ella me explicó que León paraba
allí y ataba la borrica en la ventana para que le dieran agua de beber. Un día
le llamaron la atención a mi abuela por saciar su sed incluso tiempo después de
que apareciera el Cepa”.
JOSÉ Mª HERRADA (RADA) [27]
(91 AÑOS) VECINO DE OSA
DE LA VEGA
“Las familias de León y Gregorio fueron las más
perjudicadas”
“Me contaron que los vecinos de Tresjuncos bajaban con garrotas para
atemorizar a los de Osa de la Vega. Las familias de León y Gregorio fueron las
más perjudicadas. Durante mucho tiempo estuvieron sin hablarse y acusándose
unas a otras”.
MANUEL PORRAS [28]
(85 AÑOS) VECINO DE OSA
DE LA VEGA
“Todos los vecinos de los pueblos sufrieron los
acontecimientos”
“Me siento orgulloso de ser de Osa de la Vega, de que todo fuera una
mentira y de que finalmente se descubriera el tremendo error judicial que se
cometió. Todos los vecinos del pueblo sufrieron los acontecimientos, pero las
familias especialmente”.
EL DIA,
(Cuenca)
Domingo, 22-08-2010, p. 20
CUENCA PROVINCIA
EL CRIMEN DE
CUENCA II
Existen centenares de escrito y opiniones sobre el
Crimen de Cuenca.
“Mi familia
lloró durante años por no saber dónde estaba José Mª ”.[29]
Eduarda García, familiar del Cepa, dice que “nunca
desveló el motivo de su marcha”.
Sobre las torturas, los nietos de Gregorio y León
dicen que la realidad superó a la ficción.
C. MORAL
OSA DE LA
VEGA/TRESJUNCOS
Cuando José María Grimaldos, el
Cepa, se marchó sin dejar huella, sembró sin saberlo una historia de odios,
rencores y dolor en los pueblos de Tresjuncos y Osa de la Vega cuyas secuelas
permanecieron latentes durante largo tiempo, tal y como pudimos ver ayer con
motivo del centenario del suceso.
Hoy, los
descendientes de los protagonistas echan la vista atrás para traer el suceso
hasta nuestros días. Una historia que, en muchos casos coincide con el guión de
la película de Pilar Miró, y que en otros abre interrogantes sobre la auténtica
crónica, como fue el motivo de la marcha del Cepa. Eduarda García, nieta de una
de las seis hermanas del pastor, explica que antes de morir éste dejó escrito
en una carta que se marcharía de este mundo sin desvelar a nadie el verdadero
motivo de su marcha, aunque tras su regreso el propio Cepa afirmó que le dio un
“barrunto” y con el dinero obtenido tras la venta de unas pocas ovejas, decidió
ir a otro lugar. “Yo creo que sus compañeros se tenían que portar mal con él y
el miedo hizo que se alejara de allí sin dar explicaciones a nadie. Los sábados
siempre volvía a Tresjuncos para mudar la ropa de la semana y contaba a sus
padres que aquellos hombres no eran buenos con él. Su padre Anselmo le animaba
a que aguantara porque no tendría otro lugar donde ir a trabajar”, dice
Eduarda. Por su parte, Daniel Sánchez Arenas y Francisco Guijarro Valero,
nietos de León y Gregorio respectivamente, ignoran que sus abuelos trataran
despectivamente al Cepa por su “corta estatura y semejante inteligencia”, tal y
como figura en un buen número de escritos sobre la historia. Antonio Grimaldos,
otro de sus descendientes, señala que “el muchacho se vería con cien pesetas y
se diría a sí mismo: me voy a disfrutar”.
DESAPARICIÓN
“Muchas
personas aseguraron ver al Cepa en Tresjuncos en el tiempo que estuvo
desaparecido”.
Sea como fuere,
el Cepa emprendió camino hacia La Celadilla, lugar donde según se dice, fue “a
tomar unos baños”. Atrás quedaban Osa de la Vega y Tresjuncos donde, al cabo de
pocas semanas de su desaparición, la familia denunciaría los hechos ante el
juez y reclamaría la detención de Gregorio y León como presuntos autores de su
muerte. Eduarda relata que la familia del Cepa lloró a diario durante años la
incógnita sobre el paradero de José María Grimaldos.
En Septiembre
de 1911, el juez pone en libertad a los acusados por falta de pruebas y no es
hasta 1913 cuando el nuevo juez que llega a Belmonte, Emilio Isasa, ordena
detenerles otra vez. Fue entonces cuando comenzó el infierno para Gregorio y
León. Sus nietos aseguran que las torturas descritas en la película por Pilar
Miró y la guionista no sólo fueron verídicas, sino que la realidad llegó a
superar con creces a la ficción. Sin embargo, el drama alcanzó también a las
familias de los dos acusados. Como señalamos en el reportaje anterior, las
esposas y los hijos de Gregorio y León tuvieron que soportar la exclusión
social de todo su pueblo y aceptar que les señalaran con el dedo como los
parientes de unos criminales. Uno de los vecinos más ancianos de Osa de la
Vega, José María Herrada (Rada), subraya que “todo el pueblo tenía miedo por lo
que pudiera pasar”. “La gente de Tresjuncos venía con garrotas para atemorizar
a las familias de los dos acusados”, dice Francisco, nieto de Gregorio.
- Lo que se dijo -
FRANCISCO GUIJARRO [30] NIETO DE GREGORIO VALERO
“La familia del Cepa sabía que no estaba muerto”
“Gran parte de la culpa de las torturas a las que fueron sometidos mi
abuelo y León fue de la familia del Cepa. Ellos sabían que estaba vivo porque
les había visitado en numerosas ocasiones, pero no dijeron nada y consintieron
aquellos hechos”.
ANTONIO GRIMALDOS [31] FAMILIAR DE JOSÉ Mª GRIMALDOS
“Mi familia nunca supo nada de José María”
“Mi familia nunca supo nada sobre José María Grimaldos hasta que la Guardia
Civil vino a decirles a Tresjuncos que había aparecido.
Siempre hubo muchos rumores sobre su aparición, pero todos fueron falsos. Sufrieron mucho su ausencia”.
¿REGRESÓ EL CEPA A TRESJUNCOS?
Todavía son muchas las personas que cuentan cómo El Cepa fue visto en
numerosas ocasiones en la casa donde vivía su familia situada en La Muela, un
paraje ubicado a las afueras de Tresjuncos. Antonio Grimaldos y su hermana
Francisca explican que un viajero procedente de La Serranía de Cuenca aseguró
impresionado un día haber viajado junto al Cepa en el tren. “Los niños juraban
a sus padres haberle visto en una matanza y preguntaban a los adultos si los
espíritus también comían gachas”, cuentan. En Osa de la Vega, los nietos de
Gregorio y León también se muestran convencidos de que la familia de José María
conocía su paradero y quiso ocultarlo. Sin embargo, Eduarda asegura que los
padres del Cepa “se murieron con la pesadumbre
de creer que
su hijo estaba
muerto”. “Juana -madre del Cepa-
lloraba desesperadamente cuando le aseguraron que León y Gregorio habían
asesinado a su hijo y habían dado de comer a los gorrinos con su cuerpo”.
Eduarda se echa las manos a la cabeza al recordar el sufrimiento que padecieron
EL DIA,
(Cuenca)
Domingo, 22-08-2010, p. 21
sus
familiares durante los años que José María permaneció desaparecido. “Recuerdo
cómo mis abuelos nos llevaban a la iglesia a rezar el rosario por José María”,
cuenta Eduarda. “Incluso el médico del aquel momento, don Baldomero, llegó a
certificar que unos huesos hallados en el camposanto de Osa de la Vega
pertenecían a José María”, relata.
Hasta
doce años permanecieron León y Gregorio en prisión por un asesinato que no
cometieron. León cumplió su condena en la prisión de Cartagena y Gregorio lo
hizo en el penal de San Miguel de los Reyes (Valencia). Sus nietos explican que
el reencuentro de los dos se produjo en Socuéllamos. No resultó sencillo volver
a la vida normal después de lo ocurrido. Según cuentan sus nietos, la gente les
marginaba y les seguía acusando de asesinos.
Unos
años más tarde, el 8 de febrero de 1926, el cura de Tresjuncos recibió un
correo del cura del municipio serrano de Mira en el que solicitaba la partida
bautismal de José María Grimaldos para que éste pudiera contraer matrimonio. El
cura de Tresjuncos quedó tremendamente sorprendido y sin salir de su estupor
decidió no dar respuesta a la carta del párroco de Mira.
LA CLAVE
La aparición
del Cepa
¡Ay mi José María! Exclamaba la hermana de José María Grimaldos cuando vio
a los guardias de la Benemérita que fueron a darles la noticia sobre la
inesperada aparición.
EL IMPACTO DE LA NOTICIA
Mientras tanto pasa el tiempo y José María Grimaldos impaciente por que su
partida de nacimiento no llega, decide partir hacia Tresjuncos y se presenta sin
más en el pueblo. Eduarda todavía recuerda el alboroto que se despertó en su
casa de Tresjuncos, en La Muela, cuando la Guardia Civil alertó sobre la
inesperada aparición del Cepa, algo que ya era casi inimaginable. “¡Ay mi José
María!”, exclamaba la hermana de El Cepa cuando vio a los guardias de la
Benemérita. Eduarda García asegura que los padres del Cepa, Anselmo y Juana,
“se murieron con la pesadumbre de creer que su hijo estaba muerto”.
¿Por qué el juez condenó a León y
Gregorio sin hallar el cadáver? [32]
Numerosos elementos influyeron en la decisión final
de Emilio Isasa Echenique.
C. MORAL
OSA DE LA
VEGA/TRESJUNCOS
Investigaciones,
ensayos, novelas y hasta una película se han creado sobre el crimen más famoso
de la historia de la provincia de Cuenca. Cien años después, es el momento de
reflexionar sobre lo que hay de verdad y falsedad en todo ello y los que
probablemente sean los puntos más polémicos de toda esta historia: la decisión
del juez de condenar a los dos acusados pese a no existir cadáver y las
torturas a las que éstos fueron sometidos por la Guardia Civil durante los
interrogatorios.
¿Por qué el Juez Emilio Isasa Echenique decidió declarar culpables a Gregorio y León? Quien fuera el padre original de la película de El Crimen de Cuenca, Juan Antonio Porto, señalaba en declaraciones a este periódico en el año 1985 que el propio juez creyó “honradamente” que era verdad lo que allí había ocurrido. Además, hay que tener en cuenta que lo primero que le dijeron al juez cuando llegó a Belmonte fue que se trataba de un partido judicial en donde los asesinos andan sueltos. Otra de las circunstancias que pudo influir en la decisión del juez fue la fama que, según se ha apuntado en algunos escritos, tenían los dos inculpados. El propio Francisco Guijarro Valero, nieto de Gregorio, reconoce en la actualidad que su abuelo “era de los más reivindicativos y sindicalistas”. Una circunstancia que en ningún caso justifica la decisión del juez, pero que nos puede ayudar a entenderla un poco más.
“HUBO GENTE QUE
VIO EL CRIMEN”
Otro de los
elementos más concluyentes de la investigación fueron las declaraciones de
algunas personas que aseguraron haber sido testigos del crimen de José María
Grimaldos. Así lo pone de manifiesto Juan Antonio Porto en la entrevista: “Hay
testimonios en el juicio de gentes que presenciaron, desde la plaza, el crimen,
que vieron cómo lo quemaban”. De hecho, hasta las propias familias de los dos
acusados creían firmemente que eran culpables de asesinato. Sus nietos, Daniel
y Francisco, señalan que las dos familias se achacaban el crimen la una a la
otra.
Por otro lado,
tampoco hay que olvidar el contexto social de la época, marcado por
enfrentamientos vecinales, pobreza generalizada, incultura y políticos y
caciques de por medio, tal y como indica Juan Antonio Porto. Sin embargo, en la
citada entrevista realizada por el entonces director de El Día de Cuenca,
Javier Moral, el guionista profesional puso sobre la palestra otros muchos
aspectos que, por lo menos, ponen en duda los acontecimientos narrados por
Pilar Miró y la guionista Lola Salvador en su película. En el reportaje de
mañana reflexionaremos sobre estas cuestiones.
EL DIA,
(Cuenca)
Lunes, 23-08-2010, p. 40
CUENCA PROVINCIA
EL CRIMEN DE
CUENCA III
Tras saltar a la luz pública la insospechada
aparición de José María Grimaldos, la prensa nacional e internacional supo
explotar las connotaciones sociales y políticas de un país en pre-guerra.
“Ni el Cepa era
tan tonto, ni todos los guardias tan crueles.[33]
La película de Pilar Miró sobre ”El Crimen de
Cuenca” tuvo un gran impacto social en la zona.
La prensa liberal exigió responsabilidades por el
error y la conservadora casi llegó a obviar el caso.
C. MORAL
OSA DE LA
VEGA/TRESJUNCOS
LA
TRASCENDENCIA DE LO AUDIOVISUAL
¿Conocemos la verdad de los
hechos?
Cuando hablamos
con la gente más anciana de los pueblos de Osa de la Vega y Tresjuncos donde se
vivieron los acontecimientos resulta sencillo percatarse de la gran repercusión
que tuvo la película de Pilar Miró en el conjunto de la sociedad, no sólo por
recuperar del pasado unos hechos dignos de denuncia ante la opinión pública,
sino porque la narración del suceso que aparece en el film fue absorbida por
todos como la auténtica e indiscutible historia del crimen. Una circunstancia que
nos empuja a reflexionar cobre la trascendencia del cine y de todo el material
audiovisual en las personas.
Sin embargo,
los testimonios de los familiares vivos de los protagonistas de aquel triste
suceso no nos dicen eso. Daniel, Francisco, Antonio, Francisca y Eduarda, todos
ellos parientes de Gregorio, León y José María Grimaldos, hablan con nosotros
no sólo con el afán de rememorar el centenario de los hechos, sino para decir
al mundo que existen otras verdades que, omitidas o manipuladas, nunca salieron
a la luz.
Buen ejemplo de
ello es que los nietos de Gregorio y León insisten en subrayar que también hubo
guardias civiles que actuaron de forma benévola con sus antecesores durante los
interrogatorios o que Antonio y Francisca Grimaldos, familiares de José María,
destaquen que éste “no era tan tonto como aparece en la película”.
- - - - - - - - - -
En los dos capítulos que hasta
ahora hemos ofrecido sobre el crimen más famoso de Cuenca, los parientes vivos
de sus protagonistas han compartido con nosotros y nuestros lectores el modo en
que sus familias vivieron los sucesos ocurridos tras la desaparición de José
María Grimaldos, el Cepa, hace ahora cien años.
Unos hechos que
no tardaron en saltar a la luz pública, sobre todo después de que se supiera
que José María Grimaldos no estaba muerto, sino que un “barrunto” terminó por
llevarle al municipio serrano de Mira. La decisión del juez Emilio Isasa
Echenique de acusar, torturar y condenar a Gregorio Valero y León Sánchez por
asesinato pese a no existir ni rastro del Cepa, hizo que tras su insospechada
aparición, la prensa nacional e internacional se hiciera eco de un tremendo
error judicial que también pudo estar motivado por el contexto histórico y
social de la época, tal y como vimos ayer.
El Museo Municipal
de Tresjuncos aún conserva algunos recortes de prensa de aquella etapa en los
que se aprecia la importante repercusión mediática de la noticia. El periódico
“El Liberal”, por ejemplo, abría su edición con este titular: “Se ha hecho
pública la sentencia dictada por el Tribunal Supremo en el recurso de recisión
contra la sentencia que condenó a León Sánchez y a Gregorio Valero”. Sobre la
misma información, “El Socialista” se refería en el ante-título a “reparar un
error judicial” y encabezaba la noticia señalando que “El Tribunal Supremo
proclama la inocencia de León Sánchez y de Gregorio Valero”. En efecto, los
periódicos supieron explotar de manera extraordinaria las connotaciones
sociales y políticas del caso en un país que estaba en situación de pre-guerra
y dividido ideológicamente. Podemos concluir que la prensa más liberal como El
Sol, El Liberal o El Heraldo de Madrid dieron al suceso una relevancia enorme y
exigieron responsabilidades por el error judicial de Belmonte, mientras que la
prensa más conservadora como “El Debate” casi rehuyó el caso. En este punto,
cabe recordar también que el novelista Ramón J. Sender se inspiró en estos
hechos para hacer una profunda reflexión sobre la situación de España en su
libro “El lugar de un hombre”.
Sin embargo,
desde aquellos años veinte en que sale a la luz la verdad sobre lo ocurrido
hasta finales de la década de los 70 en que Pilar Miró dirige la película sobre
los hechos, trascurren más de treinta años en los que este suceso pasa a un
segundo plano en la opinión pública. Para la mayoría, es la directora de cine
Pilar Miró y la guionista Lola Salvador las que recuperan estos hechos y se
encargan de difundirlos a través de un film que hace especial hincapié en las
torturas de la Guardia Civil a los presuntos asesinos. Sin embargo, para el que
fuera el padre original de la película, Juan Antonio Porto, el general Primo de
Rivera fue quién realmente dio publicidad a la historia. En una entrevista
realizada a Porto por este periódico en 1985, éste señala que “Primo de Rivera
tenía especial interés en sacar a la luz pública este caso de error judicial
por un enfrentamiento claro que surgió en aquel entonces entre el dictador y el
Poder Judicial”.
Una vez
resuelto el caso, otro de los principales interrogantes de esta historia fue el
del ahogamiento del cura de Tresjuncos que, según se explicó, no pudo soportar
el tremendo cargo de conciencia por haber ocultado a todos que el Cepa estaba
vivo. Sin embargo, el tresjunqueño Antonio Grimaldos ha explicado a El Día que
el párroco se ahogó porque “un sobrino suyo había terminado con todo el capital
de su familia”.
LA PREGUNTA ?
¿Cómo fue recibida la película
dirigida por Pilar Miró en Osa de la Vega, Tresjuncos y Belmonte?
La alcaldesa de
Belmonte, Angustias Alcázar, ha señalado que el cine del municipio conquense se
quedó pequeño durante una semana para acoger al gran número de personas que
quiso acudir para verla y recordar los hechos. Gente procedente de Osa de la
Vega, Tresjuncos y otros pueblos de alrededor acudieron en masa para recordar a
sus víctimas. Algunos de los familiares directos, en cambio, rechazaron revivir
aquellos acontecimientos.
EL DIA,
(Cuenca)
Lunes, 23-08-2010, p. 41
“Las torturas reales superaron la
ficción de la película”.[34]
Algunas críticas del film de Pilar Miró denunciaban
que se cebó con las torturas.
C. M.M.
OSA DE LA
VEGA/TRESJUNCOS
Además de recuperar el error
judicial que significó el caso de Osa de la Vega y Tresjuncos, el principal
motivo por el que la película “El Crimen de Cuenca” dirigida por Pilar Miró
causó tanto impacto en la gran pantalla fue, sin duda alguna, la difusión de
las torturas a las que fueron sometidos Gregorio Valero y León Sánchez para que
confesaran un crimen que nunca cometieron. Unas torturas que impactaron hasta al
más estoico y conmocionaron a todo el país. Precisamente este martirio ha sido
motivo de debate en multitud de escritos posteriores.
Uñas arrancadas, palizas o comidas sin agua a base de bacalao sin desalar
fueron algunos de los castigos que aparecían en el film de Miró y que, según
lamentan los descendientes directos de Gregorio y León, “fueron sobrepasados
por la cruda realidad, tal y como les contaron a ellos”. El objetivo de
aquellos brutales interrogatorios estaba muy claro: conseguir una confesión de
asesinato por parte de los dos acusados. En
este sentido, la justicia vulneró el derecho de los acusados a la
presunción de inocencia hasta que existieran pruebas que pudieran incriminarles
y llegó a torturarles hasta el extremo para que demostraran su inocencia.
La rabia se muestra todavía en los familiares de Gregorio y León cuando les preguntamos por las torturas. Los dos coinciden en subrayar que la realidad superó con creces la ficción. “Sufrieron tremendas torturas para que confesaran un crimen que no sólo no cometieron, sino que nunca ocurrió” explican. Una de las consecuencias que suscitó la publicación de la película fue la imagen que se proyectó de la Guardia Civil como un cuerpo del Estado que, lejos de infundir seguridad y protección a la ciudadanía, inspiraba temor y odio.
LA IMAGEN DE LA GUARDIA CIVIL
En este punto,
Daniel Sánchez Arenas y Francisco Guijarro Valero, nietos de León y Gregorio,
quisieron dejar muy claro que hubo otros guardias civiles que lejos de castigar
y aumentar las torturas a sus abuelos, les ayudaron durante el duro período de
interrogatorios en la cárcel de Belmonte. En concreto, se refieren a un guardia
civil natural del pueblo vecino de Las Mesas. “Después de que todo terminara y
se supiera de su inocencia, este buen hombre regresó en varias ocasiones a
visitar a nuestros abuelos a sus casas”, relatan.
Por otro lado, Antonio Porto criticó que la película de Pilar Miró se
cebara especialmente en las torturas durante veinte minutos debido a una “falta
de imaginación”, mientras que en el guión original elaborado por él mismo “se
cerraba la puerta y detrás debía haber torturas” que no llegaban a superar, ni
como mucho, el minuto. A su modo de ver, “si hubo torturas, las hubo no durante
la instrucción sumarial”.
- Investigación-
La Guardia Civil, un mero
instrumento.
Criminólogos e
investigadores coinciden en realzar que la Guardia Civil actuó en aquellos
hechos como un mero “instrumento” y no como actor protagonista, tal y como
figura en la película. De hecho, se esfuerzan en subrayar que el único
responsable de las torturas que se cometieron contra Gregorio y León fue el
propio juez Emilio Isasa Echenique.
EL DIA,
(Cuenca)
Martes, 24-08-2010, p. 20
CUENCA PROVINCIA
CENTENARIO DEL
CRIMEN DE CUENCA (Y IV)
El 13 de junio de 2001, El Día Cultural, suplemento
que coordinaba entonces Florencio Martínez Ruiz, rescató las crónicas del gran
Ramón J. Sénder para los periódicos de la época, y con motivo del centenario
recuperamos ese trabajo.
Martínez Ruiz destacaba la importancia de unos
reportajes cuya información provenía directamente de los protagonistas de los
hechos, y estaba recogida en la propia Osa de la Vega. Su importancia
documental era y es enorme.
“El día que R.
J. Sénder viajó a los lugares del “Crimen de Osa de la Vega.[35]
El “Año Sénder”
ha traído muchas sorpresas sobre la vida y la obra del gran novelista aragonés
y no fue la menor diversos datos referidos a Cuenca. Precisamente en el
Festival de Cine de Huesca, celebrado estos días, se analizó la influencia de
la narrativa senderiana en el cine y, lógicamente, se habló de “El Crimen de
Cuenca” que recogería el famoso “error” judicial de Osa de la Vega, tramitado
con ira en la pantalla por Pilar Miro. No era la primera vez que un suceso de
tanta repercusión inspiraba una obra artística, puesto que Ramón J. Sénder lo
había hecho eje del argumento de su novela “El lugar del hombre” no para contar
el caso judicial, de modo realista, sino para inocularle toda la capacidad
existencial de un escritor aplastado por guerras civiles y mundiales. Más la
sorpresa no acabaría ahí porque Ramón J. Sénder viajó, en arreos de cronista de
“El Sol” al “lugar del crimen” -que no lo fue de modo violento y físico- en los
días en que se descubrió la tremenda verdad de la vida de José Grimaldos López
y de sus “asesinos” que evidentemente no lo fueron como Gregorio Valero y León
Sánchez. Parte de esas crónicas que revelan un escritor de fibra humana y pluma expresiva -aparte un oficio cabal a la
hora de hacer un periodismo que hoy llamaríamos de investigación- aquí las
traemos extraídas de “El Sol”, más un artículo recapitulatorio publicado en “La
Libertad” en el que se apuntan todos los extremos polémicos con intención y
agudeza máximas. Materiales en resumen que explican el valor de “El lugar del
hombre” y prestigia a Ramón J. Sénder como un excepcional narrador social y
metafísico por cuanto sobre la “circunstancia” de la vuelta de un hombre a su
pueblo tras quince años desaparecido, levanta un espontáneo alegato que por
muchos dictámenes judiciales vale. En la historia de la novela sobre Cuenca,
“El lugar del hombre” ocupa la primera posición y solo el largo exilio del
autor y el desconocimiento de estas crónicas han conspirado en su silencio.
LA VIDA DE
GRIMALDOS
Tarancón 5 (11
n). Hemos realizado varias excursiones por esta comarca. Visitamos primero a
José María Grimaldos López, que llegó de Tresjuncos, su pueblo natal, en la
mañana del miércoles último.
Nuestra visita le altera un tanto. Su rostro, inmovilizado por la sorpresa,
se anima levemente con una sonrisa de niño. Nuestra impresión es que José María
Grimaldos es un anormal, quizá un idiota.
Nos damos a conocer:
-
Somos periodistas -le decimos- y queremos que usted nos cuente algo de lo
que ha hecho durante su huida de estas tierras y de los motivos que tuvo para
escapar de tan extraña manera.
Sin cejar en su sonrisa inexpresiva, nos contesta:
-
Un barrunto que me dio.
-
Pero ¿hubo antes disgustos de familia, o acaso con los compañeros?
-
No -responde-. Fue, como le digo, un barrunto.
-
Bueno, y ¿adónde fue usted, y dónde pasó estos años?
-
Era un día del mes de agosto, de 1910; pensé irme a los baños de Celadilla,
junto al Pedernoso, y así lo hice, estando en dicho punto unos días. Después,
dispuesto a no volver a mi casa, marché a Camporrobles (Valencia del Cid),
donde entré de pastor con José Arroyo; allí estuve un año. Luego fue a Cuevas
de Utiel (Valencia), donde permanecí tres años sirviendo en casa de José Ortiz.
Volví a Camporrobles, y después marché a Fuenterrobles, donde trabajé seis
meses con Fabio Arroyo, y desde este punto fui a Mira, pueblo de esta
provincia. Allí presté mis servicios de pastor. Dos años en casa de José
Fuentes, que era el alcalde; un año, en casa de Teodoro Clavijo; otro, en casa
de Eugenio Salinas; luego, en la de Jesús López; después, en casa de la
“Calabaza”, en Villalgordo del Cabriel...
Y así va recordando los años de su ausencia sin gran esfuerzo. Parece como
si recitase una lección bien aprendida. Este hombre tiene una memoria feliz.
¿Será la memoria el patrimonio de los tontos?
Recuerda todo lo que ha hecho en su vida; pero durante ésta, y a pesar de
su buena memoria, olvidó que tenía madre y que ésta moría de pena con su
ausencia, como murió efectivamente, con la tristeza de una tragedia y de un
hijo perdido, y olvidó también que tenía hermanas y sobrinos que lloraban.
José María Grimaldos, al marchar de su pueblo, olvidó todos, todos sus
afectos. Él nos lo dice así mismo.
Pero José María se iba a casar ahora, José María, hombre sin afectos, ¿cómo
cobró uno tan fuerte que le impulsara a casarse?
Se lo preguntamos, y de nuevo aparece en sus labios la sonrisa indefinible…
-
Me caso -dice- porque ya tengo dos nenas: una, de siete años, y otra, de
tres. Y antes tuve también un nene… El señor cura me dijo que así no debía
estar, y yo, la verdad, le contesté: “Arrégleme usted los papeles y me casaré”.
Otro barrunto que me dio.
-
¿No supo usted nunca el mal que había ocasionado a su familia?
-
No, nunca. Si lo hubiera sabido… Yo siempre estuve en el campo; nada sabía
ni quería saber de nadie;
trabajaba…, ¡y nada más!.
-
¿Negó usted su nombre y su naturaleza alguna vez?
-
Nunca. Siempre fui José María Grimaldos, de Tresjuncos… ¿Para qué había de
negar? Yo siempre he sido bueno. Que lo pregunten en las casas donde he trabajado.
El “barrunto” inconsciente de José María Grimaldos ha ocasionado males
terribles a tres familias desdichadas. A él le produce pena, mucha pena haber
sido el causante involuntario del horrible drama. Al recordarlo sus ojos se
enturbian y sus facciones se contraen.
Con un puñado de crónicas en “El Sol” ayudó a
restablecer la identidad de Grimaldos y el buen orden de las investigaciones.
ENTRE EL 6 Y EL 11 DE MARZO
Crónicas de
Ramón J. Sénder en “El Sol” y “La Libertad”
-
“Un redactor de “El Sol” habla con Grimaldos (sábado, 6 marzo 1926).
-
“Los excarcelados Valero y León relatan lo ocurrido a un redactor de “El
Sol”, (domingo, 7 de marzo 1926).
-
Interesantísimos pormenores recogidos en Osa de la Vega y Tresjuncos. (Se
proyectan gestiones a favor de Valero y León”, 7 y 8 de marzo 1926).
-
Trabajos judiciales para identificar a Grimaldos. “El Sol” desmiente los
informes de Cuenca (8 marzo).
-
“Identificado Grimaldos, comenzará muy pronto la depuración de los hechos”.
(Jueves, 11 marzo, 1926).
-
“Hace diez años. Recordando lo de Osa de la Vega”. “La Libertad” (28 julio
de 1935).
LOS
PROTAGONISTAS
-Yo creía -nos dijo León- que estaba en la cárcel
por él, y Valero, el pobre, que estaba por mí.
TESTIMONIO DE
GRATITUD
Quiero hacer constar mi gratitud a nuestro corresponsal en esta localidad,
D. Pedro Martínez Fernández, activo e inteligente colaborador, a cuya gestión
debo gran parte del éxito de esta información. Esta gratitud debo hacerla
extensiva al jefe de la Central de Teléfonos de este pueblo, que tan gentilmente
ha favorecido la rápida comunicación de mis informes en beneficio de los
lectores de “El Sol”.
Hemos visitado también a los licenciados de presidio. En Osa de la Vega se
encuentran: Gregorio Valero, con su madre, ya vieja, su mujer y sus hijos. Vive
de su trabajo como jornalero, y tiene cuarenta y seis años. León trabaja en
Villaescusa, donde su mujer estableció un horno de pan para atender a la
subsistencia de los hijos y de los suegros, cuya avanzada edad les impedía ya
entonces ganarse el sustento.
De las conversaciones sostenidas con uno y otro, ampliadas y ratificadas
por el testimonio de algunos parientes y vecinos, se deducen los siguientes
hechos concretos:
En la tarde del 21 de agosto de 1910 José María Grimaldos, que pastoreaba
con sus ovejas en el término
EL DIA,
(Cuenca)
Martes, 24-08-2010, p. 21
de Veguilla,
del Municipio de Osa de la Vega, charlando con León, que era el mayoral de la
finca, le dijo que pensaba marcharse a los baños de Celadilla, situados en el
término de Pedernoso, de esta misma provincia; que contaba con el dinero
obtenido en la venta de unas reses.
Ambos
se profesaban cariño verdaderamente fraternal.
Gregorio
Valero, que era el guarda del monte público donde está enclavada La Veguilla,
mantenía con Grimaldos y León una relación menos asidua.
Hay
que tener en cuenta, para los acontecimientos que habían de desarrollarse, que
Grimaldos, la supuesta víctima, es natural del pueblo de Tresjuncos, y que allí
tenía la familia.
A los
veintitantos días de ausentarse Grimaldos su familia presentó una denuncia en
el Juzgado de Belmonte, temiendo que hubiera sido asesinado por móviles de
codicia, aunque no llevaba consigo más que 50 o 60 duros.
Reclamados
por el juez de instrucción León y Valero, a quienes concretamente se acusaba en
la denuncia, personáronse en Belmonte y fueron sometidos a un minucioso
interrogatorio.
Como
el juez no encontrara motivos de acusación contra ellos, puesto que sus
manifestaciones fueron satisfactoriamente comprobadas, quedaron en libertad y
regresaron a Osa de la Vega.
Transcurridos
tres años de tranquilidad para el guarda y el mayoral.
Entre
tanto llegó a Belmonte el nuevo juez, Sr. Isasa Echenique, el cual resucitó el
asunto.
Respecto
a los preliminares del suceso, hemos querido aseverarnos con referencias de
distintos orígenes, y damos a continuación aquellos datos sobres los que no
puede caber duda alguna.
Conducidos
de nuevo al Juzgado de instrucción León y Valero, el juez preguntó al primero:
-
¿Tú
has matado a Grimaldos?
-
No,
señor -contestó el interrogado-.
-
Bien;
¿y tú eres León, verdad? -exclamó el juez dirigiéndose al mayoral…- ¿y qué
dices tú?
-
Que
no he hecho nada.
Siguió a esto un largo e infructuoso careo, y se encarceló a los acusados.
NUEVO
INTERROGATORIO
Poco después fueron excarcelados todos y conducidos a Osa de la Vega, para
que dijeran dónde habían realizado el crimen y el lugar en que se hallaba el
cadáver.
En la posada de este pueblo fue sometido León a nuevos interrogatorios.
Valero decía que sí a todo; pero su compañero seguía en la misma actitud de
negativa.
-
Le
habéis enterrado en el cementerio, ¿verdad?
Afirmaron.
Levantándose
varias losas en presencia del forense, quien, a pesar de las protestas de los
acusados afirmando que era el de la víctima cualquiera de los cadáveres que
exhumaban, manifestó que no podía ser ninguno de ellos.
Del
comportamiento del forense, que era D. Juan Jáuregui, guardan los infortunados
un sentimiento imborrable de gratitud.
Se
repitieron las excavaciones en la Alamedilla, sin hallar restos humanos, y
entonces fue cuando declararon ambos que habían descuartizado el cadáver y lo
habían dado a comer a los cerdos.
Antes
manifestaron que habían quemado los restos de la víctima; pero las negativas
del forense contra esta posibilidad indujeron a los acusados a inventar aquella
macabra y definitiva argucia.
Comenzó
en seguida el proceso, y los Tribunales de Cuenca emitieron fallo condenatorio
el día 21 de mayo de 1913.
El
alcalde Osa de la Vega, D. Felipe León Escobar, tan pronto como supo que éramos
periodistas, y viendo la posibilidad de reivindicar la moralidad del pueblo que
preside, se nos ofreció incondicionalmente, y ganado por la acción, no se
atrevió a decir claramente que él juzgaba “a posteriori” lo que hubiera tenido
mérito defender “a priori” la inocencia de León Sánchez y Gregorio Valero.
Pudimos
comprobar, con el testimonio de este último, que dicho señor fue el único que
los visitó en la cárcel.
JUAN JÁUREGUI
Del comportamiento del forense guardan los infortunados un sentimiento de
gratitud.
LA CAUSA
El “barrunto” de José María Grimaldos ha ocasionado males terribles a tres familias desdichadas.
SE PIDE LA
REVISIÓN DE LA CAUSA
El juez de Belmonte se vio sorprendido por nuestra visita y esquivó desde
el primer momento toda ocasión de emitir opinión y dar noticias relacionadas
con el suceso.
Sin embargo, dijo que está virtualmente identificado el presunto muerto,
pues sin necesidad de rueda de presos ha sido reconocido por innumerables
vecinos de Tresjuncos y de Osa de la Vega, y ante tan indudable prueba ha
quedado Grimaldos en libertad para recoger los abrazos de los suyos.
No obstante, prospera la solicitud de los Municipios de Osa de la Vega y Tresjuncos en pro de la revisión de la causa.
EL REGRESO AL
PUEBLO
Amplío por correo algunas notas recogidas en la excursión de ayer a los
pueblos de Osa de la Vega, Tresjuncos y Belmonte.
Valero y León, los infortunados protagonistas de este drama inusitado
-drama sin primer acto, sin causa, todo él consecuencia implacable- fueron
condenados como ya sabe el lector. Y mientras León cumplía condena en
Cartagena, Valero veía también pasar los días ávidos del presidiario en el
penal de San Miguel de los Reyes (Valencia).
En la separación perseverada de tantos años, a solas consigo mismo, cada
cual buscó en su conciencia una razón, una disculpa contra al arbitrariedad.
Sentían que la propia experiencia, a fuerza de crueldades había minado su
concepto de la infalibilidad de la Justicia, y resistiéndose a la afirmación de
herejía contra una cosa que llegaba a ellos tan revestida de dignidades en el
aparato de las salas de la Audiencia, en la autoridad infinita del señor juez,
imaginaban sin cesar buscando una razón. Y finalmente convencido concluía: “No;
yo no tengo culpa; pero me ha acusado a última hora León, que es el verdadero
criminal”.
León, por su parte, hacía análogas reflexiones. Todo menos sospechar que en
el mundo podía haber errores ajenos a la propia voluntad capaces de hundir en
la afrenta, el vilipendio, a dos hombres honrados y de reflejar su desventura
sobre la dignidad de los hijos, de la esposa, del pueblecito donde se formó y
consagró su hombría de bien.
No podían creerlo -voluntad firme en la adversidad y razón humana y pura- y
atribuyéndose mutuamente el crimen.
-
Yo
creía -nos dijo León- que estaba en la cárcel por él, y Valero, el
pobre, que estaba por mí.
Cumplida
la condena en los respectivos penales, ambos fueron libertados el mismo día.
Sin perder minuto dirigiéndose al pueblo natal. La vida tenía para ellos una
risueña promesa de reconquista. No habían muerto los padres de León ni la madre
de Valero. Muy acabaditos estarían, pero la Providencia cuidaba de dilatar el
último instante.
Valero
llegó a Socuéllamos para coger allí el autobús de línea que había de conducirlo
a Belmonte. Se dirigió a la casa del contratista de este servicio con objeto de
sacar el billete. La puerta estaba cerrada. Llamó con la aldaba y salió a
abrirle precisamente… León. Pasado el primer instante de sorpresa, juntos
hicieron el viaje a la capital del partido, y de allí dirigióse León a
Villaescusa de Haro, donde su mujer mantenía la familia explotando un horno de
pan. Valero fue a Osa de la Vega. El día que ambos llegaron a sus respectivos
destinos marcaba el calendario el 18 de febrero de 1924.
Acaban
de cumplirse desde entonces dos años. Valero se gana la vida trabajando a
jornal los días que le ofrecen “tajo” donde cavar, segar o arar. León solicitó
un puesto en la casa donde tantos años había trabajado y le fue denegado
alegando que no querían trato con criminales. Un día observó que al salir sus
hijos a jugar a la calle, la madre les decía en voz baja, aproximándoles al
oído los labios con el pretexto de una caricia:
-
No
riñáis con los chicos, y si os insultan no les contestéis.
La
infeliz quería evitar la ocasión de que repitieran los chicos aquel insulto
tantas veces oído en el que se recordaba el “asesinato” cometido por el padre y
la estancia del infeliz en el presidio con ese cruel desenfado de los niños en
las aldeas. León se dio cuenta de esto y sintió en el corazón el pinchazo de
una espina nueva. Eran ya muchas las que erizaban de odio su camino. El saludo
lanzado desde la puerta al paso de un antiguo vecino y no recogido
deliberadamente por éste. El regreso después a la sombra del patio con la
cabeza baja y las mandíbulas encajadas de desesperación. Prefería volver al
penal, pero poco a poco unió a la sugestión de la paz carcelaria otra venganza.
¡Oh un año de desprecio enconado de todo el pueblo!
Seguía
hablando. Ni siquiera su mujer creía en su inocencia. A la cárcel no se va por
nada. Ella se lo callaba; pero en la intimidad no podía evitar, a menudo, la
pregunta que acababa de enloquecerlo:
-
Dímelo,
León. Yo comprendo que un hombre mate a otro. Pero, ¿que resentimiento pudo
haber entre vosotros? Aunque para mí siempre has de tener razón, porque te
conozco y no eres un malvado, no estaré tranquila hasta saber qué motivos
tuviste para aquello.
Y
Valero, al lado de su madre, a la que recurría, seguro de encontrar un gesto
cordial de acogimiento, como un consuelo contra el desvío desdeñoso de los
demás, oyó también palabras parecidas.
-
Hijo:
voy para la “fuesa” y no querría acabar de marcharme sin saber si has matado o
no.
Y el
hijo protestaba, indignado, vencido por la falta de pruebas, abrumado por la
acusación patente de la ley y por el estigma del presidio.
Pero
ahora, todo ha pasado, León es admitido en La Veguilla como mayoral, han
resurgido doblemente efusivas las viejas amistades, en el pueblo hay un
alborozo de Pascua de resurrección, llena de luces nuevas en la que sólo falta
el volteo de campanas.
-
¿Y
Grimaldos? ¿Qué me dicen ustedes de Grimaldos?
Hay
en ellos un gesto sincero y noble acompañando a una palabra hidalga de perdón.
¡Tantas venturas les trae ahora, que les parece un sueño su felicidad! En
cuanto a la madre de Valero, viejecita, temerosa quizá de su rencor, se limita
a decir:
-
Dios
le dé lo que le convenga.
Ramón
Sénder
Osa de la Vega
7 marzo 1926
EL DIA,
(Cuenca)
Jueves, 26-08-2010, p. 22
CUENCA PROVINCIA
EL CRIMEN DE
CUENCA V
Tras conocerse la noticia sobre la aparición de
José María Grimaldos, el mundo entero descubrió el tremendo error judicial que
se había cometido.
“La aparición
de José María Grimaldos cambio todo.[36]
Fue el momento en que Gregorio y León supieron que
ninguno de los dos era culpable.
Los dos hombres se marcharon a Madrid, donde
trabajaron como guardas de jardines.
C. MORAL
OSA DE LA
VEGA/TRESJUNCOS
Uno de los momentos clave de la
historia del suceso de Osa de la Vega y Tresjuncos fue el retorno de José María
Grimaldos después de permanecer dieciséis años desaparecido. La noticia llenó
de estupor a los dos pueblos conquenses que durante tanto tiempo estuvieron
enfrentados por ignorar que el Cepa estaba en realidad vivo.
El 8 de febrero
del año 1926, el cura de Tresjuncos recibió una carta del párroco del pueblo
serrano de Mira en la que solicitaba la partida de bautismo de José María
Grimaldos con la finalidad de celebrar su matrimonio. La llegada del Cepa a Osa
de la Vega conmociona a todo el mundo pero, especialmente, a Gregorio y León
así como a sus familias. Es el momento en que no sólo habitantes de Osa de la
Vega y Tresjuncos, sino un país entero, se da cuenta del grave error cometido
por la justicia. Y, lo más importante, es el momento en que los dos acusados de
secuestro y asesinato, Gregorio y León, descubren que ni uno ni el otro había
asesinado a José María. A partir de entonces comenzó una nueva etapa en las
vidas de los dos. Sus vidas que hasta aquel momento habían estado repletas de
sufrimiento, castigo, exclusión y desconfianza, se abrieron paso en un nuevo
camino. Pero, ¿cómo afrontaron ellos esta nueva etapa? Daniel Sánchez, nieto de
León, explica a El Día que su abuelo evitaba siempre recordar aquellos
acontecimientos. “Cada vez que echaba atrás para rememorar lo que ocurrió se le
ponía hasta mal cuerpo, por eso mismo rehuía todas las preguntas”, cuenta.
Llegados a este
punto, se hace importante destacar que el martirio real de Gregorio y León
terminó el día que se conoció que el Cepa estaba vivo, ya que cuando salieron
de la cárcel, a los doce años de haber sido condenados por el juez, la gente
todavía les apuntaba con el dedo como si de unos criminales se tratara. Así lo
ponen de manifiesto sus nietos, Daniel y Francisco, quienes recuerdan que
“fueron muchas las personas que les dieron de lado por el hecho de creer que
habían terminado con la vida de José María Grimaldos”. Otro de los aspectos más
importantes a recordar es la relación que durante años enfrentó a las familias
de Gregorio y León. “Mi familia pensaba que mi abuelo estaba en la cárcel por
culpa de León y ellos pensaban lo mismo de nosotros”, dice Francisco, nieto de
Gregorio. No obstante, tras revelarse la verdad sobre los hechos, ambas
estirpes volvieron a establecer vínculos de amistad, tal y como confirman
Daniel y Francisco hoy.
¿QUÉ FUE DE SUS
VIDAS?
Murió como vendedor de lotería.
Cien años después de los sucesos que marcarían para siempre a Osa de la
Vega y Tresjuncos, sus habitantes rememoran la historia. Los familiares vivos
de sus protagonistas todavía lamentan los hechos. Francisco, nieto de Gregorio,
dice con rabia que la tragedia pudo haberse evitado “si la familia de José
María Grimaldos hubiera confesado que estaba vivo cuando todos pensaban que no
era así”. No obstante, recordemos que los descendientes del Cepa que viven hoy
en Tresjuncos niegan que su familia supiera que José María estaba viviendo en
Mira.
Tras los hechos, José María Grimaldos López, el Cepa, vivió en el municipio
serrano durante años, donde se casó y tuvo dos hijas. Al parecer, una de ellas
siempre quiso regresar a Tresjuncos para conocer sus raíces, pero falleció
antes de hacerlo. Más tarde, Grimaldos se marchó a vivir a una localidad de la
Comunidad Valenciana donde terminó sus días vendiendo lotería. Allí murió y fue
enterrado.
Por su parte, después de trabajar durante años en el Parque de El Retiro,
León Sánchez Gascón fue pastor en El Pedernoso en una finca de la que fue
despedido cuando el propietario supo quien era. Luego fijó su residencia en
Villaescusa de Haro, localidad conquense de donde era natural su esposa. Allí
murió con 83 años y allí descansan sus restos. En lo que respecta a Gregorio
Valero, terminó sus días en Madrid y está enterrado en el Cementerio de la
Almudena.
EL DIA,
(Cuenca)
Jueves, 26-08-2010, p. 23
CUENCA PROVINCIA
“El Cepa se
postró ante Gregorio y León para pedir perdón” [37]
“El Cepa llegó llorando y pidiendo perdón. Dijo que
le había dado un barrunto”.
C. M. M.
OSA DE LA
VEGA/TRESJUNCOS
El que quizás sea el momento más
importante, al menos simbólicamente, en esta historia de crimen sin muerto es
el reencuentro entre José María Grimaldos, el Cepa, con Gregorio y León, una
vez que se conoció que el tresjunqueño estaba vivo.
Tal y como
aparece en la película dirigida por Pilar Miró, los nietos de Gregorio y León
cuentan que Grimaldos llegó a Osa de la Vega escoltado por la Guardia Civil.
Fue en el lugar conocido popularmente como “el sepulcro” donde tuvo lugar esta
escena.
“Lo primero que
hicieron Gregorio y León cuando supieron que el Cepa estaba vivo fue
reencontrarse y abrazarse fuertemente. Fue el instante en que descubrieron que
ninguno de los dos había asesinado a Grimaldos y que habían sido víctimas del mismo error judicial”, explican sus nietos.
La emoción todavía les embarga cuando rememoran lo que sus padres les contaron.
La noticia les llenó de alegría y de rabia e impotencia al mismo tiempo. Por
fin el mundo entero sabía que habían sido víctimas de tremendas torturas por un
asesinato que ni siquiera llegó a cometerse por nadie. Los más mayores de Osa
de la Vega cuentan que hasta los propios familiares de Gregorio y león se
echaron las manos a la cabeza al conocer la noticia.
ARRODILLADO
ANTE ELLOS
Daniel y Francisco traen hasta nuestros días el instante en que sus abuelos
se vieron frente a frente con José María Grimaldos. “El Cepa se arrodilló ante
ellos para pedirles perdón por todo el daño que les había causado durante
tantos años. Aunque pueda parecer mentira, ellos le perdonaron”, relatan. Según
el propio Daniel, su abuelo y Gregorio quisieron ver a José María Grimaldos
para preguntarle por qué había guardado silencio durante tantos años y el
motivo por el que nunca dijo que estaba vivo y se había marchado a otro lugar.
“José María Grimaldos llegó llorando y se postró ante Gregorio y León
pidiéndoles perdón. Dijo que le había dado un barrunto que hizo que se marchara
inesperadamente. También contó que se fue de forma inocente por temor a que le
ocurriera algo. Luego se abrazaron”, explica.
Daniel cree que su abuelo llegó a perdonar a José María Grimaldos, pero
Francisco no está de acuerdo con eso. El dolor puede verse todavía en su
rostro.
COMPENSADOS POR
EL ESTADO
Tras saltar a la opinión pública la noticia sobre la súbita aparición del
Cepa, la sentencia del Tribunal Supremo declaró nula la dictada en Cuenca en
1918, estableció la inocencia de Gregorio y León, así como la nulidad en el
acta de defunción de Grimaldos y determinó las indemnizaciones civiles que
corresponde abonar al Estado. En concreto, los dos hombres se trasladaron a
Madrid junto a sus familias, donde se les ofreció un trabajo de guardas al
servicio del Ayuntamiento de la capital.
Después de todo lo acontecido, Gregorio y León se esforzaron por
reconstruir sus vidas con normalidad. Trabajaron como guardas en el madrileño
Parque de El Retiro donde, según cuentan sus propios nietos, un día llegaron a
encontrarse con el sargento de la Guardia Civil que les causó las torturas,
Juan Taboada Mora. “Tras conocerle, se abalanzaron sobre él con rabia y
comenzaron a propinarle puñetazos y patadas, aunque muy pronto otros guardias
civiles, sorprendidos por la conducta de los dos guardas del parque, acudieron
a protegerle”, relatan. Por otro lado, Daniel y Francisco desmienten que sus
abuelos fueran a buscar al sargento de la Guardia Civil, Juan Taboada, para
darle muerte durante la Guerra Civil, tal y como relataron algunos de sus
familiares a este periódico en abril de 2001 y como se podría deducir de una
obra publicada por la Iglesia tras la contienda, llamada el “martirologio de
Cuenca”.
Tras la aparición del Cepa, los vecinos de Osa de la Vega dejaron de ser llamados criminales. A partir de entonces, fueron los tresjunqueños los que comenzaron a estar en el punto de mira, tal y como señalan en el pueblo.
LA PREGUNTA ?
¿Cómo reaccionó
Osa de la Vega cuando llegó el Cepa?
Los más mayores del municipio explican que todo el pueblo acudió en masa
para verle.
Además cuentan que una vecina, la tía Caya, se abalanzó sobre él para
matarle por todo el dolor que había causado en el pueblo.
*
Prólogos.
Augusto Ruiz
Belinchón
Jacobo García
Lorca
Pancracio
García Ruiz y Vicenta García Fuentes
Cayetano J.
Solana Ciprés
Ángel García
Peraira
Nicolás
Perez-Serrano Jáuregui
Mª Angustias
Alcázar Escribano
José A.
García-Carpintero Vilreales
Marcelino Silla
Palomares
Hortensia
Bustos García
Vicente
Santiago Parra
Luz González Rubio
PARTICIPAN.
1.
Alejandra
Sánchez Aracil (Jandi)
2.
Alejandro
Pacios
3.
Ángel Moreno
Sánchez
4.
Eulalio Gómez
Mena
5.
Felicidad
Galván Mena
6.
Fernando Moya Muñoz
7.
Filomena Moreno
Sánchez
8.
Hermógenes
Aroca Gómez
9.
Juan Ángel
González Gómez
10 Julia Aroca
Sajardo
11 Julián Sánchez
Hernández
12 Julio González
Rodríguez
13 Manuel Delgado
Parra
14 María Rosa
Sánchez Aracil
15 Marisol
Carnicero Bartolomé
16 Marta Malpesa
García
17 Severiano Fuentes
Mena
18 Valentín Moreno
Sánchez
19 Víctor
Matellano
CRONOLOGÍA [38]
Esta cronología es arrastrada
desde el volumen uno. Los datos son incluidos, modificados o ampliados, según
avanza la investigación.
*
20-02-1880 (viernes):
-
Nace en Osa de la Vega (Cuenca), León
Sánchez Gascón, sus padres Braulio y Valentina.
(Acta de nacimiento,
Expediente Inscripción-Anulación Defunción José Mª Grimaldos, Juzgado Municipal
de Osa de la Vega; D.N.I.; Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo
1323, p. 265)
19-12-1880 (domingo):
-
Nace en Osa de la Vega (Cuenca), Gregorio
Valero Contreras, sus padres Francisco y Emilia.
(Acta de nacimiento,
Expediente Inscripción-Anulación Defunción José Mª Grimaldos, Juzgado Municipal
de Osa de la Vega; Libro Parroquial, Bautizos; Archivo Tribunal Supremo.
Sumario 94/1910, Legajo 1323, p. 258;
Ayto. Madrid. Archivo de la Villa. Expediente Personal de Gregorio Valero
Contreras, páginas 17 y 18)
03-02-1882 (viernes):
-
Nace en Tresjuncos (Cuenca), José María
Grimaldos López, sus padres Anselmo y Juana. Tenía dos hermanos y seis
hermanas. Los hermanos: Andrés que nació en el mismo parto, murió el 26-4-1882
de bronquitis capilar (libro defunciones folio 116) y Urbano que murió de
úlcera de estómago el 07-05-1918[39]; las hermanas: Saturnina,
María Santos, Paz, Santiaga, Capistrana Presbítera y María.
(Libro bautizos folio 22
vuelto; Certificación Juez Municipal de Tresjuncos, Cuaderno 12, Folio 33 vuelto,
Acta 65. Inscripción/anulación fallecimiento José Mª. Grimaldos. Juzgado
Municipal de Osa de la Vega; Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo
1323, pp. 1094 y 1095)
05-09-1891 (sábado):
-
Nace en Santa Cruz de la Palma (Canarias), León, Rómulo, José, Andrés, Eugenio del Rosario de las Casas Casaseca.
Es el abogado que defiende
en 1926 a León Sánchez Gascón.
(Ilustre Colegio de
Abogados de Madrid. Expediente personal)
01-08-1899 (martes):
¾
Gumersindo de Azcárate, catedrático y parlamentario hizo el 17-06-1899 una
propuesta de reforma de la ley de Enjuiciamiento Civil y adicionó a sus
preceptos un artículo, el 3º, por el que se da vida a la acción civil para
reclamar daños y perjuicios. En 1926, este artículo es reiteradamente invocado
a favor de los dos inocentes.
La propuesta de Azcárate
fue votada por las Cortes y aprobada por la Reina María Cristina en San
Sebastián el 01-08-1899, siendo Ministro de Gracia y Justicia Manuel Durán y
Bas, y Pidal y Mon en funciones de
Notario Mayor, en el gabinete de Silvela.
(Heraldo de Madrid,
10-03-1926, p. 4, Carta del Abogado León de las Casas; Memoria de Licenciatura
“El crimen de Cuenca”, Juan Antonio Porto Alonso. p. 101 y 107)
08-04-1901 (lunes):
¾
Nace Conceso Coso Langa en
Almonacid del Marquesado (Cuenca). Hijo de Antonio Coso García, de oficio
herrero, natural de Osa de la Vega, y de Virtudes Langa natural de Almonacid
del Marquesado. Abuelos paternos, Andrés Coso y Regina García de Osa de la
Vega, y abuelos maternos Félix Langa de Uclés y Candela Bustos de Almonacid del
Marquesado.
Es el abogado que defiende
en 1926 a Gregorio Valero Contreras. (Acta de nacimiento. Ayuntamiento de Almonacid del Marquesado; Ilustre
Colegio de Abogados de Madrid. Expediente personal)
26-04-1903
(domingo): ELECCIONES GENERALES
-
Elecciones Generales, sufragio masculino. En el distrito Belmonte-San
Clemente es elegido Diputado conservador a Cortes, D. Francisco Martínez
Contreras. Votos emitidos 8.505, votos obtenidos 8.505.
(AY, DIOS MÍO!
¿EL CRIMEN DE CUENCA? pp. 605; https://es.wikipedia.org)
19-05-1903
(martes): PROPUESTA CALLE FRANCISCO
MARTÍNEZ CONTRERAS
¾ Comida Homenaje por haber sido elegido Diputado a Cortes. En el discurso pronunciado por el entonces alcalde de Almendros, Don Rafael Heras Jiménez,… “un ruego a nuestro digno Ayuntamiento que vea la manera de que en una de las principales calles de nuestro Pueblo esté escrito el nombre de Martínez Contreras,…”
(Prólogo Volumen 7, y
documentación aportada por Hortensia Bustos García, natural de Almendros
-Cuenca-)
16-08-1905
(miércoles):
-
El Negociado de Industrial de la Administración de Hacienda de Cuenca
concede licencia de un “Molino Harinero movido por gas con tres piedras y
cernido”[40]
a D. Vicente Belinchón Valencia, en la calle Mesones de Osa de la Vega.
(Archivo Ayuntamiento de Osa de la Vega, caja 198)
10-09-1905
(domingo): ELECCIONES GENERALES
-
Elecciones Generales, sufragio masculino. En el distrito Belmonte-San
Clemente es elegido Diputado conservador a Cortes, D. Francisco Martínez
Contreras. Votos emitidos 8.897, votos obtenidos 4.713.
(AY, DIOS MÍO!
¿EL CRIMEN DE CUENCA? pp. 605; https://es.wikipedia.org)
21-04-1907
(domingo): ELECCIONES GENERALES
-
Elecciones Generales, sufragio masculino. En el distrito Belmonte-San
Clemente es elegido Diputado conservador a Cortes, D. Francisco Martínez
Contreras. Votos emitidos 8.529, votos obtenidos 8.524.
(AY, DIOS MÍO!
¿EL CRIMEN DE CUENCA? pp. 605; https://es.wikipedia.org)
26-07-1909
(lunes): SEMANA
TRÁGICA DE BARCELONA
-
Se conoce con el nombre de Semana
Trágica a los sucesos acaecidos en Barcelona y otras ciudades de Cataluña entre el 26 de julio y el 2 de agosto
de 1909. El desencadenante de estos violentos acontecimientos fue el
decreto del gobierno de Antonio Maura de enviar tropas de reserva a las
posesiones españolas en Marruecos, siendo la mayoría de estos reservistas padres
de familia de las clases obreras. Los sindicatos convocaron una huelga general en Barcelona.
Al final de ese mismo día, concretamente a las 23.30 horas, un grupo de
hombres y mujeres asalta e
incendia el Patronato Obrero de San José en el Poblenou.
Fue el primero de los 80 edificios religiosos -entre iglesias
parroquiales, escuelas e instituciones benéficas- que aquellos días ardieron
como una tea en la ciudad condal.
Se desató entonces una carrera de sangre y fuego que acabó también con la vida de 104 civiles, tres religiosos y
unos cuantos (entre cuatro y ocho) militares y policías. La
rebelión se sofocó y la amenaza que supuso para el orden establecido dio paso a
una implacable maquinaria represiva, que recayó principalmente en el movimiento
obrero.
No había sitio en las prisiones para albergar a los 3.000 detenidos, de los que más de
1.700 fueron procesados y 17 condenados a muerte. Fueron ejecutadas cinco
personas,…
(https://www.elmundo.es/elmundo/2009/07/26/barcelona/1248604054.html;
https://es.wikipedia.org/wiki/Semana_Trágica_(España))
22-09-1909 (miércoles):
-
Toma posesión del Juzgado de Belmonte D. Antonio Rodríguez González, fue el
Juez que instruyó el primer sumario a que dio lugar la desaparición de
Grimaldos. (El Liberal -Madrid-,
16-03-1926, p.3)
Noviembre 1909
-
Fulgencio Hurtado, alcalde de Belmonte, Noviembre 1909 a Noviembre de 1910.
(AY, DIOS MÍO! ¿EL CRIMEN DE CUENCA? p. 326)
1909:
-
El sacerdote Pedro Rufo Martínez Enciso fue designado a la parroquia de
Tresjuncos en el año 1.909. Previamente estuvo en Alcantud (Cuenca). En
Alcantud no hay datos, quemaron los archivos en la guerra civil. (Archivo Diócesis de Cuenca,
e-mail 19-04-2021)
1910:
-
Al parecer en los primeros meses de 1910, León Sánchez entra a trabajar
como mayoral en casa de Francisco Antonio Ruiz, en el puesto de Tomás [Heliodoro]
Fuentes,[41]
alias “El Moreno” que fue despedido y se salvó por los pelos de verse implicado
en el asunto. Padre de Tomás y Julián Fuentes López “Los Morenos” de hoy, y
éste último consuegro de Eufrasio López.
(Memoria de Licenciatura
“El crimen de Cuenca”, Juan Antonio Porto Alonso. Madrid, pp. 109 y 121; SOY EL
CEPA, ESTOY VIVO, p. 136)
-
“Todo lo que le pasó a León -cuenta “[Julián] el Moreno”, vecino de Osa,
contemporáneo de los hechos-, le pudo haber pasado a mi padre. Porque antes que
León, trabajaba mi padre con “el Varela”,… entró el León en el puesto de mi
padre.”
(El crimen de Cuenca,
Salvador Maldonado, p. 13)
24-04-1910 (domingo):
VÍSPERA DE SAN MARCOS, FIESTA EN OSA
-
Grimaldos, vendió a Pascual Coso Arenas de Osa, 6 corderos y 2 corderas al
precio de 12,50 pesetas uno, el pago fue el día primero de mayo en calderilla y
plata,…
Los quince duros de este
dinero que aún conservaba “El Cepa” el 21 de agosto, fueron, según llegó a
afirmarse en el sumario, los que despertaron la codicia de los dos criminales.
(Archivo Tribunal Supremo.
Sumario 94/1910, Legajo 1323, pp. 430
y 431; El Liberal -Madrid-, 16-03-1926, p.3; Memoria de Licenciatura “El crimen
de Cuenca”, Juan Antonio Porto Alonso. p. 105; SOY EL CEPA, ESTOY VIVO, p. 134;
EL CRIMEN DE CUENCA, SALVADOR MALDONADO, p. 103, lo pone el 05-08-1913)
08-05-1910
(domingo): ELECCIONES GENERALES
-
Elecciones Generales, sufragio masculino. En el distrito Belmonte-San
Clemente es elegido Diputado conservador a Cortes, D. Francisco Martínez
Contreras. Votos emitidos 9.230, votos obtenidos 4.482.
(AY, DIOS MÍO!
¿EL CRIMEN DE CUENCA? pp. 605; https://es.wikipedia.org)
29-06-1910
(miércoles): SAN PEDRO
-
José María Grimaldos López entra a trabajar de zagal en casa de Francisco
Antonio Ruíz en Osa de la Vega.
Con León Sánchez,… tenían antiguas
relaciones de familia, pues los padres de ambos habían sido también compañeros.
Fue rechazado en la milicia
por no cumplir la estatura mínima: dio 149 centímetros al ser tallado.
“Era algo falto,… pero poseía
una gran memoria”.
Todos los hermanos están
emancipados, José María es el único que sigue considerando la casa de sus
padres como suya propia, y, así cada domingo, acude a ella desde la Osa, en
donde trabaja, “a mudar”.
(Declaración de Constantino
Ruiz Serrano, 08-03-1926; 10-03-1926. Belmonte. Ante el Juez Especial Sr.
Moreno. Declaración como testigo de José María Grimaldos; ¡AY, DIOS MÍO! ¿EL
CRIMEN DE CUENCA? p. 477; Memoria de Licenciatura “El crimen de Cuenca”, Juan
Antonio Porto Alonso. pp. 114, 115 y 117)
26-07-1910 (martes):
-
Que cuando vio al Grimaldos fue,… al siguiente día del día de Santiago o
sea el veintiséis de julio que se acercó por servir a un mismo amo yendo montado
en un burro,…
(Declaración de Gregorio Valero, Archivo Tribunal
Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, p. 26; ¡AY, DIOS MÍO! ¿EL CRIMEN DE
CUENCA? p. 300)
01-08-1910 (lunes):
-
Ministerio de Gracia y Justicia: Ha sido nombrado Escribano de
Belmonte (Cuenca), D. Manuel Rodríguez de Vera. (Toma posesión el 26-08-1910)
(La Correspondencia de
España, 01-08-1910, p. 5; El Foro Español, 10-08-1910, p. 10; en ¡AY, DIOS MÍO! ¿EL CRIMEN DE CUENCA? p.
317)
15-08-1910 (lunes):
-
Que quince días antes [del 30 de agosto] estuvo en dicha casa [palomar de
la Virgen de la Vega] el José María Grimaldos, que venía de Tresjuncos de mudar
según él manifestó y que al poco rato de estar allí se marcho a su ganado sin
que la declarante lo haya visto más desde aquella fecha…
(Declaración de Dolores Varón Pavo, mujer de Gregorio Valero, el 13-09-1910 ante el Juez Municipal de Osa de la Vega)
16-08-1910 (martes):
-
La hija de Grimaldos, testigo del asesinato, sabe
la verdad. Sí, hubo “crimen de Cuenca”.
Mi padre
desapareció el 16 de agosto de 1910. Si figura en el sumario el día 21,
es porque fue cuando mi abuelo, extrañado de que no fuera a su casa, como había
dicho “para cambiarse de ropa”, lo que hacía cada quince días, presentó la
denuncia. Y puedo decir algo más, esa noche del día 16 la pasó en el pueblo,
pero en casa de un amigo, al que dijo a donde se iba…
…en Osa de la Vega fue asesinado un hombre y al huir Grimaldos se convirtió
en la presunta víctima,… Lo que impulsó a escapar a la persona clave del
suceso, sólo lo saben su hija y su abogado, pero no quieren hablar. Nuestra
enviada especial, Margarita Landi, entrevistó en valencia a Doña María
Grimaldos Ferrer, en un intento de desvelar el misterio,…
(El Caso, 19-01-1980, pp. 1, 8 y 9; 26-01-1980, p. 7;
02-02-1980, p. 10)
19-08-1910 (viernes):
- “Que desde el día 19 de agosto, que estuvo en la casa del declarante para mudarse de ropa, marchándose al amanecer del día siguiente al ganado, no ha vuelto a verlo ni a tener noticias de su paradero,…” (Declaraciones de Anselmo Grimaldos y Juana López, padres de José Mª. Grimaldos al Juez de Belmonte el día 22-09-1913 y ante el Juez Municipal de Tresjuncos Calisto Moya y Secretario Santos del Val; Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, pp. 51 a 55)
20-08-1910 (sábado):
-
En el primer expediente del Sumario 94/1910 se da por desaparecido a José
María Grimaldos, “…del veinte al
veintiuno de Agosto de 1910,” [de sábado a domingo].
(Edicto del Juzgado de
Belmonte. Boletín Oficial de la provincia de Cuenca, Nº 22, lunes 20 de febrero
de 1.911, p. 4; Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, pp. 823 a 825.)
-
“Accediendo gustoso a la 2ª petición que me hace en su atenta
comunicación,… respecto a los datos de un pastor de este pueblo, que se dijo
fue asesinado en 20 de Agosto de 1910,
puedo referirle una carta que ha llegado a mis manos…”
(Carta del Cura de Tresjuncos al Juez Instructor de
Belmonte, transcribiendo la carta que recibió del Cura de Mira. Archivo
Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, pp. 823)
21-08-1910 (domingo):
-
En el segundo expediente del Sumario 94/1910 se da por desaparecido a José
María Grimaldos, “…al atardecer del día
21 de Agosto de 1910,” [de domingo a lunes].
(El Liberal -Madrid-,
20-03-1926, p. 2)
-
Hay quien piensa que huyó para no entregar a su madre el resto del
dinero que tenía de la venta de sus ovejas, pues ya se había quedado con
cinco duros, y parece que le amenazaba con apoderarse de los restantes, cada
domingo, cuando José María se acercaba a su casa de Tresjuncos “a mudar”.
(Memoria de Licenciatura “El crimen de Cuenca”, Juan
Antonio Porto Alonso, p. 115; SOY EL CEPA, ESTOY VIVO, p. 139)
-
...Un día, en Agosto de aquel año 10, estos
últimos [León Sánchez y Gregorio Valero], tuvieron en el campo una disputa con
Grimaldos. Le administraron una paliza de “pueblo”, vamos…, “a gusto”,
quiero decir, y lo dejaron fundido y quejumbroso en el barbecho, pero bien
seguros de que no corría peligro de muerte,… pero Grimaldos, luego que se vio
solo, se incorporó, sacudióse el polvo y salió andando campo adentro… ¿adónde
iba? ¡Dios lo supo!…, y quizá alguien más que Dios y él. El hecho es que
desapareció sin dejar rastro,…
(La Nación, 02-02-1927, pp.
1 y 2; 04-02-1927, pp. 1 y 2, escrito de J. San Germán Ocaña)
¾ Mi tío se llamaba José María Grimaldos López,… El fue
al Palomar donde estaban los otros dos. Al entrar uno de ellos le dijo: “Lo que
está frito está frito y lo asao, asao”, y le dio un golpe con un palo. El otro
le lanzó un viaje con un cuchillo, perforándole la chaqueta. Lo dejaron allí
por muerto. Consiguió huir. Lo que pasó después él se lo llevó a la tumba. Los
papeles han dicho luego lo que han querido.”
(EL “CASO DEL PASTOR GRIMALDOS” Y
SU UTILIZACIÓN LITERARIA. Ángel Navas Mormeneo. (1978). Tesina de Licenciatura.
Universidad de Barcelona, Facultad de Filología. Página 45. Declaraciones en
Tresjuncos de “El Sordo”, sobrino de José María Grimaldos, de setenta y seis
años.)
22-08-1910 (lunes):
-
El cura de Tresjuncos Pedro Rufo Martínez-Enciso, sabía
que “El Cepa” quería irse a “buscar fortuna”, pues así se lo había comunicado
varias veces,… Le unía una gran amistad con el párroco de su pueblo, don Rufo. Al día siguiente de haber
desaparecido habló con un mulero[42]
que había hablado con “el Cepa”,…
(Las Provincias -Valencia-, 10-06-1990, p. 68; El Caso
.Madrid-, 26-01-1980, p. 5; El Caso -Madrid-, 02-02-1980, p. 10)
26-08-1910 (viernes):
-
Toma posesión como Secretario del Juzgado de Belmonte, Manuel Rodríguez de Vera. (Fue nombrado el 01-08-1910).
(¡AY, DIOS MÍO! ¿EL CRIMEN
DE CUENCA? p. 317)
27-08-1910 (sábado):
-
Que a su hijo lo echó de menos el día veintisiete de Agosto de mil
novecientos diez,… Que al notar la falta,… vino la dicente al pueblo de la Osa
preguntando al mayoral del ganado compañero de su hijo llamado León Sánchez
Gascón,… que su compañero José María le había dicho se marchaba a los baños de
la Celadilla y desde aquí a Aranjuez. (Declaración de Juana López, 17-04-1913)
-
Que si fue a su casa la madre de José María,… que sí, a los pocos días de
la desaparición se presentó,… preguntando a la dicente,…si sabía dónde estaba
su hijo, agregando que si iba por allí no le dejaran sacar las ovejas que
tenía José María en el rebaño mientras no fuera su padre,…
(Declaración de Valentina Gascón, madre de León
Sánchez, el 21-04-1913)
-
“Que hará unos quince días próximamente llegó la madre de José María
Grimaldos al palomar, (casa que habita la declarante) a llevar una blusa a su
hijo y la dicente dijo a la referida madre que no se dejara allí la blusa
porque su hijo no acostumbraba a ir por allí.” (Declaración de Dolores Varón Pavo, mujer de Gregorio Valero, el 13-09-1910
ante el Juez Municipal de Osa de la Vega)
29-08-1910 (lunes):
-
Andrea Díaz, vecina de Tresjuncos a quien León Sánchez encuentra en Osa, y
por cuya mediación manda aviso a los padres de Grimaldos de que han
pasado ocho días desde su partida sin que haya regresado, pese a haber
comentado que solo quería darse “cuatro baños”. (Memoria de Licenciatura “El crimen de Cuenca”, Juan
Antonio Porto Alonso, p. 106; Declaración de León Sánchez el 13-09-1910; SOY EL
CEPA, ESTOY VIVO, p. 135)
12-09-1910 (lunes): PRIMERA DENUNCIA, POR DESAPARICIÓN
-COMIENZA EL PRIMER EXPEDIENTE-
-
En el Juzgado municipal de Osa de la Vega y ante el Juez Suplente Alejando
Moyano y el Secretario Habilitado, Cesáreo Calero, Urbano Grimaldos López denuncia: “Que por noticias particulares su hermano José María Grimaldos López desapareció de esta localidad donde se
hallaba guardando el ganado de la propiedad de Francisco Antonio Ruiz el día veinte o veintiuno de Agosto
pasado, diciéndole al mayoral de dicho ganado que se marchaba a los baños, que
el mismo día que salió del ganado lo vio Ángel Porras, vecino de Tresjuncos en
el camino que conduce a dicho pueblo en el sitio llamado pozo dulce, que el
referido Ángel le dijo a José María Grimaldos, me han dicho Felipa y María que
te des prisa haber si las coges, sin que estas lo vieran al referido José María
ni el Ángel lo encontrara en el camino cuando regresó inmediatamente al pueblo,
creyendo el compareciente que a su referido hermano José María le había
sucedido alguna desgracia en el trayecto que media entre el pozo dulce y el
palomar de la Virgen de la Vega por no tener noticias de él hasta la fecha, a
pesar de haber hecho varias indagaciones, que también le consta que la tarde
que salió del ganado estuvo parte de ella
con su primo Gabino Gómez Buendía, vecino de esta villa, que también le consta
que la ropa y las ovejas de su propiedad las tiene en casa de su amo… (firma
Urbano Grimaldos).”
-
Providencia, son convocados para que comparezcan inmediatamente: El mayoral del ganado
León Sánchez Gascón, Gabino Gómez Buendía, Gregorio Valero Contreras y su
esposa Dolores Varón. Sólo declaró Gabino Gómez, primo del Cepa, los demás al
día siguiente.
-
Declaración de Gabino Gómez
Buendía.- De Osa de la Vega, 30 años. “Que
el día veintiuno del mes de Agosto último llegó a la casa del dicente su primo
José María Grimaldos a las dos y media y las tres de la tarde, y que estuvieron
juntos hasta poco antes de ponerse el sol, que el José María dijo que se marcha
a Tresjuncos para marcharse al día siguiente con su madre a los baños de La Celadilla, que en aquel momento
llegaron a casa del declarante María Vara y Felipa Prieto vecinas de
Tresjuncos, las cuales dijeron al José María que si se marchaba con ellas a
Tresjuncos andando, a lo que contestó éste que fueran andando que iba a echar
un cigarro con su tío y que él las alcanzaría, marchándose las referidas
mujeres con dirección a Tresjuncos saliendo el José María diez o quince minutos
después…. (firma Gabino Gómez).
(Archivo Tribunal Supremo.
Sumario 94/1910, Legajo 1323, pp. 1 a 5; ¡AY, DIOS MÍO! ¿EL CRIMEN DE CUENCA?
p. 293; EL CRIMEN DE CUENCA, SALVADOR MALDONADO, p. 14)
13-09-1910 (martes):
-
Declaración León Sánchez
Gascón.- De Osa de la Vega, 30 años. “Que
el día veintiuno de Agosto próximo pasado, serían las dos o dos y media de la
tarde se marchó del ganado su compañero José María Grimaldos diciendo que se
marchaba a Tresjuncos para el día siguiente ir a los baños dejando en su puesto
para los días que faltara a Lucilo Parra. Que a los ocho días viendo el
declarante que no volvía el referido José María avisó a la familia de este por
mediación de Andrea Díaz de la falta del referido compañero sin que tenga
noticia de lo que le haya podido ocurrir. Que es cuanto tiene que decir…
(firmado León Sánchez).”
-
Declara Gregorio Valero
Contreras.- De Osa de la Vega, 30 años, guarda particular del palomar de la Virgen
de la Vega propiedad de Francisco Antonio Ruiz. “Que no recuerda haber visto de pasar a José María Grimaldos el día
veintiuno de Agosto próximo pasado sino unos días antes que lo vio pasar que
venía desde Tresjuncos de mudar sin haberlo visto más hasta la fecha. Que es
cuanto tiene que decir… (no firma por no saber)”.
-
Declaración León Lorca
Chicote.- Apareció por el juzgado. De Osa de la Vega, 30 años, tiene una huerta en
el camino de Tresjuncos. “Que no puede
precisar el día pero que por aquella fecha vio una tarde ya con poco sol pasar
a dos mujeres y poco después al José María que se dirigían a Tresjuncos y tras
de estos a un niño de diez o doce años, sin que hasta la fecha haya visto al
José María, también manifiesta el declarante que aunque no tiene seguridad le
parece que el día que vio al José María pasar por allí era día festivo… (no
firma por no saber).
-
Declaración Dolores Varón
Pavo, mujer de Gregorio Valero, de Osa de la Vega, 33 años.- “Que hará unos quince días próximamente
llegó la madre de José María Grimaldos al palomar, (casa que habita la
declarante) a llevar una blusa a su hijo y la dicente dijo a la referida madre
que no se dejara allí la blusa porque su hijo no acostumbraba a ir por allí.
Que quince días antes estuvo en dicha casa el José María Grimaldos, que venía
de Tresjuncos de mudar según él manifestó y que al poco rato de estar allí se
marcho a su ganado sin que la declarante lo haya visto más desde aquella fecha…
(no firma por no saber).”
(Archivo Tribunal Supremo.
Sumario 94/1910, Legajo 1323, pp. 6 a 12; ¡AY, DIOS MÍO! ¿EL CRIMEN DE CUENCA?
p. 295)
14-09-1910 (miércoles):
-
Declaración Águeda Medina.- De Tresjuncos, 16 años. “Que hace ocho o diez días viniendo la
compareciente y su convecina Anastasia Moral desde Tresjuncos a este pueblo y
al pasar por debajo del palomar de la Virgen de la Vega un hombre viejo que
allí se encontraba cavando les dijo que se volvieran porque un poco más
adelante le habían cortado la cabeza a uno o a una (que esto último no lo puede
precisar),… que no reconocería al que estaba cavando, pero que sabe con certeza
en la tierra que estaba cavando… (no firma por no saber).”
-
Declaración Anastasia Moral.- De Tresjuncos, 20 años. “Que hace ocho o diez días venía desde
Tresjuncos a este pueblo en compañía de Águeda Medina y al pasar por el palomar
de la Virgen de la Vega, había un hombre cavando que ignora cómo se llama pero
que sabe que su apodo es (Cachucho) vecino de esta localidad y les dijo: Que se
volvieran por que más adelante le habían cortado la cabeza a uno o a una (que
esto último no lo puede precisar). Que ellas lo tomaron el broma y que el
Cachucho insistió en que era cierto lo que les decía… (no firma por manifestar
no saber).”
-
Declaración Francisco
Serrano Campos, (a) Cachucho.- De Osa de la Vega, 60 años. “Que no le había dicho a nadie tal cosa ni de broma ni de veras,… que
por el camino pasan constantemente mucha gente pero que él está ocupado en sus
trabajos y no se fija en quien es la persona que por allí pasa… (no firma por
no saber).”
-
El juez Municipal suplente de Osa de la Vega Alejandro Moyano, da por
terminadas las pesquisas y remitió las diligencias, que constaban de ocho
folios, al Juez de Instrucción del partido en Belmonte. (Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, pp. 12 a 18 ¡AY,
DIOS MÍO! ¿EL CRIMEN DE CUENCA? p. 296)
19-09-1910 (lunes):
-
Una vez recibidas las diligencias en Belmonte, el Juez de Instrucción
Antonio Rodríguez mandó incoar sumario. Dando traslado al Presidente y
Fiscal de la Audiencia Provincial de Cuenca.
[Le corresponde el número
94 y fecha de la denuncia en Osa de la Vega, Sumario 94/1910 de 12-09.]
Orden al Juez Municipal de
Osa de la Vega para que cite en comparecencia ante este Juzgado para el día 22, y a las
nueve, a León Sánchez, Gregorio Valero y su esposa Dolores Varón, y a León
Lorca.
Ordena al Juzgado de Osa,… inspección ocular de la
finca,… de todos los pozos,… ropa y número de cabezas de ganado de Grimaldos
que quedarán en depósito de Francisco A. Ruíz,…
Ordena al Juzgado de
Tresjuncos,… cite en comparecencia ante este Juzgado, mismo día y hora a Ángel
Porras, Águeda Medina, Anastasia Moral y a los padres de José María.
(Archivo Tribunal Supremo.
Sumario 94/1910, Legajo 1323, pp. 19 a 21 y 593 a 595; ¡AY, DIOS MÍO! ¿EL
CRIMEN DE CUENCA? p. 298)
21-09-1910 (miércoles):
-
Providencia del Juez Municipal de Osa de la Vega, Sr. Moyano, al alcalde de
Osa, para que mande y ponga a disposición de este juzgado los individuos que
han de hacer el reconocimiento que en la misma se interesa, para el día 22.
Notificación y Citación a León Sánchez Gascón, a
Gregorio Valero y a su esposa Dolores Varón, a Francisco Serrano Campos, a León
Lorca Chicote, para que comparezcan ante el Juez de Instrucción del partido el
día 22 a las nueve de la mañana.
Diligencia de reconocimiento e inspección.- En la villa de Osa de la Vega a las ocho de la
mañana del día veintiuno de Septiembre de mil novecientos diez el Sr. Juez
Municipal Suplente en ejercicio por ausencia del propietario, acompañado del
Sargento y Guardia 2º del puesto de Belmonte y de los testigos Esteban Calero,
Alejandro Catalán y de los peones Gregorio Serrano y Vicente García Sánchez y
de mi el Secretario Habilitado, se dio principio al reconocimiento que se
interesa en la presente orden. Primeramente se dio principio al reconocimiento
de la casa palomar de la propiedad de D. Francisco Antº Ruiz llamada Virgen de
la Vega, donde el Sr. Juez ordenó sacar la paja que había en una de las
habitaciones y como esta tenía el suelo movedizo se hicieron algunas excavaciones
así como también en otra habitación contigua a esta destinada a gorrinera según
manifestación de Gregorio Valero, también se hicieron varias excavaciones en el
patio y en los alrededores de la casa sin que dieran resultado alguno, en las
demás habitaciones y palomar no se encontró nada digno de mención continuando
el reconocimiento por dicha heredad,… se reconoció nueve pozos de la zona,… por
último el pozo que surte de agua potable a este vecindario, de forma
rectangular, de siete metros de profundidad y dos cuarenta de altura de agua,
en todos estos pozos se hizo un minucioso reconocimiento con detención y
cuidado por medio de garios sin que se haya notado cosa alguna, también se han
practicado varias excavaciones sin resultado. El Sr. Juez dio por terminada
esta diligencia firmando todos los concurrentes de que certifico. (hay ocho
firmas)
El juzgado de Tresjuncos
notifica y cita ante el Juez de Instrucción del partido el día 22 a las nueve de la mañana
a Ángel Porras, Águeda Medina, Anastasia Moral y a los padres de José María. (Archivo Tribunal Supremo.
Sumario 94/1910, Legajo1323,pp.37a39y48a50)
22-09-1910 (jueves):
-
En el Juzgado de Belmonte, Juez Manuel Rodríguez:
Declaración de Ángel Porras García.- De Tresjuncos. Trece años. “Que un día que no recuerda,… iba a la fábrica de Osa de la Vega
encontrando en el palomar que hay en la heredad de don Francisco Antonio a las
jóvenes María Vara y Felipa, cuñada de la anterior que iban a Tresjuncos, que
al llegar al pozo de una huerta nueva cerca de la Osa se encontró con José
María Grimaldos el que le dijo “van por el camino María y Felipa” diciéndole
“sí por el Palomar”, habiendo una distancia corta, que después cuando se supo
que no se encontraban, el declarante refirió el encuentro y las muchachas
dijeron no lo habían visto.(no firma por no saber)”
Declaración de León Sánchez Gascón.- “Que se
afirma y ratifica en su contenido, añadiendo a preguntas del Juzgado que nada
sabe del hecho que se persigue, que el Grimaldos se despidió muy contento, que
cree no tuviera enemigos en el pueblo de Osa, que no le ha visto llevara dinero
por más que sabe que en el mes de abril o mayo vendió siete corderos, que según
tiene dicho al no regresar a los ocho días mandó recado a sus padres en
Tresjuncos, viajando la familia por estos los pueblos cerca y no cesando en hacer averiguaciones
hasta el día. Leía se ratifica… (firmado León Sánchez).”
Declaración de León Lorca Chicote.- “Que se
afirma y ratifica en su contenido y a preguntas del juzgado contesta que no
recuerda el día que el José María pasó por su huerta pero sabe que fue a últimos
de Agosto y que era fiesta, que su huerta está al pasar la heredad de Don
Francisco de ahí que cuando le vio ya la había pasado, que antes que el
José María pasaron dos muchachas de Tresjuncos y con dirección a el mismo
pueblo yendo un cuarto de hora antes que el chico que pasó detrás del José
María era de Tresjuncos y llevaba en una caballería (ilegible) unos costales
como si fuera harina y que nada sabe ni vio más, ni tiene la menor noticia de
tal sujeto.”
Declaración de Gregorio Valero Contreras.- “Que se
afirma y ratifica en su contenido añadiendo que haciendo (ilegible) el dicente
que el día veintiuno de Agosto último estuvo en casa de su amo Don Francisco
Antonio Ruiz en Osa por haberle dado a éste un ataque de perlesía que como está
tan cerca la heredad le dijo al hijo del amo Constantino que se iba acercar a
echarle agua a las palomas como lo hizo esto sobre las doce, y la una y media
poco más o menos regresó al pueblo en donde permaneció tres o cuatro días, que
no tiene noticias del paradero de dicho individuo. Que cuando vio al Grimaldos
no fue dos días antes del veintiuno de Agosto sino al siguiente día del día
de Santiago o sea el veintiséis de julio que se acercó por servir a un mismo
amo yendo montado en un burro, pues como hace tanto tiempo no recordaba y
en vista de las muchas preguntas de la Guardia ha recordado bien. Que en la
tarde de ayer la Guardia Civil y la autoridad estuvieron en la heredad
fondeando pozos y hasta la paja del pajar la sacaron a la calle. (no firmando
por no saber)”
Declaración de Dolores Varón Pavo.- Que se afirma y ratifica en el contenido añadiendo
que nada puede decir más, que sabe que el día veintiuno de Agosto su esposo
estuvo en casa de su amo por estar malo donde permaneció unos cinco días yendo
por la mañana a la heredad para echar agua a las palomas, que la declarante es
que está sola cierra con luz la puerta por estar con cuatro hijos y su madre
anciana y que no ha visto pasar a las jóvenes Águeda Medina y Anastasia Moral
por el camino de la Osa a Tresjuncos. (no firma por no saber)
Declaración de Águeda Medina Coso.- Leída la comparecencia que tiene prestada ante el
Juzgado de Osa manifiesta que ratifica en cuanto a lo expresado por el hombre,
pero ni cuanto a la fecha que el hombre le dijo lo que tiene manifestado, está
segura que fue a dos días de la Virgen o sea el diez del actual, que apenas de
lo dicho continuaron el camino no viendo nada de anormal, que continuaron y les
dijo un hombre no tomarlo a broma contestando mi compañera “sea lo que Dios
quiera” diciendo aquel él ha pagado su deuda pero los que quedamos podemos
pagar, o mejor dicho los que quedan pagaran. Que en esta fecha nada sabían en
Tresjuncos de la desaparición y cuando esto se supo fue cuando la declarante
contó lo dicho. (no firma por no saber)
Declaración de Anastasia Moral Ruiz.- Que se afirma y ratifica en su contenido añadiendo
que lo dicho fue al siguiente día de la Virgen o sea el nueve del actual, que
continuaron el viaje y el cachucho les dijo “lo tomáis a broma” pues sea lo que Dios quiera “diciendo él ha
dado cuenta a Dios pero los que quedan pagaran. (no firma por no saber)
Declaración de Francisco Serrano campos “El tío Cachucho”.- Que se afirma y ratifica
en su contenido, añadiendo que no es cierto que el declarante dijera a persona
alguna cuanto se le pregunta; que es cierto estuvo cavando en la finca que se
dice del nueve al diez del actual, pero no vio a jóvenes ninguna, ni mucho menos
dijera que habían matado más adelante a un hombre. (no firma por no saber)
(Archivo Tribunal Supremo.
Sumario 94/1910, Legajo 1323, pp. 22 a 50)
-
Ante el Juez Municipal de Tresjuncos Calisto de Moya y Secretario Santos
del Val declaran:
Anselmo
Grimaldos Delgado, padre de José María, 74 años.- “Que desde el día diecinueve de Agosto pasado que estuvo en la casa
del declarante a mudarse de ropa marchándose al amanecer del día siguiente al
ganado, no ha vuelto a verlo ni tener noticias de su paradero, que algunos
días después ha podido averiguar que el día veintiuno de dicho mes de Agosto
estuvo en la Osa de la Vega casa de un tío suyo llamado Felipe Gómez sobre las
cinco de la tarde poco más o menos al que le dijo José María que se venía a
Tresjuncos; que después por el hijo de Ángel Porras sabe que se lo encontró
antes de llegar al pozo del agua dulce sobre la puesta del sol y al que le
pregunto si venían delante las hijas de Manuel Navas, María y Felipa, para
poder alcanzarlas y venirse con ellas, que por estas ha sabido que en la Osa
hablaron con él y en la casa de su tío antes dicho, y que le dijeron que si se
venía al pueblo y les contesto que sí que fueran delante que él pronto las
alcanzaría, que nada más sabe de la desaparición de su hijo.
Que no tenía enemigos,… Que tenía unos veinticinco duros de unos corderos
que había vendido,…
Estatura más bien baja, color rubio, barba cerrada, ojos pardos, labios
gruesos, pelo castaño sin que tenga ninguna particularidad en la cara (ilegible), pantalón negro de berbina,
blusa de vichi a cuadros remendada, chaleco claro de lana, camisa de color con
pechera nueva, boina en la cabeza y abarcas en los pies. (no firma por
manifestar no saber).”
(Archivo Tribunal Supremo.
Sumario 94/1910, Legajo 1323, pp. 51 y 52)
Juana López Gómez, madre de José María, de 68 años.- “Que desde el día diecinueve de Agosto último que estuvo en su casa
a mudarse de ropa marchándose al amanecer del día siguiente al ganado no ha
vuelto a verlo ni a saber de él, que algunos días después ha podido
averiguar que el día veintiuno del expresado mes estuvo en la Osa de la Vega
casa de un tío suyo llamado Felipe Gómez sobre las cinco de la tarde poco más o
menos al que le dijo que se venía a Tresjuncos, que después por el hijo de Ángel
Porras de esta vecindad sabe que se lo encontró antes de llegar al pozo de agua
dulce de la referida Osa sobre la puesta del sol y al que le preguntó si venían
delante las hijas de Manuel Vara, María y Felipa Martínez para poder
alcanzarlas y venirse con ellas, que por estas ha sabido que en la Osa hablaron
con él y en la casa de su tío antes dicho y que le dijeron si se venía al
pueblo y le contestó que sí que fueran delante que él pronto las alcanzaría,
que nada más sabe de la desaparición de su hijo.
Que no tenía
enemigos,… Que llevaba veinte o veinticinco duros de unos corderos que vendió.
Estatura más
bien baja, color rubio, barba cerrada, ojos pardos, labios gruesos, pelo
castaño, sin que tenga ninguna particularidad en la cara, vestía boina a la
cabeza, blusa con chaleco a cuadros, pantalón negro de berbina camisa de color
con pechera nueva y abarcas (no firma por no saber).”
(Archivo Tribunal Supremo.
Sumario 94/1910, Legajo 1323, pp. 53 a 55)
-
En Osa de la Vega empieza a trabajar la comitiva Oficial constituida para
la revisión de los pozos, palomar,… estaba formada por el Juez Municipal suplente, el
sargento y un guardia de Belmonte, testigos Esteban Calero y Alejando Catalán,
peones Gregorio Serrano y Vicente García Sánchez y el secretario Judicial
habilitado.
-
Mediante Providencia, el Juez Municipal suplente de Osa de la Vega, Sr. Moyano, requiere a D.
Francisco Antonio Ruíz manifieste las cabezas de ganado, marca y ropas
pertenecientes a José Mª. Grimaldos, quedando como depositario.
(Archivo
Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, pp. 40 a 43; ¡AY, DIOS MÍO! ¿EL
CRIMEN DE CUENCA? p. 300)
-
Mediante Diligencia el Juez Municipal de Tresjuncos Calisto Moya y el
secretario Santos del Val, se desplazan al domicilio de los padres de José
María Grimaldos. El Sr. Juez les instruyó del derecho que les concede el art.
109 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, al que se dio lectura, y enterados de
cuanto dispone, dijeron que no se mostraban parte en el proceso que se
instruye, dejando que obrase la acción de la Justicia. Estas actuaciones son
remitidas al Juzgado de Belmonte.
(Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo
1323, pp. 55 y 56)
-
El juez del Pedernoso, D. Toribio Heras por orden del juez de Belmonte D. Antonio Rodríguez
González, estuvo interrogando personalmente y acompañado por el
alguacil y dos guardias municipales, a la dueña de La Celadilla, Petra Algaba y al encargado Bienvenido
García y le dijeron que un pastor de
Tresjuncos llamado José María, llegó el 21 y estuvo allí el 22 y 23-8-1910 y les
dijo que se iba a la finca de D. José María Perona en Pedro Muñoz, a colocarse
de zagal.
Devolvió el juez municipal la orden diligenciada con
esta información al juez de instrucción, y a los pocos días recibió una nueva
comunicación del Juzgado de Belmonte para citar a Bienvenido y a Petra, que
sabe fueron a declarar.
(La Correspondencia Militar, 18-03-1926, p. 6 y 24-03-1926, p. 6; Heraldo de Madrid, 24-03-1926, p. 4; La Época, 25-03-1926, p. 4; EL CRIMEN DE CUENCA, SALVADOR MALDONADO, p. 27; Memoria de Licenciatura “El crimen de Cuenca”, Juan Antonio Porto Alonso, 1981, p.133)
24-09-1910 (sábado):
-
Requerimiento a D. Francisco Antonio Ruiz. Manifiesta que el número de cabezas de ganado
que obran en su ganadería, propiedad de José María Grimaldos son ocho y las
ropas consisten en una chaqueta vieja de berbina, dos mantas viejas de berbina
y un pellejo de oveja bastante usado. Acepta quedar constituido como
depositario.
(Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, p. 44)
14-11-1910 (lunes):
-
Se publica el número uno del
periódico conquense EL MUNDO.
Socio fundador y director D. Francisco Martínez Contreras.
En página 1 publica tres cartas
de felicitación y apoyo: De A. Maura, Diputado por Palma de Mallorca; de Juan
de la Cierva, Diputado por Mula; De El Conde de San Luis, Diputado por Huete. (Documentación aportada por Hortensia Bustos
García, natural de Almendros -Cuenca-)
30-11-1910 (miércoles):
-
Desde hoy se ha encargado de la dirección de la REVISTA TÉCNICA DE LA
GUARDIA CIVIL D. Francisco Martínez Contreras, diputado,
abogado y periodista.
(Revista Técnica de la
Guardia Civil, 30-11-1910, pp. 1 y 2)
06-12-1910 (martes):
DIA DE LA CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA
-
Escrito del sargento José Taboada Mora, de su puño y letra, dirigido al
juez de Instrucción de Belmonte. “Tengo el honor de participar a V. S., que
hasta la fecha no han dado resultado favorable las gestiones practicadas, para
averiguar el paradero del vecino de Tresjuncos, José María Grimaldos, si bien,
pero el Comandante del puesto de Mota del Cuervo, me ha enterado de que el
Bañero de los Baños de la Celadilla, término del Pedernoso, Bienvenido García
Ruiz, dijo a una pareja de dicho puesto, que recordaba haber visto en dichos
Baños, en el mes de agosto p.pdo., a un pastor de Tresjuncos, llamado José
María.
Dios guarde a V.S.m.a.
Belmonte 6 de Diciembre de 1910.
El Sargento José Taboada
Mora, firmado y rubricado”
(Archivo Tribunal Supremo.
Sumario 94/1910, Legajo 1323, pp. 58 a 61)
12-12-1910 (lunes):
¾ Declaración ante el Juez de Belmonte de Felipe
Gómez Alarcón.- Vecino de Osa de la
Vega y tío de José María Grimaldos. “Que efectivamente
el día veintiuno de Agosto último su resobrino José María Grimaldos estuvo en
su casa como lo hacía a menudo diciendo que se marchaba a Tresjuncos como se
marchó, que (ilegible) no tuviera enemigos e ignora si tenía algunos fondos,
que hasta la fecha nada saben de su paradero y nada han podido averiguar
estando su ausencia en el mayor misterio. (firmado Felipe Gómez)”. (Archivo Tribunal Supremo.
Sumario 94/1910, Legajo 1323,p.62)
14-12-1910 (miércoles):
¾
Declaración ante el Juez de Belmonte de Bienvenido García Ruiz, bañero de la
Celadilla. “Llegó un joven con una
burra rucia y un crianzo,… dijo que era de Tresjuncos,… le parece dijo que
era casado y con una hija,… de una estatura regular,… de oficio pastor,… de
pocas luces,…”
(Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910,
Legajo 1323, pp. 63 y 64)
16-12-1910 (viernes):
¾
Providencia del Juez de Belmonte al Juez municipal de Tresjuncos para que averigüe si
a últimos de agosto alguna persona estuvo en los baños de la Celadilla, con una
burra rucia y un crianzo…
(Archivo Tribunal Supremo.
Sumario 94/1910, Legajo 1323, pp. 63 y 65 y 68)
12-01-1911
(jueves):
¾
Comparecencia ante el Juez Municipal de
Osa de la Vega, D. Hilario Girón Porras y secretario Cesáreo Calero, de Constantino Ruiz Serrano, de veintitrés
años,… “Que de las ocho cabezas de
ganado lanar que obran en depósito de su padre Francisco Antonio, de la
propiedad del desaparecido José Mª Grimaldos de Tresjuncos, a muerto una en la
noche del día de ayer. (firmado Constantino Ruiz)”
(Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, p. 66)
24-01-1911 (martes):
¾
Providencia del Juez de Belmonte al Juez municipal de Osa de la Vega para que se haga
cargo Anselmo Grimaldos, padre de José María, de las reses que existen
depositadas en la ganadería de Francisco Antonio y de las ropas del mismo.
(Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910,
Legajo 1323, p. 67)
28-01-1911 (sábado):
¾
Providencia del Juez Municipal de Tresjuncos Calisto Moya y secretario Santos del Val.
El alguacil D. Isidoro Ramírez Redondo manifiesta que ha practicado un
sinnúmero de diligencias para averiguar si estuvo alguna persona en los baños
de la Celadilla a últimos de agosto, siendo todas negativas.
(Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910,
Legajo 1323, pp. 71 a 73)
31-01-1911 (martes):
-
Providencia del Juez Municipal de Osa de la Vega Hilario Girón y secretario Cesáreo
Calero. Hallándose presentes Francisco Antonio Ruiz y Anselmo Grimaldos, se
procedió a la entrega que el primero tenía en depósito: Siete ovejas lanares,
un pellejo y demás restos de otra oveja que murió, cuatro corderos, una
chaqueta, dos mantas y un pellejo, quedando por tanto levantado dicho depósito.
No firmando las partes por no saber y lo hacen a su ruego sus hijos respectivos
y de todo como Secretario certifico. (hay cuatro firmas)
(Archivo Tribunal Supremo.
Sumario 94/1910, Legajo 1323, p. 77)
17-02-1911 (viernes):
-
Providencia del Juez de Instrucción de Belmonte para que se publique un edicto en el
Boletín Oficial de la Provincia.
(Archivo Tribunal Supremo.
Sumario 94/1910, Legajo 1323, p. 79)
20-02-1911
(lunes):
-
“ JUZGADOS
BELMONTE
Don Antonio Rodríguez
González, Juez de instrucción de Belmonte y su partido,
Por el presente edicto, se
cita de comparecencia ante este Juzgado a José
María Grimaldos, de veintiocho años de edad, oficio pastor y natural y
vecino de Tresjuncos, el que desapareció
del pueblo de Osa de la Vega el día
veinte al veintiuno de agosto último, ignorándose hoy su paradero; al mismo
tiempo ruego y encargo a todas las autoridades así civiles como militares y
demás dependientes de la autoridad, procedan a la averiguación de dicho
desaparecido, y caso de ser habido participen a este Juzgado el sitio de su
residencia.
Dado en Belmonte a diez y
siete de Febrero de mil novecientos once.- Antonio Rodríguez.- Por su mandato,
Manuel Pérez.”
(Boletín Oficial provincia
de Cuenca, Nº 22, lunes 20 febrero de 1.911, p. 4)
04-04-1911 (martes):
-
Providencia solicitando al Ilmo. Sr. Gobernador Civil, la remisión de un
ejemplar del Boletín donde se insertó la Providencia de fecha diez y siete. (Archivo Tribunal Supremo.
Sumario 94/1910, Legajo 1323, p. 79)
20-04-1911 (jueves):
-
Secretaría del Gobierno Civil de Cuenca remite un ejemplar del Boletín Nº
22, lunes 20 de Febrero de 1.911 [En su fecha de publicación 20-02-1911, figura
el texto completo del Edicto]
(Archivo Tribunal Supremo.
Sumario 94/1910, Legajo 1323, pp. 80 a 85)
28-04-1911
(viernes):
-
El señor D. Antonio Rodríguez González juez de instrucción de Belmonte y su
partido declara concluso el presente sumario que consta de cuarenta y
nueve folios. Se elevará al Ilmo. Sr. Fiscal de la Audiencia provincial.
(Archivo Tribunal Supremo. Sumario
94/1910, Legajo 1323, pp. 89 y 596)
04-05-1911
(jueves):
-
La Causa pasa por cinco días al Fiscal para instrucción.
(Archivo Tribunal Supremo.
Sumario 94/1910, Legajo 1323, p. 597)
Julio/Agosto 1911:
-
(…)
José
María no contesta. María Santos interviene al punto:
- ¡Eso no es verdad! ¡Eso sólo puede decirlo alguien
que nos quiera mal! Algo parecido
ocurrió en mi casa, en La Muela,[43] al año escasamente
de la desaparición de José María. Mi hijo Manolo, que tenía por entonces doce
años, creyó ver a su tío; pero sin duda, fue en sueños.
- Acaso -dice José María- fue a mi hermano Urbano, que
se parecía mucho a mí, a quien vio.
(…)
(Heraldo de Madrid, 17-03-1926, p 2; Memoria
de Licenciatura “El crimen de Cuenca”, Juan Antonio Porto Alonso, p. 116; El
Caso, 26-01-1980, p. 7)
10-08-1911
(jueves):
-
D. Juan José Jáuregui y Mendoza es nombrado con carácter interino para la
plaza de Médico Forense y de la Prisión preventiva de Belmonte.
Venía de ejercer de Médico
rural en Pozorrubio de Santiago (Cuenca). Poseía uno de los dos automóviles que
había en toda la comarca.
(“JUAN JOSÉ DE JÁUREGUI Y MENDOZA: (1882-1938) FORENSE DEL “CRIMEN DE CUENCA”, p. 53; SOY EL CEPA, ESTOY VIVO, p. 141)
26-08-1911
(sábado):
-
En Osa de la Vega se está
ultimando la instalación del alumbrado público eléctrico. (El Liberal -Cuenca-, p. 3)
28-08-1911
(lunes):
-
El Fiscal de la Causa 765 94/910 interesa de la Sala confirmación del auto
de terminación del Sumario dictado por el Juez de Instrucción de Belmonte.
(Archivo Tribunal Supremo.
Sumario 94/1910, Legajo 1323, p. 598)
30-08-1911
(miércoles):
-
La Causa pasa al Ponente.
(Archivo Tribunal Supremo.
Sumario 94/1910, Legajo 1323, p. 599)
02-09-1911
(sábado):
o
El Fiscal,… se confirma el auto por el que se declara terminado el Sumario
y procédase a la vista,… en la Audiencia el diez y seis del actual,…
(Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910,
Legajo 1323, p. 600)
16-09-1911
(sábado):
-
Ha tenido lugar la vista señalada,… se acuerda el Sobreseimiento
provisional.
(Archivo Tribunal Supremo.
Sumario 94/1910, Legajo 1323, p. 601)
18-09-1911 (lunes):
-
La Causa 765, Sumario
94/1910 es sobreseído provisionalmente por la Audiencia de Cuenca, declarando de oficio las
costas y archívese el Sumario en el Juzgado instructor hasta que se presente
nuevos datos que hagan procedente su continuación.
(Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, pp. 602 y 603)
25-09-1911
(lunes):
-
La Audiencia Provincial de Cuenca da traslado al Juez Instructor de
Belmonte del sobreseimiento el día 18-09 de la Causa 765, Sumario 94/1910. “Y
declarando de oficio las costas con idéntica cualidad; y se remite el sumario
para su archivo, hasta que se presenten nuevos datos, que hagan procedente su
continuación.”
(Archivo Tribunal Supremo.
Sumario 94/1910, Legajo 1323, p. 90; El Liberal -Madrid-,16-03-1926, p.3; EL
CRIMEN DE CUENCA, SALVADOR MALDONADO, p. 33; ¡AY, DIOS MÍO! ¿EL CRIMEN DE
CUENCA? p. 305)
02-10-1911
(lunes): FINALIZA EL PRIMER
EXPEDIENTE
-
Providencia del Juez de Belmonte, Sr. Rodríguez, “Guárdese y cumpla lo mandado por la Superioridad, eleve recibo y
archívese el sumario hasta nueva orden.”
Nota.- Queda cumplido, doy
fe. Firmado R. de Vera.
(Archivo Tribunal Supremo.
Sumario 94/1910, Legajo 1323, p. 92 y 604)
Oct./Nov. 1911
Entrado ya el otoño,…
-
He vendido la finca,…
-
¿A quién se la ha vendido, don Paco?
-
¿A ti que te importa?
-
¿Al de Contreras?
-
Sí, ¿qué pasa?
-
(…)
-
He estado hablando con el alcalde de Pedro Muñoz y necesita un mozo. León
estará bien allí.
-
(…)
(EL CRIMEN DE CUENCA, SALVADOR MALDONADO, pp.
34 y 35)
27-11-1911 (lunes):
-
…cesa como Juez
de Belmonte D.
Antonio Rodríguez González. “…tuvo que ser trasladado en virtud
de persecuciones,… del diputado D. Francisco Martínez Contreras, que había
perdido en aquel Juzgado un pleito civil”.
¿Y no se cuentan cosas curiosas de la suerte, que le
quedó reservada al primer juez instructor, que no quiso procesar?
(La Voz, 11-03-1926, p. 8;
El Liberal -Madrid-, 16-03-1926, p. 3; EL CRIMEN DE CUENCA, SALVADOR MALDONADO,
p. 34; ¡AY, DIOS MÍO! ¿EL CRIMEN DE CUENCA? p. 318; El Liberal -Madrid-,
26-03-1926, p. 1; Ossorio y Gallardo, El Pueblo Gallego -Vigo-, 27-03-1926, p.3)
1911:
-
En 1911, los rumores que señalaban que Grimaldos había sido muerto
violentamente, eran, cuando menos, tan insistentes como los que consideraban
que se había ido, por las buenas, sin despedirse. (Memoria de Licenciatura “El crimen de Cuenca”, Juan Antonio Porto Alonso,
p. 120)
-
PARTIDO JUDICIAL DE
BELMONTE, AÑO 1911
24 Ayuntamientos, 29.477
habitantes.
Belmonte.- Habitantes.- 2.470; Alcalde.- Fulgencio Hurtado;
Juez de Instrucción.- Antonio Rodríguez González; Escribanos.- Santiago Calvo y
Manuel Rodríguez de Vera; Juez Municipal.- Venancio González Guerrero; Jefe
Prisión Preventiva..- Antonio Guardia; Diligencia a la estación de Cuenca.-
Leandro Huerta, precio asiento 10 ptas,…
Osa de la Vega.- Habitantes.- 1.252; Alcalde.- Vicente Belinchón;
Párroco.- José Plaza; Juez Municipal.- Juan Gualberto Artiaga; Fábrica de
Harinas.- Vicente Belinchón,…
Tresjuncos.- Habitantes.- 1.198; Alcalde.- Santiago Porras; Juez
Municipal.- Calixto Moya; Párroco.- Pedro Rufo Martínez; Diligencia de Tarancón
a Villamayor de Santiago.- José Olmedilla,…
Villaescusa de Haro.- Habitantes.-
976; Alcalde.- Nemesio Martínez,…
Villalgordo del Marquesado.- Habitantes.- 318;
Alcalde.- Gregorio Pinedo; Diligencia a la estación de Cuenca.- Leandro Huerta,
precio del asiento, 7,50 pesetas,…
(BNE, Anuario del comercio, de la industria, de la
magistratura y de la administración. 1911, n.º 1, pp. 2284/7; 2334/7)
12-01-1912 (viernes):
-
Se ha presentado a la
aprobación del señor gobernador civil, el reglamento de La Osense, Sociedad de
Socorros Mutuos contra la mortalidad e inutilización completa del ganado
destinado a los trabajos agrícolas, constituida entre los labradores del pueblo
de Osa de la Vega. (El Mundo
-Cuenca-, p. 3)
14-03-1912 (jueves):
-
Fallece en su domicilio de Osa de
la Vega, Francisco Antonio Ruiz a la
edad de 66 años. Propietario del Palomar de la Virgen de la Vega y ex alcalde.
Los tres principales implicados trabajaban a su servicio.
(Partida de defunción)
29-06-1912 (sábado): SAN
PEDRO. LEÓN SÁNCHEZ A PEDRO MUÑOZ
-
León Sánchez se va a trabajar a Pedro Muñoz (Ciudad Real) en casa del
Alcalde Juan Pedro Montoya, por recomendación de su amigo Francisco Antonio
Ruiz, Alcalde de Osa de la Vega. Venía con su mujer Filomena y con sus tres
hijos: María,[44]
Valentín y Alejandro. Trabajó como pastor en la finca de Alcahozo, [vega de
Alcahozo, situada al este de Pedro Muñoz, entre el límite de las provincias de
Ciudad Real y Cuenca],…
Preguntado a qué obedece su marcha a Pedro Muñoz: Que porque su amo Constantino Ruíz le despidió, pues cumplía el día de San Pedro. (El Liberal -Madrid-, 16-03-1926, p. 3; ¡AY, DIOS MÍO! ¿EL CRIMEN DE CUENCA? p. 362; PEDRO MUÑOZ… UNA HISTORIA, de Miguel Tirado Zarco, página. 283, facilitado por familiares de Hermógenes Aroca)
12-11-1912 (martes): ASESINATO DE JOSÉ CANALEJAS
-
El presidente del Gobierno de España
y líder del Partido Liberal José Canalejas fue atacado en la mañana de
ese día mientras miraba los libros expuestos en el escaparate de la Librería San Martín, a escasos pasos de la esquina de
la Puerta del Sol (actual
número 6) con la calle Carretas en pleno centro de Madrid. El agresor, Manuel Pardiñas, un anarquista, realizó tres
disparos; solamente el tercero alcanzó a Canalejas, que falleció de manera
prácticamente instantánea tras perforar la bala su cráneo. Instantes después
fue reducido por un policía a golpes de porra y al sentirse acorralado se
suicidó disparándose dos disparos con la misma pistola del atentado.
(ttps://es.wikipedia.org/wiki/Asesinato_de_José_Canalejas)
-
Providencia del Juzgado de Belmonte, en que se acordó librar un Exhorto al Juez Decano
de los de Madrid para recibir declaración a Francisco Martínez Contreras,…
(¡AY, DIOS MÍO! ¿EL CRIMEN
DE CUENCA? p. 323)
13-01-1913
(lunes):
-
Nombramiento como Juez de Belmonte de D. Emilio de Isasa y Echenique.
Aprobó la oposición de aspirante a la Judicatura el
19-05-1905 con el número 39. En 1906 y por el segundo turno Juez de 1ª
Instancia de Torrelaguna,… muchos períodos de excedencia por salud quebradiza
(nefritis aguda catarral),… licencia de Noviembre de 1907 a Enero de 1912 que
es nombrado Juez de 1ª Instancia de Viella hasta que es promovido al Juzgado de
Belmonte,…
(¡AY, DIOS MÍO! ¿EL CRIMEN DE CUENCA? p. 333)
13-02-1913 (jueves):
-
Toma posesión como Juez de Belmonte D. Emilio de Isasa y Echenique.[45]
Llega cumplidos los 39 años, soltero, inseguro, engreído,… De una familia de
envidiable posición social,… lujosa indumentaria y ademanes ampulosamente
elegantes,… usaba un inseparable bastón, del que no tenía necesidad física,
pero al que sacaba gran partido como prolongación de su diestra.
(EL CRIMEN DE CUENCA,
SALVADOR MALDONADO, p. 38; Memoria de Licenciatura “El crimen de Cuenca”, Juan
Antonio Porto Alonso, p. 118)
17-03-1913 (lunes):
-
A las dos y media de la tarde y por orden del
Presidente de la Audiencia Territorial de Albacete, parte para girar visita de
inspección al Juzgado de Belmonte la Comisión Visitadora compuesta por el Juez
de Instrucción de Alcázar de San Juan, Pablo Callejo de la Cuesta y el
Secretario Miguel Casado San José.
(¡AY, DIOS MÍO! ¿EL CRIMEN
DE CUENCA? p. 310)
18-03-1913 (martes):
-
Comienzan en el Juzgado de Belmonte los trabajos de
la Comisión Visitadora del juzgado de Alcázar de San Juan, Juez propietario
Emilio Isasa Echenique, secretario Manuel Rodríguez de Vera y oficial
habilitado de secretaria Sebastián Grande Moya.
En el mismo edificio, (Convento de los Jesuitas de
1627), se encontraba el Juzgado de Instrucción, la Cárcel y el Juzgado
Municipal. (¡AY, DIOS MÍO! ¿EL CRIMEN
DE CUENCA? p. 311)
19-03-1913
(miércoles): SEGUNDA DENUNCIA,
POR ASESINATO
-COMIENZA
EL SEGUNDO EXPEDIENTE-
-
Parientes de este último, más conocido por el apodo de Paco el feo, son los hermanos del Val, amos o caciques de
Tresjuncos y protectores de la familia Grimaldos, especialmente de Manuel, tío
del desaparecido,… La segunda denuncia
que motivó la causa criminal fue suscrita por los padres de Grimaldos, su tío
Manuel y el cuñado de éste llamado Jorge, y se redactó en Belmonte, por don
Pedro Caballero, rico propietario, ya muerto, fundándola en estos
deleznables hechos: que dos mujeres de Tresjuncos afirmaban haber visto entrar
en El Palomar a Grimaldos el
desaparecido, y que no le vieron salir, pero que, en cambio, vieron alejarse de
aquel sitio a Gregorio Valero y a León Sánchez. El juez admitió la denuncia y
sobre ella construyó la hipótesis del delito.
(Crónica del Crimen, Luis Jiménez
de Asúa, pp. 93 y 94)
-
Anselmo Grimaldos padre de José María, emparentado con diversas familias de
un relativo nivel económico, las cuales, y todas a una, tercian sus
influencias, a raíz de la desaparición de José María, para que se le dé por
muerto -asesinado- y no por desaparecido.
Otros motivos bien
deleznables mueven el sumario. Se ocupa de la campaña electoral en el año 1913;
un diputado conservador, el Sr. Martínez Contreras[46], es el que lleva esas
mezquindades, haciendo perseguir al primer juez, abriendo el proceso luego por
obtener un mayor número de votos. (Memoria de
Licenciatura “El crimen de Cuenca”, Juan Antonio Porto Alonso, p. 117; La Voz
-Madrid-, 05-07-1926, p. 4; La Vanguardia,
06-07-1926, p. 21)
26-03-1913 (miércoles): TRASLADO SEGUNDA DENUNCIA AL
JUEZ DE INSTRUCCIÓN
-
El Juez Visitador Sr. Callejo, pone en conocimiento y da traslado al Juez
de Instrucción de Belmonte la denuncia efectuada por Urbano Grimaldos López y
Jorge García Gómez el 19 de los corrientes, sobre la desaparición de José María
Grimaldos,…
“Don Miguel Casado San José, Secretario de la Comisión
Visitadora del Juzgado de Belmonte.
Doy fe: Que ante el Sr. Juez Visitador y de mi el
Secretario comparecieron en diez y nueve
de los corrientes Urbano Grimaldos López, casado, de veintiocho años,
pastor y Jorge García Gómez, de
cuarenta años, labrador, y ambos vecinos de Tresjuncos, manifestando que en veintiuno de Agosto de mil novecientos diez
desapareció José María Grimaldos en el camino de la Osa a Tresjuncos sospechando los comparecientes que debió
ser asesinado, habiendo dicho un muchacho del cabrero de la Osa que le
vio subir al Palomar de un tal Varela de apodo y no le vio bajar.
Lo anteriormente relacionado concuerda con la comparecencia que obra en el expediente de visitas… (firmado y rubricado, Miguel Casado)”. (Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, pp. 94 a 96; ¡AY, DIOS MÍO! ¿EL CRIMEN DE CUENCA? p. 328; El Sol 08-03-1926, p.1; Heraldo de Madrid, 06-03-1926, p. 2; La Correspondencia Militar, 15 y 18-03-1926, pp. 6 y 05-07-1926, p.6; EL CRIMEN DE CUENCA, SALVADOR MALDONADO, p. 42)
28-03-1913 (viernes):
-
El teniente Gregorio Regidor Suárez, es ascendido a primer teniente, y se
hace cargo de la línea de Belmonte, cabecera judicial, hasta el 29-01-1915 que
pasó a ser responsable de la línea de Tarancón.
(¡AY, DIOS MÍO! ¿EL CRIMEN DE CUENCA? p. 596)
31-03-1913 (lunes):
-
El juez Isasa dictó Providencia de recibo del escrito del Juez Visitador
dando cuenta y traslado de la denuncia de desaparición de José María
Grimaldos,… para proceder a cuanto hubiera lugar,…
(Archivo Tribunal Supremo.
Sumario 94/1910, Legajo 1323, p. 98; ¡AY,
DIOS MÍO! ¿EL CRIMEN DE CUENCA? p. 329)
Marzo 1913:
-
Corrió el rumor infundado de que José Plaza, Cura párroco
de Osa durante los días del suceso y de la Instrucción sumarial del Juez Isasa,
casi tres años después, había traicionado el sigilo sacramental al hacer
pública la confesión de Francisco Antonio Ruíz, según la cual acusó en el lecho
de muerte [falleció el 14-03-1912] a sus criados Gregorio y León de
haber causado la muerte al Cepa.[47]
No podía ser cierto, porque entre la muerte de Ruíz y la detención de los
sospechosos transcurre más de un año, lo que invalida cualquier causa-efecto
entre la confesión y la detención. Así lo manifiestan los componentes de la Comisión
pro-penados de Osa y Tresjuncos a Galo Ponte y Escartín, ministro de Gracia
y Justicia en el Directorio Civil, durante la visita que hicieron a la primera
autoridad judicial en Madrid,… el 13-03-1926.
(Heraldo de Madrid, 11-03-1926, p. 4; La Época,
12-03-1926, p 3; El Imparcial 12-03-1926, p 2; SOY EL CEPA, ESTOY VIVO, p.147)
02-04-1913
(miércoles):
-
Providencia Juez Isasa. Belmonte, dos de abril de mil
novecientos trece.- En virtud de la comunicación recibida del señor Juez
Visitador, juntamente con el testimonio de las manifestaciones hechas por
Urbano Grimaldos López y Jorge García Gómez, se acuerda por el Juez que provee abrir de nuevo el sumario número 94
del año 1910, incoado por desaparición del vecino de Tresjuncos José Mª
Grimaldos, poniéndolo en conocimiento de los Ilmos. Sres. Presidente y
Fiscal de la Audiencia de Cuenca y toda vez, que para el mejor resultado de las
diligencias que se practiquen, sería conveniente la cooperación del Sargento
que por aquel entonces estaba encargado del puesto de la Guardia Civil de esta
cabecera de partido y en la actualidad se encuentra de oficial de dicho cuerpo
en el pueblo de “El Bonillo”. Diríjase atento oficio al Teniente Coronel de la
Comandancia de Albacete, al expresado objeto de la presencia en este Juzgado de
dicho oficial de la Guardia Civil y después se proveerá.
Lo manda y firma S.Sª.
Doy Fe. Fdº Isasa y Manuel R. de Vera.
(Archivo Tribunal Supremo.
Sumario 94/1910, Legajo 1323, pp. 99, 100)
-
Aludió también a las exhortaciones recibidas del
juez visitador señor Callejo para que trabajara en el descubrimiento del
crimen. (Declaración del Juez D. Emilio de Isasa, ante el
magistrado Sr. Moreno. La Voz de Asturias, 24-03-1926, p. 2, Diario de
Barcelona, 24-03-1926, p. 30)
-
Su aquiescencia y devaneos con
los caciques locales, sobre todo con uno conocido como “Paco el feo”, digno
representante de la reacción conservadora tradicional de la zona en su estado
más puro, llevaron al juez Isasa a reabrir el sumario por la desaparición en
1910 de José María Grimaldos, pues así se lo demandaron insistentemente sus
nuevos amigos latifundistas.
(Revista Guardia Civil -Madrid-, Enero 2000, pp. 71)
03-04-1913 (jueves):
-
Fin de la visita de Inspección de la Comisión Visitadora. (comenzó el
17-03-1913). En la Memoria elevada a la superioridad da cuenta del lamentable
estado del juzgado,… alude al Sumario 18/1912, abierto por delito de escándalo
público sobre revelación de actos de homosexualismo atribuidos al Juez Antonio
Rodríguez,…
(¡AY, DIOS MÍO! ¿EL CRIMEN
DE CUENCA? p. 323)
-
El Tte. Coronel 1er Jefe de la Comandancia de Albacete dirige escrito al
Juez de Instrucción de Belmonte, “no me es posible ordenar la comparecencia
ante ese Juzgado del 2º Teniente de esta Comandancia D. José Taboada Mora, por
radicar las atribuciones para ello en el Excmo. Señor Capitán Gral. de esta
Región.”
(Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, p. 101)
04-04-1913
(viernes):
-
Providencia Sr. Isasa. Póngase comunicación al Sr. Capitán Gral. de la Primera Región, para la
comparecencia del oficial don José Taboada Mora. (Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo
1323, p. 103)
10-04-1913 (jueves):
-
Escrito del Capitán Gral. Primera Región al Juez de Instrucción de Belmonte…
“no puedo ordenar la comparecencia ante ese Juzgado del Teniente de la Guardia
Civil D. José Taboada, por encontrarse actualmente perteneciendo a la
Comandancia de Albacete y depende del Excmo. Sr. Capitán General de la 3ª
Región.”
(Archivo
Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, p. 106)
11-04-1913 (viernes):
-
Providencia Sr. Isasa. Póngase comunicación al Sr. Capitán Gral. de la Tercera Región, para la
comparecencia del oficial don José Taboada Mora. (Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo
1323, p. 108)
12-04-1913
(sábado):
-
Escrito del Capitán Gral. Tercera Región al Juez de Instrucción de
Belmonte… “Con esta fecha ordeno comparezca a las diez, el día antes posible
ante ese Juzgado de Instrucción, del Teniente de la Guardia Civil del puesto de
El Bonillo, Don José Taboada Mora, con objeto de asistir como testigo en sumario
en que intervino siendo Comandante del puesto de esa población. (consecuente a
su telegrama de 11 del actual).”
(Archivo Tribunal Supremo.
Sumario 94/1910, Legajo 1323, p. 109)
15-04-1913 (martes):
-
Parte en el que se da cuenta de la salida del Teniente Taboada de El Bonillo (Albacete) para Belmonte.
(GUARDIA CIVIL. REVISTA OFICIAL PROFESIONAL DEL
CUERPO. NOVIEMBRE 1981, pp. 3 y 5)
-
Providencia Sr. Isasa. “Póngase orden a los juzgados Municipales de Osa de la Vega y de
Tresjuncos para que comparezcan ante el Juzgado Municipal de Osa de la Vega, el
día diez y siete próximo a las nueve de la mañana que se hallará constituido
este Juzgado, a los testigos necesarios, cítese al Médico Forense para que
acompañe a este Juzgado por si fuesen necesarios sus servicios facultativos en
el caso de hallarse el cadáver del desaparecido Grimaldos, o para emitir algún
dictamen,…”
Son
notificados y citados a las nueve de la mañana del día 17,…
León Sánchez
Gascón no ha podido ser notificado por encontrarse en Pedro Muñoz (Ciudad
Real).
(Archivo Tribunal Supremo.
Sumario 94/1910, Legajo 1323, pp. 111 a 118)
16-04-1913 (miércoles):
-
Comparecencia del Oficial Taboada ante el Juez Isasa.“…comparece el que dijo ser y llamarse D. José Taboada Mora,… en la
actualidad Jefe de Línea de “El Bonillo” (Albacete) y manifiesta que comparece
por orden de sus superiores ante este Juzgado como testigo.
Su Sª. después de hacerle presente las consideraciones que como testigo de
calidad tiene,… le instó a que le diera cuantos datos tenga y recuerde sobre el
hecho que dio lugar a la incoación del sumario presente, y dijo: Que está
dispuesto a facilitar cuantos datos tenga, pero que son los mismos que obrarán
en el Sumario,… y por el tiempo transcurrido nada recuerda,… que practicaba
las gestiones que le indicaba el Juzgado.”
-
Providencia Juez Isasa. Póngase comunicación al Teniente de la Guardia Civil, para que si le es
posible auxilie a este Juzgado en el día de mañana en las diligencias que ha de
practicar en Osa de la Vega. (Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, pp. 112 y 113;
¡AY, DIOS MÍO! ¿EL CRIMEN DE CUENCA? p. 529; EL CRIMEN DE CUENCA, SALVADOR
MALDONADO, p. 43)
17-04-1913 (jueves): DETENCIÓN GREGORIO VALERO CONTRERAS
-
Diligencia. Hoy diez y siete de abril sale el Juzgado para el pueblo de Osa de la
Vega,… a las nueve de la mañana se
constituye el Juzgado en Osa de la Vega [1ª vez]. Firmado Rodríguez Vera.
Ante el Juez Emilio Isasa declaran:[48]
-
Declaración de Gabino Gómez
Buendía.- Que se afirma y ratifica,…
Que el José María se
llevaba bien con todos los individuos de su familia (ilegible) se inclina a
creer que la desaparición del José María y después del tiempo transcurrido
(ilegible) le hayan podido quitar la vida. Que ignora si llevaba dinero.
(firmado Gabino Gómez) (121)
-
Declaración de Juana López,- “Que a su hijo lo echó de menos el día veintisiete de Agosto de mil
novecientos diez, no llamándole la atención antes la falta de su hijo, porque
como pastor que era pasaba en ocasiones quince o veinte días con el ganado.
Que al notar la falta por lo que ya se oía por los pueblos de Osa y
Tresjuncos, vino la dicente al pueblo de la Osa preguntando al mayoral del
ganado compañero de su hijo llamado León Sánchez Gascón a quien interrogó la
declarante qué sabía de su hijo José María.
Fue al pronto el León Sánchez que se encontraba sentado en su casa pelando
una cebolla contestó bajando la cabeza sin dar explicación alguna a la
declarante, la que preguntándole otra vez, sino se llevaba el José María bien
con él contestó que sí, y que su compañero José María le había dicho se
marchaba a los baños de la Celadilla y desde aquí a Aranjuez.
Que al decirle esto a la declarante se apresuró a escribir a Aranjuez
valiéndose de su hija Santiaga como (ilegible) puesto que la dicente no sabe
escribir, dirigiendo la carta a un hermano de la declarante que se llama
Eulogio López, diciéndole que contestase a vuelta de correo sobre el extremo de
encontrarse o no su hijo en Aranjuez.
Que no dio ocasión a que le contestase a la carta por venir a los pocos
días un hijo de Eulogio López sobrino de la declarante llamado Florentino quien
dijo a la declarante que el José María no había ido por Aranjuez.
Que después de resultar infructuosas cuantas gestiones hizo la declarante
para averiguar el paradero de su hijo José María, fue cuando ya adquirió la
sospecha de que su hijo pudiera haber sido asesinado, sospechas que
continúa con ellas creyendo que los autores de lo que haya pasado a su hijo
son el mayoral que antes ha referido y que se llama León Sánchez Gascón, que
actualmente se encuentra en Pedro Muñoz (Ciudad Real) (ilegible), León Lorca
Chicote, hortelano que trabajaba en la huerta del Sr. Cura de este pueblo,
muerto ya, y el Gregorio Valero que era por aquel entonces guarda del palomar
de la Virgen de la Vega.
Preguntada por el Sr. Juez para que manifieste si por aquel tiempo tenía
la dicente o su hijo una burra rucia, contesta que no, pues desde tres o
cuatro años antes de la desaparición de su hijo no ha tenido la declarante ni
la familia burra alguna.
Preguntada para que manifieste si el José María tenía unos corderos de su
propiedad, juntos con el ganado que cuidaba, contesta que sí, que estos
corderos sabe la dicente que los vendió en el mes de Mayo a Pascual Coso vecino
de la Osa pastor de oficio, en cincuenta reales cada uno, según le dijo a la
declarante su hijo José María, y que la declarante cree eran ocho los corderos,
recordando perfectamente le dijo su hijo que importaban veinte duros cuyo
dinero le daría cuando quisiera el José María.
Que como la declarante no recuerda cuando los cobró pues dijo su hijo que
al ir a la casa le llevaría el dinero, sospecha que al cobrar la referida
cantidad se la robaron y fuera asesinado por alguno de los individuos
compañeros suyos que antes a dicho. (no firma por no saber). Doy fe.
Firmado Manuel R. de Vera.” (123 a 128)
-
Declaración de Santiaga
Grimaldos.- “…que sospecha que su hermano
José María fue asesinado y que debieron cometer el crimen el Mayoral León
Sánchez Gascón, el guarda del palomar Gregorio Valera y el hortelano León Lorca
Chicote.
Que no han tenido en su casa por aquel tiempo ninguna
burra rucia y si recuerda que su
hermano tenía unos corderos cuyo dinero llevaba en su poder. (firmado Santiaga
Grimaldos)”(129 a 130)
-
Declaración de Ángel Porras [49].-
“Que el rumor por todo el pueblo de
Tresjuncos, y que ha oído el declarante a distintas personas al hablar de
la desaparición del José María es la presunción de que pudiera haber quedado
en el Palomar, toda vez que estuvo por allí el José María y después no se
le vio.(no firma por no saber).”(131 y 132)
-
Declaración de Felipa
Martínez Prieto.- De Tresjuncos, 27 años. “(ilegible)
sospecha que haya podido ser asesinado sin poder asegurar por quien.
(firmado Felipa Martínez)” (132 y 133)
-
Declaración de María Vara[50].- De Tresjuncos, 20 años. “(Ilegible) que sospecha le hayan
podido matar así como dadas las condiciones de carácter del José María
asegura no ha podido marcharse a otras tierras. (firmado María Vara)” (134)
-
Declaración de León Lorca
Chicote[51].- Se ratifica. “Que no puede precisar el día pero que fue a
último de Agosto y que momentos antes vio pasar a la Felipa y María,
manifestando después de varios titubeos sobre quien pasó antes o después
(ilegible) por decir que primero fueron las muchachas, después el José María.
(no firma por no saber).” (136)
-
Declaración de Gregorio
Valero.- Se ratifica. “Que si no hizo
presente ante el Juzgado Municipal lo que consta en su declaración en el
Juzgado de Instrucción de que el día veintiuno de Agosto de mil novecientos
diez estuvo en casa de su amo en Osa de la Vega por haberle dado a éste un
ataque de perlesía, fue porque no se acordó de manifestarlo ante el Juez
Municipal recordando dijo al hijo del amo llamado Constantino que se iba el
dicente al palomar a echar agua a las palomas, haciendo esto sobre las doce a
la una y media del día veintiuno por más que al llamarle la atención S.Sª. dice
que no recuerda y posteriormente dice que sí que se lo dijo al Constantino. (no
firma por no saber)” (138)
-
Declaración de Jorge García
Gómez.- “Que se afirma y ratifica en el
escrito de denuncia que en fecha diez y nueve de Marzo pasado hizo en unión
de Urbano Grimaldos López cuñado del dicente ante el Sr. Juez Visitador,
agregando que no recuerda cual de los hijos del cabrero dijo, vio subir al
palomar de la Virgen de la Vega el día
veintiuno de Agosto a José María Grimaldos, pero aunque no lo recuerda se
afirma que el padre de estos muchachos llamado Pascual Coso, dice haber
comunicado el peatón de (Osa de la Vega) digo de Tresjuncos vio al José María
subir al palomar por habérselo dicho uno de sus hijos y agrega que cuando
fueron a preguntar al palomar el día doce de Septiembre de mil novecientos diez
a raíz del hecho de autos el declarante, Manuel, Adrián y Urbano Grimaldos,
vecinos de Tresjuncos, salió la mujer de Valera y dijo que su marido no estaba
y que había ido al ganado y marcharon, pero el dicente quedó en un cañal que
había junto a la carretera y desde allí vio a Varela y su mujer en la puerta
del palomar; además Raimundo Monreal vecino de la Osa y auxiliar de la
carretera estuvo con unos peones trabajando en frente del palomar en una
cuadrilla que tiene Anastasio Monreal, vecino de la Osa y al notar que olía mal
en la alcantarilla que hay más cerca del palomar y preguntándole a Valero
(Varela) dijo: que es que había matado al perro que tenía porque se comía las
gallinas, y esto lo sabe el declarante por dicho de Raimundo Monreal.
Que el perro era blanco y negro y que en la época a que se refiere a pesar
del dicho de Valero (Varela) le consta el declarante que dicho perro lo tenía
Sinforiano Ruiz, vecino de Tresjuncos.
Preguntado por S. Sª. para que manifieste como ha sido
que la denuncia formulada por el dicente en unión de su cuñado Urbano Grimaldos
no la ha formulado en debida forma dada la gravedad de los hechos a pesar del
tiempo transcurrido hasta la visita de inspección girada a este Juzgado por el
Sr. Juez de Alcázar, contesta: Que no lo ha hecho antes porque en las distintas
ocasiones que han ido al Juzgado de Belmonte no han logrado ver al Sr. Juez de
Instrucción propietario.
Preguntado por su S.Sª. para que manifieste en virtud de la denuncia y la
gravedad de los hechos que hace constar en esta declaración, a que atribuye la
desaparición del José María y de quien o quienes sospecha, como autores de lo
que le haya podido ocurrir, contesta: Que en primer lugar del mayoral León
Sánchez Gascón por la razón de que estando de compañero de José María no
avisase a la familia la desaparición de éste, siendo así que lo más que tardaba
el José María en ir a su casa a mudar eran quince o veinte días, nunca más de
veinte.
Además sospecha de Gregorio Valero (Varela) por lo que lleva dicho en la
declaración y por último de León Lorca Chicote, hortelano, por estar cerca de
palomar y haber visto el día veintiuno de Agosto de mil novecientos diez a la
puesta del sol al José Grimaldos. (no firmando por no saber).”
¾
Declaración de Valentín
Delgado Fernández.- De Tresjuncos. Peatón a Osa de la Vega. “Que Pascual el cabrero de la Osa bastante tiempo después del hecho de
autos y estando en el camino y yendo el Pascual a cavar a una tierra y por la
tarde le dijo: Que había visto a José María Grimaldos subir camino arriba hacia
Tresjuncos a hora de ponerse el sol.
Que el sitio desde donde lo vio fue desde el pozo antes de llegar el José
María al Palomar. (firmado Valentín Delgado)”
¾
Declaración de Ángel Coso.- De trece años. Hijo de
Pascual y Dominga. “Que vio pasar a José
María a últimos de Agosto de mil novecientos diez pasar por donde estaba el
dicente a quien (ilegible) para saludarle, como eran del mismo oficio y como el
dicente es pastor estaba en aquel momento cuidando de su ganado no puede
fijarse en más sino en que subió hacia la carretera y le vio llegar a ella sin
que después se fijara en la dirección que tomó. (firmado Ángel Coso)”
¾
Declaración de Constantino
Ruiz Serrano.- De veintiséis años. “Que sí
recuerda que hacia últimos de agosto de mil novecientos diez tuvo el padre del
dicente un ataque de perlesía, y que con motivo de esto el Gregorio Valero o
Varela, estuvo en algunas ocasiones, pero sin recordar por el tiempo
transcurrido el día y fecha en que estuvo.
Que el referido Gregorio tiene parentesco con los padres del dicente de ser
primos hermanos los padres del Gregorio de los del dicente lo que no obsta para
que manifieste ante el Juzgado los malos antecedentes del referido Gregorio
Valero (a) Varela. (firmado Constantino Ruiz)” (148)
-
Diligencia de reconocimiento. “…en el lugar donde se supone haber desaparecido
Grimaldos,… y en todo el Palomar, caminos y carretera,…
-
Gráfico del lugar reconocido.
-
Providencia Juez Isasa. En vista de lo que resulta de
estas diligencias, procédase a la detención y conducción a la cárcel de este
partido de León Lorca Chicote y Gregorio Valero y la de León Sánchez Gascón
para la que se dará las oportunas órdenes a la Guardia Civil y se pondrá
exhorto a Alcázar por la del último.
A las siete de la tarde de
hoy sale el Juzgado para la capital del partido. Firmado Rodríguez de Vera.
¾ Escrito del Jefe de la
Prisión de Belmonte,… a las diez, y nueve y media han
ingresado en esta Prisión preventiva León Lorca Chicote y Gregorio Valero
Contreras, quedando ambos en clase de presos sin comunicación,…
¾ Dos horas tardaron en
llegar a Belmonte andando,… baja,… iba Gregorio contando,… dos recodos,… cuarenta
y dos escalones,… estuvo cinco días en los calabozos incomunicado, sin luz y
sin que apareciese nadie a llevarle el mínimo que establecía el reglamento: pan
y agua.
¾ Auto al Ilmo. Sr. Fiscal.- En Belmonte. Resultando
que se abrió el sumario presente por comunicación y testimonio de
manifestaciones remitidas a este Juzgado por el Juez Visitador D. Pablo Callejo
sobre desaparición de José María Grimaldos. Considerando… que aparecen indicios
racionales… Vistos los artículos 384-502-505-506-589 de la Ley de
enjuiciamiento criminal… El Sr. Don Emilio de Isasa y Echenique, Juez de
instrucción de Belmonte y su partido dijo: Se
declara procesados en este Sumario a León Sánchez Gascón, León Lorca Chicote y
Gregorio Valero Contreras… se decretó su prisión provisional sin fianza y sin comunicación…
pago de responsabilidades pecuniarias… de mil pesetas a cada uno… Lo mando y
firmo. Emilio de Isasa. Manuel Rodríguez de Vera.
(Archivo Tribunal Supremo.
Sumario 94/1910, Legajo 1323, pp. 114 a 156 y 527, 531, 548, 549 y 725; Heraldo
de Madrid, 05-07-1926, p. 2; EL CRIMEN DE CUENCA, SALVADOR MALDONADO, pp. 48 y
49; La Voz -Madrid-, 09-04-1931, p. 3;
Entrevista al Dr. Jáuregui; Entrevista a Dolores Varón,
esposa de Gregorio Valero, por el enviado especial Federico Morena, Heraldo de
Madrid, 16-03-1926, p.2; Declaración de Gregorio Valero al enviado especial Alfonso Muñoz, El
Liberal, 07-03-1926, p.3; ¡AY, DIOS MÍO! ¿EL CRIMEN DE CUENCA? p. 631.)
18-04-1913 (viernes):
-
Belmonte. Exhorto Telegráfico nº 76, 11´45 horas.- “Proceda detención y
conducción a este Juzgado de León Sánchez Gascón pastor de oficio vecino antes
de Osa Vega residente hoy en Pedro Muñoz pues está acusado en Sumario sobre
desaparición de José María Grimaldos”
-
Alcázar de San Juan. Providencia. Juez Sr. Callejo.- No habiendo comunicación
telegráfica con Pedro Muñoz,… libren carta orden al Juez Municipal,… “Tan
pronto como reciba la presente, proceda a dar las órdenes oportunas para la
detención de León Sánchez Gascón,… ponerlo a disposición del Juez de Instrucción
de Belmonte,… con la mayor actividad y urgencia.”
(Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo
1323, pp. 179 a 183; EL CRIMEN
DE CUENCA, SALVADOR MALDONADO, p. 50)
19-04-1913 (sábado): DETENCIÓN LEÓN SÁNCHEZ GASCÓN
¾
Belmonte. Indagatoria a León Lorca
Chicote.- De Osa de la Vega, 33 años. Profesión yesero, sin instrucción y
con antecedentes penales por lesiones.
Preguntado si sabe o
presume el motivo de recibirle esta declaración, enterado dijo: “Que presume por la desaparición de José Mª
Grimaldos, estatura regular, pelo negro, cejas al pelo, barba clara, viste
blusa a rayas blancas y obscuras, pantalón de pana rayada, alpargatas y sin
señas particulares.
Que no tiene que agregar más que lo que tiene declarado. (no firma por no
saber)”
¾
Indagatoria a Gregorio
Valero Contreras (a) Varela.- De Osa de la Vega, 33 años, sin instrucción y con
antecedentes penales.[52] “Que ignora el motivo de recibirle esta declaración, supone que es por
la desaparición de José Mª Grimaldos, viste blusa negra, pantalón de pana color
avellana, calza albarcas; su pelo negro, cejas al pelo, bigote rubio, barba
negra, ojos azules, estatura regular y sin señas particulares.
Que no tiene que manifestar más de lo que tiene declarado. (no firma por no
saber)”
(Archivo Tribunal Supremo.
Sumario 94/1910, Legajo 1323, pp. 161 a 164)
-
El Juez de Instrucción ordena al Juez Municipal de Osa de la Vega, que cite
para declarar el día 21 a, la madre de
León Sánchez Gascón, la mujer de Gregorio Valero, Raimundo y Anastasio Monreal.
(Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910,
Legajo 1323, p. 190)
-
El Juez de Instrucción ordena al Juez Municipal de Tresjuncos, que cite
para declarar el día 21 a las nueve a,
Manuel, Adrian y Urbano Grimaldos
y a Sinforiano Ruiz y Jorge García Gómez.
(Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910,
Legajo 1323, p. 209)
-
Pedro Muñoz. Providencia Juez Municipal Leopoldo Villargordo, a Comandante
puesto Guardia Civil.- ,…sin demora alguna proceda a la detención del sujeto
León Sánchez Gascón,… y sin pérdida de tiempo sea conducido a disposición del
Sr. Juez de Instrucción de Belmonte,… Lo manda y firma.
-
De Comandante puesto Guardia Civil a Juez Municipal.- Tengo el honor de
participarle que a las 20 ha sido
detenido León Sánchez Gascón,[53]
dicho sujeto queda en la cárcel pública de esta localidad hasta mañana[54]
que será conducido a Belmonte. Fd. El Cte. Cártor.
(Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo
1323, pp. 185 a 187 y 721; ¡AY, DIOS MÍO! ¿EL CRIMEN DE CUENCA? p. 631; EL
CRIMEN DE CUENCA, SALVADOR MALDONADO, p. 51 a 55)
20-04-1913 (domingo):
-
El Juez Municipal de Osa de la Vega, notifica y cita para el día 21 en el Juzgado de
Belmonte a, Valentina Gascón Lorca, Dolores Varón Pavo, Raimundo Ramírez
Catalán, y no a Anastasio Ramírez Catalán por encontrarse ausente de la
localidad.
(Archivo Tribunal Supremo. Sumario
94/1910, Legajo 1323, pp. 192 a 195)
-
El Juez de Instrucción ordena al Juez Municipal de Tresjuncos, que cite la comparecencia
inmediata de, Juana López madre de José María Grimaldos, Urbano, Manuel y
Adrian Grimaldos.
(Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo
1323, p. 207)
-
Escrito del Jefe de la Prisión de Belmonte, León L. Martínez… a las trece y media ha ingresado en esta Prisión preventiva León
Sánchez Gascón, quedando en clase de preso sin comunicación…
(Archivo Tribunal Supremo.
Sumario 94/1910, Legajo 1323, pp. 533)
-
Auto. Después de 2 Resultando y 1 Considerando, Don Emilio de Isasa y Echenique
Juez de Instrucción de Belmonte y su partido dijo: Se ratifica la prisión que sufren León Lorca Chicote y Gregorio Valero
Contreras… se les notifica…
(Archivo Tribunal Supremo.
Sumario 94/1910, Legajo 1323, pp. 167,281 y 527 a 530; ¡AY, DIOS MÍO! ¿EL
CRIMEN DE CUENCA? p. 631; EL CRIMEN DE CUENCA, SALVADOR MALDONADO, p. 61)
-
Puesta en libertad del anciano padre de Dolores Varón, en vista de su
estado de salud y de su patente inocencia [detenido el 18-04].
(El Pueblo -Valencia-,12-03-1926, p. 5; La
Voz-Madrid-, 24-03-1926, p. 2)
-
Parte en el que se da cuenta del regreso de Belmonte a El Bonillo
(Albacete) el día 20 del teniente Taboada, después de haber declarado en
el Juzgado de Instrucción,… no pudo participar en las torturas,… al no estar en
Belmonte.[55]
(Guardia Civil.
Revista Oficial Profesional del Cuerpo. Nov. 1981, pp. 4 y 5)
21-04-1913
(lunes):
-
Belmonte. Declaración de Dolores
Varón Pavo, de 33 años.- “…que su
esposo el día 21 de Agosto se había marchado a casa del amo por estar éste
enfermo… esto no lo declaré antes porque no me lo preguntarían… que si habían
ido personas por el palomar preguntando por José María… que no lo recuerda,…
que fueron muchas… por fin recuerda que fueron el Sargento y otro guardia que
no recuerda más… después que sí que un tío del desapareció cuyo nombre no
recuerda… que si por allí había visto al José María,… manifiesta que iba con
otros que no sabe quiénes son… que si serían Jorge García Gómez, Manuel, Adrian
y Urbano Grimaldos… contestando que no los conoce,… que si le preguntaron por
su marido y por el desaparecido,… que sí, que se aguardaran que llamaría a su
marido que estaba en la huerta y como no se aguardaron y se marcharon
entretanto llegó su marido.
Que si mataron un perro,.. que no. Después que no recuerda si fue por aquel
tiempo, que sí mataron un perro que era todo negro y que lo echaron al rio… (no
firma por no saber). “
-
Providencia Juez Sr. Isasa.- En vista de la declaración prestada por la testigo
anterior acuerda el Juez que provee, la detención
de Dolores Varón Pavo, poniéndole mandamiento.
-
Dolores Varón Pavo, alias la
Varona. Mujer de Gregorio Valero y madre de cinco hijos, estaba citada en el
Juzgado de Belmonte,… llegó andando llevando consigo a su hija de pecho María
Jesús,... El Juez Isasa la acusó de complicidad, la encerró en el calabozo y la
amenazó con procesarla,… (EL CRIMEN DE CUENCA, SALVADOR MALDONADO, p. 57; SOY EL CEPA, ESTOY VIVO,
p. 155;)
-
Declaración de Valentina
Gascón Lorca, de 57 años.- Que si fue a su casa la madre de José María,… que sí, a los pocos días
de la desaparición se presentó la madre, preguntando a la dicente que estaba en
compañía de su hijo León picando cebolla para matar un gorrino, si sabía dónde
estaba su hijo, agregando que si iba por allí no le dejaran sacar las ovejas
que tenía José María en el rebaño mientras no fuera su padre a lo que
contestó la declarante que José María se había ido a mudar para irse a los
baños, cosa que sabía la dicente por haberlo oído en el pueblo pero no porque
le hubiera dicho nada su hijo León, que no tuvieron más conversación y se
marchó la madre de José María, acompañada de una mujer de luto que dijo era
vecina de Tresjuncos, cuyo nombre no sabe la dicente, sin que hablaran nada
más. (no firma por no saber).
-
Providencia Juez Sr. Isasa.- Ingresa como
detenida en esta Prisión, Valentina Gascón Lorca y póngase mandamiento.
-
Declaración de Raimundo
Ramírez Catalán (a) Monreal.- De Osa de la Vega, 50 años, auxiliar de la
carretera, sin instrucción y sin antecedentes.- Preguntado por S.Sª acerca de la cita que le resulta de la declaración
de Jorge García, dice ser cierto lo que en ella se dice. (no firma por no
saber).
(Archivo Tribunal Supremo. Sumario
94/1910, Legajo 1323, pp. 169 a 176).
22-04-1913 (martes):
-
Auto.- Después de 1 Resultando y 1 Considerando. Vistos los artículos 284 - 502
- 505 - 506 y 509 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal.
El Sr. Juez D. Emilio de
Isasa y Echenique, Juez de Instrucción de Belmonte y su partido dijo: Se declara procesadas en este sumario a
Dolores Varón Pavo [celda nº 6. Puesta en libertad 03-05] y Valentina Gascón Lara, [Puesta en
libertad 02-05] con lo que se extenderán dos diligencias (ilegible); se decreta su prisión incomunicada sin
fianza… mil pesetas a cada una para pago de responsabilidad pecuniaria,…
doy fe. Manuel R. de Vera.
(…)
(De un total de 338 (329+5+4) páginas de Cronología,
se ha puesto solamente las cincuenta primeras páginas)
RESÚMENES:
1.- Concepto, Versiones, Origen y Evolución.
2.- Motivos de no volver de La Celadilla.
HIPÓTESIS.
3.- Denuncias.
4.- De Desaparecido a Asesinado.
5.- Causas. Tormentos empleados.
6.- Descripción principales implicados.
7.- Sumario. Envíos y
Devoluciones.
8.- Juzgado de Belmonte. Jueces de
Instrucción.
9.- Elección y Renuncia de
Abogados.
10.- Denuncias de Malos Tratos.
11.- Inscripción defunción en
Registro Civil de Osa de la Vega.
12.- De “muerto, morido, matao” a “resucitado”.
13.- Reconstrucción día y tiempo que estuvo
desaparecido.
14.- Detención, Traslado y Entrega.
15.- Viajes y Cartas.
16.- Primeros encuentros.
17.- Responsabilidades penales.
18.- Encuadre político, social y económico.
19.- Derrotero judicial. Veinticinco años.
20.- Petición/Solicitud de Revisión
Sentencia e Indemnización de perjuicios.
21.- Suscripciones.
22.- Guardas Ayuntamiento de Madrid.
23.- ¿Quién ocultó a Grimaldos?
24.- Sr. Taboada Mora.
25.- Insistiendo en su culpabilidad.
26.- ¿Qué fue de ellos?
27.- Entrevistas. Declaraciones.
Participaciones.
28.- Expedientes. Piezas separadas.
29.- Reformas/Modificaciones.
1)
CONCEPTO, VERSIONES, ORIGEN y EVOLUCIÓN
“El crimen de Cuenca”
El
espíritu de la frase hecha “El crimen de Cuenca” no puede encerrarse dentro del
límite de las palabras; ni se refiere a un crimen anónimo, truculento,
sangrante y terrorífico cometido en Cuenca, o en la provincia de Cuenca.
Desde
su inicio, la expresión “El crimen de Cuenca” es un recurso con
particularidades especiales, y con categoría gramatical y significado cultural
propio.
Su
fondo, su esencia, es la narración y descripción de hechos imaginarios,
ficticios, fantásticos,… influenciados o basados en un hecho real.
V E R
S I O
N E S SE DA A CONOCER
1.- “El crimen de Cuenca”, Luis Esteso. 08-09-1901
ü Romance “EL CRIMEN”. Estreno 08-09-1901
ü (…)
ü Libro “El Crimen de Cuenca”. 1927
2.- “El crimen de Cuenca”, Osa de la Vega. 10-03-1926
ü Libro “El crimen de Cuenca”,
Salvador Maldonado. Noviembre 1979
ü Película “El crimen de Cuenca”, Pilar Miró. Estreno
14-08-1981
ü Documental “Regresa El Cepa”, Víctor Matellano. Estreno 19-03-2019
Rosa León: Canción.
(Libro, Película, y Documental en Cronología
Volumen 8, a partir del 06-12-1969,
Puente de la Inmaculada.)
4.- “El crimen de Cuenca”, San Clemente. 06-07-1929
ü Libro “El crimen de Cuenca”. No
figura autor , 06-07-1929
5.- “El crimen de Cuenca”, Alicio Garcitoral. 1932
ü Libro “El
Crimen de Cuenca”. Alicio Garcitoral. 1932
6.- “El
crimen de Cuenca”, Albalate de las Nogueras. 03-09-1976
ü
Libro “El Crimen de Cuenca”, Luis Auñón Muelas, 1998.
ü
Libro “Lastimosa Historia. El Crimen de Cuenca”. Arturo Culebras.
2003
ü
Cortometraje “Los
entresijos del verdadero Crimen de Cuenca”.
Jesús Fernández García. 2009.
*
Punto 2.- Libro “El crimen de Cuenca - Recuperando la Historia“.
Volumen
1. De 1910 a 1935. (2017)
Volúmenes
2, 3, 4, 5 y 6. De 1910 a 1935. (juntos 2019)
Volumen 7. Hasta fecha edición.
Volumen 8. Cronología y
Resúmenes.
Volumen 9. Sólo fotografías, de
la época y posteriores.
Punto 1 y punto 4.- Volumen 10, “Luis Esteso y el Crimen de Cuenca”.
Punto 6.- Volumen 11, “Los crímenes de Albalate de las Nogueras”.
Este capítulo
es común a los volúmenes 8, 10 y 11.
1.- “El crimen de Cuenca”, Luis
Esteso. 08-09-1901
a) La autoría se atribuye a dos personas:
1) Camilo Esteso y López de Haro, hermano de Luis
Esteso.- “Allí, en el taller de
guarnicionería, donde trabajaban juntos Camilo Esteso y Luis Esteso, antes de
marcharse éste a Madrid, se cometió el crimen, pues se pergeñó el matricidio de
que después hizo gala Luis; con la
circunstancia de que no fue él, sino Camilo el verdadero autor de esta leyenda “tejana”.
Camilo era hombre de gran memoria y extraordinaria inventiva; día tras día fue
redondeando el monstruoso cuento, y relatándolo en el taller ante clientes y
embobados oyentes, siendo luego Luis el
que, para ganarse la vida en las tablas, dio a la publicidad el original, del
que se habrían de impresionar los discos de gramófono y se habían de airear en
telones de ferias las coplas denigrantes del buen nombre de la provincia más
noble y opuesta a lo que le ha dado la macabra fama…”
(Ofensiva -Cuenca-, 30-07-1957, p.3. Carta de Augusto
Parra)
2) Luis Esteso y López de Haro.- “Para poder sentarme una vez cada veinticuatro horas
ante la mesa de algún comedor, hice que me contratasen en una barraca próxima a
los Cuatro Caminos, que se llamaba el Molino Rojo, y allí di a conocer mi romance “El crimen de Cuenca”. Había escrito el romance en serio, pero en un momento de lucidez que tuve, me dije: “Como
diga esto quejumbrosamente, me van a pegar con un ladrillo en la cabeza y se me
van a salir todos los romances de mi vida de una vez”… Y lo volví a escribir en broma.”
(Luis Esteso. Heraldo de Madrid, 02-03-1928,
p. 5)
3) Del contenido de los dos puntos
anteriores se desprende que hay dos
romances: uno en serio y otro en broma; y dos autores: Camilo Esteso y Luis Esteso:
-
“Escrito el romance en serio”.-
Autoría Camilo Esteso, hasta ahora no encontrado.
-
“Y lo volví a escribir en
broma”.- Autoría Luis Esteso, es el conocido, y el que ha pasado a la historia.
b) Autoría de Luis Esteso.- Es el original y primero de los conocidos. Lo escribió como romance, en
broma, narrando y describiendo hechos imaginarios, fantásticos,… afectado e
influenciado por el asesinato, cuando era niño y con la que convivía en San
Clemente (Cuenca), de su tía Dª. María Martina López de Haro.
El asesinato fue cometido por su empleada Inocenta
Maragón Moreno y su marido Pedro María Sáez Lezcano, la noche del 26 de febrero de 1.894.
(El
Correo de Gerona, 17-11-1894, p. 3; La Paz -Murcia-, 17-11-1894, p. 2; La Libertad -Madrid-, 02-03-1928, p. 5; NO
MATARÁS-Célebres Verdugos Españoles, [57] pp. 95, 99, 119
a 122)
c) Luis Esteso lo dio a conocer el domingo 8 de septiembre de 1.901, en su debut en el Molino Rojo, una barraca cómico-lírica, que había en
los altos de Chamberí cerca de los Cuatro Caminos. Madrid. (Heraldo de
Madrid, 09-09-1901, p. 3 y 16-03-1928, p. 5; Madrid Cómico, 14-09-1901, p. 6)
d) Nombre: Según la documentación
encontrada Luis Esteso a su monólogo picaresco le puso el nombre de: “EL CRIMEN”.[58]
Desde el principio, Luis Esteso cuando lo recitaba,
después de “EL CRIMEN”, y con objeto de llamar la atención del público, decía
la muletilla, “…horroroso crimen cometido
en la provincia de Cuenca”; esta muletilla, por repetición y contracción,
se fue acortando hasta quedar integrada en el nombre.
POR REPETICIÓN Y CONTRACCIÓN
- “EL CRIMEN”, …horroroso
crimen cometido en la provincia de
Cuenca.[59]
- “El crimen”, …de la provincia de Cuenca.[60]
- “El crimen”, …de Cuenca.
- “El crimen de Cuenca”.[61]
Es muy posible que la Prensa contribuyera a la
contracción del nombre. El escribir “El crimen, horroroso crimen cometido en la
provincia de Cuenca”, ocupaba demasiado espacio. En Heraldo de Madrid,
09-06-1904, p. 4, figura “…crimen de Cuenca…”
(Primera referencia encontrada en
Prensa).
e) Ediciones encontradas, sin ninguna duda,
hay más:
I.
Libro Monólogos
picarescos. Con un juicio
crítico de Luis Benavente. Fecha: 1910. Madrid: Imp. Artística Española. Libro
31 páginas, 20 cm. Materia: Obras humorísticas. Monólogos (Teatro). Contiene El crimen, Pregón, Sermón místico,
Reunión alegre, Mercado, y otros, hasta 22, B. N. E. Biblioteca Digital
Hispana.
(Primer anuncio encontrado en prensa, Eco Artístico
-Madrid-, 25-03-1912, p. 19)
II.
Libro Los
escritores españoles. Contiene el graciosísimo relato “El crimen de Cuenca”.
(Primer anuncio encontrado en Prensa. La Época -Madrid-, 29-08-1916, p. 4; La
Correspondencia de España, 30-08-1916, p. 4)
III.
Cuadernos
Populares, El crimen de Cuenca y otras cosas de Luis Esteso. Cuaderno 6. 1919.
Magín Piñol, editor, Barcelona.
IV.
Libro El Crimen
de Cuenca a 5 pesetas.
(Primer anuncio encontrado en Prensa. La Nación,
19-03-1927, p. 6)
V.
El interesante libro
de monólogos El crimen de Cuenca,…
a 5 pesetas,… (Anuncio en Prensa, La Voz
-Madrid-, 12-09-1927 p. 5; ABC,
27-09-1927, p. 45)
VI.
Esteso y López de Haro, L. (1927). El Crimen de Cuenca. Madrid: Imprenta de G. Hernández y Galo Sáez. (365 páginas).
El Romance El Crimen de Cuenca, está en pág.
99 y dentro de Monólogos picarescos; y El nuevo Crimen de Cuenca, está
en pág. 222 y dentro de Chascarrillos y Epigramas.
f) Monólogo Original.- Al único objeto de no
repetirlo, y establecer una comparación paralela con el romance/copla de Osa de
la Vega, más abajo figura completo y copiado a la letra, tal y como está escrito
en MONÓLOGOS PICARESCOS, 1910, pág. 10 y 11.
g) Periódicos.- El volumen
“Luis Esteso y El crimen de Cuenca” consta de 493 planas correspondientes a 121
periódicos.
h) Discos gramófono/gramola.-
I.
En Biblioteca Nacional de España, Biblioteca Digital
Hispana, hay varias grabaciones donde se oye a Luis Esteso recitar “El
Crimen”, horroroso crimen cometido en la provincia de Cuenca;
principalmente en discos “Pathé”. Año 1917.
II.
Las firmas discográficas “Regal” y “Record”, hicieron
varias tiradas en discos de pizarra de “El
crimen de Cuenca”; monólogo cómico
recitado por los actores cómicos, Rafael
Díaz y D. Ginés Sánchez.
*
2.- “El crimen de Cuenca”, Osa de
la Vega. 10-03-1926
a) El abogado de León Sánchez, D.
León de las Casas, en carta publicada el 10-03-1926
en página 4 de Heraldo de Madrid, da por primera vez el nombre de “crimen de Cuenca” a los hechos
acaecidos el 21 de agosto de 1.910 en Osa de la Vega; caso Grimaldos; error
judicial de Osa de la Vega.
El abogado D. León de las Casas se hizo cargo de la
defensa de León Sánchez el 25-02-1926. Al tener conocimiento de todo el
sumario,[62]
estableció un PARALELISMO entre el
romance que recitaba Luis Esteso, y los hechos acaecidos desde la desaparición
de José María Grimaldos López el 21 de agosto de 1910 en Osa de la Vega, hasta
la aparición oficial del mismo el 21 de febrero de 1926 en el pueblo de Mira
(Cuenca).
EN LOS DOS CASOS SE DESCRIBEN
HECHOS FANTÁSTICOS, IMAGINARIOS,... RELACIONADOS CON UN HECHO REAL
I.
Luis Esteso
hizo, en broma, su romance “El Crimen”,… “El crimen de Cuenca”
narrando y describiendo hechos
imaginarios, fantásticos,… influenciados y relacionados con un hecho real, el
asesinato de su tía María Martina López de Haro, cuando era niño y con la que
convivía, el 26 de febrero de 1.894 en San Clemente (Cuenca).
II.
Al haber
aparecido vivo el supuesto asesinado, el abogado León de las Casas, a la vista
del sumario comprobó que todos los hechos que se imputaban a León Sánchez y a
Gregorio Valero: robo, asesinato, enterramiento, cremación, etc., eran
imaginarios, ficticios, fantásticos,… y
estaban relacionados con un hecho real, la desaparición de José María Grimaldos
el 21 de Agosto de 1910 en Osa de la Vega (Cuenca).
b) El abogado León de las Casas dio
el nombre de “crimen de Cuenca” el
10-03-1926.
Luis Esteso falleció en Madrid el 15-03-1928 y su hija
Luisita Esteso, que continuó la carrera de artista que había iniciado con su
padre, el 05-03-1986.
No he encontrado nada, ni de Luis Esteso, ni de su
mujer y pareja artística Polonia Herrero Abat “La Cibeles”, ni de su hija
Luisita, donde se dijera de forma verbal o por escrito, algo sobre que a los
hechos de Osa de la Vega se le diera el nombre de “crimen de Cuenca”; ni tampoco sobre la copla del mismo nombre
referida a los mismos hechos.
c) En la época y a los mismos hechos
también le dieron el nombre de “Crimen
de Cuenca”, al menos los siguientes periódicos: El Liberal -Madrid-,
10 y 11-03-1926, pp. 1; El Eco de Santiago, 12-03-1926, p. 1; El Guadalete
-Jerez de la Frontera- 17-03-1926, p. 3; Gaceta Jurídica de Guerra y Marina,
mes de Marzo de 1926, p. 42; Correo Extremeño, 07-08-1930, p. 7; El Eco de
Santiago, 06-08-1931, p. 1; El Luchador -Alicante-, 30-05-1935, p. 1; El Diario
Palentino, 07-08-1935, p.1,…
d)
En la época la expresión “Crimen de
Cuenca” iba precedida de: “romance”, “monólogo picaresco”, “monólogo
cómico”, “copla”, “horroroso”, “graciosísimo relato”, “cuento popular”,
“célebre pieza”, “crimen fantástico”,…
e) La prensa aprovechando el tirón
de difusión y venta del título “Crimen de Cuenca” aplicado al hecho ocurrido en
Osa de la Vega, dio también el nombre de “Crimen
de Cuenca” a los hechos ocurridos con posterioridad en los siguientes
pueblos, también de la provincia de Cuenca; aunque con muy escaso éxito:
I.
Villarejo
Sobrehuerta. (La Libertad-Madrid-, 24-08-1927,
p. 6; El Pueblo Gallego, 24-08-1927, p. 3; El Compostelano, 24-08-1927, p. 3)
II.
Aliaguilla. (Heraldo de
Madrid, 09-10-1928, p. 4; El
Liberal -Madrid-, 10-10-1928, p. 4)
III.
Fuente Escuza. (Diario de Almería, 05-12-1928, p. 2)
IV.
Casasimarro. (Heraldo de Madrid, 23-07-1929, p. 1)
V.
Hoz del Júcar. (Diario de Alicante, 31-10-1929, p. 4)
VI.
Villaescusa de
Haro. (Diario Palentino, 29-07-1930, p. 3; Heraldo de Zamora, 29-07-1930, p. 5;
El Tiempo -Murcia-, 30-07-1930, p. 4)
VII.
Arcos de
Cantera. (Heraldo de Madrid, 15-01-1931,
p. 11)
VIII.
Cuenca. La
Covadonga del Monarquismo. (El Defensor de Granada,
19-05-1932, p. 1; El Pueblo-Valencia-, 19-05-1932, p. 8)
f) En el habla cotidiana, en prensa
y en publicaciones de la época, cuando se hacía referencia a algo no creíble,
fantástico, imaginario, inverosímil, ficticio, etc.,… se decía: “Esto es
como el crimen de Cuenca”, y también, “Esto es otra edición más del
Crimen de Cuenca”.
(Heraldo de
Almería, 12-06-1932, p. 1; La Francmasonería de E. Barrionuevo y Herrán,
Madrid, 1935; El Pueblo Gallego -Vigo-, 19-10-1946, p. 6; La Noche -Santiago
Compostela-, 21-02-1949, p. 1),…
g)
La
Audiencia de Cuenca absuelve a los supervivientes del verdadero crimen de
Cuenca,[63] no del
humorístico que inventó para hacer
reír el gracioso
Esteso.
(El Luchador -Alicante-, 30-05-1935,
p. 1)
h) Bibliografía:
Periódicos y libros que tratan o se
inspiran en el error judicial de Osa de la Vega, caso Grimaldos; dándole el
tratamiento de “Crimen de Cuenca”
1.
Periódicos 1910 - 1935:
a) Volumen 1.- 12 periódicos, 131
(109 más 22) planas.
b) Volúmenes 2, 3, 4, 5 y 6.- 195 periódicos, 2.026
planas.
2.
Periódicos 1910 - Fecha
edición:
a)
Volumen 7.- 101
periódicos, 375 planas.
3.
Libros:
b)
Volúmenes 1, 2, 3, 4, 5 y
6.- 28 libros/otros. (1927-2018)
c)
Volumen 8.- 33 libros /
otros. (1926-1996)
i) Copla y su comparación con la Original de Luis Esteso:
(Luis Esteso y López de Haro) (Osa de la Vega)
EL
CRIMEN[64] |
|
El crimen de Cuenca El crimen de Cuenca[65] Padres los que tengáis hijos, Padres los que tengáis hijos. |
|
hijos que tengáis
parientas, Hijos que tengáis parientas. |
|
parientas que tengáis
primos, Parientas que tengáis primos |
|
y primos que tengáis
suegra. y primos que tengáis suegra, |
|
Mirad qué
crimen más feo mirad que crimen más feo |
|
en la provincia de Cuenca en la provincia de Cuenca… |
|
cometieron tres ladrones Cometieron dos
ladrones |
|
a eso de las doce y media. a eso de las ocho y media. |
|
Con un hacha,
tres pistolas, Cuando un pastorcejo iba |
|
dos sables y una escopeta, a mudar a su caseja |
|
saltaron por una tapia le agarran los
asesinos |
|
lo mismito que tres
fieras. y le cortan las orejas. |
|
Encuentran
por fin al amo, Y el uno da por delante |
|
lo sacan en camiseta y el otro le da
a la inversa, |
|
y en el corral, con el
hacha y lo brean a pinchazos, |
|
le cortan brazos y
piernas. como un colador lo dejan. |
|
Buscaron a la criada, Lo pinchan con un chuchillo, |
|
y debajo de la artesa le atraviesan un
costado, |
|
la encuentran con el
criado, como al Señor Jesucristo, |
|
que estaba acostao con
ella. muy mala muerte de han
dado. |
|
Y entonces el más canalla, Lo cortan en cien pedazos |
|
sacando un arma tremenda, lo sierran en veinte partes |
|
se tira sobre la chica, entre hachazos y mazazos |
|
que era andaluza y
soltera. este trabajo les lleva |
|
Los otros dos asesinos desde un domingo hasta
un martes. |
|
con el criado se enredan, Y no contentos con esto |
|
y el más viejo por delante en viéndole la
cabeza, |
|
y el más joven a la inversa, “la noble parte del
hombre”, |
|
lo pusieron de pinchazos se la cogen en las
manos, |
|
lo mismito que una breva. se la cascan con dos
piedras. |
|
Y no contentos con esto, Morcillas allí parecen |
|
lo cogen de la cabeza, las carnes del
pobre Cepa, |
|
y al tenérsela en las manos muerto, morido, matao. se la cascan con dos piedras. Y gritan “viva la Pepa” Muerto el
amo, muerto el mozo, los que le han asesinao. y la joven medió muerta, Hambriento para este caso los asesinos sacaron allí gruñe un
cerdo atado morcillas de la despensa los crueles
matadores y las frieron con vino, las morcillas le han
echado. y después, con las tijeras Y lo que el mal cerdo
deja destrozaron una sábana; a una hoguera lo han
lanzado se llevaron dos pesetas… y las cenizas a un río Y a un santo
Cristo de barro que pasa por ahí al lado… le dicen cosas muy feas, Ahora en la segunda parte y el santo Cristo se calla damos del suceso
cuenta pa descubrir la tragedia. donde se ve que el que
mata ¿Quién
quiere por cinco céntimos asesina, roba y quema, tomar la parte primera? paga su crimen con creces, Ahora, en la segunda parte, ojo por ojo es el lema… damos del suceso cuenta, Ahora en la cárcel se
pudren, donde se ve que el que mata, los perversos criminales, asesina, roba o quema, en Cartagena y Valencia muere a manos del verdugo donde si entras ya no
sales, como murió Luis Candelas, porque se dice que son como murió Juan Palomo
de España malos penales…
y otros mil de su ralea. Padres los que tengáis
hijos, ¿Quién quiere, por cinco céntimos, hijos que tengáis parientas, tomar la parte primera? parientas que tengáis
primos Padres los
que tengáis hijos, y primos que tengáis
suegra hijos que tengáis parientas, mirad que crimen tan feo mirad que crimen más feo, en la provincia de Cuenca… en la provincia de Cuenca cometieron tres ladrones a eso de las doce y media. |
|
(Total 64 líneas) (Total 61 líneas)
j)
Película: “EL CRIMEN DE
CUENCA” (1979)
Productor: Alfredo Matas. Directora: Pilar Miró. Argumento: Juan Antonio Porto. Guión: Lola Salvador Maldonado y Pilar Miró.
“El crimen de
Cuenca” es la reproducción minuciosa, verista, estéticamente magnífica, de un
suceso acaecido en un pueblo conquense a principios de siglo, exactamente en
1910…”
(ABC, Blanco y
Negro -Madrid-, 13-02-1980, p. 42, J.L. Martín Descalzo.)
k)
Serigrafías: Equipo
Crónica (1979). Cartera con 12 serigrafías El crimen de Cuenca. Editorial
Antojos.
“Benidorm.- …puesto a la venta uno de los 125
ejemplares que se editaron en 1979 de la obra El crimen de Cuenca,
una carpeta con 12 serigrafías sobre papel de 32 x 23 centímetros firmadas por
el Equipo Crónica, que estampó el taller Ibersuizas, ya desaparecido. Todas
ellas formaron parte del libro del mismo título que firmó Julio Caro
Baroja ese mismo año, impreso por la editorial Antojos.”
(Artur Balaguer, El País, 27-06-2012)
l)
Documental: “REGRESA EL
CEPA”. Dirigido por Víctor Matellano. (2019).
Después de 40 años vuelve a los lugares reales del
rodaje, documentación y personajes de la película “El Crimen de Cuenca” de
Pilar Miró.
*
4.- “El crimen
de Cuenca”, San Clemente. 06-07-1929
a)
Periódicos:
- Volumen 10: “Luis Esteso y El crimen de Cuenca”.-
121 periódicos, 495 planas.
b) Libros:
- EL CRIMEN DE
CUENCA. La novela vivida. Madrid. Imp.
Sáez Hermanos. 32 pág.
(06-07-1929). No figura
autor.
Trata de la vida y asesinato, el 26 de febrero de 1.894, en San Clemente (Cuenca) de doña
María Martina López de Haro.
Estos hechos afectaron, influyeron,… en Luis Esteso y
López de Haro, sobrino de Doña María Martina López de Haro, para escribir en
1.901 el romance “EL CRIMEN”,… “El crimen de Cuenca”.
*
5.- “El crimen
de Cuenca”, Alicio Garcitoral. 1932
ü Periódicos:
1. El Defensor de Granada,
19-05-1932, p. 1
2. La Libertad -Madrid-, 25-01-1933,
p. 8
3. Ahora -Madrid-, 17-02-1933, p. 18
4. Nuevo Mundo -Madrid-, 03-03-1933,
p. 18
5. Diario de Almería, 14-02-1936, p.
2
6. (…)
ü Libros:
- El Crimen de Cuenca. Alicio Garcitoral. 1932. Madrid: Ayuso. Biblioteca Silenciada. 271 páginas.
A la llegada de la república, Garcitoral, fue nombrado
gobernador civil de Cuenca en agosto de 1.931, cargo del que le obligan a
dimitir a principios de 1.932 por la publicación restringida de esta novela
política y social…
La provincia queda abandonada a los desmanes de los
caciques, y ya en ella, perdida para la república, sólo podrá haber
gobernadores acomodaticios.
Según el autor éste y no otro es
el Crimen de Cuenca.
*
6.“El crimen de
Cuenca”, Albalate de las Nogueras
03-09-1976
A los hechos acaecidos en Albalate de las Nogueras
(Cuenca), el 8 de marzo de 1.893, se le da el tratamiento de “Crimen de Cuenca” en los siguientes:
a) Periódicos / Publicaciones:
- De la época: Ninguno.
La documentación que figura en el volumen 11 “Los
crímenes de Albalate de las Nogueras”, consta de 48 periódicos/publicaciones de
la época -182 planas-; en ninguno de ellos se le da el nombre, ni hacen
referencia alguna a “Crimen de Cuenca”.
Los hechos fueron conocidos por: Los Cinco asesinatos de Albalate;
Los crímenes de Albalate de las Nogueras; La Tragedia de Albalate; Quíntuple
asesinato en Albalate; Robo y quíntuple homicidio; El horroroso crimen de
Albalate de las Nogueras; Un crimen feroz; Horrendo crimen; Crimen de los
Pacotes,…
b) Las referencias o afirmaciones
que he encontrado están basadas en simples CONJETURAS, a saber:
1. 03-09-1976: …Entonces Francisco Casares dice -Cuenca, la ciudad
del crimen-. Jason Miller dice -Juan Antonio ¿Qué es eso?- Puntualizo que “El
crimen de Cuenca” era como llamaba Luis Esteso a una caricaturesca copla de
ciegos que hizo célebre, allá por los años veinte… inspirada en un
espantable asesinato múltiple acaecido en el conquense Albalate de las
Nogueras, añado que también fue llamado así, y mal llamado, un suceso ocurrido
en otro pueblo de la provincia algún tiempo después… (Memoria de Licenciatura “El crimen de Cuenca”, Juan Antonio Porto
Alonso. Madrid, Junio, 1981, pp.11 a 13; El Día de Cuenca, 06-02-1895, pp. 8 y
9)
2. 20/26-12-1979.- “El crimen: Una leyenda”.- “Cualquier conquense
aunque no sepa las cuatro reglas, sabe que el Crimen de Cuenca no es sino una
invención, un sambenito,… Esteso, basándose en un asesinato real o ficticio,
ideó el “Crimen de Cuenca”,… Según los viejos de la
provincia, Esteso pudo
referirse en sus
coplas -“madres que tenéis
hijos, hijos que tenéis madres…”- a un crimen que ocurrió en Albalate de las
Nogueras. Mi abuela nos contaba en Ribagorda, pueblo a dos leguas de
Albalate, que una noche los ladrones siguieron a una señora que venía de
trasnochar de casa de la vecina… mataron a la mujer, a sus cuatro hijos y a una
joven adolescente que dormía en una cama. Después mataron al gato. Y por último
sacaron las orzas y desuntaron los chorizos y comieron hasta bien entrado el
día…”
(Interviú -Madrid-,
20/26-12-1979, p. 106. Raúl del Pozo)
3. 26-04-2001.-Desde que un famoso cómico conquense como Luis
Esteso marcara con su copilla sobre el crimen de Albalate a nuestra
provincia con el sobrenombre de “la del crimen”, mucho se ha escrito y
hablado,… (El Día -Cuenca-, p. 10)
4. 07-02-2004.- “El crimen
de Cuenca” se produjo como tal, como crimen, el día 8 de marzo de
1893 en Albalate de las Nogueras (Cuenca), donde fueron asesinados una madre y
sus cuatro hijos con ocasión de un robo en su domicilio”,… Las coplas,
encontradas en la Biblioteca Municipal de Cuenca, de las que Luis Esteso
partió para escribir las suyas,[66]
recogen fielmente los hechos ocurridos,…
El último libro aparecido con la idea de aclarar los hechos, no de
novelarlos, es el titulado, “Lastimosa historia. Crimen de Cuenca”, de Arturo
Culebras Mayordomo. Este policía nacional, nacido en Albalate de las Nogueras,
comenzó a investigar a raíz de que llegara a sus manos una comunicación oficial
en la que se hablaba de la sentencia de los autores del crimen. ¿Tú sabes lo
que contiene este documento?, -le dijo su hermano a Arturo Culebras- ¡Pero
si este documento es el del crimen!, -exclamó- .
El libro de Arturo Culebras, recopila toda la documentación y la expone al
lector sin novelar ni hacer comentario alguno,… y a partir de ahí
realizo una sinopsis de cómo creo yo que se lleva a cabo este crimen”.
(Crónicas de Cuenca, 07-02-2004, pp.
1, 18, 19, 20 y 21)
5. 07/13-03-2014.- El Crimen de Albalate de las Nogueras es una de
tantas páginas sombrías de la Historia escritas con la tinta del miedo, la
miseria, la injusticia y la incultura. Ni la primera ni la última; ni la más
negra ni la más truculenta. En ella, el clan de los Pacotes,… entraron armados
con hachas y cuchillos, en casa de la tendera del pueblo… La vil agresión acabó
en una jarana de sangre para la mujer y sus cuatro hijos pequeños,…
Cuando las coplas estesinas aparecieron en uno de aquellos panfletos, junto
a otros chascarrillos populares, se limitaban a glosar un hecho imaginario que
nada tenían que ver con el luctuoso suceso de Albalate de las Nogueras ni con
ningún otro,…
(El Día -Cuenca-, 07/13-03-2014,
pp. 34 y 35)
c)
Libros:
1. GRACIA Y DESGRACIAS DE CASTILLA LA VIEJA, Ramón Carnicer, 512 páginas. (Setiembre 1978). Plaza & Janes S. A. Esplugas de Llobregat (Barcelona).
Este libro es la narración de un
viaje realizado entre febrero y noviembre de 1973…
Albalate de las Nogueras… -Aquí fue el famoso
crimen de Cuenca. Mataron una familia entera. Fue un suceso tremendo.
-¿Cuándo ocurrió? -Lo menos debe hacer cien años, pero molesta mucho a los de
Albalate. (pp. 5, 313 y 314)
2. El Crimen de Cuenca, Luis Auñón
Muelas, 102 páginas (1998). 2ª. Edición: Excmo. Ayuntamiento de Rojales.
Concejalía de Cultura. Alicante. Impreso por: Ingra, S.L. 2º. Premio de novela Salvador García Aguilar.
“Solo
pretendo relatar real y fielmente aquel hecho… sin añadir ni quitar nada, tal
como me lo han contado.” (Página 7)
“Más puedo asegurarles
que se encuentran ante la historia primera y original del “Crimen de Cuenca”. (Página 8)
“Por otra parte, en el
suceso de Osa de la Vega no existió crimen alguno, se trató únicamente de
un error judicial con las pertinentes consecuencias nacidas de otras tiranías y
abusos propios de la época.” (Página 9)
“El Crimen de Cuenca”.
Una lamentable historia sucedida en Albalate de las Nogueras,… (Página 17)
El generalmente conocido
como “El crimen de Cuenca” no es el original. El auténtico y más sangriento
“crimen de Cuenca” es el que Luis Auñón Muelas,… novela en este libro… (Contraportada)
3.
El “Crimen de Cuenca” en treinta Artículos. Antología
periodística del error judicial. Ángel Luis
López Villaverde. 96 páginas. Octubre 2010. Gráficas Garrido, Ciudad Real.
“Aquel suceso [crimen de
Albalate de las Nogueras], rebautizado años después como “crimen de Cuenca” por
el conocido humorista Luis Esteso… en unas coplas.” (Pág. 9) ¿?
4.
Lastimosa Historia. El Crimen de
Cuenca, Arturo Culebras Mayordomo, 102
páginas (2003). 2ª. Edición. Madrid. Visión Net. 2009:
El crimen de Cuenca, se produjo como tal, como
crimen, el día 8 de marzo de 1.893 en Albalate de las Nogueras (Cuenca),
donde fueron asesinados una madre y sus cuatro hijos con ocasión de un robo en
su domicilio.
Así queda recogido en unas Coplas, anónimas, aunque
adjudicadas a Luis Esteso y López de Haro,… (Página 21)
5.
CUENCA DE LEYENDA. José Talavera.
2019. Editorial Almuzara De Leyenda. Imprime kadmos.
Los dos crímenes de Cuenca… “El
verdadero crimen de Cuenca,
Albalate de las Nogueras,… ¿por qué utilizó Pilar Miró este crimen [Osa de la
Vega] en lugar del otro?,… un error judicial de estas características da
mucho más juego en el cine,… ¿ves ahora por qué te digo que todo se
trata de un error histórico? Y así quedará para la posteridad.” (Páginas 214 a 232)
d) Cortometraje: Jesús
Fernández García. (2009). “LOS ENTRESIJOS
DEL VERDADERO CRIMEN DE CUENCA”
Jesús Fernández explica en su nueva película la
verdadera historia del crimen de Cuenca, diferente al famoso de la película de
Pilar Miró, con el título “El
verdadero crimen de Cuenca”,… ocurrido en Albalate de las Nogueras en
1893 -el que erróneamente titula así Miró aconteció en otro pueblo
conquense, Ossa de la Vega, en 1913,…
La película se estrenó el sábado 16-05-2009 en la Filmoteca de Albacete con
el nuevo título “Entresijos del verdadero crimen de Cuenca”, con el
apoyo de la alcaldesa de Torralba de Calatrava (Ciudad Real) María Teresa González, y de la Consejería de Cultura
de la Junta de Comunidades.
(Crónica de Albacete, 18-01-2009,
p. 14, y 10-05-2009, pp. 14 y 15)
e)
Coplas: En el libro “Los Crímenes
de Albalate de las Nogueras”, capítulo Coplas, están completas y copiadas al
pie de la letra.
C O M P A R A C I Ó N
“Lastimosa historia,
En la que se cuenta y declara de en la que se cuenta y declara
de
Una madre degollada con cuatro una madre degollada con cuatro
Hijos y siendo, degollado en la casa hijos y siendo, degollado en la casa
Hasta el gato y robadas quinientas hasta el gato y
robadas quinientas
Pesetas, por cinco criminales pesetas,
por cinco criminales
Malvados, en el pueblo de Albalate malvados, en el pueblo de Albalate
De las Nogueras, provincia de de
las Nogueras, provincia de
Cuenca, el día ocho de marzo del Cuenca, el día ocho de marzo
del
Presente año, con los demás presente año, con los demás
detalles que verá el curioso lector. detalles que verá
el curioso lector.”
LASTIMOSA HISTORIA
“Crimen de Cuenca” EL CRIMEN DE CUENCA
(Arturo Culebras Mayordomo)
(Luis Auñón Muelas)
(Pág. 31 a 39) (Pág.
20 a 94)
Total …. 221 renglones. Total …. 90 renglones
LASTIMOSA HISTORIA LASTIMOSA HISTORIA
Madre de los afligidos, Madre de los afligidos,
Emperatriz de los cielos, Emperatriz
de los cielos,
Que diriges las estrellas, que
diriges las estrellas
Y enfrentas los elementos. y
enfrentas los elementos.
Presten atención mi auditorio, Preste atención mi
auditorio,
Aquí mi pluma se para, aquí
mi pluma se para,
Al referir esta historia, al
referir esta historia,
Escuchad, tan inhumana. escuchad,
tan inhumana.
(…) (…)
Autor desconocido.
Total …. 221 renglones. Total …. 90 renglones
(De los 90 renglones, 67 son iguales y 23 distintos a
la de 221 renglones)
“NUEVA Y LASTIMOSA HISTORIA” y “LASTIMOSA HISTORIA”
C O M
P A R A C I Ó N
“Nueva y Lastimosa Historia,
En la que se cuenta y declara de
En la que se da cuenta y declara una madre degollada con cuatro
los crímenes cometidos por hijos y siendo,
degollado en la casa
Basilio Viejobueno, y terrible hasta el gato y
robadas quinientas
expiación del reo, ejecutado el pesetas, por cinco
criminales
día 23 de
Febrero de 1892 en malvados, en el pueblo de Albalate
la villa de Priego, de la de las
Nogueras, provincia de
provincia de Cuenca.” Cuenca, el día ocho de marzo del
(Propiedad
de Mariano presente año [1893],
con los demás
Culebras) detalles que verá el curioso lector.
1ª Parte ……. 185 renglones (Lastimosa Historia, Arturo Culebras)
2ª Parte ……. 72 renglones (Pág. 31 a 39)
Total ………… 257 renglones Total … 221 renglones
NUEVA Y LASTIMOSA HISTORIA LASTIMOSA HISTORIA
Madre de los afligidos, Madre de los afligidos,
emperatriz de los cielos, Emperatriz de los cielos,
da luz a mi inteligencia Que diriges las estrellas
para explicar los
sucesos, Y enfrentas los elementos.
de un perverso criminal, Presten atención mi auditorio,
que es Basilio
Viejobueno, Aquí mi pluma se para,
en el pueblo de Albalate, Al referir esta historia,
cuyo partido es de
Priego. Escuchad, tan inhumana.
(…) (…)
================================= Autor: Anónimo.
Es propiedad de MARIANO CULEBRAS
y nadie podrá reimprimirlas sin su permiso.
=================================
CUENCA: Imprenta de la Plaza e Hijos. Tablas, 28
* *
Preguntas
2) Motivos
de no volver de La Celadilla.
Domingo, 21 de Agosto 1910.
Osa de la Vega
¾ Sobre las 14 o 14,30 horas, en las inmediaciones del
palomar de la Virgen de la Vega, se despidió de su mayoral León Sánchez, en
cuya casa comía: “Que al día siguiente
se marchaba a los baños dejando en su puesto a Lucilo Parra,…” [67]
¾ …bañarse en el río. (El Caso, 26-01-1980, p. 4)
¾ Sobre las 15,30 horas, en el puente de La
Calzada, que está en las inmediaciones de la Osa, habla con Lucilo Parra: ”Que se marchaba a los baños de la Celadilla y que si le emparejaba
podía ser que desde dichos baños se marchara a los baños de Aranjuez (donde
vivía su tío Eulogio López),… y si podría quedarse en su puesto durante ocho o quince días, a lo que accedió el
declarante,…” [68]
¾ Sobre las 17 horas, en casa de su tía
Leandra, mujer del peatón de la Osa a la farmacia de Villarejo de Fuentes,
Felipe Gómez Alarcón, “Felipe el andarín”: “Que
efectivamente estuvo en su casa su resobrino José María Grimaldos, como lo
hacía siempre, diciendo que se marchaba a Tresjuncos…” [69]
¾ En casa de su cuñado Leandro
Buendía en la Osa.[70]
¾ En casa de su tío Gabino Gómez
Buendía: Que estuvieron
juntos hasta poco
antes de ponerse
el sol [71] .“Que el José María dijo que se marchaba a Tresjuncos para marcharse
al día siguiente con su madre a los
baños de La Celadilla,...” [72]
¾ Sobre las diez de la noche, después de cenar y cuando
se dirigía a ver a su novia, hoy su mujer Dionisia García, Pedro Rada conocido
por “El Potra”, vio al “Cepa” y estuvo
hablando con él sobre media hora: “Que se
marchaba a los baños de La Celadilla…” [73]
¾ “El declarante se fue a Tresjuncos andando sin encontrarse con nadie en el camino,… no estuvo, ni entró jamás en el Palomar,… cenó en casa de sus padres en Tresjuncos y cree también se acostó sin poder precisar esto porque a lo mejor pasaba la noche con los amigos,… [74]
Lunes, 22 de Agosto 1910. Tresjuncos
Preguntado a donde se marcho al día siguiente contesta:
¾ “Que a los baños de la Celadilla, sin decir a sus padres ni a sus hermanos donde iba.” (08-03-1926. Belmonte. Juez Escribano. Ampliación declaración José María Grimaldos.)
¿Por qué se marchó sin
decir nada a sus padres,…?
¾
Hay quien piensa que huyó para no
entregar a su madre el resto del dinero que tenía de la venta de sus
ovejas, pues ya se había quedado con cinco duros, y parece que le amenazaba con
apoderarse de los restantes, cada domingo, cuando José María se acercaba a su
casa de Tresjuncos “a mudar”.
(Memoria de Licenciatura
“El crimen de Cuenca”, Juan Antonio Porto,
p. 115)
-
Preguntado que dinero le quedó de ese al tiempo de marcharse a los baños de
la Celadilla contesta que unos diez
duros pues lo demás o sea como una mitad de dicho precio lo entregó a su padre
y como unos cinco o seis duros a su hermana María casada con Jesús
diciéndose a su hermana que no pasase cuidado por entregarlos al dicente y que
cuando pudiera se los entregara a su madre.
(Ampliación declaración de
José María Grimaldos ante el Juez Escribano, 08-03-1926)
*
Preguntas
Si José
María cenó y durmió el 21-08-1910 en Tresjuncos, casa de sus padres, y al día
siguiente se marchó a los baños de La Celadilla.
I.
¿Por qué Urbano Grimaldos López denuncia el 12-09-1910 la desaparición en
Osa de la Vega, de su hermano José María el día veinte o veintiuno de Agosto
pasado,…?
¾
12-09-1910.-En el Juzgado municipal de Osa de la
Vega,… Urbano Grimaldos López denuncia:
“Que por noticias particulares su hermano
José María Grimaldos López desapareció
de esta localidad,… el día veinte o
veintiuno de Agosto pasado,…
(Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, pp. 1 a 5)
II.
¿Por qué María Grimaldos Ferrer, dice que su padre desapareció el
16-08-1910 [martes]?
-
Mi padre desapareció el 16
de agosto de 1910. Si figura en el sumario el día 21, es porque fue cuando
mi abuelo, extrañado de que no fuera a su casa, como había dicho “para
cambiarse de ropa”, lo que hacía cada quince días, presentó la denuncia. Y
puedo decir algo más, esa noche del día 16 la pasó en el pueblo, pero en casa
de un amigo, al que dijo a donde se iba…
(El Caso, 19-01-1980, pp. 1, 8 y 9; 26-01-1980, p. 7;
02-02-1980, p. 10)
III.
¿Por qué su madre el
27-08-1910 se presenta en Osa de la Vega, casa de la madre de León Sánchez,…?
-
“…preguntando a la dicente,…si sabía dónde estaba su
hijo, agregando que si iba por allí no le dejaran sacar las ovejas que tenía
José María en el rebaño mientras no fuera su padre,… “
(21-04-1913. Declaración de Valentina Gascón, madre de
León Sánchez)
IV.
¿Por qué sus padres el
22-09-1910 manifiestan en declaración ante el Juez Municipal de Tresjuncos
Calisto Moya,…?
-
“Que desde el
día diecinueve de Agosto [viernes] pasado que estuvo en la casa del
declarante a mudarse de ropa marchándose
al amanecer del día siguiente al ganado, no
ha vuelto a verlo ni tener noticias de su paradero,…”
(22-09-1910. Declaración de Anselmo Grimaldos y Juana
López; Archivo Tribunal Supremo, Legajo 1323, pp. 51 a 53)
V.
¿Por qué la familia estuvo viajando y preguntado por los pueblos cercanos?
¾ Viajando la familia por estos los pueblos cercanos y
no cesando en hacer averiguaciones hasta el día de hoy…
(22-09-1910. Declaración de León Sánchez)
¾
Que después
de resultar infructuosas cuantas gestiones hizo la declarante para averiguar el
paradero de su hijo José María,…
(17-04-1913. Declaración de Juana López Gómez)
VI.
¿Por qué no estuvieron en La Celadilla, donde los padres, la familia, y
gran parte de Tresjuncos y Osa de la Vega sabía que quería ir, y con toda
probabilidad había ido?
-
[No
estuvieron en La Celadilla. Si hubieran estado lo habrían manifestado, la dueña
Petra Algaba y el encargado Bienvenido García, en sus declaraciones de 22-09-1910
al Juez del Pedernoso, de 14-12-1910 -Archivo Tribunal Supremo. Sumario
94/1910, Legajo 1323, pp. 63 y 64-; y de 08-03-1926 en el Juzgado de Belmonte.]
VII.
¿Por qué su madre el 31-10-1913 manifiesta ante el Juez Municipal de Osa de
la Vega Alejandro Moyano,…?
- “Que le consta de una manera cierta que a su precitado hijo José María Grimaldos López, lo mataron el día veintiuno de Agosto del año mil novecientos diez durante la sanochada, en el palomar llamado de la Virgen de la Vega,… y que sabe lo mataron los precitados Gregorio y León,…”
*
Hipótesis
Domingo,
21 de Agosto 1910
Si José
María dice en Osa de la Vega, que se va mañana a los baños de la Celadilla
acompañado de su madre, lógicamente a final del día toda la preparación del
viaje está finalizada y hecha por sus padres, ya que él estaba
trabajando en Osa de la Vega.
Para poder hacer un viaje dos personas (José María y su madre) a los baños de La Celadilla (60 km ida y vuelta), y
con una duración de cuatro a ocho días,[75] los preparativos requeridos
en cuanto a comida, agua, ropa, atalajes,… no se pueden llevar en unas alforjas
al hombro o en cestas de mano.
¾ “…que los
que iban a bañarse comían por su cuenta,… se acostaban en unas modestas
habitaciones por las cuales solían pagar unos dos reales diarios,… o quedándose
a dormir al raso guarecidos en las cañas,…”
(08-03-1926. Belmonte. Juez Escribano. Declaración de
Vicente Moreno López, dueño de los baños de La Celadilla)
Lo más probable es que como medio de carga y de
apoyo en las caminatas, (la madre tenía 68 años)
dispusieran de un burro/a, (bien de José María, de un familiar o de
algún amigo), que era el medio más común
y del que disponían todos los pastores y muchas casas de cualquier pueblo.
a) Afirmaciones que José María tenía un burro/a:
-
26-07-1910.-
Que cuando vio al Grimaldos fue,… al siguiente día del día de Santiago o sea el
veintiséis de julio que se acercó por servir a un mismo amo yendo montado en un burro,…
(Declaración de Gregorio Valero, Archivo Tribunal
Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, p. 26)
-
Llegó un
joven con una burra rucia y un crianzo,…
dijo que era de Tresjuncos,… de una estatura regular,… de oficio pastor,… de
pocas luces,…”
(14-12-1910. Declaración
ante el Juez de Belmonte de Bienvenido García Ruiz, bañero de la Celadilla.
Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, pp. 63 y 64)
-
EL CRIMEN QUE NO EXISTIÓ
(…)
El tenía unas ovejas
y un buen día las vendió
con el dinero y un burro
sin avisar se marchó
(…)
(Poesía de Corona Delgado, mujer ya fallecida de
Daniel Sánchez, hijo de León Sánchez. La poesía tiene 212 líneas, sus datos vienen directamente de León
Sánchez -en volumen 8-.)
¾
“…llevándose
en un borrico cuanto tenía, porque
no pensaba volver a Osa.”
(Clímax -Barcelona-, 28-04/04-05-1977, pp. 64 y 65.
Valentín Sánchez Lopezosa)
b)
Su familia niega en 1913
que tuvieran una burra rucia en 1910:
-
Declaración de Juana López:
“Preguntada por el Sr. Juez
para que manifieste si por aquel tiempo tenía la dicente o su hijo una burra rucia, contesta que no, pues
desde tres o cuatro años antes de la desaparición de su hijo no ha tenido la
declarante ni la familia burra alguna.
-
Declaración de Santiaga Grimaldos:
“…Que no han
tenido en su casa por aquel tiempo ninguna burra rucia”
(17-04-1913. Juzgado de Belmonte en Osa de
la Vega. Juez Emilio Isasa.)
No hay
ninguna duda que José María se fue andando a Tresjuncos, sin encontrarse con
nadie en el camino, y cenó en casa de sus padres en Tresjuncos,…
¾ “El declarante se fue a Tresjuncos andando sin encontrarse con nadie en
el camino,… no estuvo, ni entró jamás en el Palomar,… cenó en casa de sus padres en Tresjuncos y cree también se acostó sin
poder precisar esto porque a lo mejor pasaba la noche con los amigos,… [76]
Lógicamente,
durante la cena la conversación era el viaje previsto para el día siguiente, y
el tema del dinero.
José María era el único de los ocho hermanos que vivía
en casa de sus padres. Por ser Juana la matriarca de la familia, y por afán de
protección, (“para el numeroso “clan”
Grimaldos, José María fue siempre considerado el hermano pequeño, sin duda por
su físico y sus evidentes limitaciones mentales.”[77]) quería a toda
costa controlar y llevar el dinero.
-
Declaración de Juana López:
“Que llevaba
veinte o veinticinco duros de unos corderos que vendió.
(22-09-1910. Juzgado de
Belmonte, Juez Manuel Rodríguez.)
¾ …su madre,… se había quedado con cinco duros, y parece que le amenazaba con apoderarse
de los restantes cada domingo, cuando se acercaba a su casa de Tresjuncos a
mudar,…”.
(Memoria de Licenciatura
“El crimen de Cuenca”, Juan Antonio Porto,
p. 115)
José María que no, que él era ya un hombre,… y el
dinero suyo.
No se pusieron de acuerdo, la discusión subió de
tono,… quedaron muy enfadados,… se acostaron.[78]
Lunes,
22 de Agosto 1910
José María se
levantó muy temprano, aparejó el burro/a, cargó todo lo que estaba preparado (para dos personas) y se marchó,…
-
A Osa de la Vega por la carretera de Tresjuncos a Belmonte, y de aquí al
Pedernoso y baños de la Celadilla,…”
(El Liberal -Madrid-, 20-03-1926, p. 2, Grimaldos.
Detalles de su desaparición.)
A pesar de
estar dos/tres días sólo en La Celadilla, su enfado y su disposición a no
volver se mantuvieron firmes,…
No se iba a ver en otra. Sólo y lejos del pueblo, con
un burro/a cargado con suministro para dos personas, y con el dinero que tenía,…
-
D. Vicente Moreno dueño de La Celadilla, le dijo que un pastor de
Tresjuncos llamado José María estuvo
allí los días 22 y 23 de agosto de 1910,… tomando los baños hasta que se
sintió indispuesto.
(El Liberal -Madrid-, 19-03-1926, p. 2, Declaraciones a
Conceso Coso; El Liberal
-Madrid-, 24-03-1926, p. 2, Declaraciones de Petra Algaba)
-
Dispuesto a no volver a mi casa, marché a Camporrobles,…
(El Sol,
06-03-1926, p. 1. Enviado especial Sr. Muñoz)
*
“En 1910 ya
se sabía oficialmente que Grimaldos estuvo tres días en los baños de la
Celadilla.”
(El Liberal -Madrid-, 24-03-1926, p. 2)
* *
Preguntas
Por qué en 1913 el Juez de
Instrucción de Belmonte D. Emilio Isasa:
-
No evacuó la orden (22-09-1910) del Juez de Instrucción de Belmonte D.
Antonio Rodríguez González, diligenciada por el Juez del Pedernoso D. Toribio
Heras, que estuvo interrogando personalmente acompañado por el Alguacil y
dos guardias municipales, a la dueña de La Celadilla, Petra Algaba y al encargado Bienvenido García y
le dijeron que un pastor de Tresjuncos
llamado José María, llegó el 21 y estuvo allí el 22 y 23-8-1910 y les
dijo que se iba a la finca de D. José María Perona en Pedro Muñoz, a colocarse
de zagal,…
(El Liberal -Madrid-, 24-03-1926, p. 2; Heraldo de Madrid, 24-03-1926, p.
4; La Época, 25-03-1926, p. 4;
-
No evacuó el escrito (06-12-1910) del sargento José Taboada Mora dirigido al juez de Belmonte, Antonio
Rodríguez, en el que le comunicaba: “…el bañero de los baños de la celadilla,
término del Pedernoso, Bienvenido García Ruíz, dijo a una pareja, que recordaba
haber visto en dichos baños a últimos de agosto ppdº. a un pastor de
Tresjuncos, llamado José María.”
-
¿No evacuó la declaración (14-12-1910) ante el Juez
de Belmonte de Bienvenido García Ruiz,
bañero de la Celadilla? “Llegó un
joven con una burra rucia y un crianzo,… dijo que era de Tresjuncos,… de una estatura regular,… de oficio pastor,…
de pocas luces,…”
(Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo
1323, pp. 63 y 64)
-
¿Se negó a admitir las
declaraciones de la madre de León y de la dueña de los baños de La Celadilla,
que querían testimoniar la existencia de Grimaldos,…?
(Tratado en el capítulo
Responsabilidades penales.)
¾ ¿Se negó a admitir el testimonio de Pedro Rada “El
Potra”, de Osa de la Vega?
“Al parecer, y en 1913, Pedro Rada “El Potra” quiso
declarar ante el Juez Isasa, que cuando en la noche del 21 de Agosto de 1910[79] se dirigía a ver a su novia, Dionisia García,
se encuentra con José María Grimaldos, con el que departe como cosa de media
hora, el zagal le cuenta que se marcha a los baños de La Celadilla,… pero su testimonio no fue admitido “porque el
sumario ya estaba cerrado”.
(La
Correspondencia Militar, 25-03-1926, p. 6; Memoria de Licenciatura “El crimen de Cuenca”, Juan Antonio Porto Alonso,
p.136)
*
-
“En 1913 estas citas no fueron
evacuadas porque contradecían totalmente las confesiones,…”
(El Liberal
-Madrid-, 24-03-1926, p. 2)
* *
Preguntas
3) Denuncias.
12-09-1910 (lunes): PRIMERA DENUNCIA, POR DESAPARICIÓN
-
En el Juzgado municipal de Osa de la Vega y ante el Juez Suplente Alejando
Moyano y el Secretario Habilitado, Cesáreo Calero, Urbano Grimaldos López
denuncia: “Que por noticias
particulares su hermano José María Grimaldos López desapareció de esta
localidad donde se hallaba guardando el ganado de la propiedad de Francisco
Antonio Ruiz el día veinte o veintiuno de Agosto pasado, diciéndole al
mayoral de dicho ganado que se marchaba a los baños, que el mismo día que salió
del ganado lo vio Ángel Porras, vecino de Tresjuncos en el camino que
conduce a dicho pueblo en el sitio llamado pozo dulce, que el referido Ángel le
dijo a José María Grimaldos, me han dicho Felipa y María que te des prisa haber
si las coges, sin que estas lo vieran al referido José María ni el Ángel lo
encontrara en el camino,… (firma Urbano Grimaldos).”
(Archivo Tribunal Supremo.
Sumario 94/1910, Legajo 1323, pp. 3 y 4)
19-03-1913
(miércoles): SEGUNDA DENUNCIA, POR
ASESINATO
- Según Luis Jiménez de Asúa -
-
“…Teniendo a la vista las diligencias y declaraciones del expediente:
La segunda denuncia que motivó la causa criminal fue
suscrita por los padres de Grimaldos, su tío Manuel y el cuñado de éste llamado
Jorge, y se redactó en Belmonte, por don Pedro Caballero, rico propietario, ya muerto,
fundándola en estos deleznables hechos: que dos mujeres de Tresjuncos
afirmaban haber visto entrar en El
Palomar a Grimaldos el desaparecido, y que no le vieron salir, pero que, en
cambio, vieron alejarse de aquel sitio a Gregorio Valero y a León Sánchez,…”
(Crónica del Crimen, Luis Jiménez de Asúa, pp. 79, 80, 93 y 94)
26-03-1913 (miércoles): TRASLADO SEGUNDA DENUNCIA AL
JUEZ DE INSTRUCCIÓN
-
El Juez Visitador Sr. Callejo, pone en conocimiento y da traslado al Juez
de Instrucción de Belmonte Sr. Isasa, la denuncia efectuada el 19 de los
corrientes, sobre desaparición de José María Grimaldos,…
Don Miguel Casado San José, Secretario de la Comisión
Visitadora del Juzgado de Belmonte.
Doy fe: “Que ante el Sr. Juez Visitador y de mi el
Secretario comparecieron en diez y nueve de los corrientes Urbano Grimaldos
López, casado, de veintiocho años, pastor, y Jorge García Gómez, de
cuarenta años, labrador, y ambos vecinos de Tresjuncos, manifestando que en
veintiuno de Agosto de mil novecientos diez desapareció José María Grimaldos
en el camino de la Osa a Tresjuncos sospechando los comparecientes que debió
ser asesinado, habiendo dicho un muchacho del cabrero de la Osa que le vio
subir al Palomar de un tal Varela de apodo y no le vio bajar.
Lo anteriormente relacionado concuerda con la comparecencia que obra en el
expediente de visitas… (firmado y rubricado, Miguel Casado).”
(Archivo Tribunal Supremo.
Sumario 94/1910, Legajo 1323, pp. 94 a 96)
*
Preguntas
I.
¿Por qué, la
primera denuncia es por desaparición, y la segunda por asesinato?
II.
¿Es casual que
la segunda denuncia se haga al día siguiente de que comiencen en el Juzgado de
Belmonte los trabajos de la Comisión Visitadora del Juzgado de Alcázar de San
Juan?
¾ 17-04-1913.
“Jorge García Gómez.- Preguntado por S. Sª. para
que manifieste como ha sido que la denuncia formulada por el dicente en unión
de su cuñado Urbano Grimaldos no la ha formulado en debida forma dada la
gravedad de los hechos a pesar del tiempo transcurrido hasta la visita de inspección
girada a este Juzgado por el Sr. Juez de Alcázar, contesta: Que no lo ha
hecho antes porque en las distintas ocasiones que han ido al Juzgado de
Belmonte no han logrado ver al Sr. Juez de Instrucción propietario.”
III.
Si la segunda
denuncia -según
Luis Jiménez de Asúa- :
¾
“Es suscrita por los padres
de Grimaldos, su tío Manuel y el cuñado de éste llamado Jorge, y se redactó en
Belmonte, por don Pedro Caballero, rico propietario,… fundándola en que dos mujeres de Tresjuncos
afirmaban haber visto entrar en El
Palomar a Grimaldos el desaparecido, y que no le vieron salir, pero que, en
cambio, vieron alejarse de aquel sitio a Gregorio Valero y a León Sánchez,…”
¿Por qué en el traslado al Juez de Instrucción figura?
¾ “Suscrita
por Urbano Grimaldos López y Jorge García Gómez,… fundándola en lo dicho por un
muchacho del cabrero de la Osa que le vio subir al Palomar de un tal Varela de
apodo y no le vio bajar,…”
IV.
¿Por qué la
primera denuncia y la segunda -según Luis Jiménez de Asúa-, se fundamentan en manifestaciones de
vecinos de Tresjuncos, y la segunda, -trasladada por el Juez
Visitador al Juez de Instrucción-, se fundamenta en manifestaciones de un
vecino de la Osa?
V.
¿Es casual qué el Juez Visitador Sr. Callejo tarde siete días en
dar traslado de la denuncia al Juez de Instrucción Sr. Isasa?
VI.
¿En la segunda
denuncia no se hizo mención de la primera porque no interesaba nada, ni el
motivo, ni las declaraciones, ni la tramitación, ni el resultado final?
VII. ¿En la segunda denuncia no interesaba nada de la primera, porque fue programada y dirigida?
*
“Don Antonio Rodríguez González,
juez que instruyó el primer sumario, y que no encontró justificación para
dictar auto de procesamiento contra nadie,…
Insistentemente
ha asegurado que ni de las declaraciones que él recibió con ocasión de haber
desaparecido Grimaldos, ni de las otras diligencias practicadas, podría
deducirse remotamente la culpabilidad de los acusados, ni tampoco la muerte del
desaparecido,… se trataba sencillamente de haber desaparecido un hombre de su
pueblo.”
(El Liberal, 12-03-1926, p. 2)
*
“Las pesquisas
llevadas a cabo, tanto por los miembros del Cuerpo como por el juez titular del
Juzgado de Belmonte. Antonio Rodríguez González, demostraron que el “Cepa”
había abandonado voluntariamente el pueblo.”
(Revista Guardia Civil, Enero 2000, pp. 70 y 71)
* *
Preguntas
4) De
desaparecido a asesinado.
(…)
5) Causas.
Tormentos empleados.
1. Caciquismo,
Política electoral y Persecución política.
2. Los
tormentos empleados para
el logro de
la confesión de los inocentes.
1)
Caciquismo, Política electoral y Persecución
política
¾
Por una
vicisitud profesional nos depositó el tren recientemente en la provincia de
Cuenca. Departíamos en el Casino de un pueblo con algunos contertulios acerca
de temas diversos. Un Casino de pueblo es como el Archivo de Simancas de toda
la provincia, o como el sismógrafo que registra todas las vibraciones de la
sísmica social de la comarca. Nuestros interlocutores eran hombres de varia
significación política, y todos bien calibrados en el medio local.
(…)
-
Por lo
menos -terció un nuevo conversador- no negará usted que el caciquismo era
fuente de disociación y de odio en los pueblos y entre los pueblos de España…
Porque aquí, en la provincia de Cuenca, hemos tenido uno de los ejemplos más
tristes del mundo.
El panegirista de la Democracia pareció rendirse:
-
Si se
refiere usted al caso del pastor Grimaldos -dijo-, comenzaremos a ponernos de
acuerdo.
-
En eso
no hay discrepancias -subrayaron otros dos-.
Nosotros, un poco sorprendidos por tan inesperada coincidencia,
aventuramos una pregunta:
-
¿Es que el asunto del famoso
“crimen” fue un caso de política?
-
Política, señor… Política y
caciquismo nada más. Eso es, pese a cuanto se ha escrito en torno a ese
proceso, de dominio público en toda la provincia.
Y, como observara mi gesto de estupor, se creyó cortésmente obligado a
ilustrarme.
-
Verá
usted… En Osa de la Vega, como en todos los pueblos, había caciques contrarios,
que eran como los últimos satélites de los grandes sistemas planetarios, liberal
y conservador, que tenían su centro de atracción en la jefatura de los
partidos. Se daban allí las luchas y los desafueros que caracterizaban la
política de banderías por el deseo de mando, de absorción de poderes…
-
¿Supone usted -inquirimos, asombrados-
que esta monstruosidad fue obra del caciquismo?
-
Es vox populi…
-
(…)
-
¡Caciquismo! Esa era la
Democracia del viejo régimen. La libertad se había prostituido. Y la Justicia,
que es su atributo más austero y perspicuo también…
(La Nación, 04-02-1927, pp. 1 y 2. Escrito de J. San Germán Ocaña)
¾ Duque de Tarancón. Juan Muñoz y
Bernardo de Quirós. Diputado conservador, el cual apenas conseguía votos en Osa
de la Vega. Una figura en la sombra, de
la que todos hablan, pero ninguno ha visto: un “fantasma” simbólico del poder,
Un hombre sin nombre y sin rostro, del que se habla,
todavía, con supersticioso temor.
En
Tresjuncos, en cambio, tenía ascendencia:
-
Por
eso, tenían más rumbo que nosotros…
Francisco Martínez Contreras, diputado comarcal o de
distrito del mismo partido, era uno de los hombres del duque.
¾
La política también influyó. Por aquí, venía mucho el conde [duque]
de Tarancón, que era diputado provincial por el partido conservador, pero en el
pueblo no lo votábamos ni la mitad. ¡Cómo había dos partidos…! ¿Pues eso…! Cómo no lo votamos, el conde [duque] fue el que lo atropelló todo. Un
escarmiento, pero bueno. Diez o doce años, desacreditado el pueblo:
nosotros éramos criminales, sin hacer nada…
(Memoria de Licenciatura
“El crimen de Cuenca”, Juan Antonio Porto Alonso, pp. 122, 145 y 146. Eufrasio
López, nacido en Osa de la Vega en 1888, herrero en 1926)
¾ Puede asegurarse que influencias caciquiles y manejos electorales fueron el
motivo de que al cabo de tres años se incoara procedimiento contra León Sánchez
y Gregorio Valero…
(Crónica del Crimen, Luis Jiménez de Asúa, p. 78)
¾ Singular intervención de algunos
habitantes de Tresjuncos.- Tresjuncos y Osa de la Vega son dos pueblos comarcanos, tienen siempre
vivas y antiguas rencillas, atizadas por cuestiones electorales. Se habla de un “descubierto” por
contingente provincial del pueblo de Osa de la Vega (unas 58.000 pesetas,
según se afirma) que Juan Francisco
Fernández, de Osa, consiguió “amortizar” por influencias del diputado a
Cortes que estaba afiliado a la política contraria a la de don Francisco
Martínez Contreras (ya difunto), que representaba en el Congreso al distrito a
que pertenecía el pueblo de Tresjuncos. Parientes
de este último, más conocido por el apodo de Paco el feo, son los hermanos del Val, amos o caciques de
Tresjuncos y protectores de la familia Grimaldos, especialmente de Manuel, tío
del desaparecido. La amistad íntima del juez con don Francisco Martínez
Contreras era pública en todo el confín de estos pueblos, y a esta amistad
atribuyen los habitantes de la comarca las anomalías del sumario.
(Crónica del
Crimen, Luis Jiménez de Asúa, pp. 93 y 94)
¾ Pasaron tres años. Era época de elecciones, y el cacique, apodado “el Feo”,
prometió a cierto personaje político de la ciudad todos los votos de Tresjuncos
-pueblo natal del supuesto pastor
asesinado- si aparecían los asesinos de
Grimaldos. Las apetencias malsanas se desbocaron y empezó la odisea,…
(El Heraldo de Madrid, 01-04-1932,
p. 14, FEDERICO DE URRUTIA, Volumen 1)
¾
Su aquiescencia y devaneos
con los caciques locales, sobre todo con uno conocido como “Paco el feo”, digno representante de la
reacción conservadora tradicional de la zona en su estado más puro, llevaron al
juez Isasa a reabrir el sumario por la desaparición en 1910 de José María
Grimaldos, pues así se lo demandaron
insistentemente sus nuevos amigos latifundistas.
(Revista Guardia Civil
-Madrid-, Enero 2000, pp. 71 y 72)
¾
Francisco Martínez Contreras, diputado a Cortes por el
distrito de San Clemente. Líder disidente de la facción
conservadora.
Altura política:
Distrito
de Belmonte-San Clemente
Elecciones Generales____ Votos emitidos Votos obtenidos
26-04-1903 Sufragio masculino 8.505 8.505
10-09-1905 Sufragio masculino 8.897 4.713
21-04-1907 Sufragio masculino 8.529 8.524
08-05-1910 Sufragio masculino 9.230 4.482
08-03-1914 Sufragio masculino Fue derrotado.
Hubo quien le atribuyera la activación de la visita de inspección, y
con ella la reapertura del sumario.
(AY, DIOS MÍO! ¿EL CRIMEN DE CUENCA? pp. 605; https://es.wikipedia.org)
¾
Todo fue inducido por el diputado Contreras, administrador de la Condesa de
Mantilla, que tenía todos los votos de la comarca, menos los de Osa de la Vega,
que votaba a izquierdas, precisamente encabezados por el padre de Gregorio y
por Gregorio y León. Ese fue el detonante de las acusaciones.
¿Pero León y Gregorio se figuraban el origen político de su desgracia?
Algo deberían saber, ya que en la taberna de Osa de la vega y por defender
en una discusión a las izquierdas, fue multado por el diputado Contreras con 25
pesetas y cuatro días de arresto. En otra ocasión fueron puestos en una pizarra
sus nombres y paseados como “indeseables” por el pueblo, y en otra recibieron
una paliza por cortar unas cañas, propiedad de una finca administrada por
Contreras. Era un caso claro de persecución política.
(Las Provincias
-Valencia-,10-06-1990, p.68, Hermógenes Aroca)
¾ …la fama que, según se ha apuntado en algunos
escritos, tenían los dos inculpados. El propio Francisco Guijarro Valero, nieto
de Gregorio, reconoce en la actualidad que su abuelo “era de los más reivindicativos y sindicalistas”. (El Día -Cuenca-, 22-08-2010, p. 20
*
2) Los
tormentos empleados para el logro de la confesión de los inocentes
a) La prensa española, amordazada por la censura, no ha podido detallar las
violencias que Valero y León sufrieron. Pero han circulado por Madrid con
profusión y he atestiguado su veracidad teniendo a la vista las diligencias y
declaraciones del expediente.
Gregorio Valero
y León Sánchez afirman que fueron maltratados por el teniente, el sargento y
los guardias civiles, estando grillados y esposados.
Además de los castigos comunes a
los dos reos, padeció cada uno las siguientes brutalidades específicas: a León le puso el guardia Telésforo estaquillas entre las uñas y
palos entre los dedos, apretando luego ferozmente, y el antedicho Telésforo con
sus compañeros le ataron los testículos con un bramante arrastrándolo cuatro o
cinco pasos mientras le daban golpes con las culatas de los fusiles. A su vez Valero sufrió estos martirios: el
sargento Taboada le pasó por encima del hombro el sobrante de las esposas,
tirando de él a tiempo que le ponía la rodilla en la espalda, lo que le
ocasionó tan vivo dolor que se desvaneció declarando; y el mismo Taboada fue
arrancándole pelo a pelo el bigote. Todos estos tormentos se dice que no sólo
fueron ordenados por el juez, sino que la mayoría de estos atropellos fueron en
presencia del que tiene por misión preparar el sumario con toda ecuanimidad y
justicia. También parece que por mandato del juez estuvieron con grillos más de
treinta días y por algún tiempo su régimen alimenticio fue sardinas y pan con
poquísima agua. Las violencias empleadas dejaron lesiones evidentes, y el doctor
Baldomero Pedernoso [Labarga] confirmó que los presuntos reos fueron
maltratados.
El rostro de Gregorio
Valero [León Sánchez] presenta una cicatriz que le parte una ceja y varios
surcos blanquecinos en la cabeza que las heridas dejaron al cerrarse, como
reliquias patéticas de los bárbaros tratos a que fue sometido.
He aquí el verdadero motivo de
este error judicial, que transforma su naturaleza, transmutándola de yerro
doloroso en un verdadero delito del que son responsables los guardias civiles que, en funciones de policía
judicial, arrancaron a unos inocentes la confesión de un crimen que no habían
perpetrado, y, en su caso, el juez que ordenó el empleo de tales
procedimientos.
(Crónica del Crimen, Luis Jiménez de Asúa, pp. 79 y 80)
b) Luis Jiménez de Asúa, en la
Conclusión de su ensayo dice: “…Fueron anomalías de un sumario iniciado con fines
preconcebidos y las violencias injustificadas, causantes de la falsa confesión,
las que produjeron la dramática injusticia. La índole del error se esfuma y da
paso a figuras delictivas trazadas en nuestro Código penal,…”
(Verba-Gijón-, Junio 1926, pp.10, 11 y 12)
c) Sentencia injusta dictada por el Tribunal de Derecho
de Cuenca, como consecuencia del veredicto erróneo que el Tribunal del Jurado
emitió, coaccionado por la opinión pública, y ésta a su vez equivocada, no sólo
por las confesiones de los procesados,
arrancadas por la violencia que ejercieron unos guardias civiles por
mandato del juez instructor, sino también por las falsedades de todo orden
cometidas en el sumario por algunos jueces, fiscales, magistrados y secretarios
judiciales.
(Conferencia del abogado D. León de las Casas en el Ateneo de Madrid 01-05-1931, El Liberal -Madrid-, 02-05-1931, p.4.)
d) “La censura de Primo de Rivera impidió decir entonces
lo principal: por qué León y Valero llegaron a declararse autores del asesinato
de Grimaldos. Yo relataba las torturas
para que los celosos auxiliares del señor Laiglesia se escandalizaran y
tacharan galeradas sin cuento. Y, sin embargo, a todos hubiera convenido
saber hasta qué punto el juez de Belmonte -el señor Echenique, ya fallecido-
estaba identificado con el sargento de la Guardia civil,…
Es de suponer que después
de estos datos -y tantos otros que serían impublicables- nadie atribuirá la “confesión” de León y Gregorio a idiotismo aldeano. En la confesión intervinieron
factores humanos elevados, consideraciones de piedad heroica, sentimientos
sublimes,…
No hubo otra sangre en el crimen de Osa de la Vega que
la de León Sánchez y Valero,…
(La Libertad -Madrid-, 28-07-1935, p. 2, Ramón J.
Sénder, Recordando lo de Osa de la Vega)
e)
En cuanto a las torturas, ¿fueron invención? Nunca llegaron a probarse. Admitimos, cuando tanto se ha
insistido, que alguna especie de
maltrato habría, pero en aquella época el maltrato era una práctica
policial admitida por la sociedad y las autoridades con igual naturalidad que
aceptaba la pena de muerte, hoy considerada inhumana. Hasta poco antes, el
tormento o tortura había sido figura jurídica reconocida en leyes y códigos…
(Guardia Civil. Revista Oficial Profesional del Cuerpo, Nov. 1981, p. 4)
f)
La intolerable tragedia que
vivieron Gregorio Valero y León Sánchez se desarrolló entre las cuatro esquinas del poder político-económico, del poder judicial, del poder
policial y del poder eclesial. Un desairado cacique y diputado conservador,
un ambicioso e inflexible juez, un sargento violento y brutal y un cura medroso
y pusilánime trazaron el infernal cuadrilátero en el que se debatieron dos
inocentes.
(Cambio 16, 24-08-1981, pp. 66 y 67)
*
”Me confesé autor de una muerte que no había hecho sin
temor al peso de la Ley, ya que suponía con buen acuerdo que por muy fuerte que
la Ley fuese, no llegaría ni con mucho a serlo tanto como el rigor de los hombres.”
(Declaración de Gregorio Valero a La Voz de Cuenca, 17-03-1926, p. 1)
*
01-05-1913. Estábamos esposados, aspeados,
rendidos de andar de un lado para otro entre los guardias civiles; vencidos por la tortura de los
interrogatorios, y, sin embargo, al vernos frente a frente fue tal nuestra
indignación, nuestro furor, que nos acometimos como fieras, a mordiscos, a
patadas. Nos agarramos el uno al otro como perros de presa. Si no vienen a
separarnos nos despedazamos allí.
(Declaraciones de León Sánchez, Heraldo de Madrid, 02-03-1926, p.1)
*
León
Sánchez está actualmente viejo y enfermo, diríase que cansado de vivir. Así me
lo manifiesta en sus primeras palabras.
-
¡He
sufrido mucho! En los primeros años de mi permanencia en presidio, aquejado de
un constante malhumor, casi no comía. A no haber sido por los funcionarios del
establecimiento, que velaban por mí, me
hubiera dejado morir de hambre.
¿Usted
y su compañero no hicieron nunca protestas de inocencia?
-
Las hicimos en el primer momento
de nuestro calvario y las renovamos en cuantas ocasiones pudimos. Pero diríase existía un
preconcebido afán de condenarnos. Además, se nos injuriaba de tal manera, era
tal el odio que se nos profesaba, creían
tener un convencimiento tal de nuestra culpa, que era preferible la
reclusión al vilipendio de una libertad de aquella suerte conseguida. Y lo
mismo en Osa de la Vega, que en Belmonte y que en Cuenca. Ya digo: era
imposible resistir la avalancha de un pueblo, de un partido judicial y de una
provincia que se alzaba frente a nosotros como el más trágico de los fantasmas, y tras un horrendo martirio, vencidos,
humillados, nos resignamos a la misericordia de Dios, que era el único que
sabía la verdad.
(Las Provincias -Valencia-, 23-04-1932, pp. 13 y 14)
*
¡Horas inmensas de soledad y
encierro! Un traje pardo, unas puertas de hierro y cuatro paredes muy altas. Y
sobre las cuatro paredes, un sol muy azul en Cartagena y un cielo opaco y
pluvioso en El Dueso. Y así, un año, y dos, y tres, cuatro, cinco y seis...
¡hasta dieciocho [doce]!
(Mundo Gráfico, 28-08-1935, p. 17. José Rico de Estasen)
* *
Preguntas
6) Descripción principales
implicados.
José María Grimaldos López (a) el “Cepa”
(El día que desapareció,
21-08-1910)
De Tresjuncos, 28 años, sin instrucción,…
“Estatura más bien baja,[80] color rubio, barba
cerrada, ojos pardos, labios gruesos, pelo castaño sin que tenga ninguna
particularidad en la cara, pantalón negro de berbina, blusa de vichi a cuadros
remendada, chaleco claro de lana, camisa de color con pechera nueva, boina en
la cabeza y abarcas en los pies.”
(22-09-1910. Juzgado de Belmonte, Juez Manuel Rodríguez. Declaraciones de Anselmo Grimaldos Delgado y Juana López Gómez, padres de José María. Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, pp. 51 y 52)
*
(Rueda reconocimiento de José María Grimaldos López. 26-02-1926)
“Constituida rueda de varios sujetos integrada por José María Grimaldos,…
el testigo lo ha reconocido de una manera inmediata con completa certeza,
basando dicha seguridad en la forma de la boca por sus labios abultados y los
ojos salientes y la barbilla un poco aguda y la barba cerrada,…”
(Juzgado de Belmonte. Juez Escribano. Declaración como testigo de Primo
Briega Buendía).
*
Informe y ficha
antropométrica de José María Grimaldos
(Juzgado de Instrucción de Belmonte, 27-02-1926)
“Firmados por
D. Amalio Grande Cortijo,
médico forense y por D. Mariano
Domingo, médico titular de Belmonte:
Exponen que requeridos por el Juez de primera
Instancia del partido Judicial de Belmonte para dictaminar antropométricamente
al sujeto José María Grimaldos López, así como de su estado psíquico, se
personaron en la prisión preventiva donde se encuentra el referido sujeto.
Resultando de el examen que se hizo lo siguiente:
Referente a la antropometría va detallada en la
tarjeta adjunta, claro está que muy deficiente, pues por no disponer de los
aparatos que auxilian a la ciencia en estos casos no se ha podido medir el
ángulo facial ni el newtoniano, ni el diámetro antero posterior ni trasverso
del cráneo y lo que se hizo fue con una cinta métrica.
Del estudio psiquiátrico no hemos podido notar nada
anormal, se trata de un individuo que discurre relativamente bien y únicamente se
aprecia una deficiencia mental debido a que su imaginación ha estado durante toda
su vida en un ambiente poco propicio para su desarrollo y por tanto pasando lo
que a todo órgano fisiológico, que viene con atrofia o el desarrollo sigue su
actividad.
No teniendo más que exponer firman la presente en
Belmonte a veintisiete de febrero de mil novecientos veintiséis.
(Firmado Amalio Grande y
Mariano Domingo)
- Hay dos fichas.- Una, con la huella dactilar de las
dos manos. Otra, con los datos antropométricos recabados con la cinta métrica.”
(Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, pp. 901 a 904
* *
Gregorio Valero Contreras (a) “Varela”
(El día que fue detenido,
17-04-1913)
De
Osa de la Vega, 33 años, sin instrucción,…
“Viste blusa negra, pantalón de pana color avellana,
calza albarcas; su pelo negro, cejas al pelo, bigote rubio, barba negra, ojos
azules, estatura regular y sin señas particulares.”
(19-04-1913. Juzgado de Belmonte. Juez Emilio Isasa. Indagatoria; Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, pp. 161 a 164)
*
Naturaleza
- Osa de la Vega (Cuenca) = Edad, 43 años = Talla - 1´670 ms. Peso - 69 kilos =
Pelo - castaño = Cara-oval = Ojos pardos = Color - sano = Complexión-buena =
Estado civil - casado = hijos = Señas particulares. = ----------
(Prisión Central de San Miguel de los Reyes, Valencia, 18-02-1924)
*
Gregorio
Valero Contreras,… Es un hombre alto, enjuto, moreno, y se observan en
su rostro las duras huellas de todo lo pasado.
(El Heraldo de Madrid, 06-03-1926, p. 2)
* *
León Sánchez Gascón
(El día que fue detenido, 19-04-1913)
De
Osa de la Vega, vecino de Pedro Muñoz, de 33 años, con instrucción, sin apodo,…
“Pelo negro, cejas
al pelo, ojos pardos, nariz regular, boca ídem, cara ovalada, barba poblada,
color sano, una cicatriz sobre la ceja derecha y otra en el labio superior,
viste blusa de color, faja, pantalón de pana, alpargata abierta y calcetín
negro.”
(22-04-1913. Juzgado de Belmonte. Juez Emilio Isasa.
Indagatoria. Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, p. 177)
*
“León
Sánchez -dice el periodista que relata lo hablado durante la visita- viste
traje de pana color marrón. Cuelga de sus espaldas una bufanda de lana… envejecido
empero, ya algo canoso por los sufrimientos del drama. Habla quedo y deja en
las pausas abierta la boca en un rictus especial, muy inquietante, muy de
protagonista de drama, como si fuera asmático. Hace bailar la gorra entre los
dedos sarmentosos de sus manos y está todo él en un recogimiento que cuadra
perfectamente con su papel de víctima inocente.”
(El Pueblo -Valencia-, 13-03-1926, p.6; El Cantábrico, 13-03-1926, p.3)
* *
Preguntas
7) Sumario.
Envíos y Devoluciones.
(…)
8) Juzgado Belmonte. Jueces de
Instrucción.
(…)
9) Elección
y Renuncia de Abogados.
(…)
10) Denuncias
de Malos tratos.
(…)
11) Inscripción defunción en el Registro
Civil
de Osa de la Vega.
(…)
12) De
“muerto, morido, matao” a “resucitado”
(…)
13) Reconstrucción día y tiempo que estuvo
desaparecido José Mª. Grimaldos
López
21-08-1910 – 21-02-1926
(Los datos de este día son los mismos que figuran en el punto 1, “Motivos
de no volver de La Celadilla”)
¾ 21 de Agosto 1910 (domingo):
¾ Sobre las 14
o 14,30 horas, en las inmediaciones del palomar de la Virgen de la
Vega, se despidió de su mayoral León Sánchez, en cuya casa comía: “Que al día siguiente se marchaba a los
baños dejando en su puesto a Lucilo Parra,…” [81]
¾ …bañarse
en el río. (El Caso, 26-01-1980, p. 4)
¾ Sobre las
15,30 horas, en el puente de La Calzada, que está en las
inmediaciones de la Osa, habla con Lucilo Parra: ”Que se marchaba a los baños de la Celadilla y que si le emparejaba
podía ser que desde dichos baños se marchara a los baños de Aranjuez (donde
vivía su tío Eulogio López),…y si podría quedarse en su puesto durante ocho o
quince días, a lo que accedió el declarante,…” [82]
¾ Sobre las 17
horas, en casa de su tía Leandra, mujer del peatón de la Osa a la farmacia de
Villarejo de Fuentes, Felipe Gómez Alarcón: “Que
efectivamente estuvo en su casa su resobrino José María Grimaldos, como lo
hacía siempre, diciendo que se marchaba a Tresjuncos…” [83]
¾ En casa de su cuñado Leandro Buendía en
la Osa.[84]
¾ En casa de su tío Gabino Gómez Buendía: Que
estuvieron juntos hasta
poco antes de
ponerse el sol [85] .“Que el José María dijo que se marchaba a
Tresjuncos para marcharse al día siguiente
con su madre a los baños de La Celadilla,...” [86]
¾ Sobre las diez de la noche, después de
cenar y cuando se dirigía a ver a su novia, hoy su mujer Dionisia García, Pedro
Rada conocido por “El Potra”, vio al
“Cepa” y estuvo hablando con él sobre media hora: “Que se marchaba a los baños de La Celadilla…” [87]
¾ “El declarante se fue a
Tresjuncos andando sin encontrarse con nadie en el camino,… no estuvo, ni
entró jamás en el Palomar,… cenó en casa
de sus padres en Tresjuncos y cree también se acostó sin poder precisar esto
porque a lo mejor pasaba la noche con los amigos,…
Al día
siguiente… sin decir a sus padres ni a sus hermanos donde iba tornó a Osa de la Vega
por la carretera de Tresjuncos a Belmonte, y de aquí al Pedernoso y baños de la
Celadilla,…” [88]
¾ “Que en los baños de La Celadilla estuvo el 22 y el 23,…”
¾ De 24/25 de Agosto a primeros Septiembre.- “Dispuesto a no volver a mi casa[89],… salí de dichos baños que están al otro lado del Pedernoso y andando andando crucé Belmonte y seguí
la carretera de Cuenca hasta Campo-Robles [sobre 150 km] donde encontré trabajo
como pastor en la casa de José Olmo,…”
¾ Un año.- En Camporrobles (Valencia), casa de José Olmo, viuda
Rosario Parra.
20 de febrero
de 1.911. Edicto del Juzgado de Belmonte sobre desaparición de José María Grimaldos.
Boletín Oficial provincia de Cuenca, Nº 22, p. 4.
¾ De San Pedro 1911 a San Pedro
1915.- En Aldea de Cuevas (Utiel, Valencia), casa de José Ortiz Fernández.
¾ ¿…?.- En Camporrobles (Valencia), casa
de José Olmo. “Que lo conoció hace unos
once años estando en Camporrobles en casa de José Olmo y al mes se juntaron,…”
¾ ¿…?.- En Camporrobles (Valencia), casa
de Luciano Arroyo. (Ausente)
¾ 10 meses de 1917 a 1918 en Camporrobles (Valencia).- En casa de Raimundo Pérez, hijo Emiliano Pérez
Villena.
¾ De Febrero a Julio de 1918 en Fuenterrobles (Valencia).- En casa de Fabio Arroyo Solaz.
May-1918, Exp.
Embargo Diputación, falta pago cédula personal.
Invierno, Muere un hijo varón al poco de
nacer.[90]
¾ De San Pedro 1919 a San Pedro
1921.- En Casas de la Cañada (Mira,
Cuenca), casa de Luis Fuentes alcalde de Mira.
¾ De San Pedro 1921 a San Pedro
1922.- En Cañada de Mira (Mira,
Cuenca), casa de Teodoro Clavijo.
El 02-08-1921
nace su hija María.
Tiene obtenida
en Mira una Cédula personal en el año 1922.
¾ De San Pedro 1922 a San Pedro
1923.- En Cañada de Mira (Mira, Cuenca),
casa de Eugenio Salinas.
¾ De Nochebuena [1924] hasta
días antes última Virgen de
Septiembre [1925].- En Casa de la Viña, (Camporrobles, Valencia), casa de Jesús López, rentero
de Victoriano García.
En 1925 nace su hija Alejandra.
¾ Desde última Virgen de Septiembre [1925].- “En su casa de Mira, pero ya sin querer colocarse por años, dedicándose a
la vendimia y trabajos sueltos que iban
saliendo,… que encontrándose falto de recursos para hacer el viaje desde Mira a
Tresjuncos para recoger los documentos que necesitaba para casarse, a
instancias repetidas del cura de dicho pueblo, este Sr. escribió con el consentimiento
del declarante al cura de Tresjuncos, en este sentido y dicho fin, y cuando
estaban aguardando la contestación a dicha carta, se presentó la guardia civil
y le dijo que quedaba detenido,…“
[19-02-1926]
¾ 21 de Febrero 1926 (domingo).- El juez municipal de Osa de la
Vega, Vicente Belinchón, convocó a las autoridades y al pueblo y dio lectura,
desde el balcón de la Casa Consistorial, a la carta del juez municipal de
Mira,…
Esta lectura es la noticia oficial de la aparición con
vida de José María Grimaldos López.
León y
Gregorio se encontraban en libertad condicional.
* *
Preguntas
14) Detención, traslado y entrega: 7 días.
Mira: 19-02-1926 – Belmonte: 26-02-1926
19-02-1926 (viernes): Guardia
Civil de Mira
¾
“El José María Grimaldos
fue detenido en su domicilio en Mira, el día 19 a las 22 horas,…”
20-02-1926 (sábado): Guardia Civil de Mira
¾
[Preparación del dispositivo ¿?]
21-02-1926 (domingo): Guardia
Civil de Mira
¾
En el día 21 sale conducido
hasta el puesto de Enguídanos para que continúe la conducción hasta ponerlo a
disposición del Juez de Instrucción de Belmonte.
22-02-1926 a
25-02-1926 Guardia Civil de
Enguídanos ¿?
26-02-1926 (viernes): Guardia Civil de Cervera del Llano,
en automóvil línea Cuenca a Belmonte.(1)
¾
Juzgado Instrucción
Belmonte. Juez Sr. Escribano. Presentado que ha sido por
la Guardia Civil del puesto de Cervera del Llano al que provee un pliego con el
detenido José María Grimaldos López, expídaseles por el Secretario el
correspondiente recibo.
(Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, pp. 807,832,835,837
y 838)
___
(1) Heraldo de Madrid, 10-03-1926, p. 4 -Las Tragedias de la vida-: “El primer encuentro de Grimaldos con uno de
estos vecinos ocurrió en Villalgordo, en el momento de dirigirse hacia Belmonte
acompañado por la Guardia Civil para ser identificado por el juez. En dicho
lugar, al montar en el automóvil, fijó su vista en él un viajero que ocupaba
otro sitio próximo. Este viajero, que era D. Santos del Val secretario de
Tresjuncos, reconoció espontáneamente a Grimaldos, los dos hablaron,…”
[26-02-1926].
[De la lectura del punto (1) se deduce, que José María Grimaldos acompañado
de la Guardia Civil no venía en el automóvil de línea Cuenca a Belmonte, sino
que subió a dicho automóvil en Villalgordo del Marquesado, situado a 24 km de
Belmonte.
La distancia, aproximada, de Mira a Belmonte por Cuenca
es de 190 km, y por Camporrobles de 160 km.]
*
Preguntas
¿Dónde tuvieron a José
María Grimaldos del 22 al 25-02-1926?
¿Durante estos cuatro
días, lo estuvieron aleccionando?
¾
Parece como si relatase una lección bien
aprendida,…
(El Sol, 06-03-1926, p. 1)
¿Cómo hicieron José María
Grimaldos y la Guardia Civil el camino de Mira a Villalgordo del Marquesado?
¿El encuentro, en
Villalgordo del Marquesado, de José María Grimaldos y Santos del Val, fue un
encuentro casual?
¾
Hermanos del
Val, amos o caciques de Tresjuncos y protectores de la familia Grimaldos,…
(Crónica del Crimen, Luis Jiménez de Asúa, pp. 93 y
94)
¿Por qué tardaron siete
días en ponerlo a disposición del Juzgado de Instrucción de Belmonte?
*
“Que en su interior el
declarante creyó que por no haber muerto José María Grimaldos, podía llegar el
día que se supiera que vivía y hasta su paradero… ”
(26-02-1926. Belmonte. Declaración como testigo, León
Sánchez Gascón)
* *
Preguntas
15) Viajes
y cartas.
V I A J E S
Julio/Agosto 1911:
-
(…)
José
María no contesta. María Santos interviene al punto:
- ¡Eso no es verdad! ¡Eso sólo puede decirlo alguien
que nos quiera mal! Algo parecido ocurrió en mi casa, en La Muela,[91] al año escasamente
de la desaparición de José María. Mi hijo Manolo, que tenía por entonces doce
años, creyó ver a su tío; pero sin duda, fue en sueños.
- Acaso -dice José María- fue a mi hermano Urbano, que
se parecía mucho a mí, a quien vio.
(…)
(Heraldo de Madrid, 17-03-1926,
p 2; Memoria de Licenciatura “El crimen de Cuenca”, Juan Antonio Porto Alonso,
p. 116; El Caso, 26-01-1980, p. 7)
Enero/Febrero 1923:
-
Un día pasó una cosa muy rara.
Faltaban aún varios años para que saliera mi padre y estábamos todos en casa de
noche porque había un nevazo de miedo. Y de pronto, que llaman a la puerta con
los nudillos, como con miedo. Una llamada de pobre. Como hacía tan malo, mi
madre se apiadó y fue a abrir. Era un hombrecillo con toda la manta cubierta de
nieve: se le veía poco y pidió una caridad. Mi madre le dijo que esperara, que
le iba a sacar algo de comer y de repente, que se para mi madre en el comedor y
que da un grito, diciendo que ese que estaba es el Cepa, el que todos
decían que había matado mi padre,… pero mientras gritábamos todos, nos fuimos a
la puerta a ver,… allí no había nadie, sólo seguía cayendo la nieve,…
(María Sánchez, hija mayor de León Sánchez. El Crimen de Cuenca. Lola
Salvador Maldonado, p. 128 y 129)
-
(…)
- ¿Estuvo usted en
Hontanaya, en casa de su hermana Luz [Paz]?
- No, señor.
- Pero se asegura que sí, que estuvo usted, y que su
hermana, para despistar, dijo que se le había aparecido su alma.
José
María no contesta.
(…)
Lo que no contaba el Cepa
es que había estado a principios de año en Hontanaya a visitar a su hermana
Paz,… cuando lo vio se desmayo,… luego le dio de cenar, viéndolo el hijo
pequeño,… ¿no es ese el tío, madre?,… no, es un alma del purgatorio,… ¿las
almas comen gachas, madre?,… Dicen
que aquella noche salió de Hontanaya cubierto con una piel de oveja, mezclado
con las reses de un rebaño…
Para evitar que el niño lo fuera contando, había
encargado decir misas por el alma de su hermano,…
(Heraldo de Madrid,
17-03-1926, p 2; El Imparcial 12-03-1926, p 2; EL CRIMEN DE CUENCA,
SALVADOR MALDONADO, pp. 130 y 131, lo pone a principios de 1923; El
Caso, 26-01-1980, p. 7)
- Cuentan también que un sobrino de José María algunas veces ya había dicho que había visto a su tío, entonces le decían que deliraba que estaba loco que como iba a ver a un fantasma, pero lo que parece es que él venía a algún evento familiar o alguna matanza y entraba y salía de noche para no ser visto, pues como los otros estaban ya condenados era mejor no menearlo. Pero la familia lo negó, pero muchos se acordaron de las visiones del sobrino.
(Recuerdos por escrito, José Mª Rada García “Chanbi”, Volumen 2, p. 428)
*
C A R T A S
1915:
-
Que lo conoció hace unos once años estando en Camporrobles en casa de José
Olmos y al mes se juntaron y sabe que viviendo en Camporrobles, hace
próximamente unos diez años escribió a su hermana la referida María Santos y no
obtuvo contestación.
(Declaración de Cristina Ferrer Martin el 06-03-1926,
Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, pp. 1060 a 1063)
-
Que a los cuatro o cinco años de su marcha escribió a su hermana María
Santos desde Campo Robles cuya carta no debió llegar a su destino pues no la
contestaron y en ella le decía donde estaba, le enviada recuerdos para toda la
familia, así como que vivía (ilegible),…
(Declaración de José Mª Grimaldos al Juez Especial Sr.
Moreno, 10-03-1926)
-
A los seis años de mi marcha
mandé escribir a mi hermana María Santos, desde Camporrobles, y en esa carta enviaba recuerdos para toda la
familia.
- Pues esa
carta -se apresura a declarar María Santos- no la recibí yo.
¡Cosa más
extraña! La carta que recibió María no la escribió Grimaldos, y la carta que
escribió éste no la recibió María Santos.
(Declaración de José Mª. Grimaldos a la Comisión especial
presidida por el Magistrado Manuel Moreno el 10-03-1926; Heraldo de Madrid,
17-03-1926, p. 2;)
-
…sólo una vez hacía unos siete u ocho años escribió a su hermana María
Santos (ilegible) la cual no se dignó a contestarle… que la carta no la
certificó y se la escribió un vecino de Campo-Robles llamada Julián Zafrilla
con el que el dicente tenía algún trato, el cual murió sin poder precisar el
año… que nadie se enteró de esta carta como no fuera la mujer de Zafrilla que se
llama Rosario… el mismo declarante fue quien la echó al correo.
(Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo
1323, pp. 875 a 879, declaración de José María Grimaldos)
1917:
-
Fue en el año 1917 cuando Grimaldos decidió casarse
y escribió una carta al cura de su pueblo, Tresjuncos, pidiéndole “los
papeles”, pero recibió una sorprendente contestación: “Usted no existe, fue
asesinado”… Se repitieron las cartas, que ya ni eran contestadas. Hasta que
la pareja, aburrida, decidió unirse libremente.
(El Caso -Madrid-,
19-01-1980, pp. 1, 8 y 9. Entrevista de Margarita Landi, enviada especial, a
María Grimaldos Ferrer,
hija de José
María Grimaldos; El Caso
-Madrid-, 26-01-1980, p. 5)
1920
-
Que si tuvo noticia de su hermano,… que no la dicente sino su hermana María
recibió un anónimo por correo en forma de carta, hará unos seis años,
cuyo contenido dio a leer a la declarante y en él se decía “Febrero 7 y
Mira: María o hermana María (pues de
esto no recuerda bien). Me alegro estés bien, yo estoy bien, casado con dos de
familia (pues no puede precisar el mismo) dale recuerdos a Luis y los chicos”,
aludiendo al marido de dicha María y a los hijos de la María y el Luis que ya
tenían por entonces…
al leerla el Sr. Cura
Párroco de Tresjuncos D. Pedro Rufo les dijo: Que había un pueblo que se
llamaba Mira, pero que como en la carta se decía que estaba casado y dicho Sr.
Cura no le había mandado los despachos para el matrimonio, dicho Sr. dijo:
“esto no puede ser nada” y que no se podía dar crédito en el sentido de que
pudiera vivir el José María y más viniendo sin firma,..
y otra cosa hubiera hecho
si dicho anónimo hubiera sido una carta firmada como lo ha sido la que en
once de febrero último recibió el Cura de Tresjuncos ya citado del Cura de Mira,
Preguntada cual era el
contenido de la carta del Cura de Mira al de Tresjuncos que acababa de aludir,
contesta: Que el contenido era poco más o menos “Amigo Rufo: Mandarás la
partida de bautismo de José María Grimaldos hijo de Anselmo Grimaldos Delgado y
de Juana López Gómez, y la de defunción de Juana por ser la última que habrá
muerto para casarse (el José María) y si algo más decía, no lo recuerda.”
(Declaración de María
Santos, Juzgado de Belmonte, 01-03-1926.)
-
Que es cierto que hace unos siete años recibió por correo
una carta sin firma que decía al principio de la misma, Febrero 7 y Mira:
Querida hermana, deseo estés bien, estoy casado con dos de familia, da
recuerdos a Jesús y los chicos; y como no comprendiera bien el significado
de la palabra Mira, la llevó a leer al Sr. Cura Párroco, el cual les dijo a la
declarante y sus hermanas Presbítera y María Santos que existía un pueblo que
se llamaba Mira pero que no se podía dar crédito al contenido de la carta
puesto que venía sin firma y se decía casado y no había él expedido las
certificaciones para el matrimonio,… (Declaración de María Grimaldos López, hermana de José
María en el Juzgado de Belmonte, 03-03-1926)
-
hará unos seis o siete años su hermana María tuvo una carta anónima, que
venía sin firma y la declarante la leyó,… y el Párroco les dijo que aquello no
podía tomarse muy en serio por carecer de firma,… coincide con la declaración
de su hermana María Santos,…
(Declaraciones de Santiaga,
Presbítera y Saturnina Grimaldos López, hermanas de José María, en el Juzgado
de Belmonte, 03-03-1926)
-
…que es cierto que hace unos cinco o seis años le
dieron a leer las hermanas de José Mª Grimaldos una carta fechada en Mira
en la que recuerda decía, poco más o menos, que estaba casado, que tenía dos
hijas que le parece nombraba a Jesús marido de una de ellas…
que es cierto que les
dijo a las hermanas de José Mª Grimaldos que en la provincia de Cuenca había un
pueblo cuyo nombre era Mira y que como dicha carta se decía casado y él no le
había mandado los despachos para el matrimonio, les dijo: esto no puede ser
nada y que no se podía dar crédito en el sentido de que pudiera vivir José Mª y
más viniendo sin firma,…
(Tresjuncos.
Juzgado Municipal. Declaración del Sr. Cura Párroco de esta villa D. Pedro Rufo
Martínez, 04-03-1926)
-
“Mira: Quiero que saques una partida de nacimiento. Tengo dos hijos. Y
tú, ¿cuantos tienes?”
Se la dio a leer al cura D.
Rufo que se desentendió de la sospechosa carta. No debe hacerse caso de los
anónimos. Tal vez, se trate de una broma de mal género…
(La Voz -Madrid-,
11-03-1926, p. 4; La Correspondencia Militar, 13-03-1926, p. 6; Memoria de
Licenciatura “El crimen de Cuenca”, Juan Antonio Porto Alonso, p. 126; EL
CRIMEN DE CUENCA, SALVADOR MALDONADO, p. 131, sitúa la carta de Mira en el verano de 1923)
¾ (…)
- ¿Es cierto -preguntamos a José María- que
escribió usted a una de sus hermanas desde la sierra una carta que decía: “Mira:
Quiero que saques una partida de nacimiento. Tengo dos hijos. Y tú, ¿cuantos
tienes?”
- No, señor. Yo no escribí desde Mira carta alguna.
- ¿Ni la mandó escribir?
- Tampoco.
- ¿Pudo
escribirla alguien sin saberlo usted? ¿Pudo escribirla su compañera?
- No lo creo. Me lo hubiese dicho...
(Heraldo de Madrid, 17-03-1926, p. 2)
1924:
-
Se sabe que una hermana de Grimaldos recibió una carta hace unos dos años. (La Época -Madrid-, 11-03-1926, p. 3)
-
En 1924 pidió ayuda a un sacerdote amigo, Don
Feliciano, que escribió de nuevo en demanda de la documentación precisa para
que Grimaldos se uniera en matrimonio a su compañera.
(El Caso -Madrid-,
19-01-1980, p. 1, 8 y 9. Entrevista de Margarita Landi, enviada especial, a
María Grimaldos Ferrer,
hija de José
María Grimaldos.)
08-02-1926 (lunes):
-
Con fecha 8 de Febrero último,… Feliciano
Montero cura párroco de la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de Mira, escribió una
carta a su compañero de Tresjuncos -con el que, casualmente,
había compartido las aulas del seminario-, para solicitarle la partida de
bautismo de su parroquiano José María Grimaldos López, “hoy avecindado en Mira,
que quiere casarse” y la de defunción de su madre Juana López Gómez
para tramitar expediente de matrimonio de aquél.
Copiada al pie de la letra, dice así = Membrete impreso – Parroquia de
Ntra. Sra. de
la Asunción. Mira
(Cuenca) 8-2-1926.
Sr. Dn. Pedro R. Martínez Enciso - Tresjuncos - Mi
estimado compañero: Te ruego me envíes la partida de José María Grimaldos
López, nacido en esa Parroquia del 82 al 83 el 3 de Febrero, hijo de Anselmo
Grimaldos Delgado y de Juana López Gómez, asimismo la partida de defunción de
esta última, su madre, fallecida después que su marido, hace unos doce años,
según manifestación del interesado. Si no hubiese exactitud en estas
indicaciones, tiene ahí una hermana, María Santos, casada con Miguel Latorre y
podrá informar, si fuese necesario, determinando el tiempo con más precisión.
Puedes consignar derechos, que haré porque sean efectivos, aunque para esta
Parroquia en el expediente que se tramita de matrimonio, no los haya. Tiene
mucho gusto en saludarte y esperando le mandes, se ofrece tuyo affmo en C. J.
s. s. Feliciano Montero. Hay una rúbrica.= Creo ser la mejor manera de
satisfacer sus deseos. Dios guarde a V. S. muchos años. Tresjuncos a 15 de
Febrero de 1926. Pedro Rufo Martínez. Rubricado.”
(Memoria 1926. Recurso de Revisión. Antecedentes, punto 4º, p. 140 del
recurso; Gaceta de Madrid, 06-08-1927, p. 19 -Sentencia-; Heraldo de
Madrid, 24-05-1928, p. 8; Memoria de Licenciatura “El crimen
de Cuenca”, Juan Antonio Porto Alonso, p. 129; Soy El Cepa, estoy vivo, p. 145;
El crimen de Cuenca, Salvador Maldonado, p. 138; Archivo Tribunal Supremo.
Sumario 94/1910, Legajo 1323, pp. 823 y 824)
*
¾ 05-07-1926. Ante la Sala segunda del Supremo se ha visto hoy el recurso de
revisión,…
El Fiscal en su informe,…
Dice que Grimaldos se alejó del pueblo donde vivía, pero que frecuentemente
estaba en comunicación con su hermana a la que escribía por mediación de alguna
persona,…
* *
Preguntas
16) Primeros
encuentros.
(…)
17) Responsabilidades
penales.
Juez Instructor
El Sr. Isasa Echenique,… diciéndonos únicamente que tiene la certeza de
haber cumplido con su deber y que abonan su actuación judicial los muchos
años que lleva al servicio de la administración de justicia.
(El Sol, 09-03-1926, p, 8)
Guardia Civil
-
El teniente Gregorio Regidor Suárez, en sus manifestaciones declara que él se
limitó a ayudar a la justicia, y sólo a eso, y que, por lo tanto, tiene la
conciencia tranquila, aunque lamenta, eso sí, la suerte que han corrido los
dos inocentes… atribuye lo ocurrido a la acusación en masa del vecindario de
Tresjuncos y de muchos de los vecinos de la Osa…
(El Sol,
22-03-1926, p. 8; Memoria de Licenciatura “El crimen de Cuenca”, Juan
Antonio Porto Alonso, p. 137)
-
Sargento Juan Taboada ha repetido la
historia del crimen que contaron los dos procesados a raíz del sumario y ha
expresado su opinión en esta forma:
-
Grimaldos podrá vivir o no; eso ya se comprobará... Pero Valero y
Sánchez mataron a alguien. Si la víctima no fue Grimaldos, otro será el muerto.
(La Correspondencia Militar, 11-03-1926, p. 6)
-
Guardia Telesforo Díaz Ortega,… Acerca de esta declaración se guardó absoluta
reserva, si bien ha podido averiguarse que, entre otras manifestaciones, hizo
la de que no intervino directamente y que no recuerda ningún detalle, a
causa del tiempo transcurrido.
(La Correspondencia Militar, 12-03-1926, p. 6)
Reconocimiento Oficial de las violencias empleadas
30-03-1926. El
Ministro de Gracia y Justicia D. Galo Ponte y Escartín.- Firma la Real orden
disponiendo que por el Fiscal del Tribunal Supremo se interponga recurso de
revisión,…
Artículo 2º: “Que en su día
se ejerciten por el ministerio fiscal las acciones procedentes contra quienes
resulten responsables de las violencias que produjeron las falsas confesiones
sumariales de los reos nombrados”.
(GACETA DE MADRID, Nº 89 de 30-03-1926, páginas 1625, 1628, 1629 y 1630; La
Correspondencia Militar, 30-03-1926, p. 2)
Responsabilidad penal Oficial
20-05-1935. Causa nºs 494 de rollo y
81 de sumario del año 1926 del Juzgado de instrucción de Belmonte,
Sentencia nº 58,… Vista en juicio oral y público, ante esta
Audiencia provincial, la causa procedente del Juzgado de instrucción de
Belmonte, seguida de oficio por los delitos de Falsificación en documento
público y coacción, contra D. Manuel Rguez de
Vera Romero, D. Juan José Jaúregui y Mendoza, D. Baldomero Labarga Salazar, D.
Gregorio Regidor Suárez, D. Juan Taboada Mora y D. Telesforo Díaz Ortega,…
FALLAMOS: Que debemos absolver y absolvemos con
todos los efectos legales correspondientes a tal declaración, de los delitos de
falsedad de documento público y coacción,…
(Texto completo de la Sentencia en Archivo Histórico Nacional, pp.11 y 12; El Crimen de Cuenca-Recuperando la Historia, Volumen 5, pp. 311 a 321)
*
Responsabilidades penales, según Manuel Rodríguez
de Vera[92]
1.
Ante el Juez Especial:
¾
Responde ante el juez especial para confesar que, en efecto, los reos
fueron sometidos a castigo para obtener la confesión de culpabilidad a la que
se resistían.
(Declaraciones del secretario del juzgado de Belmonte, Manuel Rodríguez de
Vera, al Juez Especial el 22-03-1926, El Liberal -Murcia-, 24-03-1926, p.3)
2.
Ante la prensa:
¾
Me refiero a ese famoso asunto de política de dictadura, que es conocido
por el error judicial de Osa de la Vega. Ese chantaje, que entre
upetitas y periodistas, intentaron, a cuenta de leyendas, y de presentar
como mártires a dos desgraciados. Ese negocio, que solo los necios
se atreven a presentar, como un cargo contra jueces y auxiliares porque los
hombres conscientes, por lo menos advierten, que algo habrá entre líneas en el
asunto,…
(El Día -Alicante-, 27-12-1932, p. 1)
¾
Al cabo de siete años, vuelve a ser de actualidad el célebre “Error
judicial de Osa de la Vega”,…
Este es asunto político, en el que no hay víctimas, ni
error judicial, y sí un negocio de dinero;…
Aquí se persiguen cincuenta mil pesetas, de indemnización, que
pagaría el Estado a los supuestos perjudicados, si no hay
responsabilidad en persona determinada o ésta es insolvente…
Y a cierta política conviene, que el Estado pague esas
pesetejas. Eso es todo, y si no, al tiempo. Un negocio de dinero sucio,
entre personajes…
Con la República, se abrió una esperanza, se despertó
una codicia y se pretende consumar una villanía por alguien y algunos que ya lo
pagarán…
Todo se mueve alrededor, de que hay quien puede
obtener dinero de este modo.
(El Día -Alicante-, 26-05-1933, p. 3)
¾
Por ser yo un actor en esa célebre causa de referencia a Osa de la Vega,…
considero hallarme autorizado, para dedicar estas líneas a la opinión pública.
Porque no es este el momento, para decir cómo y por
qué pudo ser, lo de las confesiones, de las supuestas víctimas,…
Sin aquellas campañas de Prensa del año 1926;…
el deseo insólito de los periódicos, de hacer un drama nacional; sin la falta
de educación de unos periodistas que tomaron como de información, asuntos
íntimos y conceptos graves; sin la claudicación, de gobernantes, que cedieron a
esas campañas de Prensa, no habría existido esa causa, baldón de los
españoles, de la Monarquía y de la República ya que ha vivido, cinco años en su
régimen y cuatro en el otro.
Ese asunto, en el que hemos sido otros las víctimas
del crimen de Osa de la Vega…
(El Día -Alicante-, 31-05-1933, p. 1)
*
Responsabilidades penales, según Luis Jiménez de
Asúa[93]
(Verba
-Gijón-, Junio 1926, pp. 10, 11 y 12. Ensayo firmado por Luis Jiménez de Asúa; Crónica del Crimen,
Luis Jiménez
de Asúa, páginas 93 a 107;
El País -Madrid-, 22-04-1980, p.
?)
1.
Del pueblo
vengativo.
Todo error judicial emana,
en primer término, de los extravíos de la opinión pública,… es posible
concretar la de estos intrigantes y monterillas de aldea que lograron corromper
la ecuanimidad de la justicia,… el encono con que acudieron al juicio los
habitantes de Tresjuncos y su indignada decepción al saber que la sentencia no
imponía la pena de muerte.
2.
De los Guardias civiles.
Parece perfectamente comprobado que los Guardias civiles ejecutaron con Valero y León las violencias que figuran en “Causas”.
(…)
Agravantes: alevosía, premeditación y prevalerse del carácter público que ostentan. En consecuencia, los guardias violentos que infirieron las lesiones deben ser condenados a cuatro años y dos meses de prisión correccional, aplicando taxativamente los preceptos de nuestro Código en vigor entonces.
La obediencia debida,… cuando se ejecuta una orden en la que lo encargado es evidentemente delictivo, no puede quedar exento de pena el que perpetra el hecho por supuesta sumisión jerárquica.
3.
Del juez que instruye el sumario.
Hechos imputables.- En el proceso que debería haberse abierto es donde hubieran recibido la necesaria probanza tales imputaciones o el pleno mentís que motivase la irresponsabilidad del instructor:
a) Admitir la denuncia por
influencias de su gran amigo don Francisco Martínez Contreras, pariente de los
hermanos del Val, protectores de Manuel Grimaldos, tío del desaparecido.
b) Haber ordenado y
presenciado los malos tratos inferidos a los hipotéticos reos,… Así lo pregonan
León Sánchez y Gregorio Valero. Lo manifiesta igualmente Dolores, la mujer de
Gregorio, traída y llevada con su niño de pecho, de Osa a Belmonte y de
Belmonte a Osa, y lo atestigua también Lorca, cuñado de Valero.
c) Dar orden de que los
acusados estuvieran varios días sin casi beber agua y comiendo pan y sardinas,
permaneciendo más de treinta días con grillos.
d) Encarcelar
innecesariamente e injustamente a la esposa de Valero y al anciano padre de ésta,
con peligro para la vida del pequeño hijo de la citada mujer, que estaba
lactando a la criatura.
e) Encerrar sin previa
declaración y conducir esposado hasta Belmonte, a Lorca, hermano político de
Gregorio, grillándole después para forzar su confesión de cargo contra Valero,
ya que, según se creía, Lorca debió ver el crimen por hallarse cavando en la
huerta de la Virgen de la Vega.
f) No haber evacuado, como
era su deber, las citas del sumario que se empezó en 1910, en el que existía la
reseña de la diligencia practicada por Don Toribio Heras, juez municipal de El
Pedernoso, que, por encargo del primer instructor, comprobó que después de la
fecha del crimen un tal José María, pastor, cuyo apellido no consta, estuvo
tres días en los baños de Celadilla, y de allí se marchó a una finca de don
José María Perona con el fin de colocarse en ella.
g) Haberse negado a admitir
las declaraciones de la madre de León y de la dueña de los baños de La
Celadilla, que querían testimoniar la existencia de Grimaldos,… Le dieron la respuesta
de que no se podía ver al Juez y, ante sus insistentes requerimientos,
añadieron que ya no se admitían declaraciones.
Realmente este conjunto de actos, caso de probarse, sería constitutivo de un delito muy grave que por desgracia no halla preciso ajuste en el Código Penal…
Las mismas agravantes que concurren en los guardias delincuentes, las hallamos en el juez instigador: alevosía, premeditación y prevalerse del carácter público que ostenta,... La pena obtenida para aquéllos es aplicable aquí: cuatro años y dos meses de prisión correccional.
4.
De Grimaldos y su familia.
La culpabilidad que denotan las actitudes y los hechos:
a) Hechos que acusan a Grimaldos.- “Yo también he sufrido mucho; yo, también. Y no por mí, sino por vosotros”,…
Dijo que conoció la noticia de la muerte de su madre, que le produjo gran dolor, y sorprende a todos que por el mismo conducto que supo el fallecimiento, no llegara a saber la desventura de los inocentes acusados.
b) Indicios acusadores contra los familiares de Grimaldos.- Está comprobado que su hermana residente en Tresjuncos recibió una carta de su hermano, sin firma y de extraño contenido. Esta carta brevísima, fechada en Campo Robles, la recibió hace seis años por conducto del cura, y aconsejada por una parienta, que le dijo que no hiciera caso de anónimos, la quemó inmediatamente.
Yo creo que José María Grimaldos es un irresponsable. Todas las referencias coinciden en suponerle un imbécil manifiesto,… Pero la hermana y los familiares que aún sobreviven, son gentes normales y perfectamente responsables,… la hermana de Grimaldos sería sentenciada a una pena de idéntica naturaleza y duración que la asignada a los guardias y al juez.,… cuatro años, dos meses y un día de prisión correccional.
Me parece innecesario advertir que lo dicho en este último párrafo depende de que se demuestre, de manera incontrovertible, que los parientes de la falsa víctima tuvieron conocimiento de su existencia antes de que públicamente apareciese Grimaldos.
*
La
familia y algunos allegados a ésta estaban en el secreto de la existencia del
desaparecido. (Heraldo de Madrid,
17-03-1926, p. 2)
*
Si
no me equivoco empiezan ahora a salir personas que sabían algo de la
supervivencia de Grimaldos, pero no quisieron o no pudieron declarar.
(El Crimen de Todos.
Ossorio y Gallardo. El Liberal -Madrid-, 26-03-1926, p.1 y El Pueblo Gallego -Vigo-, 27-03-1926, p.3)
* *
Preguntas
18) Encuadre político, social
y económico.
[Para poder llegar a
medio entender cómo dos amigos que no habían hecho nada, declaran y firman en
sede judicial el asesinato de un compañero, y cómo pudo llegar a demostrar la
Justicia la muerte de un hombre que estaba vivo, hay que hacer un gran esfuerzo
y adentrarse en el encuadre político, social y económico de la época.
Las circunstancias
y desarrollo de este tremendo caso tuvieron lugar dentro de la etapa política
conocida por Restauración borbónica.]
Se conoce por Restauración borbónica a la etapa política de la
historia de España desarrollada bajo sistema monárquico que se extendió entre
el 29-12-1874 (pronunciamiento del general Arsenio Martínez Campos que dio fin
al periodo de la Primera República Española[94]), y
el 14 de abril de 1931 (fecha de proclamación de la Segunda República).
El nombre alude a la recuperación del trono por parte
de un miembro de la Casa de
Borbón, Alfonso
XII,
después del paréntesis del Sexenio
Democrático (1868-1874).
El sistema de la Restauración
borbónica, fundamentado en la Constitución
de 1876, se
caracterizó por una estabilidad institucional y la construcción de un modelo liberal del Estado surgido al calor de la
revolución industrial, hasta su progresiva decadencia
a partir de la crisis de
1917 y
de la dictadura
de Primo de Rivera (1923-1930).
Se basó en los cuatro pilares ideados por su artífice, el
político conservador Antonio Cánovas
del Castillo: Rey,
Cortes, Constitución y «turno» (alternancia pacífica entre dos
partidos).
El «turnismo» facilitó el
bipartidismo de los dos grandes partidos, el Partido
Conservador de Antonio Cánovas del Castillo y el Partido
Liberal de Práxedes Mateo Sagasta. El sistema fue oligárquico y centralista, y la Iglesia ganó poder económico,
ideológico (al controlar gran parte de la educación) y social (al declararse
constitucionalmente España como Estado católico).
El nuevo panorama permitirá una mayor
estabilidad, pero el encorsetamiento del sistema a la larga, con una
alternancia política ficticia, causará graves problemas que desembocarán en
la corrupción política, cuya base estaba en el caciquismo.
(https://es.wikipedia.org/wiki/Restauración_borbónica_en_España)
La ley electoral de 1890, estableció el sufragio
universal masculino.
Las elecciones en
España, estaban marcadas por: “Quién convoca las elecciones nunca las
pierde”.
El mecanismo que se siguió durante toda la
Restauración es el siguiente:
a)
Al jefe del partido hasta ese
momento en la oposición, se le encarga la formación del gobierno, nombrando gobernadores civiles, que se encargaban de
preparar las elecciones en sus respectivas provincias con la ayuda y apoyo de
los jefes y caciques pertenecientes a su partido político.
b)
El Gobernador Civil sustituye a
los Ayuntamientos, y si se produce algún tipo de
problema, el gobernador envía a un Delegado Gubernamental, que suspendía en sus
cargos a las autoridades locales, mientras nombraba adictos al partido para
ocupar las vacantes y formar una mayoría municipal, que se encargaría de “ganar
las elecciones”. El papel desempañado por la figura del alcalde será
fundamental en el juego electoral, como hemos dicho, ya que intervenía
activamente en la falsificación de los censos, destitución de interventores
pertenecientes a la oposición y cuantas artimañas fuesen necesarias para lograr
el objetivo, la victoria electoral, consiguiendo además la plena sumisión de
los jueces, imprescindible para tener garantizada la impunidad en los
“manejos electorales”.
c)
El gobierno elaboraba el
encasillado, “la esencia del sistema del turno pacífico”. El encasillado es la lista de candidatos que
designa el gobierno central para que salgan elegidos en las elecciones. Esta
operación consistía en la colocación en “casillas” de los candidatos de cada
distrito que el gobierno estaba dispuesto a defender o proteger. El
encasillado necesitaba de un pacto entre las diferentes fuerzas políticas,
necesitaba de un compromiso entre la oligarquía nacional y las oligarquías
provinciales y locales, además de un pacto con los partidos de la oposición
para que el grupo político que tenía que ganar las elecciones obtuviese la
mayoría en las Cortes.
En el caso de
Cuenca, en las elecciones de 1907, el Ministro
de la Gobernación Juan de la Cierva, le envía el encasillado al Gobernador
Civil de Cuenca, Ricardo Juárez, en el que decía: “El Gobierno verá con gusto
el triunfo de la siguiente candidatura para Diputados a Cortes: Cañete…;
Cuenca…; Huete…; Motilla del Palancar…; San
Clemente D. F. Martínez Contreras; Tarancón…”
El proceso
electoral se resolvía normalmente antes del día de la elección. Aunque el principal objetivo era evitar la lucha
entre los dos partidos políticos, no siempre se alcanzaba un acuerdo entre las
partes, por lo que había que “forzar la máquina”, es decir, ganar de la forma
que fuese. Y para ello se recurría a la adulteración de las elecciones. Por
tanto, la función que se reservaba al cuerpo electoral era totalmente pasiva.
Así, se utilizarán diferentes mecanismos que llevarán al triunfo electoral del
partido en el gobierno: la manipulación del censo electoral; el “pucherazo”,
que define cualquier tipo de fraude electoral; sustitución del elector por un
agente electoral de uno de los candidatos, ocupando su lugar a la hora de
votar; la violencia física, las coacciones económicas y la compra de votos; la
práctica de “romper la urna”, es decir, cuando en un colegio electoral iba
ganando el candidato contrario, se introducía en ella votos de su opositor,
etc.
Pero la pieza
fundamental y la clave de los procesos electorales durante la Restauración es
el caciquismo. Es el nombre que se le da al
entramado de relaciones sociales, clientelares que definían la vida política
durante esta época. Se pueden distinguir tres clase de caciques: el de
altura o de Corte, el provincial y el rural. Los tres están totalmente
interrelacionados.
El cacique es
quién da nombre al sistema político, es quién ejerce el control de la vida
pública local. Su poder no reside exclusivamente en la riqueza personal sino
también, en el control de la Administración y de la justicia. Su objetivo es el control político, que viene dado
por la desmovilización ideológica del electorado. La figura del cacique emerge
como la del terrateniente, controlando la comunicad rural.
El proceso
electoral conquense de principios del siglo XX estuvo marcado por el fraude
electoral y por los manejos políticos de ciertos caciques.
En la provincia
de Cuenca pervivieron las redes personales del poder local, plenamente apegadas
a la vieja política con toda su carga caciquil, clientelar y elitista. El
”pacto” como fórmula política y el “mecanismo del favor” fueron elementos
enormemente enraizados en la sociedad.
En
el caso conquense, diversas facciones destacaron en política, siendo una elite
que conformaba un grupo estrechamente ligado a la propiedad de la tierra,
herencia a menudo de los diferentes procesos de desamortización,…[95]
Existían a comienzos del siglo XX dos tipos de
propiedad agraria: la zona del sur (San Clemente y Motilla del Palancar), donde
abundaban las grandes fincas y la masa jornalera conformaba la mayoría de
población; y la zona del norte y centro (Cañete, Cuenca, Huete y Tarancón), en
la que destacaba el pequeño campesinado y la explotación de la pequeña
propiedad.
Las élites provinciales estaban vinculadas a la
propiedad de la tierra en toda la provincia además de estar relacionadas con
las profesiones vinculadas a la Administración (política, judicial o militar).
Aparece una nueva oligarquía terrateniente, como los
diputados a Cortes por Cuenca y Huete (Cobo y Sartorius), cuyo poder surge de
la compra de tierras y de la especulación y el préstamo, lo que aprovechan para
conseguir poder político.
En Cuenca, durante la primera década del siglo XX, los
índices de analfabetismo es alrededor del 70 por ciento.
A pesar de los altos índices de analfabetismo, las
publicaciones periodísticas eran continuas, con la creencia de que se podía
llegar a amplias capas de la población. La realidad era otra.
Los grandes caciques, ocupaban un escaño en el Senado
y controlaban uno o más distritos electorales en una provincia.
El principal coagulante de su unidad era precisamente
el favor.
Todo tipo de reclamaciones e intereses buscaban el
favor privado gestionado por un notable como vía de presentación, de modo que
la representación de las estructuras político-clientelares de los partidos de
turno sirvió para satisfacer las demandas sociales, que quedarían representadas,
no a través de los partidos organizados de acuerdo con aquellos, sino mediante
la acción de los múltiples agentes individuales.
La provincia de Cuenca conforme con la Ley electoral
de 1878, se organizó en seis distritos electorales: Cañete, Cuenca, Huete,
Motilla, San Clemente y Tarancón.
Entre las figuras claves del conservadurismo
conquense, hay que destacar a la tradicional familia Sartorius, con arraigo
desde la época Isabelina. Fernando Sartorius, segundo Conde de San Luis, figuró
en la Restauración al frente del partido conservador. También contaron en la
provincia los conservadores con mauristas entre los que destacan, Mariano
Catalina y Francisco Martínez Contreras. En cuanto a los procedentes del
gamacismo, nos podemos encontrar con caciques conservadores como el conde
Retamoso o la familia Casanova.
(CUENCA BAJO EL CACIQUISMO: ELECCIONES Y PODER
POLÍTICO (1903-1907). Alfredo Gómez Martínez – Universidad de León. María
Dolores Perales Poveda – Universidad de Alicante. Estudios Humanísticos.
Historia Nº 4,
2005; CASTILLA-LA MANCHA CONTEMPORÁNEA (1800-1975. Isidoro Sánchez
Sánchez -Coordinador- 1998. Madrid.
Celeste Ediciones)
* *
Preguntas
19) Derrotero Judicial. Veinticinco
años.
Osa de la Vega
Desaparición de José María
Grimaldos López el 21-08-1910
Caso
Grimaldos, Error judicial de Osa de la Vega, Crimen de Cuenca
Causa 765, Sumario 94/1910
1) Verdad de hecho
- Primer Expediente ………………………….. 12-09-1910 - 02-10-1911
2) Verdad judicial [96]
- Segundo Expediente ……………………….. 19-03-1913
- 17-02-1925
3)
Verdad descubierta [97]
- Expte comprobación existencia de
José María Grimaldos López ……………. 14-02-1926
- 27-03-1926
· Guardia Civil, 19-02-1926/26-02-1926
- Revisión/Anulación Sentencia …………. 30-03-1926
- 10-07-1926
- Demanda ordinaria mayor cuantía …. 31-08-1926
- 12-02-1927
- Incidente de apelación ……………………. 20-05-1927
- 20-05-1935
· Jurisdicción Militar, 13-08-1928/19-10-1931
- Ley sobre Indemnización ………………… 19-07-1935
- 06-12-1935
(Pensión
Vitalicia)
*
1) VERDAD DE
HECHO. Primer Expediente
(…)
2) VERDAD
JUDICIAL. Segundo Expediente
(…)
3)
VERDAD DESCUBIERTA
(…)
(…)
21) Suscripciones.
(…)
22) Guardas en el Ayuntamiento de Madrid.
J O R N A L
(…)
VACACIONES
(…)
DERECHO A CASA
(…)
DOMICILIO de LEÓN SÁNCHEZ GASCÓN
(…)
DOMICILIO de GREGORIO VALERO
CONTRERAS
(…)
23) ¿Quién ocultó a Grimaldos?
¿Quién ocultó a Grimaldos?
(…)
Oculto
y amparado. Alguien…, con poder para hacerlo.
(…)
(La Nación, 04-02-1927, p. 2, J. SAN GERMAN OCAÑA)
*
¿Hay pruebas de que Grimaldos trató de ocultarse?
1. Cuando el 24/25-08-1910 salió de los baños de La Celadilla, no paró hasta estar
fuera de la provincia de Cuenca, permaneciendo en la provincia de
Valencia hasta el
28-06-1920, casi 10 años.
¿Fue para evitar el control de Juzgados, Guardia civil
y Ayuntamientos, ante la segura búsqueda?
a) Hasta el 28 de Junio de 1920 estuvo en distintos
pueblos, todos de la provincia de Valencia
[Mirar Resumen 11, “Reconstrucción día y tiempo que
estuvo desaparecido José Mª. Grimaldos López”]
b) 20-02-1911. Edicto del
Juzgado de Belmonte. Boletín Oficial de la provincia de Cuenca, Nº 22, p. 4. “Por el presente edicto, se
cita de comparecencia ante este Juzgado a José María Grimaldos,… ruego y
encargo a todas las autoridades así civiles como militares y demás dependientes
de la autoridad, procedan a la averiguación de dicho desaparecido,…”
[El Boletín fue enviado a todos los Ayuntamientos y
Cuarteles de la Guardia civil de la provincia]
2.
En los distintos pueblos y
en los distintos amos a los que sirvió, tanto de la provincia de Valencia como
de la provincia de Cuenca, era conocido por José y no por José María.
a)
10-03-1926. Belmonte. Declaración como testigo de José María Grimaldos
López, vecino de Mira, natural de Tresjuncos, de 44 años.- Que afirma que de
una manera constante ha usado el mismo nombre de José María Grimaldos y como
tal se presentó a los distintos amos que ha servido, si bien estos le
llamaban solo José y no José María,…
b)
04-03-1926. Declaración de Fabio Arroyo Solaz, vecino de Fuenterrobles que confirmó que tuvo a su servicio “a
un hombre, como pastor, que era manchego, sin que sepa de qué pueblo, que se
llamaba José y de apodo “Merenderas”, ignorando sus apellidos,... (Archivo Tribunal Supremo.
Sumario 94/1910, Legajo 1323, p. 1121)
3.
En la zona de Osa de la
Vega y Tresjuncos era conocido por José María “el Cepa”, y en la zona de Camporrobles y Fuenterrobles (Valencia) y Mira (Cuenca), por José “Merenderas”.
a)
Otros le llamaban por uno de los dos
apodos que el reaparecido tiene…
(El
Sol, 09-03-1926, p. 8. Ramón María Sénder)
b)
Que este hombre estuvo de pastor por estas tierras, le
apodaban "el merenderas"…
(Volumen 7. Participa Fernando Moya
Muñoz)
4.
En el Acta de su matrimonio
canónico figura el nombre de José y no José María.
¾
29-05-1926.
Matrimonio canónico de José Grimaldos López y Cristina Ferrer Martín. Iglesia parroquial de
Mira, párroco Feliciano Montero Navarro.
(Acta matrimonial nº 64,
Registro Civil de Mira)
5.
El Acta de matrimonio es
un documento oficial que se basa en otros documentos oficiales.
Uno de estos
documentos oficiales es la partida de bautismo que José María se llevó el 17-03-1926 cuando volvió a Mira dispuesto a casarse.
Si en la
partida de nacimiento y en la partida de bautismo pone José María, ¿por qué en el
Acta de matrimonio figura José y no José María?
Oculto
y amparado
Hasta el año 1943 estuvo vigente como medio de identificación la Cédula
personal. Estas fueron suprimidas mediante Ley de 19-01-1943,
BOE nº 24 de 24-01-1943, dejando paso al documento nacional de identidad “DNI”.[98]
José María Grimaldos cuando salió de Tresjuncos camino de La
Celadilla llevaría, porque era obligatorio, su Cédula personal expedida por el
Ayuntamiento de Tresjuncos, vigente sólo durante el año 1910.
A partir del año 1911, como todo español/a, estaba sujeto al REGLAMENTO
DEL CÓDIGO CIVIL (2) y a la LEGISLACIÓN DEL IMPUESTO DE CÉDULAS PERSONALES (3)
1. 24/25-05-1918. En estas fechas se celebraba el juicio
en Cuenca y había un gran revuelo de gente, de abogados y de noticias en
prensa.
Se desplazó a Cuenca todo el pueblo de Tresjuncos,
de Osa de la Vega y gran parte de los pueblos comarcanos.
No es posible, que en las mismas fechas, en la
Audiencia de Cuenca se esté celebrando juicio por asesinato de José María
Grimaldos López, y a éste la Diputación provincial le tenga abierto expediente
de embargo por falta de pago en su cédula personal, y nadie de la Diputación no
relacione los hechos y no se dé cuenta que se trata de la misma persona.
a) Y como dato curioso -dice
el abogado de Valero y de Sánchez Gascón- se dio la circunstancia de que
mientras la Audiencia de Cuenca celebraba el juicio oral por el presunto
asesinato de Grimaldos, a éste se le formaba un expediente de embargo por la
Diputación provincial por falta de pago en la cédula personal.
(El Diario Palentino, 07-08-1935, p.1)
2.
Durante los 16 años que
permaneció desaparecido, sólo hay constancia de que sacó su Cédula personal en
Mira en el año 1922, porque la necesitó para su carta de vecindad.
a) Grimaldos necesitó su carta
de vecindad, y tiene obtenida en Mira una Cédula personal en el año 1922.
De modo que en este año se da el caso de que un muerto, según el Registro Civil
de Osa de la Vega, vivía para el ayuntamiento de Mira, y éste Ayuntamiento le
expidió su Cédula de vecindad, creando así la administración española una nueva
clase de documentos que se podría llamar Cédula de vecindad de Difuntos.
(Heraldo de Madrid, 12-03-1926, p. 2.)
b) 27-02-1926. Ampliación de
la Declaración efectuada el día de ayer de José María Grimaldos. Carece de
Cédula personal.
3.
¿En los 16 años que estuvo desaparecido, ni en los pueblos ni en
el campo, tropezó nunca con la Guardia civil?
¿La Guardia civil de Mira nunca se interesó por
saber de él, a pesar de que vivía frente al cuartel, y en noviembre de 1911
recibieron un B.O.P. con un Edicto sobre su desaparición?
a)
¿Se explica usted que nunca se tropezara en el campo, donde pastoreaba, con
la Guardia Civil, que tan celosa es del requisito de la documentación,
extremado fuera de los radios urbanos? Y si los enseñó alguna vez, ¿nadie cayó
en la cuenta de que aquel era el pastor “asesinado”?
(La Nación, 04-02-1927, p. 2. J. SAN GERMÁN OCAÑA.)
b)
Grimaldos vivía en Mira, casi
frente por frente al cuartel de la Guardia civil.
(El Liberal,
07-03-1926, p. 3)
4.
Durante los 16 años que permaneció oculto vivió en 5 lugares distintos
y sirvió a 10 amos, uno de ellos alcalde.
¿Los alcaldes y jueces municipales no se enteraron
de nada, a pesar de la gran repercusión que tuvo, de haber recibido los
Ayuntamientos de la provincia de Cuenca en noviembre de 1911 un BOP con un
Edicto sobre su desaparición, y de haber publicado los periódicos de Cuenca en
mayo de 1913 la noticia del descubrimiento de un
crimen perpetrado hace tres años en Osa de la Vega (Cuenca), en la persona de
un infeliz pastor, vecino de Tresjuncos, llamado José María
Grimaldos,…?
¿No se interesó nadie por saber quién era aquel
hombre que un día se presenta sólo en el pueblo?
a)
El
día 21 de Agosto de 1910,… el vecino de Tresjuncos, José María Grimaldos,… murió
víctima de un horroroso asesinato del que han resultado ser autores los vecinos
del pueblo de Osa de la Vega, Gregorio Valero Contreras (a) Varela, jornalero, y León Sánchez
Gascón, pastor y mayoral del ganado que guardaba el interfecto,…
(La Información,-Cuenca-, 15-05-1913, p. 3)
b)
De San Pedro 1920 a San Pedro 1922
estuvo trabajando en casa de Luis Fuentes alcalde de Mira.
c)
Que Grimaldos no leyera
periódicos se comprende, porque no sabe leer; ya es menos comprensible, aun
conocido el aislamiento de los pastores, que no hablara con nadie de lo
acontecido en su lugar, pero lo que maravilla es que los alcaldes, los jueces
municipales, las autoridades de los muchos pueblos donde ha vivido, tampoco se
enteraran de nada, ni por la lectura, ni por conversación. ¿Es que nadie lee en
las comarcas rurales de España? ¿Es que nadie se entera de nada en nuestro
país?
(Roberto Castrovido, El Día de
Cuenca, 12-03-1926, p. 1)
5.
José María cuando se marchó de Tresjuncos, al ser mayor de edad,
tenía total libertad de movimientos.
Donde estuviera, y como todo español/a estaba sujeto
al Reglamento del Código Civil y al Impuesto de Cédulas personales.
¿Por qué las autoridades pertinentes no hicieron
cumplir la normativa vigente, a que estaban obligadas?
Alguien…, con poder para hacerlo
¿Quién ocultó y amparó a
Grimaldos?
La respuesta a esta pregunta deberás hacerla tú
lector/a con el conocimiento de los hechos que has obtenido a través de la
lectura de estos ocho volúmenes.
*
(2)
C Ó D I G O C I
V I L
MINISTERIO DE GRACIA Y JUSTICIA
Real Decreto de 24-07-1889. Gaceta nº 206 de 25-07-1889
-Vigencia desde 16-08-1889, 69 actualizaciones-
Artículos 181, 184, 193, 195,
197, 198,… (entre otros)
(https://www.boe.es/eli/es/rd/1889/07/24/(1)/con; B.O.E.es, BOE-A-1889-4763;
noticiasjurídicas.com)
(3)
LEGISLACIÓN DEL IMPUESTO DE CÉDULAS PERSONALES
Todo español ha de constar empadronado como vecino o domiciliado en algún
Municipio.
Obligatoria para todos los mayores de 14 años,… obligando a todos a
obtener, de grado o por fuerza, la cédula correspondiente.
La falta de la cédula sería causa legal para la detención del omiso y
para la imposición de las multas o penas correspondientes,…
La exhibición de la cédula personal es indispensable,… para el ejercicio
de cualquier industria, fabril o comercial, profesión, arte u oficio.
Los Ayuntamientos de toda clase de poblaciones no acordarán ninguna traslación
de vecindad,… a ningún habitante sin la exhibición de la cédula personal,…
El cobrador invitará al individuo,… a que admita la cédula y satisfaga su
importe, y en caso de negarse a ello o de excusarse,… quedará sujeto al
procedimiento de apremio,… debiéndose aplicársele la pena señalada en el
párrafo 2.º del artículo 41 previa la formación de expediente…
Son contraventores a la instrucción del impuesto:
Los que hallándose obligados a obtener cédula personal según las
disposiciones de esta instrucción careciesen de ella…
Los Alcaldes y Jefes de Hacienda que en la formación de los padrones
dejaren de incluir individuos obligados a obtener cédulas,…
(Impuesto de Cédulas personales, Francisco Sanjuan Colunga. Albacete.
1908. Imprenta Comercial. 148 páginas, p. 31 a 87; bidicam.castillalamancha.es/
bibdigital/bidicam/es/consulta/registro.cmd?id=
11983)
* *
Preguntas
24) Sr. Taboada
Mora.
¿Cuál era su nombre y empleo en
la Guardia Civil?
· ¿José o Juan?
· ¿Sargento o Teniente?
¿Desde El Bonillo, volvió a Belmonte
por segunda vez?
(…)
*
25) Insistiendo en su
culpabilidad.
(…)
26) Qué fue de
ellos.
(…)
27) Entrevistas/Declaraciones/Participan.
(…)
28) Expedientes.
Piezas separadas no
encontradas.
(…)
29) Reformas/Modificaciones.
(…)
*
Temas Aludidos.
1.
Cédulas personales.
(…)
2.
Contingente Provincial.
(…)
3.
Convento de los Jesuitas.
Belmonte.
(…)
4.
El Jurado en la Historia de
España.
(…)
5.
Hermandad de los ciegos.
(…)
6.
Contrato cesión libro y
documentación, 13-09-2019.
(…)
7.
Inauguración Placa, 12-10-2019.
* *
[1]El número anterior (862) no existe en la Biblioteca
Virtual de Castilla La Mancha, y por tanto, no se puede exponer.
[2]ilegible
[3]ilegible
[4]ilegible
[5]ilegible
[6]ilegible
[7]ilegible
[8]ilegible
[9] Hay una fotografía en cuyo píe pone: “Belmonte. Los posaderos Melguizo (1) y Alejando Córdoba (2), con el excarcelado León Sánchez (3), en la posada, al terminar las declaraciones de los primeros ante el magistrado de la Comisión investigadora. En el centro está nuestro compañero de Redacción señor Jover, hablando con el posadero Córdoba. (Foto Marín)
[10] Hay una fotografía en cuyo píe pone: “BELMONTE.- El magistrado del supremo, señor Moreno Fernández de Córdoba (1), con los señores Cortón (2) y Torremocha (3) que forman la Comisión especial nombrada por el ministro de Gracia y Justicia para depurar los hechos. (Foto Marín).”
[11] Hay una fotografía en cuyo pié pone: “El excarcelado León Sánchez (1) con su abogado defensor (2), don León de las Casas, y nuestro compañero de Redacción (3), señor Jover, y varios testigos después de terminar las declaraciones ante la Comisión investigadora. (Foto Marín).”
[12] Hay una fotografía en cuyo píe pone: “Belmonte.- El juez don Teófilo Escribano y el secretario don Gonzalo A. Figueroa, hablando del suceso con nuestro enviado señor Jover.- Foto Marín”
[13] Hay una fotografía en cuyo píe pone: “Belmonte.- Uno de los presuntos autores del supuesto crimen León Sánchez (1), dando detalles a su abogado defensor (2), don León de las Casas en el pueblo Osa de la Vega, donde se desarrollaron los acontecimientos. (Foto. Marín)”
[14] Hay una fotografía en cuyo píe pone: “El ex guardia civil Mena (1), que fué expulsado del dignísimo y benemérito instituto, y será ahora una de las figuras de la actual fase investigadora, contra cuyas manifestaciones hay motivo para estar prevenido, especialmente cuando se refieran a la intervención en el proceso de los que fueron sus compañeros. Con el citado Mena están el alguacil del Jurado (2), y nuestro enviado señor Jover. (Fot. García).”
[15] Hay una fotografía en cuyo píe pone: ”Belmonte.- Celda que ocupó durante once días en la prisión preventiva de Belmonte, la mujer del ex procesado Gregorio Valero. (Fot. García).
[16] Hay una fotografía en cuyo píe pone: “La Sala segunda del Tribunal Supremo,
durante la vista del recurso interpuesto contra la sentencia que condenó a León
Sánchez y Gregorio Valero. Abajo (de izquierda a derecha): el fiscal Sr.
Crehuet, y los defensores de los condenados, León de las Casas y Coso.
(Información en segunda plana.) (Foto Luque.)
[17] Hay tres fotografías: - De León Sánchez. De Grimaldos. De Gregorio Valero.
[18] Hay una
fotografía en cuyo pie pone: “EL TRIBUNAL DE LA AUDIENCIA DE CUENCA QUE ACTUO
EN LA APELACIÓN DEL AUTO DE PROCESAMIENTO.- De izquierda a derecha: D. Conceso
Coso, acusador privado; don Gabriel Cayón, fiscal; D. Victoriano Ballesteros,
procurador de Gregorio Valero; D. Juan La Cierva, defensor de los procesados;
D. Modesto Poladura, presidente de la Sala, y D. Manuel Fernández Carrascosa,
magistrado y ponente.
[19]Hay una fotografía en cuyo pie pone: “El acto de la imposición al doctor Jáuregui de la cruz de Beneficencia.”
[20] Hay una
fotografía, en cuyo pie pone: “León Sánchez cuando fue libertado.”
[21] El texto que
figura en negrilla, está puesto así en el periódico.
[22] Hay una
fotografía de doña María Grimaldos Ferrer.
[23] Las pág. 8 y 9
son las centrales. En la parte izquierda hay una fotografía en cuyo pie pone:
“Doña María Grimaldos Ferrer se siente ofendida: “Mi padre no era un ceporro,
como parece que se le presenta en la película, que no he visto… Nunca pidió
limosna, ni vendió lotería. Era pastor, hacía quesos, sabía leer y escribir y
tenía una inteligencia poco común”.”
Arriba, en grande y en la
parte central hay dos dibujos firmados por A. Arnau: En el de la izquierda
figura, dos hombres sujetando y apuñalando a otro y otro hombre mirando
escondido detrás de un árbol. En el dibujo de la derecha figura, dos hombres
haciendo fuego en el suelo y otro observando escondido.
Abajo, en grande y en la
parte central hay una fotografía, en cuyo pie pone: “En una foto publicada en
la prensa de la época junto a su esposa vemos a José María Grimaldos Ferrer
(López), “el Barrunto”, quien por motivos que sólo confió a su hija, huyó del
pueblo sin dejar rastro y la gente creyó que había sido asesinado.
[24]Hay dos
fotografías en cuyo pie pone: “En la imagen superior, Antonio y Francisca
Grimaldos, familiares del Cepa. A la Izquierda, Daniel y Francisco, nietos de
León y Gregorio. Sobre estas líneas, el palomar “Virgen de la Vega”, y al fondo
Osa de la Vega.
[25] Hay una
fotografía suya.
[26] Hay una
fotografía suya.
[27] Hay una
fotografía suya.
[28] Hay una
fotografía suya.
[29]Hay tres
fotografías en cuyo pie pone: “1. Daniel Sánchez Arenas y Francisco Guijarro
Valero, nietos de León y Gregorio, en el palomar “Virgen de la Vega”, donde
trabajaban sus abuelos. 2. Antiguo cementerio de Osa de la Vega donde los
acusados fueron obligados a excavar para desenterrar el supuesto cuerpo del
Cepa. 3. Paraje de la Muela, en Tresjuncos, donde vivía la familia de José Mª
Grimaldos.
[30] Hay una
fotografía suya.
[31] Hay una
fotografía suya.
[32] Hay una
fotografía en cuyo pie pone: ”Actual estado de la antigua cárcel de Belmonte
donde prestaron declaración Gregorio y León.”
[33] Hay dos
fotografías en grande en cuyo pie pone: “La mayoría de los vecinos de Belmonte,
imagen de la izquierda, acudieron en masa a ver el estreno de la película de
Pilar Miró. En la imagen de la derecha, estado actual de la vivienda en la que
apareció ahogado el cura de Tresjuncos después de haber ocultado a todos que el
Cepa estaba vivo.
[34] Hay dos
fotografías en cuyo pie pone: “1. Estado actual en que se encuentra la iglesia
parroquial de Tresjuncos, Santo Domingo de Silos. 2. Entrevista que El Día de
Cuenca realizó en 1985 al padre de la idea original de la película sobre los hechos
acaecidos en Osa de la Vega y Tresjuncos.
Hay una fotografía del Palomar de la Virgen
de la Vega, en ruinas.
[35] Hay una
fotografía de Ramón J. Sénder y otra de la portada del libro, donde pone:
”Ramón J. Sénder; EL LUGAR DE UN HOMBRE; Edición, introducción y notas de
DONATELLA PINI; Larumbe”.
[36] Hay dos
fotografías en grande. “A la izquierda, panorámica de Osa de la Vega. A la
derecha, el municipio vecino de Tresjuncos.
[37] Hay tres
fotografías: 1. Daniel Sánchez, nieto de León, muestra una información en la
que se anunciaba que el Estado pagaría a los dos para compensarles por el error
judicial de Belmonte. 2. Torre de la iglesia parroquial de Tresjuncos. 3.
Francisco Guijarro, nieto de Gregorio, en la que fuera la vivienda de su
abuelo, en Osa de la Vega, cuando todo ocurrió.
Hay otra fotografía en cuyo pie pone: “De
izq. a dcha., Francisco y Daniel, nietos de Gregorio y León, el alcalde de Osa
de la Vega, y un vecino de la localidad conquense.
[38] [Estas fechas pueden variar levemente. Las crónicas eran
enviadas por los corresponsales, reporteros y enviados especiales a sus
redacciones, mediante telégrafo, teléfono, e incluso por correo. Las distintas
publicaciones tenían tiradas mensuales, semanales, dos por semana, diaria y
hasta seis al día.]
[39] (Archivo Tribunal
Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, p. 1072)
[40] En 1911 figura
a mismos datos de Vicente Belinchon “Fábrica electricidad a 5 kilowatios”,
siendo baja en 1913. El Molino Harinero baja en 1923. En 1928 Alta del Molino
Harinero con motor a vapor con tres piedras y cernido a nombre de Isabel de la
Torre e hijos. En 1931 Molino de Pienso a nombre de Isabel de la Torre, calle
Gregorio Catalán y fábrica de harinas movida por cilindros tres pasadas, 600
por 200 de longitud. En 1933 Fábrica de Harinas a nombre de Augusto Belinchon
movida por una máquina de cilindros de dos pasadas trituradora de 600 por 200
milímetros de diámetro de los cilindros y otra máquina de una pasada de
trituración de 600 por 200 milímetros de diámetro… (Archivo Ayuntamiento de Osa de la Vega, Cajas 198,
199-1-15-18-21-22-23)
[41] [Eliodoro
Fuentes Marín “El Moreno” natural de Carrascosa de Haro, casado con Romana
López Cuevas de Osa de la Vega, tuvieron siete hijos: Eloy, Pedro, Tomás,
Gregorio, Julián, Juan (mi padre) y Cleofé, Fuentes López.]
[42] [Lo más probable
es que fuera Inocente Lara que era de Tresjuncos, amigo de José María y
tratante de ganado. (mirar asiento 1916)]
[43] María Santos,
segunda hermana de José María, casada con Miguel Torres casero de la finca “La
Muela”, próxima a Villarejo de Fuentes, y finca que, según se dijo, visitó el
“ánima“ del muerto para pedir justicia, y que fue vista por Manolillo… -Madre,
¿las ánimas comen?.
María Santos mandó decir una
misa por el eterno descanso de su hermano y, al parecer, el “ánima” de éste
volvió a aparecerse durante la celebración, pues los gritos de madre e hijo
fueron, en tal sentido, harto elocuentes,… (Memoria de Licenciatura “El crimen de Cuenca”, Juan Antonio Porto Alonso,
pp. 115, 116, 146 y 147)
[44] “Aquel patrón
de mi padre nos tuvo en mucha consideración -cuenta en la actualidad María
Sánchez-; como era dueño de mucho ganado y tenía una carnicería, si hacía falta
carne, pues carne. Nos miraba las botas a los niños y decía “esas botas ya
están viejas” y nos compraba botas él mismo, como si fuéramos sus hijos. Y con
mi madre, un gran respeto: “Que no trabaje tanto Filomena, que tiene que
descansar, que en esta casa mientras sigan conmigo no les va a faltar de nada,
que tienen leche las vacas y hay para todos”. Se desvivía por nosotros.” (El crimen de Cuenca, Salvador Maldonado, p.
51)
[45] Nada más tomar posesión fue asesinado el
ex-alcalde de Carrascosa de Haro, San Andrés. Muy poco tiempo después -hay
quien dice que tan sólo cuarenta y ocho horas-, el asesino estaba entre rejas,
convicto y confeso. Este éxito determinó en gran medida, la suerte de Valero y
Sánchez, pues Isasa se siente literalmente “crecer” a partir de este momento. (Memoria de Licenciatura “El crimen de Cuenca”, Juan Antonio Porto Alonso,
1981, p. 138)
[46] Francisco Martínez Contreras, conocido por “Paco el Feo”. Primer contribuyente de la comarca, ejercía el control político y económico de
la comarca.
Diputado del distrito por el
partido Conservador y como tal hombre del Duque de Tarancón. Activó la
acusación, convenció a la familia de Grimaldos para que ejerciera, a sus
expensas, la Acusación privada, aunque la familia se negó a última hora, atizó
la rivalidad entre un pueblo y otro y, en definitiva, es acaso uno de los
responsables individuales máximos del baldón infame que cae sobre una comunidad
que en tantas ocasiones se resistió a otorgarle sus votos, haciendo de Osa “el
pueblo del crimen”. No pudo ver los resultados de sus tejemanejes, pues
falleció un año antes del juicio contra los dos acusados.
(Memoria
de Licenciatura “El crimen de Cuenca”, Juan Antonio Porto Alonso, p. 125;
Revista Guardia Civil, Enero 2000, pp. 71 y 72; SOY EL CEPA, ESTOY VIVO, p.144;
http://historiasdehispania.blogspot.com/2018/07/el-caso-grimaldos-o-crimen-de-cuenca.html)
[47] Confesión de
Francisco Antonio Ruiz,… en la realidad, no sucedió nada parecido,… Me parece muy forzado por el autor,…
que Francisco Antonio Ruiz se confiese, no con su párroco, sino con el del
pueblo vecino y rival, máxime cuando además, el cura de Osa está presente,…
Creo que es un “feo” innecesario al cura del propio pueblo, quien, en la
realidad, era además su confesor. (Memoria de Licenciatura “El crimen de Cuenca”, Juan
Antonio Porto Alonso, pp. 61, 64, 76 y 134; Las Provincias -Valencia-,
10-06-1990, p. 68)
[48] Hay que
tener en cuenta que todas las declaraciones efectuadas en 1913 y posterior,
están referidas a hechos ocurridos en 1910.
[49] Ángel Porras
García, vecino de Tresjuncos, que, en la tarde del 21-08-1910, vio a José María
Grimaldos y a las dos vecinas de su pueblo encaminarse a éste, muy cerca del
Palomar, y, en concreto, antes
de llegar a él. (Memoria de Licenciatura “El crimen de Cuenca”, Juan Antonio Porto Alonso,
pp. 135)
[50] Estas dos
mujeres, Felipa y María, habían estado moliendo en el molino de la Osa. Al caer
la tarde del 21-08-1910 volvían a Tresjuncos en su borriquillo cuando José
María las alcanzó. Anduvo con ellas unos cientos de metros, hasta llegar bajo
el Palomar, punto en que les dijo: -Seguir, que en seguida os doy alcance…
Cuando llegaron a Tresjuncos, era noche cerrada y “El Cepa” no había aparecido.
(Memoria de
Licenciatura “El crimen de Cuenca”, Juan Antonio Porto Alonso, pp. 150)
[51] Con fecha 13-09-1910
y ante el Juez Municipal de Osa de la Vega declara: …vio pasar ya con poco sol
a las dos mujeres y pocos después al José María… parece era día festivo…
Con fecha 22-09-1910 en
Belmonte declara: …que era fiesta y que antes que el José María habían pasado
dos muchachas de Tresjuncos…
Con
fecha 17-04-1913 en Osa de la Vega y ante el Juez Emilio Isasa declara:
Preguntado por su Señoría para que manifieste de modo claro y terminante…
después de varios titubeos sobre quien pasó antes o después… que primero
pasaron las muchachas, después el José María, con lo que su Señoría dio por
terminada esta declaración. (Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo
1323, pp. 9, 25, 134 y 135; Memoria de Licenciatura “El crimen de Cuenca”, Juan Antonio Porto Alonso,
pp. 124)
[52] Gregorio Valero tiene antecedentes penales agrega don Conceso Coso. Son
antecedentes que le honran; predican lealtad y cariño a la persona que le
favoreció constantemente, al mejor testigo de su inocencia.
(La Correspondencia Militar, 20-03-1926, p 6)
[53] “Cuando fue detenido estaba trabajando,
desde San Pedro de 1912, en casa del Alcalde de Pedro Muñoz (Ciudad Real), Juan
Pedro Montoya. En el tiempo que estuvieron en Pedro Muñoz, a unos treinta km de
Belmonte, León y los suyos vivieron como nunca lo habían hecho, porque Montoya
era, en verdad, un buen patrón. Cuando la “pareja” detiene a León, Montoya se
resiste a dar crédito al auto de arresto, lo encierra en una celda municipal y
pasa casi toda la noche con él dentro de la celda. Juan Pedro Montoya no vivirá
lo suficiente para comprobar la inocencia de León, por la que llegó a responder personalmente.”
(Memoria de Licenciatura “El crimen de Cuenca”, Juan
Antonio Porto Alonso, p.129 y130)
“Y así pasó la noche -continúa narrando María Sánchez-, “que si te traigo
una manta, que si tienes hambre, que si tienes frío, que no te preocupes León”.
Ni un solo momento le dejó sólo. Los trajo a todos de cabeza.” (El crimen Cuenca,
Salvador Maldonado, p. 53)
[54] “Me acuerdo yo muy bien de aquella noche
-continúa narrando María Sánchez-, era una noche de chicharras y estrellas y mi
madre nos mandó pronto a la cama. Luego vino el ama y nos dio a cada uno de los
chicos un vaso de leche con azúcar. Al día siguiente, apareció don Pedro en la
casa y yo oí cómo le contaba a mi madre que se lo habían llevado para la Mota
del Cuervo, de camino a Belmonte. Lloraba mi madre y llorábamos todos. Es la
herencia de los pobres, que lo único que nos dejan los padres son los ojos para
llorar.” (El crimen de Cuenca, Salvador
Maldonado, p. 53)
[55] Volvería después. El 20-05-1913 hay Nota
Meritoria en el expediente del Sargento Juan Taboada; el 02-08-1913
escrito del Teniente Regidor sobre gestiones practicadas por el Sargento
Juan Taboada Mora y Guardia primero Telesforo Díaz Ortega el 01-08-1913 en
Osa de la Vega; y el 27-06-1919: Del Sargento Taboada consta la renuncia
varias veces al examen de ascenso a segundo teniente por motivos de
enfermedad,… ostentado el empleo de Sargento y permaneciendo en Belmonte
hasta su jubilación en 27-06-1919.
(¡AY, DIOS MÍO! ¿EL CRIMEN DE
CUENCA? p. 531)
[56] Anécdota: El
historiador de cine Carlos Fernández Cuenca, rodó como director, una película
muda en 1927, adaptación de la obra teatral de Carlos Arniches “Es mi hombre”
con guión de Enrique Jardiel Poncela, de muy escaso éxito. Fernández Cuenca
contrariado dejó la práctica del cine. Jardiel Poncela rebautizó esta película
como “El crimen de Cuenca”, abreviatura de “El crimen de (Fernández) Cuenca”.
Fue estrenada el 16-12-1927 en Salamanca, Teatro Bretón. (Memoria de
Licenciatura “El crimen de Cuenca”, Juan Antonio Porto Alonso, pp.13 y 14; www.depeliculasgratis.com/pelicula/es-mi-hombre-)
[57] NO
MATARÁS. Célebres Verdugos Españoles. Salvador García Jiménez. 1910. Editorial
Melusina S. L. Impresión Romanyà Valls. S. A.
[58] Monólogos
picarescos. Con un juicio crítico de Luis Benavente. Fecha: 1910.
Madrid: Imp. Artística Española. Libro 31 páginas, 20 cm. Materia: Obras
humorísticas. Monólogos (Teatro). “EL
CRIMEN” páginas 10 y 11)
[59] B.N.E. Biblioteca Digital Hispana. Registro Sonoro nº 1.
Luis Esteso recita: Cara A.- “El
Crimen” y “Los Niños”; B.N.E. Biblioteca Digital Hispana. Registro
Sonoro nº 2. Luis Esteso recita: Cara A.- “El
Crimen” y “Pregón de Pueblo”.
[60] La Tierra -Cartagena-, 28-01-1921, p. 1.
[61] Heraldo de Madrid, 09-06-1904, p. 4; La
Correspondencia de España, 08-02-1912, p. 6; En escrito firmado por Luis
Esteso, hace referencia a “El Crimen de Cuenca”; La Unión Ilustrada -Madrid-,
18-03-1923, p. 11.
[62] Entrevista
a León de las Casas, El Progreso, -Santa Cruz de Tenerife-, 07-05-1926 p.1y2
[63] 20-05-1935. FALLAMOS: Que debemos absolver y absolvemos con todos los
efectos legales correspondientes a tal declaración, de los delitos de falsedad
de documento público y coacción,… contra Don Manuel Rodríguez de Vera Romero,
Don Juan José de Jáuregui y Mendoza, Don Baldomero Labarga Salazar, Don
Gregorio Regidor Suárez, Don Juan Taboada Mora y Don Telesforo Díaz Ortega,…
[64] Monólogos picarescos. Con un juicio crítico de Luis
Benavente. Fecha: 1910. Madrid: Imp. Artística Española. Libro 31 páginas, 20
cm. Materia: Obras humorísticas. Monólogos (Teatro). “EL CRIMEN” páginas 10 y 11.
B.N.E. Biblioteca Digital Hispana. Registro Sonoro nº 1. Luis Esteso
recita: Cara A.- “El Crimen”
y “Los Niños”.
Esteso y López de Haro, L. (1927). El Crimen de Cuenca. Madrid: Imprenta de G. Hernández y Galo Sáez. (365
páginas).
El Romance El Crimen de Cuenca, está en la pág. 99 y dentro de Monólogos
picarescos; y El nuevo Crimen de Cuenca, está en la pág. 222 y dentro de
Chascarrillos y Epigramas.
[65]
Pág. 123, 124 y 125 del libro “El Crimen de Cuenca” de Salvador
Maldonado. 1979. Argos Vergara. Altamira 38. Cubierta Julio Vivas. Impreso por
Litografía Rosés, Barcelona. La Copla no tiene firma. También figura en El
Caso, 09-02-1980, p. 10.
[66] Esta afirmación y otras parecidas se
fundamentan en que Luis Esteso escribió las líneas 1 y 59 -son iguales-
de su Romance o Copla “EL CRIMEN”,…“El
crimen de Cuenca” (08-09-1901), y la línea 1 de su Romance o Copla “El Nuevo crimen de Cuenca” (publicado
1927), partiendo o inspirándose en lo que gritaban los acusados cuando eran
trasladados por la calle Carretería de Cuenca el 29-09-1893, y en la línea
218 de la copla (anónima y sin fecha) “Lastimosa
Historia”, que relata los hechos ocurridos en Albalate de las Nogueras el
08-03-1893, a saber:
a)
29-09-1893.-
Gritos de los acusados cuando eran trasladados por Calle Carretería: “¡Padres que tenéis hijos, rogad a Dios que no los castiguen
nunca siendo inocentes! ¡Maldito Albalate!”.(La Correspondencia de España, p. 3, Mestre Martínez)
b)
Anónima y sin fecha.- Copla “Lastimosa Historia”, línea
218 -de un total de 221-: “Madres las que tenéis hijos”.
c)
08-09-1901,
Copla de Luis Esteso “El crimen de
Cuenca”, línea 1 y 59 -iguales, de un total de 64-: “Padres
los que tengáis hijos”.
d)
1927, Copla de Luis Esteso “El Nuevo crimen de Cuenca” línea 1 -de un total de 66-: “Madres
las que tengáis hijas”.
Hay que tener en cuenta que:
En aquella época, y aunque el analfabetismo
superaba el 50 por ciento, había una gran tirada de periódicos. En gran parte
de estos periódicos y casi diariamente se incluían coplas relativas a toda
clase de sucesos, llegando al extremo de tener todo el texto del periódico en
coplas; sirva de ejemplo El Eco de Málaga
y El Eco de la Serranía -Ronda-, 29-04-1895.
Las coplas Anónimas eran confeccionadas, en su
gran mayoría, por la Cofradía o Hermandad de los Ciegos. (Comentado en “Los Crímenes de Albalate de las
Nogueras”, Punto Coplas.)
No sólo en los periódicos se daban a conocer
coplas, en la mayoría de los pueblos, por muy pequeños que fueran, siempre
había alguien dispuesto a cantar en coplas, chascarrillos,… cualquier
acontecimiento que se saliera de la vida cotidiana.
Ante esta proliferación había expresiones,
giros, vocablos, frases, líneas… que se popularizaron y eran utilizados
comúnmente de forma total, parcial o parecida, adaptándolos a la idiosincrasia
del hecho y del lugar.
[67] Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, pp. 7 y 8 y 862 a
868, declaraciones de León Sánchez; El Defensor de Granada,
13-03-1926, p. 2.
[68] Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, pp. 1001 y 1002,
declaración de Lucilo Parra Coso; Memoria de Licenciatura “El crimen de
Cuenca”, Juan Antonio Porto Alonso, p. 132.
[69] Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo 1323, pp. 62 y 63;
Heraldo de Madrid, 25-03-1926, p. 2; El Liberal, 25-03-1926, p. 2 Declaración de Anselmo y Juana, padres de José María, 22-09-1910;
Participa: Eulalio Gómez Mena.)
[70] Memoria de Licenciatura “El crimen de Cuenca”, Juan
Antonio Porto Alonso, p. 102.
[71] Cuenca, España - Posición del sol 21 de
agosto. Puesta del Sol: 20,57, crepúsculo 28 minutos. (https.//meteogram.es/sol/cuenca/)
[72] Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo
1323, pp. 5 y 6, declaración de Gabino Gómez; ¡AY, DIOS MÍO! ¿EL CRIMEN DE
CUENCA? p. 293; EL CRIMEN DE CUENCA, SALVADOR MALDONADO, p.14.
[73] La Correspondencia Militar, 25-03-1926, p.6;
Heraldo de Madrid, 25-03-1926, p.2; Memoria de Licenciatura “El crimen de
Cuenca”, Juan Antonio Porto, pp. 110 y 136.
[74] 08-03-1926. Belmonte. Juez Escribano. Declaración
José Mª. Grimaldos.
[75] (Mitad de lo que le pidió a Lucilo Parra… “y si podría quedarse en su
puesto durante ocho o quince días, a
lo que accedió el declarante,…”
[76] 08-03-1926. Belmonte. Juez Escribano.
Declaración José Mª. Grimaldos.
[77] Memoria de Licenciatura, “El
crimen de Cuenca”, Juan Antonio Porto, p. 116
[78] [Declaración de José María “…y cree también se acostó sin poder
precisar esto porque a lo mejor pasaba la noche con los amigos…”.
Esta segunda parte no es viable, su admisión supondría que sus amigos
estuvieron con él la noche del 21 y la madrugada del día 22, manteniéndose
callados durante todo el sumario, lo que les haría encubridores de una
acusación de asesinato. Además, esta duda que incluye José María en su
declaración, no cambia nada. El lunes, 22 de Agosto quedaría: José María “acudió muy temprano,…”, en lugar de “se levantó muy temprano”, aparejó el burro/a, cargó todo,…]
[79] Esta cita es conocida debido a que sobre
el 23-03-1926, Pedro Rada se lo manifestó al abogado de Gregorio Valero,
Conceso Coso.
(La Correspondencia Militar, 25-03-1926, p.6; Heraldo de Madrid,
25-03-1926, p.2)
[80] Fue rechazado en la milicia por no cumplir la estatura mínima: dio 149
centímetros al ser tallado.
“Era algo
falto,… pero poseía una gran memoria”. (Asiento
de 29-06-1910)
[81] (Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo
1323, pp. 7 y 8 y 862 a 868, declaraciones de León Sánchez; El Defensor de
Granada, 13-03-1926, p. 2).
[82] Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo
1323, pp. 1001 y 1002, declaración de Lucilo Parra Coso; Memoria de
Licenciatura “El crimen de Cuenca”, Juan Antonio Porto Alonso, p. 132)
[83] Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo
1323, pp. 62 y 63; Heraldo de Madrid, 25-03-1926, p. 2; El Liberal, 25-03-1926,
p. 2 Declaración de Anselmo y Juana, padres de José
María, 22-09-1910.
[84] Memoria de Licenciatura “El crimen de Cuenca”, Juan Antonio Porto Alonso,
p. 102
[85] Cuenca, España - Posición del sol 21 de
agosto. Puesta del Sol: 20,57, crepúsculo 28 minutos. (https.//meteogram.es/sol/cuenca/)
[86] (Archivo Tribunal Supremo. Sumario 94/1910, Legajo
1323, pp. 5 y 6, declaración de Gabino Gómez; ¡AY, DIOS MÍO! ¿EL CRIMEN DE
CUENCA? p. 293; EL CRIMEN DE CUENCA, SALVADOR MALDONADO, p.14)
[87] (La
Correspondencia Militar, 25-03-1926, p.6; Heraldo de Madrid, 25-03-1926, p.2;
Memoria de Licenciatura “El crimen de Cuenca”, Juan Antonio Porto , pp. 110 y
136)
[88] 08-03-1926. Belmonte. Juez Escribano.
Declaración José Mª. Grimaldos.
[89] Según
declaración de Petra Algaba, dueña de La Celadilla, y Bienvenido García,
encargado, al Juez de El Pedernoso Toribio Heras: “un pastor de Tresjuncos
llamado José María,… les dijo que se iba
a la finca de D. José María Perona en Pedro Muñoz, a colocarse de zagal,…”,
(El Liberal -Madrid-, 24-03-1926, p. 2;
Heraldo de Madrid, 24-03-1926, p. 4; La Época, 25-03-1926, p. 4)
[O bien cambió de idea y no fue a
Pedro Muñoz o en Pedro Muñoz no encontró trabajo y volvió a El Pedernoso,
continuando el camino. Su idea era alejarse y salir de la provincia de
Cuenca, no paró hasta llegar a Camporrobles (Valencia).
Tardaría de seis a diez días
en llegar a Camporrobles y encontrar trabajo. Permaneció en la provincia de
Valencia hasta el 28-06-1920, casi 10 años.]
[90] 29-05-1926. Me caso -dice- porque ya tengo dos nenas: una, de siete años, y otra, de tres. Y antes tuve también un nene… (El Día -Cuenca-, 24-08-2010, p. 20)
[91] María Santos,
segunda hermana de José María, casada con Miguel Torres casero de la finca “La
Muela”, próxima a Villarejo de Fuentes, y finca que, según se dijo, visitó el
“ánima“ del muerto para pedir
justicia, y que
fue vista por
Manolillo… -Madre, ¿las ánimas comen?-.
María Santos mandó decir una
misa por el eterno descanso de su hermano y, al parecer, el “ánima” de éste
volvió a aparecerse durante la celebración, pues los gritos de madre e hijo
fueron, en tal sentido, harto elocuentes,…
(Memoria de Licenciatura “El crimen de Cuenca”, Juan Antonio Porto Alonso,
pp. 115, 116, 146 y 147)
[92] Secretario del Juzgado de Belmonte de 26-08-1910 a 10-10-1913.
[93] Luis Jiménez de Asúa. (Madrid, 19-06-1889 - Buenos Aires, 16-11-1970)
Jurista y catedrático de Derecho Penal en la
Facultad de Derecho de la Universidad Central de Madrid. Vicepresidente
del Congreso de los Diputados y representante de España ante la Sociedad de Naciones.
Durante la dictadura franquista se exilió en Argentina, donde fue director del Instituto
Penal y de Criminología de la Universidad de Buenos Aires.
En 1962 fue nombrado
presidente de la República Española en el exilio, cargo que ocupó hasta su fallecimiento en Buenos Aires.
(https://es.wikipedia.org/wiki/Luis_Jiménez_de_Asúa; Luis Arroyo Zapatero
dbe.rah.es/biografias/13291/luis-jimenez-de-asua;
Luis Jiménez de Asúa | Real Academia
de la Historia (rah.es); Interviú, 20/26-12-1979,
p. 105)
[94] Proclamación en la Cortes el 11-02-1873 hasta el 29-12-1874, cuando el pronunciamiento del general
Martínez Campos dio lugar a la restauración de la monarquía borbónica.
[95] …Desamortización de Mendizábal
(1836.1837); Desamortización de Espartero (1841);
Desamortización de Madoz (1854-1856)
(https://es.wikipedia.org/wiki/Desamortización_española)
[96] Grimaldos,
Valero y Sánchez han sido víctimas de una “verdad
judicial” sabiendo que era mentira,… El sistema
judicial prueba la muerte de un hombre que no murió y el crimen de dos
infelices que no habían asesinado a nadie.
(Progreso,
-Pontevedra-, 03-04-1926, p.1, ISACC PACHECO; El Sol,
05-03-1926, p. 5)
[97] Cuando la justicia firmó
la sentencia,… el más absoluto silencio enterró los folios del proceso.
Actualmente salen a la superficie de la vida jurídica con los gritos de la verdad
descubierta. (Progreso,
-Pontevedra-, 03-04-1926, p.1, ISACC PACHECO)
[98] El “DNI” no entró en vigor hasta el 02-03-1944 (Decreto de la
Presidencia del Gobierno, BOE nº 81 de 21-03-1944). En apariencia, el nuevo DNI
era una simple modernización de las tradicionales cédulas personales. Su
llegada a los pueblos de toda España sería progresivamente hasta 1966,…
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